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Arde. No, calladita no estás más guapa. Tú eres preciosa cuando luchas, cuando peleas por lo tuyo, cuando no te callas y tus palabras muerden, cuando abres la boca y todo arde a tu alrededor. No, calladita no estás más guapa, sino que un poco más muerta, y si algo sé sobre ti es que no he visto a nadie, jamás, con tantas ganas de vivir. Gritando.

Revolución. Primero, nada más ponerte un vestidito rosa, nada más hacerte un pendiente porque eres chica y claro, nada más nacer, te llamaron princesa. Qué mona con su lacito, qué tierna está callada, las niñas juegan con muñecas, el fútbol es de niños. Luego te dijeron que tienes que ser una señorita, que te sientes bien a la mesa, que ayudes a mamá a cocinar porque es lo que te va a tocar cuando te cases, que hables solamente cuando te pregunten, que no levantes la voz porque eso es cosa de chicos. El matrimonio es lo natural, mira a mamá, mira a la abuela, los hijos son lo mejor que puede pasarte en tu vida y por eso has de tenerlos, qué guapa estás, qué sonrisa, si no follas es porque no quieres, que los piropos son para sentirte guapa, que con ese escote es normal que se te queden mirando, qué tienes unos ojos, que te comía todo el coño. Más tarde te pusieron el 90-60-90 como icono,

te dijeron que te vas a quedar sola para toda la vida si no te empiezas a cuidar más, no debes beber tanto porque el alcohol es para hombres, no llores tanto y si lo haces que nadie te vea, eres una histérica, son las hormonas, que te han vuelto loca, ese trabajo para el que te preparas no es cosa de mujeres, tú solo puedes ser enfermera o ama de casa. Te llamaron 'el sexo débil' porque esa fue la mejor manera que encontraron para enjaularte, para reducir tu fortaleza a una celda hecha con sus miedos, y tú te lo creíste hasta hoy, que has abierto los ojos, has puesto el grito en el cielo y tu puño en alto, has reventado las rejas de tantos años, y has sonreído porque la revolución acaba de empezar Y vas a ganar.