Azurmendi Jose Felix. ETA. de Principio a Fin.

Tras la publicación de PNV-ETA, crónica oculta (1960-1979) y Vascos en la Guerra Fría, ¿víctimas o cómplices?, José Féli

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Tras la publicación de PNV-ETA, crónica oculta (1960-1979) y Vascos en la Guerra Fría, ¿víctimas o cómplices?, José Félix Azurmendi cierra su trilogía sobre una parte de la reciente historia política de Euskal Herria con ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato. Fue director del diario Egin (1980-1987), subdirector de Deia (1989-95), director de Radio Euskadi (1995-1999) y director de EITB Internacional (1999-2010). Periodista activo, hoy en día continúa colaborando en numerosos medios de comunicación.

ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato recoge cronológicamente y de forma exhaustiva la andadura política y armada de la organización vasca desde su nacimiento hasta su extinción, con la distancia y el rigor que el periodismo informativo exige y permite. José Félix Azurmendi deja que ETA y sus oponentes hablen a través de los hechos, de tal forma que el libro es una recopilación completa de su actividad. ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato es, asimismo, la culminación de una trilogía sobre una parte importante de la reciente historia política de Euskal Herria en formato de crónica periodística, que José Félix Azurmendi comenzó con la publicación de PNV-ETA, crónica oculta (1960-1979) y continuó con Vascos en la Guerra Fría, ¿víctimas o cómplices?. Con este libro, Azurmendi da por finalizado su objetivo inicial: contar la historia de la resistencia patriótica vasca desde un punto de vista no habitual.

Diseño de colección: Unai Arana Portada: Unai Arana Motivo de la portada: El dibujo de la espiral de guiones que se van abriendo y perdiendo es de Jorge Oteiza, dibujado para la portada de la revista Zutik! de ETA correspondiente a agosto de 1965. La ilustración está inspirada en la teoría revolucionaria acción-represión-acción que el entonces militante de ETA José Luis Zalbide diseñó. Por otra parte, las letras de Zutik! fueron dibujadas por una egresada de Bellas Artes de París. Fotografia del autor: Xabier Gartzia © José Félix Azurmendi Badiola © Ttarttalo S.L. Donostia 2014 ISBN: 978-84-9843-585-6 Editorial TTARTTALO Calle Portuetxe, 88 bis 20018 Donostia Tel. 943-31 02 67 [email protected] www.ttarttalo.com Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal). Los citados derechos están protegidos por el organismo CEDRO (www.cedro.org). La editorial no se hace responsable, en ningún caso, de las opiniones expresadas por el autor. La editorial no tiene obligación legal alguna de verificar ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos incluidos en el texto, por lo que carece de responsabilidad ante los posibles daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran derivarse de la utilización de aquellos o que puedan deberse a la posible ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información proporcionada.

INTRODUCCIÓN Cuando Argala escribió que “somos como somos, y no como cada quien se imagina que somos” debía ser consciente de que, para bien y para mal, los militantes de ETA eran desconocidos, manipulados, distorsionados, adaptados a los prejuicios o mitos de cada quien, exageradamente ensalzados a veces, injustamente denigrados en otras, lo que no deja de ser natural en una organización clandestina de sus características. Al decirlo, José Miguel Beñaran, Argala, sólo podía estar refiriéndose, necesariamente, a la ETA que iba desde 1960 hasta diciembre de 1978, que es cuando los servicios de información españoles le dieron muerte en Angelu. ETA ha escrito mucho a lo largo de su vida para explicar y para explicarse. Ha redactado comunicados, ha elaborado ponencias, ha hecho declaraciones, ha concedido entrevistas, pero han sido más las veces que sus mensajes han llegado al receptor a través de terceros, interpretados y filtrados por los medios de comunicación, por las declaraciones de los políticos y los mandatarios, y casi siempre con la duda razonable en el rigor de la fuente o el medio. ETA ha hablado y se le ha entendido muy especialmente a través de sus actos. Ha mostrado su cara más real mediante su actividad, sus acciones, sus atentados. Ha sido conocida de manera directa así, sin necesidad de explicación en unos casos, sin que las explicaciones la hicieran comprensible en otros. ETA no ha sido siempre ni igual ni la misma. Ha habido etapas en las que escribía más que actuaba, otras en las que casi sólo actuaba. Ha sufrido escisiones y desgarros de diferente explicación. ETA sólo ha conservado desde el comienzo las siglas, una identificación clara con el marco para su combate y una militancia siempre joven y cambiante, por desistimiento de los activistas unas veces, porque eran detenidos otras, porque tomaban otro rumbo y hasta formaban otras organizaciones; porque caían en el combate. En ETA han sido muy escasas las trasmisiones generacionales. Por diferentes motivos, prácticamente ninguno de los fundadores ha acompañado su evolución, ninguno de sus líderes se ha mantenido como tal en períodos largos. ETA, lentamente, pero terminó haciendo de la utilización de la violencia su seña de identidad, incluso cuando se puso el adjetivo de político-militar o se le puso a su estrategia. Ha dicho y demostrado el profesor Michel Wioviorka, apoyándose en Charles Tilly, que la violencia política no es la misma en un período y en otro, y que cada época histórica se debe caracterizar por su “repertorio específico de formas de la

acción y, más particularmente, de la violencia”. Esto, que es muy razonable en todos los casos, en el de ETA es imprescindible para un análisis medianamente acertado. ETA nace dentro de una dictadura fascista; acompaña el tránsito de un Estado europeo hacia una democracia formal; la violencia política de ETA convive durante años con una situación aceptada internacionalmente como normalizada. Wioviorka, que ha estudiado los paradigmas de la violencia, que ha investigado sobre el terreno la violencia vasca, finalmente no parece tener un paradigma claro sobre la de ETA. En relación a ETA es legítimo y razonable preguntarse cuándo puede considerarse su actividad lucha armada de resistencia, cuándo se convierte esta en terrorismo, cuándo pierde su autoridad moral. Es razonable preguntarse por sus raíces y explicaciones a lo largo de cinco décadas; cuándo se convierte la táctica armada inicial en estrategia para una época. Interrogarse, como se ha hecho tantas veces, casi siempre de manera interesada, sobre si su estrategia ha sido más nacionalista que revolucionaria, más marxista-leninista que nacionalista o, como dijo Ovidio –Luis María Anson–, “un pacto, un cruce simbiótico, una hibridación del leninismo comunista con el nacionalismo vasco”. Preguntarse si tuvieron alguna vez sentido y justificación sus atentados, si dejaron de tenerlo en algún momento reconocible o progresivamente; si hay finalmente guerras justas de liberación, si son exigibles a estas formas de lucha códigos morales, si son éstos los mismos de las guerras convencionales; si se debe exigir a un grupo revolucionario lo que no se exige al Estado, o viceversa. Preguntarse acerca de si la dinámica clandestina de este tipo de lucha no termina marcando no sólo los medios sino los fines. Si la lectura de los atentados, el estudio del tipo de violencia practicada a través de sus atentados, se convierte en la información más valiosa sobre la propia organización. ETA ha dejado muchas preguntas en el aire y un ambiente, hoy por hoy, muy poco propicio a las respuestas. Ha dejado el relato, su relato, pendiente, y sujeto a que se lo hagan otros de manera interesada. Es pretensión de este libro, de este periodista, contribuir al mismo con la descripción de los hechos desde la perspectiva del periodismo informativo y el apunte interpretativo que enmarque la acción; escribirla como si no se conociera su final, dejando que sean los hechos los que hablen. Este cronista tiene su visión y su versión sobre ellos, sobre cada uno de ellos, pero ha realizado el esfuerzo de narrar, de contar, como si fuera un observador imparcial, situándose en cada uno de los momentos al lado de los acontecimientos, aprovechando el conocimiento directo de los mismos, contrastándolos con fuentes y testimonios de cada tiempo, casi siempre

tomados de la prensa de la época. El resultado de la crónica puede resultar abrumador. La sucesión de actos y la referencia a personas y situaciones concretas, incómoda o extemporánea. En ningún caso ha sido pretensión del autor airear vergüenzas gratuitas, pero tampoco ocultarlas al servicio de un relato maquillado y tranquilizador, en detrimento de la verdad. En todos los casos, las fuentes están identificadas y a ellas corresponde la responsabilidad de sus asertos, y a la inteligencia del lector valorarlos de acuerdo a la confianza que le merezcan. Si es cierto que la única contribución teórico-revolucionaria de ETA ha sido la de la espiral revolucionaria que diseñara José Luis Zalbide y dibujara Jorge Oteiza, si es cierto que esa ha sido su guía desde horas tempranas, el repaso de los acontecimientos aquí recogidos viene a confirmar que, en efecto, a la acción de ETA siguió una represión multiplicada que hizo posible una acción más radical, un giro ascendente, como se había previsto, pero finalmente sin los efectos buscados y deseados. Tal vez tenga razón Ramón Saizarbitoria cuando dice que aquí nunca se creyó de verdad en la lucha armada [Uste dut sekula ez dugula sinetsi egiazki borroka armatuan], pero, para ser cierto, duró demasiado y sufrió e hizo sufrir en exceso. He aquí la prueba.

LA HISTORIA DE ETA EMPEZÓ EN 1936 Luis Michelena –así se escribía él mismo– lo explica con pasión y precisión en mayo de 1977, en carta al semanario Punto y Hora de Euskal Herria que dirige Mirentxu Purroy: “El principio de la historia universal no está en 1968, ni siquiera el de la historia vasca. Su final tampoco está en 1936, ni en 1948, ni en 1977”. En 1936, se había producido el alzamiento franquista; en 1948, estaba preso por su actividad resistente; en 1977, no se resignaba a que pareciera que en Euskadi no había más que ETA y que su relevancia se explicara en lo sucedido a partir de 1968. Si de medir antecedentes se trataba, 1936 era, a su juicio, el verdadero fundamento, “no sólo temporal”, de lo sucedido en 1968 y de lo que se vivía en 1977 en su entorno. Pocas personas tan autorizadas para interpretar que el nacimiento de ETA tenía que ver con el alzamiento militar de 1936 y la represión que siguió a la victoria de los golpistas. En la citada carta, Michelena se muestra muy molesto por que no se tomen en cuenta los trabajos y sufrimientos de su generación. “Muchos, además de haber sido hechos prisioneros, fuimos detenidos y no se nos trató siempre con especial delicadeza”. Hombres y mujeres de su generación pasaron ante consejos de guerra y por las manos del coronel Eymar. No pocos fueron condenados a muerte y, algunos, fusilados. “Había hasta a quien le daban garrote, porque ese instrumento, cuyas excelencias cantó Fraga [Iribarne, Manuel], no es una invención de Berlanga, de Patino o de Sueiro”, precisa Michelena, quien añade “los que se libraron de las ejecuciones, por gracia del dictador, por hastío o por descuido, vivieron durante años con ese peso”. Tras las sentencias y condenas sumarias de la primera posguerra vinieron las condenas a los que resistían, a los que no se doblegaban; llegó el exilio, el campo de concentración, las brigadas de trabajos forzados, la purga en los puestos de trabajo; el miedo y la represión generalizada tras las huelgas cuasi generales de 1947 y 1951. La realidad que el lingüista reivindica la olvidan a menudo los que escriben la historia, y también las nuevas generaciones, empeñadas en comportarse como si la historia empezara con cada una de ellas. José Luis Alvarez Enparanza, Txillardegi, uno de los fundadores de ETA, tiene contado que, cuando comenzaron a militar en los años cincuenta, primero como Ekin, luego como Ekin-EG y, finalmente, como ETA, todavía resonaban cercanos los ecos de los disparos de los pelotones de fusilamiento en las cárceles franquistas: las represalias y consecuencias de la guerra del 36 estaban muy presentes. Ekin nace

en 1952 en la universidad de Deusto de la mano de los estudiantes veinteañeros Julen Madariaga, José Manuel Agirre y Gurutz Ansola, bajo la discreta protección y consejo de un profesor, el jesuita padre Urrutia. Así lo ha consignado Madariaga en el libro Egiari zor [En deuda con la verdad], una autobiografía escrita para no cometer el mismo error de compañeros suyos que han ido falleciendo sin dejar el testimonio que sus vidas y obras merecían. Cuenta que muy pronto entraron en contacto con estudiantes de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, con José Luis Alvarez Enparanza, con José María Benito del Valle, con Mikel Barandiaran. También con Alfonso Irigoien, “un pajarito solitario” que trabajaba en la Euskaltzaindia de Ribera 6, en cuya vetusta escalera se cruzaría a menudo con un jovencito de aspecto despistado que vivía en lo alto de la casona y que terminaría jugando un papel clave en la ETA de mediados de los sesenta: con José Luis Zalbide Salaberria. En 1952, cuando Ekin nace, José Antonio Aguirre es consciente y reconoce mal que bien que su Gobierno ha cometido errores de perspectiva que han privado a su actividad de la “tensión y dinamismo precisos”. Han confiado en exceso en el “mundo exterior, como esperando que nuestros problemas pudieran ser resueltos por las potencias democráticas”. Sus habituales mensajes de octubre –en el aniversario de la constitución del Gobierno Vasco– y de Navidad no ocultan ese año la constatación de que quienes creía fieles aliados les están abandonando. En 1945, con el final de la Segunda Guerra Mundial, confiaron en que se restablecería la “moralidad en el campo internacional” y se derrocaría a Franco. Lejos de eso, los que a pesar de todo sigue teniendo por amigos, han visto en el dictador un aliado, a su juicio, por culpa de la “acción agresiva del comunismo mundial al servicio de la Unión Soviética”. Ante este panorama, que en 1953 va a agravarse –va a ser este su año más triste, según confesión de su esposa– con la firma del Concordato entre Franco y la Santa Sede y el acuerdo para la instalación de bases americanas en territorio español, Aguirre pone la mirada en los jóvenes, les pide que se formen y organicen a la espera del tiempo en el que habrá ocasión de pronunciarse. Como si de seguir su consejo se hubiera tratado, es ese justamente el camino que los jóvenes de Ekin están a punto de emprender. En rigurosa clandestinidad y autonomía con respecto al Gobierno Vasco del exilio, del PNV y de cualquier otra organización clandestina, Ekin se extiende desde Bilbao a Donostia, Zaragoza, Valladolid, Barcelona y Madrid a través de estudiantes y universitarios vascos. Editan el boletín que les da nombre, se dan al estudio, a redactar e impartir charlas de formación y, con toda prioridad, a

aprender euskera o a profundizar en su conocimiento. En 1955, los de Ekin están ya bien formados y los de Euzko Gaztedi (EG), más numerosos, necesitan formación política. Del acuerdo entre ellos para impartir charlas se pasa a la fusión organizativa. Para 1958, los roces y desencuentros con la dirección del PNV, que controla de cerca a los jóvenes, hacen imposible el camino común. Dos nombres protagonizan la ruptura: Juan Ajuriaguerra y José María Benito del Valle. El PNV expulsa a este por indisciplina, y sus compañeros de Ekin, junto con algunos de EG, hacen causa común con él. En 1959, aunque no el 31 de julio, como algunos proclaman para hacerlo coincidir con otros aniversarios sonoros, el grupo estrena un nombre que hará historia: ETA, Euskadi ta Askatasuna. Los primigenios padres de la criatura, según la autobiografía de Madariaga, son: José María Benito del Valle, José Manuel Agirre, Mikel Barandiaran, Txillardegi, Rafael Albisu, Iñaki Larramendi y él mismo. En esta lista fundacional hubieran merecido estar también otro ingeniero, Iñaki Ganzarain, al que se le reconoce la paternidad del nombre, y Sabin Uribe, el más activo de entre los que se han incorporado desde Euzko Gaztedi. Es en 1960 cuando aquella ETA neonata publica su ‘Libro Blanco’, guía ideológica y compendio de normas de seguridad y funcionamiento para unos militantes que se reconocen responsables en su actividad “ante Dios y ante la Patria”; un resumen también de los métodos de acción del comunismo y la JOC, Juventud Obrera Católica. Los militantes son advertidos de que el comunismo amenaza con tragarse el mundo, y “no solo por la violencia”. Se les explica que el peligro del marxismo está en que presenta “una visión completa, si bien falsa, de la vida”; que se trata de “una religión atea”, carente de “moral propiamente dicha”, que no vacila en mentir por el bien de la causa. No hay que engañarse, escriben los padres de ETA en el ‘Libro Blanco’, para el Partido Comunista, los nacionalistas son solo un medio para que todo un pueblo acepte su política, porque el PC es “esencialmente apátrida y antipatriota”. En sus orígenes, ETA es igual de anticomunista, antiestalinista sobre todo, que el PNV y sus aliados en el Gobierno Vasco, y que el mundo nacionalista vasco en general. La doctrina de ETA tiene en ese tiempo, como antes el PNV, una clara influencia de los cristianos progresistas franceses, muy especialmente de Jacques Maritain. En relación al uso de la violencia, su doctrina es clara: “Hay que inculcar en el pueblo que la liberación de las manos de nuestros opresores requiere el empleo de armas cuyo uso particular es reprobable”, pero que “la violencia como última razón y en el momento oportuno ha de ser admitida por todos los patriotas”. Propugnan acabar con “la blandenguería que, en general, no es más que un

simple pretexto para no hacer nada y no complicarse la vida”. Se trata de asentar en la conciencia vasca “la idea de que hay que resistir por todos los medios, incluso, si preciso fuere, por la violencia y por otros medios que podrían considerarse inmorales, pero que, en nuestra situación, no lo son”. Los ejemplos de Túnez, Irlanda, Israel, Chipre, Argelia, les han hecho comprender que no hay liberación nacional sin violencia. Se han inspirado en Menachen Begin, en Habib Bourguiba, en Makarios. La reciente y triunfante revolución cubana no está todavía presente en su horizonte. Consumada la ruptura con el PNV, fallecido José Antonio Aguirre en 1960, los jóvenes que fueron Ekin y ya se llaman ETA, la mayoría treintañeros, algunos casados y con hijos, se disponen a pasar de las palabras a los hechos. No empiezan con buen pie: una operación llamada a ser impactante, concebida para el 18 de julio de 1961, a fin de dejar en evidencia a los vencedores de la guerra del 36, haciendo descarrilar un tren de excombatientes franquistas, termina mal, provoca numerosas detenciones y el exilio para algunos de ellos. El repliegue y refugio de unos cuantos de ellos en la Euskadi continental y en París es, a la postre, lo que va a hacer posible el asentamiento y la evolución de la organización. Desde entonces, y hasta el final de su historia, la vida de ETA estará siempre vinculada a esa retaguardia, que durante dos décadas será también refugio y tierra semiliberada. Instalados entre Angelu, Biarritz y Baiona, Madariaga, Benito del Valle, Txillardegi, Uribe, Irigarai, Iturrioz, Dorronsoro y Elosegi, y pronto Juan José Etxabe, Lizarribar, Ozaeta y otros, junto con el concurso de unos cuantos patriotas de Iparralde: los Abeberri, Haran y Burukoa. ETA echa a andar con paso firme. A primeros de octubre de 1961, en París, en un ciclo organizado por Manuel Irujo en nombre del Gobierno Vasco en el exilio, Txillardegi ofrece una conferencia que titula “La juventud vasca ante el 7 de octubre”. La inicia proclamando su vergüenza y “asco” por tener que hablar en castellano, puesto que en su auditorio casi nadie entiende la lengua nacional vasca. Manifiesta respeto y agradecimiento por el “gigantesco esfuerzo” de la generación de la guerra, pero subraya también que casi nadie de las nuevas generaciones sabe de aquello, ni de la creación del Gobierno Vasco “hoy hace 25 años”. Se han esfumado las esperanzas de la caída de Franco tras las de Hitler y Mussolini, todo ha cambiado, menos “la estructura de dirección del patriotismo vasco”: ha llegado la hora de un “cambio profundo y valiente de la estrategia abertzale”, organizar “un nuevo día de la Juventud Vasca, creando un Frente Patriótico, que coordine e impulse todas las actividades vasquistas”. Eso sí, “desde la tolerancia

mutua”, pues es consciente de que hay diferentes modos de ser abertzale. Él, personalmente, se confiesa cristiano pero es partidario del laicismo y cree “firmemente que Euzkadi no es la Patria de una clase; es más, Euzkadi en manos de una clase no despierta mi entusiasmo”, pero “no me puedo oponer como patriota a que otro crea otra cosa”. A finales de mes, interviene en el mismo ciclo el representante de EG (Euzko Gaztedi) Iker Gallastegi. En relación con la resistencia armada, su discurso es radical: “hay momentos en que únicamente las armas satisfacen la necesidad. Los policías y los soldados son argumentos inexpugnables contra el razonamiento, pero no lo son contra las balas”. (…) “Con quien quiera razonar razonaremos, pero únicamente el brazo patriota que empuña un arma puede prevalecer contra el despotismo armado”. En mayo de 1962, en la abadía de los benedictinos de Belloc, ETA celebra su I Asamblea. Se define como Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación Nacional y hace pública una declaración de principios que va a difundir profusamente. No hay en ella mención expresa a los medios a utilizar para conseguir la liberación nacional, pero sí la manifestación de que el Pueblo Vasco tiene los mismos derechos que asisten a cualquier otro pueblo a su autogobierno, y que para conseguirlo “se deberán emplear los medios más adecuados que cada circunstancia histórica dicte”. En marzo de 1963, unas docenas de militantes se reúnen en Cap Breton para celebrar la II Asamblea, sin que proporcione novedades en relación con el uso de la violencia, sobre cuya legitimidad no existen discrepancias: sí existen sobre su oportunidad o viabilidad. Julen Madariaga subrayaría años después como valor más importante de esta segunda asamblea que pone remedio al elitismo en el que se movían hasta entonces y se abren al pueblo. Para la tercera, que tiene lugar en Baiona en la primavera de 1964 tras un rocambolesco intento de celebrarla en un refugio de Isaba, el recién nombrado Buruzagi Julen Madariaga ha elaborado un voluntarista folleto bajo el título de Insurrección en Euzkadi, inspirado en el Vasconia que Federico Krutwig acaba de publicar. Se trata de aportaciones teóricas con las que la mayor parte de los militantes, especialmente los que están llamados a ponerlas en práctica, no se sienten concernidos. Algunas armas empiezan, no obstante, a pasar por sus manos, facilitadas, unas, por anarquistas amigos, compradas, otras, en mercados centroeuropeos. Algunas modestas –la munición escasea– prácticas de tiro les son también facilitadas, además de alguna prueba con explosivos, en solitarias playas de Las Landas. Según las “notas a la III Asamblea” de José Luis Zalbide, publicadas en el nº 3 de Documentos [Hordago-Lur, 1979], las consecuencias organizativas más directas de esta asamblea están ligadas a los

conceptos de Liberado –militante que abandonaba sus estudios o trabajo para dedicarse por entero a la acción en clandestinidad total–, Hirurko –célula formada por tres militantes, el comando– y Buruzagi, jefe supremo de la organización. Hasta entonces, la dirección de ETA había sido colegiada. La nueva forma de dirección personal dura poco más de un año y está encabezada por Julen Madariaga, y completada luego por Sabin Uribe y Edur Arregi. La IV Asamblea es la primera que tiene lugar en Euskadi sur, no sin dificultades: la inicial convocatoria para comienzos de junio de 1965 debe ser pospuesta porque cinco de los convocados son interceptados por la Guardia Civil entre Sara y Bera y a duras penas consiguen evadirse. En la IV Asamblea, José Luis Zalbide lleva la voz cantante. Ha madurado su teoría de la espiral revolucionaria ascendente, el mecanismo de acción-represión-acción que va a guiar a ETA durante años y que consiste en provocar al enemigo para que responda indiscriminadamente, se extienda la rebeldía en las masas y reclamen la respuesta de ETA. En la IV hay un amago de organización por frentes, uno de ellos con nombre de militar. Su máximo responsable va a recibir la primera arma, una Beretta 7,65, reclamándosela a los dos responsables del “Frente de Información”, que cuentan con sendas pistolas, la Beretta en cuestión y una Astra del 9 largo, fabricada en Gernika antes del bombardeo, que ha hecho la guerra de liberación de Argelia en manos de una célula parisina. El jefe militar sólo llegará a usarla en prácticas, y pronto se alejará de ETA para volar por cuenta propia como líder de los conocidos por “Cabras”. En la V Asamblea, muy importante desde el punto de vista doctrinal, no hay grandes novedades en relación con la lucha armada. Tiene lugar entre el 7 y el 11 de diciembre de 1966 en la casa cural de Gaztelu. Patxo Unzueta es quien ha contado que participan 42 o 43 delegados y que en ella se consuma la primera escisión importante de la organización. La ruptura es, en su versión, consecuencia de la reacción de una parte de los militantes contra lo que consideran desviacionismo de la Oficina Política, encabezada por Francisco Iturrioz y Eugenio del Río. La tendencia que resulta mayoritaria es el resultado, siempre según Unzueta, de la alianza de dos sectores diferenciados: el “culturalista”, que anima Txillardegi desde su exilio belga, y el que, en torno a jóvenes cuadros como los hermanos Etxebarrieta y José María Eskubi, plantea una tercera vía que haga compatibles marxismo y nacionalismo y que, en la segunda parte de la V Asamblea, celebrada en la Semana Santa de 1967, se hará con la mayoría de la organización. Entre las posiciones ideológicas aprobadas por la V Asamblea hay un acuerdo que aboga por un cambio radical de

estructuras políticas y socioeconómicas “por medio de la aplicación de una estrategia justa”, y clasifica como “armas para la revolución vasca” la toma de conciencia nacional y social, la teoría revolucionaria vasca y su puesta en práctica “por medio de un estrategia basada en las condiciones objetivas de nuestro pueblo”. Un año más tarde, el 7 de junio de 1968, Txabi Etxebarrieta, el joven de 23 años que había brillado con luz propia en la V Asamblea, provoca la muerte de un joven guardia civil de Tráfico y horas más tarde es abatido él mismo en un control policial. A partir de este hecho, en modo alguno previsto en la citada Asamblea, todo cambia, nada va a ser igual ni en ETA ni en Euskadi. La historia resistente no empieza entonces para Euskadi –tiene razón Koldo Mitxelena–, pero este incidente la va a condicionar fuertemente. Ha escrito Mario Onaindia, que compartió militancia con Txabi Etxebarrieta –“el jefe: ateo, agnóstico, seguidor de Bertrand Russell y Sartre, ejerció en mí una influencia determinante en lo personal y en lo político”– que él nunca había oído hablar de Txillardegi, de Benito del Valle, ni de Madariaga siquiera. Los fundadores de ETA no sólo no están presentes en la dirección de la organización, sino que ni siquiera lo están en la memoria de la militancia. Una nueva generación ha tomado las riendas, una generación que, en palabras de Onaindia, tenía al Che como ejemplo de vida y se animaba a exigir sacrificios a los demás, porque “nosotros éramos los primeros en sacrificarnos, en inmolarnos, para que el pueblo despertara”. Ha escrito Teo Uriarte, otro liberado de aquella ETA, que se había teorizado mucho sobre la ‘insurrección armada’, pero que fue “el espíritu de revancha generado por el asesinato de Etxebarrieta el que provocó, poco después, el atentado mortal contra Melitón Manzanas. Habían matado a Etxebarrieta, y el que dirigía el comité ejecutivo dice que esto es muy serio y pregunta: ¿nos lanzamos a acciones que impliquen muertos? Y nadie dice que no. No dijimos no, porque hubiera sido una traición al amigo muerto”. Si estos testimonios son certeros, Txabi se inmoló y el ejecutivo ampliado de ETA condenó a muerte a Manzanas por solidaridad con su inmolación. Al ejecutar a Melitón Manzanas, torturador de varias generaciones de patriotas y antifranquistas, ETA da un paso sin vuelta atrás. Ha roto un tabú y, aunque los que han tomado la decisión de ejecutarlo van a abjurar muy pronto de la lucha armada, otros tomarán el testigo. Se cumplen las previsiones de José Luis Zalbide y, a la muerte de Manzanas, le sigue una represión brutal e indiscriminada: la espiral se ha puesto en marcha, y lleva al Proceso de Burgos. Cuando ETA está más debilitada y dividida, ETA pone a Euskadi y su lucha en

las portadas de los medios de comunicación de medio mundo, a lo largo de todo el mes de diciembre de 1970. El franquismo y su justicia militar han cometido un irreparable error. Por aquel entonces, a Manuel Irujo le preguntan por ETA desde tribunas amigas, y la explica así: “ETA es un movimiento, radicalizado por las persecuciones del Gobierno del general Franco, que aspira al reconocimiento de la personalidad nacional vasca por la violencia. Esta actitud inicial les ha llevado a aceptar como bases económicas principios socialistas, hallándose el movimiento dividido en todas las gamas del socialismo contemporáneo”. El exministro republicano y dirigente del PNV en el exilio añade que la base de ETA está principalmente en la clase media, en estudiantes, sacerdotes [sic], profesores, cuadros industriales, obreros especializados, intelectuales. “Constituye una minoría”, añade, “pero es una minoría activa y entusiasta, capaz de dar la vida por sus ideales”. En ese final de año de 1970, ve a ETA constituida, o dividida, en tres grupos distintos: el nacional-socialista, “que es el que actualmente lo dirige desde el interior”; el marxista-leninista, “cuyo jefe más conocido es el estudiante José María Eskubi, con residencia en Bruselas”; y el “patriota de acción directa, del que es figura Echabe” [Juan José Etxabe]. A su juicio, la mayoría de los 16 procesados de Burgos pertenecen al grupo de Eskubi: en eso, se equivoca. El heroísmo de los de Burgos provoca simpatías y solidaridad, pero también recelos. El exministro de la II República española Salvador de Madariaga escribe a Manuel Irujo y le dice que está muy desasosegado con el Proceso. Cree que “los chicos vascos de la ETA han caído en la misma trampa que los del FLQ [Frente de Liberación] de Québec y las soidisant guerrillas de Palestina: transformar un problema bien preciso, original y distinto, en un modelo, universal y episódico, de la lucha entre Mao y los demás”. La comparación entre ETA y el FLQ resulta exagerada, pero no tanto como la de ver la obra de Mao tras ella. Bosch Gimpera, otro exiliado republicano ilustre, finalizado el Proceso escribe: “Verdaderamente es formidable que esos pobres del monstruoso proceso de Burgos, al fin indultados por la ‘magnanimidad’ del caudillo, hayan tenido la virtud de aglutinar a todos los españoles liberados. Y lo que me cuenta de que el principal de ellos es hijo de excombatiente franquista es verdaderamente monumental”. Se está refiriendo a Xabier Izko y a la condición de carlista de su padre. Un par de años más tarde, Irujo está en Caracas y se entrevista con el presidente venezolano Rafael Caldera. Ante el interés de este por ETA, le

responde que la juventud del mundo pasa por ser contestataria en todo y contra todo, que este es un movimiento genérico a la familia humana, que adopta caracteres específicos en cada pueblo. “En el nuestro se llama Eta. ¿Qué es Eta? Una serie de corpúsculos que, alternativamente, se unen y se combaten. Todos ellos se oponen al Gobierno [Vasco] y a la definición clásica de lo vasco. Están compuestos por chicos, por lo general, sanos, buenos, limpios y patriotas, pero tocados de ese género de locura que es la contestación y la violencia. Nosotros, opuestos a sus tesis y a sus actos las más de las veces, los cubrimos ante los ataques brutales de la Policía española y procuramos que se escurran de las medidas policíacas adoptadas por Francia en concurrencia con la Policía del sur pirenaico”. Añade Manuel Irujo que a Caldera le pareció muy bien esta actitud, “y eso que, con ocasión de lo de Burgos, ya soltaron unos coktails que hicieron mucho ruido y que hacían en Caracas la misma falta que los perros en misa”. Tras el Proceso de Burgos, mientras buena parte de la organización orienta su activismo hacia las luchas obreras, son los activistas independentistas –llamarles ‘milis’, por militares, como hacen algunos, se antoja exagerado– los que se hacen con la legitimidad histórica de la organización, con el santo y seña de la “auténtica ETA”. Juan José Etxabe, que ha sido su figura más conocida en los días de Burgos por dirigir el secuestro del cónsul alemán en Donostia, Eugène Beihl, pronto da paso a una nueva generación compuesta por Mendizabal, Iturbe, Sagarzazu, Pagoaga, Lujua, Garalde y otros. El efecto Burgos se hace sentir también en la juventud activista de EGI, que viene de sufrir a finales de los sesenta la pérdida de dos de sus hombres más activos –Jokin Artajo y Alberto Asurmendi– por la explosión de la bomba que portaban. Desde comienzos de 1971, EGI se presenta con el adjetivo de Batasuna y es partidaria de un Frente Patriótico, que para finales de ese año se concreta en conversaciones con ETA en vistas a una fusión que se consuma en el Aberri Eguna de 1972. Para la estrategia de lucha armada, esta fusión, que seguirá siendo conocida como ETA V en contraposición a la obrerista de ETA VI, va a resultar decisiva. Hasta el magnicidio contra el almirante de la Armada y presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, las bajas que ETA sufre y provoca, además de poco numerosas en relación con las que vendrán, no son buscadas. Tienen que ver con la actividad de la organización, con la persecución de los activistas, con la represión. Este es el caso en la muerte de Eustakio Mendizabal, Txikia, cuando trata de huir de la Policía el 19 de abril de 1973. Txikia era el líder de ETA cuando lo mataron. Poco después, la organización inicia los preparativos del secuestro o muerte de Carrero: el

comando llevará el nombre de Txikia, en homenaje a su memoria, aunque en el primer comunicado de reivindicación se presente como ‘comando Josu Artetxe’, muerto unos días antes en un asedio policial en Altza. El breve comunicado inicial proclama que “sólo las armas nos darán la libertad, como trabajadores y como pueblo: hemos elegido el camino de la resistencia armada, junto con las manifestaciones, las huelgas y el apoyo de la lucha popular”. A este atentado le sigue en pocos meses el nunca oficialmente reconocido de la Cafetería Rolando, más bien oficialmente negado en un comunicado de fecha 17 de octubre de 1974. Planificado contra los policías que frecuentan una cafetería próxima a la Jefatura Superior en la calle Correo, termina dando muerte a trece civiles en una instalación contigua al baño en el que ETA ha colocado la bomba, y convirtiéndose en el detonante último de la escisión más importante y, en principio, menos ideológica, de la que nacen ETA militar y ETA político-militar. La escisión se consuma en otoño de 1974. Las anteriores rupturas han tenido que ver con el debate sobre liberación nacional y/o liberación social, que se traducen también en debate sobre lucha armada-lucha de masas. Esta nueva escisión se fundamenta en diferencias organizativas ante el nuevo escenario que se abre tras la previsible muerte de Franco y en el papel que en él debe jugar ETA. No queda entre sus protagonistas ningún representante de las primeras direcciones de la organización. Se acompaña de una abundante literatura política por parte de los que toman el nombre de político-militares, con Eduardo Moreno, Pertur, como principal teorizador. Los que se reconocen en el adjetivo de militar, teorizan poco: apenas el Agiri(a) que escribe José Miguel Beñaran, Argala. Ni Pertur ni Argala han cumplido 25 años. Como en rupturas anteriores, juegan un papel importante afinidades personales, culturales, biográficas. La mayor parte de los militantes procedentes de EGI-Batasuna van a hacer causa común con el que siempre ha sido su líder, con Iñaki Mugika Arregi, Ezkerra. La mayor parte de lo que queda del Frente Militar de ETA, de los “hombres de Txikia”, se reúnen en derredor de Txomin Iturbe. En la Nota Editorial a la Escisión que precede en el tomo 16 de Documentos [Hordago] a los textos que unos y otros producen, se reconoce que el análisis político sobre la bomba en la cafetería Rolando “catalizaría más a fondo conflictos que ya se vivían”. En román paladino, unos son partidarios de aceptar y explicar lo que pasó, otros –la Oficina Política sobre todo– entienden que la verdad es políticamente inasumible. La explicación que los político-militares van a dar dos años más tarde pone en evidencia una dura pugna por las siglas y la legitimidad. “En el mes de

noviembre de 1974 –escriben en Hautsi– un grupo de componentes del Frente Militar de ETA abandonó la Organización, pasando a constituir una organización completamente independiente. La tesis central de dicho grupo, popularmente conocido como los milis, era la necesidad de convertir a ETA en una organización exclusivamente militar”. Los mencionados como milis, por su parte, así fuera por incapacidad, por desconfianza hacia algunas incorporaciones recientes o por táctica, se toman un tiempo, se encierran sobre sí mismos y su entorno más estrecho, a fin de recrear la organización desde bases nuevas. Desdoblamiento es la palabra más recurrente en este tiempo. Los más ideologizados, a menudo estudiantes veinteañeros, se sienten cómodos con los planteamientos político-militares. La mayor parte de los recursos y militancia van a quedar en sus manos. La mencionada Nota Editorial de Documentos explica que estaba en cuestión la validez o no de ETA como organización armada al mismo tiempo que política. “Es decir, y así se concretó la escisión, entre quienes consideraban imprescindible y posible la estructura doble, políticomilitares se llamarían, y los que optaron exclusivamente por una organización armada, dejando a otros partidos la militancia estrictamente política”. Paradójicamente, la inicial argumentación sobre el desdoblamiento utilizada por los milis, va a ser reconocida como acertada posteriormente por los polimilis. La competencia por los militantes y el prestigio de la sigla acelera la actividad armada. El de 1975 es un año desastroso para la organización político-militar, que es como los milis la llaman, reservándose para ellos el nombre de ETA. Detenciones en su dirección, la política y la militar, redadas masivas, muertes de militantes, fusilamiento de Txiki, infiltrados. Las prisas por practicar lo imaginado, por ganarse la adhesión del Pueblo, provocan el desastre. Los milis hacen lectura política de todo ello a favor de su tesis. A los dos años de la escisión, efectúan una especie de balance. Recuerdan que entonces, en el otoño de 1974, avizorando la posibilidad de una democracia burguesa, pensaron que el Pueblo Vasco no estaba dispuesto a asumir las tareas de la acción armada y desde esa perspectiva redactaron el Agiri. La experiencia de estos años demuestra a su juicio que la estructura político-militar no favorece la creación del partido, ni de LAB [Sindicato], ni de KAS [Koordinadora Abertzale Socialista]. Las caídas son abundantes y no por fallos técnicos, como pretenden los análisis de la dirección pm: el fallo es estructural. Por otra parte, entienden que en este momento no se puede pensar en desarrollar una guerra popular, porque hay un 60% que no la desea –sobre todo entre los inmigrantes– y un alto porcentaje la desea pero no está dispuesta a afrontar un proceso revolucionario

con todas sus consecuencias. Deducen así que no es tiempo de extender la acción armada, sino de mantenerla y ampliar la base política en que se sustenta. Son conscientes de que los polimilis, usando la infraestructura de la izquierda abertzale, pueden incrementar la lucha armada, pero les auguran que terminarán destruyendo sus estructuras de base y que, en un intento de salvarla a corto plazo, lo perderán todo. Se cruzan reproches graves. Los milis se saben criticados por llevar una actuación armada aislada y por su dificultad para captar militantes. Inquieren si acaso las acciones político-militares han sido populares, porque los secuestros de José Luis Arrasate, un pequeño empresario, y de Angel Berazadi, que termina en muerte, han sido sumamente impopulares. El primero “en sí mismo” dicen porque, a juicio de ETA militar, no era persona ‘secuestrable’, y el segundo, porque los polimilis habrían sido incapaces de explicar al pueblo las razones del secuestro y su desenlace. Los interpelados reconocen que el desenlace del “arresto” de Berazadi no ha sido correcto, pero, a su entender, el error no habría estado en el planteamiento, sino en los fallos que vinieron después. El mayor de todos: haber sentido la necesidad de demostrar que ETA no vacila y no cede a chantajes, además de que no previeron las consecuencias políticas. No aceptan, sin embargo, que haya sido un acto terrorista, porque se trataba de un oligarca que “no merecía otra suerte”. Una valoración interna de la “Conferencia de Cuadros de ETApm” explicará el “arresto” en la necesidad de “abastecimiento económico” a través de una persona que no presentara las ambigüedades y problemas políticos de Arrasate [José Luis Arrasate es un pequeño empresario, vasquista, bien visto entre sus trabajadores]. También para recuperar el prestigio político, apoyando a los trabajadores en el conflicto con la empresa que dirige el secuestrado. Todos los asistentes a la Conferencia de Cuadros están de acuerdo con este diagnóstico. Una parte de ellos pone en valor que se ha tratado de un salto cualitativo importante porque se enfrentaba a la “burguesía nacional” [Berazadi, sin ser militante del PNV, sí estaba en su órbita], pero “la respuesta política falló, no supimos darla”, reconocen. El ministro de la Gobernación, Manuel Fraga, saca conclusiones: “Puesto que quieren guerra, la tendrán”. A los milis, en contra de lo que dicen sus oponentes, las campañas emprendidas contra chivatos, fuerzas represivas y en defensa de la ikurriña mediante dispositivos trampa que se activan al tratar de quitarlas, les parecen positivas. La existencia descoordinada de dos grupos autónomos provoca caídas y situaciones imprevisibles, como la del doble y sucesivo atraco al banco Hispanoamericano de Tolosa, en abril de 1977. Llega primero el comando pm y

se lleva el dinero; cuando la Guardia Civil levantaba el atestado, se presenta el comando mili con el mismo propósito y se lían a tiros para escapar, con resultado de un guardia civil muerto y varios heridos. Los milis sí reconocen haber cometido un grave error con la muerte del joven de Zizurkil Julián Galarza, lo que va a merecer una dura y razonada crítica de los polimilis, que hasta entonces no habían querido explicar públicamente las diferencias que les separaban, dicen, pero que ante la muerte de este trabajador se sienten obligados a hacerlo. Lo que ha pasado les reafirma, dicen, en que, para no caer en el fascismo, es imprescindible una relación estrecha de la lucha armada con la lucha de masas. Tras aparentar reconocer cierta lógica en las razones que los milis habían esgrimido para defender la separación –sustraer a las masas de la represión–, les lanzan una vergonzante imputación: “La verdad es que quienes se han librado de la represión han sido ellos y no las organizaciones. Nos tememos que han entrado en una dinámica que puede conducir al militarismo y la marginación del pueblo”. La campaña de la organización militar contra los alcaldes franquistas les parece un síntoma de ello. Les responden los denunciados diciendo que, antes de iniciarla, preguntaron en KAS si había posibilidades de sustituir a los alcaldes por órganos populares y se les contestó que no. Y desde el principio, añaden, anunciaron que la campaña sería discriminada, que afectaría solo a los franquistas más señalados. El Hautsi nº 15 de los político-militares da cuenta en julio de 1976 de una crisis que anuncia la escisión en sus filas. Los comandos especiales, los bereziak, encargados de las operaciones militares más complejas, acusan a la dirección de estar negociando con el Gobierno español el abandono de las armas. Ha habido conversaciones, la negociación se ha usado como un arma más, el primer contacto ha tenido lugar en diciembre de 1975 –junto a representantes milis– y ha concluido el 24 de mayo, aclara la dirección, que contraataca, recordando que la lucha armada del último año no ha sido como hasta el verano de 1975, que el peso fundamental de la lucha armada era de ellos, de los bereziak, y también el 80% del presupuesto de la organización. La rama político-militar de ETA anuncia en una conferencia de prensa, de la que Punto y Hora da cuenta el 1 de octubre de 1976, que impulsará un partido político (EIA), pero que se mantendrá como organización armada. Los periodistas han sido conducidos con los ojos tapados a un lugar desconocido de Euskadi Norte y han recogido las declaraciones de tres encapuchados. ETA practicará en esta etapa de democracia burguesa una lucha armada defensiva, han dicho. Aunque habían criticado en su día lo que denominan elitización de la estructura militar, ven en este momento

buenas perspectivas para la reunificación con los milis, y, de momento, no abandonan KAS. En relación con Pertur, los encapuchados han dado a conocer que el 23 de julio de 1976, día en el que desapareció Eduardo Moreno Bergaretxe, tres inspectores de Policía de San Sebastián [dan sus nombres, pero la revista los omite] fueron vistos junto a un auto en Biriatou como esperando algo. Pocos días más tarde, se va a producir un atentado de la rama militar de ETA que lleva a Punto y Hora a titular: “Cinco muertos en San Sebastián. ¿A quién beneficia?”. Francisco Letamendia, sobrino de la esposa del objetivo del atentado, lo ha contado así: “El 4 de octubre, ETA actúa de nuevo. Un comando espera en la Avenida de España, a las dos de la tarde, a que descienda de su casa el presidente de la Diputación de Guipúzcoa Juan María Araluce. Cuando este entra en el coche, unas ráfagas de metralleta acaban con su vida, con la del chofer, y con las de los tres policías de escolta. La respuesta de los ‘incontrolados’ no se hace esperar. Desde el día 5 hasta el 8, la extrema derecha campa por sus respetos en San Sebastián”. No se trata de un atentado más, y anuncia los que van a ser objetivos preferentes de ETA militar. El 3 de febrero de 1977, Punto y Hora, que se ha convertido en el medio de comunicación con mayor credibilidad en el mundo nacionalista vasco, recoge nuevas declaraciones de un portavoz de la rama político-militar de ETA. Dice este que su VII Asamblea concretó los puntos mínimos para el nuevo partido, manteniendo la separación entre lucha armada y lucha política, pero “orientada a los mismos presupuestos ideológicos”. La lucha armada jugará el papel de fuerza garantizadora de las conquistas populares y de fuerza disuasoria. “En la VII Asamblea –reconoce el portavoz de los polimilis–, hemos adoptado lo que en octubre de 74 defendían los milis, es decir, la separación entre lucha armada y lucha política. Pensábamos entonces que el modelo político-militar podía ser válido, y hemos visto que no lo es”. No le ven sentido a que haya dos ramas con los mismos objetivos, lo que debería conducir a un proceso de convergencia hacia la reunificación. El Punto y Hora del 31 de marzo recoge declaraciones de la rama militar de ETA, quien apenas hace declaraciones políticas, ni escribe, lo que añade interés a estas manifestaciones. Ha explicado el portavoz mili que la función que ellos atribuyen a ETA en la democracia formal es la de defensora de los derechos populares. Ha añadido que, en tanto los cauces democráticos sean respetados por la burguesía española, habrá paz, es decir, no habrá lucha armada, pero este hecho en modo alguno significa que vaya a desaparecer ETA. Porque tampoco el

Ejército y la Policía españolas van a desaparecer, y están siempre preparados para reprimir las reivindicaciones populares. Ellos, como los polimilis, no le ven sentido a dos organizaciones con los mismos objetivos. El secuestro por un comando berezi del oligarca vizcaino Javier de Ybarra y Bergé, el 20 de mayo de 1977, y su muerte tras un mes de arresto, pensado por ETA político-militar para obtener un importante rescate, provoca una conmoción no prevista en el seno de la organización. La crisis que la rama político-militar de ETA vive ha influido en su fatal desenlace. Por esos días, Jokin Gorostidi, Mario Onaindia, Unai Dorronsoro, Eduardo Uriarte y Xabier Larena hacen declaraciones a Punto y Hora desde Bruselas, a donde han sido “extrañados”, y manifiestan que ETA estará ahí mientras no se consiga una auténtica democracia y un reconocimiento formal y real de Euskadi y todas sus libertades. Siguen las excarcelaciones. Salen Izko de la Iglesia, Garmendia Artola, Genoveva Forest. Abc dice que el Gobierno español gestiona el asilo político de los presos vascos en Noruega, Dinamarca, Holanda y Suecia. El 8 de junio de 1977, en vísperas de las primeras elecciones generales legislativas del postfranquismo, nace Deia y abre su portada con un gran titular: “Hoy, excarcelación total de los presos políticos vascos”. Se ha adelantado a Egin, que verá la luz el 29 de septiembre, con un gran titular que anuncia que “Leizaola vendrá el día 7 a Bilbao” –vendrá bastante más tarde– y un pequeño titular: “ETA se reorganiza: Unión BerezisMilis”. El periódico más significativo e influyente de la Transición, El País, parece saber cómo conseguir “la paz y la unión del pueblo vasco”. Repasa la historia del abertzalismo desde los hermanos Sabino y Luis Arana y advierte que se ha forjado un tipo de nacionalismo diferente. Frente a la orientación moderada, parlamentaria y cristiana del PNV, sectores de la juventud vasca han adoptado – escribe– una actitud radical en favor de la separación de las siete provincias vascas y han surgido “grupos socialistas y autogestionarios, preconizadores de la lucha armada”. Las siglas ETA saltaron al primer plano de la vida política española cuando asesinó en Irun al cerebro de la Policía política de San Sebastián, el comisario Melitón Manzanas, en 1968. Los jóvenes fundadores de ETA, un grupo revolucionario de ideología pseudomarxista, dice, pretendían constituir “nada menos que la vanguardia armada de una guerra de liberación nacional, calcada de los manuales revolucionarios tercermundistas”. El editorial explica que, desde entonces, ETA se ha renovado a través de escisiones, depuraciones y mutuas acusaciones de españolismo, nacionalismo pequeñoburgués y traiciones de clase. El editorialista sostiene que “gran parte del

crecimiento y el innegable y peculiar arraigo de ETA se ha debido, no tanto a la audacia de sus acciones, casi siempre de terrorismo y de sabotajes, sino a la torpe represión y a la ausencia de soluciones políticas que sus actividades provocaron en sucesivos gobiernos del franquismo: suspensión de garantías constitucionales, arrestos arbitrarios, violencias policiales, destierros, juicios militares y movilizaciones multitudinarias, colaboraron para convertir en héroes de la juventud vasca a los etarras, echar tierra sobre delitos injustificables y paralizar la actividad política propia de una burguesía que abominaba de estos métodos y a la que nada unía con ETA, salvo el sentimiento de repugnancia ante la violencia y la torpeza gubernamentales”. Se puede no compartir el análisis del editorialista, que no incluye la tortura sistemática en la lista de respuestas torpes de la Administración, que parece estar describiendo la espiral revolucionaria, pero como diagnóstico y resumen de casi veinte años de la existencia de ETA contiene un aporte innegable. Luis Michelena había escrito por esos mismos días que el principio de la historia universal no está en 1968, ni siquiera el de la historia vasca, y que su final tampoco está en 1936, ni en 1948 ni en 1977. Pero que 1936 está antes y es el antecedente, no solo temporal, de 1968 y de 1977: “también lo es, o así esperamos, de lo que ha de venir todavía”. Lo que había de venir era entonces imprevisible, inimaginable, para él, para el editorialista de El País, para las ETAs, pero los antecedentes debían estar definitivamente claros. El atentado del 8 de octubre de 1977 contra el presidente de la Diputación de Vizcaya, Augusto Unceta Barrenechea, no es uno más, aunque tiene como precedente el del presidente de la Diputación de Guipúzcoa y Consejero del Reino Juan María Araluce Villar. En su persona concurren circunstancias que justifican la escolta que lleva y que no ha sido suficiente para salvarle la vida. Presidía la Corporación guerniquesa que el 29 de enero de 1966 concedió a Franco la medalla de oro y brillantes, con ocasión del 600 aniversario de la fundación de la villa. En mayo de ese año, un “Tribunal de Excepción” de EGI, las juventudes del PNV, le declaró culpable del delito de colaboración con el enemigo y traición a Euzkadi, por prestarse a “un acto deliberadamente satánico, como era el de colocar la medalla de nuestra Villa Mártir en el indigno pecho de quien ordenó su destrucción”. Existe la grave sospecha, decía la sentencia, de que el enjuiciado se mueve obedeciendo a intereses económicos de importantes industriales, entre ellos su padre Rufino, director de la fábrica de armas Astra. El primer “Resultando” recoge un párrafo del discurso pronunciado ante Franco: “La adopción de Guernica por V.E. en 1939, a raíz de la terminación de nuestra Guerra de Liberación y su reconstrucción por la Dirección General de Regiones

Devastadas, es una viva muestra del resurgir de nuestra Patria en todos los órdenes. Por la Paz que, gracias a los incansables esfuerzos de V.E., gozamos, y por la palpable prosperidad de España, venimos a rendir a V.E. nuestro homenaje, y que el valor de este ofrecimiento supla la cortedad vizcaína de nuestras palabras”. El 13 de febrero de 1945, la Corporación, por unanimidad pero a iniciativa del industrial Vicente Rojo de Cubillo, ya había nombrado a Francisco Franco hijo adoptivo. Era habitual, si no norma, que las corporaciones de la Gernika franquista estuvieran presididas y utilizadas por industriales con intereses económicos locales. La sentencia de EGI se acuerda del industrial de la madera Jesús Toña, otro alcalde con estrechas amistades entre ministros, que se dejan ver a menudo por Gernika con sus inconfundibles chaquetas blancas sobre camisa azul, pero hubo unos cuantos más. Los titulares del diario Abc del 9 de octubre de 1977 que informan del atentado dicen así: “Salvaje atentado en Guernica. El señor Unceta Barrenechea y sus escoltas fueron abatidos en el aparcamiento del frontón Jai Alai. Cerca de 40 disparos. Había sido repetidamente amenazado por ETA. Según parece, los disparos fueron efectuados desde un SEAT amarillo, propiedad de un exiliado vasco beneficiado por la amnistía”, especifica el periódico. Contó el periodista José María Portell que, tras la aprobación de la ikurriña en enero de ese año, consciente de la delicada situación en la que quedaba, Augusto Unceta había escrito una dramática carta al ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, en la que, entre otras cosas, le decía: “Usted ha jugado conmigo, en 1977 los valientes ya se sabe cómo acaban, nos ha dividido más. Aquí, en Vizcaya, jamás habían soñado con poder colocar la bicrucífera [ikurriña, bandera nacional vasca] en los Ayuntamientos. Gracias por aumentar mi servicio de protección. De mi mujer es mejor que no le diga nada, y también esto se lo debemos a usted. Nuestra bandera nacional nunca será respetada por los partidarios de su ikurriña. Que Dios le dé al señor ministro más suerte en sus decisiones futuras y nos libre a nosotros de usted”. No era ese el único asunto por el que se podía sentir amenazado. Estaba ya en la calle la fuerte contestación a la central nuclear de Lemoiz, para cuya construcción había sido precisa la autorización de la Diputación que presidía. En relación al atentado contra Augusto Unceta Barrenechea, el navarro Manuel Irujo, a la sazón presidente de la Asamblea de Parlamentarios Vascos, manifiesta que “es una barbaridad que no sirve para nada y hace daño”. Tampoco los medios de comunicación más cercanos a la izquierda abertzale, Egin y Punto y Hora, ocultan su ‘estupor’ y ‘desagrado’ por la muerte de Unceta y sus escoltas.

Una semana más tarde, las Cortes españolas aprueban, por unanimidad, el Proyecto de Ley de Amnistía. Días después, dos artefactos hacen explosión en el interior de Industrias Irus, S.A. [Iru, por Iruarrizaga], pequeño taller de Markina que, de fabricar inofensivas escopetas de aire comprimido, ha pasado a producir las que se requieren para disparar las pelotas de goma y los botes de humo de las brigadas antidisturbios. Markina, como Gernika y, sobre todo, Eibar, y mucho antes Soraluze [Placencia de las Armas], Orbaitzeta y otras, cuentan con una larga tradición como fabricantes de toda suerte de armas pesadas y ligeras, bombas, granadas y cartuchos. Los propietarios de la empresa declaran a la prensa que no habían recibido amenaza alguna. Sin tiempo a digerir anteriores atentados, poco antes de las nueve de la mañana del 12 de noviembre, una bomba hace explosión en Artxanda al paso de un jeep de la Policía Armada que se dirige al campo de tiro. Lo desplaza contra la valla de protección, que evita que ruede por el terraplén, y provoca heridas a sus tres ocupantes, sólo a uno de cierta gravedad, al teniente-capellán Jesús Aurelio Araguas. ETA militar se da prisa en reivindicarlo mediante llamada telefónica a la delegación de Diario 16 en Bilbao y anuncia que va a continuar atacando al aparato del Estado en Euskadi y, especialmente, a las fuerzas represivas, en tanto la Guardia Civil, la Policía Armada y el Cuerpo General de Policía no abandonen el territorio vasco y se acepte la alternativa KAS. Antes de terminar noviembre, ETA cumple la amenaza, matando en Pamplona a Joaquín Imaz, comandante en jefe de la 64 Bandera de la Policía Armada. En el comunicado hecho llegar por ETA militar a la delegación de la agencia de noticias Cifra en Bilbao, la organización vasca – así, sin adjetivos, se la nombraba entonces en los medios– lo justifica en estos términos: “Hemos ejecutado al señor Joaquín Imaz Martínez en calidad de máximo responsable de las fuerzas represivas de la Policía Armada en Navarra y por el destacado protagonismo que este miembro ha desarrollado, durante los últimos años, en su fanática labor represiva contra el movimiento obrero y popular vasco. Muestra de ello es la participación responsable y asesina que el señor Imaz y las fuerzas a su servicio han tenido en el acontecimiento de Montejurra, así como su brillante comportamiento en impedir la celebración del Aberri Eguna y el desenlace de la Marcha de la Libertad en Iruña”. Por las calles de la capital navarra se oyen como respuesta gritos airados de “Navarra sí, Euskadi no”; “Irujo, Leizaola, Navarra es española”; “menos amnistía, más policía”; “Suárez, dimite, España no te admite”. A punto de finalizar el año, el 29 de diciembre de 1977 el Consejo de Ministros acuerda la remisión a la Comisión de Urgencia Legislativa de las Cortes de un Real Decreto-ley por el

que se aprueba el régimen preautonómico para el País Vasco, sin Navarra. El Pensamiento Navarro , ese diario tradicionalista zarandeado por las bromas y los chistes populares al que le queda poco tiempo de vida [se despedirá el 13 y martes de febrero 1981, después de 27.276 números, horrorizado por la situación española: demoliberal, marxistoide, separatista], basándose en dos documentos “secretos” que revisten visos de autenticidad total, publica a comienzos de 1978 que ETA militar insistirá en centrar sus acciones en atentados contra las fuerzas del orden. Se trata de dos comunicaciones de ETAm destinadas a los comandos del interior, firmado uno por Txomin y sin firma el otro, descubiertos por la Policía en manos de detenidos recientes. Ambos hacen referencia a los atentados del 12 de octubre último, cuando hicieron explosión dos bombas en el parque móvil de la Guardia Civil y en el edificio de expedición de carnés de identidad y pasaportes de la calle Bergamín de Pamplona. Asimismo, ese día, en Gipuzkoa fueron volados tres repetidores de televisión, y al día siguiente un hombre resultó gravemente herido al hacer explosión un artefacto colocado en un camión de su propiedad. Estos atentados han sido reivindicados por ETA militar y, según la Policía, son obra del comando Zuberoa. A los miembros de este comando se dirige su jefe en estos términos: “Kaixo Zuberoa. Como veis, aquí estamos de nuevo con vosotros, y como veréis por este escrito, hecho por la nueva dirección, estamos un poco de mala... con los comandos que no han respondido a la actuación conjunta del día 12 de octubre. No siendo así con vosotros, que os felicitamos por la actuación que habéis llevado a cabo. Por otra parte, tal y como os dijimos en el escrito anterior, tenéis fuego verde para actuar, y sobre todo en contra de las fuerzas represivas. A... (Viene aquí un nombre propio que no se ha facilitado en fuentes policiales), dejarle de momento en paz. Centraos en policías armados y Guardia Civil. Ir preparando unas acciones de este tipo, siempre teniendo en cuenta la cualificación del que vayáis a ejecutar. De todas formas, darle y sin miedo, y echando hostias. Aquí os mando las 50.000 pesetas que nos pedís, y tenéis que apuntar lo que gastéis, para cuando se os termine la pasta entregar cuentas, y se os mandará si os hace falta más. La cita para el recibo del material será la siguiente: domingo día 23, a las 12 del mediodía, en el Bar Mikel (cine) de la plaza de la Cruz. La contraseña será: se os dirá, ¿sois de Tafalla?, y vosotros diréis: no, somos de Alsasua. De momento, no hay nada nuevo, se os está preparando un informe y cuando esté listo os lo mandaremos. Con la nueva reestructuración se ha ampliado el equipo que se ocupará de los comandos

legales; por lo tanto, no os apuréis si veis letras diferentes. Bueno, sin más y esperando que continuéis con ejecuciones, nos despedimos de vosotros con un fuerte abrazo y hasta la vista. Gora Euzkadi Askatuta. Gora Euzkadi Sozialista. Txomin. (Euzkadi, 20-10​-77). El segundo escrito, a máquina y sin firma, con fecha 14 de octubre, dice textualmente: “Esta carta será muy escueta, pero creemos que los puntos que toca son de extrema importancia para la marcha de la organización. En primer lugar, un balance de la campaña del día 12 de este mes. Se han realizado, en total, media docena de acciones armadas. Todos sabéis que el número de comandos legales es muy superior. Así, pues, consideramos esta fecha como un gran fracaso organizativo. De los fracasos es obligación de todos responder. Supongo que sobra recordaros que ser militante de ETA no es una gloria, sino una tremenda responsabilidad ante el pueblo vasco, y hay que saber estar a la altura de ella, o colgar la chapa. Estamos animando al pueblo a seguir una línea política revolucionaria que sabemos va a aportarle muchos sufrimientos a corto plazo. Esto nos exige también a nosotros aceptar un alto grado de sacrificio. O somos capaces de ofrecer a los trabajadores vascos, al pueblo vasco, una alternativa en la práctica, o nos callamos y dejamos de hablar de revolución socialista e independencia nacional. Nos gustaría que cada comando nos enviase por escrito un análisis de por qué no ha actuado. Nosotros pensamos que fundamentalmente habrá sido por dos razones: falta de iniciativa en la acción y falta de información. La primera carencia es comprensible, e intentaremos darle la solución más adecuada al alcance de nuestras posibilidades organizativas. La falta de información merece punto y aparte. Desde que recibisteis el cursillo se os ha dicho a todos que una organización sin información es como una escuadrilla de bombarderos sin objetivo. Podrá volar y volar, pero, al final, o vuelve a la base sin nada o bombardea lo primero que pille, aunque sea una granja de gallinas. La información militar es tan importante como las armas, como la propia militancia. Y los comandos legales os pasáis todo esto por el arco del triunfo, en nuestra opinión por lo menos. Creemos que la falta de información ha sido una de las causas de que no hayáis actuado el día 12. Quizá haya algún comando que diga ‘Yo ya tengo información’. A estos les recordamos que de toda información que consigan deben enviar copia a la dirección. Con el número de comandos legales que hoy sois, deberíamos conocer al enemigo como a nuestra mujer después de diez años de matrimonio, palmo a palmo y lunar a lunar. Y la cosa es en serio, aunque los ejemplos no lo sean tanto. Así que a currelar en información más que hasta el presente. Por otra parte, ha habido

algún comando que ha anunciado que consideraba inconveniente actuar el día 12, y que, por lo tanto, no iba a actuar, a la vez que solicitaba de la dirección se parase la campaña de ese día. La razón era que las acciones podrían frenar la semana pro-amnistía que había de desarrollarse entre el 8 y 14. Esto es algo que ETA no ha aceptado nunca, ni lo acepta hoy. Esto no es un organismo de masas ni un partido político, sino una organización militar en la clandestinidad; para poder subsistir y desarrollarse precisa de una dura disciplina organizativa: todos sabemos que los comandos legales están más cerca del pueblo que los ilegales, y por ello tratamos de que, poco a poco, la dirección, tanto política como ejecutiva, quede en sus manos. Pero para que esto suceda los comandos han de lograr experiencia y formación teórica mayor de la que hoy poseen. Por ello, se intenta llevar un proceso gradual de lo que se podría llamar transmisión de poderes. Pero, mientras tanto, hay que obedecer a la dirección que existe. Si se considera que la orden de la dirección es un error y si hubiese tiempo para ello, se critica y se espera la respuesta a la crítica antes de cumplir o dejar de cumplir la orden; pero, si no hubiera tiempo, primero se cumple y después se critica. Si se considera que la dirección comete muchos errores, se pide su dimisión y sustitución por otra. Lo anterior como norma general. Puede haber casos en que algún acontecimiento convierta en muy inoportuna la decisión de la dirección, y que justifique que un comando decida por su cuenta. Pero son casos excepcionales. En esta ocasión, la dirección sabía que había semana proamnistía. Pero consideraba que no habría gran participación popular: a) porque la gente está ya muy quemada, tras tantas movilizaciones en los últimos meses: b) porque casi todos los partidos políticos estaban en contra; c) porque el Gobierno y la oposición habían anunciado su acuerdo sobre un proyecto de ley para una amnistía que afectaba a todos los presos políticos vascos, que es lo que más sensibiliza a las gentes. En cambio, creíamos que era preciso quitar la iniciativa al Gobierno español. Por todo ello se actuó el día 8 [contra Augusto Unceta y sus escoltas] y se pidió actuar el día 12. Finalmente, queremos recordar a todos los comandos legales lo que ya se os ha dicho en repetidas ocasiones. Que debéis enviar informes socioeconómicos y políticos de vuestro pueblo y zona. Aunque fueran muy sencillos, nos ayudaría a tener una visión más completa de la realidad de Euzkadi. No sois soldados de un ejército clásico, sino militantes políticos de una organización militar revolucionaria. Esperamos vuestros informes para antes de finalizar noviembre. Cada comando ha de enviar un informe. Una última consideración. Hay acciones que no sabemos si las ha hecho la

organización o los expulsados de los P-M o la Triple A. Por ejemplo, la voladura del camión de Villabona. (Aquí hay una llamada con el número 1, que remite a una nota a pie de página, a mano, con la misma letra de Txomin). En este contexto ya sabemos que la acción era nuestra, es un ejemplo de lo que nos puede pasar si fuera al revés. Luego reivindica ETA, pero quién sabe si la reivindicación es falsa. Puede resultar que la Triple A u otro grupo de ésos mate un simpatizante nuestro, lo reivindique en nombre de ETA, y nosotros, creyendo que es un chivato, nos callamos, con lo cual ante el pueblo hemos matado al simpatizante nuestro. Esto tiene que acabar. Debéis seguir todas las normas siguientes: Antes de hacer una acción, debéis enviar una información militar o técnica de la acción y la información política relativa a ella, es decir, quién es el objetivo y por qué se le ha escogido, qué putadas ha hecho, etc. Una vez hecha la acción, la dirección reivindicará a través de un delegado de prensa, que está, entre otras cosas, para ese fin. Por la razón que fuera, y como caso excepcional, si un comando se ve obligado a hacer una acción precipitadamente y sin tiempo de pasar la información a la dirección, deberá pasarla lo antes posible y hasta entonces la acción quedará sin reivindicar. Tan solo en un caso de excepcional importancia. En ningún caso puede ningún comando reivindicar una acción. Este es un trabajo del delegado de Prensa de la organización, y se tomarán medidas disciplinarias al que no respete estas normas. Ánimo”. Como documentos para conocer cuáles son las intenciones de ETA militar, cuáles sus objetivos, argumentos, temores, motivaciones, funcionamiento y exigencias militantes en ese momento, estrenando una dirección reestructurada, según confesión propia, tienen en su crudeza y ausencia de literatura un gran valor.

LOS SOCIALISTAS NO LE HACEN ASCOS A LA ALTERNATIVA KAS Ramón Rubial, nombrado presidente del primer Consejo General Vasco en febrero de 1978, afirma que quiere hablar con ETA. Para resolver el tema de la violencia, razona, el diálogo no debe hacerse entre los partidos que han desechado la lucha armada, sino “con aquellos grupos que todavía creen que es necesaria la violencia para conseguir sus objetivos”. Es intención del Consejo General Vasco entablar un diálogo con los máximos dirigentes de ETA. Están a la espera de sus respuestas. “Cuanto antes nos sentemos en una mesa a dialogar, mejor para nuestro pueblo. Por nuestra parte es lo único que podemos aportar: el deseo de diálogo sobre soluciones viables”. El plan de pacificación del Consejo General Vasco intenta la superación del problema y no la mera condena y marginación de ciertos sectores que practican la violencia. Lo concibe sobre la base de la reconciliación que permita a todos vivir en un marco de convivencia libre y democrática. Dirigiéndose a quienes practican la violencia, como presidente del Consejo General Vasco, como presidente del Partido Socialista o como militante raso, les dice que nadie les va a hablar con mayor sinceridad. Les pide que mediten soluciones, que se integren en el trabajo político, que ganen la mente de los ciudadanos vascos y dejen a un lado la violencia que, en definitiva, no irá más que contra ellos. Ramón Rubial habla así desde su pasado insurrecto y miliciano: “Yo tengo experiencias que han sido muy duras. Un movimiento revolucionario y una transformación de la sociedad no se hacen matando a la gente. La experiencia revolucionaria del año 17, donde una huelga general, unos disturbios agudísimos, no pudieron derrocar a un Gobierno; un año 34, con once días de revolución intensa, localizada posiblemente más en un sitio que en otros, tampoco hubo movilidad de Gobierno. Esta gente cree que matando a uno o a otro, puede hacer una transformación de Euskadi”. Desde su experiencia pide a ETA que lo deje, que tienen el campo abierto para trabajar, y “da muchos más y mejores resultados que todo lo que hacen.” Ramón Rubial se enfrenta a un asunto muy delicado. El 19 de marzo de 1978 El País editorializa sobre la central nuclear de Lemoiz, después de que un atentado de ETAm haya provocado dos muertos y catorce heridos. Cinco días antes –publica– decenas de millares de manifestantes proclamaban su protesta en las cercanías de la central nuclear. “Pero en medio de esa protesta surgía un grito

demagógico e irresponsable: ‘ETA, Lemóniz, goma-dos’. Dos parlamentarios dirigieron la palabra a los manifestantes, el senador Juan Mari Bandrés y el diputado Francisco Letamendía, ambos de la conflictiva y medio escindida coalición Euskadiko Ezkerra, que intenta conciliar, sin conseguirlo, el nacionalismo a ultranza y el marxismo radical. Ambos avalaron esas consignas irresponsables. Los resultados de la demagogia esta vez han sido la sangre. (…) ‘ETA, Lemoniz, goma-dos’ fue un grito que apareció por vez primera el pasado día 3 en Vitoria, en la manifestación del aniversario de los cinco muertos de 1976. Luego se oyó en Bilbao, en la promovida por el grupo de 57 alcaldes vascos para urgir la celebración de elecciones municipales. Resulta inadmisible que estas manifestaciones, legítimas por sus objetivos, sean distorsionadas hasta tal punto. Y más todavía cuando casi nadie en Euskadi habla de la central nuclear que hay en Burgos, y que está montada exclusivamente al servicio de la industria del País Vasco”. El Consejo General Vasco no se ha pronunciado, aunque ha prometido hacerlo próximamente. Ramón Rubial, su presidente, ha desmentido las palabras puestas en su boca por la Hoja del Lunes de Bilbao diciendo que la central es beneficiosa y segura. El País recuerda que los dos únicos parlamentarios que han apoyado la campaña contra Lemoiz han sido Bandrés y Letamendía y que este llegó a afirmar el pasado domingo que David Alvarez, un terrorista herido el 19 de diciembre, “en un insensato asalto a dicha central, y que posteriormente falleció en el hospital, había sido el primer mártir de Lemoniz. ¿Qué serán entonces para el honorable diputado de Euskadiko Ezkerra los nombres de Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda, asesinados anteayer por ETA militar?”. El País le exige al Consejo General Vasco que se pronuncie sobre la central y sobre ETA, porque “el paternalismo y la tolerancia para con ETA es un atentado contra la democracia, en España y Euskadi. Hoy, el primer enemigo que tiene el pueblo vasco es ETA militar. Esperemos que las instituciones preautonómicas sean más eficaces y lúcidas al respecto que la Administración central”. José Antonio Aguiriano, consejero de Justicia del Consejo General Vasco, uno de los hombres –junto a su hermano Luis Alberto– más activo en el socialismo alavés de la clandestinidad, aboga por que ETA considere que ha llegado el momento de utilizar métodos pacíficos y legales para la libre defensa de sus ideas. Y añade: “Los propósitos de ETA son perfecta y legítimamente defendibles en la legalidad con medios pacíficos”. José María Benegas, Txiki, desde marzo de 1977 secretario general del Partido Socialista de Euskadi, recuerda que en su día hizo una valoración positiva de las cinco condiciones que

ponía ETA [la alternativa KAS] a través de un artículo que escribió en El Socialista. El punto más difícilmente aceptable era a su juicio que las fuerzas acuarteladas en Euskadi dependieran del Gobierno Vasco. Todas las demás le parecían negociables “y había dos que me parecían aceptables de entrada, como eran la legalización de todos los partidos políticos y las medidas de defensa de la clase trabajadora”. Benegas opina en esta primavera que acaba de brotar que hay que estar abiertos a toda negociación con ETA, “pero las cosas han de llevarse con mucha seriedad, con mucha responsabilidad y sin excesiva publicidad en cuanto a nombres y a personas”. El president de la Generalitat, Josep Tarradellas, se ofrece como mediador para facilitar el comienzo de conversaciones entre todas las fuerzas políticas de Euskadi, que conduzcan a la creación de un nuevo clima “en este país que tanto queremos”. El ofrecimiento se lo hace en primer término a Jesús María Leizaola, en un encuentro que tiene lugar el 12 de mayo en la casa que Modest Sabaté, un periodista al que los azares del exilio han llevado a iniciar una floreciente actividad en la industria corchera, tiene en Boulou, Rosselló continental. Pero la propuesta la extiende a todos, “tanto a los que tienen representación política como a los que tienen su fuerza en la calle” y no intenta con ella apuntar ningún tipo de soluciones, según información de La Vanguardia Española del 14 de mayo. “Solo quisiéramos –ha declarado Tarradellas a su regreso del discreto encuentro con el lendakari– que si consideran que Cataluña puede ser interlocutor válido, concluyan sentándose juntos en una mesa y comenzar a hablar”. El president asegura haber mantenido relaciones durante su exilio con los distintos grupos vascos, “incluida ETA militar”. Le ha dicho a Leizaola que está dispuesto a viajar a Iparralde y entrevistarse con Telesforo Monzón y Txomin Iturbe. El 22 de mayo, el lendakari le responde desde su exilio parisino que él no puede ser intermediario en esa gestión. A primeros de junio, J.L. Torres Murillo entrevista para El Correo Español-El Pueblo Vasco, en Madrid, a José María Benegas, consejero de Interior del Consejo General Vasco. Txiki afirma que se está negociando con ETA y que habrá que ir al referéndum en el tema de la autodeterminación, eso sí, dejando claro que se trata de ideas personales. Es Charo Zarzalejos la que hace la misma crónica para La Gaceta del Norte, subrayando que “Benegas insiste: Hay que negociar con ETA”. Recoge asimismo que el consejero ha dicho que el tema de ETA “se hereda, no surge contra la democracia” y que son negociables todos los puntos menos uno, el del Ejército dependiendo del Consejo General Vasco. En relación con el derecho de autodeterminación ha afirmado que “algún día sería

conveniente hacer un referéndum, pero no ahora, porque la democracia no está consolidada. Hay que saber cuánta gente quiere la independencia, pero si el PSOE vuelve a ser mayoritario significa que el pueblo se muestra partidario de una autonomía solidaria”. Acerca de Navarra ha afirmado que la población está dividida y que “la única forma de saber lo que quiere es votando”. ETA militar ametralla el cuartel de la Guardia Civil de Galdakao, reivindica un atentado reciente contra el cuartel de Portugalete y se responsabiliza de los disparos contra el buzo de Pasajes, antiguo miembro de la Guardia de Franco, Alfredo Aristondo. La guerra de los polimilis discurre por objetivos y métodos. El 11 de mayo han secuestrado en Mungia a Pedro Luis Iturregui, gerente de la empresa Teyca, lo han trasladado a Laukiz, le han dado un tiro en la pierna y lo han abandonado: los polimilis han estrenado un método de castigo que repetirán. ETApm enmarca su acción, así lo explica El País, en el apoyo a la causa de los trabajadores de Teyca, “dentro del papel pedagógico a cumplir por la lucha armada”. En el comunicado remitido a Egin asumen también la colocación de un artefacto explosivo “contra bienes particulares de Huarte” [Felipe Huarte, empresario secuestrado por ETA-V en enero de 1973 y liberado mediante rescate]. Un comando de ETA político-militar asalta de madrugada, el domingo 19 de junio, el Gobierno Militar de Guipúzcoa en San Sebastián. Son más de diez integrantes los que consiguen entrar en las dependencias tras reducir a los dos soldados de guardia. Un disparo fortuito frustra parte del plan de actuación, al provocar la huida de sus miembros, que se llevan un fusil CETME y un subfusil. Para las 7.30 de la tarde, ETApm ya se ha responsabilizado de la operación, de clara influencia tupamara, y explica que, aunque no se habían cumplido totalmente los objetivos secundarios de abastecimiento militar, se había efectuado el primordial de la disuasión. El País explica con todo lujo de detalles que la ocupación comenzó cuando dos personas, de uniforme militar y armadas, redujeron a los dos soldados de guardia. Otro comando de apoyo, entre cuyos miembros se encontraba una persona vestida de alférez y otra de cabo primero, se introdujo también en las dependencias militares y sorprendieron a cuatro soldados y a un cabo de vigilancia. Los siete soldados fueron desarmados y colocados contra la pared con los brazos en alto, sigue relatando el periódico. A partir de este momento actuaron dos grupos. Uno se dirigió hacia la habitación de oficiales y redujo al sargento de guardia; el otro se desplazó hasta la puerta principal, neutralizó la vigilancia de varios soldados y los trasladó junto al sargento a la habitación donde se encontraban encañonados los otros siete. Cuando todo el servicio de guardia se encontraba reducido y vigilado, dos de los

integrantes del comando subieron hasta el último piso, donde vivía el gobernador militar con su familia. Otro grupo vigilaba la puerta de entrada. La rapidez y seguridad de movimientos de los etarras hacen suponer que conocían bien el edificio, deduce el periodista, que añade que, no obstante, la acción se vio interrumpida cuando sonó un disparo, proveniente casi con seguridad del fallo del arma de alguno de los asaltantes, lo que provocó el desconcierto entre estos y la huida rápida en una furgoneta encontrada horas después en la ciudad. Una de las armas robadas, el subfusil, y la ropa militar utilizada, fueron abandonadas en la fuga, y una metralleta Marietta con diecisiete balas Parabellum nueve milímetros fue hallada más tarde en una de las furgonetas utilizadas para el asalto. La manera de informar sobre este tipo de acciones pareciera no excluir cierto respeto por la actuación de la “ETA buena”, en contraposición a la “ETA mala”. Cuenta así el periodista que, horas antes de llevar la acción contra el Gobierno Militar, el comando robó a mano armada dos furgonetas de gran capacidad, un camión de basuras que no llegaron a utilizar por la complejidad de su manejo y un R-5 matrícula M-9012-BM, propiedad de un cabo primero de la Policía Armada. La furgoneta utilizada en la huida había sido robada a las 6.30 de la tarde del sábado en el barrio Gurutze de Oiartzun, mientras su propietario, Manuel Susperregi, recientemente amnistiado, se encontraba comiendo en un banquete de boda. Cuando se disponía a denunciar el robo, se presentó la Policía en su casa, y fue posteriormente detenido e interrogado, tras lo que pasó a disposición del juez militar. Al parecer, la Policía tiene sospechas de que no existió tal robo, sino una cesión voluntaria de la furgoneta. Sorprende que la intención del comando de ETA político-militar se redujese tan solo al abastecimiento de armas –especula el periodista–, cuando debe conocer que en el Gobierno Militar no existe ningún arsenal. Seguramente, la operación fue encaminada, bien al secuestro del gobernador, bien a un acto simbólico de ocupación del Gobierno. En el comunicado de reivindicación se hace una valoración política de la maniobra –“llevada a cabo por la columna Eduardo Moreno Bergaretxe e integrada por treinta hombres y mujeres”– y un análisis global de la situación en Euskadi. Un comando que se reivindica de ETA militar acaba el 28 de junio al pie de su domicilio de Portugalete con la vida del periodista José María Portell. Era redactor jefe en La Gaceta del Norte de Bilbao, dirigía la Hoja de Lunes, publicación esta que empezaba a tratar temas de los que hasta entonces solo se publicaban versiones oficiales, y colaboraba con la agencia norteamericana de

noticias The Associated Press. La reivindicación del atentado es rápida y duplicada. No se trata de un atentado más, no encaja en la campaña anunciada y practicada hasta ese momento. Surgen las dudas, se dice que ETApm lo ha condenado, pero luego se desmiente. El Jefe Superior de Policía de Bilbao, José Sainz, al que se presenta como amigo de Portell, explica que la imparcialidad que caracterizaba al periodista le ha hecho granjearse enemistades de unos y de otros y, aunque no lo confirma, apunta hacia ETA como autora, dada la munición empleada en el asesinato. Se recogen declaraciones de Carmen Torres, la viuda, que dice que su marido fue amenazado en el pasado, pero no últimamente. Como dice el periodista Gregorio Morán, en José María Portell “la complejidad era doble; de una parte se trataba de un periodista muy conocido, que se había distinguido en los enfrentamientos contra la oligarquía vasca, especializado en temas municipales hasta mediados de los años setenta, que se inclinó al tema ETA escribiendo un par de libros, desde su perspectiva de hombre moderado”. Todos coinciden en que ha hecho labores de intermediario ante ETA en nombre del ministro Martín Villa y que ha tenido de interlocutor en San Juan de Luz a Juan José Etxabe, alejado ya de ETA, pero buen conocedor de ella. Unos días más tarde, mercenarios al servicio de intereses españoles, disparan contra Etxabe y su esposa, Agurtzane Arregi, acaban con la vida de esta, y le dejan a él malherido y con importantes secuelas de por vida. “Tenía la ambición de servir de pacificador cuando ninguna de las partes estaba dispuesta a ser pacificada. Además, pensaba, ingenuamente, que todo el mundo es bueno, y el que no lo parece es porque no se lo han explicado; esto que le honra, le llevó a la muerte”, ha escrito de José María Portell Gregorio Morán. Las reivindicaciones que la prensa recoge hablan de que ETA le ha matado porque “daba una imagen infantil y desorientada de ETA” y actuaba como “agente del Gobierno dedicado a calumniar a la organización”. Portell se ha interesado como periodista en ETA a partir del juicio de Burgos. En agosto de 1974 ha publicado un libro con el título de Los hombres de ETA, muy del estilo periodístico, informativo, sin adjetivos, oportunista si se quiere, pero que en modo alguno presenta una imagen infantil ni desorientada de los hombres de ETA. Las últimas líneas de la obra dicen así: “Eta, a lo largo de sus quince años de historia, ha ido aumentando su virulencia. ¿Dónde hay que buscar, pues, la solución? Nosotros pensamos que Eta dejará de existir cuando las jóvenes minorías vascas se den cuenta que Eta no es el único camino para solucionar sus problemas e inquietudes. …Porque también tienen, legalmente, otros caminos. Es decir, se precisa una solución política”. Cuando el libro se publica, Franco sigue vivo y colea: va a tener tiempo todavía de fusilar a

Otaegi, Txiki, Baena, García Sanz y Sánchez Bravo. Pocas semanas antes de su muerte, Portell ha publicado otro libro, ‘Euskadi: amnistía arrancada, La historia de la lucha de un pueblo para lograr la liberación de sus presos políticos’, del mismo estilo reporteril que el anterior. “Cuando el dos de febrero de 1977 sonó el teléfono en mi casa no sabía, ni remotamente, que estaba a punto de comenzar un episodio emocionante de mi vida” son las líneas con las que lo inicia. El Pleno del Congreso aprueba el 21 de julio el proyecto de Constitución por 258 votos a favor, 14 abstenciones y 2 votos en contra. Los ocho diputados del PNV se ausentan del hemiciclo momentos antes de la votación. El Grupo Parlamentario de Alianza Popular se abstiene, al igual que los diputados Barrera y Arana, de Esquerra Republicana de Catalunya. Votan en contra los diputados Francisco Letamendia (Euskadiko Ezkerra) y Federico Silva Muñoz (Alianza Popular). El 22, ETA acaba con la vida del general Sánchez Ramos y su ayudante, el teniente coronel Pérez Rodríguez. En versión de Abc, se trata del primer atentado mortal contra mandos militares, porque el de Carrero Blanco lo fue por presidente y el del comandante Imaz, por Policía Armada. En los años que siguen, ETA dará muerte a generales, generales de brigada, capitanes generales, teniente generales, teniente coroneles, vicealmirantes, comandantes y otros mandos militares, hasta una lista de bajas nunca antes sufrida por los ejércitos de España. El País destaca que el atentado ha tenido lugar el mismo día que el Congreso de Diputados da fin a “la tarea de dotar a nuestro país de un texto constitucional”. El 27 de este julio, el Congreso aprueba las leyes antiterroristas y de la policía. Ni ETA ni la Policía se toman vacaciones. Agosto empieza con un atentado frustrado contra Francisco Betanzos Ojanguren, “Pachi, el inspector”, jefe de la Policía Municipal de Gernika: “llevo 38 años de servicio y nunca tuve problemas”, declara. José Sainz cesa como jefe superior de Policía de Bilbao. Manuel Ballesteros García cesa en La Coruña y viene a Bilbao. Ballesteros declara que “a los policías no les corresponde dialogar con ETA”. Juan María Bandrés, consejero de Transportes y Comunicaciones por EE en el CGV, denuncia que sus teléfonos están intervenidos, y Martín Villa le llama mentiroso. Es este un mes de atracos para el “abastecimiento” de las ETAs y de ejecuciones que se vuelven rutinarias. A final de mes aparecen en escena con un atentado mortal los Comandos Autónomos Anticapitalistas, grupo conformado inicialmente por Bereziak que no se han integrado en ETA militar y militantes radicales de la izquierda abertzale, sectores contrarios al “leninismo de LAIA-bai

y el pactismo de KAS”. Dos jóvenes dan muerte al cabo del servicio de información del cuartel de Arrasate, Aurelio Salgueiro López. Vestía de paisano, venía de recoger la correspondencia en la estafeta de correos, como de costumbre, llevaba veinte años en esa plaza y, al parecer, dice la prensa, había sido amenazado repetidas veces. Unos días más tarde, matan de nuevo, en esta ocasión, al taxista Amancio Barreiro, acusándole de confidente de la Policía y miembro de bandas fascistas, además de haber tomado parte directa en la muerte del militante de ETA Enrique Iparragirre, el 29 de octubre de 1974. A este atentado le siguen otros, contra guardias civiles y confidentes, que son atribuidos muchas veces a ETA-m. También contra la patronal Adegui, y en apoyo de intereses de los trabajadores. En breve, van a tener lugar las primeras víctimas mortales en sus filas. ETApm hace saber, por su parte, que utilizará la lucha armada para garantizar todas y cada una de las conquistas que vaya logrando la clase trabajadora y para responder adecuadamente a todas las agresiones que partan del aparato del Estado. El 13 de octubre, ETA mata en Bilbao a los policías nacionales Elías García González y Ramón Muiño Fernández y deja gravemente herido a José Benito Díaz García, que fallece doce días después. Se dirigían hacia el sanatorio de Santa Marina, donde tenían que dar el relevo a otra dotación policial que custodiaba a un recluso de la prisión de Basauri. En una de las curvas de la carretera, ETA les tiende una emboscada con disparos de pistolas, subfusiles y escopetas de caza repetidoras desde tres puntos distintos. Es el primer atentado de estas características, que tendrá continuidad posterior. No todo es actividad violenta. El 19 de octubre, Herri Batasuna presenta en Bergara su programa político para unir a la izquierda abertzale que no se siente representada o se siente desencantada con Euskadiko Ezkerra. Presenta una junta de apoyo con doce personalidades, Monzón y Letamendia, Ortzi, entre ellas, como polos extremos de una unión popular de amplio espectro. Publica el 29 de octubre en Abc su crónica de la semana Pedro J. Ramírez. La titula “Escrito en Maketania”. Haciendo historia, sostiene que “la vinculación del PNV y la ETA es profunda y entrañable”, que “la ETA nace del PNV como las SS brotan del nacionalsocialismo hitleriano o la PIDE del salazarismo portugués”. De acuerdo con José Miguel de Azaola, ha llegado a la conclusión de que “nada favorece tanto a los planes de la ETA como el propósito del PNV de predicar la abstención en el referéndum constitucional”. Diez días más tarde, el PNV saca a la calle la primera manifestación multitudinaria contra ETA, y las Fuerzas de Orden Público (FOP) reprimen sin miramientos la manifestación de respuesta

convocada por HB. En medio de atentados sin tregua contra cuarteles, agentes policiales, confidentes e infiltrados, ETAm mata en Madrid el 16 de noviembre a José Francisco Mateu Cánoves, magistrado suplente de la Sala Sexta del Tribunal Supremo y antiguo presidente del TOP, Tribunal de Orden Público. No se trata de un atentado más. Fue hombre del SEU, voluntario en la División Azul, ingresó en la carrera judicial en 1947, formó parte del TOP desde su constitución en febrero de 1954 hasta su disolución, en diciembre de 1976. Los atentados de ETA, especialmente los de Madrid, empiezan a resultar insoportables para algunos jefes militares: se hace público el intento de golpe conocido como Operación Galaxia, y son detenidos el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina y el capitán de la Policía Armada Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Diciembre anuncia novedades importantes. El día 6 se somete a referéndum el proyecto de Constitución, aprobado por las Cortes. El 87,87% de los votos emitidos son a favor, la abstención alcanza el 32,8% del censo, en Euskadi se manifiesta un fuerte rechazo, en forma de abstención en unos casos, con el voto negativo en otros. El 8 de diciembre se publican en el BOE las leyes sobre medidas en relación con delitos cometidos por grupos o bandas armadas. Las detenciones se hacen habituales. Los atentados de ETAm, ETApm y CAA, también. Las reivindicaciones provocan confusión por atribuciones que luego se desmienten. Martín Villa dice esperar pronto buenas noticias en relación con ETA. El excomandante y fundador de la UMD [Unión Militar Democrática] Luis Otero afirma que el tema del terrorismo es el principal acicate de importantes sectores de las Fuerzas Armadas para afirmarse en su rechazo al proceso democrático. A su entender, ETA está buscando provocar esa intervención del Ejército en el País Vasco que algunos propugnan. El domingo 17, de madrugada, ETAm mata al coronel retirado Diego Fernández-Montes Rojas cuando se dirigía a su despacho del Ministerio de Cultura, antes Ministerio de Información y Turismo, en los Jardines Alderdi Eder de Donostia. Su trabajo, desde 1956, consiste en recibir y sellar los ejemplares de las publicaciones que se editan en el territorio. A partir de ese día, se levanta la obligatoriedad de pasar ese control. Ese domingo, Egin no tiene ejemplares que depositar y sellar, porque una parte de sus trabajadores están en huelga y no se imprime. Patxo Unzueta lo explica en El País diciendo que el personal inició el sábado una huelga indefinida en protesta por el nombramiento de Mirentxu Purroy como directora. Desde el fallecimiento en accidente del anterior director, Juan Ramón Martínez, Luis Lacasa venía ocupando el cargo con carácter interino. En una asamblea

celebrada en Hernani a primeros de diciembre, los trabajadores plantearon a la junta de fundadores su exigencia de que el nuevo director fuera elegido de entre la plantilla del periódico, reclamando, en caso contrario, el derecho de veto. La asamblea de fundadores, reunida el sábado, acordó el nombramiento de Mirentxu Purroy y la junta de fundadores hizo pública una nota en la que muestra su desacuerdo con la actitud de la plantilla, dado que “el ejercicio de ese derecho conllevaría la facultad de designar director por parte de los trabajadores, con la grave exclusión de la asamblea de fundadores, que representa la mayor parte de las aportaciones de los sectores del pueblo vasco que hacen posible Egin”. El 21 de diciembre, un potente artefacto colocado en los bajos de su auto acaba en Anglet con la vida de José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala. Los trabajadores de Egin en huelga, casi todos los que poco después llegarán a un acuerdo con la dirección para marcharse en bloque y fundar la revista Ere, comprenden que el periódico no puede dejar de informar del atentado y sus muy graves consecuencias, y concluye la huelga. Finalizando diciembre concentran en la cárcel de Soria a 97 presos políticos vascos, que se ponen de inmediato en huelga de hambre. La medida ha sido tomada conjuntamente por los Ministerios de Interior y Justicia, alegando que estaban en preparación planes de evasión en las cárceles de Basauri, Martutene, Nanclares y Pamplona, sin descartar asaltos desde el exterior. La vigilancia y custodia de la prisión se confía en exclusiva a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. A los 36 miembros de los GRAPO que se encontraban en la prisión de Soria los han trasladado previamente a la de Zamora. El EBB del PNV califica de inoportuna la medida e inaceptables las razones de seguridad aducidas. El senador de EE Juan María Bandrés no se cree la explicación oficial y la ve inoportuna para un tiempo en el que se buscan soluciones políticas y no policiales. Bandrés explica que todos son presos preventivos y que, según la ley, deberían permanecer en la cárcel de la provincia donde fueron detenidos. También al Partido Comunista de Euskadi los traslados le parecen inoportunos y contradictorios con las reiteradas afirmaciones del director general de Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés. Se trata este de un reputado penalista de 31 años, nombrado después de que los GRAPO dieran muerte al anterior director, Jesús Haddad, y había declarado que “dignificar la situación de los funcionarios y cambiar la de los presos son mis mayores preocupaciones”. En relación con la dudosa legalidad de los traslados, ha manifestado que se trata de algo muy discutible, porque los presuntos miembros de ETA dependen de los juzgados centrales de la Audiencia Nacional, “y por razones de proximidad y,

además, de seguridad, entiendo que con el traslado no se viola ninguna norma legal”. Ha pasado año y medio desde el día en que las cárceles se vaciaron de presos políticos, se trata del primer gran baile de la administración española con estos presos. El número de víctimas mortales provocadas por las organizaciones armadas vascas ha pasado de 9 en 1977, a 67 en 1978; el de heridos, de 15 a 91; el de secuestrados, de uno a cuatro. El recuento es de Robert Clark, The basque insurgents: ETA 1952-1980. La prensa no duda en calificar de provocación a las Fuerzas Armadas el asesinato del comandante José María Herrera Hernández, nada más empezar el año 1979. Se trata de un militar de 53 años, nacido en Basauri, ayudante del gobernador militar de Guipúzcoa, conocido en San Sebastián por sus vinculaciones con el deporte. La familia ruega que ningún grupo político capitalice los actos fúnebres y que los asistentes al funeral expresen su dolor en silencio, sin ningún tipo de manifestación externa que tenga implicaciones ideológicas. El comando ha respetado la vida del chofer y un acompañante. El gobernador civil Antonio Oyarzabal manifiesta que este nuevo golpe no le ha sorprendido demasiado, porque esperaban un atentado “espectacular” de respuesta a las numerosas detenciones practicadas en los últimos meses y al traslado de un número importante de presos a la cárcel de Soria. Al día siguiente, 3 de enero, ETAm da muerte al general Constantino Ortín Gil, gobernador militar de Madrid, y su entierro se convierte en una manifestación contra el sistema democrático, el Gobierno y las magistraturas del Estado. El funeral se celebra en el patio del cuartel general del Ejército, ante varios centenares de militares que piden la dimisión del ministro de Defensa Gutiérrez Mellado, la muerte de los traidores y acabar con ETA. Concluido el acto, un grupo de ellos impide que el féretro sea colocado en un vehículo, lo toman a pulso y lo llevan a hombros. Unos cuantos centenares de militares y más de mil ultraderechistas arman una manifestación ruidosa portando banderas españolas con crespones negros y profieren gritos como “Suárez cabrón, cantaste el Cara al sol; Gutiérrez Mellado estás acojonado; Gobierno atiende, España no se vende; ETA asesina, Ejército al poder”. En la reivindicación de ambos atentados, ETAm amenaza con una campaña contra miembros destacados de las Fuerzas Armadas. Explica en un escrito de cinco folios que la agresión al comandante no debe considerarse un hecho esporádico, sino el inicio de una ofensiva contra la estructura jerárquica del Ejército español, cuya progresión estará en relación directa con las condiciones

políticas y las luchas entre el pueblo trabajador vasco y el Estado español, y la actitud que este adopte respecto a la alternativa KAS. Por primera vez, el Ministerio del Interior difunde una nota en la que amenaza con acciones judiciales contra quienes difundan o publiquen, total o parcialmente, cualquier mensaje o comunicado que reivindique el asesinato del gobernador militar de Madrid, cuyo contenido pueda constituir apología del terrorismo y graves ofensas e injurias a las Fuerzas Armadas españolas. El País sostiene que el gesto protagonizado por un puñado de hombres de uniforme, coreado en la calle por alborotadores fascistas, y la rentabilización política por la extrema derecha del propio acto del sepelio merecen respuesta por parte de la autoridad militar y la política. Opina que la estrategia de ETA, por aberrante que parezca, no debe tenerse por una simple pataleta. El periódico, que ya había hablado antes de riesgo de ulsterización, se fija ahora en los ejemplos de Uruguay o Argentina y concluye que el mejor regalo que se puede hacer a los asesinos del general Ortín es lo acaecido en su sepelio. El otro gran regalo han sido las declaraciones del ministro Martín Villa –ETA acaba con nosotros, o nosotros con ETA; se está con la Policía y la Guardia Civil, o se está con el terrorismo–, “como si esto fuera una película del Oeste o como si hubiera que admitir que una banda de unos pocos cientos de hombres es capaz de acabar con el Estado”. El 13 de enero, sábado, tres mercenarios alcanzan con seis disparos de posta al refugiado político José Manuel Pagoaga Gallastegi, Peixoto, tenido por dirigente de ETA militar en labores de información y finanzas, cuando salía de su domicilio en el barrio Urdazuri de Donibane Lohizune [Saint Jean de Luz]. Los disparos le dejan prácticamente ciego, al afectarle la visión del único ojo por el que veía. A lo largo del día se producen media docena de reivindicaciones, en Donostia, Baiona y Madrid, ninguna de ellas merecedora de credibilidad. El periodista Feliciano Fidalgo escribe desde París que el diario socialista Le Matin teme que la ola de asesinatos políticos que arrasa a Euskadi sur pudiera alcanzar muy pronto el País Vasco francés. Le Monde, bien conectado siempre con Exteriores, asegura que el Ejecutivo francés ha considerado de rutina la visita del ministro Marcelino Oreja a su homólogo francés Jean Francois Poncet y estima que la llave del problema vasco la tiene Madrid. Liberation se hace eco por su parte de la precaria situación en la que ya vivían los refugiados vascos por las presiones de la Administración francesa, que ahora, tras los atentados, se agravará. Asegura este diario que la Policía francesa se ha hecho con los documentos que llevaba Peixoto, relativos a planes de ETA. En relación a ellos, Xabier Makazaga [“Treinta años de tortura y democracia”] ha escrito que este

atentado despejó cualquier duda que pudiera tenerse acerca de la colaboración entre policías franceses y españoles: “cuando sufrió el atentado, Peixoto llevaba encima una agenda en la que había anotado una cita con una joven. Los franceses poco tardaron en hacer llegar el dato a los españoles, y dicha joven de Oiartzun fue detenida junto con su tío, Iñaki Aristizabal, alcalde en aquel entonces de la misma localidad”. “Los ‘milis’ de ETA ya no se sienten seguros más allá de Los Pirineos”, titula en Abc su crónica Alfredo Semprún, e informa el 18 de enero que el comisario Conesa se va a poner al frente de la Policía antiterrorista y que cerca de tres mil miembros de las Fuerzas de Seguridad se encuentran en las provincias del Norte para reforzar las guarniciones existentes. El comisario Roberto Conesa sufre semanas después un infarto de miocardio y le sustituye otro reputado comisario, Manuel Ballesteros García. Roberto Conesa, nacido en Madrid en 1917, ha sido policía desde 1938 y “su vida corporativa” se ha desarrollado principalmente en el Servicio de Información, comunica el Ministerio del Interior, antes de Gobernación, al anunciar su obligado cese. Manuel Ballesteros tiene entonces 44 años, es un experimentado policía, ha sido comisario jefe en San Sebastián, La Coruña, Bilbao. El semanario Cambio 16 redacta un informe sobre la situación vasca, bajo el título de “ETA: Los coletazos de la bestia herida”. Hace recuento y le sale que ETA está sufriendo el acoso policial de más envergadura de toda su historia. En los últimos tres meses, casi dos centenares de presuntos etarras han sido detenidos, comandos enteros han sido desarticulados, y decenas de kilos de goma-2, metralletas y pistolas, incautados. Tamaño éxito lo atribuye a la brigada que dirige el comisario Conesa, conformada por hombres seleccionados por él. No hay que cantar victoria todavía, previene Cambio 16, pero desde luego la infraestructura de ETA está siendo debilitada muy seriamente y los más optimistas creen que la actual ofensiva son los coletazos de la bestia herida, “que aún pueden durar mucho”. Entre los casi dos centenares de personas detenidas, Cambio 16 presenta como especialmente importante la de José Antonio Torre Altonaga, a quien se le acusa de ser el máximo responsable de los comandos de acción especial. Acabando enero, la Policía francesa realiza una gran redada contra activistas vasco-peninsulares residentes en Iparralde, que es vista por la prensa francesa como una muestra del cambio de actitud de la Administración gala ante el Gobierno de España. El cambio incluye la eliminación oficial de un estatuto para exiliados que ya está en la práctica abolido. A varios de los que confinan en distintos lugares del territorio francés se les acusa de formar parte de comandos

de acción involucrados en atentados sangrientos, y de haber sido entrenados militarmente en campos de Argelia. Entre los que son puestos sin trámites en manos de la Administración española hay exmiembros del GAC (Grupo de Acción Carlista) y militantes de ETA de menor relieve. Han sido trasladados estos a las Oficinas de Inmigración de Hendaia diciéndoles que una vez finalizados los trámites van a ser obligados a abandonar tierra francesa por la frontera de su elección, pero han terminado en manos de policías españoles en la frontera de Biriatou. La ofensiva exterior española lleva al presidente Adolfo Suárez a pedir una acción internacional contra el terrorismo en la tribuna del Consejo de Europa, y a abogar por un espacio judicial europeo y una estrecha cooperación policial. El Gobierno español aprueba al día siguiente de la intervención de Suárez en Estrasburgo un decreto-ley sobre seguridad ciudadana que amplía la legislación antiterrorista, que deroga y endurece la legislación antiterrorista del franquismo y la elaborada un año antes. Como novedad, contempla la pena de prisión menor para la apología pública, oral o escrita, o por medio de la imprenta u otro procedimiento de difusión, de los delitos cometidos por personas integradas en “grupos organizados y armados y sus conexos”. El decreto-ley coge por sorpresa a la opinión pública, lo relaciona con el discurso de Suárez ante el Consejo de Europa y entiende que aprovecha la escalada terrorista para extender las medidas excepcionales a otras áreas y actos delictivos. En medios judiciales y jurídicos progresistas se pone en duda su constitucionalidad, dado que su contenido podría afectar al título de la Constitución que regula los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos. El 6 de febrero, la Diputación Permanente del Congreso convalida el Decreto-ley sobre seguridad ciudadana con la oposición de socialistas, comunistas, Minoría Catalana y PNV, que piden su derogación por considerarlo anticonstitucional. Siguen los atentados contra cargos militares. ETAm da muerte en VitoriaGasteiz al teniente coronel Sergio Borrajo Palacín, jefe provincial de Mutilados de Guerra de Alava. Abc subraya que con este son ya seis los altos cargos militares asesinados en los últimos meses. El 26 de noviembre de 1977 fue muerto a tiros el comandante de Infantería Joaquín Imaz Martínez, en Pamplona. En el momento de su muerte prestaba servicio en la Jefatura de la Policía Armada en la capital navarra. El 21 de julio de 1978 fueron asesinados en Madrid el general de brigada Juan Manuel Sánchez-Ramos Izquierdo y el teniente coronel José Antonio Pérez Rodríguez, en el coche oficial en que circulaban en Madrid. El 3 de octubre de 1978 murió, también asesinado por arma de fuego, en su domicilio de Bilbao, el capitán de Corbeta Francisco de

Asís Liesa Morate, segundo comandante del puerto de Bilbao. El 2 de enero de 1979 fue asesinado el comandante del Ejército José María Herrera Hernández, en San Sebastián. Era ayudante del gobernador militar de Guipúzcoa, y murió ametrallado dentro del coche oficial que le iba a recoger a su casa. El 3 de enero de 1979, caía asesinado el gobernador militar de Madrid, general de división Constantino Ortín Gil, cuando bajaba del coche oficial ante su casa en la calle Menéndez Pelayo. El 1 de marzo de 1979 se celebran elecciones generales. En el Congreso UCD obtiene la mayoría relativa con 167 escaños. Le sigue el PSOE, con 121 escaños; Partido Comunista de España (PCE), 23 escaños; Coalición Democrática (CD), 9 escaños; CiU, 8 escaños; Partido Nacionalista Vasco (PNV), 7 escaños; Partido Socialista de Andalucía-Partido Andaluz (PSA-PA), 5 escaños; HB, 3 escaños y Unión Nacional (UN), ERC, EE, Unión del Pueblo Canario (UPC), Partido Aragonés Regionalista (PAR) y UPN, un escaño cada uno. Los comandos de ETApm siguen en su campaña contra industriales con problemas con sus trabajadores. El 16 de marzo abandona en Benta Haundi, herido en una pierna, al industrial de Ordizia Serafín Apellániz Pagola. En medios locales se especula con la posibilidad de una equivocación, puesto que el máximo responsable de la empresa es su hermano Juan María. El cronista político de Abc Pedro J. Ramírez hace en la primavera de 1979 una “estremecedora radiografía” de la situación vasca, bajo el título “ArzalluzBazargán y el triunfo de la revolución”. Pedro J., que frecuenta Bermeo y a los Ormaza, desconfía de Arzalluz y de la posición que va a mantener “ante la negociación que se avecina”. Le ve la gran ventaja de que se conoce su gravedad, que sustenta en que “Un respetable tanto por ciento de la población vasca aprueba y alienta las acciones objetivamente reprobables de la ETA y un sector todavía mayor al que, de forma justificada, se acusa de ambiguo, se decantaría del mismo lado si se le colocara entre la espada y la pared. Hay que dejarse de consideraciones filosóficas, morales y éticas de carácter peyorativo y tomar conciencia del “cuadro real en el que tenemos que movernos”, escribe. Hubiera sido mejor entenderse con “ese intermediario amable llamado Shappor Baktiar, pero ese era el papel que jugaban Múgica, Rubial y Benegas, ahora desautorizados y humillados por las urnas”. Siguiendo con el símil iraní, Pedro J. Ramírez cree haber encontrado un motivo de esperanza en la crisis interna del PNV y en la necesidad de la burguesía vascongada de llegar a un acuerdo por la vía autonómica. “A pesar de la facilidad con que Marcos Vizcaya y algún que otro chinche de medio pelo se llevan a la boca la palabra ‘independencia’,

Arzalluz-Bazargán, el PNV como colectivo, es consciente de que todavía peor que la represión, sería el triunfo pleno de la revolución islámica”. Cuando habla de burguesía no está pensando en Pilar Careaga de Lequerica, exalcaldesa franquista de Bilbao, dirigente de Fuerza Nueva, figura emblemática de la burguesía de Neguri contra la que ETAm atenta el domingo 25 de marzo cuando estacionaba su auto para asistir a misa cerca de su domicilio. La bala alojada en su pulmón no le va a impedir recuperar su habitual vida. El 6 de abril, el tribunal de Aix-en-Provence rechaza la extradición de los tenidos por importantes activistas de ETA militar Mikel Goikoetxea y Martín Apaolaza, que han sido defendidos por Robert Badinter, un prestigioso abogado francés que a no tardar será ministro de Justicia. La Justicia francesa los tiene todavía por resistentes de motivación política. ETAm intensifica sus atentados contra guardias civiles, policías y colaboradores de estos, contra Iberduero e “intereses franceses”. También los “incontrolados” se reactivan. Txomin Iturbe es objeto de su cuarto atentado en Biarritz, resulta herido pero huye en su propio coche. La institucionalización del Estado toma impulso. El 3 de abril se celebran las primeras elecciones municipales. UCD triunfa en España, y el PNV en la mayor parte de los territorios vascos. El PNV designa a Jon Castañares alcalde por Bilbo, a Jesús María Alkain por Donostia y a José Ángel Cuerda por Gasteiz. El 22 de abril se constituyen las juntas generales de Gipuzkoa, más de un siglo después de haber sido abolidas. El 27 se crea la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. El 28 se constituyen en Gernika las juntas generales de Bizkaia, con la ausencia de Herri Batasuna. José María Makua, del PNV, es nombrado diputado general. El nuevo ayuntamiento de Lemoiz pide infructuosamente la paralización de la central nuclear que se sigue construyendo en su municipio. Juan María Bandrés, de EE, afirma que imponer centrales nucleares como esta es terrorismo de Estado. El 7 de mayo se forman en VitoriaGasteiz las juntas generales de Araba. Balduz, del PSOE, es elegido alcalde de Iruñea, y Arbeloa, con el apoyo de UCD, presidente del Parlamento Foral. El 25 de mayo, ETAm vuelve a atentar en Madrid contra altos cargos militares y da muerte al jefe de personal del Ejército, teniente general Luis Gómez Hortigüela, a sus colaboradores los coroneles Agustín Laso Corral y Jesús Ávalos Jiménez, y al conductor civil Lorenzo Gómez Borrero. “Circunstancias favorables –ausencia de escolta y rutina en el desplazamiento– permitieron a los asesinos actuar con total impunidad”, dice la prensa de Madrid. Al día siguiente, una bomba atribuida a los GRAPO ocasiona ocho muertos y cerca de cuarenta heridos en la cafetería California, 47, de Madrid. El 13 de julio, un incendio en

el Hotel Corona de Aragón de Zaragoza provoca 80 muertos. La presencia de “La señora de Meirás” y los duques de Franco [Viuda y familia del dictador] entre los alojados invita a los medios de comunicación a subrayar que se descarta el atentado. Solo más de veinte años después, con el PP de Aznar y Mayor Oreja en el Gobierno de España, las víctimas serán indemnizadas como si de un atentado de ETA se hubiera tratado. Un dictamen del Consejo de Estado y un auto del Supremo apoyan esta tesis, aunque varias sentencias y la verdad lo niegan. Hasta el 29 de julio de 1979, ETA político-militar ha puesto bombas en edificios públicos, asaltado el Gobierno Militar de Guipúzcoa, disparado tiros a las piernas de empresarios y secuestrado a funcionarios del Estado, sin poner en riesgo sus vidas. En el verano de 1979 inicia una escalada inesperada con la colocación de trece bombas en lugares turísticos de las costas españolas. Reclaman así la retirada de la fuerza pública de la cárcel de Soria y el traslado de los presos vascos a cárceles cercanas a Euskadi. El 3 de julio, en un intento de secuestro, ETApm hiere de gravedad al diputado de UCD Gabriel Cisneros. La Policía habla de incremento cualitativo de la presión terrorista y dirige sus iniciales sospechas hacia ETA militar. La prensa madrileña recuerda al respecto que una semana antes, en el transcurso de un almuerzo con un grupo de periodistas, el diputado de EE Juan María Bandrés ha comentado que la actitud relativamente apaciguada del colectivo Herri Batasuna, tras la prohibición de su asamblea programada en Pamplona y en Alsasua, es un claro indicio de que se avecinan nuevos golpes de ETA militar. El 29 de julio, ETApm sorprende con un triple atentado en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de Chamartín y Atocha, que deja un saldo de seis muertos y más de cien heridos, además de pérdidas económicas cuantiosas y un miedo generalizado, nunca antes experimentado en la población. Las bombas han sido depositadas con artefactos de relojería en las consignas de equipajes. El Consejo General Vasco hace pública su repulsa en tono tajante y afirma que no se puede estar a favor del Estatuto –los polimilis lo apoyan– y al mismo tiempo cometer acciones semejantes. Juan María Bandrés se manifiesta estupefacto y consternado, aunque está convencido de que la llamada de aviso previo por parte de los autores podía significar que no deseaban víctimas. ETApm ha prevenido de las explosiones a Euskadi Press, una agencia de noticias de modesta infraestructura, que tiene conectado el contestador automático. La agencia lo ha comunicado poco después del mediodía a la Policía de San Sebastián, pero el Gobierno Civil de Madrid no ha tenido conocimiento de la amenaza hasta la una menos veinte. ETApm

difunde en la misma tarde de ese domingo un comunicado en el que acusa al Gobierno español de no haber actuado con celeridad para desprestigiar a la organización y enmarca la operación en la segunda fase de la campaña Estatutoarekin, presoak kalera [Con el Estatuto, los presos a la calle]. El Alcázar , diario que es tenido en la opinión pública como portavoz de militares golpistas y ultraderechistas, recuerda que con el asesinato de este 19 de septiembre en Bilbao del coronel Pérez Zamora y del comandante Ezquerro Serrano son trece los altos cargos militares asesinados desde noviembre de 1977. El diario dice tener indicios suficientes para afirmar que el siniestro del Corona de Aragón fue provocado por ETA, aunque los poderes políticos se esfuercen en mantener a toda costa la hipótesis del accidente fortuito. “Las circunstancias políticas eran adversas para el débil y atrabiliario Gobierno de Suárez y tampoco los partidos social comunistas podían absorber en aquel instante el tremendo golpe de un atentado de la ETA”, escribe. El periódico opina que el reconocimiento del atentado o simplemente de su posibilidad hubiese cerrado las negociaciones para los estatutos de Vascongadas y Catalunya. Al periodista de El Alcázar le ha resultado sospechoso el apresuramiento e interés de El País en desviar la atención, rebajar las cotas del dramatismo, arropar al Gobierno y sentar las bases de una “transposición del problema a la dialéctica típicamente marxista de la lucha de clases”. Le parece que hasta el más lerdo [sic] comprende por la simple lectura de los periódicos que la situación política española ha desembocado en un callejón sin salida, que Suárez y la oligarquía partitocrática están contra las cuerdas, que se materializa una colisión institucional de muy difícil arreglo y que la confirmación brutal del atentado por la ETA en el hotel Corona de Aragón, a renglón seguido de los recientes asesinatos de tres militares, añadiría a la crisis un factor de alto poder explosivo. El 25 de octubre se celebran los referéndum de ratificación de los estatutos de autonomía para el País Vasco y Catalunya. En Catalunya, con una participación del 59,70 por ciento, el Estatuto es aprobado por un 88,14 por ciento de votos afirmativos. En la Comunidad Autónoma del País Vasco, con una participación del 59,77 por ciento del censo, el Estatuto es aprobado por un 90,29 de votos afirmativos. Cuando ETApm atentó contra Gabriel Cisneros se temió que ello hubiera supuesto la apertura de un nueve frente contra los políticos. La confirmación de que se trató de un intento frustrado de secuestro tranquiliza por el momento a la clase política, a UCD en especial. El 27 de octubre, un comando autónomo da muerte en Zumaia a Germán González, un fotógrafo afiliado al PSOE y a la

UGT. Se trata del primer atentado contra un socialista, que es acusado por los autores de confidente policial. El PSOE y la prensa española presentan al comando como “autónomo de ETA militar”, tratando así de presionar a esta para que los controle, de presentar a los CAA como un apéndice de los milis para trabajos sucios. HB desaprueba el atentado “por considerarlo un grave error político”. Este pronunciamiento coincide con una nueva nota de los autónomos, en la que amenazan a varios dirigentes del PSOE, Enrique Múgica Herzog entre ellos. Los dirigentes socialistas Benegas y Redondo lo interpretan como una declaración de guerra en una rueda de prensa que celebran en Madrid, en la que insisten en que, mientras ETA militar no demuestre lo contrario, los Comandos Autónomos son de su responsabilidad. El número 9 de la revista Ere, de la segunda semana de noviembre, entrevista a portavoces autónomos, que se presentan a sí mismos como anticapitalistas, asamblearios, antipartidos y nacionalistas, sin relación alguna con HB y contra la alternativa KAS, porque no cuestiona el capitalismo. Afirman rechazar el elitismo organizativo y estar en contra de los sindicatos, “porque colaboran en el mantenimiento del poder capitalista”. A la pregunta sobre su origen, responden que se puede situar hacia 1976, conformado inicialmente por algunos antiguos miembros del Frente Obrero de ETA que no siguieron la evolución que hacia LAIA tendría este grupo, más otros que se acercaron desde los polimilis, berezis, milis e independientes. El secuestro el 11 de noviembre del diputado de UCD Javier Rupérez a manos de un comando de ETApm sacude a la opinión pública. A cambio de su liberación, los polimilis exigen la puesta en libertad de cinco presos vascos y la creación, por el Consejo General Vasco, de una comisión investigadora sobre torturas. Por primera vez se insinúa en la prensa, en Abc en concreto, que ETApm ha podido actuar bajo consejo de una organización del bloque del Este. La operación ha provocado inquietud e indignación en la OTAN, escribe Abc. Se recuerda que Rupérez es diplomático, político y periodista fundador de Cuadernos para el Diálogo. Se reciben condenas de la internacional democristiana y de los Montoneros argentinos, algo que nunca antes había sucedido en relación con ETA, junto a peticiones de liberación del Papa y los obispos españoles. Izvestia, órgano oficial del Gobierno de la URSS, califica de absurdas las noticias sobre posibles relaciones de Moscú con actividades de los terroristas y se manifiesta en contra del chantaje político y estos métodos que solo hacen el juego a las fuerzas reaccionarias. Bandrés exhorta “al Gobierno y a ETApm a que se abandonen posturas cerradas, herméticas e intransigentes y se busquen posturas de solución, tendentes a una posible negociación”. Una larga

cadena de contactos entre el Gobierno y ETA político-militar, con la decisiva intervención de Joaquín Ruiz-Giménez, a quien el presidente Suárez ha otorgado plenos poderes, obtiene la liberación de Javier Rupérez el 12 de diciembre, en las cercanías de Burgos. A cambio, algunas medidas de gracia para presos polimilis no incursos en delitos de sangre. El corresponsal de El País en Santander hace un detallado relato del atentado de ETAm contra la factoría que repara el generador de la central de Lemoiz. La operación se prolonga durante cuatro horas, con el secuestro de once personas, el robo de tres coches y la circulación de rehenes y comando por casi cien kilómetros de carretera general. Cinco jóvenes armados con metralletas y pistolas colocan en la noche del domingo 11 de noviembre dos potentes bombas en la factoría de Equipos Nucleares de Santander. La explosión ocasiona daños valorados en doscientos millones de pesetas, pero yerra en la destrucción del generador en reparación. Terminado su trabajo –escribe el periodista–, amagan con encerrar a los secuestrados en una habitación, pero optan finalmente por introducirlos en tres vehículos, el taxi y dos coches de los trabajadores, y dirigirse hacia Bilbao. El relato del periodista no oculta su sorpresa y cierta complicidad con el comportamiento de los miembros del comando. “En uno de los automóviles viajaba un solo terrorista, que hacía de conductor y vigilante al mismo tiempo, mientras que sus cuatro compañeros se repartían en los otros dos vehículos. Durante el viaje, hasta Somorrostro, los jóvenes discutieron con los rehenes de política; atacaron duramente a Suárez y a Felipe González; insistieron en que no permitirían la construcción de la central de Lemóniz; dijeron que no eran españoles, sino vascos y, a objeciones de uno de los secuestrados sobre alguna acción concreta de ETA, insistieron en que el militante socialista asesinado días pasados era un confidente de la Policía. Antes de liberarlos, entregaron a los rehenes 3.000 pesetas para gasolina y les ordenaron que no salieran a la carretera general hasta pasada media hora, mientras ellos seguían viaje en el taxi hasta Portugalete, donde apareció el vehículo en la mañana de ayer”.

AQUEL AÑO DE UN MUERTO CADA SESENTA HORAS El 6 de diciembre de 1979, un informe policial reconoce haber detenido a 1.560 personas bajo la Ley Antiterrorista, en vigor desde el 30 de junio de 1978. De ellas, 652 lo han sido como presuntos etarras; 347, acusados de militar en el PCE(r) y GRAPO; 36, en el MPAIAC canario; 65 en el FRAP, y 460, en otros grupos. El 20 de diciembre, el pleno del Congreso español aprueba el proyecto de Ley del Estatuto de los Trabajadores y convalida, por un solo voto de diferencia, el decreto-ley que prorroga la Ley Antiterrorista, considerada anticonstitucional por algunos grupos parlamentarios. Las Gestoras pro-Amnistía hacen su propio balance: 142 presos, 450 refugiados, 417 detenciones en los tres últimos meses. Las víctimas del conflicto alcanzan en 1979 cotas nunca antes conocidas, pero el año 1980 va a ser más duro todavía. El periodista Arcadi Espada ha llamado a 1980 “aquel año de un muerto cada sesenta horas” y sólo ha reparado en las víctimas de un lado. “Si la pregunta es cómo la sociedad española sobrevivió al año de 1980 –ha escrito–, la respuesta es estricta: agazapada. 133 asesinatos dieron como únicas respuestas populares de cierta importancia la movilización de 30.000 personas en Pamplona y 15.000 en San Sebastián. El agazapamiento fue una de las constantes de la transición. Hay quien dice que una de sus mayores ventajas prácticas”. Apenas iniciado 1980, en la víspera de la entrada en vigor del Estatuto de Gernika, ETAm da muerte al comandante Jesús Velasco Zuazola, jefe del Cuerpo de Miñones de Alava. Las formaciones políticas del sistema lo interpretan como la primera agresión a la Policía Autónoma que el Estatuto de Autonomía contempla. El secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, desvela que el comandante Velasco había realizado un estudio sobre el funcionamiento de los miñones como modelo para la Policía Autónoma, y el diputado de UCD Antonio Marco Tavar asegura que le han matado porque él podía ser la persona adecuada para organizarla en el futuro. En opinión del presidente del PNV y del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea, se trata de un adelanto de lo que ya se anuncia contra la Policía Autónoma. Los miñones alaveses forman en este tiempo una dotación de 101 agentes, que se distribuyen en 75 miñones de primera, 10 de segunda, ocho cabos, cuatro sargentos, dos brigadas, un subjefe y un jefe, procedentes los dos últimos del Ejército.

Antes y después del 19 de enero, fecha de convocatoria para las elecciones al Parlamento Vasco, continúan los atentados de ETA, de los CAA, de Iparretarrak, y de la ultraderecha. Siguen las detenciones y sigue la represión de las movilizaciones populares. Irrumpen en este panorama violaciones y asesinatos de mujeres por parte de “incontrolados”. El 22, un grupo parapolicial reivindica con las siglas GAE (Grupos Armados Españoles), el atentado contra el Bar Aldama de Alonsotegi en el que han muerto cuatro personas y herido a una decena, la mayor parte de ellos simpatizantes del PNV, y todos nacionalistas vascos. En un escrito hecho llegar a El Diario Vasco de San Sebastián, los GAE asumen el atentado, dicen que, tal y como prometieron, por cada miembro de las FOP o Guardia Civil caerán cuatro componentes de la izquierda abertzale y que ellos no pertenecen a las Fuerzas de Orden Público ni son policías paralelos. Como GAE han reivindicado también el atentado que ha costado la vida a Carlos Saldise Korta, militante de la gestora pro-amnistía de Lezo. El director general de Policía, el veterano José Sainz, llega a Bilbao para encargarse de unas investigaciones que nunca darán con los culpables. La emboscada que el 1 de febrero de 1980 tiende ETAm a un convoy de la Guardia Civil en Ispaster reviste todas las características de un ataque de guerra convencional, y así lo entiende la prensa de derechas en Madrid, que no duda en afirmar que “Lo que existe en las provincias vascongadas se llama, llana y sencillamente, guerra, una guerra contra España”. En la celada mueren seis guardias civiles y dos miembros de ETA. Aquel viernes, trabajadores de la fábrica de armas Esperanza y Cía. de Markina se han puesto en camino temprano, en dirección a la playa de Laga, donde suelen probar sus morteros. Se hacen acompañar por dos Land Rover de la Guardia Civil. En una curva del kilómetro 53, en el municipio de Ispaster, los comandos apostados a ambos lados de la carretera dejan pasar a la camioneta de la empresa que encabeza el convoy, disparan luego sus fusiles de asalto y arrojan granadas de mano contra los vehículos de custodia. Para asegurarse de que ningún guardia civil ha sobrevivido –sostiene la versión policial– varios de los etarras se acercan a los Land Rover y arrojan una granada de mano en el interior de uno de ellos. Cuando repiten la operación con el segundo, la granada hace explosión antes de que tengan tiempo de alejarse, hiere gravemente a dos de ellos y mueren en las horas siguientes. Conocidos estos hechos, se designa al general de división José Sáenz de Santamaría, delegado especial del Gobierno y autoridad única en la dirección y planteamiento de la lucha antiterrorista en el País Vasco, con dotación de todos

los medios económicos necesarios para el cumplimiento de su misión. La prensa española habla de escalada intolerable, recuerda que desde comienzos de año son ya 19 los muertos en acciones terroristas, lo interpreta como un claro intento de entorpecer las elecciones autonómicas e impedir la normalización de la vida en esa tierra. Alianza Popular y Fuerza Nueva consideran improcedente que se celebren en este clima los comicios del 9 de marzo. Manuel Fraga Iribarne, presidente de Alianza Popular, manifiesta que la gravedad del atentado “de Lequeitio [población próxima a Ispaster] confirma lo que siempre he dicho, que en el País Vasco nos enfrentamos con una situación de guerra revolucionaria a la que solo puede hacerse frente con métodos de excepción”. Manuel Fraga es partidario de obligar al PNV a asumir de una vez sus responsabilidades, y propone poner fuera de combate a los terroristas y fuera de la ley a sus organizaciones paralelas. Está pensando en Herri Batasuna, y también en Euskadiko Ezkerra, como extensiones políticas respectivas de ETAm y ETApm. Carlos Garaikoetxea, presidente del Consejo General Vasco y lehendakari in pectore, opina por el contrario que un retraso en las elecciones al Parlamento vasco sería solo una perturbación más y caer en el juego de los que están intentando, por todos los medios, que estas elecciones no tengan buen final. Hace acto de presencia electoral y gesto de normalidad en la Comunidad Autónoma Vasca el presidente español Adolfo Suárez. Llega bajo fuertes medidas de seguridad y con cambios sobre la marcha de itinerarios y programa. Le acompañan el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, y el secretario de Estado para la Información, Josep Meliá. Lo reciben al pie del avión en Hondarribia las autoridades civiles y militares de Guipúzcoa y el delegado especial del Gobierno, general Sáenz de Santamaría. En su precipitada gira por diferentes escenarios vascos, reitera unos cuantos mensajes, trata de dar ánimos a los suyos, dicen: las autonomías no son ni deben verse como contrapoderes del poder central, y están justificadas por una razón histórica, por una razón funcional y una razón política; Guipúzcoa es doblemente española, por vasca y por española; ser de UCD hoy en España es difícil, pero ser militante de UCD en el País Vasco no solo es un acto de fe en los valores éticos, sino que demuestra un notable valor físico; “soy optimista respecto al futuro del País Vasco, tengo fe absoluta en sus hombres y mujeres, creo que el camino de la autonomía ha de servir necesariamente a la pacificación y, por tanto, a su recuperación económica, social y cultural”. A la salida de una de sus intervenciones en Bilbao, personas de extrema derecha le gritan que prefieren etarras a chaqueteros traidores, y que “a ti tenían que matarte los de derechas, y

no los de izquierdas”. ETAm mata al comandante Miguel Rodríguez Fuentes en Errenteria el 8 de febrero. Daba clases en la Escuela de Formación Profesional Don Bosco y era hombre de izquierdas, según EMK (Movimiento Comunista de Euskadi). El 13 de febrero, tirotea en Pamplona al teniente coronel Jesús Larrondo. El 20 da muerte al coronel Eugenio Sarasibar en San Sebastián. Desde el 22 de febrero hasta el 5 de marzo, la Policía afirma haber desarticulado en Navarra y Guipúzcoa ocho comandos de ETAm, de acción unos, de información y propaganda otros, asentados en La Barranca y el Goierri todos ellos. La nota oficial detalla la lista de armas intervenidas –granadas “marca ETA” entre ellas–, habla en todo momento en términos de presunción de culpabilidad e informa que los detenidos han sido trasladados a Madrid. El 9 de marzo se celebran las elecciones al Parlamento vasco: el PNV obtiene 25 escaños; HB, 11; PSOE-PSE, 9; EE, 6; UCD, 6; AP, 2 y PCE, 1. El 31 de marzo se constituye el primer Parlamento, bajo la presidencia de Juan José Pujana (PNV), y con la ausencia de los diputados electos de Herri Batasuna. El 16 de abril, Xabier Arzallus es elegido presidente del EBB del PNV. El 18 de marzo, ETA militar ha atentado en Madrid contra el general Fernando Esquivias, que resulta, como su ayudante el teniente coronel Manuel Millar, prácticamente ileso. Un soldado, escolta del general, muere sin embargo en la explosión controlada a distancia de un artefacto camuflado en una motocicleta. En el comunicado que ETA hace llegar a medios informativos vascos acusa al general de haber sido ayudante de campo de Franco y explica que la muerte del soldado escolta no entraba en sus cálculos. El 19 de marzo, con la detención de Iñaki Aramaio en Valencia, arranca una importante operación policial contra ETApm, dirigida por el comisario Conesa. A seis detenidos en Asturias, cinco hombres y una mujer, se les acusa de estar implicados en el atraco realizado en el Banco Herrero de Oviedo el 8 de julio de 1979, el más importante en la historia española. A partir de estas detenciones se habría conocido que también corresponde a ETApm la autoría de otros dos atracos, uno de treinta millones de pesetas en el Hospital General, y otro de veinte, en el Hogar San José. Según fuentes policiales, Iñaki Aramaio ha confesado que comandos polimilis se entrenan en Argelia, “con material de desecho del Ejército francés”. En el atraco al Banco Herrero participaron doce miembros liberados de ETApm, que contaron con el apoyo de seis asturianos. Fuentes próximas a la Policía han insinuado la posibilidad de alguna vinculación de los detenidos con el Conceyu Nacionalista Astur, partido que organizó recientemente un mitin en Gijón en el

que participó Mario Onaindia, secretario general de EIA, integrado en la coalición Euskadiko Ezkerra. El diario Il Messagero de Roma entrevista al rey Juan Carlos y dice este que es optimista en lo que se refiere al problema vasco, un problema fruto de los “enormes errores históricos cometidos durante el régimen franquista”. Al hacer balance de la transición de la dictadura a la democracia, explica como un gran acierto la legalización del Partido Comunista, porque “¿acaso no son también españoles?”, dice. Manifiesta plena confianza en la unidad y fidelidad del Ejército, que reconoce en la persona del Jefe del Estado el papel de árbitro. Se responsabiliza de la elección de Adolfo Suárez como cabeza del cambio y reconoce que, en principio, lo hizo por amistad, pero que después fue ya el pueblo quien lo eligió, “y yo acepto la voluntad del pueblo”. Dicen que el Rey quiere gobernar con los socialistas, argumenta, “y yo quiero siempre lo que quiere el pueblo”. En cuanto a las conversaciones para el ingreso de España en el Mercado Común Europeo, por las que el periodista de Il Messagero se interesa, afirma que todo procede según los tiempos previstos, y añade que, además de una mayor comprensión entre los diversos países, el continente debe conservar, sobre todo, sus propios valores tradicionales, sus propios valores culturales, como muestra de un patrimonio histórico irrepetible. Cuando el periodista le pregunta si es cierto que es el Rey peor pagado de Europa, responde: “Lo siento, pero no puedo decir si es cierto o no. Para decirlo, tendría que saber lo que pagan a los otros reyes”. La entrevista está datada el 22 de marzo de 1980 y todo el mundo da por supuesto que, en esos tiempos, a Juan Carlos I no le sobra patrimonio. Alegando en primer lugar que era un representante cualificado del gran capital y, en segundo, que se había negado a pagar el impuesto revolucionario y había entregado a la Policía la carta en la que se lo exigía, ETA militar da muerte en Bilbao el 25 de marzo al conde Enrique Aresti Urien. ETA advierte que este atentado “no es una acción aislada dentro de la campaña armada que viene desarrollando, sino un componente más de ataque a las estructuras del Estado”. Su funeral se celebra en Gordejuela y la prensa subraya que ha estado presente en él el nacionalista Ramón de la Sota. El 26 de marzo mueren en Baiona al explotarles una bomba que portaban los miembros de Iparretarrak Txomin Olhagarai y Ramuntxo Arruiz. El 28 de marzo, Jesús Ijurko y su esposa son objeto de un atentado calificado genéricamente como “ultra”, en OreretaRenteria. El 29 de marzo, una bomba desprendida de los bajos del vehículo de un guardia civil mata en Azkoitia al adolescente de 13 años José María Piris, y

hiere a un compañero suyo. En medio de este clima violento, se constituye en Gasteiz el Parlamento nacido de las elecciones autonómicas, con el peneuvista Juan José Pujana de primer presidente. El 13 de abril, ETAm da muerte al jefe de la Policía Municipal de Vitoria Eugenio Lázaro Valle. Sin esperar a la reivindicación, la prensa recuerda que se trata de un comandante de Infantería, hijo de militar, que ha desarrollado toda su carrera en la ciudad, primero como teniente de la Policía Nacional, luego como capitán y, finalmente, como jefe de la Policía Municipal. La prensa recuerda su protagonismo en la huelga de Michelin de 1972 y que ha sido amenazado en repetidas ocasiones. Dentro de su campaña a favor del Estatuto, ETApm dispara el 18 de abril una granada de carga hueca contra la Comisaría de Policía de Pamplona, similar a la arrojada el 21 de febrero contra la Moncloa, que ha provocado daños en el helipuerto del palacio. El artefacto se estrella en esta ocasión contra un coche estacionado junto a la comisaría. Las exigencias de ETA político-militar que justifican su campaña son recogidas literalmente en el diario El País y dicen así: Que según exigencia del Consejo General Vasco, se haga expresa salvedad de las competencias previstas en el Estatuto en ciertas leyes orgánicas que vulneran el mismo, como son la ley de las policías autónomas, la ley de financiación de las comunidades autónomas, la ley de autonomía universitaria y la ley de seguridad ciudadana. Que se pongan en marcha inmediatamente todos los mecanismos previstos en el Estatuto de Autonomía para que se efectúe en Navarra el referéndum de integración en la comunidad autonómica vasca. Que sean devueltos a Euskadi inmediatamente la totalidad de los presos vascos y se adopten las disposiciones necesarias para su puesta en libertad, con motivo de la constitución del parlamento y gobierno vascos. Que sean suprimidas en Euskadi, con carácter inmediato, las medidas policiales especiales adoptadas con la llegada de los GEO, las UAR y el supe gobernador, y se traspasen urgentemente a la comunidad autónoma vasca las competencias correspondientes para la puesta en marcha de la Policía Autónoma, que sustituya totalmente a las actuales FOP. De no ser satisfechas estas cuatro exigencias inmediatas, “imprescindibles para un desarrollo pleno del Estatuto de Autonomía”, ETApm advierte que actuará con mayor contundencia cada vez –mediante cohetes Rocket Lancer M28 de los que tiene stock suficiente–, y amenaza con ataques a UCD, “allá donde le duela”, haciéndole responsable de la política de agresión al Estatuto. Abc informa el 20 de mayo de la desarticulación de tres comandos de ETA en Bizkaia, dos de los polimilis y uno de la rama militar. Un guardia municipal de Arrigorriaga, huido, dirigía uno de los grupos armados de ETApm, subraya.

Informa también de la detención de los presuntos asesinos de Ramón Baglietto, dos jóvenes de 19 años. La prensa española recuerda que Ramón Baglietto, concejal de Azkoitia durante la dictadura, fue promocionado para desempeñar un cargo en la organización provincial del Movimiento y actualmente colaboraba con UCD, partido en el que militan dos de sus hermanas. Según Jaime Mayor Oreja, secretario de UCD-Vascongadas, Ramón Baglietto era íntimo amigo del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja. “Somos impotentes ante la sensación de que nos están cazando como conejos”, manifiesta Jaime Mayor. Román Sudupe, alcalde jeltzale de Azkoitia, recuerda por su parte que “en menos de mes y medio hemos sufrido tres atentados, sin que sean escuchados nuestros llamamientos al cese de la violencia de uno y otro signo”. Alude al niño Jesús Piris y a José Larrañaga, amigo de Ramón Baglietto, también antiguo concejal, que ha resultado herido de gravedad. Al conocer la noticia de la muerte de su amigo, Marcelino Oreja declara en Quito, donde se encuentra acompañando a los reyes de España, que nunca debe negociarse con asesinos, saliendo al paso así de las declaraciones en sentido contrario del exministro de Asuntos Exteriores José María de Areilza. El Gobierno holandés entrega a las autoridades españolas a cuatro militantes de ETAm que han llegado a Amsterdan desde Kuwait con pasaportes falsos y han sido descubiertos. Los embarcan en un avión diciéndoles que vuelan a París, y aterrizan en Barajas el 23 de mayo. Vienen de entrenarse en Yemen del Sur, junto al Frente de Liberación Popular de Palestina. Días más tarde, el Ministerio del Interior español distribuye un informe en el que habla del adiestramiento en Yemen del Sur, en un campo situado a cien kilómetros de Adem, de once miembros de ETA militar que habrían llegado allí de la mano del dirigente de la organización Javier María Larreategi Kuadra, Atxulo. El Gobierno español pide explicaciones a Yemen del Sur por injerencias en asuntos internos al facilitar el entrenamiento militar de miembros de ETA. Con anterioridad a estas detenciones, Carlos Robles, secretario de Estado para Asuntos Exteriores, ya había convocado una reunión con diplomáticos africanos, entre ellos los de Libia, Líbano y Argelia, países en los que España cree saber que se han entrenado comandos de las dos ramas de ETA. Finalizando mayo, 33 personalidades del mundo cultural vasco publican un manifiesto contra la lucha armada de las dos ETAs, pero sin nombrarlas. Lo firman Koldo Mitxelena, José Miguel de Barandiaran, Eduardo Chillida, Néstor Basterretxea, Martín Ugalde, Xabier Lete, Goio Monreal, Gabriel Celaya y Caro Baroja, entre otros. El documento afirma que el rechazo de la violencia no debe

limitarse a invocaciones platónicas y no elude el tema de la amnistía, a la que califica de medida “bella y deseable”. Sin embargo, “la amnistía necesita ante todo reciprocidad, es decir: poner final definitivo a la escalada de muertes, ya que de lo contrario no sería algo más que una broma macabra”. Tras señalar que la violencia que les preocupa es “la que nace y anida entre nosotros, porque es la única que puede convertirnos, de verdad, en verdugos desalmados, en cómplices cobardes y en encubridores serviles”, los firmantes añaden que hay otra violencia que “no hemos dejado de padecerla”, dirigida desde fuera contra la comunidad vasca. Rechazan las vías que podrían dar comienzo a “un nuevo y largo proceso político que pondría en serio peligro de extinción la cultura, lengua e identidad vasca”. Las vías violentas solo han conseguido, a su entender, el incremento de la represión policial y parapolicial. El editorialista de El País otorga una gran importancia a un documento que, a su juicio, debería llevar a la reflexión, no solo a la población vasca, sino también al Gobierno central y los responsables de la lucha antiterrorista. Alfonso Sastre contesta a los 33 con un “Artículo mínimo sobre una indignidad mayúscula”. Les reprocha callar los dolorosos efectos de la opresión, los gritos de la tortura y las cárceles. Les dice que no puede responderles, porque caería dentro de los “inabarcables límites de la apología del terrorismo”, y por eso el papel le parece un documento indigno, escrito en la repugnante estraza del oportunismo. Encuentra en sus firmas ausencias que le reconfortan, pero también presencias que le extrañan. “Todos nosotros, y yo el primero, estamos contra la violencia. Pero no se lucha contra la violencia haciendo reverencias al Poder, sino estudiando seriamente sus causas, y denunciando y combatiendo implacablemente sus raíces”. Opina Sastre que el honor de la intelligentsia de Euskal Herria está en otra parte y en otros hombres, que hoy no pueden responder a su insidiosa provocación. “Tampoco yo puedo hacerlo. Pero algún día podremos reflexionar libre y públicamente, y desde luego que lo haremos”. Es junio, y Telesforo Monzón, diputado de HB, ha ignorado la citación del juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional para que acudiera a declarar en relación con un sumario por presunta apología de terrorismo. Días atrás había anunciado en Zarautz que no se presentaría. El central 3, nombrado especialmente por la sala segunda del Tribunal Supremo para la instrucción de esta causa, puede ordenar su búsqueda y captura. Es julio, y Telesforo Monzón vuelca sus reflexiones en un artículo de opinión que titula El jarrón roto y que va a tener una importante repercusión. Estas son sus ideas centrales: No ha sido ETA la que ha engendrado la violencia. Ha sido la

violencia la que ha engendrado a ETA. No fue su manantial. Ha sido su fruto. ETA nació en un charco de sangre. Pero esa sangre no había sido vertida por ETA. El nacionalismo vasco nunca había cogido las armas para hacer triunfar sus ideas. Su actuación había sido exclusivamente social, cultural, política. Fueron otros –“todos sabemos quiénes”– los que en 1936 obligaron a coger el fusil en la mano a unos hombres que, por esencia propia, por civilización propia, sentían horror a matar. Y el nacionalismo vasco, obligado a coger el fusil para defender el país, trató de humanizar la guerra hasta un punto inconcebible. Los propios perseguidores franquistas, cuando se veían en peligro –“por miedo a muchos que hoy se rasgan las vestiduras, socialistas y comunistas”–, llamaban a la puerta de sus propios perseguidos vascos para pedirles protección y defensa. Así hizo la guerra el nacionalismo vasco. Así la explica Telesforo Monzón en El jarrón roto que el diario Egin publica. Desde la emboscada de Ispaster, en la que perdió a dos de sus hombres, ETA militar no ha vuelto a intentar un atentado de las mismas características de guerra. Lo hace el 13 de julio en Orio, contra un convoy de tres vehículos de la Guardia Civil que viene de relevar a los que guardan el polvorín de Explosivos Río Tinto en Aia. Como en Ispaster, los comandos arrojan granadas y utilizan fuego cruzado, y como allí, pagan un alto precio: dos de los suyos resultan muertos. En los vehículos atacados viajan ocho guardias civiles, dos de ellos mueren en el enfrentamiento. Unos días más tarde, ETA vuelve a atentar contra un convoy de la Guardia Civil en Villamediana de Iregua, esta vez mediante cargas explosivas que hace estallar al paso de dos autobuses y una furgoneta con 120 agentes, en período previo de adiestramiento en Logroño, antes de ser enviados a “la guerra del Norte”. El atentado ocasiona la muerte de un teniente y treinta y dos heridos de diversa consideración. Fallos en la activación de los explosivos han evitado una matanza. Es ya agosto cuando ETApm da muerte a Mario González Blasco, argumentando que participó directamente en el atentado del Batallón Vasco Español que costó la vida a Jesús María Zubikarai, militante ondarrés de Euskadiko Ezkerra, seis meses atrás. ETApm dice haber obtenido mediante interrogatorio la confirmación de su participación en aquella muerte y haber tenido conocimiento de la identidad de otros cómplices, uno de ellos, del servicio de información de la Guardia Civil. No tendría inconveniente en facilitar las pruebas de sus investigaciones a jueces imparciales que estuvieran al servicio de la comunidad vasca, lo que no se antoja fácil. La Hoja del Lunes de San Sebastián recoge declaraciones del PNV de Oiartzun en las que acusa a ETA de actuar como opresora de Euskadi. La semana

grande de Donostia recrea la belle époque. Marcelino Oreja, ministro de Asuntos Exteriores, se acerca a la ciudad de vacaciones. Entrevistado por la prensa local, asegura que el proceso de pérdida de apoyo popular de ETA es irreversible, tan irreversible como el proceso de implantación de la democracia en España y de la autonomía en el País Vasco. Observa que ETA está perdiendo la batalla en el campo político y en el psicológico, y que para contrarrestar estos “indudables fracasos hay que temer que efectúe todavía acciones más salvajes e irracionales”. La anhelada salida para la paz y la libertad la ve prioritariamente en las instituciones vascas, para las que pide todo el apoyo. Marcelino Oreja precisa que hace estas declaraciones no como ministro del Gobierno español, sino como diputado de UCD por Guipúzcoa, formación que a su juicio es y será un indudable factor de estabilización y posterior reactivación para el País Vasco, “como contrapeso a tanto radicalismo y maximalismo”. El 22 de agosto, un comando legal de ETA militar, actuando por su cuenta, hiere de extrema gravedad al director del Diario de Navarra José Javier Uranga. A final de mes, actuando como Triple A, portando metralletas y armas cortas, dos paisanos dan muerte en Ondarroa, en la sala de fiestas de su propiedad, al militante de HB Angel Etxaniz. Ha estado detenido en 1964, en 1968, en 1976. Es uno de los rostros más emblemáticos de la izquierda abertzale en la zona, y nunca ha dejado de ser objeto de acoso por parte de la Guardia Civil. La viuda e hijos del capitán de la Policía Nacional Basilio Altuna, muerto en un atentado asumido por ETApm el 6 de septiembre en la localidad alavesa de Erentxun, emplazan a la organización a que demuestre las acusaciones vertidas contra el fallecido. ETApm le ha acusado de ser responsable de la represión de Vitoria en marzo de 1976 y de participar en actividades organizativas de la ultraderecha. “Bien sabemos que nuestra verdad poco podrá hacer contra la gran mentira que lleva el sello de una organización tan prestigiada, pero no por ello vamos a callar”, escriben los familiares. “El servicio de información de ETApm debería saber –continúan estos–, si hubiera hecho una investigación clara y fiable, que participó en las jornadas de febrero y marzo de 1976, pero que su actuación estuvo dirigida en todo momento a evitar cualquier enfrentamiento”. Desmiente igualmente la familia la acusación de que fuese organizador de las actividades de la extrema derecha, lo que les parece una afrenta a su propia dignidad. Basilio Altuna estaba destinado en ese tiempo en la cercana Miranda de Ebro y se había acercado a Erentxun, localidad natal de su esposa, para las fiestas patronales. Antes de que dé comienzo la misa funeral, un hijo suyo sube al presbiterio y pide al público, “como hubiese sido el deseo de mi padre”, que el

acto sea meramente religioso y para rezar por su alma. La concelebran cuarenta y seis sacerdotes, en una iglesia llena. El 7 de septiembre, el Batallón Vasco Español mata en Hernani a dos jóvenes del pueblo sin conocida adscripción política. El semanario Ere, que dirige Genoveva Gastaminza, analiza la situación como “La ofensiva ultra in crescendo” y explica que por actividades parapoliciales se entienden aquellos actos preferentemente violentos de carácter clandestino, utilizados para imponer o mantener desde el poder la violencia estructural o institucionalizada. El BVE no se caracteriza, a juicio del colaborador de Ere, por la profundidad de sus análisis, pero como organización clandestina, si se atiende a sus detenidos, sería muy eficaz, ironiza. Es una manera de decir que no se les persigue, que no se les detiene. A propósito del endurecimiento de ETApm contra el BVE, recoge la revista de boca de portavoces autorizados que “el atentado mortal contra Blasco [Mario González Blasco], acusado de pertenecer al BVE y de participar en la muerte de Jhisa [Jesús María Zubikarai], o los atentados realizados en respuesta a actuaciones de este grupo, suponen entrar en esa dinámica”. Para ETApm, la ofensiva de los ultras se plantea en el mismo contexto que el bloqueo de las transferencias y de todo el proceso estatutario. “Por eso queremos dejar claro que nuestros ataques armados contra esos grupos, sean oficiales o no, están encuadrados en el mismo contexto de la lucha por el desarrollo estatutario y por la amnistía actualmente bloqueada. Las consideraciones referentes a que en ETApm se ha impuesto la línea dura de acercamiento a posturas militaristas y de crítica al Estatuto son absolutamente peregrinas”, han asegurado a Ere los citados portavoces polimilis. José María Urquizu Goyonaga, muerto a tiros por ETAm en la farmacia de su propiedad en Durango el 13 de septiembre, era teniente coronel del Cuerpo de Farmacia del Ejército, estaba destinado en Burgos y lo simultaneaba con sus guardias y trabajos como analista clínico en la farmacia heredada de su padre y regentada por su hermano Javier. La reivindicación se limita a recordar su condición de militar. Este mismo día, ETApm se hace responsable del lanzamiento de una granada contra el Gobierno Civil de Guipúzcoa y del intento de fuga de dos militantes desde el hospital penitenciario de Carabanchel. Siguen las reivindicaciones de ataques de ETAm contra oficinas e instalaciones de Iberduero hasta hacerse rutinarias. El 20 de septiembre, ETAm ametralla y mata a cuatro guardias civiles de las UAR, Unidades de Acción Rural, en Markina, mientras comen en una taberna cercana a su cuartel. La prensa hace un nuevo recuento de bajas: son ya cuarenta y uno los militares y miembros de las FOP

muertos en lo que va de 1980, veintidós guardias civiles entre ellos. Incontrolados actúan en Durango, Etxebarria y Andoain. ETApm secuestra al industrial cubano Pedro Abreu en Orio y le pide un cuantioso rescate. El BVE atenta contra un bar en Amorebieta. ETApm coloca una bomba en RekaldeBilbao contra un edificio en obras. El BVE quema la iglesia de Larraskitu. Un policía muere al disparársele su propia arma. Atraco con secuestro en la Caja de Ahorros Vizcaína de Bilbao. ETAm mata en Bilbao a un presunto confidente. Se presentan nuevas denuncias de torturas. Madrid transfiere el primer paquete de competencias al Gobierno vasco, y este presenta en público su primer programa. ETApm secuestra y mata al dirigente de UCD de Alava José Ignacio Ustaran. Jesús Viana, presidente de la UCD del País Vasco, lanza un S.O.S. dramático: “Nos quieren cazar como conejos. Esto es terrible, ya no solo el asesinato material, sino el que nos lo hayan trasladado macabramente hasta la sede de UCD para dejárnoslo allí e indicarnos cuál es la política que van a seguir. Realmente creo que ya no es hora ni de hablar de política ni de nada. Esto es una especie de ghetto para nosotros y parece como que es el anuncio de que se nos quieren cazar como conejos”. La operación polimili ha comenzado a las nueve de la noche del 29 de septiembre, cuando una joven llama a la puerta del piso donde reside el objetivo. Tras mostrar una caja y abrirle la puerta, entran tres jóvenes en la vivienda, obligan a Ustaran a tumbarse, encierran a la esposa y los cuatro hijos en una habitación. La esposa, concejala de UCD en el Consistorio de Gasteiz, les pregunta qué van a hacer con su marido y le responden que hablarán con él y luego decidirán. Cortan el teléfono y conminan a la esposa a no avisar a la Policía hasta las doce de la noche. Pasados diez minutos, la mujer sale del cuarto donde está recluida y comprueba que los secuestradores han desaparecido con su marido. A las diez y media de la noche aparece el Talbot VI-5514-E de Ustaran junto a la sede de UCD y, en su parte trasera, el cadáver de la víctima, con un impacto de bala en la cabeza y otro en la espalda. El atentado suscita una fuerte conmoción política y social, y en EIA-EE provoca la condena más rotunda contra la estrategia político-militar: “No se puede matar a nadie por sus ideas”. Han hecho una valoración política negativa –“muy semejante a la que en ocasiones suele realizar con los milis”–, no es la vía de la normalización ni de las soluciones políticas, recoge Ere. La revista anuncia que UCD del País Vasco está a punto de disolverse, pero Jesús Viana aclara que la posible disolución se limitaría a Álava, lo que, a juicio Ere, no cambia mucho, teniendo en cuenta que el centro político de la UCD vasca está en Vitoria, y que en Vizcaya y Guipúzcoa esa fuerza es realmente mínima, “rozando lo

extraparlamentario”. El semanario analiza “Las ofensivas de las ETAs” y sus opuestas estrategias: “Mientras ETA militar continúa atacando –con la mayor contundencia que le es posible– los cuerpos de Seguridad del Estado, las acciones de los políticos militares han ido directamente dirigidas al partido de Gobierno”. Con la muerte de Ustaran, “los polimilis han dado un paso cualitativo contra la UCD, a la que han venido acusando de ser responsable directa de la frustrante política vasca”. A mediados de octubre nombran delegado del Gobierno en el País Vasco a Marcelino Oreja Aguirre, recibido por EE como gobernador general. Octubre arranca con diarias y violentas manifestaciones de todo signo. ETAm da muerte en Orereta-Errenteria a un taxista. Proliferan las detenciones en Bilbao y la margen izquierda de la ría. ETApm intenta secuestrar un comerciante. ETAm mata en Durango el 3 de octubre a dos inspectores y un policía nacional de paisano que se ocupan de hacer los DNI. Fuentes oficiosas del Gobierno vasco ven en estos atentados el intento de boicotear las negociaciones del lehendakari Garaikoetxea en Madrid. Coinciden con actos importantes protagonizados por las instituciones vascas, son golpes de fuerza de ETA, con los que pretenden obligar a Madrid a negociar con ellos, manifiestan. El 5 de octubre, ETAm da muerte a tres motoristas de la Guardia Civil en AgurainSalvatierra, cuando se disponían a regular una carrera ciclista. Son nueve las personas asesinadas en Euskadi en la semana que hoy termina, subraya la prensa de Madrid. ETAm insiste en reclamar la alternativa KAS. Suárez responde que no debe ser demócrata, “porque no asumo la alternativa KAS”. Juan María Bandrés opina que la alternativa KAS está superada por el pueblo vasco, “porque ni es alternativa ni quizá socialista ni, por supuesto, en estos momentos coordina absolutamente nada”. El secretario general del PSOE, Felipe González, manifiesta su opinión personal al aceptar que se celebre el referéndum en Navarra para su incorporación o no a Euskadi, recomendaría, si se diera, la abstención de los socialistas. ETAm mata en Eibar a un miembro de la guardia de Franco. Detenciones en Deba, Algorta, Bilbo, Elorrio, Iruñea, Lizarra… Siguen los atentados contra instalaciones de Iberduero. El dirigente de EE Mario Onaindia no oculta que las acciones de ETApm son perjudiciales para el proceso democrático. Más denuncias de torturas y de acciones de incontrolados. ETAm da muerte al teniente coronel Lorenzo Motos en Donostia. El 22, ETAm secuestra en Bermeo al industrial conservero José Garabilla con intención de cobrar un rescate; es liberado al cabo de unos días, han intervenido para ello nacionalistas vascos de su localidad. Se va de vacaciones sin prestar declaración

a la Policía. El 23, Comandos Autónomos matan en Elgoibar a Jaime Arrese Arizmendiarrieta, miembro de la ejecutiva de UCD en Gipuzkoa, representante en juntas generales y alcalde de Elgoibar entre abril 1974 y mayo 1977, y al delegado de Telefónica en Guipúzcoa, Juan Manuel García Cordero. Antes de terminar el día, ETAm da muerte en Amorebieta a un ultra de la localidad reiteradamente amenazado. El 29 de octubre, el Congreso aprueba el proyecto de Ley Orgánica contra la actuación de Bandas Armadas, con los votos en contra de dos diputados del Grupo Mixto, Juan María Bandrés y Fernando Sagaseta, y la abstención del PNV. Tres nuevos atentados, con el siniestro e inequívoco signo de ETA, fueron perpetrados ayer en Guipúzcoa, titula el Abc del 1 de noviembre. “Pocos minutos antes de las nueve de la mañana era asesinado en San Sebastián, dentro de su propio coche, el dirigente de la UCD vasca Juan de Dios Doval, virtual sustituto de Jaime Mayor en el Parlamento vasco. Apenas una hora antes un activista entraba en un taller de fundición de Rentería y daba muerte [presumiblemente por error] al trabajador Enrique Aguirre Pozo. A las siete de la tarde, en su domicilio de San Sebastián, fue secuestrado el abogado José María Pérez López de Orueta y su cadáver fue hallado a las once y media en las cercanías de Hernani”. ETAm le acusa de narcotraficante y de defender a narcotraficantes, en una llamada a Egin en la que dicen que antes de matarle le han interrogado. El 31 de octubre, los polimilis, desoyendo las críticas de los “primos”, las condenas y recomendaciones de EE, matan en Donostia a Juan de Dios Doval, miembro de la ejecutiva de UCD. El dirigente socialista navarro Víctor Manuel Arbeloa hace llegar un telegrama a la UCD de Guipúzcoa en el que dice que basta de funerales, de flores y de discursos; que “en Euskadi, por culpa de unos y de otros, ya no se puede vivir” y “esto no puede continuar así”. A decir del dirigente de la UCD y ministro Rafael Calvo Ortega se equivocan los que piensan que con este atentado la UCD vasca se desmoronará, porque la UCD del País Vasco se une así más y el partido se hace más sólido. La decisión de ETApm de atacar a los dirigentes de UCD ha sido tomada en la reunión de su Biltzar Ttipia [Asamblea reducida] del mes de septiembre, y busca la ruptura del partido de Gobierno, porque “solo así podremos esperar una salida a los grandes problemas”. Noviembre sigue ofreciendo más de lo mismo. ETAm mata en una cafetería de Zarautz a cuatro guardias civiles de Tráfico y un cliente. Mata en Eibar el mismo día a un policía nacional y a un presunto confidente. El economista Ramón Tamames manifiesta que “detrás de ETA hay un cerebro satánico”. El

ministro Juan José Rosón declara que “ETA quiso ganar el calor popular, y hay que reconocer que llegó a contar con él en cierta medida, pero ahora este calor ha descendido, cuando un hombre como Mario Onaindia, profundamente español por ser profundamente vasco, dice que a nadie se le puede matar por sus ideas”. ETAm coloca un explosivo en el embarcadero del chalet del doctor Usparicha en Sukarrieta-Pedernales, alegando defender así los derechos de la mujer: anda de por medio la denuncia de la hipocresía en relación con el aborto y ya había sido objeto de un intento de secuestro a primeros de octubre, a manos de un comando integrado exclusivamente por mujeres. Más atentados contra guardias civiles, más detenciones, y la muerte en Caracas, el 14 de noviembre, de Jokin Etxeberria y Esperanza Arana, un matrimonio eibarrés solidario con los exiliados vascos, el mismo día en que la extrema derecha mata en Hernani a un vecino sin significación política, y ETAm a un militante de Alianza Popular en Santurtzi. El dirigente de HASI y de HB Txomin Ziluaga implica a la embajada de España en Caracas, en la que ha estado destinado Antonio González Pacheco, Billy el Niño, en el asesinato de Jokin y Espe y lo atribuye a servicios paralelos españoles: “Que no se acuse a mercenarios o incontrolados del asesinato, sino a la policía de la Embajada. UCD es responsable”, denuncia. Comandos de ETApm intentan el 16 de noviembre una operación espectacular de “abastecimiento”, asaltando sendas instalaciones militares en Euskadi y Catalunya, contra las oficinas de la jefatura del Sector Aéreo de Vascongadas en San Sebastián, y contra el acuartelamiento del batallón de cazadores de montaña Cataluña IV, en la localidad barcelonesa de Berga. En el primer asalto, se apoderan de cinco fusiles Cetme y una pistola, y hieren de gravedad al coronel Ramón Gómez Aranalde, que ha tratado de impedir la retirada del comando. La operación de Berga la frustra uno de los centinelas, que da la alarma. Pronto son identificados los asaltantes y sus apoyos entre nacionalistas catalanes, y tres de ellos, detenidos. El 23 de noviembre, mercenarios al servicio de Interior, disparan indiscriminadamente en un bar de Hendaya y matan a dos ciudadanos franceses sin vinculaciones políticas, además de herir a unos cuantos más. Los mercenarios cruzan la frontera atropelladamente, forzando las barreras francesas, se refugian en dependencias policiales españoles y solicitan el aval del comisario Manuel Ballesteros, que se lo da, diciendo que se trata de informadores a su servicio. Los funcionarios policiales de la frontera los dejan en libertad, sin siquiera levantar atestado, ni alertar a la autoridad judicial. Antes de finalizar noviembre, ETAm da muerte al jefe de la Policía Municipal de Donostia, teniente coronel del Ejército y exjefe de la Policía Armada, Miguel Garciarena

Baraibar, y coloca una bomba en el auto de un inspector de policía en Logroño, que provoca su muerte y la de dos civiles. Felipe González, de visita en Nueva York por invitación del Spanish Institute para hablar de la situación española, dice que la violencia terrorista es la peor amenaza que pesa sobre la democracia española y defiende medidas policiales enérgicas, además de medidas políticas y medidas de colaboración internacional, especialmente por parte de Francia, “refugio y base de operaciones de ETA”. En respuesta a la pregunta de un asistente al coloquio, sostiene que la negociación con ETA es en la actual situación imposible. Se muestra partidario de llenar el marco de competencias autonómicas con eficacia y celeridad, así como de reforzar el Frente para la paz. El líder de la oposición española afirma también que para el partido socialista la defensa de la democracia es tema prioritario y que la situación que está viviendo el país es de “fragilidad democrática”. Los Comandos Autónomos Anticapitalistas, que tienen esta zona como teatro preferente de sus operaciones, dan muerte en Azpeitia a Ignacio Lasa, el seis de diciembre. El nueve, el presidente Suárez viaja al que la prensa de Madrid califica de “centro del terror”: hace su primera visita oficial a la Comunidad Autónoma Vasca, y los alcaldes del PNV la boicotean. El periodista José Oneto alerta sobre “El peligro Arzallus”, al que ve como un infiltrado de EE en el PNV, después de que este haya dicho que “en el País Vasco hay motivos suficientes para que siga habiendo jóvenes que se sientan cargados de razón para acusarnos de ingenuos y de farsantes y acudir a vías de acción violenta”. El once de diciembre, ETAm mata a un inspector de policía en Eibar y poco después ametralla a varios guardias civiles en Sondika. Se producen detenciones sin cuento por toda la geografía vasca. El 30, servicios paralelos españoles dan muerte en Biarritz, mediante una bomba colocada en los bajos de su auto, al refugiado vasco José Martín Sagardia, Usurbil. Su nombre había aparecido en la lista de etarras activos publicada en 1978 por el Ministerio del Interior, y la Policía española le tiene por integrante del Comité Ejecutivo de ETAm. El modus operandi es similar al empleado contra Argala y se produce cinco semanas después del atentado contra el Bar Hendayais. Hace el número cinco de los atentados mortales contra presuntos militantes de ETA militar, perpetrados en el País Vasco continental, tras los de Argala, Enrique Gómez Alvarez, Juan Lopategui y Justo Elizarán. El último Consejo de Ministros del año aprueba la remisión a las Cortes del proyecto de Ley que regula el Concierto Económico entre la Hacienda del Estado y el País Vasco.

MATAR AL INGENIERO RYAN La generación nacionalista del exilio pierde el 1 de enero de 1981 a uno de sus hombres más representativos: muere Manuel Irujo en su Lizarra-Estella natal, tras cuarenta años de exilio. Telesforo Monzón lo hará unas semanas más tarde, el 9 de marzo, en su casa de Donibane Lohizune. Las referencias patrióticas vascas más importantes de un tiempo de guerra y exilio están desapareciendo. El Irujo republicano y vasco por navarro, ha muerto aceptando con resignación la monarquía instaurada por Franco y el diseño autonómico destinado a la separación institucional de los territorios vascos peninsulares. El Monzón aristócrata y poeta ha optado por morir combatiendo junto al “pueblo trabajador vasco” la reforma tramposa, y reivindicando la memoria y los objetivos de los “gudaris de ayer y hoy”. Frente a los que aceptan la reforma como única posibilidad; frente a los que la prefieren a la incertidumbre revolucionaria; ante los que se están muriendo y quieren creer que tal vez no sea democrática pero puede traer la democracia; ante quienes piensan que la ruptura es deseable pero imposible, o los que piensan que no compensa la incertidumbre que genera; ante los que han aceptado los consejos de la potencia occidental hegemónica, ETA militar parece optar y luchar para que, si no es posible la ruptura, no sea tampoco posible el fraude. Su capacidad de fuego y de movilización social es limitada, pero suficiente para mantener un combate de provocación a las Fuerzas Armadas, de agresión a las Fuerzas de Orden Público, a los tribunales de excepción, a la gran banca, a los poderes fácticos en definitiva. Tampoco Europa parece fiarse del todo de una Transición promovida y encabezada por notorios franquistas, y eso puede explicar tal vez lo inexplicable que resulta a los impulsores españoles de la reforma su inicial tolerancia con ETA y su guerra. ETA militar ya había intentado antes acabar con la vida de los jefes de Estado, padre e hijo, posibles y necesarios para esta Transición, sin éxito. Le queda como arma más poderosa el golpismo latente en las Fuerzas Armadas y en nostálgicos del franquismo duro. Está a punto de conseguirlo. Los que han sobrevivido a los que entonces dirigían la estrategia de ETA militar no aceptan que trabajaran para el golpe, sin reparar o aceptando la represión brutal que traería consigo. Lo desearan o no, en esa dirección viene caminando una estrategia que tiene su materialización en el golpe televisado, teatralizado, puesto en escena por extravagantes tricornios acalorados el 23 de febrero de 1981.

Las gestoras pro-amnistía hacen un nuevo balance de la represión en 1980. Más de dos mil personas han pasado por comisaría y hay 220 presos, frente a los 150 de hace un año. Los polimilis le pegan un tiro en la rodilla a un constructor rechazado por los vecinos de Rekalde, en Bilbo. Lanzan una granada hueca contra el Gobierno Civil de Navarra, que no alcanza su objetivo. Menudean los atracos en sucursales bancarias, a cargo de las tres organizaciones armadas abertzales. ETAm atenta mortalmente contra presuntos traficantes de drogas, confidentes e infiltrados. Proliferan las suspensiones gubernativas de acuerdos municipales y las prohibiciones de manifestaciones reivindicativas populares. Abogados de presos reciben cartas explosivas en sus despachos. ETApm opta por los secuestros de personas adineradas que les proporcionen importantes rescates. ETAm se da a reventar subestaciones de Iberduero. El 29 de enero, ETA militar secuestra al ingeniero-jefe de Lemoiz, José María Ryan, el mismo día que un artefacto que se disponía a colocar en una torre de Iberduero mata a José Ricardo Barros en Tutera. ETAm exige la demolición de la central nuclear en construcción a cambio de la libertad de Ryan. Ese 29 de enero, Adolfo Suárez presenta al Rey su dimisión como presidente del Gobierno. Al día siguiente, Juan Carlos I inicia las consultas con los Grupos Parlamentarios para proponer candidato a la presidencia. El secretario general del PSOE, Felipe González, recomienda la formación de un gobierno de coalición. El comité ejecutivo de UCD propone a Leopoldo Calvo Sotelo. Apenas iniciado febrero, ETApm lanza dos granadas anticarro contra el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, convertido ya en el enclave más importante y opaco del Estado en tierras vascas: las granadas no alcanzan su objetivo, explosionan en terreno abierto, no provocan daños personales ni materiales. El 3 de febrero aterriza en el aeropuerto de Foronda Juan Carlos I, con el propósito confesado de presentar sus respetos a las instituciones históricas vascas en la Casa de Juntas de Gernika. La contestación comienza en el mismo aeropuerto, y sigue en todos los lugares en los que la atosigante presencia policial lo permite. La protesta pacífica de los electos de Herri Batasuna en el acto de la sala de juntas se va a interpretar por el resto de formaciones políticas vascas como una provocación antidemocrática y provocadora. Para los electos de HB es una manifestación coherente con los intereses que representa. La desaprobación se materializa con el canto, puño en alto, del Eusko gudariak, repetidamente, hasta que son desalojados por una alegal policía de paisano que el Gobierno de Garaikoetxea ha preparado y contempla como el embrión de la Policía autonómica. Al portavoz del PC Roberto Lertxundi lo de HB le parece

una mamarrachada que prostituye el himno de los soldados vascos. Al dirigente de EE Xabier Markiegi le parece una provocación que no hace sino enredar más la solución de los problemas. Para Jesús María Viana, presidente de UCD del País Vasco, la actuación de los boicoteadores es el fiel reflejo de lo que entiende HB por actuación democrática. Para el PNV, esto es lo que HB interpreta como democracia. El senador de HB, Miguel Castells, denuncia que han sido golpeados –él mismo, apaleado– y que los golpes provenían de los escaños parlamentarios. Lo ha explicado así: “Cuando estábamos cantando el Eusko gudariak han venido hacia nosotros unos chicos jóvenes que no se han identificado y, sin que yo ejerciera la más mínima fuerza física, me he visto lanzado por los aires. Al caer he recibido golpes por todas partes, que provenían de los escaños parlamentarios y que no me los daban los jóvenes que habían venido en un principio”. El 6 de febrero, desoyendo peticiones, reclamaciones y gestiones de todo tipo, ETAm acaba con la vida del ingeniero José María Ryan Estrada, al cumplirse el plazo de siete días dado para hacer efectiva su condición para liberarlo: demoler la central nuclear de Lemoiz. ETAm ha hecho saber previamente en un comunicado que Ryan “ha comparecido ante un consejo revolucionario que le ha encontrado culpable de ser coautor en grado máximo de las decisiones y ejecutorias llevadas a cabo por Iberduero, SA, en la central nuclear de Lemóniz y, por tanto, puede ser ejecutado en cualquier momento a partir de esta hora”. El comunicado extiende la amenaza a todos los cuadros superiores y mandos responsables, advirtiéndoles de que “la ejecución del ingeniero jefe de explotación no es un hecho aislado, sino la apertura de un nuevo frente de actuación que les afecta a todos ellos”. ETAm desmiente que se hayan producido intentos de negociación y acusa al Gobierno español y a Iberduero de haber vuelto la espalda a Ryan y a su familia, dejando pasar los días sin contestar a su ofrecimiento de puesta en libertad. La conmoción social es enorme. Partidos políticos y centrales sindicales, salvo HB y LAB, convocan sendas manifestaciones unitarias de protesta en Bilbo y Donostia, y una huelga general de 24 horas para el lunes día 9, que tiene importante seguimiento. La Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear, inspiradora del movimiento antinuclear, manifiesta que la situación creada le obliga a un “replanteamiento de nuestra actividad y papel en la trágica controversia de Lemóniz. El problema ha llegado a unos niveles ajenos a nuestros modos de actuación”. El profesor José Allende, uno de sus rostros más representativos, declara al diario El País que “lo sucedido me obliga a un absoluto

replanteamiento de mi militancia en la lucha antinuclear, lucha que ya es imparable, y sin que ello signifique renunciar a los principios y fundamentos que me hicieron participar de ella. Estoy muy cansado y todo lo sucedido, y digo todo desde todos los puntos de vista, me ha afectado. Han ocurrido cosas demasiado sucias, que yo no llego a entender. Además, en otro orden de cosas, José María Ryan era un buen amigo mío desde mi infancia y yo soy un ser humano”. Tercia ETA político-militar, acusando a los milis de querer provocar un enfrentamiento civil, de haber dejado de representar la historia de ETA, de haber dejado de lado con sus actuaciones el componente nacional y de clase. En un comunicado depositado en Radio Popular de San Sebastián, sostiene que ETA militar ha conseguido el mayor desprestigio político de la lucha armada en toda su historia, cuando precisamente su organización es más activa a nivel militar. ETA político-militar se reafirma sin embargo en la validez de otro uso de las armas en un proceso revolucionario. Los polimilis condenan la muerte de José María Ryan, pero reclaman la paralización de las obras de la central nuclear y la convocatoria de un referéndum. Tercia también el GBB [regional guipuzcoana] del PNV con una invitación a la reflexión a quienes en el pasado prestaron su apoyo a una HB que “cada día se polariza más claramente hacia métodos fascistas”. El 13 de febrero fallece en el Hospital Penitenciario de Carabanchel Joxe Arregi Izagirre. Compañeros presos recogen sus últimas palabras –“Oso latza izan da” [Ha sido muy duro] – y el relato de las torturas que ha sufrido desde su detención el 4 de febrero en Madrid, junto a Isidro Etxabe. El estremecedor relato llega al diario Egin mediante familiares que han recibido un apretado texto lanzado a través de los barrotes de la cárcel por los compañeros que le han atendido en sus últimos momentos. Inmediatamente hay en Euskadi un llamamiento a la huelga general, que nadie se atreve a contestar. Las circunstancias de la muerte por tortura, que días después se van a visualizar en fotos tomadas en el cementerio en el que van a reposar sus restos, son evidentes, incontestables, confirmadas por la autopsia, imposibles de negar. Santiago Carrillo habla de “grupos ocultos en el aparato judicial”. Enrique Múgica Herzog, de “asesinato despiadado, cometido por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía”, que “ha de ser drásticamente castigado”. Las protestas, paros y manifestaciones por esta muerte contrarrestan a las habidas tras la de José María Ryan El candidato a la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, expone el

18 de febrero ante el Pleno del Congreso de los Diputados su programa de gobierno, a fin de conseguir de la Cámara su investidura. No obtiene en la primera votación del día 20 la mayoría necesaria de los 176 votos. El 23 de febrero se produce el que va a pasar a la historia como intento de golpe de Estado. En el transcurso de la segunda votación de investidura de Calvo Sotelo, alrededor de doscientos números armados de la Guardia Civil, al mando del teniente coronel Antonio Tejero, toman el Congreso, retienen al Gobierno y a los diputados. Jaime Milans del Bosch, capitán general de la Tercera Región Militar, toma la ciudad de Valencia y decreta el toque de queda. Los secretarios de Estado y los subsecretarios asumen la gobernación del país. El 24 de febrero, de madrugada, el Rey dirige un mensaje a los españoles, a través de Radio Televisión Española, en el que ordena el mantenimiento del orden institucional votado por el pueblo español. El general Milans del Bosch ordena la retirada de las tropas de la ciudad de Valencia. El Gobierno y los miembros del Parlamento son liberados después de diecisiete horas de secuestro. Juan Carlos I se reúne con los representantes de los partidos políticos mayoritarios para analizar la situación. El 25 de febrero, tiene lugar la votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo. En esta ocasión obtiene la mayoría absoluta. Son liberados también los representantes de HB que estaban “retenidos” por la Policía en Iruña, a la espera del desenlace de la operación: en Euskadi han circulado nombres en el punto de mira de los golpistas. El 26, Calvo Sotelo jura su cargo y el 27 tienen lugar manifestaciones multitudinarias en protesta por el intento de golpe de Estado y en defensa de la Constitución y de la democracia. La Monarquía y la Transición han salido fortalecidas, y advertidas, de la prueba. El semanario Punto y Hora de Euskal Herria publica el 26 de este febrero endemoniado las fotos del cadáver torturado de Joxe Arregi, amoratado por los golpes, desfigurado. A las fotos hechas llegar a los medios de comunicación acompaña una nota: “Estas fotografías han sido remitidas a medios próximos a EE, Gobierno vasco, Amnesty Internacional y HB, con la sola pretensión de su difusión al pueblo vasco y a todos los pueblos del mundo. Sobran, pues, cualquier manipulación o utilización de ellas por partido, grupo o coalición determinada”. Luego se supo, muchos años después, cuando el autor conocía que su muerte estaba próxima, que fueron tomadas por Juan Cruz Unzurrunzaga, ayudado por el pintor Vicente Ameztoy y la complicidad de un empleado del cementerio de Zizurkil. En entrevista al diario Berria, Unzurrunzaga explicó que había tomado las fotos al cadáver el mismo día en que fue enterrado, pocas horas después de que recibiera sepultura. “Abrimos el ataúd, sacamos el cadáver,

pusimos varias sábanas para que nadie detectara en qué sitio se habían sacado las instantáneas, y luego, a los pocos minutos, volvimos a poner el féretro bajo la losa. El cemento estaba todavía fresco”. Juan Cruz Unzurrunzaga murió joven pero vivió mucho. Estudió Derecho, militó en ETApm y cayó preso por las denuncias del infiltrado Mikel Lejarza, conocido como El Lobo. En 1976 dirigió la creación de COPEL [Coordinadora de Presos Sociales en lucha] de Euskadi, participó en la primera Gestora Pro Amnistía, fue promotor cultural, restaurador en Euskadi y en Chile, galerista. Pertenecía a una familia ilustre de defensores de la lengua y cultura vascas, con su padre Patxi Unzurrunzaga, fundador de la Editorial Itxaropena de Zarautz, a la cabeza. El diario El País, emblema y soporte de la Reforma, reflexiona y editorializa en el arranque de marzo acerca de los responsables de lo que ha sucedido. No todos son culpables, dice. No toda la derecha conservadora es freudianamente responsable del “último intento sedicioso de golpe de Estado”. Lo que procede es el “análisis, racional y moral, de los más recientes sucesos y de toda la transición española”. Los errores cometidos no explican, a su juicio, ni de lejos “la salvaje agresión contra la soberanía popular de la que este país ha sido objeto”. La sublevación del pasado lunes “solo a la paranoia totalitaria y al golpismo sin matices puede imputarse, paranoia que ha sido financiada por sectores civiles, tanto o más culpables que los militares implicados”. Los culpables de lo sucedido son muy pocos y muy identificables, los terroristas de ETA y su minoritario apoyo social, los terroristas de ultraderecha y sus poderosos pero escasos apoyos; pocos son los hombres de empresa o financieros dispuestos a sufragar los gastos de un movimientos sedicioso, “y muy pocos los generales y jefes del Ejército prestos a sumarse a una rebelión”. También son muy pocos, a decir del editorial, “los libelos que pretenden apellidarse de periódicos y que salen a la calle alentando y exculpando el terrorismo de ETA o el terrorismo golpista”. El País está apuntado al diario Egin –aunque antes y después y en diferentes ocasiones va a defender su derecho a existir– y a El Alcázar. Le parece por añadidura revelador que empleen el mismo tipo de argumentos y justificaciones. “La culpa de lo sucedido el lunes no es de los españoles, sino, en todo caso, del general Milans del Bosch, sea dicho con toda la moderación del mundo. Es él quien debe ser sometido a juicio, y no nuestras conciencias: ni la del Ejército, ni la del pueblo”, concluye. Lo “sucedido el lunes pasado” lleva a ETApm a anunciar un alto el fuego sin plazos ni condiciones, además de a liberar a los tres cónsules que mantiene secuestrados. Lo anuncia el último día de febrero en una rueda de prensa a la que han sido conducidos

determinados medios de comunicación ante tres encapuchados. Les hacen entrega de un manifiesto de catorce folios para explicar una decisión que venían madurando desde hace tiempo y que han precipitado los sucesos del 23 de febrero. ETApm cree que, aun manteniendo su aparato armado, ha llegado el momento de replegar la acción armada y dejar paso a otras vías para la resolución de los problemas. Emplaza por ello a ETAm a la paralización de sus acciones. Dicen haber tomado el acuerdo de alto el fuego por unanimidad y no contemplan por tanto escisiones. Detienen a primeros de marzo a dos presuntos miembros del Batallón Vasco Español, posibles autores de siete asesinatos, a las pocas horas de que dieran muerte en Andoain a Javier Ansa, familiar de una víctima anterior del mismo Batallón. La policía conocía las actividades de Ignacio Iturbide, uno de los implicados, desde hace más de un año. El otro es Ladislao Zabala, de veintisiete años, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto. Su padre ha sido vicepresidente de la Diputación Provincial de Guipúzcoa en los primeros años sesenta, y un hermano de este, Federico Zabala Alcíbar, es senador por el PNV. Ignacio María Iturbide, Piti, de 32 años, natural de Andoain, ha venido actuando como liberado, ha sido guarda jurado en Orbegozo de Hernani, ha tratado de infiltrarse entre los presos políticos de la cárcel de Martutene, ha participado junto a guardias civiles en acciones ‘negras’ de propaganda; ha estado a sueldo de la Policía Municipal de Amorebieta y actuado contra su población en fiestas; en abril de 1978, ha sido detenido junto a otros dos individuos, estando armado y con documentación falsa, por participar en incendios y voladuras de establecimientos públicos y sedes de partidos políticos de Gipuzkoa. Zabala e Iturbide están implicados en las muertes de José Ramón Ansa, Tomás Alba, Felipe Sagarna, Miguel Arbelaiz, Luis María Elizondo, Joaquín Antimasbere y Francisco Javier Ansa, pariente de José Ramón. Han actuado preferentemente en el “triángulo de la muerte”, entre Hernani y Andoain. La confesión de un ultra arrepentido, redactada en el mes de febrero y hecha llegar a medios de comunicación y abogados, ha forzado las detenciones. De acuerdo a este testimonio, Iturbide es muy peligroso, ha participado en el atentado contra el bar Alaia y una tienda de la parte vieja donostiarra, en el atentado contra la villa de los padres de Pertur en Irun, en la voladura de dos chalés en Bizkaia, en el apaleamiento de la madre y hermanas de Txiki, el militante de ETA fusilado en 1975. Ha contado con la protección de un capitán de la Guardia Civil, con mando en la zona vizcaína. Euskadiko Ezkerra pide a la población que presione a ETAm para que declare un alto el fuego.

A través de Diario 16 se conoce que el general Alfonso Armada, una de las cabezas del 23-F, se había reunido en octubre último con Enrique Múgica y Joan Reventós y les había propuesto un Gobierno fuerte PSOE-UCD, presidido por un independiente, “presumiblemente militar”. La larga reunión tuvo lugar en casa del alcalde de Lleida, el socialista Antonio Ciurana. Armada la vendía como hipótesis última para evitar la quiebra del Estado, y los socialistas no le han hecho ascos, siempre que se hiciera por procedimientos constitucionales. El general se ha mostrado muy preocupado por la situación autonómica de España, y por la posible amnistía para los miembros de la UMD, Unión de Militares Demócratas [militares antifranquistas]. El presidente Suárez sabía de esa reunión, conocía la postura del PSOE. Al periódico que dirige entonces Pedro J. Ramírez le parece una iniciativa tranquilizadora la nueva tipificación penal de determinadas conductas anticonstitucionales contenidas en la presentada como Ley de Defensa de la Democracia. Con ella, dice, ni El Alcázar ni Egin podrán continuar haciendo apología de los terroristas de Tejero y los golpistas de la ETA. Es una de las leyes que trae el no tan fallido golpe. No ha pasado un mes del Tejerazo, y Felipe González no duda en afirmar que, “si tengo algún día responsabilidades de gobierno, no se separará del territorio nacional ni un solo trozo”, no tiene inconveniente en pactar con Calvo Sotelo la ley en cuestión. Orain SA de Hernani, empresa que edita Egin y Punto y Hora, se toma un tiempo de reflexión para valorar el riesgo de que cerrando y ocupando las instalaciones de la revista, deliberadamente más radical, cierren las del diario. El proyecto de ley contempla la clausura de una publicación y la ocupación de sus instalaciones, en determinados supuestos, que parecen pensados antes en estas publicaciones que en El Alcazar, como se alega. El teniente coronel Ramón Romeo Rotaetxe, herido mortalmente de un disparo en la nuca, es la primera víctima militar en cuatro meses, la primera tras la intentona del 23-F. ETAm deja claras sus intenciones. La junta de jefes de Estado Mayor ha sido alertada de una posible escalada contra miembros e instalaciones de las Fuerzas Armadas, ofensiva que se habría iniciado el pasado 19 de marzo con el atentado en Bilbao contra el teniente coronel Romeo. Según una nota oficial del Ministerio de Defensa, algunos indicios apuntan que las tensiones internas de ETA podrían haberse resuelto a favor de la línea dura. Se puede leer estos días en la revista Interviú que no se trata de una simple provocación al Ejército, sino de un auténtico golpe de Estado contra todo el pueblo español, que revela que también los extremistas están por el golpe, sin reparar en medios. El 21 de marzo, ETAm mata en Iruñea de dos disparos al

teniente coronel retirado, exjefe durante trece años de la Policía Foral de Navarra, José Luis Prieto Gracia. Tanto él, como Romeo, en la entrada de la iglesia a la que asisten. ETA militar, advertida de la situación, dice no desear ver tanques paseando ni por las calles de Euskadi ni por las del resto del Estado, que lo que quiere y busca es la ruptura democrática y que se reconozcan a los vascos sus derechos. Solo así están dispuestos a ofrecer un alto el fuego duradero. ETA político-militar ha empezado prontamente a poner en cuestión su anunciado alto el fuego, a la vista de las posturas involucionistas de la UCD y el PSOE. Escribe Carlos Dávila en Abc que comandos polimilis se han pasado a ETA militar. Preocupado por la implicación del Ejército en la guerra contra ETA que se anuncia, el diario que dirige Juan Luis Cebrián alerta del riesgo de caer en las provocaciones criminales de ETA, argumenta que golpistas y terroristas coinciden en su deseo de transformar el bandidaje político en algo respetable, y ETA necesita un despliegue militar para revestir sus crímenes con la retórica de la guerra revolucionaria y ampliar así sus bases de sostén gracias a la espiral acción-represión-acción. En una emboscada, la Policía mata en Gasteiz a José Manuel Aristimuño, Pana. Hernani, de donde es natural, se paraliza, el mismo día de final de mes en que se producen detenciones en Tolosa, Amezketa, Tutera, Olazagutia. OreretaRenteria, Usurbil, Hernani, Tolosa, Plentzia, Arrigorriaga, Barakaldo, y el Gobierno español pide a Francia la extradición de nueve refugiados vascos. Herri Batasuna se siente obligada a desmentir que tenga contactos con ETAm, y lo hacen en el curso de una rueda de prensa en instalaciones del Consistorio donostiarra. Califican de jaimitada la afirmación del ministro del Interior, Juan José Rosón, de que HB es el brazo político de la organización terrorista. “No somos ni el brazo, ni la pierna, ni cualquier otra parte de la anatomía de ETA”, asegura el senador Miguel Castells, que ha comparecido junto a representantes municipales de Pasaia y Hernani, dos de las poblaciones de mayor importancia, además de Orereta-Renteria, con alcaldes de HB. En los últimos quince días han sido detenidos más de veinte concejales de HB y numerosos militantes, que en la mayoría de los casos, tras serles aplicada la Ley Antiterrorista, han quedado en libertad sin cargo alguno. Castells sostiene que nunca les han encontrado una conexión con ETA, ni han encontrado un tirachinas siquiera en su poder. Ellos podrían decir con más fundamento que el Batallón Vasco Español es el brazo político de Rosón, cuando se niega a aportar datos al juez sobre los tres sujetos que cruzaron ilegalmente la frontera tras el atentado en el Hendayais, y no ha ofrecido nunca información sobre los fondos, conexiones y complicidades del

Batallón en cuestión. Miguel Castells se pregunta si las detenciones en masa y la utilización de HB como chivo expiatorio de los problemas de Madrid, “no llegarán a obligarnos, a corto o medio plazo, a reconocer que el papel de la coalición como plataforma no clandestina y no violenta de una política independentista en Euskadi, debe darse por terminada, y que debemos ceder el campo a otras expresiones del amplio sector del pueblo vasco que nos apoya”. Con unas pocas horas de margen, ETA da muerte a dos policías nacionales y hiere a varios más, cuando se disponían a montar un control en Begoña. Juan Pedro Quiñonero publica en Diario 16 que la actividad de Iparretarrak preocupa seriamente al Gobierno de Giscard. La organización ha explicado en una rueda de prensa su estrategia política, que el periodista ve calcada a la de ETA militar, aunque las relaciones entre ambas nunca hayan sido buenas, precisamente. El pasado 26 de marzo, cuatro potentes bombas han explosionado simultáneamente en dos locales públicos de Baiona y Donibane Lohizune (San Juan de Luz), que inicialmente han sido explicadas en París como actos aislados y que ahora comienzan a calibrar de otra manera. La reacción político-policial del Gobierno francés a estos atentados ha sido inmediata, han detenido a seis jóvenes, acusados de tenencia ilícita de explosivos y destrucción de edificios públicos. La prensa francesa especula con las afinidades de Iparretarrak con ETAm y con la dificultad policial para “penetrarlos”, porque provienen del medio rural y componen comandos inaccesibles a la Policía francesa. El mismo día de abril en que ETAm da muerte a un teniente retirado del Ejército en Donostia, y en Basauri a un teniente coronel jubilado de la Guardia Civil, los autónomos dan muerte al director de producción de la empresa Moulinex de Usurbil y los polimilis liberan a Luis Suñer tras el pago de varios cientos de millones de pesetas como rescate. Llega Aberri Eguna, y el semanario Ere lo ve “con pena y sin gloria”. Ve también a Lemoiz a punto de caramelo, “entre el referéndum y el control público”, con la mirada de Iberduero puesta en el PNV. Se hace eco asimismo de las preocupantes leyes que Madrid prepara y de la detención del abogado y teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián por EE Pedro Ruiz Balerdi, acusado de haber colaborado y cobrado por intermediar en el secuestro de Suñer. Le acusan de haber intervenido también como intermediario en los anteriores secuestros de los polimilis. Sábado Gráfico explica cómo se hacen millonarios gracias a ETA “Los abogados del diablo”. El País informa que la mediación de Ruiz Balerdi era conocida por el Gobierno español, que obtuvo su libertad amparándose en el secreto profesional y que ha dicho que el dinero que

se le ha incautado no es suyo. El atentado que el 7 de mayo tiene lugar en Madrid contra el teniente general Valenzuela, jefe del Cuarto Militar del Rey, es la confirmación de los temores anunciados. El teniente general Joaquín de Valenzuela resulta gravemente herido, su ayudante el teniente coronel Guillermo Tevar Saco, el suboficial de escolta Antonio Nogueira García y el soldado conductor Carlos Rodríguez Tabeada, muertos, y diez transeúntes heridos. Es el cuarto atentado desde el intento de golpe de Estado y ha tenido lugar en Madrid, 72 horas después de que el Grapo matara al general González de Suso. Para atentar contra el teniente general Valenzuela, los miembros del comando han dejado un paquete-bomba sobre el vehículo oficial. Poco después, medio centenar de personas grita “¡Ejército al poder, Tejero, libertad!” y “la policía, con Franco no moría”. El clima de tensión va creciendo a partir del mediodía, un grupo de manifestantes que permanecía junto a la salida del metro de Goya rompe a cantar, brazo en alto, el Cara al Sol y tacha de asesina a la democracia. Este clima lleva a la Guardia Civil de Almería a ver en tres jóvenes santanderinos que asisten a una primera comunión familiar un comando etarra. Los detienen, los torturan, los arrojan por un terraplén. Cuando la versión terrorista se hace insostenible, fuentes policiales ponen a rodar la de que puede tratarse de delincuentes comunes que han desoído la orden de detenerse. Pronto se hace insostenible también. Mediado mayo, un comité de expertos presidido por Eduardo García de Enterría entrega al Gobierno central y al PSOE un dictamen en el que se aconseja un cambio en el proceso autonómico. Gobierno y PSOE llegan a un acuerdo prácticamente completo sobre la viabilidad del informe García de Enterría, a fin de encauzar la construcción del Estado de las Autonomías. El acuerdo prevé respetar totalmente los estatutos ya vigentes y rechaza la negativa radical a las autonomías provinciales, con fórmulas para agregarlas a otras comunidades en caso de que fueran inviables. Comunistas y nacionalistas rechazan el documento. Echa a andar la que terminará siendo Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), eje fundamental de los pactos autonómicos suscritos por UCD y PSOE con el fin de reconducir el proceso autonómico sin necesidad de reformar el título VIII de la Constitución. Cuando se apruebe, las reglas de juego entre poder central y comunidades autónomas habrán cambiado de raíz. El 23-F se hace notar, los partidos mayoritarios han tomado nota. Un vehículo que custodia el traslado de dinamita para una cantera de Lemoa es alcanzado por una bomba colocada por ETA militar a un lado de la

carretera. Mueren dos guardias civiles y un tercero resulta herido. Se practican detenciones en la zona, entre ellas, Tomás Linaza, padre de un militante de ETA huido, y Juan José Camarero, prior de los Sacramentinos de Areatza-Villaro. Al ser puestos en libertad sin cargos denuncian haber sido torturados. Los atentados contra instalaciones de Iberduero se intensifican, así como las detenciones. Un policía nacional muerto y otros cuatro heridos es el balance del atentado perpetrado en San Sebastián contra una furgoneta policial mediante una carga explosiva accionada a distancia. Se habla de que se rompe así la tensa calma que en Euskadi ha durado tres semanas. El anterior atentado de ETA con efectos mortales ha tenido lugar el 14 de mayo en Lemoa. Siete días antes, en Madrid, se había producido el atentado contra el general Joaquín de Valenzuela. La democracia debe combatir el terrorismo con las armas propias de la democracia, es la conclusión central de las jornadas sobre terrorismo y democracia organizadas en Madrid por la Asociación Pro Derechos Humanos de España la primera semana de junio. Los participantes han estado de acuerdo en que los terroristas quieren acabar con la democracia, y han dejado en el aire la grave cuestión de si los poderes del Estado y las fuerzas de seguridad a sus órdenes no van a conseguir este mismo objetivo, si se empeñan en seguir utilizando instrumentos y medidas que violan aspectos esenciales de la Constitución. En referencia a las leyes especiales de los últimos tiempos, el catedrático Enrique Gimbernat ha sostenido que muchas de sus disposiciones violan tajantemente derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, que solo pueden ser suspendidos en estados de excepción regulados por la propia ley. La regulación de la libertad provisional por decreto-ley, concretamente el de protección de la seguridad ciudadana de 26 de enero de 1979, la prórroga hasta diez días del plazo máximo de detención de 72 horas, la posibilidad del secuestro gubernativo de publicaciones utilizando al ministerio fiscal y al juez, son algunos de los ejemplos de inconstitucionalidad propuestos por Gimbernat. La situación en Europa occidental, desde la perspectiva de la lucha policial contra el terrorismo, le lleva al inspector José Antonio Rodríguez a la conclusión de que Europa se acerca a un control policial que para sí hubieran querido los dirigentes del Tercer Reich. A la hora de hablar del papel de jueces y fiscales contra el terrorismo, el fiscal José Antonio Martín Pallín ha criticado las competencias crecientes de la Audiencia Nacional y ha defendido que se debería asumir el riesgo de juzgar a ETA en el propio País Vasco. José Luis López Aranguren se ha hecho eco de la incomodidad de los intelectuales ante una situación en la que la crítica del fenómeno terrorista puede interpretarse como un apoyo al aparato

del Estado y ha reivindicado para el intelectual el derecho de poder criticar al terrorismo y, a la vez, al Estado. Para el profesor Aranguren, la violencia de Estado es algo tan grave como el terrorismo de los terroristas y ha lamentado que no se conozca otra forma de luchar contra el terrorismo que cercenando la Constitución. Ha mostrado asimismo su escepticismo en la democratización de los poderes fácticos: “Sí, soy escéptico hasta de que pueda haber democracia interna en los partidos de izquierda, pedir que los militares y los obispos se vuelvan demócratas es algo difícilmente imaginable. Me conformaría con creer que van a acatar las normas”. Jesús de la Serna ha expuesto la delicada situación en la que se encuentra la prensa, como consecuencia de una ley que restablece el secuestro gubernativo de los medios informativos, y que puede utilizarse como arma de presión para silenciar la información sobre los hechos terroristas. Ha calificado de disparate la tesis, defendida en algunos medios periodísticos, de que es necesario silenciar los actos terroristas para evitar su contagio. No hay guerra en el Norte, ha dicho el abogado José Ramón Recalde, no hay dos violencias enfrentadas; ETA es como un equipo belicoso que está sustituyendo a la voluntad popular e intenta hacer creer a la gente que “estamos en una situación de guerra cuando la mayoría se niega a aceptar esa lógica”. Xabier Arzalluz dice en la revista Euzkadi que en los cuartelillos de Euskadi se tortura, y Marcelino Oreja monta en cólera. Muere en Zarautz a manos de ETAm la primera mujer agente de Policía. La inspectora María José García participa en un operativo antiterrorista junto a otros miembros de la Brigada Central de Información. Tienen localizada una vivienda en la urbanización Vista Alegre, donde supuestamente se esconde el comando Goiherri de ETA militar, dirigido por Mikel Goikoetxea. Establecen un dispositivo de vigilancia en torno al edificio, se disponen a entrar. Sobre la una de la madrugada, fuerzan la puerta de acceso al portal, unos suben en el ascensor hasta el sexto piso, otros se quedan en el portal. Entre estos, María José García. Los miembros del comando detectan el despliegue policial e inician la huida. La inspectora comienza a subir por la escalera y se topa en el primer piso con los militantes de ETA: le disparan, la dejan mortalmente herida, lanzan dos granadas, se entabla un tiroteo, huyen saltando desde el primer piso, al que han accedido tras reventar a tiros la cerradura. La inspectora era madrileña, hija de guardia civil, tenía 23 años. Graduada de la primera promoción de mujeres inspectoras del Cuerpo Superior de Policía. En los dos años de servicio ha tenido diez menciones de felicitación. El funcionario que ha dirigido la operación va a ser relevado a los días, “no se alcanzaron los niveles de coordinación deseables”,

dice una nota oficial; ha actuado con precipitación, no ha respetado el tiempo marcado por el comisario Manuel Ballesteros, que no había descartado dirigir personalmente la operación. Hasta su jubilación, una foto de la inspectora presidirá el despacho de Ballesteros: ha tomado como asunto personal la venganza de esta muerte. Mikel Goikoetxea terminará siendo una de las primeras víctimas del GAL. Iñaki Ibargutxi y José Manuel Martínez, dos jóvenes representantes de comercio vizcaino, mueren ametrallados en Tolosa el día de San Juan, y un tercero, hermano de José Manuel, resulta herido de gravedad. Al día siguiente, ETA militar se siente obligada a asegurar que no tienen nada que ver con ese atentado, porque todo apunta a un comando mili como autor del mismo. HB colabora con esta versión diciendo que debe ser obra de servicios parapoliciales para desprestigiar a ETA y, de paso, a la izquierda que apoya la alternativa KAS. Se reciben llamadas del BVE y la Triple A reivindicándolo. Juan Manuel Idoyaga escribe en Diario 16 que su paternidad se mantiene dentro de cierta confusión, al asegurar medios policiales que los autores pudieron ser miembros de un comando de ETA, que se equivocó confundiéndoles con policías. “En contra de este argumento –escribe–, los sectores nacionalistas de Tolosa no se explican cómo pudo ETA atacar a los presuntos policías, precisamente en el momento en que salían de un establecimiento cuyo propietario, Juan José Arruti, había estado involucrado en las actividades de la organización terrorista, comprometiendo así a los dueños del establecimiento”. Recuerda el periodista que también en el atentado de Alonsotegi sospechó la Policía de ETA, y fue luego asumido por el BVE. El PNV, partido al que estaba afiliado Ibargutxi, ha cerrado sus sedes y colocado a media asta la ikurriña, en señal de duelo. Martínez, por su parte, es un joven cercano al PC. Un vecino de Tolosa llama a la redacción de Egin y asegura que los miembros del comando han gritado Gora Euskadi Askatuta cuando huían. Otra persona llama para leer un comunicado en el que, en nombre de ETA, asegura que no tienen nada que ver “en el asesinato de ayer en Tolosa, en el que murieron dos jóvenes, a cuenta de los mercenarios pagados, que crean la confusión y el terror en Euskadi”. Pide asistencia masiva a los funerales, y reivindica para ETAm la autoría del atentado contra el coronel Luis de la Parra en Irun. El presidente del EBB, Xabier Arzalluz, dice que “no hay muertes justas o erróneas”, rechaza la actuación de los “locos armados” y denuncia las acciones terroristas “tanto cuando son correctamente calculadas como cuando provienen de errores en cuanto a las víctimas causadas”. En el funeral por Ibargutxi, celebrado en Miravalles, se percibe el malestar provocado

por la negativa de los concejales de HB de Tolosa a apoyar un comunicado de condena y la suspensión de las fiestas. Más de mil personas participan en Durango en el funeral por José Manuel Martínez Castaños, entre ellas, el presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana, los consejeros del Gobierno vasco Javier Caño y Pedro Etxenike, y representantes de los partidos políticos PNV, EE, PC y HB. El diputado Pedro Solabarria representa a HB. Finalizado el acto fúnebre, una parte de los presentes entona el Eusko Gudariak y se escucha luego un grito de Gora ETA militarra. Posteriormente, algunos se manifiestan por la villa entre gritos contra la Policía y los incontrolados. Viaja Leopoldo Calvo Sotelo a París, se entrevista con Mitterrand, que está estrenando su primera presidencia, y con el ministro Pierre Mauroy, y se vuelve esperanzado con el resultado de sus gestiones, aunque solo le hayan dicho que deben reflexionar serenamente antes de decidir sobre las extradiciones de presuntos etarras solicitadas por España. El Mitterrand candidato a jefe de estado ha prometido a los padres de Tomás Linaza, con Zizi Urtizberea de testigo que, bajo su mandato, su hijo no será extraditado a España. Calvo Sotelo parece convencido de que el Gobierno francés conoce bien la importancia del problema terrorista para España, para las relaciones hispano-francesas y para el propio prestigio internacional de Francia. De las seis horas de París, el presidente español no se ha traído resultados concretos. Periodistas que han seguido su desplazamiento creen observar, al menos, un diálogo más franco y “menos estirado” que el que mantuvieron Suárez y Giscard d’Estaing. El segundo gran tema en debate tras el de ETA, el bloqueo de las negociaciones para el ingreso de España en la CEE, tampoco ha obtenido resultados concretos. El jefe del Gobierno español dice haber hablado también de Latinoamérica, de Oriente Próximo y de la crisis del Sáhara, acerca de la cual el jefe de las relaciones exteriores galas ha puesto en valor que el rey de Marruecos acabara valientemente de aceptar un referéndum de autodeterminación, “lo que nos permite a todos felicitarnos”. La comitiva oficial española no ha ocultado su malestar por que el segundo secretario general del Elíseo haya recibido, veinticuatro horas antes de la llegada de Calvo Sotelo, a una delegación del Tribunal Internacional contra los Crímenes del Franquismo, contraria a la concesión de extradiciones por Francia y satisfecha con la actitud del Gobierno de París. Calvo Sotelo no ha querido comentarlo, por considerarlo anecdótico. El 5 de julio, ETAm ametralla un convoy de la Guardia Civil en Gaintzurizkieta (Oiartzun), y muere el agente Luis Miranda Blanco. Apenas ha abierto el establecimiento de venta de periódicos propiedad de su esposa, en el

barrio Zuazo de Barakaldo, da muerte este mismo día al teniente de Infantería Magín Fernández Ferrero. Cinco días más tarde, ETAm atenta mortalmente en Basauri contra el guardia civil retirado Joaquín Gorjón. El comando se da a la fuga hacia Bilbao en un vehículo robado que la Policía controla, hasta toparse con un control junto al Casco Viejo bilbaíno. Abandonan el auto, echan a correr hacia las Siete Calles, se entabla un largo e intenso tiroteo al que se han sumado dos guardias civiles de paisano que han observado la escena desde un coche camuflado. Dos viandantes resultan heridos en el intercambio de tiros, uno de ellos morirá horas después. Se especula con que también un componente del comando podría estar herido. La Policía se hace con una pistola que ha disparado nueve de sus quince balas. En las paredes de la zona quedan señales de más de cien impactos. Los gobernadores civiles de Vascongadas protestan airadamente por el informe que FOESSA (Fundación de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada, constituida en 1965 con el impulso de Caritas Española para conocer la realidad social) ha publicado en lo que a Euskadi hace referencia. Dice FOESSA que la independencia es algo querido por la mitad de la población; que el sentimiento nacional vasco es, además de intenso, amplio. Muestra que Euskadi es un problema de Estado. Los autores, profesionales nada sospechosos, se han visto obligados a explicar que los datos corresponden a una encuesta realizada en 1979, cuando el pasado estaba más presente, cuando las instituciones vascas no habían iniciado su camino. El informe ha reflejado que son muchos los que en Euskadi tenían en esa fecha por patriotas idealistas a los terroristas de ETA, lo cual no quiere decir –matizan ahora los padres del mismo– que aprueben sus acciones. Un contrainforme ve la luz rápidamente a través del CIS. El apoyo a la independencia desciende, según los datos de una nueva encuesta sobre la autonomía y el independentismo en el País Vasco, que contradice los datos del informe FOESSA. En esta encuesta se señala que los partidarios del independentismo son, en 1981, solo un 12%. Los datos del CIS indican la evolución de independentismo en el País Vasco en los últimos años: en 1976, un 12%, en 1979, un 26%, en 1980, un 18 %, y en 1981, un 12%. Según el informe FOESSA, en 1979 los independentistas eran un 36%. Antes de terminar julio, se conoce que se ha producido un relevo de tropas en la frontera navarro-francesa, que los tres batallones del Ejército en misión de impermeabilización han sido relevados por nuevas tropas. Se produce un traslado masivo de 119 presos de ETAm y CAA desde la prisión de Carabanchel a la de Puerto de Santa María. ETAm da muerte a Félix Galíndez en Amurrio. En agosto, los comandos de ETA callan y la calle se moviliza a favor de los

presos, contra los traslados, contra las torturas, contra los juicios de extradición y las asignaciones de residencia: contra la central nuclear que se sigue construyendo en Lemoiz. Continúan y se intensifican los sabotajes contra instalaciones de Iberduero, propietaria de la central. El 12 de septiembre, ETA reanuda las emboscadas contra guardias civiles, en Usurbil. Dos agentes resultan heridos. El 25 detienen en Madrid a Juan Antonio Madariaga Erezuma, del que fuentes policiales dicen que es miembro liberado de ETA militar, adscrito al aparato de información e infraestructura. Vivía en el número 57 de la calle de la Madera, en compañía de una joven, cuyo paradero se desconoce, pero que se sabe que se trata de María Belén González Peñalba. Estima la Policía que se dedicaba exclusivamente a recopilar información, que posteriormente trasladaba a la dirección de ETAm. Dice la Policía que el detenido está facilitando poca información, porque los comandos en esta misión no tienen relación directa con los comandos legales e ilegales, que son los encargados de ejecutar las acciones, a cuyos componentes, generalmente, no conocen. No obstante pronto afirman que Madariaga ha confesado en los interrogatorios haber recibido la orden, una semana atrás, de dar prioridad a la búsqueda de información sobre jefes policiales y, a ser posible, de algunos de los implicados en el “caso Arregui”, el de Joxe Arregi, muerto por torturas policiales. La Policía de Santander atribuye a ETA militar el sabotaje contra el destructor de la Marina de Guerra Marqués de la Ensenada que ha tenido lugar el 2 de octubre, mediante una bomba adosada por submarinistas a una parte del casco próxima a las calderas. La explosión no ha causado víctimas, aunque una mayor precisión en su colocación podría haber originado una de las mayores tragedias hasta ahora conocidas, ya que el barco llevaba en sus bodegas millares de obuses y seiscientas toneladas de combustible. El destructor Vicente Yáñez Pinzón es traído con urgencia para sustituirlo en la misión de vigilancia e impermeabilización de la costa cantábrica en la lucha antiterrorista encomendada a las Fuerzas Armadas. El ministro de Defensa, Alberto Oliart, reconoce que “ETA ha conseguido colocarnos un explosivo en el muelle, y posiblemente lo hizo antes del atraque del barco. Y de esto hemos sacado una experiencia que será valiosa en esta lucha, larga y dura, contra el terrorismo, lucha que vamos a seguir llevando con toda decisión”. Le preguntan al ministro si cree que este atentado guarda relación con la entrada de España en la OTAN, y responde: “Creo que sí”. A la pregunta de si la entrada de España en la Alianza Atlántica frenaría la ofensiva de ETA, responde: “A medio plazo, sí. Y a largo plazo, más”. ETAm asume pronto la responsabilidad del atentado contra el destructor. “Si

quieren pararnos, tendrán que venir con las armas en la mano, como en 1936”, ha dicho Xabier Arzalluz el señalado Día español de la Raza y el Pilar en la inauguración de un batzoki, y a “las principales fuerzas políticas de implantación nacional”, que dice Abc, les parecen explosivas, intolerables. Felipe González, secretario general del PSOE, se da prisa en responder que le parece imposible que un responsable político se atreva a decir una cosa así. Al ministro Rodolfo Martín Villa le resulta insólito y peligroso que se hable con el lenguaje de las armas, porque “hablar de las armas recordando la guerra civil me parece desestabilizador”. Guillermo Kirkpatrick, dirigente de la AP de Fraga, insta al Gobierno a que remita esas declaraciones al ministerio fiscal. En el origen de las palabras de Arzalluz están los recortes autonómicos derivados de la LOAPA, pensada especialmente, a su entender, contra el pueblo vasco y el catalán. La Guardia Civil intercepta el 21 de octubre en la autopista Bilbao-Behobia, a la altura de Pasaia, un vehículo en el que viajan tres militantes vascos. Dos de ellos, Andrés Izagirre, Gogor, y José Jauregi, mueren ametrallados y rematados cuando intentaban huir. La Policía presenta a Izagirre como uno de los máximos dirigentes de ETA, autor de numerosos atentados, jefe del comando Madrid, entrenado en un campo del Frente Popular de Liberación de Palestina en Yemen del Sur. Su cabeza ha estado valorada en cinco millones de pesetas. También a Jauregi se le atribuyen responsabilidades directas en diversos atentados mortales. La manera como han sido muertos tiene visos de ejecución. La versión oficial dice que intentaron huir a pie, que hicieron caso omiso a las órdenes de alto, que los guardias civiles dispararon a las piernas de los fugitivos, que Jauregi disparó mientras huía e Izagirre se volvió y lo hizo desde el suelo en el que había caído herido. El fiscal entiende que los agentes actuaron en el cumplimiento de su deber y en ejercicio legítimo de su derecho. La distancia desde la que los guardias civiles disparan, el número de impactos y su trayectoria, los orificios de entrada y salida, además del llamamiento a seguir disparando más allá de toda lógica y necesidad, como ha escuchado y relatado el único detenido sobreviviente y como se desprende de algunas de las declaraciones de los propios guardias civiles, le llevan al abogado Miguel Castells a pedir la apertura de investigaciones y en su caso procesamiento, por si se han dado extralimitaciones en el uso de las armas. Castells argumenta que la pena de muerte está abolida en el Estado español y que sentencias recientes recuerdan cómo deben actuar en estos casos las fuerzas policiales, lo que en este no parece haberse observado. Bajo el lema de “Estatuto sí, pero todo el Estatuto”, el Gobierno que preside

Garaikoetxea y los partidos PNV, EE y EPK convocan a una manifestación en Bilbao contra la LOAPA. Reúne a decenas de miles de personas: la más importante de los últimos tiempos, según el lehendakari. A los socialistas la convocatoria les parece inoportuna y desestabilizadora, un error que contribuye a aumentar la tensión, no solo entre los Gobiernos vasco y central, sino en el seno de la sociedad vasca. A su juicio, la LOAPA no atenta contra el pueblo vasco, solo afecta a las particulares ideas del PNV. El 29 de octubre, el Pleno del Congreso aprueba por 186 votos a favor y 146 en contra el proceso de adhesión de España en la OTAN, una incorporación que el PNV aprueba “desde una visión de Estado”. La líder feminista Jimena Alonso Matthias, sus hijas Bibiana y Alda Chalmela, y otros conocidos izquierdistas madrileños, ingresan en prisión, acusados de haber colaborado con el comando Madrid de ETA. Juan Antonio Madariaga, cuya detención está en el origen de estas, denuncia haber sido torturado. El último día del mes la Policía filtra que ETA militar había recopilado detallada información sobre Beltrán Osorio y Diez de Rivera, duque de Alburquerque y jefe de la Casa de don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I, según se desprende de la autocrítica –como autocrítica lo presentan los medios de comunicación– destinada a la dirección de la organización hecha por Madariaga en prisión e interceptada en un registro. En ella, da cuenta a la dirección de lo que ha declarado y ocultado a la Policía y al juez. Un dato sobre el seguro de su automóvil ha posibilitado, según explicación policial, descubrir la colaboración de Jimena Alonso con ETA. En su autocrítica, de la que El País dispone de una trascripción policial, se puede leer: “Como no solucionemos de alguna forma lo del seguro sigo pensando que corre peligro nuestra amiga de aquí”. Siempre de acuerdo a la versión en la que el diario se apoya, Madariaga ha escrito: “Esta es la historia de mi vida como informador y todo lo que se relaciona con ello y que veo de interés que conozcáis y que lo analicéis y que, si veis en ello algo de criticable, me lo digáis porque lo veo necesario. Seguro que si de nuevo vuelvo a caer actuaría de distinta forma, pero estas cosas no se repiten, y lo hecho, hecho está. Me han dicho que Carmen [González Peñalba] ya está bien, es de lo que más me alegro. Decidle que siempre me acordaré de ella como la mejor compañera que he tenido y que creo que ahora empezaré a valorarla en todo su valor”. Su detención la relata de la siguiente manera: “A las 9.10 [25 de septiembre] me encuentro en la calle de Hermanos Gárate, donde vigilamos a Margarida [comisario Andrés Gómez Margarida]. Cerca había un coche raro con dos tíos con mariconera. Era raro. Les copio la matrícula y voy

hacia donde vivía Siro [magistrado de la Audiencia Nacional Francisco Siro García, el que encarceló a Telesforo Monzón en Gasteiz], porque teníamos intuición que podría vivir allí algún otro juez nuevo. Bajo por la calle donde está el hotel Meliá y cojo la calle de General Yagüe, para ir al lugar de la cita. Al pasar por delante del edificio donde vivían los jueces y el fiscal me cruzo con dos tíos jóvenes. Nos cruzamos nuestras miradas, me imagino que son txakurras [policías], en un primer momento no les doy importancia, porque voy bien vestido. Además llevaba El Alcázar. Cojo por la calle de Orense y veo que, a unos treinta metros, baja Carmen de un taxi. Estoy a punto de echar a correr para alcanzarla. Me acuerdo de los dos tíos, y lo que hago es cruzar de acera y aprovecho ese momento para ver si nos siguen. Cuando cruzo me doy cuenta que están detrás mío. Pienso qué hacer y decido que ellos den el primer paso. Me para uno de ellos y me dice que es papela [verificación de documentación] y que les acompañe. Decido echar a correr para llamar la atención de Carmen. Me resbalo, caigo. Ellos piden ayuda a la Policía Militar, ya que no tienen grilletes. Primero me meten en un Avia de la Policía Militar, y allí me pillan las piernas, vienen coches, en fin, un alboroto. Pienso que Carmen se ha tenido que enterar y ya me llevan a la DGS”. Rompiendo normas y hábitos anteriores, el Ministerio de Interior está interesado en que el escrito de Madariaga sea públicamente conocido. La autocrítica, el informe a la dirección, explica que los dos policías que le detuvieron son de la Brigada Central de Información y que seguramente estaban allí vigilando la casa del fiscal. También, que en los primeros interrogatorios da pistas falsas para que su compañera tenga tiempo de encontrar refugio. Le han trasladado a su domicilio para ponerle como cebo. Les despista afirmando que entre ambos hablan en euskera, con objeto de que si se producía la llamada telefónica de María Belén, que no se produjo, esta capte rápidamente la situación. La Policía trae un intérprete. El detenido lo cuenta así: “Cuando me llevaron a casa por lo del teléfono iba encapuchado. El pasamontañas tenía dos dobleces. En un momento solo quedó una doblez y, por lo que pude distinguir, el traductor era de edad de 55 a 65 años; 1,72 de estatura, pelo creo que blanco o por lo menos canas; vestido con chaqueta sport; voz suave, educada, sin ninguna entonación euskaldun. Debería conocer el euskera batua y sus dialectos. La policía le trataba con mucha deferencia. Su trabajo no estaba dentro de la policía como fijo, porque en un momento dijo que tenía que llamar a la familia para decirle dónde estaba. Conclusión: se debe tratar de un profesor de lingüística o lo que sea, y creo que también debe de alternar por el centro vasco de aquí”. El

preso precisa que no ha facilitado los nombres de sus colaboradores, “ni sobre nuestra amiga ni el libertario de la fuga, ni mis amigos que me ayudaban”. Y añade que “conté informaciones que bien se encontraban en el archivo ya realizado, otras inventadas, y otras que habíamos hecho, pero que no tenían vigencia. Esto último fue para dar un aire de veracidad a lo que decía. Igual esto supone más pena, pero creí conveniente, no sé si me habré equivocado”. Cita los nombres de algunas de las personas que se encontraban en la lista que le intervino la policía en su domicilio. Además del duque de Albuquerque y del magistrado Siro García, escribe los nombres del juez Ricardo Barón Cobos, el magistrado José Hijas Palacios, el exvicepresidente del Gobierno Fernando Abril Martorell y el policía Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, entre otros. Se refiere también a conocidos y amigos: Pello El Viejo, Gogor y Txema, a José e Itziar de EE, a Manolo de EMK, a Julián del Cura, a Jacinto de Santurtzi, a Kepa Navascués. A Josu Muguruza. El 19 de noviembre desactivan 50 kilos de goma-2 en la macro casa-cuartel que la Guardia Civil está habilitando en pleno núcleo urbano de Algorta (Getxo), destinada a albergar a un centenar de agentes y sus familias. Los explosivos estaban dispuestos para ser activados a distancia el día de su inauguración, prevista para los próximos meses. Con la noticia de la desactivación se hacen públicas las detenciones de nueve personas. A tres de ellos se les atribuye una lista larga de atentados, algunos, mortales. Responsabiliza la nota policial de la colocación de los explosivos a Antonio García del Molino e Ignacio Apilañez Olalde, en concomitancia con el director de la construcción de los edificios, Miguel Francisco Solaun Angulo. A este tipo de inauguraciones suelen asistir destacados representantes de la Administración y de los Cuerpos de la Seguridad del Estado, entre estas podrían haberse encontrado el propio ministro del Interior, Juan José Rosón, y el director general de la Guardia Civil, teniente general Aramburu. Los cincuenta kilos de goma-2 estaban depositados cerca de la cafetería, camuflados entre el yeso. La localización del artefacto ha sido posible por las informaciones que Miguel Francisco (Mikel) Solaun, espantado por la matanza que se podría ocasionar, ha proporcionado a la Policía. A no mucho tardar, le va a costar la vida. En estos días, Gregorio Morán escribe en el nº 8 de la revista Euzkadi: “Si había alguna zona en el Estado español que necesitara una ruptura, esta era Euzkadi. Creo que si hay un sector muy importante que no acepta la transición y la democracia negociada es porque se había peleado por otra cosa. Se había luchado por una ruptura que en su día no se produjo. Pienso que el problema de ETA militar, el problema del radicalismo

nacionalista, es político. No es un problema de represión. Así lo han dicho, incluso ilustres personajes del gobierno español, cuando no formaban parte de él. Es preciso adaptar la legalidad a la realidad y no al revés. Yo creo que hay que estudiar el fenómeno de ETA en el entorno de esa realidad, integrándola en ella”. El comisario Manuel Ballesteros, jefe del Mando Único Antiterrorista, está optimista y satisfecho con la ofensiva total contra ETA, cree haber doblado el ecuador en esta guerra de desgaste tremenda. Le han preguntado en la SER el riesgo de atentados contra militares y ha respondido con evasivas. Las razones para su optimismo: mayor colaboración ciudadana, condena generalizada de la opinión pública, de los medios de difusión. Prudente, demócrata, dice que no se puede hablar nunca de que se está terminando con el terrorismo, que esta lucha contra el terrorismo no es solo de la Policía, sino de toda la sociedad, puesto que el terrorismo va a destruir los cimientos de la sociedad civilizada, de la sociedad democrática. Lo que pasa, dice, es que la Policía está en la vanguardia de esa lucha, y necesitan estar arropados. Manuel Ballesteros no duda de que si ETA no tuviera el sustento del territorio donde planear su actuación, perdería mucha efectividad, y si ETA tuviera su cabeza, su cerebro, su comité ejecutivo, en el interior de España, en seis meses terminarían con ella: “porque creemos que llevamos razón, porque creemos que el pueblo español está con nosotros y, honradamente, porque creo que somos mejores que los etarras”. Sabe que ETA político-militar está en una fase de alto el fuego, pero eso no quiere decir que haya renunciado a la lucha armada. Mantiene su estructura y su organización y aplaza el reinicio de la lucha armada para un momento que ella estime oportuno. A la pregunta de quién financia ETA, dice que no tiene tanto armamento, que los bazookas los ha utilizado muy accidentalmente, que son unos modelos de la Segunda Guerra Mundial, que le basta para hacerse con ese armamento con los ingresos propios, obtenidos mediante secuestros, atracos, impuesto revolucionario. Tal vez haya otro tipo de financiación, pero no tienen pruebas. Sí las tienen sobre el entrenamiento de sus comandos en Argelia, en Libia, en el Líbano, en Yemen del Sur, “incluso en Nicaragua y en El Salvador ha habido entrenamientos”. Las declaraciones del comisario se cruzan con las de uno de los jefes de la Policía autónoma vasca a Punto y Hora. El capitán del Ejército del Aire Ignacio Urruticoechea Altuna ha dicho que “de estar allí –en el País Vasco– seguro que hubiera acabado igual que ellos”, en ETA. Es del pueblo de Argala y le ha conocido de niño. Le parece que ETA defiende algo legítimo. Confirma lo esencial de sus declaraciones en una entrevista posterior en El Correo Español-

El Pueblo Vasco. “Es raro que un militar hable, opine, se defina, y yo opino como una persona normal. A veces, no hacer declaraciones es por miedo. A mí se me ha quitado el miedo, y hago las declaraciones que me da la gana y quiero”. Dice también que no estima que sus declaraciones tengan “ninguna implicación, porque vivimos en democracia. Cualquier militar puede hacer las declaraciones que quiera, siempre que no afecte a cargos de su destino. Es un error creer que los militares son de derechas. Cada persona puede tener la ideología que quiera. Hay militares de derechas y de izquierdas, de la misma manera que hay militares que son hijos de generales y de obreros”. No se le oculta que la siguiente entrevista se la tengan que hacer “en un castillo de El Ferrol [prisión militar]. No espero ninguna represalia. En todo caso dos o tres meses de castillo y a ver a Tejero. No espero represalias, y si vienen, bienvenidas sean”. A preguntas del diario, el capitán reconoce que padeció una depresión nerviosa en 1980, llegando a tomar un avión de la base aérea, que estuvo veinte días de vacaciones y que ya está recuperado y dispuesto a hablar con todo el que quiera. Se ratifica en lo dicho a Punto y Hora respecto a la posibilidad de que hubiera acabado en ETA: “Cuando tenía diecisiete años me fui a estudiar para militar, pero si hubiera seguido en Arrigorriaga el ambiente que me rodeaba me hubiera inducido a meterme en ETA”. El Ministerio de Defensa saca presto una nota: “El capitán Urruticoechea está en revisión psiquiátrica”.

RESISTIR ES VENCER, LA NUEVA CONSIGNA En la Pascua Militar de 1977, Juan Carlos I había dicho a los jefes de su tropa que “en ocasiones, resulta especialmente duro el ejercicio de la lealtad, pero es entonces cuando adquiere su grandeza y constituye el complemento insustituible del espíritu de disciplina”. En 1978, que “hay que evitar la politización de las Fuerzas Armadas”. En 1979, a los pocos días del atentado contra el gobernador militar de Madrid, en cuyo entierro se habían producido graves incidentes, les recordó que “el espectáculo de una indisciplina, de una actitud irrespetuosa, es francamente bochornoso”. En 1980 les animó a “que nadie os excite a protagonismos inoportunos”. En 1981 les pidió “unidad, entrega y respeto a las normas constitucionales”. En la Pascua Militar de 1982, no ha escondido su dolor por la propaganda “insidiosa y mendaz” que ha tratado de involucrar a la Corona en el golpe de Estado frustrado. El discurso de esta Pascua ha sido leído con especial interés por una prensa que, a riesgo de parecer obsequiosa, manifiesta que ha sido a un tiempo, inteligente, conciliador y enérgico. En estos días de enero, ETA militar escribe en Zuzen [publicación oficial interna] que no creen que el Ejército y la Oligarquía españoles sean capaces de mantener una situación estable en el Estado con un “frente de guerra” en el norte permanentemente abierto. Cree equivocadamente ETAm que buscarán una salida a esta realidad y que esa salida, en el caso de Euskadi, se va a concretar en la consecución de la alternativa KAS. Lo que toca ahora, a su entender, se concreta en resistir y organizarse, porque “resistir es vencer”. Es un convencimiento sólido y viejo en los milis que la lucha armada es lo único inasimilable por los reformistas. Ha explicado lúcidamente Francisco Letamendia en Viento del Sur que los esquemas de negociación bilateral con el Estado, basados en la convicción de ETA de representar a todo el pueblo vasco frente al Gobierno español, irreales desde 1977 pues ignoran el papel central que el nacionalismo tradicional juega ya en la vida política vasca, “se enfrentarán en los años 80 al hecho de que aquel está alineando ya sus actitudes con el Estado español en nombre del triple imaginario liberal y socialdemócrata del humanismo, el pacifismo y el pluralismo para combatir a ETA”. El 5 de enero, ETA militar ha secuestrado al empresario de origen alemán José Lipperheide, en su casa de la Avanzada, entre Neguri y Leioa, lindante por la parte de atrás con el chalet en el que vivió Javier Ybarra Bergé. Todos los partidos vascos, a excepción de HB y EE, lo condenan y exigen su inmediata

liberación. Para la dirección del PNV en Bizkaia la fecha del secuestro no es casual, porque coincide con la celebración de la Pascua Militar y se entiende como una provocación. Lipperheide va a estar cerca de un mes secuestrado y será liberado tras el pago de un rescate. “A nadie debe caberle la menor duda de que si las condiciones exigidas no hubieran sido satisfechas, o si las interferencias policiales y políticas hubieran llegado a poner en peligro la integridad de la operación, el industrial hubiera sido ejecutado”, afirma en un comunicado ETAm, al tiempo que asegura que todos los requisitos exigidos han sido satisfechos, que ese favorable desenlace ha sido logrado a pesar de los esfuerzos policiales y de ciertos grupos políticos reformistas empeñados en enturbiar el asunto, al acecho para “capitalizar una posible ejecución del señor Lipperheide”. ETApm realiza en la persona del padre del cantante Julio Iglesias un rocambolesco secuestro, que acaba con su liberación por parte de la Policía. Al reivindicarlo ha querido precisar que no debe entenderse como ruptura de la tregua que “veníamos manteniendo desde el 27 de febrero del año pasado”, casi un año. Sencillamente ocurre que a sus comandos les hace falta dinero. Además de los secuestros de explicación política, ETA político-militar ha estado detrás de los raptos de Serra Santamans, Pedro Abréu y Luis Suñer, en los que el móvil es económico, de “abastecimiento” en su jerga. Se conoce el 20 de enero que han desaparecido 540 revólveres fabricados por Astra en Gernika y montados en Baiona con destino a Bélgica. Van en un contenedor de ferrocarril y no han llegado a su destino en Courtrai. Inicialmente se dice que los han debido robar en Baiona, pero luego se opta por explicarlo como una sustracción realizada en Lille por colaboradores de ETA, por encargo del IRA irlandés. Los autores del robo han tenido que disponer de datos muy exactos, ya que estos transportes de armas solo se efectúan una vez al mes, en fechas diferentes, y con gran discreción, explica la Policía francesa. Antes de que finalice enero, la Guardia Civil desactiva un artefacto cerca de Bolíbar, tras recibirse una llamada en Egin alertando del riesgo que corren los obreros que trabajan cerca reparando la carretera. Terminando febrero se conoce una nueva escisión en ETA político-militar. Los que en adelante van a ser conocidos como polimilis VIII Asamblea anuncian en una rueda de prensa su regreso a la actividad armada. Coincidiendo con esta declaración, se hace pública la detención de siete presuntos integrantes del conocido como comando electrónico de ETApm. Al que se tiene como responsable del grupo está a buen recaudo en Iparralde. Están especializados en el montaje de medios electrónicos para llevar a cabo interferencias en las

emisiones de radio y televisión, escuchas de las redes de transmisión de las Fuerzas de Seguridad y del Ejército, y fabricación de temporizadores y mandos a distancia para realizar atentados con explosivos. Una nota del MULA (Mando Único para la Lucha Antiterrorista) informa que se ha efectuado un registro en el domicilio del parlamentario de EE en Gasteiz Francisco Javier Olaverri Zazpe y han encontrado un scanner para la escucha de las emisiones de las FSA, semejantes a los anteriormente hallados en poder de los detenidos, además de propaganda clandestina y boletines internos de ETA. Se le instruyen diligencias y queda en libertad, tras acreditar su condición de aforado. Xavier Mingorría escribe en Ya que el comando electrónico formaba parte del estado mayor de ETApm y refleja el “grado de madurez” de la organización. Un alto mando antiterrorista asegura que los polimilis se están preparando para una guerra larga. El grupo capturado lleva cuatro años investigando, son unos técnicos muy cualificados en la fabricación de aparatos detonadores y radiotransmisores. Después del alto el fuego decretado por ETApm el 27 de febrero de 1981, la dirección les ha encargado la fabricación de temporizadores que permitan preparar explosiones con más de un mes de antelación. Esto parece ser que lo han conseguido –escribe Mingorría–, en cambio no han podido con un proyecto que consistía en la manipulación de un reloj digital de cuarzo, para convertirlo en un temporizador capaz de ser accionado con un año de antelación. El 27 de febrero de 1982, Mario Onaindia asegura que “ETA no es un Ejército de nada, a no ser de la señorita Pepis”. El consejero de Interior del Gobierno Garaikoetxea, Luis María Retolaza, dice que el Gobierno vasco sabe que en las comisarías se tortura, pero “no tenemos ninguna competencia en esa materia”. Entre los testimonios que maneja para asegurarlo falta aún el de la hermana de su esposa, el de Ana Ereño, a la que van a detener el 28 de abril en Donostia, llegará a Madrid en un “estado lamentable”, y tras diez días incomunicada entrará en la cárcel de Yeserías en un estado más lamentable todavía. Manuel Ballesteros se hace el indignado, no entiende cómo un consejero del Gobierno vasco “puede caer en la bellaquería de asumir los planteamientos de ETA y sus corifeos”. El Gobierno español no va a pasar por esta causa los apuros del Gobierno italiano, donde denuncias de torturas de militantes de las Brigadas Rojas han llevado por dos veces al Parlamento al ministro del Interior a dar explicaciones, donde los jueces del Proceso de Verona que se ocupan de la causa han declarado nulas las declaraciones de los detenidos ante la Policía. El director del MULC, antes MULA, hace balance de un año del departamento que dirige. Ve al terrorismo de extrema derecha desarticulado, ve

en ETA militar, “que está acorralada”, el único peligro en el terrorismo de extrema izquierda. Explica el comisario Ballesteros que ETAm se ha llevado un golpe durísimo y está en cuadro, y sus comandos de información, apoyo e infraestructura han sido prácticamente desarticulados, como lo demuestra que, públicamente, haya pedido información al pueblo vasco, “y eso ETA no lo hubiera hecho nunca”. Reconoce que EE ha abandonado el apoyo a ETApm, pero HB sigue apoyando a ETA militar, “lo digo y lo mantengo; la diferencia está en que unos llevan armas y otros no”. Se muestra contrario a la asistencia letrada a los detenidos por terrorismo, porque los que les defienden, dice, están en la mayoría de los casos en el mundo de la organización terrorista. Sobre los malos tratos explica que es táctica habitual denunciar torturas para desprestigiar a quienes les combaten, aunque reconoce que puede haber habido algún caso y para eso está la Justicia. A Manuel Ballesteros no se le oculta que el terrorismo quiere provocar una catástrofe “para que haya un golpe militar”, pero el Cuerpo de Policía no enjuicia el sistema político, asegura, sino que defiende la legislación vigente, como lo prueba que lo estén haciendo con su sangre. El semanario Cambio 16, como antes el diario Abc, cree saber que los “duros de ETA viven en Francia, pero asesinan en España”. No duda en afirmar que el ministro del Interior, Juan José Rosón, se dejaría cortar gustosamente una mano por cazarles y enjaularles. Y aún así se quedaría corto, porque los milis son de armas tomar. Donde ponen el ojo, ponen la bala. Y no solo no fallan, sino que cuando planifican una escalada terrorista en toda regla, colocan a España entera con el corazón en un puño. No trata Cambio 16 de hacer apología de los miembros de ETA, pero pareciera. Sigue su relato con la descripción de los dirigentes etarras: todos juntos no pasan de treinta personas, tienen una edad media de 31 años y para ellos la democracia no cuenta. En octubre de 1977, el Gobierno les concedió la amnistía, los puso en libertad, pero han vuelto a las andadas. Se completa el relato de la revista con el resumen de secuestros y asesinatos que han acumulado sobre sus espaldas en los tres últimos años: 254 personas han sido abatidas por sus metralletas desde que se implantó la democracia en España; otras 83 han sido secuestradas y 342 instalaciones militares y civiles han saltado por los aires con la goma-2 manejada por los comandos de ETA. Lo más preocupante, según todas las fuentes, es que si ETA militar no hubiera existido, no habría habido tampoco 23 de febrero, ni tenientes coroneles de la Guardia Civil que “intentaran arrastrarnos al oscuro túnel de la dictadura. Sin ETA, España sería un paraíso”. Termina marzo de 1982, cuando el exitoso Cambio 16 de Juan Tomás de Salas publica esto.

Esta vez es ETAm la que atenta con lanzagranadas contra el fortín de Intxaurrondo. En este y otros atentados, parece observarse una transferencia de tecnología acompañando a militantes que han abandonado a los polimilis y se han hecho milis. Al reivindicarlo el 14 de abril, concede un mes de plazo para desalojar cuarteles y comisarías. Dos días más tarde, ataca un autobús de oficiales del Ejército en Barcelona y al día siguiente una tanqueta en Iruñea. No se libran de los ataques ni el conflictivo cuartel de Algorta ni el histórico de La Salve, por donde han desfilado miles de detenidos vascos. ETAm anuncia que estos enclaves serán considerados objetivos militares de primer orden. El 18 de abril ETA militar consuma una operación compleja contra las instalaciones de la central telefónica de Río Rosas en Madrid. Conoce su gran importancia, y coloca las cargas explosivas, 170 kilos de goma-2, en puntos sensibles, pero sin provocar víctimas. Telefónica valora los daños en 3.492 millones de pesetas. La estructura ha quedado seriamente dañada. En realidad, son imposibles de contabilizar las pérdidas reales. Diez compañías de seguros anuncian su cobertura. ETAm se apresura a reivindicar estos atentados, que todos califican de escalada con la pretensión de forzar una negociación, para la que Herri Batasuna se ofrece como mediadora, y si el Gobierno español se niega, anuncia que acudirá a la mediación de instancias internacionales. La ofensiva ha dado inicio el miércoles 15 con el ataque al acuartelamiento de la Guardia Civil en Intxaurrondo, ataque en el que por primera vez ETAm ha utilizado lanzagranadas y armas automáticas de largo alcance; le han seguido, el 16, con lanzamiento de una granada antitanque contra un microbús ocupado por militares; el 18, con ataques contra una tanqueta en Pamplona, contra una patrulla de la Guardia Civil que custodia el cuartel de Algorta y contra la comandancia de La Salve, en Bilbao; el 20, domingo, es cuando ha tenido lugar la voladura de la central telefónica de Ríos Rosas, en Madrid, y esa misma medianoche ETAm ha atacado el cuartel de Eibar. El delegado del Gobierno español en el País Vasco, Marcelino Oreja, propone ante la asamblea de cargos públicos de UCD, celebrada en Vitoria, el relevo de los miembros de HB que ostentan cargos en las instituciones, por “sus permanentes pretensiones de justificación o, en todo caso, silencios ante las acciones de ETA”. Efectúa esta propuesta por considerar insuficientes las acciones emprendidas hasta el momento por parte de las instituciones y fuerzas políticas vascas más representativas. El plan se basa en una campaña de mentalización dirigida al ciudadano, para la que los medios de comunicación deben prestar una amplia colaboración. Propone el establecimiento de un

calendario en el que se delimiten un conjunto de acciones localizadas geográfica y temporalmente. Resalta el protagonismo de las instituciones en la ejecución del plan, especialmente por parte del Gobierno vasco, pide el pleno apoyo a las Fuerzas de Seguridad y a las gestiones diplomáticas ante el Gobierno francés para lograr una mayor colaboración en la lucha antiterrorista, propone una acción específica contra el impuesto revolucionario y rechaza rotundamente la negociación con ETA. Marcelino Oreja defiende que aislar el terrorismo significa cortar puentes, nexos de unión con el entramado social que lo cobija. Dentro de este plan, se ha reunido discretamente con directores de diarios de la Comunidad Autónoma Vasca y les ha anunciado el cierre de Egin. Antonio Barrena, director de El Correo Español-El Pueblo Vasco, le hace desistir de esa temeraria idea, haciéndole ver que toda la Policía y Guardia Civil no sería suficiente para proteger la distribución de sus periódicos. Así se lo hace saber luego Barrena al director de Egin, ante el que reconoce que, más que la defensa de la libertad de información, es el pragmatismo el que ha guiado su respuesta. ETA militar da muerte el 5 de mayo a Angel Pascual Mújica, director del proyecto de la central nuclear de Lemoiz que ha sustituido a José María Ryan. Dos jóvenes ametrallan en Begoña, no lejos de su domicilio, el coche en el que viaja junto a un hijo de 18 años, sin que sus dos vehículos de escolta, que le siguen, puedan evitarlo. Los técnicos se han reincorporado al trabajo diez días antes, una vez que los Gobiernos central y vasco han firmado el acuerdo de creación del Ente Vasco de la Energía. El lehendakari entiende que el Gobierno que preside debe recoger el guante de este desafío, y Xabier Arzalluz, presidente del PNV, declara que “o ETA entra en razón o no habrá más remedio que erradicarles”, al tiempo que insiste en la conveniencia de un referéndum sobre la central al que Madrid se opone. El político socialista Ricardo García Damborenea está seguro de que el PNV podría acabar con ETA en 24 horas, si quisiera. La lucha contra Iberduero sigue costando vidas de militantes de ETA: José Javier Alemán y José Valencia fallecen al estallarles la bomba que portan para ser colocada en una torreta eléctrica. El 1 de junio, el diario francés Sud Ouest publica declaraciones de Garaikoetxea en las que reconoce a ETA como un movimiento nacional de resistencia y manifiesta su convicción moral de que se tortura en las comisarías. El ministro Rosón dice haberlas remitido al Fiscal. ETApm VIII secuestra a un dentista en Bilbao, que deja en libertad tras cobrar el rescate. ETAm da muerte a un coronel retirado en Deusto-San Ignacio y, también en Deusto, arroja granadas de mano contra una garita de la Guardia Civil. Unos días más tarde mata a un supuesto confidente en Santurtzi, arroja artefactos

contra entidades de Iberduero en varios puntos a la vez, explosiona una bomba en Trabakua al paso de un convoy de la Guardia Civil. Proliferan las detenciones de colaboradores de ETA, se denuncian torturas, se reprimen las manifestaciones. Txiki Benegas afirma que un Gobierno socialista puede encauzar el problema vasco. El Instituto de Cuestiones Internacionales organiza en Madrid un seminario sobre terrorismo en el que toman parte especialistas de Estados Unidos, Alemania, Italia y España. A unos cuantos de ellos va a recurrir pronto el Gobierno vasco en busca de un diagnóstico experto sobre la violencia en Euskadi. El plato de cierre lo guisa el coronel de la Guardia Civil Andrés Cassinello, subdirector del Mando Antiterrorista, con el desarrollo de dos ideas centrales: en la sociedad vasca hay un fuerte sentimiento nacionalista, pero la sociedad civil vasca ha pagado con sangre un tributo más alto que la propia Benemérita, y la lucha antiterrorista exige una acción continuada. Porque en tres años ha habido cuatro directores generales de la Guardia Civil, tres ministros, tres directores de seguridad, cuatro generales jefes de la quinta zona de la Guardia Civil, cuatro jefes superiores de Policía de Bilbao, tres jefes de las comandancias de San Sebastián y Bilbao... Una guerra larga, como esta – sostiene–, ha de caracterizarse por la continuidad en la dirección y en el planteamiento, “y la verdad es que en esta lucha la necesidad de éxitos próximos nos ha llevado a prisas y a un continuo tejer y destejer”. Cassinello, casado con una mujer vasca, desgrana la sorprendente idea de que la sociedad civil vasca ha pagado en sangre un tributo más alto aún que la propia Guardia Civil, que es la que ha sufrido entre todos los de las Fuerzas Armadas y de la Seguridad el mayor sacrificio. El balance de víctimas entre el 7 de julio de 1968 y el 1 de mayo de 1982 indica que ETA ha asesinado a 349 personas y herido a 492. De estos, 152 muertos y 273 heridos son civiles –paisanos, dice él–; 103 muertos y 121 heridos son guardias civiles; 37 muertos y 80 heridos son de la Policía Nacional; 25 muertos y 11 heridos del Cuerpo Superior de Policía; militares, exceptuando la Guardia Civil, 32 muertos y siete heridos. ¿Cuántos componen ETA?, se pregunta Cassinello. Una organización que sufre cerca de 4.000 bajas entre detenciones y huidos; que produce más de trescientos asesinatos; que lleva más de diez años de existencia y que mantiene una organización de apoyo que se puede estimar por encima de las 150.000 personas no puede ser una organización pequeña. “Como militar y como español, no entiendo el independentismo y me duele su existencia, pero hay que aceptarlo como una realidad”, y busca sus

causas: “Las guerras civiles se pagan. Y mientras Francia ha hecho tres guerras con Alemania, los españoles hemos hecho cuatro entre nosotros”. El coronel ve un marxismo revolucionario fuerte en Euskadi y un PNV que opta por la indiferencia como sistema. Las dos ramas de ETA cuentan con apoyos concretos, asegura. Pese a que entre EE y ETApm existen “continuas y agrias discrepancias”, se siguen apoyando, y a ETAm lo sostienen HB y medios periodísticos como Egin y Punto y Hora de Euskal-Herria. Prácticamente la totalidad de los votantes de HB son simpatizantes de ETA, sigue el coronel Andrés Cassinello, un hombre entrenado en la escuela antiterrorista norteamericana. “No hay apenas ninguno que se despiste. Yo he asistido [sic] a mítines de Herri Batasuna iniciados con la palabra ‘independencia’ y presididos por una ikurriña con el hacha y la serpiente, símbolo de ETA. No hay día sin Egin ni fin de semana sin Punto y Hora de Euskal-Herria, y mientras no se corten estos gérmenes seguirán naciendo terroristas”. Al hablar del apoyo internacional a ETA, ha destacado la importancia de la postura de Francia, por la complacencia que muestra hacia las bases de la organización, y ha quitado importancia a los campos de entrenamiento en Beirut con la OLP, en la Academia de la Policía de Argel, y en Yemen del Sur: “Para dispararle en la nuca a un coronel jubilado de setenta años o para poner una bomba al paso de un autobús no hace falta ninguna capacitación técnica”. Una bomba de ETA militar dirigida contra locales de Iberduero en Errenteria hiere gravemente a Alberto Muñagorri Berdasko, un niño de diez años, el 26 de junio. Las Policías Municipal y Nacional se responsabilizan mutuamente de no haber evitado la tragedia. La explosión se produce cuando el niño da una patada a un bulto abandonado en la calle. El bulto, una mochila, ha sido manipulado a lo largo de la mañana por varias personas, sin que hiciera explosión. Tanto la Policía Nacional como la Policía Municipal local tenían conocimiento de su existencia desde diez horas antes. Un informe sobre la descoordinación policial culpa a la Policía Municipal, pero un juez investiga posibles responsabilidades del inspector de de la comisaría de Policía de San Sebastián, que no ha comunicado a los equipos de desactivación de explosivos la existencia de un paquete sospechoso, pese a las reiteradas llamadas de la Policía Municipal de Errenteria y a la de un vecino de la localidad, interpretando que el equipo de desactivación no acostumbra a efectuar salidas durante la noche. El comisario es relevado a las nueve de la mañana del día siguiente por un compañero, al que nada comenta del asunto. La bomba explota minutos después de las doce horas del mediodía. La conmoción es grande en la zona. Las protestas contra este tipo

de atentados se acentúan. Horas después de que falsas comunicaciones hechas llegar a Egin por conductos no habituales desvincularan a ETA de la colocación de la bomba, ETAm asume su paternidad a través de los conductos acostumbrados, explica que el artefacto no hizo explosión a la hora prevista por un error que lamentan y culpa a las Fuerzas de Seguridad de las consecuencias de la explosión. El último día del mes, el Congreso de los Diputados aprueba el proyecto de Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), con una disposición transitoria en la que se pospone cinco meses su entrada en vigor. En la misma sesión se aprueba la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, que convierte a esta en comunidad autónoma de régimen foral. Este día, poco después de las nueve de la noche, un comando de ETAm da muerte al jefe de la Policía Municipal de Barakaldo, José Aibar Yánez, mencionado a finales de 1979, junto a otros derechistas, en un reportaje de Xavier Vinader para Interviú titulado “Confesión de un infiltrado. Cómo actúan los ultras vascos”. A dos de los citados en la investigación periodística ETA los mató pocas semanas después. Aibar abandonó entonces por un tiempo su domicilio, al que había regresado recientemente. El atentado tiene lugar en el reservado de un bar en el que juega a cartas con unos amigos. Otras dos personas resultan heridas por rebotes de los disparos, uno de ellos de gravedad. Cuando le están colocando en la camilla para trasladarle al Hospital de Cruces, un testigo dice haber visto cómo se le caía una pistola. Se trata de Xabier Zabaleta, Jatorra, uno de los integrantes del comando, un joven muy activo y apreciado en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Tres presuntos miembros de ETA político-militar que eran trasladados a la cárcel de Nanclares de la Oca resultan heridos, dos de ellos de gravedad, al disparársele el arma a uno de los guardias civiles que les custodia en el interior del furgón. La versión oficial habla de que previamente el vehículo ha pegado una serie de bandazos por el reventón de una rueda. Ocurre cerca del mediodía en el kilómetro 103 de la carretera nacional II, en la provincia de Guadalajara. El teniente ayudante de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara comenta a la corresponsal de El País que no están seguros de lo que ha pasado, pero que es posible que uno de los guardias de escolta se haya puesto nervioso al oír el reventón, pensado que estaban siendo atacados, y se le haya disparado la metralleta. El furgón, custodiado por otros dos vehículos de la Guardia Civil, transporta ocho presos: cinco milis con destino a la cárcel de Soria y tres polimilis con destino a Nanclares de la Oca, que son los que reciben los disparos.

El diputado de EE Juan María Bandrés anuncia que presentará una interpelación sobre el incidente. La versión oficial sostiene que la metralleta del guardia civil se disparó accidentalmente, y Bandrés dice no comprender cómo es posible que en un traslado de este tipo, uno de los miembros de la escolta lleve su arma en posición de disparo dentro de un vehículo en el que viajan reclusos esposados. El caso va a juicio y se salda con indemnizaciones a los heridos. Es tiempo en España de mundiales de fútbol, naranjitos y visitas ilustres con tal motivo. Henry Kissinger, gran aficionado a este deporte, asiste a varios encuentros y aprovecha su estancia para entrevistarse con un Felipe González al que ya ve como próximo presidente de Gobierno. Almuerza con el líder socialista y más tarde se entrevista con el líder de AP, Manuel Fraga. Autónomos y octavos secuestran en estos días con fines recaudatorios; los milis continúan el acoso a las FSE y sus colaboradores; se multiplican las manifestaciones contra la nuclear de Lemoiz, sus trabajadores salen a la calle en defensa de sus puestos de trabajo; las policías persiguen y reprimen. Juan José Rosón manifiesta que la Policía española tiene la seguridad, gracias a sus contactos con colegas de otros países, de que ETA mantiene un intercambio de armamento con grupos terroristas europeos, como el IRA y las Brigadas Rojas, un armamento que sabe fácil de adquirir en el mercado negro europeo. ETA y las Brigadas Rojas coinciden en métodos, pero son, a su juicio, organizaciones completamente distintas. También el presidente francés François Mitterrand ha estado en los Mundiales, y se ha ido de España, a decir del ministro Rosón, convencido de que una parte esencial de la persistencia del potencial efectivo de ETA se deriva de la cercanía de la frontera y, sobre todo, de la libertad con que sus militantes se mueven en Francia. No tienen noticias todavía de nuevas medidas galas contra ETA y prefiere atribuirlo al escaso tiempo transcurrido. En cuanto al criterio francés de que estos delitos tienen componente político, el ministro manifiesta que el asesinato, la extorsión y el secuestro son delitos tipificados en el código de justicia penal de cualquier país. Antes de que finalice julio, Jaime Mayor Oreja sustituye a Marcelino como delegado del Gobierno de España en Vitoria. En sus primeras declaraciones sostiene que en el País Vasco no se tortura. Es en agosto cuando ETAm abre un nuevo frente al anunciar que atentará contra los traficantes de droga. Lo da a conocer al tiempo que reivindica la voladura del pub Lurpe de Tolosa. Anteriormente ya ha dado muerte a un abogado de presuntos narcotraficantes, pero es a primeros de este mes cuando realiza un anuncio público contra los traficantes. Sostienen los milis que la introducción y extensión de la droga dura en Euskadi constituye una “campaña

orquestada que busca fines de represión cultural, social y política”. Acusa a la propia policía de estar detrás de la introducción de droga y señala al pub Lurpe como una de las “bases de infraestructura para la red de distribución de estupefacientes”. En estos días, los octavos de ETApm se hacen presentes con el lanzamiento de una ‘embarcación-bomba’ que está a punto de hacer blanco en la patrullera Tabarca, amarrada en Pasaia, y en la que duerme la mayor parte de su tripulación. Paralelamente, en un acto con periodistas, los octavos descalifican los contactos que mantienen el Gobierno español y Euskadiko Ezkerra para la excarcelación de presos y la normalización de la situación de los refugiados. Afirman que el Gobierno español negoció directamente con ETApm en marzo del pasado año, un mes más tarde de la intentona golpista del 23 de febrero, y que el conjunto de los político-militares estuvieron entonces de acuerdo en una tregua. Aseguran que en aquella ocasión el Gobierno pretendió que ETApm colaborara en el aislamiento e incluso liquidación de ETAm, así como que disolviera su propia organización, a cambio de resolver la situación personal de cada uno de sus miembros. ETApm decidió rechazar esa propuesta el verano del pasado año. Explican que las actuales conversaciones entre EE y el Ministerio del Interior no tienen nada que ver con la salida negociada que ETApm apoyaba entonces y a la que le encuentran ahora “algunos aspectos criticables”. La salida negociada supone, a juicio de los octavos, una negociación global de los temas políticos pendientes, entre las diferentes fuerzas políticas democráticas vascas, como son la LOAPA, la amnistía, Lemoiz, la incorporación de Navarra y el desarrollo progresista del Estatuto. “Si se aplica la LOAPA, que es lo que en cierta manera nos ha impulsado a volver a la lucha armada, nosotros entraremos a saco con acciones de envergadura”. De momento no van a hacer prácticamente nada contra Lemoiz –“los milis lo están haciendo bien en este terreno”–, y anuncian que actuarán contra “aquellos elementos que, acogiéndose al soborno ofrecido por las instancias policiales y jurídicas del Gobierno centralista, obren en contra del proceso revolucionario vasco, delatando o poniendo en peligro la seguridad y el funcionamiento de las organizaciones armadas y de sus militantes o colaboradores”. Ante el recordatorio de los periodistas del compromiso público por parte del Gobierno de que los reinsertados no serían obligados a declarar en comisaría, los dirigentes de ETApm VIII Asamblea admiten que este podría ser efectivamente un aval interesante. HB sale al paso de un artículo publicado por el delegado de Cambio 16 en Euskadi, Ander Landaburu, calificándole de “mercenario, rastrero y delator”, y

numerosos periodistas firman un comunicado de solidaridad con él, denunciando el carácter intimidatorio de las manifestaciones del representante de HB. El reportaje en cuestión denuncia distintas formas de extorsión económica que practican ETA o sus simpatizantes y que incluyen el chantaje contra los propietarios de algunos bares del Casco Viejo bilbaíno, a fin de que entreguen mensualmente una determinada cantidad de dinero como aportación a la lucha. El trabajo es fruto, según explicaciones del autor en el diario Tribuna Vasca, de una minuciosa investigación que incluye entrevistas con algunas de las víctimas. Los Comités Antinucleares de Euskadi, aludidos en el reportaje, manifiestan ser ajenos a hechos coactivos contra establecimientos y exigen de Ander Landaburu una rectificación pública. La asociación de vecinos Bihotzean del Casco Viejo de Bilbao anuncia por su parte el estudio de una querella contra el periodista, y los propietarios de 48 bares de la misma zona reclaman en un escrito acompañado de sus firmas una rectificación pública de las informaciones de Landaburu. El presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, que agrupa a medio millar de establecimientos, incluidos bares de la citada zona, declara desconocer totalmente el asunto. El periodista, en un escrito enviado a Egin, tacha de sarcástico el hecho de que, ante una clara demostración de falta de argumentos para responder a su trabajo, se utilice el insulto y no los datos. Expresa también su sorpresa por que en un documento contra él, suscrito por propietarios de bares enclavados en la zona de la que trataba su escrito, aparezcan los nombres de tres personas que “me habían facilitado valiosos datos para mi reportaje, pocas semanas antes”. Un comando de ETAm tiende una emboscada con armas largas y fuego cruzado a dos vehículos de la Policía Nacional entre Ventas de Astigarraga y Errenteria, y acaba con la vida de cuatro agentes. La prensa de Madrid afirma que uno de los heridos ha sido rematado cuando un vecino le trasladaba al hospital. El ministro del Interior lo interpreta como “el preludio de una campaña de terror”. Unos días más tarde, ETAm mata a un brigada de la Comandancia de Marina en Erandio, que se ocupaba del despacho de buques, “un puesto conflictivo”, a decir del comandante de Marina de Bilbao, “ya que a menudo estaba obligado a decir que no”. Xabier Arzallus, que está siendo entrevistado por Radio Nacional de España en el momento en que se tiene noticia del atentado, pensando sobre todo en la familia, deja constancia de su tristeza, alerta del peligro de irse acostumbrando a hechos tan rechazables y plantea la necesidad de abordar el tema de la violencia en toda su complejidad, incluyendo sus raíces remotas, para lo que no bastan las medidas policiales o la acción

internacional, sino aquellas destinadas a restar apoyo social a los violentos. Se producen nuevas detenciones en Arrasate, Eibar, Intxaurrondo, Leioa; los presos vascos inician una huelga de hambre en apoyo a la lucha popular a favor de la alternativa KAS. En vísperas del Gudari Eguna, que se hace coincidir con el aniversario de los fusilamientos de Txiki y Otaegi, la Policía da muerte en Donostia al miembro de ETAm Fernando Barrio Olano. Despliegues policiales extraordinarios se esfuerzan en impedir las manifestaciones convocadas en las capitales vascas por el Gudari Eguna y para protestar por la muerte de Barrio, en la que la izquierda abertzale ve una ejecución. Antes de que septiembre concluya, ETA militar vuela la boya de carga y amarre de CAMPSA situada frente a la localidad catalana de Badalona. Al reivindicarlo, asume también la responsabilidad del atentado contra el brigada de Marina, la voladura de una estación de Iberduero en Basauri y los atentados contra bancos en Amurrio y Lezo, por “la grave responsabilidad que le incumbe al capital financiero en la crítica situación en que se encuentra Euskal Herria”. Alguna prensa atribuye la operación de CAMPSA al bermeano Miguel Angel Goienetxea Fradua, Txo, experto buceador, a su decir, autor probable también de la colocación de las bombas contra el destructor ‘Marqués de la Ensenada’ en octubre de 1981. Las cargas de dinamita han sido colocadas esta vez a treinta metros de profundidad y hay otras más que no han estallado y que artificieros de Cartagena desactivan. El Consistorio de Badalona se esfuerza en mantener el pacto de silencio acordado con la Comandancia Militar de Marina, la Guardia Civil y CAMPSA, para evitar el pánico que un atentado de estas características pudiera provocar en la población. Un sector de ETA político-militar anuncia el abandono de la lucha armada y su disolución. Lo hacen público cuando octubre arranca, en el frontón Jai Alai de Biarritz, en ambiente festivo, a cara descubierta, ante una nutrida representación de periodistas. Los polimilis en cuestión han cuidado la escenografía, en la que no falta un ramo de flores. Se comprometen a seguir luchando por sus objetivos políticos de siempre por medios no violentos. Según Juan Miguel Goiburu Mendizabal, Goiherri, han llegado a un acuerdo con el Ministerio del Interior español que permitirá regresar a casa sin contrapartidas a un colectivo de más de cien militantes, casi todos polimilis, pero también algunos octavos, autónomos y milis. Los séptimos aseguran que su decisión es irreversible y solo una vuelta a la dictadura les podría llevar a reconsiderar individualmente esta postura. Dicen no tener armas que entregar, porque se las quedaron los octavos cuando se produjo la escisión: ellos apenas conservan sus

casas, sus libros, y poco más. Para resolver los problemas económicos que su regreso les va a provocar, cuentan con la caja de resistencia de familiares y amigos, a la espera de encontrar un trabajo. Javier Pagola escribe en Abc que ETA ya no tiene razones históricas para existir y que los polimilis que dieron a conocer su decisión de autodisolverse reconocen haber tenido amenazas de los octavos, “aunque más de tipo propagandístico que político”, y no se sienten amenazados. HB no se siente afectada por esta decisión que ni les va ni les viene. El resto de partidos la ve como muy esperanzadora. Para el portavoz del Partido Comunista Martín Sáenz es positiva pero engañosa, porque los que han anunciado su autodisolución “son una absoluta minoría”. Además, a su juicio, el problema central sigue sin resolverse y le suena esto a un “boom electoralista, ya que el anuncio de autodisolución pudo haberse hecho hace tiempo”. Un análisis de los Servicios de Seguridad españoles explica que han apoyado la que denominan estrategia de la redención, con dos objetivos: “desposeer de moral combativa a los grupos armados e iniciar una vía de normalización que puede, mejor que ninguna otra, terminar con la existencia de ETA” Arrestan el 2 de octubre a los coroneles Luis Muñoz Gutiérrez y Jesús Crespo Cuspinera, y al teniente coronel José Crespo Cuspinera, por presunta conspiración contra el Estado al haber preparado un golpe de Estado para el 27 de octubre, víspera de las elecciones generales. Según la periodista Pilar Cernuda, este era el “golpe de los coroneles”, el golpe al que se adelantó el 23-F. El teniente general Milans del Bosch y el resto de procesados por el 23-F están al tanto de esta conspiración. Encuentran en casa del coronel Crespo Cuspinera papeles que incluyen planos de Madrid y edificios militares, centros de comunicación y el esbozo de la operación, que se basa en el asalto simultáneo de la Zarzuela y la Moncloa. Han requisado también listas, numerosos nombres, casi la escalilla militar al completo, que servía a los conspiradores como referencia. Algunos de los nombres aparecen subrayados, son los enrolables en la operación. Otros habían sido ya contactados y habían dado su aprobación y apoyo, entre ellos, algún general y varios coroneles y tenientes coroneles. Solo se sabe lo que nota oficial dice, pero ha trascendido el contacto frecuente de Crespo con el teniente coronel Tejero, al que visitaba con asiduidad. Escribe Pilar Cernuda que el CESID ha impulsado en ocasiones el rumor de un ruido de sables para seguir de cerca las reacciones de los sospechosos. El abandono de la lucha armada de ETApm ha intranquilizado más aún a los sectores ultras, porque sospechan que lo es a cambio de promesas de indulto bajo cuerda. La esposa del coronel Muñoz ha declarado estar orgullosa de que su marido estuviese en el

Servicio Geográfico del Ejército mientras los etarras salían en televisión. Alude al Informe semanal de TVE que ha emitido una entrevista con los dirigentes de la ETApm disuelta. La esposa del coronel Muñoz es la secretaria de Blas Piñar, alma de Fuerza Nueva. Se celebran las elecciones legislativas. El PSOE obtiene la mayoría absoluta con 202 escaños. Le sigue Alianza Popular con 107 escaños, Convergència i Unió con 12, Unión de Centro Democrático con 11, PNV con 8, Partido Comunista con 4, Centro Democrático y Social y HB con 2 escaños cada uno, y ERC y EE con 1 escaño cada uno. En el desplazamiento de la UCD por el PSOE y la constatación de que los ruidos de sable no van a ser ya tolerados, ven los analistas la culminación del proceso de Transición. Con la muerte en atentado, el 4 de noviembre, del general de División Víctor Lago Román, jefe de la División Acorazada, ETA militar parece querer decir que todo sigue igual. Se trata de uno de los generales más preparados del Ejército español y se produce en un momento especialmente sensible para las relaciones de las Fuerzas Armadas con el Gobierno socialista surgido de las urnas. Cinco días antes, el 31 de octubre, ETA ha hecho explosionar una carga de dinamita situada en el interior de un vehículo al paso de un convoy de la Policía Nacional y ha provocado la muerte de un agente en Vitoria. El 17 de noviembre es un teniente del Ejército al que mata en Bilbao. El 15 de diciembre, Julen Elgorriaga es nombrado gobernador civil de Guipúzcoa, y el 31 de este mes, Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno español en la Comunidad Autónoma Vasca. El filósofo Javier Sádaba publica en El País un artículo con el título de “La libertad de expresión y su sombra”. Se lo ha sugerido la condena de la que ha sido objeto el director de Egin por reproducir comunicados de ETA. “Un periodista, director de un medio de difusión –el diario vasco Egin–, ha sido condenado por reproducir textos de una organización armada, ETA. De esta manera se pone en cuestión un órgano de prensa. De esta manera se está poniendo en juego el derecho a la información de ese periódico. El asunto es grave. Y lo es por muchas razones. Algunas son fáciles de seleccionar, y la imaginación del lector podría completarlas a su antojo. En primer lugar, quien recorta una vez la información sobre un hecho ha atacado y recortado, eo ipso, toda la información. No hay excepciones en el terreno de la libertad. No procede decretar que unas bocas han de estar cerradas y otras, no. Es, en suma, el no reconocimiento, a través de una instancia concreta, de la tarea del periodista: que diga lo que sucede. En segundo lugar, se da una extraña selectividad: otros periódicos, otros medios de comunicación, pueden hablar de ello –de hecho, lo hacen con frecuencia–, pero ese periódico, no. Es como si se sugiriese este dictatorial

principio: Yo, que soy bueno, puedo decir eso mismo que tú, que no eres tan bueno como yo, debes callar. En tercer lugar, y como se ha repetido ad nauseam, los males, cuando lo sean, no se solucionan ocultándolos. La cuestión, repito, no es la de si está bien o mal tal hecho, sino si se ha de hablar de ese hecho. La veracidad, la lucha contra la opacidad, es el primer paso para que disminuya toda violencia en nuestra sociedad. Lo reprimido, cuando retorna, suele hacerlo vengándose. Y en cuarto y último lugar, intentar suprimir de la información lo que en Euskadi ocurre es de una ceguera incomprensible. Allí hay problemas específicos. Quien quiera vestirse de pulpo y echar tinta para que todo se emborrone, allá él. El periodista, sin embargo, tendrá que narrar lo que en Euskadi sucede, porque eso es sustancial para aquella comunidad y, de rechazo, para esta. (…) Es posible que detrás de la condena al diario Egin por medio de su director, J. F. Azurmendi, se esconda el miedo a que se disienta. La tentación a la uniformidad convierte en pecado cualquier actitud no sometida. A los jueces les sobrarán leyes para colocar a Egin una y otra vez en situación delictiva. A los periodistas, por su parte, no les deberían faltar fuerzas para vocear que lo que aquí se defiende es, pura y simplemente, la libertad de expresión”. El subsecretario de Interior, Carlos San Juan, al que todos ven, equivocadamente, como siguiente ministro del Interior, declara que “Mientras ETA mate no habrá diálogo”. Le preguntan por la condena al director de Egin y responde que ese supuesto delictivo podría estar encuadrado en el código penal, sin necesidad de la ley de Defensa de la Democracia. Ha participado en Toledo, en vísperas de la Navidad, en un seminario sobre Información y Terrorismo en el que se debate sobre las “Nuevas posturas de los diversos países europeos ante el fenómeno terrorista”. Se trata de un encuentro organizado por el IPI [Instituto Internacional de Prensa] al que asisten los más cualificados representantes de Interior del Gobierno que se va y del que viene, junto a los directores de todos los diarios vascos, y los de los periódicos más influyentes de Madrid, además de Juan María Bandrés y Txiki Benegas. Concurren igualmente especialistas de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia. Escribe Miguel Angel Aguilar que “Nada sustituye al contacto personal, al cambio directo de impresiones”, que había dicho en la jornada de clausura el presidente del IPI y director del Utrechts Nieeuwsblad, Max Snijders, lo que a juicio del periodista todos los asistentes pudieron comprobarlo con exactitud. Explica Aguilar en El País que “las primeras reacciones apasionadas de los participantes, cosidos a balazos [se refiere a los 29 tiros recibidos por el director del Diario de Navarra, José Javier Uranga] o reos de la Audiencia Nacional [el director de Egin], dieron paso a un

esfuerzo de comprensión de cada uno hacia la postura de sus antagonistas pertrechados, a veces, no sólo con argumentos sino con munición real”. Sigue el relato del periodista con la ampliación del concepto de terrorismo del diputado de EE, Bandrés, para incluir actividades practicadas desde los aparatos del Estado, para recordar que la tortura ha sido “una realidad en nuestro país”; para añadir que “la prensa combate la violencia de la extrema izquierda pero es mucho más cautelosa con la procedente de la extrema derecha y apenas denuncia la violencia institucional”. Uranga, director de Diario de Navarra, por su parte – recoge Miguel Angel Aguilar–, sostuvo que ETA influía en los jueces, en los policías, en los partidos y llegaba a impedir la formación de candidaturas a las elecciones locales, y que también los periodistas “se contagian del ambiente de amenaza”. Uranga terminó su intervención diciendo que la faltaba libertad para “alargarse más”.

EL PLAN ZEN TRAE EL GAL La urgencia de dinero parece estar en la proliferación de secuestros de móvil económico que ponen en práctica polimilis y octavos en este comienzo de 1983. Las urgencias les hacen correr más riesgos, y eso puede explicar la liberación por parte de la Guardia Civil del empresario Saturnino Orbegozo, secuestrado por los octavos, como antes lo había sido el doctor Iglesias, en manos de ETApm, por parte de la Policía. Las autorías de los secuestros, por reconocimiento propio o por investigación policial, se van conociendo sin excepciones, hasta que se produce el de Miguel Ignacio Echeverría, nieto del conocido empresario guipuzcoano Patricio Echeverría. Dos jóvenes de buen aspecto han entrado junto a la portera en el piso en el que viven los padres de Miguel Ignacio, en el centro de Donostia, han hablado durante media hora con su madre, le han explicado que ellos solo obedecen órdenes y no pueden acceder a sus ruegos, y le han prometido que en una semana estará de vuelta en casa: piden 160 millones de pesetas por su liberación. Legazpia se moviliza por la vida del nieto del fundador de la gran empresa que tiene asiento entre ellos, se movilizan los compañeros de estudios de la Escuela de Ingenieros, la prensa atribuye el rapto a ETApm VIII Asamblea, recordando que unos días antes han anunciado que van a reanudar la campaña de recaudación de fondos. El recién estrenado ministro del Interior, José Barrionuevo, acaba de prometer mano dura con los secuestradores, y con los que les paguen, lo que añade temor por la suerte del secuestrado. Contra toda costumbre, los octavos se dan prisa a negar que sean ellos los responsables, y sugieren más bien que se trata de una última operación de aprovisionamiento de los séptimos, muy urgidos de dinero para empezar la nueva vida. Contra toda costumbre también, las organizaciones de KAS condenan el secuestro. Bandrés y la Policía, optan por creer que es obra de los octavos. Justo al cumplirse la semana, el joven regresa a casa, y Barrionuevo y el gobernador Elgorriaga afirman que no hay constancia de pago de rescate. El lehendakari Garaikoetxea no está dispuesto a no hacer nada para resolver el problema de la violencia y para ello propone una mesa de conversaciones PNVPSE/PSOE-HB. El 13 de enero, el presidente del Gobierno, Felipe González, recibe en la Moncloa al lehendakari y a Jordi Pujol. Garaikoetxea les propone la negociación de un plan de pacificación para Euskadi con la participación de PNV-PSE/PSOE-HB. El 21 de enero, González manifiesta en una entrevista en directo, a través de TVE, que en el País Vasco no “va a haber diálogo si tal

diálogo sobrepasa los límites de la Constitución y del Estatuto de Autonomía”. HB y PSE/PSOE aceptan sentarse en la mesa por la paz propuesta por el lehendakari, con la condición, por parte de HB, de que sean públicas y proponiendo para ello la presencia de dos periodistas de confianza por cada formación política. No lo acepta Garaikoetxea, y la mesa no llega a constituirse. Tampoco el clima de tensión creciente por la violencia aconseja insistir en la iniciativa, con la que los socialistas nunca se han sentido cómodos y que deja a EE fuera del planteamiento. En este enero, los autónomos han atacado la sede de la agencia de noticias Efe en San Sebastián, los octavos han puesto bombas en bancos y comercios, los milis han puesto una bomba-trampa contra militares en Bermeo, han atacado con granadas el cuartel de la Guardia Civil en Villaba, y una bomba que portaban ha herido a dos militantes de Iraultza, una organización armada surgida del entorno de EMK para apoyar la lucha de los trabajadores. Febrero no es más tranquilo: el primer día del mes, ETAm hace explosionar una bomba en la central telefónica de Aizkorri, en Getxo. Al día siguiente arroja granadas contra las UAR (Unidades de Acción Rural de la Guardia Civil) y da muerte a un agente. El 3 muere uno de los heridos de Iraultza. Al día siguiente, la Ertzaintza se estrena contra maestros en huelga. El 5 de febrero, un artefacto colocado por ETAm en la sede central del Banco de Vizcaya en Bilbo causa la muerte de dos empleados y deja muy grave a un tercero, que fallece días después. La inmediata autocrítica de los autores no es suficiente para obtener un clima que posibilite proponer nuevamente sentarse en una mesa a dialogar. Garaikoetxea está convencido de que la línea dura de ETA y la izquierda abertzale han hecho fracasar su propuesta. Está persuadido de que dentro de HB hay sectores opuestos a la negociación, de la misma manera que en ETA. Sin embargo, esta es la vía, a su juicio, que más tarde o más temprano se va a imponer. A punto de comenzar el desfile del Carnaval de Tolosa, ETAm da muerte a una mujer y hiere de gravedad a su marido en pleno centro de la ciudad. El alcalde intenta suspender las fiestas, pero no encuentra eco en las sociedades populares. El País se apunta a la tesis de que se trata de un nuevo error de ETA, que ha tomado por policía a un empleado de la agencia ‘Detectives Ortiz’ que investiga un caso de baja fingida y se ha hecho acompañar por su mujer. El herido explica que durante los dos días que ha permanecido vigilando desde el interior de su vehículo en el mismo lugar, se ha sentido observado. El 20 de febrero se conoce que doce militantes relevantes de los octavos han decidido integrarse en ETA militar. El último día del mes, una decena de hombres

fuertemente armados asalta de madrugada las dependencias de la Ertzaintza en la Diputación de Gipuzkoa, reduce a su dotación de ertzainas y roba 112 pistolas, 6.340 balas, seis radiotransmisores, doce linternas y otros tantos uniformes completos, además de dos coches, uno de la propia Policía y otro particular, propiedad de un ertzaina. La Policía española sospecha que el comando ha contado con complicidad interna. El modus operandi recuerda otras operaciones de los polimilis, pero su actual debilidad no lo hace creíble. Por simple eliminación, las versiones periodísticas apuntan a ETAm y se unen a la tesis defendida por el lehendakari de que los duros de la organización se han impuesto, porque de lo contrario no se entendería una operación que deja tan mal a las instituciones vascas. Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno de España en el País Vasco, ve en el asalto un intento de desprestigiar a la Policía Autónoma, diagnóstico que el PSE-PSOE comparte. La actividad armada de marzo es un calco de la de febrero, hasta que el 25 de abril ETA militar consuma en Madrid un secuestro poco habitual en la persona de un Grande de España, Diego de Prado y Colón de Carvajal. Se trata de un apellido ilustre y una persona muy cercana al rey Juan Carlos, lo que le convierte en un objetivo más allá del interés recaudatorio. Durante su largo cautiverio de más de dos meses, ETAm lo va a someter a interrogatorios sobre el monarca y su familia, sus negocios y operaciones. Es su hermano Manuel el que se ocupa de las negociaciones y del pago del rescate. Es este hermano el que informa a la prensa, tras su liberación, que ha sido bien tratado, que ha pasado todo su cautiverio en una cárcel del pueblo de dos metros de largo por 1,90 de alto y 90 centímetros de ancho, en la que apenas si podía moverse, y que, según el propio secuestrado, podía estar ubicada en el Pinar de Chamartín. Manuel Prado reconoce haber negociado con ETAm la liberación de su hermano y haber llevado a cabo operaciones hipotecarias y de otro tipo para dotar a la familia de liquidez económica. Según él, la organización estaba tras su hermano desde que en enero de 1981 planeó secuestrar al entonces vicepresidente del Banco de Descuento, Angel Peradejordi. La Policía dice haber identificado a los componentes del comando que ha efectuado el secuestro, gracias a las detenciones posteriores al peinado del barrio del Pilar. El 27 de mayo, ETA hará llegar doce folios de lo que denomina “interrogatorio-diálogo” con Diego Prado a la revista Punto y Hora. ETAm da muerte el 3 de mayo a dos policías y a la mujer de uno de ellos, embarazada de tres meses, en el intento de secuestro de un teniente de la Policía Nacional: faltan cuatro días para las elecciones municipales. Dos artefactos de

fabricación casera explotan en el jardín de Ajuria Enea, otro en la sucursal del Banco Bilbao, en Beasain, un guardia civil de guardia en la fábrica de armas Astra de Gernika resulta herido en un intercambio de disparos. Javier Pagola lo resume así en Abc: “El terrorismo desarrolló en la jornada de ayer una trágica actividad: tres muertos, un guardia civil gravemente herido y dos bombas contra la residencia del presidente del Gobierno vasco. En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno declara, no obstante, que no se esperaba un recrudecimiento terrorista ante las elecciones”. El PNV recupera en las elecciones del 8 de mayo la supremacía electoral, crece la implantación de HB y desciende la del PSOE. El PNV se hace con el control de las tres juntas generales de la CAV, gracias a la ausencia de HB. José Antonio Ardanza es elegido diputado general de Gipuzkoa. El 18 de mayo, el Gobierno del PSOE aprueba el plan ZEN (Zona Especial del Norte) para la “seguridad en el País Vasco”. El Grupo Parlamentario Popular (AP), cuyo secretario general es Jorge Verstrynge, pide la comparecencia del ministro José Barrionuevo para que informe sobre el plan antiterrorista. La presentación oficial del Plan habrá de esperar al 16 de junio. Una de las detenidas en el “peinado” policial del barrio del Pilar, que Barrionuevo ha presentado ante la prensa como peligrosa etarra y pieza clave en el secuestro de Prado y Colón de Carvajal, es puesta en libertad por el juez por falta de pruebas. El Gobierno del PSOE monta en cólera y el fiscal, convertido con la ley en garante del Ejecutivo, recurre. Detienen en Bilbao a un presunto implicado en el atentado en la central del Banco de Vizcaya y descubren el habitáculo en el que un camionero trasladaba a liberados de ETA. El octogenario escritor y poeta José Bergamín declara el 25 de mayo de 1983 en la Audiencia Provincial de San Sebastián por un artículo escrito en Egin: la querella viene de la Dirección de Seguridad del Estado, el juez instructor delega la toma de declaración en un oficial del Juzgado, el querellado se presenta sin documentación alguna y, al saber que se le piden 12 años de cárcel, exige que se le garantice que los cumple. Desde finales de mayo y durante los meses de junio, julio y agosto, la actividad de octavos y autónomos se multiplica. Los octavos colocan bombas en Burgos en el día de las Fuerzas Armadas, en bancos de Marbella y Fuengirola; en Castellón, Peñíscola y Benidorm; en Barcelona. Lanzan granadas contra instalaciones militares. Los autónomos dan muerte a guardias civiles, policías y confidentes. Iraultza pone bombas en empresas. ETAm mata al jefe de comunicaciones de Noain. El 12 de julio muere en Donostia el colaborador de ETAm Antxon Tolosa por explosión del artefacto que portaba. Jean-Francois

Revel sostiene en Cambio 16 que “el delirio político comienza a partir del día en que, para poder justificar su existencia, ETA decreta que no hay diferencia entre el Estado franquista y el Estado democrático nacido del sufragio universal” y que “la diferencia capital entre un terrorismo de esencia nacionalista y un terrorismo estrictamente ideológico reside en el comportamiento de la población”. Sostiene José Barrionuevo que toda España se parece a Europa, menos el País Vasco, que le gustaría que hubiera una especie de compromiso global en el País Vasco, que el PNV se está dejando arrastrar por quienes más perjudican a Euskadi. No oculta la “recíproca simpatía” que existe entre el Gobierno socialista y la Guardia Civil. El nombramiento del excarlista Barrionuevo para Interior ha sorprendido en amplios sectores de influencia del PSOE. Se prodiga en entrevistas que recogen que tiene 42 años, está casado y es padre de tres hijos; que aseguran que sus más próximos dicen que se ha ganado la confianza del presidente González; que sus críticos ven en él una excesiva afición por los ‘peinados’ y por el control de los ciudadanos. Entre tanto, su problema real, como el de sus predecesores, continúa estando en Euskadi y en la lucha contra el terrorismo. Ya en julio, la prensa de Madrid anuncia que el nuevo ministro no descarta incluso intervenciones contra ETA en el sur de Francia, eso sí, “dentro de la Ley”. Faltan pocas semanas para el secuestro de Lasa y Zabala. El Correo Español entrevista con agostidad a Francisco Alvarez, delegado del MULC en la Zona Norte. “Las transferencias quitarán argumentos a ETA”, sentencia, y sostiene que el Plan ZEN es necesario. Eduardo Uriarte, uno de los de Burgos y dirigente ahora de EE, se suma al debate sobre el Plan con un artículo de opinión en El País en el que aconseja evitar los planteamientos maniqueos. El suyo fija en el miedo un factor fundamental de la persistencia de la violencia, aconseja resolver la problemática en el seno de los foros políticos, porque más policías no van a dar más seguridad. En cuanto al Plan ZEN sostiene que cuenta con “todos los rasgos necesarios para convertirse en una etapa más en la escalada acción-represión-acción, en un empecinamiento que no entendemos en un Gobierno socialista”. Del Rey abajo todos los representantes políticos españoles coinciden el 15 de agosto en el homenaje a la bandera española, coincidiendo con la que pasa a conocerse como ‘guerra de las banderas’ en las fiestas vascas. Abc editorializa “En defensa de la bandera de todos”. Enrique Múgica habla de “Profunda y compartida permanencia”, Manuel Fraga de “Todos juntos, por encima de diferencias”, Ramón Tamames y Agustín Rodríguez Sahagún de “Símbolo de nuestra historia”. La posición de Felipe González es firme contra los ultrajes que se vienen dando en Euskadi contra la

bandera de todos. El Rey la homenajea en su ofrenda al Apóstol Santiago. José Ramón Caso, secretario general del CDS, escribe finalizando agosto en Diario 16 contra los peligros de ulsterización de Euskadi y a favor de la negociación y el diálogo. “No se puede hablar del problema vasco sin partir del conocimiento de algunos hechos, como son que en las elecciones generales de 1979 y 1982, el 53,5% del electorado vasco se inclinó por partidos nacionalistas (PNV, EE o HB), y que ese porcentaje se elevó al 67,2% en las elecciones autonómicas de 1980; que, según los datos del Informe FOESSA (1975-1981), el 97% de los partidarios de HB, el 85% de los de EE y el 65% de los del PNV eran en 1979 partidarios de la independencia –prácticamente el 40% del electorado vasco–, y que, aproximadamente, el 50% de los residentes en Euskadi consideraban en esas fechas a los terroristas de ETA como patriotas o idealistas”. Caso habla de un trasfondo emocional común con raíces históricas lejanas, bajo la creencia básica de que se pertenecía a un pueblo, a una colectividad nacional, perseguida y ultrajada por un invasor extranjero. Distingue a los electores del PNV de los de EE y HB, de centro izquierda los primeros, partidarios de un modelo de sociedad marxista-leninista los segundos. Ve una diferencia más importante entre los seguidores de HB, y los del PNV y EE: estos últimos aceptan y defienden la vía democrática para mantener sus tesis políticas. Le parece que tenía razón Tierno Galván cuando decía en los debates constitucionales que “Hemos de tener clara conciencia que no es solo un fenómeno de terrorismo, tenemos que responder al hecho de que hay un fenómeno de resistencia civil, y la resistencia crea una atmósfera, y a una atmósfera no se la fusila, ni se la puede condenar al silencio o al ostracismo”. La Constitución, continúa Caso, no ha resuelto el problema, el Estatuto de Guernica iba en la buena dirección, pero los pactos autonómicos suscritos tras el 23-F entre Calvo Sotelo y Felipe González, so pretexto de acabar con las ambigüedades del título VIII de la Constitución, solo pretenden homogeneización y recorte de estatutos, lo que da nueva vida a HB y a ETA, como lo demuestra la “tristemente famosa guerra de las banderas”. Que Felipe González haya prometido mayor firmeza para garantizar el orden, le hace temer a Caso una indeseable ulsterización. Lo que por el contrario se debe hacer es, a su juicio, demostrar que, dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía, “en definitiva dentro de España”, los vascos pueden desarrollarse pacíficamente como pueblo, con altas cotas de autogobierno. Con septiembre se inicia la socialización del Plan ZEN en “Vascongadas y Navarra”, con el reparto de “folletos explicativos en la población para lograr su

colaboración”, titula Abc. Está concebido como un proyecto global de lucha antiterrorista. El director general de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, se encuentra ya en Euskadi para concretar las medidas, que consistirán en informar a los ciudadanos de los objetivos y líneas básicas del programa. Incluye también medidas específicamente policiales, como la coordinación de la lucha antiterrorista a todos los niveles, la ampliación de la información sobre bandas armadas y un plan de protección de personas e instalaciones. La consideración del terrorista como delincuente común, la agilización de los procedimientos judiciales e intento de reinserción social de los terroristas arrepentidos, son objeto de atención prioritaria, así como la penetración en los ambientes más propicios a la identificación o la colaboración con los terroristas, por medio de acciones psicológicas. Los autores del Plan ZEN están convencidos de que las autoridades conseguirán acabar con el terrorismo a medio plazo, recoge Abc. Está el Plan espléndidamente dotado. Entre instalaciones (más de 6.500 millones de pesetas), autoprotección, formación, oficina de relaciones públicas, información e investigación, incentivos (casi 4.000 millones), vehículos y armamento, ediciones y actividades sociales, 14.623.238.000 pesetas. Cuenta el Plan con apartados diferenciados a los que se denomina Fénix, Nieve, Anta y Violeta, y con consejos concretos para sus efectivos, como que no se fíen de los jóvenes, porque detrás de una familia respetable pueden esconderse informadores de ETA. Los generosos fondos del Plan contemplan la contratación de mercenarios, confidentes, trabajadores que, por sus oficios, estén bien situados para suministrar información, como porteros, camareros, taxistas, instaladores y reparadores domésticos de todo tipo. Pronto, los octavos van a secuestrar y matar al capitán de Farmacia Martín Barrios, y buena parte de los recursos se van a orientar a la guerra sucia en el Norte del Norte. Estallan bombas en la Universidad de Navarra, se suspenden las regatas de La Concha por boicot de las traineras, ETA atenta contra un presunto traficante de drogas, lanza granadas contra el cuartel de la Policía Nacional en Donostia, mata a un policía. Cambio 16 describe “el santuario de ETA” y proporciona una “lista de etarras en Francia”. Dos periodistas del semanario son acusados e insultados en Iparralde mientras cubren una manifestación de refugiados. “ETA trabaja para el golpe”, sostiene Carlos Dávila. La prensa española asegura que ha asesinado por error en Puerto Santa María al médico argentino Alfredo Suar Muro. Termina septiembre y octubre arranca con disparos de granadas contra el cuartel de la Guardia Civil de Hernani y con el secuestro del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, que va a actuar como detonante de las nuevas

operaciones de guerra sucia en Iparralde. Los octavos piden infructuosamente el canje del militar por los procesados tras el asalto al cuartel de Berga. Mario Onaindia declara en Deia que la forma en que se resuelva la violencia condicionará la sociedad vasca del futuro. Informa José Luis Barbería en El País de que miembros de grupos activos de ETA político-militar han abandonado el terrorismo y se han acogido a la vía de la negociación. El 31 de octubre, el nº 77 del semanario Tiempo, con las firmas de Isabel Martínez, Luis Reyes, Antonio Trujillo y Carlos Carnicero, dedica portada y buena parte de sus páginas interiores a anunciar que “Con el consenso entre el Gobierno y Fraga, estalla la guerra sucia contra ETA” y a describir lo que viene, cuando todavía no le han puesto nombre al GAL. El teniente coronel Ostos es, de acuerdo con el reportaje, el cerebro de la guerra antiterrorista liderada por Barrionuevo. Perciben un clima adecuado para echar a andar un plan minuciosamente diseñado, en la línea de mano dura anunciada por Felipe González, con el aplauso de Fraga Iribarne. Los periodistas recogen de fuentes político-policiales la sensación de que la sociedad vasca está madura para aguantar las nuevas prácticas. Ni siquiera la desaparición de dos jóvenes en Baiona ha sacado demasiada gente a la calle. Cambio 16 no se queda a la zaga, dedica al tema la portada y un titular agresivo: “Felipe, despierta. Hay que aplastar a ETA”. El capitán de Farmacia ha aparecido muerto ya, las gestiones legales e ilegales para su liberación han fracasado. La conmoción en los cuarteles es enorme. Juan Tomas de Salas, editor de Cambio 16, exige hechos y no palabras, porque la estrategia empleada hasta ahora no sirve. Y no tiene empacho en escribir lo que piensa: la libertad debe defenderse con las armas, hay que capturarlos en el santuario, como a Eichmann [Adolf, nazi secuestrado en Argentina y ejecutado en Israel]. “Sin guerra sucia, bien limpito, por derecho. Que lloren ellos, porque les arrebatamos su libertad de matar”. “Hay que aplastarlos”, resume Salas, líder de los 16 fundadores de Cambio y Diario 16. Al analizar la ridiculizada incursión de los hombres del comisario Francisco Alvarez, con el fin de secuestrar al supuesto dirigente octavo José María Larretxea, Abc hace una recomendación precisa: “Está claro que si un día el Gobierno español decidiera, ante la situación del terrorismo y la ayuda que este recibe sistemáticamente desde Francia, tomar medidas en la frontera del Estado de derecho, que en ningún caso recomendaríamos nosotros, está claro. Decimos, que no cometería el error de utilizar agentes de seguridad, policías o guardias civiles, sino que acudiría a las numerosas organizaciones existentes en Europa y América dedicadas a hacer estos trabajos sin riesgo para el Estado que los ordena”. No se condena la acción, solo su fracaso, por

chapucera e inexperta, de un grupo que se supone de élite. La conclusión parece clara y ampliamente aceptada en la opinión publicada: hay que hacer la guerra sucia, pero hay que hacerla bien, y sin comprometer el honor de las FSE. También Joseba Elosegi, el emblemático resistente de la generación de la guerra, opina que, contra ETA, “los procedimientos tienen que ser de fuerza. No se les puede derrotar jugando al mus, ya que ellos no quieren jugar al mus. Hay que buscarles en su campo, pero sin soluciones extremas al estilo de las dictaduras. La fuerza no entiende más que la fuerza, pero sin que esto implique la participación de elementos que quieran destruir todo lo logrado. Hay que hacer que el pueblo entienda que no hay solución por este camino”. También sobre eso trata y contempla el Plan ZEN. El presidente González comparece el 3 de noviembre ante el Congreso de los Diputados para explicar las medidas que va adoptar su Gobierno contra la escalada terrorista. El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Marcos Vizcaya, expresa el apoyo del PNV, “aunque no nos gustan”. Se va a dar un trato excepcional a los terroristas, se van a unificar en una sola ley el conjunto de medidas contra bandas armadas, y se va a hacer la vida imposible a quienes amparan el terror y el crimen. Si es preciso, se modificará la legislación electoral, se declarará fuera de la ley a determinadas asociaciones políticas. Tienen en mente el traslado de presos, su dispersión y alejamiento, el agravamiento de penas en los delitos cometidos por bandas terroristas y modificaciones en la legislación procesal. Felipe González pone el acento en la necesidad de que todos los jefes de Gobierno occidentales colaboren para luchar contra el terrorismo y, más concretamente, anuncia que va a pedir a Francia el traslado de todos los etarras allí refugiados a lugares distintos y, si fuese posible, su expulsión del territorio francés. El presidente prefiere esta medida a la más complicada de las extradiciones. Va pedir a París el mismo trato que el firmado en el acuerdo antiterrorista franco-alemán, y la aplicación del convenio de Ginebra de 1951 para considerar a los terroristas delincuentes comunes. La oposición le aplaude, Fraga más que nadie, cuando garantiza que no habrá negociación con ETA, que no habrá componendas. “Quiero evitar la tentación de que se pidan medidas políticas”, ha dicho González, y provoca algunas críticas de Vizcaya y Carrillo, para quienes el diálogo con el Gobierno vasco es esencial en la lucha contra la violencia. El periodista de El País deduce de la reacción de Fraga que pide la ilegalización de HB y defiende de manera no explícita los métodos de guerra sucia: “El terrorismo es el que hace la más sucia de las guerras. Nosotros pensamos que es buena la política de no dejar vivir tranquilos

a quienes hacen apología del terrorismo”. Fraga lamenta que no se haya avanzado más contra “esta guerra revolucionaria” en el control de las viviendas, la prohibición de pagar rescates, la lucha contra los mediadores, las disposiciones sobre terroristas supuestamente arrepentidos o el cierre de medios informativos, como Egin y Punto y Hora de Euskal Herría. El 23 de noviembre, las medidas antiterroristas cobran forma de Ley. Antes y entre tanto, las organizaciones armadas vascas no han dejado de actuar contra sus objetivos declarados en Bilbao, en Bermeo, en el Goierri, en Pasaia. En diciembre de 1983, la guerra ilegal planificada adopta el nombre de GAL, secuestra al trabajador de la cooperativa Sokoa Segundo Marey, mata al refugiado Ramón Oñederra, elimina a Mikel Goikoetxea, objetivo preferente de la cúpula de Interior. La Administración francesa entiende el mensaje y, apenas nace 1984, efectúa una redada entre los refugiados para empezar a poner en práctica las medidas que Felipe González ha pedido: de entre los 40 detenidos, seis supuestos dirigentes de los octavos son deportados en primera instancia al “territorio de ultramar” de Guadalupe y otros seis supuestos milis son asignados a residencias alejadas de Euskal Herria. La portada del Abc es elocuente el 11 de enero. “ETA: Principio del fin”, acompañado de una figura de un encapuchado cayendo a tierra y un solo texto que dice “El Gobierno francés ha decidido confinar a los terroristas de ETA en el Norte del país, lejos de donde tenían establecida su base de operaciones. Asimismo, ha dispuesto la expulsión de Francia de diecisiete cabecillas etarras, cuyo traslado ha comenzado hacia varios países de América. Los observadores conceden máxima importancia a estas decisiones, que suponen la primera colaboración abierta y eficaz del Gobierno francés con el español en materia de terrorismo. Aunque se espera que en las próximas semanas se produzcan atentados, incluso de envergadura, en medios policiales se considera que la actual operación podría ser el principio del fin de ETA”. El Ministerio francés de Interior emite un escueto comunicado: “La Policía ha detenido a un cierto número de españoles a los que les han sido aplicadas medidas de expulsión hacia un país tercero o de asignación forzosa de residencia en otro departamento francés”. La redada contra ETA es vista por Madrid como el primer paso de un nuevo marco de relaciones entre España y Francia, fruto de la actividad diplomática directa de Felipe González. El nuevo clima en las relaciones con París, que este semestre detenta la presidencia de la CEE, podría favorecer también la firma del tratado de adhesión de España. El cambio francés vendría obligado por las presiones de mandatarios de los Estados Unidos,

República Federal Alemana, Italia, Grecia y Austria, a los que Felipe Gonzáles ha formulado peticiones concretas contra el terrorismo y a favor de la entrada de España en el Mercado Común. En línea con declaraciones suyas anteriores, Joseba Elosegi dice que las autoridades francesas, empujadas o animadas por las españolas, han emprendido una acción que no es más que una advertencia a quienes consideran el País Vasco francés “como un territorio libre para sus aficiones”. Joseba Goñi, editor de Herria 2000 Eliza, escribe una carta en El País sobre “Euskadi como cuestión de Estado” a propósito de un artículo de Fernando Savater. Le parece respetable el análisis sobre la lucha armada de ETA y la cuestión militar que el filósofo hace, pero le formula tres reflexiones a modo de preguntas: “¿Se da cuenta el autor de que la crítica a lo militar solo va por un bando? ¿Es consciente Savater de que la opinión contraria a la suya sobre la lucha armada no cabe dentro de la libertad de expresión y de la democracia de la que tanto habla en su artículo? ¿Por qué no ha citado también a Bergamín cuando hace unos meses, en el libro Negociar, decía: ‘No cabe solución ni superación del estado actual de Euskal Herría más que en y por la lucha armada?”. Carlos Carnicero, cuñado en este tiempo de Txiki Benegas, parece contar con fuentes privilegiadas cuando escribe en Tiempo sobre “Las claves ocultas de la guerra sucia contra ETA” y afirma que el GAL es un proyecto total de lucha directa y psicológica dentro de un plan global para el País Vasco. Recoge el testimonio de un experto que manifiesta que “los etarras dicen que están en guerra, pero se escandalizan cuando se les aplica la lógica de su guerra”. Cambio 16, además de hablar de “Paranoia en el Sur de Francia” y de las medidas de autoprotección puestas en marcha por los amenazados, cree saber, o quiere hacer creer, que los comandos del GAL se entrenan en Israel y África del Sur, como los de ETA se entrenan en Libia o Yemen. Y ya en enero de 1984, afirma que “Según todos los datos, los GAL asen(s)taron su primer golpe contra José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala”. Las maniobras de despiste tienen otro capítulo en las pistas falsas que se proporcionan a la revista Euzkadi sobre el GAL por parte de un supuesto miembro del grupo. Es en este clima cuando ETA militar mata en pleno centro de Madrid al teniente general y excapitán general de la I Región Militar Guillermo Quintana Lacacci y hiere levemente a su esposa y a un coronel retirado que le acompañan. Nieto e hijo de militares, nació en El Ferrol en 1916, ingresó en la Academia de Infantería en 1935, y el 17 de julio de 1936 tomó en Madrid el último tren al Norte para iniciar la guerra en el bando de los alzados. Se alistó en la División

Azul, fue jefe del Regimiento de la Guardia de Franco y de la Brigada de Alta Montaña, gobernador militar de Pontevedra y capitán general de Madrid. La prensa española asegura que su actitud fue decisiva para que no se consumara el golpe del 23-F. Con ocasión de este atentado, los medios de comunicación renuevan el listado de atentados de ETA contra militares de alta graduación: el 26 de noviembre de 1977, el comandante de Infantería Joaquín Imaz; el 3 de octubre de 1978, el capitán de Corbeta Francisco de Asís Liesa; el 19 de diciembre, el coronel de Infantería Diego Fernández Montes; el 2 de enero de 1979, el comandante del Ejército José María Herrera, ayudante del gobernador militar; el 14 de febrero, el teniente coronel de Infantería Sergio Borrajo; el 7 de junio, el comandante de Infantería Andrés Varela Rúa; el 19 de septiembre, el coronel de Caballería Aurelio Pérez Zamora y el comandante de Estado Mayor Julián Ezquerro; el 23 de septiembre, el gobernador militar de San Sebastián, general Lorenzo González Vallés; el 16 de noviembre, el teniente coronel Tomás López de Diego, herido de gravedad; el 30 de enero de 1980, el teniente coronel de Artillería Jesús Frechoso (herido); el 8 de febrero, el comandante de Infantería de la Promoción del Rey Miguel Rodríguez Fuertes: el 20 de febrero, el coronel de Infantería Eugenio Sarazibar; el 18 de marzo, el general Fernando Esquivias (herido, fallece un escolta); el 8 de mayo, el comandante de Artillería José María Espinosa; el 13 de septiembre, el teniente coronel de Farmacia José María Urquizu; el 13 de octubre, el teniente coronel de Infantería Lorenzo Moto; el 27 de noviembre, Miguel Garciarena, jefe de la Policía Municipal de San Sebastián y teniente coronel; el 19 de marzo de 1981 resulta herido y muere posteriormente, el teniente coronel Ramón Romero; el 21 de marzo, el teniente coronel y exjefe de la Policía Foral de Navarra José Luis Prieto; el 7 de mayo, el teniente coronel Guillermo Tevar Saco, el suboficial Antonio Nogueira y el soldado Carlos Rodríguez, todos ellos de la escolta del teniente general Valenzuela, jefe del Cuarto Militar del Rey, que resulta herido de gravedad; el l5 de julio, el teniente Magín Fernández; el 22 de septiembre de 1982, el brigada de la Comandancia de Marina de Bilbao Emilio Fernández Arias; el 4 de noviembre de 1982, al general de división Víctor Lago Román, jefe de la División Acorazada Brunete. José Barrionuevo no duda en afirmar en una entrevista para Il Messagero italiano que el Gobierno español ha pasado a la ofensiva contra ETA, que la colaboración de Francia es ahora mayor y que la democracia se consolida en España. La receta del ministro se resume en la intensificación de la acción de las Fuerza de Seguridad y las facilidades a dar para el retorno a la legalidad a

aquellos que quieran reinsertarse en la sociedad. En Italia saben mucho de esta medida. Aunque no se lo pregunten, apostilla que todo debe ser hecho en el mayor respeto a la legalidad. No descarta incluso el indulto, “una facultad perfectamente legal y discrecional”, si eso contribuye a la derrota de los recalcitrantes. A la pregunta sobre si el atentado que ha costado la vida al teniente general Quintana Lacacci puede provocar una escalada de guerra sucia, Barrionuevo declara: “no podemos ser interlocutores de este tipo de preguntas, ni podemos pronunciarnos sobre fenómenos que no controlamos”. Lo que queda de ETApm se disuelve o se une a ETAm. Está empezando febrero. Las bombas, numerosas, van dirigidas contra bancos, Bolsa de Comercio, Bolsa de Bilbao. Se intuye la mano de Iraultza tras ellas. A Mikel Solaun, aquel que encabezó la fuga de la cárcel de Basauri en pleno franquismo, quien vivió años de exilio, lo han matado dos jóvenes que hacen sus primeras armas en ETAm. Delante de su familia y de un amigo de los tiempos de la prisión de Basauri. Le acusan de traición, de colaboración con el enemigo, pero no de delación. Detienen a dos militantes de Iraultza y los hacen responsables de las bombas contra los representantes del capital especulativo. La revista Tiempo, bajo la batuta de Agustín Valladolid, hace pública la composición del “Gobierno ETA”. Son siete, asegura, y operan como una junta militar, que apenas ha variado en los últimos diez años. Echan mano de las fuerzas especiales para entrar en un piso de Cruces y capturar a tres jovencísimos militantes de ETA, acusados de ser los ejecutores de Mikel Solaun. La nota oficial habla de violento enfrentamiento, que debe ser la razón por la que a uno de ellos le han cosido a balazos. Habían estado los tres en la cárcel cumpliendo seis meses de prisión por haber protagonizado una rocambolesca retención de horas del secretario general del EPK, Roberto Lertxundi, como tratando de llamar la atención de la ETA en la que querían militar. Es febrero, pero lo peor está por llegar. Lo cuenta así El País: “Dos terroristas de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, disfrazados con monos de trabajo, pulsaron el timbre del domicilio de Enrique Casas, en el barrio Bidebieta 2 de San Sebastián. Eran las cuatro menos cuarto de la tarde y el dirigente socialista estaba con su hijo Richard, de 17 años, y el pequeño Andreas. Miró por la mirilla y al creer que eran dos obreros de una obra cercana se confió y les abrió la puerta. En ese momento, el terrorista José Luis Merino le disparó dos tiros, uno en la cabeza y otro en el cuello, que le impactó la yugular. Casas corrió por el pasillo de la casa gritando‘sois unos cobardes cabrones’ y al llegar al cuarto de su hijo se desplomó. El pistolero le descargó trece tiros en la espalda, y huyó”. Faltaban

tres días para las elecciones autonómicas. Los socialistas apuntan hacia ETA y HB, aunque saben que los autónomos no solo no están bajo la disciplina de ETA, sino que la critican duramente. Los socialistas lo saben, pero están convencidos de que, si ETA y HB quieren, los autónomos desaparecen. Herri Batasuna critica el atentado, desde la inoportunidad política y porque no está de acuerdo en que se mate a los adversarios políticos por sus ideas, como lo ha hecho saber desde que polimilis y autónomos dieron muerte a dirigentes de la UCD. No se equivocan sin embargo los que han apuntado a Casas como una pieza clave en ese PSOE que está apostando por la mano dura, que está yendo más lejos que nadie antes en la guerra contra las organizaciones clandestinas vascas. A los dos días, el GAL mata al refugiado Eugenio Gutiérrez, dos semanas después de las muertes de otros dos refugiados, Bixente Perurena y Angel Gurmindo. En las tres muertes, más que de mercenarios, parece verse la mano experta de guardias civiles de Intxaurrondo. A Jean Pierre Leiba, que coincide con refugiados en el trabajo, le matan en Hendaia el 1 de marzo cuatro meritorios del GAL, que son prontamente detenidos. La Policía española dice de ellos que forman el comando “antiterrorista” Jaizubia y que nada tienen que ver con el GAL. Mario Onaindia, secretario general de EE, hace pública una medida declaración en la que afirma que la estrategia del ojo por ojo solo sirve para poner obstáculos a la “trabajosa búsqueda de soluciones políticas que se iba abriendo paso en la sociedad vasca”. Dice también que un Estado de derecho no solo debe ser honesto, sino también parecerlo, y que el Gobierno debe mostrar tanto empeño en descubrir “quiénes están tras el GAL como en descubrir a quienes mandaron asesinar a Quintana Lacacci o a Mikel Solaun”. Justo un mes después del atentado contra Enrique Casas, la Policía acribilla en Pasai Donibane a cuatro liberados de los Comandos Autónomos. No han tenido oportunidad de bajarse de la embarcación que los trae de Iparralde, no han tenido ocasión de rendirse, no han disparado un tiro: los estaban esperando en la oscuridad de la noche con un cebo, en la persona de una detenida con anterioridad. Hay un superviviente, al que deliberadamente no han ejecutado. Adoptando un tono solemne, el periodista Fernando Orgambides describe en El País al GAL como un grupo criminal bien organizado e informado, que persigue la decapitación de ETA militar, “lo que provocaría un descalabro en su férrea dirección”. La Policía francesa se tranquiliza diciendo que los actuales GAL, al igual que los grupos que actuaron antes contra ETA, son dirigidos desde España y son de respuesta, y ni siquiera la muerte de ciudadanos franceses, ajenos a toda confrontación, les lleva a replantearse esta postura. La prensa española dirige

cómodamente sus sospechas hacia mercenarios de la OAS y otros, y no descarta que la financiación corra a cargo de empresarios acosados por el impuesto revolucionario, y la prensa de París hace como que no va con ellos: una pequeña bomba en una sinagoga de París es mucho más inquietante que unos cuantos muertos en el sudoeste. Una vez conocida la identidad del miembro del GAL muerto en Biarritz por la explosión del artefacto que manipulaba, pocas dudas quedan sobre el tipo de mercenarios de los que se vale la Policía española para operaciones sucias. Se trata de Jean Pierre Cherid, eliminado por sus jefes, a decir de su esposa, porque se trata de un testigo muy incómodo como eslabón en la cadena de una década de trabajos para la Administración española. Cherid, argelino, paracaidista del Ejército francés, miembro de la OAS, soldado a sueldo en Biafra y otras guerras africanas, se afincó en España y obtuvo la protección de los servicios secretos. Entre 1975 y 1982 ha colaborado con el BVE, a las órdenes de Pedro Martínez, el Marino, y de Antonio González Pacheco, Billy el Niño, y como tal ha participado en los sucesos de Montejurra. Ha regentado una pizzeria en Donostia, ha tejido relaciones familiares con gente vasca. Tras la llegada del PSOE al gobierno, sus servicios se amparan bajo las siglas GAL. La revista Tiempo dice desvelar “primera vez” “El manual interno de ETA”. Cree saber que las diferencias entre los jefes de ETA abren el camino a la escisión. Abril está mediado, y El Correo Español anuncia que la violencia en Euskadi se acabará para 1988, si continúan las medidas de reinserción social y el Gobierno demuestra flexibilidad. La actividad de ETAm es menor que en años anteriores. De acuerdo a sus propios cálculos, en 1982 ha dado muerte a 37 personas, entre miembros de las FSE y militares, además de otras tenidas por confidentes y colaboradores de ellas. En 1983, han sido 31 las víctimas, 7 de ellas vinculadas con el narcotráfico. Como respuesta a la actitud de la Administración francesa contra los refugiados, ha hecho de los “intereses franceses” objetivo prioritario, ha intentado el boicot a sus productos, a sus firmas más reconocibles. Son ya 17 los refugiados deportados a Centroamérica y el Caribe, y 26 los confinados en lo que va de año. Iberduero, propietaria de la central de Lemoiz, entre subestaciones eléctricas, transformadores, torres de alta tensión y oficinas, lleva sufridos más de 300 atentados, 5 mortales: los ingenieros jefes José María Ryan y Ángel Pascual y tres empleados en las contratas de construcción. A ETA, la paralización del proyecto le ha costado también cinco vidas. Nombran a Jesús Intxausti, Uzturre, presidente del EBB, el PNV expulsa a su ejecutiva en Nafarroa, el diputado general de Gipuzkoa, José Antonio Ardanza,

entrega una bandera nacional española, con el nuevo escudo constitucional, al coronel-jefe del Regimiento Mixto de Ingenieros número 6, de guarnición en San Sebastián, en un acto celebrado en la plaza Okendo. Ardanza explica que lo hace en cumplimiento de un acuerdo de la anterior Diputación. El 15 de junio, la Guardia Civil localiza en un piso de Hernani a tres liberados de ETAm: da muerte a Agustín Arregi y Juan Luis Lekuona y detiene a Jesús María Zabarte, al que medios oficiales presentan como uno de los militantes más activos de ETA. La Guardia Civil informa que uno de sus agentes ha resultado gravemente herido en el enfrentamiento. Este mismo día, el GAL atenta contra el histórico refugiado Tomás Pérez Revilla y el sacerdote Román Orbe en Biarriz. El primero de ellos fallece 43 días después, a causa de las quemaduras provocadas en el atentado. Instrucciones al comando Madrid que la Policía atribuye a Pakito explican que “la única forma de combatir todo esto es dándoles y, para ello, hay que hacer un esfuerzo mayor de lo que se hace, pues no tenemos que olvidar que es cuestión de supervivencia”. La instrucción estaría acompañada de una postdata: “al concejal del PSOE no lo matéis, tiro en la rodilla. Al otro, exguardia civil, al saco”. Junio se despide con varias horas de enfrentamiento por calles y plazas del centro de Donostia entre las FOP y cientos de manifestantes de la izquierda abertzale que reclaman los derechos de los presos políticos y los refugiados. Carlos Olave cuenta en Abc que la Policía Nacional ha ocupado desde las seis de la tarde el Boulevard con intención de impedir la concentración. Varios cientos de manifestantes se agrupan, profieren gritos a favor de ETA y la amnistía, se dirigen a la plaza Gipuzkoa, y es aquí donde los choques alcanzan mayor virulencia. El dirigente de HB Txomin Ziluaga forcejea “violentamente” con un capitán de la Policía Nacional, le hace constar su condición de diputado; las FSE emplean abundante material antidisturbios. Los “alborotadores” dan muestras de estar perfectamente organizados, en grupos reducidos logran desplegarse por distintos barrios de la ciudad, cruzan barricadas y hostigan a la Policía. “Su capacidad de desdoblamiento, de despliegue, incluso les permitió instalarse en distintos accesos de San Sebastián, como intentando incomunicar la ciudad con el exterior”. Incendian un autobús que previamente han cruzado en la calle Hernani. Provocan un auténtico caos circulatorio. En la Avenida, lanzan a la calzada sillas de las cafeterías. “La indignación de los transeúntes cada vez es mayor, pero nadie pudo hacer nada por evitarlo”, apostilla el periodista de Abc. Es lo más parecido a una guerrilla urbana, hasta este momento desconocida. El corresponsal de El Correo Español en Madrid informa en julio del juicio contra

el dirigente de EE Javier Olaberri y otros presuntos miembros del “comando electrónico”. La requisitoria del fiscal contra los ocho acusados dura menos de dos minutos. Bandrés y los otros abogados “pincharon el globo”, dice el corresponsal Torres Murillo para explicar que ha habido componenda. Transcurrido el tiempo, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri va a recordar que oficialmente solo se les encontró un rifle. ¿Y el resto?, se preguntará. Porque la pistola con la que matan a Lasa y Zabala sale de aquí. En este tiempo todavía es posible leer un artículo de denuncia de la tortura, como el que Luis Ruz Sánchez escribe desde Barcelona. “Presentar la cuestión de la tortura en el Estado español como algo separado del propio Estado, tal como recogía El País en el editorial del 2 de julio, solo puede tener dos motivos: ignorar el hecho o tener miedo a las consecuencias que traería para un periódico enmarcar este fenómeno en la dinámica represiva del Estado. Y enmarcar significa responsabilizar directamente al Gobierno por sus leyes y planes, que son mucho más represivos que los precedentes. Puestos a comparar, la nueva legislación antiterrorista recuerda a la que se formuló durante el nazismo en Alemania, según ha denunciado la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Barcelona. Ya no es cuestión de anunciar que la tortura, como se hacía en el citado artículo, corresponde ‘a un fenómeno residual de un pasado muy próximo’ o que se tiene que ‘reforzar la ley contra esos abusos criminales’, pues su práctica no es motivada por residuos de un pasado ni por abusos de unos cuantos. La tortura, al amparo de las sucesivas legislaciones antiterroristas, se ha ido perfeccionando y sofisticando, recogiendo las experiencias de su práctica durante el franquismo y añadiéndole la práctica internacional en esta materia, práctica avanzada en países como Suiza, Alemania e Israel, con lo que nos encontramos que, a la paliza brutal que te podían endosar las fuerzas policiales en época de Franco, se le añaden ahora los más refinados –y no por ello menos criminales– métodos de tortura blanca, psicológica, etcétera. Pero siempre teniendo claro que a tal situación no se hubiera llegado sin la protección y apoyo desde el poder”. Bélgica ha extraditado a Joseba Mirena Artetxe y Gaizka Ormaza, como miembros de ETA VIII Asamblea, lo que se interpreta en Madrid, no sin motivos, como el importante cambio de la Europa Occidental frente a las bandas terroristas que amenazan la estabilidad de las instituciones democráticas. La cooperación de las autoridades francesas está desmantelando el santuario etarra, los atentados del GAL no son ajenos a la nueva política francesa, que Bélgica haya accedido a estas extradiciones no hace sino revalidar la postura de no

equiparar a los autores de crímenes y atentados perpetrados contra el sistema democrático con militantes de movimientos contra dictaduras tercermundistas. Este éxito en el exterior debe atribuirse a las gestiones de Felipe González, pero debe ser completado con medidas policiales y políticas que eviten el traslado al interior del país de su infraestructura operativa, lo que los analistas ven posible, dado el respaldo social con el que ETA todavía cuenta. El lehendakari Garaikoetxea declara al diario Le Monde el 24 de julio que “los socialistas saben perfectamente que algunas de las reivindicaciones planteadas por sectores próximos a ETA son perfectamente compatibles con el Estatuto de Autonomía que hemos aprobado todos en 1979. ¿Por qué, entonces, más que pretender alcanzar una victoria militar, no buscar ese denominador común que permitiría llegar a una paz sin traumatismos, es decir, duradera?”. Garaikoetxea ve peligroso ese empeño del Gobierno español en la eliminación física de ETA, sin reparar en que “si no se abordan los problemas subyacentes a la violencia, en algunos años surgirá otra ETA”. Se aprueba en Bergara una moción del PSE en contra de las actividades del GAL, pero Odón Elorza, responsable de política municipal, es contrario a su presentación. Para el empresario Luis Olarra, “el GAL es una tenue reacción ante las acciones de ETA”. El Ministerio del Interior, que ha dado mucha importancia a la detención de Isidro Garaialde y dará más todavía a la de Eugenio Etxebeste –el dirigente más influyente de la Oficina Política, según la Policía– saca cuentas pensando en obligar a ETAm a una negociación a su medida. Ocho de los miembros más destacados de la organización disponen todavía de carta de refugiado político, cerca de 800 vinculados directa o indirectamente con ella residen en territorio francés. De ellos, 200 no tienen reclamación judicial, y otros 400 podrían acogerse a las medidas de reinserción social. Interior niega que haya negociaciones en marcha, pero no se descarta que pudiera haberlas en el futuro. La actual Dirección de la Seguridad del Estado, encabezada por Julián Sancristóbal, hombre de la entera confianza del ministro, quiere dialogar con ETA, pero no con HB, porque no son los interlocutores válidos y, tras el progresivo debilitamiento de ETA, pueden acabar, según el exgobernador civil, disueltos como un terrón de azúcar en el agua. En este verano de 1984, los servicios de información españoles calculan en 19 el número de comandos entrenados y capacitados para llevar a cabo atentados terroristas, con un total aproximado de 90 hombres y mujeres. Cuentan con que, para el final de la legislatura del PSOE, el fenómeno terrorista no será ya una de las preocupaciones prioritarias del país. Para estas fuentes, la debilidad de ETAm

tiene su reflejo también en el reciente asesinato del secretario del Ayuntamiento de Ispaster, “que no solo es una cobardía más de ETA, sino también una de las víctimas más al alcance de su mano”. El atentado contra Manuel Vicente González Velorio, amigo personal de Rodolfo Martín Villa, ha tenido lugar el 18 junio, cuando se estaba produciendo una fuerte disputa entre los socialistas y el PNV con respecto a las competencias para el nombramiento de los secretarios de Ayuntamiento. ETApm VIII Asamblea, que ha amenazado con represalias si se accedía a la entrega de Ormaza y Artetxe, se responsabiliza de la explosión de una bomba en el Palacio de Justicia de Amberes. Es la primera vez, en los 25 años de vida de ETA, que algo así sucede. Los propios octavos explican el “carácter excepcional de esta acción, motivada por el gravísimo precedente que sienta la actitud del Gobierno belga”. No se dirige “contra el pueblo belga, que ha expresado su oposición a la decisión de las autoridades, sino contra el Gobierno”. ETA ha venido contando en este país con solidaridades políticas y logísticas, lo que aumenta la extrañeza por esta intervención que solo puede tener consecuencias negativas. En un enfrentamiento con la Guardia Civil, muere en Oiartzun Eduardo Irizar, al que la prensa presenta como octavo, lo que personas de su entorno desmienten, diciendo que era ya militante de ETAm. Según estas fuentes, ha formado parte del grupo de polimilis denominados milikis que se escindieron de ETApm VIII Asamblea para integrarse en ETA militar en febrero de 1983. En un Gasteiz en fiestas se producen graves incidentes de protesta por esta muerte, enfrentamientos con la Policía en el recinto ferial y el centro de la ciudad, hasta que la gobernadora civil de Alava, Alicia Izaguirre, toma la decisión de sacar a la Policía de la calle, para no hacer el juego a unos “desalmados” dispuestos a destruir Vitoria. Desconocidos provocan un incendio en ‘Collectivités Services’, empresa de Baiona en la que trabajan varios refugiados. Al tiempo que ETAm pone bombas en concesionarios y dispara contra camiones franceses, la destrucción de coches con matrículas de esa nacionalidad se extiende a localidades de fuera de Euskal Herria. La campaña contra intereses galos le cuesta la vida al activista de los Comandos Autónomos Pablo Gude Pego el 13 de agosto en Lasarte, tras ser tiroteado por guardias civiles de paisano que vigilan la concesionaria de Citroën. El 22 de agosto, el Gobierno anuncia por medio de un portavoz del Ministerio de Interior su disposición a negociar directamente con ETA, sin intermediarios, la que llama pacificación del País Vasco. El ministro Barrionuevo afirma estar dispuesto a entrevistarse o a hablar telefónicamente con Txomin Iturbe. La

propuesta consiste en la suspensión de los actos delictivos y entrega de las armas por parte de ETA a cambio de facilitar la integración en la sociedad de aquellos terroristas que se muestren dispuestos a aceptar el ordenamiento democrático. Algunos medios creen ver alguna relación entre la oferta del Ejecutivo español y el regreso de las vacaciones de Felipe González de Colombia y Venezuela. La propuesta viene precedida por una ofensiva de “ablandamiento” de ETA, con medidas administrativas excepcionales por parte francesa, y atentados en nombre del GAL, que han costado la vida ya a ocho refugiados. Excluye todo tipo de contrapartidas políticas, y ETA la interpreta como una mera oferta de rendición. Al portavoz del Ministerio del Interior le han disgustado las recientes declaraciones de Garaikoetxea a Le Monde en las que ve compatibles reclamaciones contenidas en la alternativa KAS con una lectura distinta del Estatuto de Autonomía. El subsecretario de Interior, Rafael Vera, declara al periodista de Tiempo Agustín Valladolid, contradiciendo a Sancristóbal, que es posible la negociación política con Herri Batasuna. A su juicio, “el problema del País Vasco, más que en el terrorismo de ETA, reside en la postura ambigua, temerosa y tolerante del Partido Nacionalista Vasco y, también, del Gobierno vasco”. No tiene inconveniente en asegurar que “con la reinserción social no se buscan ni delatores ni ciudadanos que se avergüencen de su historia”. De no acceder a la negociación, ve a ETA convertida en un “fenómeno policial tipo GRAPO”. Ha empezado septiembre, se constituyen comités anti-extradiciones, personalidades del mundo de la cultura presentan una campaña a favor de los derechos de presos y refugiados. También la Magistratura se muestra contraria a las extradiciones. El 23 de septiembre, el Gobierno francés concede por primera vez la extradición de tres reclamados por España, y deporta a Togo a cuatro refugiados más. El 27 de septiembre, el Congreso aprueba el Proyecto de Ley Orgánica contra la actuación de bandas armadas y elementos terroristas, y remite su texto al Senado. “Terror y secuelas de dos torturados” es el titular con el que José Luis Barbería explica en El País las denuncias de torturas por parte de la Guardia Civil a Joaquín Olano y José María Olarra, detenidos en julio y octubre del pasado año. El testimonio de tortura que han ofrecido el periodista lo califica de sobrecogedor, conjunción de sadismo, brutalidad, odio y desprecio a la persona. Los denunciantes conservan en sus cuerpos cicatrices y marcas, secuelas de unas lesiones que en esta ocasión han sido registradas por médicos forenses. Joaquín Olano fue interrogado únicamente durante 30 horas, pero su relato puede llenar las páginas de una novela de bolsillo, escribe el periodista. No se le oculta a este

que la casualidad, la fortuna y la presencia en San Sebastián de jueces comprometidos en la defensa de la Constitución y de los derechos humanos hizo posible el ingreso de Olano en el servicio de urgencias de la Cruz Roja. El calor bochornoso de la noche del 28 de julio, que llevó a muchos donostiarras a dormir con las ventanas abiertas, hizo posible, en Ondarreta, que una vecina escuchara salir desde el cuartelillo gritos de dolor y de socorro mezclados con música a todo volumen de una radio. Llamó a un abogado y este, a su vez, informó a un juez. Lo cuenta así Joaquín Olano: “A los diez minutos de estar en los sótanos, y al comprobar que yo no admitía sus acusaciones, me ordenaron desnudarme y uno de ellos incluso me rasgó la camisa. Se descojonaban de mí al verme desnudo, me cubrieron el cuerpo con una manta mojada y me amarraron a un tablón con correas a la altura de las manos, que me cubría hasta el cuello. A continuación arrastraron la tabla hasta un cuarto de baño que tenía dos lavabos, una bañera normal y una ducha aislada con dos tabiques. Apoyaron la tabla sobre una varilla de metal colocada a la altura de las rodillas entre los dos tabiques en la entrada de la ducha. Yo no entendí nada hasta ver en el suelo una palangana de plástico llena de agua sucia. Es el agua que queda después de limpiar el suelo de los váteres. Los que me interrogaron escupían en la palangana y alguno orinó encima. Me metieron la cabeza en el agua; al principio lo soportas, pero pronto notas la asfixia e intentas levantar la cabeza. Entonces te golpean por todas partes, te agarran de los pelos y al final abres la boca y tragas lo que sea, decidido a ahogarte y a terminar de una vez”. “A mí –explica José María Olarra–, me presionaban con los pulgares en el hueco que hay debajo de las orejas y durante algunos minutos llegué a perder la vista, el oído y el sentido del equilibrio; creía que caminaba en falso al borde de un precipicio, y esa es una experiencia aterradora. Recuerdo que mi torturador me amenazó con prolongar las sesiones y dejarme ciego; según él, los efectos de esa tortura se manifiestan sobre todo varios meses después. Al cabo de un minuto, cuando has agotado el aire de la bolsa de plástico, te desesperas, intentas morderla como sea. Te muelen a golpes y, eso sí, después de cada paliza te quitan la manta y te dan pomada, mucha pomada, para evitar los moratones. La mañana del sábado me pilló destrozado. Después de una nueva sesión de bañera me entregaron la camisa de uno de ellos y me vistieron a todo correr; me presentaron entre dos guardias ante un cristal, un espejo acoplado a la pared. Al rato, me retiraron de esa sala y, sin más, empezaron a darme patadas en los testículos diciendo: ‘te han identificado, te han identificado’. Era fácil identificarme, evidentemente, yo era el único hostiado de los tres. Me dijeron

que habían detenido a mi mujer y que iban a hacer con ella lo mismo que estaban haciendo conmigo. Como yo me resistía a creerlo, aprovecharon que mi mujer había ido a la comandancia para traerme comida, y me llevaron a una habitación desde la que pude verla a través del espejo de identificación. Tuve un ataque de histeria al verla allí. Mi mujer estaba embarazada de siete meses, y continuamente me decían que iba a abortar allí mismo, en los váteres que servían de salas de torturas”. De pronto le hacen vestirse, le meten en un coche y se ponen a dar vueltas sin rumbo durante media hora. Luego supo que era porque habían llegado al cuartel dos médicos forenses enviados por el Juzgado y no estaba presentable. A los forenses les dicen que están buscando un zulo, pero no se dejan engañar y deciden esperar. “Debieron quedarse horrorizados porque uno de ellos me preguntó: ‘he visto gente detenida, pero, chico, ¡cómo estás!’. Les pedí que hicieran lo que pudieran conmigo y enseguida se marcharon. Volvieron las sesiones de bañera y descubrí los electrodos. Siempre desnudo, con las manos esposadas a la espalda, me pasaron por el cuerpo algo parecido a esos interruptores antiguos de luz que había antes en las mesillas y que ellos conectaban a una batería de coche. Acabaron de destrozarme por completo. Es un dolor terrible, una fuerza que te rompe por dentro. Mientras me torturaban, estaba siempre la radio a todo volumen”. Poco después, la Guardia Civil cierra el cuartelillo de Ondarreta, todas sus funciones se trasladan al supercuartel de Intxaurrondo; los jueces y forenses fastidiosos son ‘ascendidos’ a otras plazas, los medios de comunicación siguen hablando de denuncias de ‘presuntas’ torturas. Una bomba-trampa colocada en la vía del tren a la altura de localidad alavesa de Alegi acaba con la vida de tres guardias civiles de los GAR y hiere a otros dos. Está finalizando septiembre y en los últimos meses la actividad de ETAm se ha ralentizado, para favorecer las movilizaciones contra las extradiciones, las deportaciones, las asignaciones de residencia y los atentados del GAL. Cuando la Policía recibe el mensaje de ETA de que ha colocado bombas en el gasoducto de CAMPSA en Badalona, sospecha que puede tratarse de una trampa como la de Alegi. ETA precisa que el atentado se ha efectuado el 4 de noviembre y que los explosivos se han colocado en “la terminal de la tubería y boya que se encuentra frente a la costa de Barcelona”. La acción fue efectuada, según el comunicante, el pasado domingo 4 de noviembre. No obstante, fuentes gubernamentales y de la propia empresa reiteran que ese ataque terrorista no se ha producido. “Es una situación muy delicada, porque no podemos estar con los brazos cruzados, esperando que haga explosión un artefacto, ni tampoco

aventurarnos a buscar una bomba que puede estar rodeada por un sedal que sea una trampa”, declaran portavoces de las FSE, que insisten sin embargo en que la reivindicación etarra es falsa. El 26 de septiembre de 1982, ETA voló la boya de trasiego como la que ahora no se acaba de confirmar y supuso entonces pérdidas de dos mil quinientos millones de pesetas. El día 14 de este mes de noviembre, ETAm se atribuye el atentado contra el escolta de un concejal socialista de Zumaia, pero insistiendo en que no atentará contra militantes de partidos políticos, en que el objetivo era el escolta, no el concejal. El 16, tres encapuchados dan muerte en Irun a Joseph Couchot, un empresario de Biarritz al que diversas publicaciones han relacionado con el GAL. El 20 de noviembre matan en su consulta de pediatría al dirigente de HB y presidente de HASI Santi Brouard. Recientemente ha participado en conversaciones con el embajador de Francia en Madrid, Pierre Guidoni, en vistas a la apertura de un proceso negociador. Se trata de un hombre respetado por todos, seguramente el civil más influyente ante los clandestinos de ETA. En su atentado han participado mercenarios a sueldo de agentes de la Administración española, temerosa ahora de los efectos negativos de esta muerte. No ha transcurrido un día desde la muerte de Brouard, cuando ETA hiere de gravedad en Madrid al general Luis Rosón Pérez, hermano del que fue ministro del Interior con la UCD, y la prensa madrileña se empeña en establecer una relación entre ambos atentados y las gestiones de reinserción social que propugnó el ministro y propugna ahora Barrionuevo. ETA militar vuelve a atacar un convoy, en este caso militar, el 7 de diciembre en Erletxes, Galdakao, haciendo estallar un coche-bomba al paso de los vehículos del Ejército. Dos oficiales y un cocinero que trabaja en el cuartel de Mungia, resultan muertos, y once más heridos de diversa consideración, entre ellos el capitán capellán del acuartelamiento. Al ser informado del atentado, Felipe González, alaba el “extraordinariamente paciente comportamiento” de las fuerzas armadas y policiales. El Ministerio de Defensa difunde una nota oficial subrayando la circunstancia de que el ataque se haya producido en “la víspera de la Inmaculada Concepción, patrona del arma de Infantería”. En los medios de comunicación se multiplican los comentarios sobre gestiones negociadoras o de rendición entre la Administración española y ETA, comentarios sobre enfrentamientos entre duros y menos duros en el interior de ETA. La Administración francesa se encarga de aclarar su papel en el contencioso, que no es otro que el de colaborar con España en un problema que solo a ellos atañe. En este final de año, la asamblea del PNV reunida en Artea fuerza la dimisión

de Carlos Garaikoetxea y propone poco después a José Antonio Ardanza, diputado general de Gipuzkoa, como candidato a lehendakari. Garaikoetxea hace llegar a los medios de comunicación la carta que ha dirigido a la asamblea de su partido en la que argumenta las razones de su renuncia. Ardanza explica también las razones que le han llevado a aceptar la candidatura: el sentido del deber, y el fuerte pressing al que le ha sometido su partido, para aceptar una responsabilidad que “yo ciertamente no deseaba”. En la difícil situación que atraviesan el partido y Euskadi, “alguno tenía que asumir esa responsabilidad y parece que me ha tocado a mí”.

MADRID Y PARÍS INVENTAN LAS DEPORTACIONES La utilización de la violencia en un sistema democrático constituye una lacra social, cuyo objetivo es suplantar la voluntad popular de un pueblo, libremente expresada en sucesivas consultas democráticas. Esta declaración es parte del pacto firmado a mediados de enero entre el Gobierno vasco y el grupo parlamentario Socialistas Vascos para luchar contra la violencia y el terrorismo, así como de las causas que lo originan. Lo hace posible la debilidad de un PNV escindido por la mitad, que delega en el Gobierno la responsabilidad de la firma, y la filosofía del Plan ZEN. En el primer punto del pacto, se afirma que “El pueblo vasco decidió democráticamente, mediante referéndum, optar por el Estatuto a la hora de dar una respuesta a la demanda mayoritaria de autogobierno”; en el segundo que “En un sistema de libertades no existe justificación para la utilización de la violencia”; en el tercero se comprometen a que “Los problemas políticos del País Vasco” solamente se negocien entre “las fuerzas políticas con representación parlamentaria, el Gobierno vasco y, cuando proceda, el del Estado”; en el cuarto se propone la reinserción social “para quienes abandonen el uso de la violencia”; en el quinto se acepta no interferir en las relaciones internacionales, “materia de competencias del Gobierno del Estado”, “principio que se extiende a la vertiente internacional de la lucha contra el terrorismo”. Finalizan el acuerdo anunciando que propondrán al resto de grupos parlamentarios que lo asuman, que se sumen. Se firmará tras la investidura de José Antonio Ardanza como lehendakari, que se consuma en segunda votación, por mayoría simple, el 26 de enero. En el discurso de presentación de su candidatura, ha pedido Ardanza el cese de la violencia, ha descartado a ETA como interlocutor para lograr la paz, porque “son los votos y no las armas” los que dan legitimidad. Ha manifestado que el pacto de legislatura viene forzado por necesidades de gobernabilidad. Se ha reconocido como representante del Estado en el País Vasco y no ha descartado el diálogo con ETA, pero sí que sea fuerza interlocutora para la pacificación. Como si diera por supuesto que antes pudo haberlo, ha sostenido que “Ya no hay razón para las disculpas o las excusas” en el desarrollo estatutario, “completo y hasta el final”, con sus “factores específicos, singulares, que no están reconocidos en otros estatutos y que no son una mera casualidad”. La izquierda abertzale lo

resume en que el Gobierno vasco acata la Constitución, cierra la puerta a la negociación con ETA, acepta las reglas de juego del Gobierno español. El GAL está en actividad plena, con la complicidad de jueces franceses como Michel Svahn –militante católico, presidente de la Corte de la Cámara de Acusación de Pau– que ponen en libertad a miembros del GAL acusados de asesinato, mientras la Administración intensifica las deportaciones de refugiados, al centro de África ahora, como antes a América Latina. El PNV parece querer decir que el Gobierno es una cosa y el partido otra, que hay cosas que uno puede firmar, que el otro no osaría. Dos miembros de ETA que se hacen pasar por policías, entran el 19 de febrero en el garaje de una casa en el barrio de Salamanca, reducen a un vigilante y al chófer, y dan muerte a Ricardo Tejero Magro, consejero y director general del Banco Central. Al día siguiente, la Policía detiene en Madrid a Venancio Sebastián Horcajo, un refugiado que había sido deportado meses antes a Venezuela. La filtración de esta detención se ha producido por una indiscreción y ha causado malestar en medios policiales, como el ministro Barrionuevo reconoce en el Senado. Alguien ha reconocido al Comisario General de Información Jesús Martínez Torres como la persona que le torturó en Zaragoza en 1975 y lo ha denunciado en una carta publicada en El País. Barrionuevo saca la cara a su Policía, dice que tiene un pasado sin tacha y que se va a querellar contra los que han atacado su honorabilidad. Está de comparecencia en el Senado para hablar del comando Madrid, para defender a su gente y para sostener la constitucionalidad de la última Ley Antiterrorista aprobada. La ley en cuestión permite entre otros extremos la detención incomunicada y sin control judicial durante 10 días, y el cierre provisional de un periódico con la sola admisión a trámite de la querella del fiscal. El senador del PNV Joseba Azkarraga, tras reconocer que esa ley existe por “culpa” de los terroristas, muestra su preocupación por “el posible resquicio que deja a torturas y malos tratos”. Barrionuevo no está de acuerdo en que se establezca una relación de causa-efecto entre los días de aislamiento y la tortura. No ha terminado febrero, siguen las deportaciones, los atentados de ETAm contra narcotraficantes y guardias civiles. La Policía ha filtrado a la prensa que es Francisco Mugika Garmendia el que controla ahora el aparato militar de ETA, en sustitución de Txikierdi, que ha sido detenido por los franceses. Dicen que es, junto a José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, el hombre fuerte de ETA, contrarios ambos a cualquier intento de negociación. ETAm está, según estas fuentes, y el Gobierno Ardanza, más débil que nunca, lo que se nota también en la

disminución de atentados. Son ya 28 los deportados, a cinco países diferentes, entre ellos, Eugenio Etxebeste, que habría sido sustituido al frente del aparato político por Urrutikoetxea. La muerte en atentado del superintendente de la Ertzaintza, teniente coronel del Ejército Juan Carlos Díaz Arcocha, se interpreta en los medios de comunicación como el primer ataque a las instituciones vascas. Tiene lugar el 7 de marzo, mediante una bomba colocada bajo su coche, cuando va de camino a la Academia de la Policía Autónoma en Arkaute. Con este, son 51 el número de militares muertos por ETA o por el GRAPO desde 1973, según recuento efectuado por Abc. Una semana más tarde, el Gobierno de Gasteiz publica un documento de diez puntos contra la violencia terrorista, que es recibido con satisfacción por Txiki Benegas, Juan María Bandrés y Fraga Iribarne. Ajuria Enea utiliza en el decálogo un lenguaje inédito, “por su claridad y concreción”, lo que se interpreta como el fin de la ambigüedad en la que hasta ahora se movían las autoridades vascas, a decir del periodista de Abc Alvaro Hernando. El salto cualitativo del atentado contra la máxima autoridad militar de la Ertzaintza “ha encontrado así su más directa respuesta”. El Gobierno vasco llama a todos los vascos a que superen el miedo y no transijan con los que matan, ni con los que les apoyan o se callan ante los atentados. Sostiene el Gobierno vasco que ETA está más débil que nunca y desmiente que la violencia haya favorecido el proceso autonómico, como sostienen aquellos que afirman que el Estatuto de Gernika y los amejoramientos fiscales no hubiesen prosperado sin la presión de ETA. De la violencia solo se derivan perjuicios y graves costes económicos y sociales, denuncia el Ejecutivo vasco, que no ve por otra parte contradicción entre medidas políticas y policiales. Alfonso Guerra, Manuel Fraga y Mayor Oreja están de acuerdo en que el decálogo es un paso importante en la buena dirección, aunque echan en falta un apoyo explícito a las Fuerzas de Seguridad del Estado y una condena más tajante a Herri Batasuna. A Javier Galdeano Arana, exdirector financiero de Egin y delegado del diario en Iparralde, a donde se ha trasladado a vivir para rehuir el acoso policial –le han detenido en dos ocasiones–, los mercenarios contratados con dinero público español le matan en el barrio Urdaxuri de Donibane Lohizune el 30 de marzo de 1985. Galdeano, como Brouard, son dos militantes de la izquierda abertzale y de los movimientos populares con gran ascendiente entre los activistas de ETA. Alguien que los conoce bien les ha puesto en el punto de mira de sus ejecutores. La prensa española parece extrañada de las airadas reacciones que este atentado provoca, manifestaciones, disturbios, ataques a concesionarias de vehículos

franceses, no entendiendo que hombres como Galdeano son vistos por buena parte de la sociedad vasca fuera de la lógica de guerra del que mata y sabe que puede morir, hombres necesarios para la resolución de los problemas pendientes. El Ministerio del Interior “explica” el atentado diciendo que formaba parte de la dirección económica de ETA militar, y algunos periodistas no pasan por alto que tal hipótesis no se corresponde con la vida que hacía, los trabajos que realizaba y las numerosas visitas que recibía de familiares y amigos en su casa. A este atentado le han precedido, con escasas horas entre uno y otro, el de Ziburu contra Ramón Basañez, el del Café des Pyrénées en la rue Pannecau de Baiona, en el que ha muerto Benoît Pécastaing, un ciudadano francés de 21 años y han herido a Kepa Pikabea y Jean-Marc Mutio. La espiral sangrienta del GAL se acelera, lo que Felipe González llama terrorismo de respuesta, y deja en evidencia los argumentos del decálogo consensuado entre el Gobierno vasco y los socialistas. Antes de quitarse la vida por un desengaño amoroso vinculado a su separación conyugal, Michel Laffitte, un ingeniero de caminos de 42 años, avisa a la Gendarmería de que guarda en el garaje de su casa de Senpere [Saint Pée Sur Nivelle] un arsenal de ETA. A pesar de las minuciosas instrucciones que deja por escrito, la Policía francesa tiene dificultades para dar con el mecanismo que permite acceder al habitáculo en el que encuentra dos toneladas de goma-2, decenas de miles de balas de diversos calibres, 71 cohetes para ser disparados con lanzagranadas, 17 kilómetros de mecha y otras armas: se trata del arsenal de ETA militar más importante capturado hasta ahora. En los últimos meses se han producido ya otras incautaciones de armas de menos importancia. El mismo día en que se desmantela el zulo –“lugar oculto y cerrado dispuesto para esconder ilegalmente cosas o personas secuestradas”, según la Real Academia de la Lengua Española, término que va a hacer historia–, tres policías nacionales resultan heridos al estallar un coche-bomba aparcado en las proximidades del domicilio del vicepresidente del Gobierno de Navarra, José Antonio Asiáin. En la misma fecha, fuerzas de izquierda convocan en Madrid a una manifestación de protesta por la Ley Antiterrorista, a la que se han adherido numerosas personalidades de la cultura, la política y la intelectualidad. La convocatoria está firmada por Comisiones Obreras y la CGT, el Movimiento Comunista, el PCE (M-L), el Grupo de Abogados Jóvenes, la Comisión anti-OTAN y la Comisión Permanente contra la Tortura. Jesús Insausti, Uzturre, que ha sucedido a Román Sudupe como presidente del EBB del PNV, dice que su partido de 90 años no va a cambiar de ideología para

satisfacer al PSOE. Se ha mostrado sorprendido por las reacciones de Felipe González y Txiki Benegas ante las manifestaciones independentistas de dirigentes del PNV en Aberri Eguna. Ha dicho González que cualquier manifestación de independentismo de cualquier zona del territorio nacional es una gran torpeza, por no decir una gran estupidez. Ha dicho Uzturre, “en términos castizos”, que las reacciones de los líderes socialistas le parecen una gilipollez, pero que el pacto de legislatura suscrito no corre peligro, porque el Gobierno vasco cumplirá los compromisos adquiridos. El presidente del EBB no está de acuerdo con los que dicen que las declaraciones independentistas del PNV son fruto de la crisis y el pulso con el exlehendakari Garaikoetxea y sus seguidores, que son muchos. Tampoco pretende establecer una disputa con HB sobre quién es más independentista: “El concepto de independencia que utilizamos HB y nosotros es el mismo, pero mi partido nunca utilizará los medios que utilizan ellos para conseguirla”, manifiesta Jesús Insausti. Después de pensárselo dos veces, el lehendakari Ardanza asiste al acto del bicentenario de la bandera española creada por Carlos III que tiene lugar el 28 de mayo en el Palacio de Aranjuez, con presencia de las principales autoridades del Estado, incluidas las autonómicas. “Es un acto constitucional y también son constitucionales las banderas autonómicas” explica, antes de añadir que “a nadie se le escapa que la enseña española no es algo que tenga excesivas simpatías en un amplio sector de la población vasca”; sin embargo, es de la opinión de que se debe tratar de convivir, respetando las reglas de juego y los conciertos establecidos. El ministro de Defensa, Narcís Serra, confía en que actos como este sirvan como vertebradores del Estado. Un sondeo ad hoc de la agencia OTR ha concluido que la bandera y la Constitución son los dos símbolos que, con gran diferencia, mejor definen la idea de España. El Rey coloca una corona de laureles al pie del mástil donde reza la leyenda “Honor a todos los que dieron su vida por la unidad nacional”. Todavía en mayo y asumiendo un riesgo que parecía desterrado, ETA coloca una bomba-trampa en Iruñea y mata a un policía nacional, y a un adolescente de 14 años que llega a casa en su bicicleta. Veinticuatro horas más tarde, mata al jefe de personal de la fábrica de morteros de Markina, Esperanza y Cia. En el último mes ha habido diez atentados mortales. El secretario general del PSEPSOE, José María Benegas, entrega al lehendakari Ardanza las iniciativas de su partido para luchar contra el terrorismo, entendiendo que el Gobierno vasco no está cumpliendo los plazos para poner en práctica los compromisos expresados en el decálogo consensuado en marzo. No se trata de un plan completo de

actuación, sino sugerencias para buscar acuerdos más concretos contra el terrorismo. Está dividido en cinco capítulos, que abundan en anteriores ideas sobre la corresponsabilidad entre Gobierno del Estado y Gobierno vasco, la colaboración policial, la necesidad de que las instituciones autonómicas hagan un reconocimiento público de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la puesta en práctica de mecanismos de reinserción social y concienciación ciudadana contra el terrorismo. Como primera respuesta a los apremios socialistas, el Gobierno vasco convoca una manifestación en Bilbao en favor de la paz para el lunes 3 de junio. Con esta movilización se quiere demostrar que el país real comparte unos determinados valores democráticos incompatibles con el terrorismo. El portavoz del Gobierno, Eugenio Ibarzabal, está convencido de que con su escalada ETA pretende dividir a las fuerzas democráticas. Preguntado por la opinión favorable a la negociación política con ETA, recientemente expresada por el presidente del EBB, responde que “El Gobierno se mantiene leal a lo pactado, incluyendo el criterio de oponerse a esa negociación, por lo que cualquier cuestión al respecto deberá ser planteada al señor Insausti, y no a nosotros”. Sobre lo que está ocurriendo, la opinión de Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en la CAV, es que ETA busca “hacerse notar, tratando de contrarrestar la imagen de debilidad difundida últimamente, bien es verdad que más en el resto de España que en el propio País Vasco”. Tres atentados en un solo día, el 12 de junio, acaban con la vida de un coronel y su chofer en Madrid, y posteriormente con la de un policía nacional, al estallar el coche que el mismo comando ha dejado abandonado. En el tercero, un brigada de la Armada resulta muerto de un tiro en la nuca en Portugalete. Cuarenta y ocho horas más tarde, un mercenario del GAL, a la caza de refugiados, ametralla a un grupo de clientes que juega a cartas en el bar Trinkete de Ziburu, arroja una granada y mata a dos ciudadanos franceses de etnia gitana. El 18, ETA da muerte a un guardia civil en Santurtzi. El 21 de junio la Guardia Civil efectúa en Ataun una redada espectacular, masiva, a la búsqueda de un comando legal de ETAm. La prensa destaca que entre los detenidos hay un alumno en prácticas de la Ertzaintza y deduce que ETA trata de infiltrarse en la Policía Autónoma. La operación se ha iniciado a las tres de la madrugada, han aislado barrios, tomado posiciones en el casco urbano y montes cercanos, han registrado numerosos domicilios. A los detenidos, diecisiete jóvenes de ambos sexos entre 17 y 26 años, sospechosos de colaboración con el comando armado, se les aplica la Ley Antiterrorista. La Guardia Civil dice haber desarticulado también un comando operativo. A junio le faltan muertos todavía: un marinero tenido por chivato en

Lekeitio, un preso polimili en Alcalá, un refugiado en Baiona. Julio se va a iniciar con una noticia realmente espectacular: se fugan de la cárcel de Martutene, dentro de los altavoces del grupo del cantante Imanol, los presos de ETAm Joseba Sarrionaindia e Iñaki Pikabea. Jon Idígoras, con su documentación de diputado en el bolsillo, sale para América a visitar a los deportados vascos de Panamá, Venezuela, Santo Domingo, Cuba, y a un preso en Costa Rica, acusado de haber planeado un atentado contra el exlíder sandinista Edén Pastora. El verano de 1985 es muy violento, por los atentados de ETA, por los atentados del GAL, por las torturas, por la represión de las manifestaciones, por las sucesivas deportaciones a países cada vez más extraños para los deportados. Jueces, fiscales y policías polemizan sobre las denuncias por torturas: los policías se quejan de que no les dejan querellarse contra los que les acusan falsamente, la Asociación de Jueces para la Democracia critica la retirada de la acusación del fiscal jefe de Bilbao en un juicio por torturas, para Abc está claro que “este cúmulo de enfrentamientos” es consecuencia de la campaña orquestada por HB para fomentar el malestar en las FSE y perjudicar la labor de los expertos en la lucha contraterrorista. A finales de julio, un comando de ETAm vuelve a actuar en Madrid contra militares de alta graduación, al dar muerte al vicealmirante Fausto Escrigas Estrada, director general de Política de Defensa. El 16 de agosto, ETAm ejecuta en Castellón a uno de los hermanos Perret, a los que ETA y la prensa atribuyen una larga relación de colaboración con la guerra sucia. Los diarios de Madrid ven en este atentado la respuesta a la muerte el 2 de agosto del refugiado Juan María Otegi. El delegado de España en Vitoria polemiza con el lehendakari por unas declaraciones de este a Le Monde, favorables a la negociación; Bandrés polemiza con Arzalluz y asegura que este animó a los polimilis a no abandonar la lucha armada. El alcalde de Bilbao José Luis Robles anuncia que en las fiestas patronales ondearán todas las banderas con la pretensión de despolitizarlas, lo que no hace sino alimentar más “la guerra”. El presidente del EBB, Uzturre, dice no ver problema alguno en que ETA negocie con el Ejército español, y algunos ven en esas palabras un “órdago a la mayor” sin cartas. HB se ofrece por su parte a intermediar entre ETA y el Estado. Ha nacido septiembre, ETA atenta en Madrid mediante coche-bomba contra un autobús de la Guardia Civil, con resultado de varios agentes heridos, y un transeúnte norteamericano que hace footing, muerto. HB acusa el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Andrés Cassinello, de animar la guerra sucia, cuando ha dicho que “al ver morir a un guardia civil he de tragarme las listas de los

terroristas y de quienes les apoyan que viven en el mismo pueblo”. El dirigente de HB Jon Idígoras asegura que existe todo un plan de represión masificada en Euskadi, y Txomin Ziluaga añade que la Guardia Civil está implicada directamente en las actividades del GAL y del Batallón Vasco Español: les ha proporcionado coches, armas y confidentes. Un comando del GAL da muerte en un bar de Baiona a cuatro refugiados mientras ven un partido de fútbol entre España e Islandia, y dos de los agresores son detenidos por amigos de las víctimas a pocos metros del lugar del atentado. Al día siguiente, 26 de septiembre, el presidente del Gobierno, Felipe González, pronuncia un discurso en la 40ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que denuncia el terrorismo y la carrera armamentística. De regreso de las vacaciones, el ministro Barrionuevo presenta en París una lista de cien refugiados que pueden regresar a sus casas sin problemas. La Administración francesa amenaza con expulsar a 250 refugiados vascos. El 17 de octubre se conoce la vuelta a la Euskal Herria peninsular de María Dolores González Katarain, Yoyes, antigua dirigente de ETA militar, tras acogerse a las medidas de reinserción. Una marcha de protesta organizada por los refugiados se manifiesta contra las medidas de reinserción que el Gobierno ofrece. El País informa que siete exmiembros de ETA, cuatro milis y tres polimilis, han regresado en los últimos días para acogerse a las vías de reinserción establecidas por el Ministerio del Interior y el Gobierno vasco, según han confirmado fuentes del Ejecutivo de Vitoria, que no han querido facilitar su identidad. El senador del PNV Joseba Azkarraga ha hecho de intermediario con un polimili al que, aunque tenía cargos pendientes, el juez ha dejado en libertad provisional. Azkarraga desmiente a José Manuel Pagoaga, Peixoto, cuando dice que habla en nombre de la gran mayoría de refugiados, y le contesta que si esta operación está abocada al fracaso, no tiene sentido que se pongan nerviosos y organicen conferencias de prensa, protestas y movilizaciones. El Gobierno vasco, activo ya en la política de reinserción, ha solicitado al Ministerio del Interior una lista de refugiados sin cargos que podrían regresar, y también de los que tienen cargos leves. Una primera lista de 130 podría ampliarse a quinientos, según Azkarraga. La sucesión de atentados de ETA de final de noviembre, tras unas semanas de relativa inactividad, es interpretada en algunos medios como preludio de una negociación. Jesús Insausti está convencido de que existe un diálogo entre el Gobierno central y ETA, y de que miembros del Ejército intervienen en los contactos. La especulación se amplía con la sospecha de que tanto PNV como HB estarían dispuestos a abortar cualquier gestión en este sentido que no pase

por su mediación, a fin de capitalizarla políticamente. Insausti sostiene una vez más que el problema de ETA es político y necesita de una solución política, aunque mantiene que la mejor vía para este acuerdo es el de la reinserción. No tiene pruebas de lo que dice, pero si la intuición de alguien experimentado en mil batallas, de guerra abierta y de guerra clandestina. Kepa Aulestia, secretario general de EE, tiene la impresión de que existen los contactos habituales, pero de ninguna manera una negociación. Para él, lo importante son las actitudes y “en los milis hay una doble lectura: la sensata, que apoyan los que saben que terminarán negociando, y no precisamente la alternativa KAS, y otra, la de aquellos que utilizan cualquier alusión al diálogo para continuar y aun intensificar la actividad armada. Creo que esta doble lectura también se da en el Gobierno”. No hay cohesión ideológica en ETA militar, a su entender, pero los atentados del GAL consiguen unir a “activistas y refugiados”. Aulestia sabe que hay refugiados que no son activistas, y la Policía, también. HB niega que exista negociación alguna en este momento, pero la reclama, aboga por ella, dejando claro que el interlocutor es ETA. Entrevistado por Argia, el abogado de HB Iñaki Esnaola ha reconocido que en Europa piensan que en estos momentos es mejor negociar que seguir así, ha dicho comprender que es difícil para el Gobierno español “decir repentinamente Vamos a comenzar a negociar con ETA. En estos momentos, lo que está haciendo es la labor previa”. A primera hora de la mañana del 25 de noviembre, ETA ametralla un microbús con seis militares en su interior en el barrio La Paz de Donostia y mueren dos de sus ocupantes. Horas después mata, no lejos de allí, en Pasaia, a un guardia civil. Esa noche, el cuartel de Intxaurrondo prepara una redada y detiene a Miguel María Zabalza, a su novia y otros sospechables. Al día siguiente, en Lasarte, ETA acaba con la vida de otro guardia civil, e Intxaurrondo filtra que Zabalza se ha fugado. El 6 de diciembre, el Ayuntamiento de Donostia –Zabalza es conductor de un autobús urbano– aprueba ejercer la acción popular para el esclarecimiento de su desaparición. El 11 de diciembre el ministro Barrionuevo comparece ante el Pleno del Congreso y manifiesta que está seguro de que Zabalza aparecerá “o será encontrado”, y lo contextualiza recordando que en la víspera de su detención se habían producido tres asesinatos en San Sebastián. Barrionuevo no tiene empacho en decir que la fuga del desaparecido se produjo esa misma madrugada, varias horas después de su detención. El portavoz del grupo vasco Marcos Vizcaya habla de versiones contradictorias y preguntas sin responder, como qué pasó en el cuartel donde estuvo detenido de 2 a 6 de la madrugada; cuáles fueron los indicios por los que fue detenido y por

qué se le aplicó la Ley Antiterrorista, habida cuenta de que todos los detenidos, su novia y los hermanos, fueron puestos en libertad sin cargos y sin fianza; por qué se fue al presunto zulo esa misma noche y no se esperaron unas horas e ir de día; cómo es posible la huida de un joven que, además de no ser seguramente de ETA y en todo caso no peligroso, según la propia Guardia Civil, iba esposado y rodeado de expertos antiterroristas. Barrionuevo asegura que todas estas preguntas tienen contestación, y se las hará llegar por escrito a Marcos Vizcaya. El nerviosismo del Ministerio del Interior no pasa inadvertido a nadie. Un alto cargo del departamento manifiesta que pocos son los que creen que Zabalza pueda estar vivo y muchos los que “tememos que, efectivamente, hay algo oscuro”. Son conscientes de que la versión oficial es rocambolesca, increíble, y que este asunto le ha venido muy bien a ETA en su campaña contra la política de reinserción. El 12 de diciembre, desde Intxaurrondo dicen que no consta que Mikel Zabalza hubiera estado detenido, puesto que no existe libro de registro. El 15 de diciembre aparece el cadáver de Zabalza en Endarlatza, en las aguas del río Bidasoa que había sido inspeccionado antes por submarinistas de la Cruz Roja sin resultado, en el único lugar que podía sostener la versión oficial. Todo el mundo sabe que Mikel Zabalza ha muerto mientras le torturaban. Si le han “aparecido” es porque se ha pensado que la “desaparición” es todavía más ominosa. En vísperas de Navidad, ETAm mata en Pamplona al general de Brigada de la Guardia Civil en situación de retiro Juan Atarés Peña. Vivía en la ciudad desde hacía cinco años, se negaba a salir con escolta, acostumbraba pasear por la Vuelta del Castillo, donde ha tenido lugar el atentado. Las autoridades, en especial el teniente general José Sáenz de Santamaría, director de la Guardia Civil, son objeto de abucheos, insultos e intentos de agresión por parte de asistentes al funeral, que han negado la entrada a los medios de comunicación y han impedido que se tomen fotos. En contra de otras opiniones, el delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, no cree que este atentado tenga algo que ver con el ‘caso Zabalza’. Atarés Peña se había dado a conocer en 1978 por un enfrentamiento con el entonces vicepresidente del Gobierno Gutiérrez Mellado. El 30 de diciembre, ETA mata a un exguardia civil en Lasarte, y secuestra en Lezama, cerca de las instalaciones del Athletic, al empresario y directivo del club Juan Pedro Guzmán. Once días después, los Grupos Especiales Operativos (GEO) dan con la lonja donde está recluido, detienen a sus guardianes y lo liberan. La información para encontrar el habitáculo se la han arrancado a Alfonso Etxegarai tres policías españoles que han viajado a Ecuador, donde está

deportado. El 8 de enero, solo dos días antes de la liberación de Guzmán, los policías ecuatorianos que custodian a Alfonso Etxegarai y a su compañero Miguel Angel Aldana, contra toda norma internacional, han permitido que los españoles se los lleven, encapuchados, y los interroguen. El director de Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, el director general de la Policía, Rafael del Río, y el gobernador civil de Vizcaya, Iñaki López, asisten al rescate y son los primeros en abrazar a Guzmán. La Policía asegura que ha sido en esta lonja donde ETAm ha ocultado al ingeniero José María Ryan y al empresario Federico Lipperheide. Los mismos policías que han torturado a Etxegarai en Quito, lo han intentado en Cabo Verde con otros deportados, según informaciones de la izquierda abertzale. Miren Bakartxo Arzelus, Alejandro Auzmendi y Luis Mari Zabaleta, muertos por la Guardia Civil el 15 de enero en el kilómetro 16 de la autopista BilbaoBehobia, formaban un comando legal de ETA militar al que se supone autor del asesinato, perpetrado el 25 de noviembre de 1985, del guardia civil Isidoro Díez Ratón, según fuentes oficiales. Las circunstancias de las muertes llevan a pensar que cayeron en una encerrona y que no hubo intención de detenerlos vivos. El Gobierno Civil no da explicaciones sobre el presunto enfrentamiento armado ni las circunstancias que han llevado a la localización del comando. Tampoco aclaran por qué saben y hacen público de inmediato que son estos tres jóvenes los autores de la muerte de Díez Ratón, un guardia civil del servicio fiscal de aduanas, que ha sido objeto de atentado en Pasai San Pedro, mientras un compañero que estaba cerca nada hace por evitarlo. La versión informal facilitada por guardias civiles que dicen haber estado en el lugar del tiroteo unas horas después, que El País recoge, apunta a la presencia esa noche de un dispositivo de vigilancia encargado de controlar expresamente ese lugar. Otras versiones, si no informales sí reservadas, apuntan a que Enrique Rodríguez Galindo ha resuelto con esta emboscada algún problema más que el evidente. El 20 de enero, cinco días más tarde, dos guardias civiles resultan heridos de gravedad en un ataque registrado a seiscientos metros del lugar en el que cayeron abatidos los tres presuntos miembros de ETAm. La prensa explica que los dos agentes son muy jóvenes, tienen 22 años, son solteros, llevan escaso tiempo destinados en el País Vasco, y han sido ingresados en el hospital que la Cruz Roja tiene en San Sebastián. No explica que los guardias civiles piden, por seguridad, que sea a este y no a otros hospitales donde les conduzcan para ser atendidos. Los agresores, situados a cierta altura en la falda de un monte, han lanzado dos granadas anticarro y, segundos después, han ametrallado el convoy.

Un apellido ilustre, el vicealmirante de la Armada Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto, y el conductor de su vehículo oficial, Manuel Trigo Muñoz, caen abatidos por los disparos de dos miembros de ETA cuando se dirigen en coche al despacho del vicealmirante. Tras ametrallar el vehículo, que se estrella contra otro, han arrojado una granada en su interior. Colón de Carvajal y Trigo mueren en el acto, mientras que el tercer acompañante, el comandante de infantería Antonio Rodríguez-Toubes, queda gravemente herido. Al día siguiente, 8 de febrero, el GAL dispara sin apuntar al interior del bar Batzoki de Baiona y hiere a cinco personas, entre ellas, a una niña. El 17 de febrero, el GAL mata a dos ciudadanos de Bidarrai, Christophe Matxikote y Catherine Brion, un pastor y una estudiante residente en París, que está de vacaciones. Dos días más tarde, alguien, en nombre del GAL, confiesa que se han equivocado de objetivo. España ya está en la Comunidad Económica Europea desde el 1 de enero, ya ha entrado en vigor el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), Francia ya coopera con España y seguramente también presiona: el GAL va a dejar oficialmente de funcionar. El País se pregunta sobre los GAL, “una organización criminal cada vez más osada y menos misteriosa”, y hace recuento de los últimos atentados, contra dos ciudadanos franceses sin vinculación conocida con ETA, contra un refugiado una semana antes en un bar de San Juan de Luz, contra dos niñas y tres adultos el 8 de febrero. “La brutalidad de este terrorismo pretendidamente antiterrorista confiere redoblada urgencia a la exigencia de que el fiscal general y las autoridades del Estado adopten de una vez por todas las medidas necesarias para que los inductores, encubridores y cómplices en territorio español de esa sangría cesen en su actividad delictiva y sean entregados a los tribunales de justicia”, sostiene el editorial. Recuerda luego que el GAL enlaza con el BVE o el ATE, aparece en diciembre de 1983 y, desde esa fecha, siete ciudadanos franceses sin relación conocida con ETA han sido asesinados –y otros ocho heridos– y catorce refugiados vascos han sido asesinados. Encuentra el periódico similitudes entre ETA y el GAL, en sus argumentos y en sus métodos. Pero “nadie en su sano juicio puede siquiera insinuar que los pobladores del hampa internacional asesinan a militantes de ETA por cuenta propia, inflamados por sus convicciones políticas o por su amor a los valores de la civilización occidental”, razona, antes de preguntar, sin responderse, ¿quién recluta, organiza, arma, avitualla y paga a los mercenarios de los GAL?; ¿quién da luz verde para sus asesinatos, señala las víctimas y da la orden de fuego?; ¿quién protege su retirada estratégica hacia la frontera con España?. “Si solo el silencio es la respuesta a estos interrogantes, no se debe olvidar que hay ocasiones en que el

silencio es la más elocuente de las actitudes”. Y el GAL, como tal, desaparece. Los que podían hacer que desapareciera han entendido que era tiempo de hacerlo. Tras nueve meses de trabajos, los expertos antiterroristas de diferentes países contratados por el Gobierno vasco y el PNV entregan el 5 de marzo su informe sobre la violencia en Euskadi. Xabier Arzalluz es presidente del EBB desde el 19 de febrero. Las conclusiones de los expertos no incomodan al PNV, pero sí al PSOE. La violencia en Euskadi no depende de factores ni apoyos internacionales y se explica en sentimientos nacionalistas más que en la ideología marxista. Recomienda mayor protagonismo para la Policía Autónoma, la creación de un Servicio de Información, y que sean los propios vascos los que resuelvan sus problemas. Propone impulsar la reinserción de los terroristas y su reintegración en la corriente principal de la vida política. “Dado que ETA es un hijo desafortunado de la dictadura y que sus activistas son los hijos del PNV”, la comisión recomienda enfáticamente que nunca se excluyan las negociaciones como opción política. Es la conclusión más importante, la que más molesta al PSOE, y también a Euskadiko Ezkerra y a la Coalición Popular, sin excluir a un sector del PNV. Por si ello fuera poco, Arzalluz manifiesta que ETA hubiera dejado la lucha armada si Navarra se hubiese integrado en Euskadi, y su incomodidad crece. El 12 de marzo se celebra el referéndum sobre la permanencia del reino de España en la OTAN. En España triunfa el sí, con un 53 por ciento de los votos, pero Euskadi vota rotundamente no. La participación es alta, los votos contrarios a la permanencia doblan a los favorables. Aunque la dirección del PNV no ha ocultado su posición atlantista, buena parte de sus votantes no le han hecho caso. HB deduce de los resultados que son también votos a favor de la soberanía nacional. EE, que ha propugnado también el no, entiende que el resultado es también una apuesta por el pacifismo y contra el terrorismo. Carlos Garaikoetxea, que ha votado no, se pregunta sobre qué soberanía nacional o qué fronteras deben defender los vascos desde la pertenencia a un bloque militar: “¿acaso las mismas fronteras que nos dividen a unos vascos de otros?”. Los alcaldes de Vitoria, José Ángel Cuerda, y de San Sebastián, Ramón Labaien, por aquel entonces ambos del sector crítico del PNV, han optado por criterios opuestos: el primero ha votado ez (no), y el segundo bai (sí). La dura realidad hace de nuevo acto de presencia. Siguen enviando refugiados a lugares remotos de África, muere en un enfrentamiento con la Policía en Donostia Angel María Galarraga, Pototo, y es objeto de un homenaje popular en

su Zaldibia natal; mata ETA en Zumaia a José Ignacio Aguirrezabala, familiar político del activista del GAL Jean Pierre Cherid, con el que había trabajado años atrás en la pizzería que este tenía en San Sebastián; detienen, heridos, a Mercedes Galdos y Juan Ignacio Legorburu, a los que la Policía hace responsables de ocho atentados mortales del comando Nafarroa. Ha contado el comisario francés Joel Cathalá que “cuando el 27 de abril de 1986 detuve en Arcangues a Txomin Iturbe Abasolo, el único y verdadero número uno de ETA, me expresó su tranquilidad porque hubiera sido yo el que hubiera dado con él y no los GAL”. Ha escrito Florencio Domínguez, el periodista más acucioso en el tema ETA, que el año 1986 comenzó con rumores sobre la supuesta voluntad de diálogo de los jefes de la organización y con las reuniones, celebradas en abril, entre representantes del PNV y de HB en Bergara y Durango, para hablar sobre una posible negociación. La detención de Iturbe se produce, según su relato, porque a las autoridades francesas les llegaban los ecos de esos movimientos y quieren tener información de primera mano. Txomin va a parar a la prisión de Gradignan tras pasar por comisaría. Detienen a un comando legal de ETA al que imputan tres muertes en Azkoitia y Azpeitia. Tres horas antes de la cita del 24 de abril entre el PNV y HB en Bergara, cinco miembros de la Guardia Civil resultan muertos y cuatro más heridos graves, en un atentado con coche-bomba en pleno centro de Madrid. La delegación del PNV se detiene en Durango a deliberar si siguen hacia el encuentro o se vuelven a Bilbao, y finalmente optan por seguir adelante. El atentado se produce cuatro días después de que el Gobierno central haya acordado anticipar las elecciones legislativas y veinticuatro horas después de que los ministros del Interior de los Gobiernos europeos hayan aprobado en La Haya adoptar medidas comunes contra el terrorismo. Xabier Arzalluz, además de condenar el atentado de Madrid, estima que hay que seguir hablando “a pesar de todo”. Los portavoces de HB aclaran que el objetivo de las conversaciones es crear las condiciones para el cese de la lucha armada. El Gobierno vasco manifiesta su más absoluta condena de los asesinatos de Madrid y advierte que el pueblo vasco no olvidará jamás a los que, pudiendo obtenerla, boicotearon las tentativas de paz. A la reunión de Bergara en el Arrano de HB asisten, por el PNV, Xabier Arzalluz y los presidentes de las ejecutivas provinciales de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa. Por parte de HB participan Jon Idígoras, Txomin Ziluaga, Iñaki Aldekoa, Jokin Gorostidi e Iñaki Esnaola, miembros todos de la Mesa Nacional. Al término del encuentro, Arzalluz declara en el batzoki de la localidad que el atentado de Madrid es un hecho condenable y que a los efectos de la reunión ha sido también un duro golpe. Les han explicado

que responde a una dinámica totalmente diferente a la de HB y sin ninguna relación con las conversaciones. Los representantes de HB se trasladan a Eibar, reciben a la prensa y califican el inicio de conversaciones de muy positivo para buscar una solución mediante la negociación política entre ETA y el Estado español. Iñaki Esnaola afirma que las dos fuerzas políticas están de acuerdo en que ETA y el Estado deben terminar negociando y que el único papel de los partidos es hacerla factible. La segunda reunión tiene lugar en Durango el 26 de mayo, esta vez en el batzoki. Arzalluz ha explicado que la intención de su partido al aceptar la invitación de HB para entablar un diálogo –“preparatorio de la negociación entre ETA y el Estado”, según la coalición– es conocer de primera mano la interpretación que sus autores dan en la actualidad a la alternativa KAS y explorar las posibilidades de integrar sus exigencias en el marco del Estatuto de Gernika. PNV y HB manifiestan en un comunicado conjunto que el encuentro ha sido positivo. Arzalluz dice que, aunque se va avanzando, nadie puede prever todavía su resultado final. Idigoras afirma que ha servido para desbrozar el camino. El dirigente del PSOE-PSE, Ricardo García Damborenea, arremete contra el diálogo PNV-HB ante centenares de seguidores reunidos en Basauri para la inauguración de una nueva Casa del Pueblo, lo califica de merienda, dice que es preocupante que Arzalluz no sepa aún lo que quiere ETA y tenga que hacer reuniones para enterarse. Le acompañan el alcalde de Madrid, Juan Barranco, y el presidente del PSOE, Ramón Rubial. Damborenea prefiere la sinceridad de Garaikoetxea, que no tiene inconveniente en reconocer que quiere lo mismo que ETA, y que la única diferencia está en que ETA emplea la violencia, y él no. Pocas horas después de concluido el encuentro de Durango, ETA militar, a imitación de lo que hicieron los polimilis antes, amenaza con una campaña de atentados en la zona turística mediterránea. La primera bomba estalla en Torremolinos el 28 de mayo. La segunda en Estepona el 2 de junio, la tercera en Marbella tres días más tarde. Cuando han estallado siete bombas y otras cuatro han sido desactivadas, más de mil contratos temporales de trabajo se dan por perdidos. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Costa del Sol reconoce que “si la cosa sigue como hasta ahora, es decir, si avisan con tiempo suficiente y no hay heridos, esperemos que el verano sea normal. Si hay un herido, todo cambiará”. Un atentado de ETA en Madrid acaba el 17 de junio con la vida de un militar golpista, compañero de Tejero en la operación Galaxia, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, además del teniente coronel Carlos Besteiro y el soldado conductor Francisco Casillas. El alcalde de

Madrid, Juan Barranco, y los periodistas que acuden a cubrir la noticia son insultados y abucheados por ultraderechistas que se han congregado en el lugar de la agresión. Antes de finalizar el mes, cuatro atentados sucesivos en el barrio de Las Cortes de Bilbao, en el alto de Orio y en el de Meagas, acaban con la vida de un guardia civil y provocan heridas de consideración diversa a once miembros de las FSE y un civil. El blindaje de los vehículos ha evitado que las explosiones se traduzcan en auténticas carnicerías. Coinciden esta sucesión de ataques contra patrullas rurales y urbanas de las UAR y la Policía Nacional con la detención de un comando legal de ETA y otro de información, en el que, de acuerdo a la información oficial, milita un ertzaina destinado en la Diputación Foral. Los malos resultados del PNV en las elecciones generales del 22 de junio son interpretadas por unos como un tributo a su moderación en beneficio de HB, como un premio a HB por dar esperanzas a la paz por otros, y por los críticos del PNV como una prueba de que son muchos entre sus votantes los que participan de las críticas que Garaikoetxea y sus seguidores le hacen: a la escisión, la más importante en la historia del partido, solo le falta el nombre. El arrollador triunfo del PSOE tiene su reflejo en Euskal Herria. HB dobla su representación y obtiene por primera vez un escaño en el Congreso por Nafarroa. Arzalluz sigue dispuesto a seguir hablando con HB, pero sin prisas, sigue apostando también por respetar el pacto de legislatura con los socialistas. Para el abogado Iñaki Esnaola, al que ya se reconoce como el líder de HB más propenso a la negociación, los resultados deberían servir para dejar a un lado el sistema político que ha actuado en una época de tránsito y dar paso a otro diferente; “nosotros no somos la nada –declara–, sino un polo de referencia por el que se dirige la mayoría de la población”; ve en los resultados la aceptación de que se tiene que producir una remodelación del sistema político. Para García Damborenea, secretario de los socialistas vizcainos, la subida de HB, beneficiaria de la nueva política del PNV, era esperada. Según el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, elegido diputado por Navarra, este ascenso de HB se debe exclusivamente a la reorganización interna del voto nacionalista, al apoyo recibido por HB de peneuvistas navarros expulsados del partido. El 12 de julio, las autoridades francesas, desoyendo las gestiones del PNV hechas a petición de Esnaola en nombre del propio afectado, expulsan a Txomin Iturbe a la excolonia francesa de Gabon. El 14 de julio, ETA carga una furgoneta con dinamita y metralla, y la hace explotar al paso de un convoy de la Guardia

Civil: doce alumnos de la Agrupación de Tráfico fallecen y 78 personas resultan heridas en el entorno de la Plaza República Dominicana. El 21 de julio, la sección española del Instituto Internacional de Prensa acuerda expresar su preocupación por el nuevo procesamiento del director de Egin, dictado de acuerdo con las previsiones de la Ley Antiterrorista. La sección española del IPI “reitera su criterio de que la mencionada ley restringe flagrantemente la libertad de expresión, vulnera el artículo 20 de la Constitución y supone una amenaza potencial para todos los medios informativos”. Asimismo, insta al Gobierno y a los grupos parlamentarios a que “al comienzo de esta nueva legislatura adopten iniciativas tendentes a la derogación de esta ley, cuya vigencia representa una lamentable anomalía en nuestro marco democrático”. En esta misma fecha, ETA aposta un coche frente al Ministerio de Defensa para usarlo de plataforma desde donde arrojar doce granadas anticarro, seis de las cuales impactan en la fachada del Ministerio. El contra-almirante Carlos Vila, subdirector de Enseñanza Militar, es el único herido de consideración. Un proyectil ha impactado a un metro de la ventana del despacho del ministro Narcís Serra. Un cuarto de hora más tarde, y cuando en el lugar se agolpan decenas de policías, bomberos y periodistas, hace explosión la carga colocada en el interior del vehículo y hiere de gravedad a un policía y a un portero de la zona. Jacques Chirac, primer ministro de la cohabitación bajo la presidencia del socialista François Mitterrand, anuncia que Francia va a intensificar su colaboración con España. Las entregas administrativas de refugiados se intensifican. Se practican redadas masivas contra presuntos militantes y colaboradores de Iparretarrak, que coinciden con el comunicado de esta reivindicando el atentado reciente contra el Palacio de Justicia de Baiona y explicando que no pretendía causar daños a los policías que lo custodian. En el tiroteo que sigue al lanzamiento de una granada contra la puerta trasera del Palacio, los miembros de Iparretarrak han herido en un brazo y un ojo a un CRS. El atentado lo justifican como protesta por las expulsiones de refugiados, y el comité que representa a estos lo condena por contraproducente. Txiki Benegas le hace llegar al embajador francés en España una carta de agradecimiento. La expulsión de Francia de Txomin Iturbe, presunto máximo dirigente etarra, frustró un plan de diálogo con ETA que elaboraba el PNV, con el beneplácito del Gobierno vasco, según han confirmado destacados nacionalistas y socialistas de Euskadi, así como fuentes gubernamentales. Lo escribe y firma en El País Carlos Yarnoz el 7 de agosto. De acuerdo a esta versión, el plan originó un fuerte malestar en el Gobierno central, y el Ministerio del Interior se negó a tomar

iniciativas para retrasar la expulsión de Iturbe, que había pedido 20 días para terminar lo que estaba en marcha. La versión del PNV responsabiliza al propio Felipe González de no haber hecho nada para impedir la expulsión, si no es que la animó. A petición de Arzalluz, y puesto que él no tiene contacto con el presidente español, Ardanza le ha llamado y González le ha dicho que eso depende de los franceses, que él no puede hacer nada. Tanto el lehendakari como el presidente del EBB llegan a la conclusión de que ‘esta vez’ ETA estaba dispuesta a negociar, que Txomin Iturbe necesitaba esos veinte días para contactar con sus compañeros del Comité Ejecutivo, y que el Gobierno socialista no estuvo interesado, temeroso seguramente de una iniciativa que ponía de acuerdo para el futuro al PNV y HB. Otras versiones hablan de que ha sido Ramón Jáuregui el que comunica al lehendakari la decisión francesa de expulsar a Iturbe; hablan de que el consejero vasco del Interior, Luis María Retolaza, ha llamado al ministro José Barrionuevo y que la conversación ha sido tensa. Barrionuevo habría respondido que si Iturbe quería dialogar, podía haberlo hecho antes, o que incluso podía hacerlo desde el país al que fuera expulsado. García Damborenea explica el enfado de los peneuvistas en que no tienen recambio en ETA para dialogar. Mayor Oreja ve impresentable la actitud del PNV en relación con ETA. El Gobierno del PSOE reconoce tres intentos fracasados de diálogo con ETA militar, que esta ha interpretado como tres meras propuestas de rendición a cambio de medidas de reinserción y beneficios penitenciarios. La nueva actitud de Francia en relación con ETA la atribuye el Abc a la victoria del centro derecha, a la entrada de España en la CEE, a la necesidad reconocida de una estrategia internacional contra el terrorismo. Aunque oficialmente hay un silencio total, escribe, se sabe que el Ministerio del Interior español ha entregado a las autoridades francesas una lista con cuarenta nombres de miembros de la dirección o próximos a la dirección de ETA, que residen presumiblemente en el santuario para que sean detenidos y expulsados a nuestro país. Con la detención de Domingo Iturbe Abasolo se ponía en marcha la primera parte del plan de colaboración elaborado conjuntamente por los responsables de Seguridad de los dos países. Expertos de la lucha contraterrorista españoles aseguran que las visitas de miembros del Gobierno francés a España tienen una gran importancia de cara a poner de manifiesto que la colaboración política es real, pero los planes de actuación son perfilados, precisamente, por cualificados miembros de los Servicios de Seguridad de ambos países, quienes han venido celebrando reuniones periódicas durante los

últimos meses. Abc cree saber que Santi Potros y Artapalo son ahora los principales responsables de la banda etarra, que los duros han reforzado su dominio, aunque en realidad, “según fuentes solventes”, eran estos los que venían mandando en los últimos años. Las fiestas patronales de agosto son escenario frecuente de manifestaciones, reprimidas sin contemplaciones. ETA ha seguido atentando contra las fuerzas armadas, ha dado muerte a dos guardias civiles en Aretxabaleta, ha matado en Villarreal de Alava a un coronel de artillería en la reserva, ha herido a dos policías en Deusto mediante un coche-bomba. El 27 de agosto la revista Interviú publica un reportaje de Juan Manuel Idoyaga bajo un titular que sostiene que “ETA presentó un plan concreto de no agresión contra militares y fuerzas de seguridad y Felipe escogió la guerra sin cuartel”. Otros titulares afirman que “Una propuesta negociadora de ETA llegó a Madrid a través del Gobierno autonómico de Euskadi, a los pocos días de que la capital se despertase sobrecogida por uno de los más sangrientos atentados de la organización terrorista” y que “ETA se comprometía a presentar una relación de una veintena de autoridades, entre ellos determinados militares, a los que consideraban con garantías para representar a los poderes fácticos”. El periodista afirma que Xabier Arzalluz intentó proteger a Txomin como elemento negociador. El 22 de agosto se descubre un pinchazo en el teléfono del domicilio de Garaikoetxea en Zarautz, que se atribuye a servicios de la Consejería de Interior del Gobierno vasco, con el concurso del matrimonio oñatiarra organizador en su día del grupo conocido como “Cabras”. Se sorprende A. Semprún en Abc de algunas sentencias judiciales, le parece que hay una actitud judicial equivocada en el País Vasco, que caen en la trampa de las denuncias por malos tratos y niega a los miembros de las Fuerzas de Orden Público el derecho a la presunción de inocencia. La juez Elizabeth Huerta investiga las denuncias de tortura de Tomás Linaza, padre un militante de ETA, que se viene arrastrando desde 1984, tras haber sido torturado en la Comandancia de La Salve de Bilbao en 1981. Le ponen todos los obstáculos posibles, entorpecen las ruedas de reconocimiento, llegan a negarse a asistir o asisten en masa, pero torturado y juez no desisten. En una de esas ruedas ha reconocido a un sargento de la Guardia Civil, actualmente destinado en Lleida, y a un agente de Bilbao apodado ‘teniente Colombo’. Le viene el título de su actuación en la huelga de 72 días de los trabajadores de Firestone, en los primeros meses de 1975. Participantes en aquella huelga fueron defendidos por el entonces abogado laboralista Felipe González, que envió un telegrama de

solidaridad a los líderes de los obreros huelguistas. Con anterioridad, González ya había defendido muy cerca de esta empresa a los de Bandas en Frío de Basauri. Tras varias idas y venidas en el centro de África, Txomin Iturbe es recibido en Argelia el 6 de septiembre. El 10, ETA mata en Ordizia, mientras paseaba con su hijo, a Dolores González Katarain, Yoyes, exdirigente de ETA militar reinsertada. Se interpreta como una advertencia a los que están pensando en reinsertarse; ETA lo explica en que ha desoído la orden expresa de la dirección de no entrar en Euskadi sur, orden que estaba obligada a acatar por las importantes responsabilidades que había tenido. Siguen y se aceleran las entregas de refugiados. Ardanza se ve obligado a anunciar el adelanto de las elecciones autonómicas al 30 de noviembre. Se produce el primer choque entre PNV y EA a causa de las siglas del nuevo partido. Al mismo tiempo, el líder del PNV Xabier Arzalluz considera rotas las conversaciones con HB. Un coche-bomba explosiona frente al cuartel de la Policía Nacional en la plaza de España de Barcelona, causa la muerte de un policía nacional que estaba de guardia y 12 heridos de distinta consideración, cuando el alcalde Maragall se encuentra en Laussane para defender la candidatura olímpica de la ciudad. Todos los portavoces políticos, excepto el president Jordi Pujol, dan por supuesto que ETA está pensando en boicotear las Olimpiadas de 1992. El vehículo portador del explosivo, robado, ha sido aparcado junto al cuartel unos segundos antes de que estallara. El alcalde de Barcelona defiende que el atentado no es un elemento negativo para la candidatura de Barcelona, como los de París del mes de septiembre tampoco deben ser tenidos en cuenta para su candidatura. La expedición catalana a Suiza lamentó, no obstante, la falta de una operación especial por parte de la policía para prevenir actos terroristas en una semana tan importante para la ciudad. El jefe superior de policía, Agustín Linares, explica en el mismo lugar de los hechos que no ha podido ser realizado por Terra Lliure, pero podía haber colaborado. Al president de la Generalitat este atentado le recuerda al de Poblenou contra un microbús en el que viajaban 11 guardias civiles y otros que ha realizado ETA en Madrid. El ya general de la Guardia Civil Andrés Cassinello, Jefe del Estado Mayor, escribe un artículo que a Abc le parece “esclarecedor”, en el que protesta por las campañas que contra el cuerpo se realizan desde algunos medios de comunicación y grupos políticos.“A la señoría que corresponda”, lo titula, y dice “Sí, señoría, es verdad que les llamé gilipollas y que les mandé a tomar todos los vientos. Pero es que estoy cansado y aburrido. (…) Dicen que no soy demócrata, y lo dicen tan enfadados que a lo mejor tienen razón, porque chillan un rato y hasta manotean; además, lo dicen

también los comunistas, que de eso saben mucho. (…) Cada vez que sale un alumno de la Escuela de Periodismo, con el cascarón pegado a donde su señoría sabe, se le ocurre hablar del general Cassinello. (…)Además dicen que ya no hacemos caso al terrorismo. ¡Qué va a pensar Jon Idígoras; él, tan alegre y combativo! Se va a aburrir el pobre en Amorebieta sin nadie que le persiga. (…)De verdad, señoría, les he llamado gilipollas y les he mandado a tomar todos los vientos. Le juro que me he quedado corto”. El provocador artículo obliga al ministro Barrionuevo a echarle de la Jefatura de la Benemérita. En pocos días, tiene nuevo destino en Ceuta, una plaza fuerte, donde es recibido con satisfacción, y el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, afirma suscribir parte del artículo. El general “saltó” ante la continuada campaña contra la Guardia Civil, explica Abc. Y es, en efecto, esclarecedor. Dos miembros de ETA sobre una moto se sitúan junto al coche oficial que lleva al gobernador militar de Guipúzcoa, Rafael Garrido Gil, a su esposa y un hijo, además del conductor oficial. El que va de paquete en la moto deja una bomba sobre el vehículo en el que viajan, cuando este se detiene en un semáforo del Boulevard de Donostia. Mueren los tres miembros de la familia y una ciudadana portuguesa que pasaba por allí. Abc hace nuevo recuento de bajas en las Fuerzas Armadas: 55 mandos han sido asesinados desde el 20 de diciembre de 1983, un almirante, dos vicealmirantes, dos tenientes generales, dos generales de división, cinco generales de brigada, diez coroneles, doce tenientes coroneles, nueve comandantes, cinco capitanes y siete tenientes. El año más duro, 1981. El periódico lanza una consigna clara: “Que nadie negocie con ETA”. Ve en esta nueva escalada el propósito de ETA de forzar a cualquier precio una negociación. Interpreta que “la banda ultraizquierdista”, acosada por la presión policial y desprovista de sus refugios en el sur de Francia, se ve obligada a conseguir una tregua que le permita el respiro necesario para rehacerse, siguiendo el modelo del M-19 en Colombia. En el editorial, de página entera y tono solemne, se pide al nacionalismo moderado que deje de reclamar el derecho de autodeterminación –“afirmación central de la alternativa KAS”–, que acate la Constitución y haga saber a ETA que nunca habrá negociación alguna, porque, de lo contrario, ni el desmantelamiento del santuario francés ni el acoso y cerco policial van a ser suficientes. El atentado contra el gobernador militar de Guipúzcoa ha sido por la mañana. Por la tarde, varias decenas de miles de personas, convocadas por HB, recorren sin incidentes las calles de Bilbao para pedir la negociación con ETA y una “paz con mayúscula para que no haya ningún Aginagalde, pero tampoco presos, ni torturados, ni exiliados”. El

empresario Lucio Aginagalde lleva diez días secuestrado por ETA en una cueva del Gorbea, cerca de Ubidia. La liberación de Aginagalde, un hombre cercano al PNV, le va a costar la vida el 2 de noviembre a Genaro García de Andoain, persona de la máxima confianza del consejero Retolaza, delegado para Asuntos de Interior de la Ertzaintza, jefe del grupo ‘Ekintza’, embrión de la brigada criminal y antiterrorista, y curtido durante décadas en los Servicios de Gobierno vasco del exilio y los Aliados. Los miembros de ETA que vigilan al secuestrado responden a tiros al requerimiento de que se entreguen, uno de ellos resulta herido y detenido, otro detenido y el tercero escapa. Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, manifiesta que la Ertzaintza ha efectuado la operación sin comunicarlo a la policía española, pero lo valora como “un importante salto cualitativo en la colaboración antiterrorista del Gobierno vasco con la Administración central”. Con la participación de servicios de inteligencia americanos y españoles, con el empleo de espías y traficantes de armas, con dos misiles cebados como trampa, la policía española detecta cerca del Bidasoa un arsenal de ETA en el que han sido guardados los misiles que emiten la señal de los trasmisores preparados al efecto. Se lo hace saber a la policía francesa, que entra en el edificio en forma de enorme caserío de la Cooperativa Sokoa, en la carretera entre Hendaia y Behobia, y tras arduos esfuerzos da con el dispositivo que abre el acceso a un sótano en el que hay un arsenal con todo tipo de armas, munición y explosivos, uniformes, chalecos y placas policiales, documentación diversa, y la minuciosa contabilidad que lleva uno de los hombres de ETA militar empleado en la cooperativa. Detienen en primera instancia a los directivos de la empresa y varios empleados, entre ellos varios exiliados, a cinco de ellos les ponen en la frontera, a otros les acusan de asociación de malhechores. Se trata del golpe más duro hasta entonces contra ETA militar. Juan María Bandrés pasa por la tribuna del Club Siglo XXI en Madrid y sostiene que los que propugnan negociar con ETA son “insolidarios y desestabilizadores”. A su juicio, el problema no está en averiguar por qué surgió ETA a finales de cincuenta. Ni en descubrir que ETA nació a causa de la opresión y represión franquista. El problema está en por qué ETA sigue existiendo y golpeando casi diez años después de las primeras elecciones democráticas. Por qué lo hace con una saña mayor que la que nunca tuvo bajo el franquismo. Por qué, y a través de qué mecanismos, han conseguido instalarse en la sociedad vasca como un auténtico poder fáctico. A mediados de noviembre ETA vuelve a atentar, mediante el lanzamiento de granadas, contra el

cuestionado cuartel de la Guardia Civil de Algorta. El comisario Manuel Ballesteros, hasta ahora relegado en actividades burocráticas, pasa a dirigir el Gabinete de Información de la Seguridad del Estado. El País publica una de las escasísimas colaboraciones que se conozcan de José Luis Zalbide, importante ideólogo de ETA durante el franquismo, compañero de celda y ascendiente reconocido por Mario Onaindia y Teo Uriarte. Irónico, provocador, críptico, titula su artículo “Apólogo de la guerra del cerdo”, que el diario introduce y resume en que “un apólogo le sirve al autor para dar marco de fábula al drama que desde hace años sufre Euskadi: la violencia. A partir de su cuento, reflexiona sobre las condiciones de miedo y de represión en que se debate el País Vasco”. Una vez superado el cuento entre cerditos y lobos, Zalbide se centra en lo que interesa: “Durante los años de dictadura, muchos vascos llegaron a sentir especial recelo de la policía, el ejército, la prensa y televisión españoles, cuya actividad identificaban con la represión y la mentira. Luego sucedió la historia del hermano pequeño que probó la sangre y se convirtió en fiera. (…)En todo este tiempo, nuestro hermano siempre encontraba motivos para salvarnos matando y matando. Al principio era difícil reconocer en nuestro hermano el monstruo que habíamos ayudado a crear; sobre todo cuando volvía de sus incursiones herido o torturado, veíamos en él una víctima más que el verdugo en que se estaba convirtiendo. Además, por mucho que nos distanciásemos de sus crímenes, ¿cómo enfrentarnos a él abiertamente sin convertirnos por el mismo hecho en seguidores de aquellos otros verdugos, cuyos rostros todavía podemos reconocer en algunos de los hombres a los que el Gobierno confía la defensa de la democracia? Porque, si bien la dictadura terminó hace una década, algunos de sus aspectos más lamentables subsisten enquistados en nuestra época como fantasmas de otros tiempos. La bomba, el tiro en la nuca, la tortura, las leyes especiales se realimentan y justifican mutuamente, como muertos vivientes que se niegan a ser enterrados y siguen reproduciendo la muerte y el dolor, no solo entre los suyos, sino, cada vez más, alcanzando directa o indirectamente al resto de la sociedad. El resultado de todo ello es la inhibición, la falta de reacción civil, el no saber qué hacer, el silencio y el miedo, sobre todo, el miedo a verse socialmente señalado e implicado. Muestra de ese clima es la reacción de los más allegados a las víctimas, quienes suelen decir de los asesinos que se han equivocado, que han perdido el norte, que ellos no habían recibido amenazas; incluso les piden pruebas... En los últimos tiempos, sin embargo, algo puede estar empezando a cambiar”. El autor, que firma como informático y activista de los Derechos Humanos, no ha debido tener dificultades en detectar en los

comportamientos con los que fabula la espiral acción-represión-acción que un día describió. Se celebran elecciones al Parlamento vasco a finales de noviembre. El PSEPSOE saca dos escaños más que el PNV, aunque con menos votos. Le toca intentar formar Gobierno, lo intenta primero con EA y EE, aprovechando el interés común en desbancar a los peneuvistas del Ejecutivo de Gasteiz. Hablando en el Club Siglo XXI, Arzalluz dice que el Pacto de Gobierno entre estas fuerzas ya está hecho, “o al menos es lo que se dice en la intimidad”. Garaikoetxea se apresura a afirmar que es falso lo que dice el presidente del EBB. Dice Arzalluz también que un sondeo hecho en la Comunidad Autónoma Vasca da como opción más deseada por el pueblo un tripartito PNV-EA-HB. Euskadiko Ezkerra es el más entusiasta partidario de un ‘Gobierno de progreso’ con PSE-PSOE y EA, y también Felipe González, pero surgen dificultades con dos exigencias de Garaikoetxea que los socialistas no asumen: el traspaso del régimen económico de la Seguridad Social y la presidencia del Ejecutivo, con el argumento de que Euskadi tiene una amplia mayoría nacionalista, a pesar de que EA, con 13 escaños, como HB, está lejos de los 19 del PSE. Después de tres meses de tiras y aflojas, Arzalluz y Benegas, “por responsabilidad”, se ponen de acuerdo y conforman un Gobierno, con Ardanza de lehendakari y el socialista Ramón Jáuregui de vicelehendakari, que va a durar diez años. El primer número de diciembre de Interviú narra con pelos y señales el calvario de José María Olarra en manos de guardias civiles, y lo presenta como “el primer torturado del PSOE”. Los jueces le han dado la razón a Olarra, tres guardias civiles han sido condenados, Barrionuevo ha quedado en evidencia. El coronel Rodríguez Galindo había dicho que Olarra se cayó en la ducha. Francia sigue entregando refugiados. ETA secuestra al industrial guipuzcoano Jaime Caballero. Una bomba de ETA en el concesionario de Renault en Zarautz hiere de gravedad a la esposa del dueño del establecimiento mientras lo limpiaba. Muere en Iruñea por la bomba que portaba el militante de Iraultza Juan Carlos Gallardo. Iparretarrak libera de la cárcel a dos presos de su organización. Una bomba de ETA destruye en Erandio la empresa franco-catalana Degremont. ETA da muerte en Oiartzun a un guardia civil. Antes de finalizar el mes y el año 1986, un artefacto estalla en el hotel Montarto de Baqueira Beret, junto a las pistas en las que los Reyes de España practican esquí. Un comunicante, en nombre de ETA, avisa previamente de la colocación del artefacto, por lo que el hotel puede ser desalojado a tiempo. ETA ha colocado la bomba en la misma planta en la que se encuentra alojada una parte de los miembros de la escolta de la familia real.

LOS MILIS MUEREN EN ARGEL Cae en Madrid un comando al que Interior atribuye todos los atentados cometidos en la capital desde el 12 de junio de 1985 hasta el 21 de julio de 1986, entre ellos los realizados contra los militares coronel Romero, vicealmirante Faustino Escrigas, teniente coronel Carlos Besteiro y comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas; los cometidos contra la Guardia Civil, el microbús de la República Argentina en el que murieron ocho guardias y un paisano, el de un Land Rover en la calle de Príncipe de Vergara en el que fallecieron cinco agentes, y el de República Dominicana en el que murieron catorce guardias civiles que viajaban en un microbús. Interior les atribuye también el atentado frustrado contra el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Antonio Hernández Gil, y el lanzamiento de granadas contra el Ministerio de Defensa. Los detenidos son los ‘ilegales’ Esteban Nieto, José Ignacio de Juana Chaos, Antonio Troitiño Arraiz e Inmaculada Noble Goikoetxea, y las ‘legales’ Cristina Arrizabalaga Vázquez y María Teresa Rojo Paniego. El seguimiento de una de ellas, estudiante universitaria, ha sido la pista que condujo a las detenciones, de acuerdo a la versión policial. Ninguno de ellos figuraba entre los nombres y rostros difundidos como supuestos miembros del comando Madrid o España de ETA militar. Interior tiene interés en subrayar los lugares de nacimiento de varios de ellos, y la condición de exertzaina de José Ignacio de Juana Chaos. Además, organiza una gira con cincuenta periodistas para mostrar los lugares utilizados por el comando, aunque finalmente solo acceden a uno, porque las llaves de otros no aparecen o el policía que las tiene se ha aburrido de esperar al autobús de los excursionistas. Si a Tiempo hubiera que creer, desde que la presión policial ha desalojado a los históricos, tres pistoleros y un filósofo controlan ETA. Y Josu Ternera, un “fanático irascible”, es el principal obstáculo para la paz. Se ha conocido que Iñaki Esnaola será el invitado para el almuerzo-coloquio que se celebrará en el Club Siglo XXI el día 18 de febrero. La prensa de Madrid destaca que es la primera vez que un dirigente abertzale radical acude a Madrid a una tribuna pública moderada y liberal. Su presidente, Adrián Piera, lo anuncia como un reto delicado y desvela que la gestión ha sido hecha a través de terceros. El intermediario ante el club ha sido el director de Diario 16 Pedro J. Ramírez, a quien el director de Egin le ha encargado la diligencia, tras la aceptación previa de Esnaola. Para Piera, la presencia del dirigente de HB tiene

la misma trascendencia que tuvo en su día la de Santiago Carrillo, y espera que el invitado entienda que hay principios en la casa que no se pueden herir, que son “los que recoge nuestra Constitución”. Iñaki Esnaola dice, ante una audiencia expectante, lo mismo que dice en Euskadi y se arma la marimorena. La prensa recoge que ha asegurado que ETA se apoya en un entramado social mayor que el representado por el 18 por ciento de los votos de HB; que miembros de otros partidos abertzales ayudan a ETA, lo reconocen ante la Audiencia Nacional y han sido condenados por ello; ha criticado con dureza a las direcciones del PNV y EA, e ignorado ostensiblemente a EE y Bandrés; HB no depende de ETA, ha dicho, y no presentan la candidatura de Yoldi a la lehendakaritza por tratarse de un presunto etarra, sino por su condición de preso político; ha sostenido que no existen cauces políticos para que el pueblo vasco consiga sus aspiraciones de autodeterminación y unidad territorial, aspiraciones con las que las bases de EA y PNV coinciden; ha lamentado que ni Arzalluz ni Garaikoetxea se muestren dispuestos a negociar con Madrid la autodeterminación o la unidad territorial, pese a defenderlas en sus campañas, pero que cuando oyen que se va a negociar en Argel con Txomin Iturbe, reclamen que es con ellos con quien hay que negociar; ha dicho en el coloquio que puede aceptar que el Estado español sea considerado democrático, pero no desde luego en Euskadi, donde la Transición no ha sido aceptada. Dicho lo cual, Barrionuevo monta en cólera, Fraga dimite como socio del club, en compañía de otras firmas notables como la de José María Cuevas, presidente de la CEOE. El exministro franquista, José Solís Ruiz, “la sonrisa del régimen”, presente en la conferencia, recuerda que las invitaciones se hacen para que digan lo que piensan. El 1 de marzo se hace pública la muerte, en un accidente doméstico sufrido el 27 de febrero, de Txomin Iturbe Abasolo. Una etapa de la historia de ETA militar acaba y empieza otro tiempo, otros protagonistas, otros planteamientos. No ha exagerado el comisario francés Jöel Cathalá cuando ha dicho que ha sido el único y verdadero número uno de la organización. Para alejar cualquier sospecha sobre su muerte, los servicios secretos argelinos fabrican la versión de un accidente automovilístico que no hace sino suscitar sospechas donde no debía haberlas habido. El 8 de marzo el cadáver de Txomin llega a su Arrasate natal después de hacer escala en Palma de Mallorca y Barcelona, rodeado siempre de un gran despliegue policial. Recibimiento y homenaje recuerdan al que tuvo en su día Telesforo Monzón en la vecina Bergara. El pueblo congregado en derredor del féretro hace consigna del aurrera bolie de sus tiempos de portero de fútbol: la bola, el balón, arriba y adelante siempre, al campo contrario. En noviembre de

1986, el sociólogo Luis Núñez le ha entrevistado para Egin en su domicilio de Argelia: es su única entrevista a cara descubierta. No es un intelectual en el sentido tradicional del término, pero se trata de un hombre con un gran sentido común y un líder nato. Acepta en esa entrevista el silencio de las armas a cambio de un Estatuto de Autonomía verdaderamente democrático que recoja mejor que el que hay las aspiraciones vascas. “Proponer soluciones mejores, de utópico no tiene nada”, explica, “lo que extraña no es el asunto de la utopía sino que, con todo lo que dicen de que somos terroristas y de que hay tantos muertos por las dos partes y todo eso, lo que extraña es que no cedan a una petición tan razonable, que no es nada del otro mundo, y que tenía que haber sido aceptada hace ya tiempo”. Dice en relación con la reinserción que “lo que necesitamos en Euskal Herria no son salidas personales –no es ese el motivo de lucha para nadie–, sino salidas de conjunto, soluciones para el pueblo en general”. Dice también que cuando vean que el pueblo vasco no se arrodilla, negociarán, “tarde o temprano, en el sentido de la Alternativa KAS”. Las entregas de refugiados mediante medidas que no resisten legalidad alguna se hacen rutinarias. También los atentados contra concesionarios de automóviles franceses, los ataques a cuarteles de la Guardia Civil, a militares y agentes policiales, los coches-bomba. Se celebra en Madrid en la segunda semana de marzo una cumbre hispano-francesa sin precedentes. Llegan el presidente Mitterrand y el primer ministro Chirac, en vuelos separados, a reunirse con el rey Juan Carlos y Felipe González con una agenda en la que no figura la colaboración antiterrorista: no es preciso ya. Empezando abril, el semanario Expresso –el más influyente de Portugal– y Egin, que han llevado una investigación conjunta, desvelan la verdadera identidad del Genaro Gallego Galindo que visita regularmente Portugal para contratar mercenarios que maten etarras y, de paso, satisfacer su afición al juego y dejar importantes sumas de dinero en el casino de Estoril. Se trata del subcomisario José Amedo Fouce, un policía de Bilbo conocido por sus correrías nocturnas y por ejercer de autoridad en la plaza de toros. La noticia publicada en Egin se acompaña de una foto de Amedo en el palco de autoridades de Vista Alegre, con un pañuelo en la mano. Uno de los responsables del GAL ya tiene currículum, cara, nombre y apellidos. Agraviado, no demora este en querellarse por medio del abogado Jorge Argote contra el director del diario. Pasado un tiempo, y a la vista de las pruebas que siguen apareciendo en su contra, el juez instructor archiva la querella aplicando la exceptio veritatis. Empieza a haber pruebas para denunciar y demostrar lo que todo el mundo ha sospechado o sabido, pero no ha podido o no ha querido

denunciar. El 9 de abril ponen en manos de la policía española por el procedimiento “de urgencia absoluta” a Francisco Javier Aia Zulaika, El Trepa, compañero de batallas de Txomin Iturbe. El 19 de abril es Josu Muguruza el que entregan. Ambos son puestos en libertad semanas más tarde, aunque la Audiencia Nacional se percate luego de que Muguruza tiene un procedimiento abierto, lo reclame, comparezca y sea encarcelado por un breve tiempo. Las entregas son reinserciones forzadas que, junto a las deportaciones y asignaciones de residencia, buscan vaciar los entornos de los comandos que duermen en Iparralde. Por aquel entonces, el conocimiento de la Policía española sobre los clandestinos es bastante exacto, gracias sobre todo a las informaciones arrancadas a los detenidos, a las de algún informante que han podido introducir en la organización, a las obtenidas por amenazas y chantaje a militantes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Entre ambas fechas, algo grave y sin precedentes ha ocurrido. Una cuadrilla de jóvenes de Portugalete, actuando en nombre de Mendeku [Venganza], arroja cócteles-molotov al interior de la Casa del Pueblo y provoca la muerte por quemaduras de dos de los clientes del bar. Los autores son prontamente detenidos, la Policía insiste en relacionarlos con HB, aunque ellos lo nieguen. Los abogados de HB no aceptan la defensa de los jóvenes, hijos de familias de su entorno, y optan además por ejercer la acción popular a fin de esclarecer las responsabilidades criminales que pudieran derivarse del atentado. Tampoco esta actitud de Herri Batasuna tiene precedente. Se celebran el 10 de junio en todo el Estado español elecciones municipales, autonómicas y los primeros comicios al Parlamento Europeo. En las municipales, el PSOE pierde la mayoría absoluta en todas las grandes ciudades, pero obtiene un total de 23.241 concejales y 2.868 alcaldes. El CDS de Adolfo Suárez se hace con 5.952 concejales. En las autonómicas, el PSOE, con 4.167.606 votos, se hace con la victoria en Aragón, Asturias, Canarias, CastillaLa Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia, Nafarroa, La Rioja y Comunidad Valenciana. La AP de Fraga, con un total de 2.978.035 votos, se sitúa por encima de los socialistas en Baleares, Cantabria y Castilla y León. En las elecciones europeas, el PSOE obtiene 28 escaños, AP 17, CDS 7, IU y CiU 3, HB y la Coalición Europea de los Pueblos, en la que se encuadra EA, 1. En Euskadi, en las elecciones a municipios, juntas generales, parlamento foral y parlamento europeo se produce un ascenso global de HB, un ascenso de EA en Araba y Donostia, y un descenso del PNV y el PSOE. Txema Montero y Carlos Garaikoetxea se convierten en los primeros europarlamentarios abertzales.

Montero ha recibido una aportación de 40 mil votos catalanes, que se van a encontrar a los dos días con un atentado contra las instalaciones de EnpetrolCampsa en Tarragona, que siembra el pánico en la población. Los habitantes de Tarragona, rodeados de depósitos y tuberías de gases inflamables por todas partes, se indignan contra ETA y contra el gobernador civil, y piden el desmantelamiento de las que sienten como “industrias mortíferas”. Sin embargo, lo peor está por llegar en Catalunya. El 19 de junio, viernes, un coche-bomba aparcado en el segundo sótano de los grandes almacenes Hipercor de Barcelona mata a 21 personas y hiere a 35 más. Ha estallado a las 16:12, una hora después del primer aviso recibido a nombre de ETA en la Policía Municipal. A las 15:25, el diario Avui ha recibido una llamada similar, que traslada a la policía autonómica, en la que se avisa que la bomba hará explosión cinco minutos más tarde. El comunicante asegura que se ha puesto en antecedentes también a la Policía y a la dirección del hipermercado, extremo que esta niega. Dos artificieros de la Policía Nacional se trasladan a Hipercor e inspeccionan el lugar en compañía de guardias de seguridad privados. Al cumplirse el plazo señalado para la explosión y no producirse, llegan a la conclusión de que se trata de una falsa alarma. Pero el artefacto estalla a las 16:12. La conmoción, la indignación, el desconcierto, son enormes. HB lo critica, ETA se autocritica, de manera, a todas luces, insuficiente. Evidentemente, ETA no ha buscado la masacre, pero para quien considera capaz a su enemigo de las peores perversiones, dejar en sus manos la responsabilidad de la evacuación es de una temeridad o inconsciencia dolosas. En Egin se publican matizadas críticas, que son interpretadas, por desacostumbradas, como “duras críticas”. En la colaboración semanal cuasi-editorial de Antxon Allende se afirma que en ningún caso podría liberarse ETA de responsabilidad, puesto que la matanza de Barcelona “difícilmente puede desvincularse ni imaginar al margen de otras acciones recientes realizadas por esta organización”. El diario afirma que ETA nunca hubiera preparado un atentado semejante sin contar con la evacuación del local, pero “nadie puede dejar de responsabilizar de la masacre, en primer lugar, a los que montaron el artefacto, y eligieron su colocación”. Mientras Iruñea celebra las fiestas, ETA ataca con granadas el Gobierno Militar de San Sebastián, y dos liberados de ETA que tratan de poner en marcha un comando de ilegales en Andalucía son detenidos en Zaragoza, y un tercero, ciudadano francés de nacionalidad vasca, en Torremolinos. Los dos primeros han sido detectados en Catalunya y los han seguido hasta Zaragoza. Dan con el coche que debían recoger, que contiene amonal, TNT, temporizadores, botellas

de oxígeno, mechas, detonadores y un juego de matrículas. La víspera, dos militantes de IK han sido alcanzados por la bomba que manipulan, fallece uno y sufre heridas graves el otro. Colea todavía y por mucho tiempo el atentado de ETA del 19 de junio en Barcelona: el 9 de julio, el pleno del Parlamento Europeo aprueba una resolución de condena y España da la orden de trasladar desde Ecuador a Argelia a Eugenio Etxebeste. El Gobierno socialista está pensando en activar los contactos iniciados con Txomin Iturbe, dando por supuesto que ETA está muy débil, necesita una salida y es el momento de sentarla. Tras seis meses sin atentados mortales en territorio vasco, ETA da muerte en Oñati a dos guardias civiles y hiere de gravedad a otros dos mediante una bomba activada por control remoto que da de lleno en el vehículo que encabeza el convoy de las GAR. En la revista Tiempo de esa semana, Txiki Benegas acaba de manifestar que hacía mucho tiempo que en Euskadi no había seis meses sin muertos, lo que algo quiere decir. Para defender al ministro Barrionuevo, muy cuestionado, ha dicho también en esa inoportuna entrevista que los jueces del País Vasco tratan mejor a los dirigentes de HB que a los socialistas. A mediados de julio, Pablo Muñoz ha sustituido como director de Egin a José Félix Azurmendi. El gobernador José Ramón Goñi Tirapu afirma que a Azurmendi las críticas al atentado de Hipercor le han costado el puesto, pero no es cierto: ha sido destituido, en palabras del consejero delegado Ramón Uranga, porque su presencia es incompatible con el nuevo proyecto y se lo ha hecho saber, con el preceptivo aviso de treinta días, antes del atentado de Hipercor. Policías de paisano detienen a dos liberados de ETA cuando están aparcando su vehículo cerca de una vivienda de Pasai San Pedro que está bajo vigilancia desde hace meses. Una hora más tarde, Unidades Especiales de Intervención de la Guardia Civil irrumpen en el apartamento, dicen haber sido recibidos a tiros, dan muerte, en lo que tiene todos los visos de ejecución, a la liberada de ETA que se encuentra dentro junto a la propietaria del domicilio. Lucía Urigoitia ha muerto de un tiro en la nuca, de un disparo hecho a quemarropa. En la versión facilitada por el Gobierno Civil se habla de que ha resultado muerta cuando los guardias civiles han repelido los disparos con que son recibidos. Testimonios de vecinos recogidos por la prensa afirman haber oído a una de las detenidas gritar “¿qué vais a hacer?”, y a un agente repetir “no hagas eso”. Juez y fiscal se presentan en dependencias policiales, lo que es interpretado por Goñi Tirapu como una injerencia que entorpece las diligencias en curso. Luis María Retolaza, consejero de Interior del Gobierno vasco, declara que de confirmarse la manera como Urigoitia ha muerto, supondría “un retroceso de años en la lucha

antiterrorista, como pasó antes con el caso Arregi”. Ese mismo día, siete guardias civiles resultan heridos por la explosión de un coche-bomba en Eibar, y Juan Carlos García Goena, un joven vasco residente en Hendaia y sin relación con ETA, muere al explotar una bomba colocada en su vehículo. El GAL se responsabiliza del atentado, pero la Policía niega validez a la reivindicación. Amedo recordará posteriormente que la orden de acabar con los GAL se dio en febrero de 1986, después de que Felipe González y François Mitterrand llegaran a un pacto en la lucha contra ETA. A falta de mejor explicación para librarse de los que apuntan hacia él como responsable de la muerte de García Goena, lo atribuye Amedo a las fricciones entre el secretario de Estado de Interior, Rafael Vera, y su segundo, Julián Sancristóbal, a cuenta de la venta de alta tecnología al CNI a través de la empresa Marconi de la que este último es propietario. Agosto empieza con un atentado de ETA en Armentia que acaba con la vida de dos policías. Sigue con un lanzamiento de granadas contra el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz. Días después, un coche-bomba hiere levemente a un vecino de Eibar. El 15 de agosto, la bomba que manipulan mata a Maite Pérez y Rafael Etxebeste, dos ‘legales’ de Santutxu y Errenteria, a los que medidas nunca antes empleadas impiden unos funerales con familiares y amigos. En el caso de Maite Pérez, los policías llegan a arrebatar el féretro a los empleados de la funeraria y a trasladarlo ellos mismos al cementerio de Derio. No hay semana sin entrega de refugiados, hay semanas en las que las entregas son diarias. Las fiestas de Gasteiz, Donostia y Bilbo, con guerra y sin guerra de banderas, son el teatro de protestas y cargas policiales en los recintos festivos, a las que ya se han incorporado los ertzainas. Felipe González y François Mitterrand conceden una rueda de prensa en la residencia de verano de este en Latche, (Las Landas) el 25 de agosto, para hablar de la cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo y de la defensa europea. González recuerda ante los periodistas que estuvo allí once años antes, “dans cet endroit si agréable”, y para él no es solo una ocasión para el recuerdo, es también para repasar todos los acontecimientos sucedidos en su país y reflexionar sobre el futuro. Los periodistas franceses le preguntan reiteradamente a Mitterrand sobre el problema vasco y responde este que, naturalmente, han hablado de ello, aunque como tal es un asunto español, porque el problema vasco-francés es otra cosa. Le plantean el hecho de que ochenta vasco-españoles instalados en Francia hayan sido entregados a la Policía española sin que los atentados cesen, le plantean si no habrá llegado el momento de ensayar otras vías, “como por ejemplo encuentros con la ETA que pide una negociación”. Mitterrand responde que no puede dar una opinión sobre cada una

de las personas expulsadas, algo que le corresponde a la Justicia, “pero la decisión tomada de no permitir que se perpetúe el terrorismo, que Francia no sea un refugio estratégico para mantener y desarrollar el terrorismo en España, lo creo necesario”. Sobre negociar o no, opina que le corresponde a Felipe González responder, pero “no consideramos que el terrorismo sea nunca una buena manera de dialogar”. González interviene para decir que se ha avanzado mucho en la lucha contra ETA, aunque pueda haber más atentados, y que no se puede negociar bajo coacción, no se puede ceder al chantaje. Sugiere un periodista que se está entregando a los etarras menores mientras se protege a los jefes, y Mitterrand le responde que lo que sucede es que los jefes se esconden mejor y están más protegidos: “no hay otra explicación, cualquier otra sería injuriosa”. Antes de terminar agosto, ETA ataca con granadas el cuartel de la Guardia Civil en Deba, y en un confuso tiroteo que se atribuye a IK muere un gendarme, no lejos de la residencia de verano de Mitterrand. Tres días después de la reunión de Latche, el portavoz del Gobierno español Javier Solana hace público que el Ejecutivo mantiene contactos con ETA para lograr el cese de su acción terrorista, aunque descartando que puedan derivar en una negociación política. Solana reconoce que hay, ha habido y habrá contactos para conseguir que entreguen las armas. Saliendo al paso de las quejas de los partidos vascos, que se sienten marginados de las negociaciones, y del ofrecimiento de HB para mediar, afirma que esta no va a intervenir y que los partidos vascos, en un diálogo para cómo y dónde entregan las armas, tienen un papel secundario. El 5 de septiembre ETA confirma a través de Egin los contactos, que se vienen manteniendo desde noviembre pasado, y acusa al Gobierno de ocultar con su imagen dialogante una futura ofensiva. Rechaza los indultos como única contrapartida para dejar las armas y advierte que no negociará a la baja la alternativa KAS. El primer contacto ha tenido lugar el 12 de noviembre último entre Txomin Iturbe y el abogado de Interior Jorge Argote. Se ha interesado este por presuntas divisiones en ETA y ha ofrecido la reinserción, y Txomin le ha comunicado que solo se sentará de nuevo con alguien más representativo y menos provocador. A la siguiente reunión con Iturbe los días 11 y 12 de enero de 1987 asisten Julián Sancristóbal, Manuel Ballesteros y Pedro Martínez, este último en funciones de traductor de francés ante las autoridades argelinas. Vienen con los mismos planteamientos y terminan con la misma ausencia de resultados. Han pedido una tregua para seguir hablando, y Txomin les ha respondido que el alto el fuego es el resultado de una feliz culminación del proceso. Los comisarios Manuel Ballesteros y Jesús

Martínez Torres se reúnen con Eugenio Etxebeste, Antxon, el 11 de agosto y el 18 de septiembre. El representante de ETA aclara que su presencia es a título personal, en tanto la dirección de ETA no le designe interlocutor. Un día después de que ETA haya reconocido los contactos, caen presos tres miembros del comando Barcelona y la Policía les acusa entre otros del atentado de Hipercor. Medios policiales explican que la operación para detenerles se ha puesto en marcha una vez se ha tenido la seguridad de que Domingo Troitiño, uno de los activistas más buscados, se encuentra en el piso. La nota policial asegura que se han encontrado tres pistolas, una metralleta, dos granadas de mano y una bolsa con amonal, además de información sobre próximos atentados y documentación falsa. El gobernador civil de Barcelona asegura que los detenidos han opuesto resistencia, que Josefa Mercedes Ernaga ha sido alcanzada por un disparo y su pronóstico es grave. La primera versión de la operación dada a conocer por fuentes policiales de Barcelona habla de la desarticulación de una banda de traficantes de cocaína, pero el gobernador Goñi Tirapu desvela en una asamblea de los socialistas guipuzcoanos que ha sido detenido el comando Barcelona. Prontamente, a Troitiño le acusa la Policía de haber aparcado el coche-bomba en el interior de Hipercor y de haber participado en la fabricación de los siete coches-bomba colocados por ETA en Barcelona desde septiembre de 1986. Barrionuevo viaja a la Ciudad Condal a felicitar a los policías que han desarticulado el comando y declara que los contactos con ETA van a seguir, aunque cometa atentados, como el que se ha producido en Bilbao contra un subteniente de la Guardia Civil. El diálogo es para el ministro una de las claves en la lucha contra el terrorismo, y también que sean policías profesionales y no dirigentes políticos quienes intervienen en los contactos. No ha regresado de Barcelona, cuando un coche-bomba mata a dos guardias civiles en Gernika. Al día siguiente, ETA ataca el cuartel de la Guardia Civil en Ordizia. Finalizando septiembre, otro coche-bomba da muerte a un policía y hiere de gravedad a otros cuatro en Donostia, y la Policía francesa detiene a Santiago Arrozpide, Santi Potros, al que se tiene por dirigente de los comandos ilegales y miembro en ese momento de la dirección de ETA. Las autoridades francesas entregan a las españolas a treinta y ocho presuntos miembros de ETA, tras haber detenido a 67 refugiados vascos en una operación sin precedentes que ha movilizado a medio millar de policías. El ministro francés del Interior, Charles Pasqua, lo presenta como un importante golpe, en tanto que fuentes policiales españolas hablan de limitado éxito de la operación. Afirman que la razzia se ha basado en una lista de un centenar de personas que

reciben ayuda económica de la organización, lista hallada en los registros a los chalés de Angelu y Senpere donde han detenido a Santiago Arrozpide e Iñaki Pikabea, herido, el preso fugado de Martutene junto a Joseba Sarrionandia. Se sabe que algunos de los más buscados han huido tras detectar la inusitada presencia policial de las horas previas a la operación. Gestoras pro-amnistía calcula a mediados de mes en 254 los detenidos en los últimos 13 días. La Policía francesa detiene al tenido por máximo experto en preparación de explosivos con temporizador, José Ramón González Valderrama, El Mono, un expolimili del comando electrónico, al que se vincula ahora con ETA militar. La Policía española concede mucha importancia a esta detención. Joseba Arregi, portavoz del Gobierno vasco, califica de necesarias y positivas para acabar con la violencia y el terrorismo las operaciones policiales desarrolladas en los últimos días a ambos lados de la frontera. Barrionuevo le pone fecha a la desaparición de ETA: 1992. Felipe González abre su ronda de consultas para buscar un acuerdo sobre el terrorismo con una recepción a Adolfo Suárez. El dirigente del CDS ha sido invitado antes que Antonio Hernández Mancha, presidente en ese momento de AP. Tras él desfilan por La Moncloa Miguel Roca y Xabier Arzalluz. El 5 de noviembre, todos los grupos del Congreso, excepto EA, firman el Pacto de Madrid, un Pacto de Estado contra el terrorismo. Es ahora Julen Elgorriaga, delegado del Gobierno de España en la CAV, el que se reúne con Eugenio Etxebeste, los días 15, 16 y 21 de noviembre. El 29 de noviembre, en el día que el semanario celebra su día, Argia publica una entrevista con José Manuel Pagoaga Gallastegi, Peixoto, en la que el portavoz de los escasos refugiados vascos que permanecen todavía en el Estado francés dice que se esperaban razzias como las que se han producido y hace una aclaración importante: “Sobre todo en Ipar Euskadi [Euskadi continental] pero también en Hegoalde [Euskadi peninsular], existe la creencia de que ETA e Iparretarrak son socios [kideak]. Y la verdad es que no es así. Tienen dos puntos de vista muy distintos, dos estrategias muy diferentes y, para hablar claro, contradictorias [elkarren aurkakoak]. La no clarificación de estas cosas contribuye a la intoxicación, y si alguien se beneficia de ella, ese es el Estado francés”. Sobre la ‘borroka’ [lucha, combate, guerra] defiende un principio general: “no es buena en sí misma. Bien utilizada, trae buenas consecuencias, y mal empleada, malas, perjuicios, para quienes la practican”. Le han preguntado por su amigo y compañero de toda la vida Txomin Iturbe, y ha respondido que llegará un día en que será capaz de hablar de él serenamente, “pero hoy, ahora… ni su nombre puedo mencionar con tranquilidad” [Baina gaur, oraindik… izen

hori ezin dut lasaitasunez aipatu]. Un coche-bomba de ETA contra la casacuartel de la Guardia Civil en Zaragoza el 11 de diciembre provoca once muertos, de los que cinco son menores y dos mujeres. A la ciudadanía le resulta difícil de asimilar cómo los guardias civiles viven con sus mujeres e hijos en casas-cuartel que están expresamente amenazadas por ETA; le resulta imposible justificar que ETA haya consumado ese atentado sabiendo que había mujeres y niños dentro del mismo. Menos de un día después, un sargento de la Guardia Civil es abatido en Soraluze cuando, en compañía de su esposa, se disponía a arrancar el coche. Y en la misma jornada, un policía sufre la amputación de tres dedos al estallarle en las manos una carta-bomba dejada en su buzón. Tampoco cesan las entregas de residentes vasco-peninsulares en el Estado francés. Como si alguna relación de causa-efecto tuviera, Tiempo titula que “La decisión de ETA de cerrar la vía del diálogo coincide con el III Congreso de HASI celebrado en Lequeitio” y el nº 834 de Cambio 16 atribuye la responsabilidad del atentado de Zaragoza a unos treinta etarras a las órdenes de Josu Ternera. “Son el bunker de ETA”, sentencia. Los resultados del III Congreso no van a trascender de momento. Se sabe que se ha elegido un nuevo comité central de 40 miembros, que en las próximas semanas se designará un nuevo secretario general y que podría ser colectivo. Según fuentes que se atribuyen a HB, se inclina la balanza hacia los sectores que desean dar prioridad al fortalecimiento del bloque KAS. El MLNV está entrando en una nueva fase organizativa, de la que la marginación de HASI es su signo más claro. La esperanza en la negociación, que se ve más próxima que nunca, acalla las disidencias y los traumas que el III Congreso ha dejado. Lo que no han podido firmar todas las fuerzas políticas del Parlamento vasco, excepto HB, el 5 de enero de 1988, lo rubrican todos el 12 de este mes, EA incluido. Se llama “Acuerdo para la Normalización y Pacificación de Euskadi”, pero se le va a conocer como Pacto de Ajuria Enea. Aunque es un acuerdo antiETA, su nombre ni aparece en el texto suscrito. Kepa Aulestia, por EE, y José Luis Zubizarreta, como asesor del lehendakari Ardanza, se han empleado a fondo para salvar las reticencias de EA, a la que conceden, para que su representante Inaxio Oliberi acabe firmando, una intrascendente “reserva final al Punto 3, Párrafo 2, en alusión al artículo 17 del Estatuto, considerando imprescindible aclarar el pleno desarrollo”… de la competencia policial. Ardanza opina que el “acuerdo es bueno, muy bueno. Y ello, porque es fruto del consenso y la unanimidad y porque se basa en el sentido mayoritario de la sociedad vasca. Es una permanente apología de la democracia y de marginación

de los sectores violentos y fascistas”. El Movimiento Vasco de Liberación Nacional interpreta el Pacto como un medio de presión para conseguir que ETA negocie a la baja y como un instrumento al servicio del enfrentamiento civil que alienta el PSOE. El 28 de enero, ETA ofrece una tregua de 60 días al Gobierno español si está dispuesto a reanudar los encuentros que abran la vía a un proceso de negociación y cesa el hostigamiento policial. El 15 de febrero recuerda que la tregua ofrecida no ha entrado todavía en vigor, que el Gobierno no ha respondido a sus exigencias, que todos los frentes siguen abiertos, e informa que “la clara actitud dilatoria de la parte española” ha impedido una reunión anunciada para el día 7 del presente mes. La reunión va a tener lugar, finalmente, entre Etxebeste y Elgorriaga, el 20 de febrero y será la última que tengan entre ellos. ETA, necesitada de recursos económicos, ha secuestrado al empresario Emiliano Revilla, y el vicepresidente español Alfonso Guerra ha declarado que no habrá conversaciones mientras no lo liberen. Asegura Tiempo que ETA comienza a esconder armas y a infiltrarse en organizaciones ciudadanas, para desarrollar la lucha al descubierto. Al mismo tiempo, organiza comandos dormidos, pero la negociación, que todos dan por segura, “puede dividir a la banda”, según un estudio confidencial de Interior, que da por supuesto asimismo que el pacto PNV-PSOE se romperá cuando HB se siente en el Parlamento vasco. Eugenio Ibarzabal, exportavoz del Gobierno Ardanza, afirma que es inviable una negociación realista. Acaba de publicar La trampa, un relato novelado que sitúa el final de ETA en 1992, coincidiendo con las Olimpiadas de Barcelona. José Joaquín Azurza, un histórico del PNV del exilio, luego cerca de Garaikoetxea y ahora, de nuevo, solo con él mismo, alerta en El Diario Vasco sobre el peligro de negociar con ETA. José Antonio Osaba, líder que fue de la histórica huelga de Bandas de Basauri y ahora muy beligerante contra el MLNV y los marxismos, ve a ETA “en busca de la legitimidad perdida” y dice envidiar “sinceramente a todos aquellos que han logrado escudriñar en la oferta etarra de alto el fuego signos esperanzadores en relación con la pasada trayectoria de la organización terrorista”. El Gobierno del PSOE entiende que es buen momento para rehabilitar al general Cassinello y le nombra el 22 de abril, ascendido a teniente general, capitán general de Burgos y País Vasco. En Egin, Teresa Toda lo presenta como “el general que prefiere la guerra a la independencia de Euskadi”. Las consecuencias del III Congreso de HASI son descritas en El País el 30 de abril como que “La pugna por el control de Herri Batasuna culmina con una depuración en su principal partido”. Txomin Ziluaga y otros antiguos dirigentes

han sido expulsados de HASI por el nuevo comité central. Según el periodista Victorino Ruiz de Azua, con esta decisión, adoptada a primeros de abril pero mantenida en secreto hasta ahora, culmina una fuerte crisis interna abierta en el congreso celebrado el pasado diciembre, donde Ziluaga y sus compañeros ya fueron desalojados de la dirección del partido con la anuencia de ETA. Trascienden como expulsados los nombres de Izaskun Larreategi, esposa de Ziluaga y hermana del histórico dirigente de ETA Javier Larreategi, también caído en desgracia; Simón Loiola, liberado de HB en Nafarroa; Mikel Zuloaga, coordinador del aparato de propaganda de HB; Javier Pascual, del ‘clan de Indautxu’, y Juan Okiñena, adjunto del eurodiputado Txema Montero en Estrasburgo. Se les atribuyen faltas graves, trabajo fraccional y divisionista, difamar o calumniar a otros militantes, promover la discordia por medio de intrigas, ocultar la actividad fraccional de otros afiliados y también hacer públicos los asuntos de la vida interna sin previa autorización. El 7 de mayo, coincidiendo con el décimo aniversario de su nacimiento, HB renueva más de la mitad de su Mesa Nacional. Muguruza, que ya tiene responsabilidades en KAS, pasa a formar parte de ella, junto a los habituales Esnaola, Idígoras, Aldekoa, Montero, Erkizia y Zabaleta, pero no Ziluaga. El 13 de mayo, doce partidos políticos con representación parlamentaria, ratifican en el Congreso de los Diputados el acuerdo para la normalización y pacificación de Euskadi aprobado en enero por el Parlamento vasco. La referencia a Nafarroa provoca las reservas de Alianza Popular y de la Democracia Cristiana. El secretario de Organización del PSOE, José María Benegas, justifica esa mención en que ETA utiliza la violencia para pedir su incorporación, y por eso era preciso decir que su futuro depende solo de los navarros. Ha cambiado el Gobierno en Francia, pero España sabe que no habrá cambios en la colaboración antiterrorista. Madrid sabe que el nuevo ministro del Interior es precisamente el que inició en un anterior mandato las extradiciones y que fue entonces cuando se detuvo a uno de los máximos dirigentes de ETA, Juan Lorenzo Lasa Michelena, Txikierdi. El 25 de mayo, ETA mata en Eibar a Sebastián Aizpiri, y unos días más tarde a Francisco Zabaleta en Elgoibar. Ambas muertes han estado precedidas de campañas de rumores vinculándoles al narcotráfico, algo nunca demostrado, imposible de aceptar por quienes les conocen de cerca. Luciano Rincón, un veterano trostkista de Bilbao, amigo de los hermanos Etxebarrieta, cree ver en la reacción popular que ha habido contra estas muertes, “veinte años más tarde” de la muerte de Txabi, un cambio cualitativo contra ETA y contra los confidentes suyos que han puesto en la diana a Aizpiri y Zabaleta. “Los

poseedores de la calle –escribe en El País– se han encontrado sin la calle. Los profesionales de la bravuconería se han visto acorralados en sus propios feudos. Quienes hacían ocupar los plenos municipales por fieles encargados de abuchear a los concejales de los demás partidos han visto los plenos del Ayuntamiento de Elgoibar ocupados por gente del pueblo espontáneamente reunida para abuchearlos. Quienes imponían la violencia ciudadana de sus escuadras de choque se ven ahora señalados por el dedo de la mayoría. Y esto sí que es un cambio cualitativo en Euskadi”. En un guiño a la historia, poco frecuente en ETA, terminando el mes, la policía francesa detiene a Julen Madariaga, uno de los fundadores de la organización, acusado de facilitar imanes para ser usados en el montaje de bombas. Los adquiere, según la Policía, a través de Aturri, la pequeña empresa que dirige en Biarritz. Su nombre ha aparecido también en los documentos incautados en la Cooperativa Sokoa. El 10 de julio, la Gendarmería descubre en su domicilio de Ainhoa un zulo en el que hay maquinaria destinada a fabricar armas. Algún dirigente de ETA, que Madariaga personifica en “Txekorra” [Josu Ternera], sospecha que el descubrimiento ha sido en realidad una entrega, lo que va convertir su condena de cerca de cuatro años en la cárcel de Fresnes en un infierno añadido, por la actitud de algunos de sus compañeros de prisión, hasta que termina la ‘investigación’ de la dirección de ETA y llega su ‘absolución’. Un obrero, un electricista de Altos Hornos, un sindicalista, se va a convertir en ministro en el cuarto gobierno de Felipe González: José Luis Corcuera, el eficaz muñidor de desmantelamientos de grandes empresas de la margen izquierda de la ría, va a ser recompensado con la cartera de Interior, sustituyendo a un abrasado José Barrionuevo. Enrique Múgica ve cumplida su vieja aspiración cuando le hacen ministro de Justicia. José Claudio Aranzadi, un antiguo refugiado próximo a una de las ramas de la ETA en tiempo franquista, se hace con la cartera de Industria y Energía. El bilbaino Joaquín Almunia Amann cambia de cartera y pasa a la de Administraciones Públicas. Recién constituido el Gobierno, Felipe González asegura en Diario 16 que Amedo y su compañero Domínguez tienen el respaldo del Gobierno, y añade que no se van a demostrar implicaciones de policías con el GAL, porque “la conexión Estado-GAL no llegará jamás a probarse”. Juan Lasa sustituye a Luis María Retolaza como consejero de Interior del Gobierno de Gasteiz: lo primero que trasciende a la prensa de su discreta figura es que pasa el cepillo en la iglesia de su pueblo. El 18 de julio, José Luis Corcuera viaja a París, de la mano de Rafael Vera, para entrevistarse con su colega Pierre Joxe, a quien le pide más presión para detener

a Urrutikoetxea y Mugika Garmendia, a los que se tiene por jefes de la organización. Hablan también del secuestro de Emiliano Revilla, dejando claro que no se volverá a Argel en tanto persista esa situación. A Euskadiko Ezkerra no le gusta nada el protagonismo que se le da a ETA, apela a la prudencia, pide rigor informativo, dando por supuesto que ETA no aspira realmente a negociar. De momento, esta sigue atentando contra policías, guardias civiles, narcotraficantes, en Lizarra, en Izurtza, en Santurtzi. Ha muerto un ertzaina cuando desactivaba una bomba, y ETA lo aprovecha para decir que la Ertzaintza no es objetivo militar suyo. El 30 de octubre, deja en libertad a Revilla, tras un policialmente dificultado pago de rescate. El director de Diario 16, Pedro J. Ramírez, entrevista en víspera de Navidad a la dirección de ETA. Dicen estar dispuestos a negociar pero no a arrepentirse ni a rendirse; estar prestos, con Eugenio Etxebeste como interlocutor, a proponer soluciones. Los representantes de la organización desarrollan el argumento de que, a los poderes del Estado no les queda otra alternativa, si no quieren negociar, que verse obligados a cometer un auténtico genocidio y “continuar siendo objeto de nuestros ataques, que nunca cesarán”. Reconoce ETA que el secuestro de Emiliano Revilla ha sido una operación con un objetivo exclusivamente económico, que la autodeterminación es el nudo gordiano para la resolución del llamado contencioso vasco, que la alternativa KAS es el camino, aunque un día pedirán a la población vasca que opte por un estado independiente. Sobre el atentado de Hipercor manifiestan: “Nuestra organización reconoció y reitera ahora el error y la grave responsabilidad que cometió en la puesta en marcha del operativo de tan trágicas consecuencias. Asumimos plenamente esa autocrítica”, aunque hacen al Gobierno español corresponsable, “al negarse a desalojar el local”. No se volverá a repetir, aseguran. El comité central saliente de HASI escribe su Informe al Congreso Extraordinario de diciembre de 1988. Se refiere a la escisión política del Bloque, a la ruptura de modelo de dirección, al desgaste del partido, a la pérdida de más de cien militantes. Proporciona claves para interpretar el nuevo tiempo: “Un hito clave de este desarrollo histórico es el debate interno de ETA que da origen al proceso de desdoblamiento organizativo de la vanguardia de la lucha de Liberación Nacional. Hito clave en cuanto que prefigura cuestiones tales como la unidad de la dirección política, el modelo de dirección política, el carácter político-militar del proceso de liberación vasco, las definiciones tácticas y estratégicas del mismo”. KAS pasa de ser coordinadora a ser bloque dirigente, único instrumento en esta fase del proceso para el ejercicio de la dirección

política, “adquiriendo esa virtualidad de unicidad”. En el farragoso lenguaje para iniciados del informe, se explica que la dirección anterior de HASI quiso sustituir a ETA en la dirección política, que tras Hipercor pidió a ETA que se tomara unas vacaciones, que hiciera un repliegue táctico, “ejemplificando así su concepción de HASI como brazo y dirección política, y la Vanguardia como brazo armado”. No ahorran críticas a los “escindidos” –a los expulsados– por amiguismo, y nepotismo trasladado a HB. ETA envía por su parte un saludo y ánimos a los “amigos revolucionarios de HASI” del Congreso Extraordinario. [ETAren agur agiria. Agur bero bat HASI-ko lagun iraultzaileok! Ospatzen ari zareten ez ohizko kongresu berezian, animatu nahi zaituztegu. Abenduaren 11an.] Juan Alberto Belloch escribe el 6 de enero de 1989 en El País sobre “La toma del poder”; sostiene que ”La violencia como táctica política ha quedado reducida en Europa a residuales grupos marginales (Brigadas Rojas, Baade Meinhoff, GRAPO…), a esporádicos brotes de corte fascista (coroneles griegos, 23-F) y a terrorismos de signo nacionalista (IRA y ETA), con el agravante, en estos últimos, de que ni siquiera aspiran a la toma de poder; de ahí que, como dice José Luis Zalbide, más que lucha armada practiquen desde siempre la propaganda armada”. El 8 de enero ETA declara una tregua unilateral de quince días. El 11, la Policía francesa detiene al dirigente de ETA más buscado, a José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. El 14 se inician en Argel las conversaciones entre Rafael Vera y Juan Manuel Eguiagaray con Eugenio Etxebeste, Belén González Peñalba e Iñaki Arakama Mendia, y pronto, en mesa aparte, con los asesores Iruin, Aldekoa, Rafa Díez, Montero, Luis Nuñez y Tasio Erkizia. El 22, ETA anuncia una tregua de dos meses, que la organización presenta como acordada. El Gobierno vasco sigue con atención los contactos, el PNV pide a ETA la presencia de Gorka Agirre en Argel para no tener solo información de Madrid, y J. Iratzar, Josu Muguruza, le contesta destempladamente en su colaboración de los lunes en Egin. En las reuniones del 14 y 27 de febrero, los interlocutores se dedican a repasar la historia de la Transición: Madrid quiere centrar el diálogo en los presos, y ETA, en los contenidos políticos. Xabier Arzalluz publica en Deia un largo artículo, plagado de citas, por las que se disculpa, en el que explica qué es HASI, qué es KAS, qué papel juega la Vanguardia, ETA, qué ha sucedido en derredor de las expulsiones, “una purga implacable”. A tenor de los documentos a los que dice haber tenido acceso, “altamente reservados”, se deduce que ni la propia militancia de HASI y del

Bloque, “no digamos de HB”, se había enterado de lo que sucedía. De acuerdo a los textos en cuestión, KAS fue concebida desde su nacimiento como un instrumento para la revolución vasca, por la necesidad que tiene la Vanguardia (ETA) de articular un mecanismo delegado para la dirección política en la lucha de masas e institucional en esta fase del proceso de liberación nacional y social vasco, y que arranca de la teorización y práctica del desdoblamiento organizativo de ETA. HASI hizo, a juicio de las tesis triunfantes, una interpretación equivocada del desdoblamiento, al reservar para ETA un papel meramente militar y de embrión del futuro Ejército Popular Vasco, y no de centro político-militar director. Explica Arzalluz que, no contento con intentar imponer su dirección política a las restantes organizaciones del Bloque, la HASI de Ziluaga habría querido imponer su dirección también a la Vanguardia, a ETA, por entender que no tiene la capacidad política necesaria, a causa de la represión que padece y de su no percepción correcta de lo que sucede en Hegoalde. Intentando resumirlo, el presidente del EBB sostiene que lo que se entendía como ‘caso Ziluaga’ es una verdadera y grave escisión, que afecta no solo a HASI, sino a todo el Bloque KAS, con ramificaciones en HB. La causa de la escisión es el haber pretendido arrebatar a ETA la dirección política del Bloque y, por tanto, de todo el Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Pudo haber sucedido, como con los polimilis, si ETA hubiera cedido a la concepción de dirección política del partido, en aquel caso de EIA, en este, de HASI. Lo realmente importante de toda esta crisis tan celosamente ocultada –concluye Arzalluz– “se resume en que en este momento prima la unidad de todo el Bloque sobre cualquier otra consideración. Y que la dirección total la reclama férreamente para sí ETA”. El 14 de marzo, el Gobierno español le pide a ETA una tregua indefinida, le pide ETA que reconozca públicamente que el fin último del proceso es la negociación política. El 18, el Pacto de Ajuria Enea convoca una gran manifestación en Bilbo bajo el lema de Bakea orain eta betirako [Paz ahora y para siempre]. El 22 de marzo, tres días antes del Aberri Eguna, arranca en Argelia una reunión que se prolonga al día siguiente y termina en una ruptura que los buenos oficios del general argelino Mohamed Betchine reconducen y que, según la interpretación de ETA, ha concluido en acuerdo. Así lo hace público el 27 de marzo, anunciando una nueva fase de conversaciones políticas, que el Gobierno español contesta y que es interpretado por ETA como incumplimiento de lo pactado. El lehendakari ha visitado al Rey en la Zarzuela y le ha encontrado preocupado. Tras él, Juan Carlos I ha recibido a Corcuera. El 1

de abril Egin informa que ETA ha dado un nuevo plazo de 72 horas al Gobierno, como último gesto en pro de una solución política negociada, y le pide una rectificación “de manera pública y oficial”. Interior guarda silencio, pero Vera y Eguiagaray han intentado que ETA amplíe la tregua. ETA duda ya de la representatividad de estos interlocutores, y no se equivoca, porque Felipe González los va a desautorizar flagrantemente. Corcuera pide al Gobierno argelino que presione a ETA con la amenaza de expulsar a todos los militantes de su territorio, cuarenta ya. El 4 de abril ETA declara abiertos todos los frentes de lucha. Madrid anuncia el fin de las conversaciones el 10 de abril, alegando que han sido rotas unilateralmente por ETA. El 7 de abril una carta-bomba ha herido gravemente a un sargento del Ejército y otra, que no ha llegado a estallar, dirigida a Julen Elgorriaga, ha sido desactivada en la Delegación del Gobierno. Les siguen otras contra Barrionuevo y contra las líneas férreas. La reacción de los firmantes del Pacto de Ajuria Enea no es unánime: el diálogo está roto y lo han roto ellos, dice Ramón Jáuregui; Kepa Aulestia afirma que no se puede hablar si una de las partes se dedica a pegar patadas; Joseba Azkarraga duda de que el Gobierno español haya cumplido sus acuerdos. El Gobierno de González explica a los representantes políticos del sistema que ETA está dividida. El parlamentario de HB y abogado laboralista Antton Ibarguren, que pronto va a perder la vida en el Himalaya, declara en Argia que la responsabilidad mayor de la ruptura ha sido de los españoles, pero que también ellos han metido la pata, “y lo vamos a pagar caro” [larrutik pagatuko dugu]. Ibarguren está claramente en contra del numantismo, en contra de abandonar las instituciones en Nafarroa, y otras medidas de este tipo. A petición del ministro de Interior español, Josu Ternera va ser sometido a un severo aislamiento en la cárcel parisina de Fresnes. Verá restringidas las visitas y las comunicaciones, más que como represalia, dicen fuentes policiales, “para evitar contactos con interlocutores de la banda”. El 18 de abril, en un avión de las Fuerzas Armadas de España, siete refugiados de ETA en Argelia, entre ellos, los tres representantes en las conversaciones, son expulsados a la República Dominicana. Unos días más tarde, una remesa de otros nueve serán llevados a Cabo Verde, y once más, posteriormente, a Venezuela. Un comando, el Eibar, al que se atribuyen siete muertes y varios coches-bomba, es detenido junto a nueve de sus colaboradores por la Guardia Civil, la que cuenta desde hace meses con la información proporcionada desde dentro por uno de ellos, captado bajo presión por Rodríguez Galindo. Joseba Urkijo, Kinito, el confidente de Amedo en el MLNV, que HB acaba de denunciar públicamente, no es el único que ha cedido

al chantaje y las amenazas policiales. El 4 de mayo de ese 1989, justo un mes después de la ruptura de conversaciones en Argel, los ministros de Justicia y de Interior, Múgica y Corcuera, con Antoni Asunción de director general de Instituciones Penitenciarias, anuncian la puesta en marcha de la política de dispersión carcelaria para los presos políticos vascos, so pretexto de facilitar la reinserción de quienes lo desean, que espera sean muchos. ETA anuncia que los funcionarios de prisiones son, en adelante, objetivos militares. El sindicato mayoritario de prisiones pide cárceles para etarras fuera de la Península, en islotes sin interés turístico, por ejemplo.

MATAR MÁS PARA NEGOCIAR MEJOR Se celebran en el Estado español las segundas elecciones al Parlamento Europeo el 15 de junio de 1989. El PSOE consigue 26 escaños, el PP 15 y el CDS 5. Aunque sus formaciones pierden votos, los cuatro candidatos vasco-peninsulares obtienen escaños. La abstención es en Iparralde especialmente significativa. El Tribunal Correccional de París examina por esos días el llamado ‘caso Sokoa’. Acusados de asociación de malhechores, son cuatro los inculpados: Julen Madariaga, José Luis Arrieta, Azkoiti, Juan José Rego y Patxi Noblia, este último director gerente de la cooperativa Sokoa. Arrieta y Madariaga están acusados también de tenencia ilícita de armas. Corre la defensa a cargo de Christiane Fandó, Koko Abeberri, Robert Saint-Esteben y Jon González. Observan de entrada un vicio de procedimiento en el inventario de los documentos y armas descubiertos en el zulo. Madariaga proclama su inocencia, denuncia el procedimiento especial que se aplica a los vascos por ser vascos y califica el juicio de comedia y simulacro, pero accede a “jugar el juego, porque nos debemos a nuestro pueblo”. Reconoce ser uno de los fundadores de la organización, aunque lleva muchos años distanciado de ella, “lo que no significa que me desolidarice de la causa vasca”. Reconoce haber servido de intermediario en la compra de imanes utilizados por ETA, pero desconociendo su destino final. Afirma asimismo no saber nada de la máquina encontrada en su casa, que podría servir para fabricar armas, y sugiere que tal vez la enterraron allí los que realizaron trabajos de reparación en su domicilio. Arrieta confiesa haber construido el zulo con la ayuda del fallecido Txomin Iturbe, asegura sin embargo que nada tiene que ver con las armas, porque su cometido se limitaba a ‘poner en limpio’ la contabilidad que llevaba el propio Txomin. Exculpa a Patxi Noblia, admite haber cobijado en Sokoa a refugiados vascos para protegerles del GAL. Noblia, por su parte, afirma haber desconocido en todo momento la existencia del zulo y manifiesta que se ha abusado de su confianza. Rego, inculpado por un documento en el que se propone la creación de empresas import-export que sirvan para tareas de información sobre objetivos militares, declara que se trató de un proyecto realizado para Txomin, que fue desestimado. En el alegato final, la abogada de José Luis Arrieta, Christiane Fandó, informa al Tribunal que el comisario de Baiona Jöel Cathala ha visitado en la cárcel a su defendido y le ha ofrecido trato especial en la condena si accede a ser representante de ETA en unas futuras conversaciones, lo que convierte a su

cliente en “un rehén político en el marco de negociaciones entre el Gobierno español y ETA”. Tiempo de esa semana asegura igualmente que funcionarios de policía enviados por el Gobierno español se han entrevistado hace mes y medio en Santo Domingo con algunos de los etarras expulsados a ese país. El Gobierno, según la revista, quiere tentar a los menos reacios a un acuerdo para excarcelar algunos terroristas y permitir una salida personal a quienes la deseen. El Tribunal Correccional terminará condenando a cinco años de prisión y diez de prohibición de permanencia en territorio francés a José Luis Arrieta, y a Julen Madariaga, que tiene ciudadanía francesa, como la nueva familia que ha creado, a cuatro años de prisión y diez de prohibición de permanencia en suelo galo. El Tribunal absolverá a los otros dos encausados. Una carga de 150 kilos de amosal y trilita destroza la casa-cuartel en Laudio el 26 de junio. Se trata de la mayor carga explosiva utilizada en toda la historia de ETA. El artefacto ha abierto un cráter en el suelo de cuatro metros de profundidad y veinte de diámetro, y ha afectado seriamente a los pilares del edificio. Ha sido introducida por una alcantarilla y colocada a treinta metros de profundidad, en la confluencia de las aguas residuales generales y del cuartel. Ha hecho explosión en plena noche, mediante temporizador. Es el tercer atentado que sufre este cuartel, el primero el 2 de mayo de 1985, mediante un cochebomba, y el segundo, el 15 de marzo de 1988, con el lanzamiento de once granadas. Los tres, sin que causen víctimas. La prensa española subraya que en la Corporación de este municipio manda HB. El 29 de junio, en lo que parece un intento frustrado de secuestro del presidente de SAPA [Sociedad Anónima Placencia de las Armas] y conocido directivo de la Real Sociedad de Fútbol, Joaquín Aperribai, ETA da muerte al chofer de la empresa, Gregorio Caño, que se habría resistido al parecer a ser reducido. “Por una vez” –destaca el periodista de El País–, el sindicato LAB se ha sumado al resto de las centrales para condenar en duros términos la muerte de este trabajador”. SAPA cuenta en sus factorías de Andoain y Soraluze con un total de 360 trabajadores, y se dedica a la fabricación y reparación de carcasas de cañones y de misiles antiaéreos. La mayor parte de su producción va destinada al Ejército español, y el resto, a la exportación. Esta muerte, la primera en Gipuzkoa en siete meses, marca el inicio de una nueva campaña terrorista, según fuentes policiales. En la misma fecha, ETA ataca con granadas el cuartel de la Guardia Civil en Deba. Cuatro días después repite la operación en la Comandancia de la Guardia Civil en Pamplona y quince días más tarde en Orozko. Se confirma el 16 de julio que Rafael Vera y Luis Roldán han mantenido

contactos con la abogada Fandó y los dirigentes de HB Iñaki Aldekoa y Patxi Zabaleta, pero Interior los presenta como diálogos informales. Se da la circunstancia de que han sido Roldán y Vera los que, rotas las conversaciones de Argel, se han trasladado a Caracas para negociar con las autoridades venezolanas la acogida de miembros de ETA. Txema Montero ha desvelado durante la reciente campaña electoral para el Parlamento Europeo que se han producido contactos a instancias de altos cargos gubernamentales, y el Gobierno le responde que está utilizando ese tipo de asuntos como arma electoralista. Oficiosamente, sin embargo, se admite la existencia de algún contacto sin importancia y a instancias de la otra parte. El periodista navarro José Luis Santacilia publica en El Periódico de Barcelona que la operación Roldán ha sido abortada antes de nacer y que el Gobierno ha dispersado en 69 cárceles distintas a los casi 500 reclusos de ETA. El Ejecutivo intenta así, dice, romper la unidad con que se comporta ETA y abrir una brecha en el frente de la izquierda abertzale. Según esta versión, la nueva estrategia antiterrorista ha sido diseñada el 14 de abril en un encuentro presidido por el ministro Corcuera, que ha reunido en Vitoria a los tres gobernadores civiles de la CAV, al delegado del Gobierno, a los directores generales de la Guardia Civil y de la Policía, y al general Casinello, capitán general de la Región Militar Pirenaico-Occidental. Ahí se habría decidido la suerte de los etarras entonces residentes en Argelia –semanas más tarde van a ser expulsados a República Dominicana, Cabo Verde y Venezuela a bordo de aviones militares españoles–, la petición a Francia de nuevas redadas, y la dispersión de los presos. El diputado del PNV Iñaki Anasagasti resume la postura de su partido sobre la dispersión al decir que la situación en las cárceles es explosiva y que son muchos los que quieren acogerse a las medidas de reinserción, pero temen hacerlo. Y tras asegurar que su partido facilitará el camino a los presos que quieran renunciar a la lucha armada, ha añadido: “Vemos que hay un caldo de cultivo. Tenemos que romper ese frente monolítico que quieren mantener las Gestoras Pro Amnistía y ETA”. ETA vuelve a matar militares en Madrid el 19 de julio. Dos jefes del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra, el coronel José María Martín y el comandante Ignacio Julio Baragua, son abatidos en las proximidades del Gobierno Militar, en tanto que el soldado conductor resulta herido de gravedad. Medios de la lucha antiterrorista explican que estos militares nunca antes han efectuado ese recorrido, por lo que descartan un seguimiento previo. En su opinión, ETA tenía necesidad de realizar una acción lo más sonora posible para resarcirse de sus recientes fracasos y ha optado por un tipo de atentado que, al

contrario que el del coche-bomba, no requiere apenas infraestructura. Sin embargo, para el comisario general de Policía Judicial, Pedro Rodríguez, no hay duda de que la organización cuenta con un comando en Madrid y sugiere que este atentado es obra de los mismos que actuaron el pasado 8 de mayo contra la cárcel de Alcalá-Meco. Para el alto mando policial, la dirección de la organización terrorista ha intentado dar así una contrarréplica a las informaciones sobre la existencia de contactos preliminares entre representantes del Gobierno y de Herri Batasuna. A punto de terminar julio, un coche-bomba hace explosión en Bilbo al paso de un vehículo de la Policía y provoca heridas a dos policías y a un vecino que estaba asomado a la ventana en las cercanías. Enrique Múgica Herzog declara en Valencia, a donde ha acudido a firmar un convenio penitenciario con la Generalitat, que “los terroristas pueden decir misa. Y la dicen. De hecho, en el País Vasco existen muchos curas que prefieren decir misa por los asesinos antes que por sus víctimas”. Un artefacto explosiona en una curva del puerto navarro de Azpiroz y hiere a dos guardias civiles. Fuerzas policiales entran en el módulo 4 de la prisión de Herrera de la Mancha. ETA atenta por segunda vez contra el supermercado Sabeco de Ejea de los Caballeros. Continúan las entregas y las deportaciones –el deportado Juan Ramón Aramburu se ha ahogado en Cabo Verde–, se intensifica la política de dispersión de presos. Un paquete-bomba dirigido a un funcionario de prisiones mata a su madre en Granada. Múgica Herzog insiste en que nada les va a hacer cambiar de política. Abc explica las protestas de los presos como una rebelión por la pérdida de sus privilegios. Llama privilegios a reivindicaciones como la acumulación de visitas semanales con familiares y amigos, a una sanidad real, a la supresión de la vejación que supone el desnudarse en cada cacheo y a los recuentos en posición de firmes; llama privilegios a la petición de locales de estudio y trabajos manuales, a la no restricción de libros, al derecho a la intimidad y la no intervención de comunicaciones y correspondencia. Los internos de ETA exigen también –lo detalla como denuncia el diario– el derecho a poder comunicarse entre ellos en ‘vasco’, el derecho a la defensa jurídica y a una correspondencia sin límites, además de comunicaciones vis a vis. Los presos de ETA se saben rehenes del Gobierno e instrumentos para una negociación a su medida. Los presos denuncian haber sido apaleados en el interior de la cárcel especial de Herrera de la Mancha. Preguntado por la dispersión en la rueda de prensa que el EBB del PNV concede tras la reunión de agosto, Xabier Arzalluz afirma que se reservan el derecho de denunciar cualquier violación de los derechos humanos, “pero no veo violación en la dispersión, ni siquiera a la luz

del derecho comparado”. En la República Federal de Alemania, explica, ya ha sido practicada con los miembros de la Baader Meinhoff. Con la muerte el 12 de septiembre de 1989 de la fiscal de la Audiencia Nacional Carmen Tagle, ETA abre un frente nuevo de lucha contra la Judicatura. Con anterioridad, había matado al juez del Supremo José Francisco Mateu Cánoves, el 16 de noviembre de 1978, pero explicándola en su condición anterior de presidente del Tribunal del Orden Público franquista. No han faltado en estos diez años quienes han creído ver un excesivo respeto hacia los entornos de ETA por parte de algunos jueces y fiscales. No han faltado confesiones privadas de letrados de HB manifestando que, si se atentaba contra ese estamento, no seguirían ocupándose de la defensa de los militantes de ETA. El paso dado es significativo, y así lo entiende Felipe González al afirmar que ETA ha dado “un salto cualitativo con el doble asesinato del martes pasado”. Doble, porque “anteayer murieron una fiscal y un pescadero, y cuando se habla de salto cualitativo se piensa solo en el asesinato de la fiscal Carmen Tagle, y no en el del pescadero”. Horas después del atentado contra la fiscal, ETA ha dado muerte en Bilbo, mediante un paquete-bomba enviado por error a su buzón, al vendedor de pescado Luis Reina, simpatizante por otra parte de Herri Batasuna. El presidente del Gobierno afirma que la Magistratura ha comprendido que la intención de los terroristas es “condicionar la libertad de criterio del aparato judicial”, aunque, en general, ETA “ha perdido cualquier tipo de objetivo, tienen la necesidad de seguir matando para demostrar que están ahí”. A la muerte de Tagle se replantea la conveniencia de modificar el Código Penal, de modo que un terrorista no sea condenado a la misma pena –treinta años– sea autor de un asesinato o de una docena, treinta años que se reducen a 17 o 18 con la redención de penas. La propia Carmen Tagle, junto a otros compañeros fiscales y jueces relacionados con causas terroristas –Baltasar Garzón en especial–, había manifestado ya su discrepancia con los tratamientos penal y penitenciario de los reclusos de ETA condenados por asesinatos. González anuncia un nuevo pacto contra ETA para después de las inminentes elecciones legislativas y amenaza con traer a cárceles españolas a sus dirigentes deportados. En lo que ETA considera una emboscada y la Guardia Civil un enfrentamiento, mueren junto al peaje de la autopista en Oiartzun los militantes de ETA Juan Oiarbide, Txibiritas, y Manu Urionabarrenetxea y detienen a Juan Arruti, Paterra, además del conductor del camión en el que se disponían a pasar a Iparralde y su acompañante en la cabina. La operación es descrita por fuentes oficiales como el fruto de un paciente seguimiento al camionero José Antonio

Mugika Huizi, de quien saben que es el encargado de trasladar en su vehículo a liberados de ETA y esperan que lo haga con el comando Araba. Una treintena de guardias civiles de paisano se aposta junto a las cabinas del peaje, llega el camión a las 22:10, un agente pregunta al conductor por la carga que lleva y le pide que se la muestre. Mugika Huici desciende, realiza un movimiento que les parece extraño, y comienza un intercambio de disparos que dura más de diez minutos. Así lo cuenta la prensa, aunque el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, manifieste que no quiere dar detalles del enfrentamiento, muy próximo a otros anteriores con resultados similares, para “evitar polémicas”. Trasciende luego un relato oficial que añade que los guardias civiles que se disponían a registrar el camión han sido atacados con una granada y disparos de subfusil por los etarras ocultos bajo las lonas. Los agentes han repelido el ataque, dos militantes de ETA mueren y tres más son detenidos. También tres guardias civiles han recibido heridas. El especialista de Abc en estos temas, J.M. Zuloaga, presenta a Manu Urionabarrenetxea Betanzos, nacido en Gernika en el seno de una “familia tradicionalista y acomodada”, como el pistolero más buscado, el que ha tenido más en jaque a las Fuerzas de Seguridad del Estado. ETA ha abierto otro frente de lucha, a imitación del que tuvo a la central nuclear de Lemoiz como objetivo, contra la construcción de la Autovía de Leitzaran, contra un trazado ampliamente contestado pero que está lejos de contar con el seguimiento que tuvo el movimiento antinuclear. ETA hace de ella cuestión, y las fuerzas institucionales hacen cuestión de Estado de su ejecución. El movimiento anti-autovía, presente en la sociedad desde 1977, se ha transformado en Coordinadora Lurraldea el 25 de abril de 1986 y tiene en Tolosa, Billabona y Andoain el núcleo más activo, con un hasta entonces desconocido concejal de HB, Jonan Fernández, como el líder más conocido. En el verano de 1989, se hacen las primeras adjudicaciones de obra, que se prevén iniciar a mediados de agosto. La Coordinadora llama al diálogo y propone una moratoria de seis meses para estudiar un trazado alternativo, medioambientalmente más respetuoso. No hay respuesta de las instituciones, hay desprecio por el diálogo. ETA hace pública su primera amenaza explícita en septiembre de 1989, de inmediato comienzan los atentados contra los bienes de las constructoras y las presiones contra los propietarios y altos técnicos de las empresas. Ven algunos en la intervención de ETA, cada vez más huérfana de apoyos sociales, un intento de abanderar causas populares que den sentido a su estrategia armada. Otros ven en ella un pulso a los sustentadores del sistema, una manera de demostrarles que se es capaz de condicionar la vida del país y que hay

que contar con ella. No faltan quienes piensan simplemente que una organización de sus características no se puede permitir el lujo de estar inactiva, junto a los que llegan a la conclusión de que ETA acaba de matar el auténtico movimiento popular anti-autovía. En la etapa final de la campaña electoral a las elecciones legislativas españolas, Xabier Arzalluz recibe un aviso de dirigentes de la Mesa Nacional de HB previniéndole de que un comando autónomo se dispone a atentar contra un político, preferentemente de Euskadiko Ezkerra, pero que puede ser cualquier otro dirigente de entre los partidos del sistema. Le piden al presidente del EBB que lo haga del conocimiento del Gobierno vasco y que se tomen las medidas de protección adecuadas. HB tiene presente el precedente del atentado de los Comandos Autónomos Anticapitalistas contra el senador socialista Enrique Casas y las nefastas consecuencias que le sucedieron. La campaña electoral se agota sin mayores sobresaltos, se celebran las elecciones el 29 de octubre con una alta participación, el PSOE renueva la mayoría absoluta con 175 escaños, el PP consigue 107, CiU 18, IU 17, CDS 14, PNV 5, HB 4, PA 2, UV 2, EA 2, EE 2, PAR 1 y AIC 1. La izquierda abertzale toma nota del “espectacular ascenso de las fuerzas conservadoras” en Euskadi. El 10 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín, último símbolo de la Guerra Fría. El 12 de noviembre muere en Madrid, a los 93 años de edad, Dolores Ibarruri, La Pasionaria, presidenta del Partido Comunista de España. El 20 de noviembre, dos pistoleros de ultraderecha dan muerte en el restaurante del Hotel Alcalá de Madrid a Josu Muguruza y hieren de gravedad a Iñaki Esnaola, en la víspera de que los siete recién elegidos parlamentarios de HB tuvieran intención de acudir por primera vez a la sesión constitutiva del Congreso. Tres días antes, ETA ha dado muerte en Madrid al teniente coronel José Martínez Moreno y ha herido al soldado conductor de su vehículo. Dos días antes, la Dirección General de la Policía dice haber montado un dispositivo especial para evitar que se produzcan actos violentos de carácter ultraderechista en los eventos conmemorativos de la muerte del ‘anterior Jefe del Estado’ Francisco Franco. Uno de los pistoleros del Alcalá es hijo del militar golpista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, muerto por ETA el 17 de junio de 1986. En vísperas de Navidad, representantes de la Diputación de Gipuzkoa viajan a Bruselas para presentar a la Comisión Europea un detallado estudio del impacto medioambiental de la autovía Irurtzun-Andoain. Buscan apoyo político al plan, cuentan con la ayuda de la representación española permanente en la CE, se ha comprometido esta a dar máxima urgencia al asunto. La iniciativa de la

Diputación intenta frenar la protesta jurídica elevada por Herri Batasuna ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que ha provocado que la Dirección General de Medio Ambiente de la CE solicite al Gobierno español información complementaria. Juan José Zubimendi, al frente de la representación de la Diputación de Gipuzkoa, asegura que van a tener muy en cuenta lo que diga la Comisión Europea antes de comenzar las obras. Los corresponsales de prensa españoles acreditados en Bruselas interpretan que HB espera con su actuación comunitaria reforzar la petición de moratoria y convertir su planteamiento ecológico sobre la autovía en un banderín de enganche electoral. El escrito de la Coordinadora anti-autovía ante la Comisión de Peticiones del Parlamento está firmado por el concejal de HB por Tolosa Juan Antonio Fernández Erdozia, Jonan, y otras 41 personas; se ha presentado en Bruselas el 17 de abril y ha sido admitido a trámite el 27 de junio; el asunto ha pasado a la Dirección General de Medio Ambiente de la CE, que tiene que comprobar el cumplimiento de la directiva 85/337 sobre el impacto ambiental de la carretera. Está terminando 1989, y al contencioso del Leitzaran le faltan muchos tramos. Un paquete-bomba amputa las manos del presidente de la Audiencia Nacional, Fernando de Mateo Lage, el 27 de febrero de 1990. El explosivo ha llegado a su domicilio dentro del libro El espía secreto, de John Le Carré. Un guardia civil lo ha revisado pero no ha detectado nada sospechoso, a pesar de que el juez ya ha sido objeto anteriormente de una trampa similar. Todo y todos apuntan a ETA. Mateo Lage se hizo cargo de la presidencia de la Audiencia Nacional el 4 de diciembre de 1986, en sustitución de Gonzalo de la Concha y está en la carrera judicial desde 1956. Pertenece a la directiva de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria. Una de sus hijas, subraya la prensa en su biografía, está casada con el actor Antonio Resines. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, que venía de comentar cuatro días antes en Radio Nacional de España la posibilidad de reanudar el diálogo con ETA si mantenía una tregua de seis meses, se da prisa en decir que así no hay nada que hablar. Abc pone a circular su ingenio, y titula: “ETA contestó por carta”. Dos horas antes del atentado, Jon Idigoras, acompañado de Iñigo Iruin, ha declarado en rueda de prensa que es un buen momento para recuperar el espíritu de Argel y que para reanudar el diálogo no es necesario que el Gobierno asuma los ocho puntos acordados entonces, sino que basta con recuperar el espíritu fundamental de aquellos acuerdos. En esa rueda de prensa, Iruin e Idigoras han anunciado igualmente el recurso de HB ante el Tribunal Constitucional contra la decisión del presidente de las Cortes,

Félix Pons, de no aceptar la fórmula de acatamiento de la Constitución usada por tres diputados de su formación. En este tiempo, es propósito de la coalición participar con regularidad en las sesiones parlamentarias para defender sus reivindicaciones. El Constitucional se va a dar prisa en esta ocasión en responder, denegando la petición de los diputados electos de HB. El 7 de marzo ETA envía una carta-bomba al Congreso dirigida al ministro del Interior, José Luis Corcuera. El 12 de marzo, ETA dice aceptar una tregua si el Gobierno español respeta públicamente los acuerdos de Argel. Corcuera calla. ETA da muerte en Donostia al funcionario-contable de la cárcel de Martutene Angel Mota: la familia se niega a que su capilla ardiente se instale en el Gobierno Civil y a que asistan autoridades al funeral. El 2 de abril, detienen en Sevilla, en un control que se explica como rutinario, a Henri-Unai Parot. Dos días más tarde, la policía francesa arresta a sus compañeros Frédéric Haramboure y Jacques Esnal, componentes del conocido como comando itinerante de ETA. Se les acusa de más de veinte atentados y 33 muertes. ETA mata el 4 de abril a un guardia civil en Pasai Antxo, y el 6 en Donostia a un matrimonio que tiene por narcotraficantes. El 7 ataca el cuartel de la Guardia Civil que custodia la autovía de Leitzaran en Lekunberri. El 21 de abril, ETA anuncia que la Expo-92 de Sevilla será un objetivo prioritario para sus atentados; dos días antes, un paquete-bomba ha amputado una mano a una funcionaria de la Expo. En este tiempo, la estrategia armada de ETA tiene presentes la dispersión, la autovía, la Expo-92, los narcotraficantes, las Fuerzas de Seguridad del Estado y, pronto, la Ertzaintza. En el comunicado enviado a Egin para anunciar la campaña contra la Expo-92, ha descalificado el acuerdo firmado por el PNV y Euskadiko Ezkerra sobre la Ertzaintza, acusándoles de convertir la policía autónoma vasca en otra fuerza de seguridad del Estado. KAS, hablando en nombre de HASI, LAB, ASK, Jarrai y Egizan, se siente en la obligación de desmentir el contenido de documentos contra la Ertzaintza que se le atribuyen. Dos miembros de ETA y un sargento de la Guardia Civil muerto y otro sargento herido es el resultado de un confuso tiroteo en la Foz de Lumbier el 25 de junio de 1990. Herido también, es detenido un tercer presunto miembro del comando y se sugiere que un cuarto ha podido huir. El ministro del Interior adelanta una versión: los etarras se sintieron rodeados y tomaron la decisión de suicidarse. La comparecencia en el Congreso, a petición propia se subraya, del ministro Corcuera no aclara las dudas expresadas por los diputados de EA Azkarraga Rodero y del PNV Zubia Atxaerandio. Tampoco el tiempo, y más versiones encontradas, van a esclarecer totalmente lo sucedido. ETA reivindica

como militantes de la organización a los fallecidos Susana Arregi y Juan Lizarralde, y al detenido Germán Rubenach, y desmiente la versión oficial de los pretendidos suicidios. En el mismo comunicado se responsabiliza de la muerte en Donostia del capitán retirado de 74 años Ignacio Urrutia Bilbao y la bomba contra el bar Miami de Bilbao. La Policía atribuye al comando Donostia la muerte de Urrutia, y otra anterior del juez instructor militar especializado en delitos de terrorismo José Lasanta Martínez, igualmente de 74 años. Los periodistas de Abc, C. Olave y J.M. Zuloaga, presentan como simpatizantes de HB a cuatro acusados de introducir en Euskadi mil kilos de hachís suministrados por el ‘capo Falconetti’. Dicen que las Fuerzas de Seguridad del Estado sospechan que, detrás de una parte del contrabando de tabaco y drogas que opera en la costa guipuzcoana, se encuentran elementos vinculados a la banda terrorista ETA, “o grupos afines”, y añaden que las Fuerzas de Seguridad investigan el dinero que los terroristas obtienen del narcotráfico. Los sucesos de Foz de Lumbier siguen dando que hablar. Un informe toxicológico ha demostrado que Juan Lizarralde murió ahogado. ETA asegura que tanto él como Susana Arregi fueron torturados. La acusación particular sostiene que también fue interrogado Rubenach. El abogado de este, Txemi Gorostiza, hace público que su defendido le asegura que dos desconocidos, guardias civiles de paisano a su juicio, le han propuesto un plan para fugarse del hospital, le han pedido que les indique algún zulo donde esconderse, le han preguntado si dispone de explosivos o armas y si cuenta con alguna persona que pueda ayudarles en la evasión. Para el abogado y los familiares del detenido es evidente que se trata de un intento de obtener información y de aplicarle la ley de fugas. Amnistía Internacional escribe al ministro de Justicia en dos ocasiones a lo largo del mes de julio para mostrarle su inquietud, puesto que los informes que han recibido apuntan a una posible contradicción entre el examen de los cadáveres y la versión del suicidio. “Susana Arregui tenía dos orificios de entrada de bala en la parte izquierda de la cara y Juan María Lizarralde tenía sustanciales cantidades de agua dentro de su cuerpo”, le dicen. En la segunda carta, del 18 de julio, AI le llama la atención al ministro sobre supuestas irregularidades en la investigación judicial, poniendo el acento en el largo período –dos semanas– transcurrido antes de que los guardias civiles implicados declaren ante el juzgado y las dificultades que se le han puesto a la juez que lleva el caso para acceder al testigo Rubenach cuando estaba hospitalizado. Amnistía Internacional ha sabido que un guardia civil se escondió en el lavabo para escuchar e intentar grabar la declaración de Rubenach. Le parece al organismo

internacional que si estos hechos fueran ciertos, estaría comprometida la imparcialidad de la investigación. Karmelo Landa sustituye a Txema Montero como europarlamentario de HB a mediados de julio. El lehendakari ha hecho un llamamiento a ETA para que abandone las armas y se reincorpore a la sociedad en forma de partido, incluso con las mismas siglas, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Juan Manuel Eguiagaray, ha rechazado esa idea, porque en la actualidad ya es Herri Batasuna ese partido. Ardanza ha dicho que sería posible estudiar medidas de gracia para resolver la situación personal de sus miembros, y Eguiagaray ha apostillado que está de acuerdo en que ETA deje las armas, “pero quizás no vea tan claro que ETA se sustituya a sí misma”, ni que se fueran a producir medidas de gracia para terroristas con delitos de sangre. Para Eguiagaray, la reinserción tiene un tiempo limitado y es una medida para solucionar de forma política el problema de la violencia. El 1 de agosto, el mismo día en el que se aprueba la construcción del pantano de Itoiz, otra obra conflictiva, ETA comunica que aceptaría un referéndum sobre Leitzaran. El 5 de agosto amanecen incendiados cuatro camiones de las obras de la autovía. La izquierda abertzale, que ya tiene conocimiento de que está funcionando la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza, afirma que el 8 de agosto ha tenido lugar una operación conjunta de Guardia Civil y Ertzaintza en Bilbo y Galdakao. El 13 de agosto, ETA lanza cuatro granadas contra el cuartel de la Guardia Civil y anuncia la colocación de explosivos en las tres principales vías de RENFE. Ramón Jáuregui, que tiene en mente las elecciones autonómicas, cree que un gobierno nacionalista vasco sería una mala opción para Euskadi, cree que la mejor es un gobierno de coalición entre peneuvistas y socialistas. En el homenaje a la ikurriña de la Semana Grande de Donostia, dos encapuchados queman una bandera de España, ante la pasividad de Iñaki Esnaola, que estaba muy cerca, apuntan algunos diarios. El 17 de agosto ETA destruye con un coche-bomba la comisaría central de Burgos y provoca heridas leves a 48 vecinos. El 21, José María Arantzazistroke muere por la explosión accidental de la bomba que manipulaba en el hipermercado Mamut de Oiartzun. En la ‘guerra de las banderas’ de las fiestas de Bilbo, un joven pierde un ojo por un pelotazo de los ‘beltzas’ y más de cincuenta –catorce ertzainas, entre ellos– resultan heridos de diversa gravedad: en el homenaje a la ikurriña, han detectado a un policía autonómico de paisano, han intentado arrojarlo a la ría o, según otras versiones, lincharlo. Cuando ETA coloca una bomba en el coche de un policía y espera a que entre en el cuartel de Irun para hacerla explotar, se habla de sistema “chipriota”.

Cuando a primeros de septiembre hace estallar un vehículo conducido por control remoto, se dice que este sistema es el “tipo Beirut”, el de los atentados de Líbano, el coche-bomba más sofisticado de los empleados hasta ahora, porque se ha utilizado el control remoto tanto para dirigir el vehículo como para provocar la explosión. Un guardia civil y un civil han perdido la vida en el muelle de Uribitarte de Bilbo, y la prensa recuerda que es el primer atentado con víctimas, tras el acuerdo alcanzado una semana antes para el despliegue de la Policía Autónona Vasca. ETA se da prisa en recordar que nunca ha amenazado a la Ertzaintza. Diez días más tarde, otro coche-bomba, que la Policía atribuye también al comando Bizkaia, explosiona en la casa cuartel de Cartagena en la que el hijo de Antonio Tejero es comandante de puesto, sin que provoque víctimas mortales. De Cartagena a Aldapeta, entre atentado y atentado, entre coche-bomba y coche-bomba, ETA reitera llamamientos a la negociación, a que se asuman los acuerdos de Argel. Pierde al ‘legal’ Mikel Castillo en Iruñea, abatido a tiros por un policía que va a tener problemas para demostrar que ha actuado en legítima defensa, y la Policía francesa detiene a José Javier Zabaleta, Waldo, el responsable de los comandos legales, el número 2, según la Policía española, que lo ha tenido controlado durante un largo tiempo, con la esperanza de que le llevara hasta el más buscado, hasta Francisco Mugika Garmendia, Pakito, Artapalo. El 28 de octubre se celebran elecciones autonómicas en la Comunidad Autónoma Vasca, el PNV vuelve a ser la primera fuerza, el PSE-PSOE pierde tres escaños, HB mantiene sus trece representantes, el PP pasa de tres a seis asientos, EA y EE se derrumban. El 30 de octubre, el lehendakari en funciones José Antonio Ardanza recibe a una delegación de HB; a Mayor Oreja le parece reprochable, porque va en contra del aislamiento social aprobado en el Pacto de Ajuria Enea, y Garaikoetxea anuncia a continuación que también EA mantendrá conversaciones con HB: “no vamos a ser más papistas que el papa”. Una de las militantes de ETA más buscadas, Carmen Gisasola Solozabal, es detenida por la Policía francesa en un control de carretera que se presenta inicialmente como rutinario, cerca de la localidad landesa de Saint Martin de Seignant. Le acompañan en el vehículo y son igualmente detenidos Roberto Murgiondo, Alberto Plazaola y Simonette Odriozola. La Policía francesa asegura haberles incautado “abundante, detallada y actualizada” documentación sobre posibles atentados a cometer en España, pero en especial en Barcelona, previsiblemente antes de los Juegos Olímpicos de 1992. Según el coordinador de la lucha antiterrorista en Baiona, Roger Boslé, figuran en ella nombres de militares y de

personalidades, así como direcciones y datos de centros castrenses, policiales, penitenciarios y empresariales, especialmente de zonas hoteleras. ETA apunta a las Olimpiadas, como lo ha hecho con la Expo de Sevilla y a las constructoras de la autovía, que están estudiando un trazado alternativo que excluya el paso por Leitzaran, el tramo más contestado. ETA se hace presente de nuevo en Catalunya con la explosión de un coche-bomba accionado a distancia que da muerte a seis policías que se dirigen en un furgón al campo de fútbol de la Nova Creu Alta de Sabadell. El atentado se analiza como la confirmación de la documentación incautada que revelaba planes de ETA para boicotear los Juegos Olímpicos de 1992. Antes de terminar 1990, ETA vuelve a atentar recurriendo a un cochebomba preparado contra un autobús que traslada personal militar en Valencia. Cinco militares, un capitán, un brigada, un cabo y dos soldados, así como siete civiles que ocupan sus vehículos particulares o pasan por las proximidades, resultan heridos. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, atribuye el atentado al mismo comando Barcelona que ha matado en Sabadell. Se ha hecho recurrente el recordatorio de los días que preceden o suceden a la celebración de la Pascua Militar para situar los atentados de ETA. El del 2 de enero de 1991, que acaba con la vida del gobernador militar de Guipúzcoa en funciones, ha tenido lugar a tres días de esa celebración, y es el cuarto con resultado de muerte contra la máxima autoridad de ese Gobierno Militar. Al coronel Luis García Lozano, ETA le ha ametrallado en pleno centro de Donostia cuando su coche está detenido en un semáforo. El Rey va a recordar en la Pascua Militar a “todas las víctimas del terrorismo brutal, desalmado e inútil”, y en especial a la más reciente, el coronel García Lozano, compañero de promoción del mismo Juan Carlos I. ETA intensifica en este comienzo de año las represalias a los que tiene por narcotraficantes, en algún caso, familias enteras. HASI celebra su IV Congreso los días 11, 12 y 13 de enero, en un clima de placidez interna que nada recuerda al III Congreso. Una de las resoluciones políticas propugna la solución dialogada para el conflicto de la autovía; otra aboga por una mayor presencia institucional de HB, si bien escalonada, para facilitar la negociación entre ETA y el Gobierno, que no se percibe a corto plazo. El 20 de enero, Gorka Martínez y Floren Aoiz, del Comité Nacional de HASI, declaran en Egin que “el MLNV lleva luchando treinta años por un modelo de sociedad propio para este pueblo”. Entre el tercer y cuarto Congreso, explican, un grupo de destacados militantes “salieron” del partido; se ha producido una readecuación de formas de trabajo; los problemas están superados; hoy, HASI está integrado en KAS. El 26 de enero, KAS hace pública una nota de prensa

“ante las tergiversadas afirmaciones que el diario El Correo publica”. El documento al que se refiere y reproduce parcialmente ese diario no es, como asegura, ‘la propuesta de KAS para el debate interno de HB’, puesto que, a decir de la Koordinadora, ese debate no existe. El 22 de enero, PNV, EA y EE firman un acuerdo de gobierno que se ha hecho esperar. El 3 de febrero Ardanza jura su cargo sobre la biblia, un crucifijo y el Fuero Viejo de Vizcaya, con una fórmula pactada en 1980 con la Zarzuela: “Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Gernika, ante ustedes, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo”. Retornado al interior de la Casa de Juntas para tomar posesión del cargo es otra la fórmula: “Por voluntad del Parlamento Vasco, asumo el cargo de lehendakari del Gobierno del País Vasco, así como la condición de representante ordinario del Estado, que cumpliré con lealtad a la Corona y respeto a la Constitución, al Estatuto de Autonomía de Gernika y demás leyes vigentes”. Hay prisas por conformar el Gobierno, por despedir a los consejeros socialistas. Negada por el lehendakari la vocación frentista del nuevo Gobierno y afirmado su propósito de diálogo, el secretario general del PSOE vasco, Ramón Jáuregui, asegura que ejercerán con serenidad y espíritu constructivo su nuevo papel en la oposición. Interpretando lo que cada vez piensa más gente, Xavier Rius publica en El Independiente un artículo que titula Por el sendero de la muerte, que invita a reflexionar. “No es lo mismo lo de Carrero que los coches-bomba de ahora”, escribe, y “no se puede justificar eternamente a ETA como violencia de respuesta”. A su juicio, ETA fomenta la militarización de la sociedad y envilece a la sociedad, que se alegra cuando mueren los etarras. “Pararon Lemoniz –añade– pero hicieron un daño irreparable al movimiento antinuclear”. También los de ETA son crímenes de guerra, concluye. El Tribunal Superior de Justicia vasco ha ordenado la libertad provisional bajo fianza del diputado preso de HB implicado en el secuestro de Revilla. ETA ha hecho estallar un coche-bomba ante la prisión de Málaga, que se encuentra en pleno centro de la ciudad, y tres horas y media después, un comunicante anónimo lo ha justificado como protesta por la política de dispersión de los presos de ETA, seis de los cuales están en esa cárcel. El lehendakari Ardanza y el presidente Urralburu presiden la manifestación pro-autovía de Leitzaran convocada por las instituciones y los partidos del bloque democrático, para mostrar su repulsa a las amenazas de ETA y apoyar el trazado aprobado por la Diputación de Gipuzkoa. Pedro Calvo Hernando escribe que “mientras el mundo

entero se agita con la marcha de la guerra del Golfo Pérsico, en España la procesión va por dentro y el proceso político interior recobra su vivacidad acostumbrada”. Está al rojo vivo la temática del terrorismo, a propósito de la gran manifestación en San Sebastián de los partidos del bloque democrático a favor de la autovía de Leitzaran y a propósito de la ofensiva de la organización terrorista ETA en vísperas de “ese gran acontecimiento”, como lo demuestran los atentados de Hondarribia contra una patrullera de la Armada y el de Málaga. “Para terminar de complicar las cosas”, añade Calvo Hernando, sólo faltaba esa conferencia del obispo de Guipúzcoa, monseñor Setién, en el Club Siglo XXI, en la que habla a favor de la autodeterminación de Euskadi y en la que manifiesta que no estaría en contra de un referéndum sobre la independencia. “Más o menos, ese es el pensamiento ya muy conocido del obispo desde hace tiempo”. José María Setién no está acostumbrado a callar ni a halagar oídos ajenos, con tal de no incomodar. Ha defendido en el Club Siglo XXI, que visita por segunda vez, el derecho de autodeterminación, entendido como la capacidad del pueblo vasco para regirse a sí mismo a través de los mecanismos del actual Estatuto de Autonomía, pero sin excluir un referéndum en el que se someta a votación los vínculos con el resto del Estado. Los pueblos también son sujetos de derechos, ha sostenido, y sus relaciones internacionales “no necesariamente tienen que pasar a través del filtro del Estado”. Muy criticado por la mayoría de los presentes en el coloquio, ha sido defendido por el presidente de la Diputación de Gipuzkoa, Imanol Murua, por Joseba Egibar, por Joseba Leizaola. A Abc, con Alfonso Ussia de ariete, las críticas a Setién le duran una semana. El Mundo dedica un destacado espacio a “Esnaola: historia de una disidencia meditada”. Habla del despilfarro de HB de un valioso capital político. Sostiene que la causa de su discrepancia es la negociación, y las alegadas declaraciones que el afectado habría hecho, solo son una excusa. Aunque se hace de conocimiento público mes y medio después, el abogado Iñaki Esnaola, una de las personas más representativas de HB, ha presentado su dimisión como parlamentario vasco y miembro de la Mesa Nacional el 30 de enero, y se la han aceptado en marzo. Patxi Zabaleta y Jon Idigoras, actuando de portavoces en una conferencia de prensa en la que están presentes también Iruin, Erkizia y Ruiz de Pinedo, aseguran que Esnaola ha incumplido el acuerdo de la Mesa Nacional de no hacer manifestaciones públicas, y han descartado motivos políticos en la renuncia, que la atribuyen a motivaciones personales, presentes ya en dos dimisiones anteriores. No concretan cuáles son esas razones personales. La conferencia de prensa ha sido tensa. Jon Idigoras se ha sentido obligado a repetir

en varias ocasiones que no aceptan someterse a un interrogatorio como el que los periodistas pretenden. El portavoz del Gobierno vasco, Joseba Arregi, ve detrás de la dimisión un cese obligado, y añade que “si algo se mueve en HB”, la esperanza debe ser que algo se mueva en ETA, “que es lo que interesa”. Iñaki Esnaola va a romper su silencio un mes más tarde, en declaraciones a El Mundo en el que trabaja Mari Carmen Gurruchaga, con la que mantiene en ese momento una relación profesional como abogado. Reconoce que dimitió porque había cosas que no veía claras, y se reconoce un duro en cuanto a los objetivos, un moderado en lo que a las formas se refiere. Duda de que la violencia sea un planteamiento válido para la izquierda abertzale. Dos encapuchados dan muerte a tiros a un directivo de la empresa Ferrovial en Valencia, e inicialmente a nadie se le ocurre relacionarla con el conflicto del Leitzaran. Tres días después, un coche-bomba con 50 kilos de explosivos estalla ante la sede de Construcciones y Contratas en Madrid, le sigue luego el comunicado de reivindicación de ETA de ambos atentados, junto a los del camión-bomba contra los guardias civiles que custodian Petronor en Muskiz y los artefactos en la vía férrea en el Puente de Las Trianas, cerca de Gasteiz. En lo que se interpreta como un intento de no perjudicar electoralmente a HB, ETA anuncia su voluntad de no intervenir en el conflicto de la autovía, y llama “mediación disuasiva” a su actuación en el mismo. Al diputado general de Gipuzkoa, Imanol Murua, la declaración de ETA le parece “una broma macabra, llena de desfachatez y cinismo”; para Joseba Egibar evidencia una “esquizofrenia delirante”. Un guardia civil pierde la vida y cinco personas más, entre ellas un niño, resultan heridas al hacer explosión un artefacto accionado a distancia en el barrio de Egia. Dos días más tarde, la Policía francesa detiene en Biarritz a Jesús Arkautz Arana, Josu Mondragón, y dicen de él que era el nuevo número dos de ETA. Tras vigilarlo durante varias semanas, es ahora cuando han decidido detenerlo, coincidiendo con una visita del ministro Corcuera a su homólogo francés Philippe Marchand. Las policías y la prensa insisten una vez más en que Artapalo es un jefe solitario y escurridizo. El 16 de abril, una bomba colocada en el coche de un agente del Cuerpo Nacional de Policía mata en Donostia a su hija de 17 años Koro Villamudria Sánchez y hiere a sus hermanos de corta edad Josune, Luis y Leire. El lehendakari, que manifiesta sentir vergüenza y ganas de llorar, critica amargamente a una ETA que pide negociar colocando cadáveres de niños encima de la mesa. En ese tiempo, Iruin y Aldekoa están en contacto con Rafael Vera para tratar de poner en marcha “conversaciones políticas” con Eugenio Etxebeste, y ETA está convencida de

que solo tras un alto nivel de atentados se pueden sentar a la mesa. El 27 de abril, dos francotiradores disparan y hieren en una pierna al gobernador militar de Guipúzcoa mientras preside en el cuartel de Loyola la jura de bandera de 400 reclutas. El 29, la bomba que están manipulando en Sestao provoca la muerte de los militantes de Iraultza María Rosa Díez, María Soledad Mugika y Jesús Fernández. Nada más celebrarse las elecciones municipales del 26 de mayo, Vera se vuelve a reunir, acompañado del comisario Ballesteros, con la representación de HB, y exige una tregua como condición previa para trasladarse a Santo Domingo. Ha habido otros atentados de ETA a lo largo de mayo contra la Guardia Civil, pero es el del 29 de mayo, contra el cuartel de Vich, que causa diez muertos, la mitad de ellos niños, y decenas de heridos, el que provoca una conmoción muy especial. La imagen de un guardia civil ensangrentado con una niña inconsciente en brazos y en medio de un escenario de ruinas recorre el mundo. ETA ha estrellado contra el cuartel un coche cargado de explosivos y bombonas de gas, aprovechando una pendiente. Menos de dos días después, Joan Carlos Monteagudo y Juan Félix Erezuma, a quienes se tiene como responsables del comando Barcelona, mueren en un tiroteo con la Guardia Civil en una urbanización de Lliçà d’Amunt, en la que se han refugiado junto a otros dos militantes tras cometer el atentado del cuartel de Vich. La operación ha sido coordinada por el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, desplazado a Catalunya para visitar el cuartel. El 6 de junio, ETA comunica que las muertes de sus militantes y las del cuartel podían haberse evitado por medio de la negociación y desmiente a los que afirman que su estrategia esté supeditada a los acontecimientos previstos para el año que viene, dando a entender que está preparada para una guerra más larga. El 12 de junio, un paquete-bomba mata a dos policías en Madrid. El 13, ETA mata a tiros a un guardia civil en Trapagaran. El 23, el estallido de un coche-bomba provoca heridas a cinco policías y destroza un mercado en el barrio San Blas de Madrid. El 28 de junio, un paquete-bomba provoca las muertes de un funcionario, dos reclusos y un familiar de un interno, en la cárcel de Sevilla. El 1 de julio, son dos artificieros los que mueren en Madrid por la explosión de otro paquete-bomba. No son los únicos atentados de este trimestre de acumulación: comandos de ETA, contando con la colaboración solidaria de otros grupos, han actuado en Italia y Alemania contra intereses españoles. Txillardegi publica en Egin el 23 de junio un artículo de opinión en castellano bajo el título de Saltar a tiempo. Sostiene que “ni Arzalluz ni el PNV

actual conservan el menor atisbo de proyecto nacional vasco”; se refiere, erróneamente, a que Iñaki Anasagasti amasó fortuna en Venezuela; dice de Odón Elorza que es un excarlista no euskaldun; propone que “hay que saltar del barco, ya” y defiende que lo único que vitaliza a los pueblos es la organización de base, “de espaldas a los profesionales de los aparatos burocráticos”. El 2 de julio, Eli Galdos, del PNV, sustituye a Imanol Murua, de EA, como diputado general de Gipuzkoa, una institución que gobierna con el apoyo del PSE-PSOE. El conflicto de la autovía va a tomar pronto un nuevo rumbo. El 9 de agosto, Lurraldea y Galdos llegan a un acuerdo para modificar el trazado a su paso por Leitzaran. La prensa española lo interpreta como una imposición de ETA y HB. EA, que ha mantenido una postura inflexible mientras gobernaba la Diputación, se siente desautorizada, traicionada. Inaxio Oliberi llega a firmar que “si el PNV respalda a Galdos en esta cuestión y es consecuente, colocará a Francisco Múgica Garmendia, Artapalo, al frente de la política de este país”. José Antonio Zarzalejos se plantea varias interrogantes en El Correo Español, propone sopesar desde el punto de vista ético, político y práctico si el precio que se abona es proporcional al coste democrático que conlleva esta transacción. José Ramón Recalde lo ve como un “camino de servidumbre”. José María Calleja está “perplejo”, y a Antxon Sarasqueta, lo sucedido le parece “irreparable”; a Gurutz Jáuregui, un “enorme disparate”. Luis López de la Calle sostiene que el PNV llevaba meses negociando con HB, deslealmente, embarcado “en una operación ética y políticamente muy discutible”. HB, por su parte, anuncia que aceptará la votación de las juntas generales de Gipuzkoa. ETA reivindica sus dieciséis atentados de julio y agosto. Juan Manuel Idoiaga explica la campaña contra intereses turísticos y económicos del Estado español en distintos países europeos como un toque de atención que “ha conseguido atraer la atención de los expertos y observadores…”. El 17 de agosto, en plena Aste Nagusia, tres miembros del comando Donostia mueren en un tiroteo con guardias civiles al mando del teniente coronel Rodríguez Galindo en el barrio de Morlans. La dueña del piso se ha entregado a las tres horas de un asedio que va a durar cuatro horas. A su término, los guardias civiles se abrazan, muestran su alegría por el desenlace. A los fotógrafos y cámaras presentes les han requisado carretes y cintas de vídeo. Luis Roldán, director general del Cuerpo, se presenta por la tarde ante los medios de comunicación para decir que al comando desarticulado se le atribuyen catorce acciones terroristas y trece muertes. La izquierda abertzale habla del asesinato de los militantes de ETA Patxi Itziar, Jokin Leunda e Iñaki Ormaetxea, a los que siguen once detenciones. Asegura

que los fallecidos presentan impactos de bala disparados a escasa distancia. Apenas dos semanas más tarde, en el recinto ferial de Begoña y con la Ertzaintza de protagonista, muere el militante de ETA Juan María Ormazabal, Tturko. La izquierda abertzale asegura que presenta un disparo en la sien, efectuado a quemarropa, cuando ya había recibido otro dos, uno en la rodilla y otro en el corazón. Tres días más tarde muere el ertzaina Alfonso Mentxaka, herido en la misma operación, “por sus propios compañeros”, según la izquierda abertzale. El 2 de septiembre, Egin explica la no publicación de las esquelas del agente Alfonso Mentxaka Lejona en que no caben frases como “muerto por la libertad de Euskadi, sacrificio por la libertad de todos los ciudadanos”, porque por semejantes frases han tenido que ir a declarar sus directores. Bajo el pseudónimo habitual de Xabier Mentxaka, Xabier Salutregi escribe en Egin un comentario –Del culatazo, al disparo en la sien–, habla de ertzainas graduados cum laude en la represión. Dice Jon Idígoras del ertzaina que mató a Tturko que es un paranoico, que le dio un tiro en la cabeza cuando se desplomaba sin vida. El viceconsejero de Seguridad, José Manuel Martiarena, asegura que la moral de sus hombres está ahora más alta que el 28 de agosto, fecha en la que ha tenido lugar el enfrentamiento, pero no es cierto. Un coche-bomba mata el 16 de septiembre a dos policías municipales y al conductor de la grúa que ha retirado un vehículo ‘mal estacionado’ frente al cuartel de la Guardia Civil de Muchamiel, en Alicante. El 20 de septiembre condenan a Amedo y a Domínguez a 108 años de cárcel. El 25, El País publica un artículo de opinión de Ignacio Sotelo, catedrático en la Universidad Libre de Berlín, en el que confiesa estar triste pero no sorprendido porque “técnicamente resultaba imposible la absolución: estos chicos han hecho muy mal las cosas”. “Se maravilla” de lo bien que al final han salido las cosas: la judicatura se ratifica como un aparato estatal, comprometido en primer lugar con el Estado, no con la sociedad. Los de arriba rara vez tienen que ver con el Código Penal y los instalados políticamente tienen garantizado el verse libres de cualquier injerencia judicial. A nadie debe asombrar, escribe, que se confirme una vez más que la cuerda se rompe siempre por la parte más floja, es decir, por Amedo y Domínguez. “Hace unos años, el terrorismo de Estado –de todas las formas de terrorismo, la que me parece más odiosa e injustificable– me producía una indignación furiosa, que se ha ido degradando hasta dejar solo como poso la sensación de impotencia que experimenta el ciudadano ante la arbitrariedad del Estado”. Aprecia Sotelo que la sociedad española se está distinguiendo por la tolerancia complaciente, “mayoritariamente con el terrorismo de Estado,

minoritariamente y solo en el País Vasco, con el nacionalista, si se quiere también de carácter estatal embrionario”. Le parece que una buena parte de españoles cree que se puede matar por razón de Estado, del existente o del que se encontraría en incubación. Le embarga una tristeza profunda que no logra convertirse en indignación: “A lo peor, antes de salir este artículo, los de ETA ya han cometido otro crimen, quitándonos la palabra, para dejar ya solo lugar para la rabia”. Rabia es lo que provocan en el barrio Aluche de Madrid tres atentados consecutivos de ETA el 17 de octubre. A la ocho de la mañana, un primer cochebomba mata al teniente Francisco Caballar; el segundo, a 500 metros del anterior, provoca graves heridas a una funcionaria de policía y amputa las piernas a su hija de 13 años, Irene Villa; el tercero hiere de gravedad al comandante del Ejército de Tierra Rafael Villalobos y a su hermana. El 23 de octubre, ETA da muerte en Donostia a dos guardias civiles, al día siguiente desactivan en Zaragoza un coche-bomba. El 25, el artefacto que están manipulando en un piso de Bilbao mata al militante de ETA Francisco Javier Goitia y hiere a Oscar Abad. ETA ha manifestado en la misma fecha, a través de un comunicado, que la estrategia del PNV es igual de vergonzosa que la del Gobierno español y que “si se sigue por este camino, no solo convertirán a la Ertzantza en una policía cipaya, sino también en la Guardia Civil vasca”. Se conocen al mismo tiempo declaraciones de Rafael Vera en las que sostiene que HB está engañando a ETA con sus milongas, que existe en HB un peligroso núcleo de militantes que imparte doctrina, “que no son los que más aparecen, sino los que más mandan”, y que son los responsables del fracaso de las conversaciones de Argel. Vera ratifica en una comparecencia en el Senado que en estos momentos no es ETA la que manda en HB, sino al revés. Mitterrand, de visita en Madrid, se compromete con González a endurecer la lucha contra ETA todo lo que sea necesario para que “España conozca la paz civil”. El día de Todos los Santos, el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, José Manuel Martiarena, en la misma lógica de Rafael Vera, acusa a Egin y HB de proporcionar la información que decide la estrategia de los comandos de ETA. El 7 de noviembre, una bomba colocada bajo el asiento del copiloto de un guardia civil mata en Erandio a su hijo de tres años, Fabio Moreno. La rabia y la vergüenza incluyen a sectores crecientes de la izquierda abertzale. HB anuncia el 11 de noviembre el inicio de un proceso de debate, Urrats berri [Nuevo paso], que terminará en abril con la renovación de la Mesa Nacional. Preven la participación de más de quince mil militantes, organizados en trescientas

asambleas locales, en derredor de cuatro ponencias. A preguntas de los periodistas presentes en la rueda de prensa, los representantes de HB reconocen que “pueden existir sensibilidades contrarias a ETA en la Mesa Nacional, aunque hasta ahora no se han expresado”, informan que el mínimo común denominador en el debate consistirá en el rechazo a condenar la violencia “mientras persistan las raíces que la provocan” y en el apoyo a la negociación como única vía para resolver el conflicto. El 16 de noviembre, HB hace la presentación en el teatro Victoria Eugenia de Donostia de una propuesta de un nuevo pacto de acuerdo político, y el 21 proponen a las otras fuerzas políticas vascas una ronda de reuniones bilaterales. El 23 de noviembre, Maitane Intxaurraga y Gorka Martínez hacen pública la transformación de la militancia de HASI en militancia de KAS. La reorganización de KAS es presentada por ellos como un paso hacia su configuración como bloque. Explican que KAS pasará a asumir la labor de análisis global que realizaba HASI, pero las restantes organizaciones mantendrán su autonomía. Intxaurraga y Martínez elogian el caudal histórico que aporta ETA, cuya importancia no estriba, a su juicio, en que practique la lucha armada, sino por sí misma, como organización política. La independencia no tiene por qué ser fruto necesario de la lucha armada, añaden, “de hecho queremos lograrla ejerciendo el derecho de autodeterminación”. Teresa Toda lo explica en Egin con mayor claridad al decir que KAS basa su remodelación en una profunda autocrítica. El documento que debate su militancia parte de la validez del modelo pero percibe un mal desarrollo de la práctica. KAS es un bloque que contiene una estructura común de dirección y cuenta con una interrelación en las formas de lucha. La militancia de HASI pasará a ser militancia de KAS. Es indispensable la unidad de dirección. LAB es la que menos necesidad tiene de adecuación. Los presos de ETA Isidro Etxabe, Zumai, exjefe del Comando Madrid, y Jon Urrutia ven con espanto la indiscriminación de los atentados de una ETA que ha perdido, a su entender, juicio y razón. La desconfianza con la actual dirección de ETA les lleva a plantearse la desvinculación organizativa y a buscar la manera de acortar su estancia en prisión. Tienen ambos a Esnaola de abogado y, como él, abogan por abandonar la violencia y centrarse en la vía política. A Urrutia le han grabado una conversación familiar en la que ha dicho sobre la muerte del niño Fabio Moreno que “eso no lo entiende nadie, ni el más subnormal” y ha añadido que la práctica de la lucha armada es en este momento cuestionable, “hay que empezar a hacer política de una vez”. A Etxabe le han grabado cuando ha dicho que “en España ya nos odian, y en Euskal Herria se está empezando a crear el

odio”. El Ministerio de Justicia lo hace llegar a los medios de comunicación. Inicialmente, Gestoras pro-amnistía opta por restar importancia a esas palabras, pero ante el despliegue informativo que merecen reconoce que hay una veintena de autoexcluidos entre un colectivo de 500 presos. La prensa resume la actitud de Etxabe y Urrutia diciendo “Destacados miembros de ETA piden el fin del terrorismo y apoyan la vía política. Los dirigentes etarras Juan Antonio Urrutia Aurteneche e Isidro Etxabe Urrestrilla critican desde prisión a ‘los terroristas en activo’, que están dirigidos por ‘cuatro imbéciles’. En su declaración señalaron además ‘que empiecen a hacer política si es que hay capacidad, y si no, a coger los trastos y para casa’“. La emisión en la RAI, televisión pública italiana, de una entrevista con un representante de ETA encapuchado causa un profundo malestar en las autoridades españolas. La voz en off habla de una guerra de diez años que ha provocado más de mil muertos y una represión muy dura; que dice que “La lucha militar del pueblo vasco se expresa a través de ETA”, mientras se ven imágenes de policías disparando botes de humo, de muertos ensangrentados y enfrentamientos callejeros. ¿Es ETA una organización terrorista?, le preguntan, y el encapuchado responde que ETA es una organización política vasca que lucha porque se reconozcan los derechos del pueblo vasco. “La lucha armada es el último recurso. Se puede llegar a una paz en la que no haya vencedores ni vencidos”. ¿Cuándo llegará la paz?, le preguntan, y responde: “Las armas pueden callar mañana mismo, si el Estado español decide atender a los derechos del pueblo vasco”. En otra entrevista, esta vez a Egin, ETA afirma el 7 de diciembre de 1991 que las razones para la lucha armada siguen todavía vigentes, asegura que no habrá otro Hipercor, propone una tregua de dos meses a cambio de una negociación con el Gobierno, pero añade que, mientras tanto, continuarán los atentados a pesar del dolor que les provocan las consecuencias no deseadas de algunos de ellos. Son condiciones para la tregua, el traslado de sus representantes en Santo Domingo a un país acordado entre las partes y la incorporación posterior de sus dirigentes encarcelados en Francia a la mesa de diálogo. ETA achaca a la falta de voluntad del Gobierno español el fracaso de la vía que se abrió a primeros de este año con una propuesta concreta que planteó el propio Vera, aunque se muestra dispuesta a una flexibilidad que haga posible el acercamiento.

1992, EL AÑO EN EL QUE ETA PERDIÓ LA CABEZA 1992 es un año lleno de simbolismo, para la Administración española, y para ETA. Hay una Exposición Internacional en Sevilla, repleta de promesas y conmemoraciones; hay en Barcelona unos Juegos Olímpicos por los que la ciudad y Catalunya han suspirado largamente; Madrid es Capital Europea de la Cultura; ha nacido el primer tramo del AVE. ETA diseña una “ofensiva coyuntural” para “aprovechar la debilidad técnica del Estado” que le supone, a causa de todas estas circunstancias. Sin esperar a que 1992 nazca, el 13 de diciembre de 1991 da muerte a dos policías nacionales en el distrito barcelonés de Les Corts. El 6 de enero, El Correo Español hace el balance “macabro” de 1991: “ETA ha segado el año pasado 45 vidas –la cuarta parte, víctimas civiles– y perpetrado 149 acciones violentas, un 19,25% más que en 1990, y ha perdido a 7 de sus miembros”. Un comandante del Ejército del Aire muere, y un teniente y el soldado que le acompañan resultan heridos el 8 de enero, cuando circulan en un vehículo militar por Poble Sec. El 14, mata a tiros a un policía en Bolueta. Al día siguiente, en Valencia, da muerte a Manuel Broseta, catedrático y miembro del Consejo de Estado y de varios consejos de administración de constructoras. Un día después, son dos suboficiales músicos del Ejército de Tierra los que mueren ametrallados en las cercanías del cuartel de El Bruch. El 17 de enero, la clase política catalana hace patente su inquietud por la ofensiva de ETA, el alcalde Maragall pide que Barcelona se prepare para un “derramamiento de sangre”, la ministra portavoz y el ministro de Justicia español anuncian reformas procesales contra los terroristas, para “antes de los acontecimientos del 92”. El 28 de enero, HB hace llegar a Felipe González un documento sobre la negociación, y el 30 de enero la Ertzaintza detiene a relevantes miembros del MLNV acusándolos de estar implicados en el cobro del impuesto revolucionario. En lo que la izquierda abertzale califica de “furibunda caza de brujas contra el mundo de HB”, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, muestra en el Parlamento de Gasteiz vídeos que relacionan a “Herri Batasuna con la mafia de ETA”. Los ertzainas han grabado primero y detenido después a cuatro personas acusadas de recaudar en nombre de ETA. Atutxa presenta pruebas que tiene por evidencias de que la “mafia vasca tiene dos brazos: ETA, y la Mesa Nacional de Herri Batasuna y su entorno”. Presenta como máximo

responsable del grupo desarticulado a Felipe San Epifanio, Pipe, un exmiembro de la Mesa Nacional de HB, ahora huído. Entre los presentados como recaudadores directos hay un comercial del diario Egin y un responsable de HASI en Nafarroa, ahora trabajador de Egunkaria. Se les atribuyen 19 intentos de extorsión, por un monto de cuatrocientos millones de pesetas, que deberían haber entregado a un asesor laboral de LAB en Errenteria. Detienen también al abogado Álvaro Reizabal, exparlamentario de HB en Gasteiz y exmiembro de la Mesa Nacional. El juez Carlos Bueren decreta su prisión provisional, incondicional e incomunicada. Juan María Atutxa, en sintonía con anteriores declaraciones de Rafael Vera y José Luis Corcuera, afirma que “la estrategia de ETA se marca en estos momentos desde aquí, por gente que está dentro de HB”. Utiliza un símil “fácil de entender”: esto es como una sociedad anónima que tiene su Consejo de Administración y su Junta de Accionistas. El que marca la estrategia no es, a su juicio, la Junta sino el Consejo, que antes estaba en Iparralde y ahora al Sur, por las dificultades que tienen para moverse al Norte. Carmen Gurruchaga se suma a las acusaciones escribiendo en El Mundo acerca de “ETA y sus hermanos”. Mariano Rajoy, que se empieza hacer notar en el partido, pide al poder judicial que entienda que “todos son lo mismo”. El periodista Fernando López Agudín tercia y sostiene que “pese a lo que políticamente diga Rajoy, realmente no todo es lo mismo. Sin pruebas –esa es la servidumbre del Estado de Derecho–, nada es lo mismo, aunque sea lo mismo”. Un nuevo atentado por coche-bomba en el centro de Madrid, que provoca la muerte de los cinco ocupantes de una furgoneta militar, centra la atención en la escalada de ETA. Tres capitanes, un soldado y un radiotelegrafista ocupan el vehículo, atacado en la plaza de la Cruz Verde, en el casco antiguo de Madrid, no lejos de la Capitanía General y de otros edificios oficiales. El 19 de febrero, son tres vecinos los que mueren en Santander al estallar otro coche-bomba dirigido contra una patrulla de la Policía. La indiscriminación inherente a los cochesbomba hace estragos en la población civil. El 25 de febrero muere de dos disparos un guardia civil en Getxo, cuando los presos de ETA cumplen ya 24 días de huelga de hambre, y el gobernador civil de Vizcaya manifiesta su dolor por que se piense que la Guardia Civil tortura; el Tribunal Supremo ordena interrogar al abogado Iñigo Iruin acerca de la red de extorsión de ETA. La Policía tiene conocimiento estos días de una entrevista mantenida por el Consejero Delegado de Orain S.A., editora de Egin, y de dos de sus periodistas con el responsable político en la dirección de ETA, José Luis Alvarez Santacristina, Txelis. Lo hace público cuando estos pasan a dirigir el diario,

cuarenta días más tarde. Con la oficialización de la “autodisolución” de HASI, KAS ha culminado su reestructuración. La Policía facilita al periodista de El País Francisco Mercado un documento de mediados de diciembre último, incautado a un comando, en el que la dirección de ETA admite que un sector de la organización y de sus bases de apoyo plantea que “la guerra está perdida y hay que encajar la derrota lo mejor posible”. Teresa Toda escribe en Egin sobre el “Frente de papel”, en referencia a este tipo de informaciones, y Txillardegi asegura por su parte que “Las disidencias en ETA son cosas que se inventan los periódicos”. El documento en cuestión está fechado el 14 de diciembre de 1991, y denuncia a José Antonio Urbiola, Iñaki Esnaola, Txema Montero y José Félix Azurmendi por favorecer los intereses del PNV y propiciar dinámicas escisionistas, “si bien desde intereses y mecánicas diferenciadas”. Se suceden las informaciones y comentarios sobre ETA y HB, sobre tensiones internas en su entorno, se cita una circular de ETA que lo avalaría. Francisco Letamendia glosa en El Correo Español el carácter de las relaciones entre KAS y HB. El 19 de marzo, Egin recoge la noticia de que ha sido archivada una nueva querella de la Ertzaintza en su contra, después de que la juez que lleva el caso considere que no es ninguna injuria llamar Cabezón a su sargento mayor José Antonio Goikoetxea. KAS habla y dice que “Sin una mesa entre el Estado y ETA, el proceso negociador degenera y supone una salida engañosa”, y que “El debate de HB y de KAS son autónomos”. A pesar de Atutxa y la Ertzaintza, y al calor de los acuerdos de Lurraldea y la Diputación de Gipuzkoa, el PNV impulsa una política de diálogo y acercamiento a la izquierda abertzale. KAS –a través de sus portavoces Alegria, Cereceda e Intxaurraga– deduce que “Las conversaciones entre el PNV y HB nacen de la constatación clara del fracaso que ha supuesto todo el proceso de acoso contra la izquierda abertzale en general, y, sobre todo, del fracaso de intento de generar una división en el MLNV para romper el papel político de ETA y conseguir que sectores de HB asuman una salida falsa del contencioso”. No corren buenos tiempos para Euskadiko Ezkerra, no salen bien parados Erreka, Aulestia, Gurrutxaga ante antiguos compañeros. Dobaran, Odriozola, Gorritxo, Elorriaga, Horna, Urretabizkaia y 130 firmas más de exmiembros del bloque político-militar (EIA, ETApm, EE) publican en Egin un escrito que titulan “Reflejos en un espejo astillado, EE y el poder”. Hacen historia y concluyen: “Unos a chupar del bote, otros a pudrirse en el talego”. Ven entre sus excompañeros a los que siempre caen de pie, ven sus desvaríos pesebristas, ausencia de autocrítica, montajes empresariales: “los federicos”. Algo quieren

decir sobre el origen de los fondos que han hecho posible los montajes empresariales. “Especulan con una presunta ilegalización de HB que les elevará a una también hipotética categoría de buitres. Son de hecho los primeros interesados en que ETA continúe porque, sin ella, sin motivos para inventarse comunicados farisaicos o ‘gestos’ donde pescar en río revuelto, morirían por inanición”, aseguran. Los presos de ETA en El Salto del Negro ponen fin el 15 de marzo a la huelga de hambre. Lurraldea confirma que mantiene con el PNV un acuerdo verbal sobre el trazado alternativo Muga, que el 21 se hace público. Titula El Correo Español con Iñigo Iruin: “Para conseguir una tregua de ETA, todos saben con quién tienen que hablar”. Ha declarado también el abogado que, en las próximas conversaciones con el PNV, “HB está dispuesta a ser firme en sus reivindicaciones, flexible en las iniciativas y receptiva a las propuestas”. Txillardegi no se fía, no ve aquí condiciones para ese “optimismo báltico” que algunos muestran. Su pesimismo le lleva a concluir que este pueblo está en camino claro hacia la desaparición, que no tiene salida si no es con un marco territorial propio: “sin liberación nacional sobre base territorial, este pueblo se hunde”. El 19 de marzo, dos nuevos coches-bomba estallan en Catalunya y provocan nuevos muertos en la persona de un desactivador de explosivos y de un trabajador. Detienen en Tarragona el 22 de marzo a un liberado de ETA al que tienen por componente del comando itinerante autor de los últimos atentados en Catalunya; desmantelan su infraestructura en Tarragona, Valencia y Barcelona. Tres de sus compañeros consiguen huir, pero dejando material y valiosas pistas que ayudan a cerrar operaciones policiales en curso. Al día siguiente, un artefacto colocado en el auto de su padre, un coronel en la reserva, mata en Madrid al hijo de este, un joven de 26 años. La prensa repara en que se está en vísperas del debate sobre el Estado de la Nación, como sugiriendo alguna relación entre ambos hechos. El 28 de marzo, Jonan Fernández asegura que Lurraldea ha forzado al Pacto a dar un cambio importante en su estrategia. El 29 de marzo cae en Bidarte la dirección de ETA, el conocido como colectivo Artapalo, integrado por Francisco Mugika Garmendia, José Luis Alvarez Santacristina y Mikel Arregi Erostarbe. El ministro del Interior francés asegura que ETA está decapitada. La prensa compite por conocer detalles de la detención y adivinar sus consecuencias. El Correo Español afirma que la Policía francesa se encontró con Pakito, Txelis y Fiti cuando iba a detener a Txelis, y que el ministro francés del Interior no desmiente la presencia de Pakito en España horas antes de ser

capturado. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, insiste por su parte en la división interna de ETA y asegura que algo se mueve en su entorno. “Pakito está trastornado y desequilibrado”, dice que le dijo a La Tigresa [Idoia López Riaño] Urrusolo Sistiaga. Egin titula con que Mugika Garmendia se negó a responder a las preguntas que le efectuaron en el interrogatorio; da cuenta también de cinco nuevas detenciones y de nuevas versiones sobre la operación. El Correo Español insiste el 5 de abril acerca de “El fin de Paco. La detención acaba con el mito del hombre más buscado de Europa”. Luciano Rincón titula “Hacia el final” y se refiere a “Supuestos patriotas, mafiosos sobrevenidos”; opina que en Francia ya no hay santuario etarra, quizá sea la última vuelta del camino: “La historia de ETA ya está escrita, solo faltan algunas notas a pie de página”. Alfonso Rojo y Carmen Gurruchaga describen en El Mundo a “Paquito, cara de niño, ojos de hielo”. Bajo el título de “La cúpula del MLNV”, sostiene en Egin Iñaki Gil de San Vicente, pensando seguramente en dar ánimos a sus lectores, que “La cúpula del MLNV es la conciencia, auto organizada, de determinados sectores populares vascos”. Le parece al analista que la “cúpula” ha adquirido forma en “estructuras precisas político-militares, teórico-culturales y simbólico-materiales”. Le parece que su “capacidad innegable de reproducción concreta y de regeneración contrasta con la quiebra de España” y que “Nosotros solo poseemos una cúpula y dirección nacional, y el Estado sufre una permanente crisis de dirección, que se constata en el fracaso estratégico del PSE tras diez años de control absoluto del Estado. Y su impotencia, su rabia”. El 9 abril El País lleva a titular la idea de que HB evita condenar la violencia de ETA, pero apuesta por su creciente soberanía. Añade que el Gobierno español está convencido de que muchos presos de ETA han recibido con satisfacción la detención de la cúpula. Herri Batasuna explica en Egin el 10 de abril que inicia una nueva etapa tras la conclusión del debate interno Urrats Berri, en el que “casi seis mil personas han participado”. El País publica que el Gobierno español prepara un fuerte impulso a la reinserción tras la captura de la cúpula de ETA, y que da por cerrada la vía de Argel. La entrega de Txikierdi, tras cumplir siete años de cárcel en Francia, –no han conseguido en todo ese tiempo que escriba unas líneas que pudieran ser cotejadas con escritos que se pretenden suyos e inculparlo–, abona esta tesis. Urrats berri tiene sus exigencias, y sus modos. El ‘liquidacionista’ Esnaola obtiene el 15% de los votos de las bases de HB; lo cuenta Jon Idigoras, lo que para unos es muy poco, y para otros demasiado. Le preguntan por el porcentaje de miembros de KAS en la Mesa, y el portavoz de HB elude la respuesta lo mejor que puede. La elevada aceptación de la lista propuesta por la

dirección saliente –más del 80%– es interpretada por los representantes de HB como una muestra del “alto nivel de identificación de las bases con la Mesa Nacional”. Floren Aoiz, hombre fuerte de KAS según la prensa no abertzale, niega la existencia de corrientes en conflicto –“los duros y los blandos; KAS y los independientes”– y de pugnas por obtener mayor representación. Los nuevos integrantes de la Mesa Nacional son Joseba Alvarez, concejal en Donostia e hijo de Txillardegi; Miren Egaña, concejala en Iruñea; la abogada Jone Goirizelaia; Jasone Manterola, que se ocupará de Relaciones Internacionales, y los responsables de la coordinación en Nafarroa y Araba, Mike1 Arbeloa y Antton Morcillo, respectivamente. Queda aún por designar el representante de ANV. Se anuncia que a partir de ahora la Mesa Nacional celebrará reuniones semanales y adquirirá una mayor relevancia en la dirección de HB. Egin entiende que la nueva dirección recoge todas las sensibilidades internas. Idigoras opina: “Hemos dado una lección de democracia interna con un proceso de debate abierto y amplio”. Juan Carlos Viloria, en El Correo Español, lo ve de otra manera: “La ausencia de Montero y Esnaola en la ejecutiva desactiva el sector crítico de HB”. Con un despliegue nunca antes conocido de cientos de agentes y un par de helicópteros, la Ertzaintza detiene el 13 mayo en Urduliz al miembro liberado de ETA Javier Martínez Eizagirre, Jabi de Usansolo, y fracasa en su intento de hacerlo con Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, su objetivo prioritario. Ambos han eludido horas antes, a tiros, un control de carretera de la Policía en la misma zona de Uribe Kosta. Según el consejero Atutxa y el gobernador Vega, esta detención ha evitado un secuestro. El 15 de mayo se pone en marcha en Uruguay una operación contra exmilitantes de ETA allí acogidos, que concluye con la detención inicial de catorce vascos y veinte uruguayos: Madrid solicita la extradición de diez de ellos. Joselu Cereceda, importante dirigente de LAB y de la HASI de Ziluaga, propone en Egin, el 18 de mayo, reflexionar y debatir con sinceridad “para rebatir los análisis que proliferan contra la lucha armada, aplaudidos por los enemigos de siempre”. Cereceda recuerda las palabras del general Cassinello cuando decía que lo que más le preocupaba de ETA “era su programa político, no las armas”. El 24 de mayo, un coche-bomba hace explosión junto al Vicente Calderón y hiere a los agentes que, acompañados de caballos, se disponen a ejercer la vigilancia del estadio. El último día de mayo detienen en Iparralde a Rosario Pikabea e Iñaki Bilbao, y tras ellos, a Iñaki Gil Cervera y Luis Ignacio Iruretagoiena en París. La Policía acusa a estos de dedicarse a la elaboración de explosivos, cartas y paquetes-bomba. Estas detenciones se presentan en medios antiterroristas españoles como fruto de un

seguimiento establecido sobre Miguel Gil desde el pasado marzo, cuando mantuvo un contacto con Sabino Euba, Pelopintxo, presunto responsable de finanzas de ETA, detenido en abril en el aeropuerto de París cuando pretendía volar hacia México. El 3 de junio, ETA explica en un largo comunicado que las conversaciones entre PNV y HB anunciadas para 48 horas más tarde pueden favorecer la salida negociada, y este mismo día intenta volar el cuartel de la Guardia Civil en Lerma, con cerca de treinta agentes dentro. El 5 de junio, Gorka Agirre, Juan María Ollora y Joseba Egibar, en representación del PNV, se reúnen en Bilbo con los representantes de HB Floren Aoiz, Jon Idigoras e Iñigo Iruin. José María Aznar, que teme que el diálogo oculte tratos con ETA, emplaza a Felipe González a que manifieste si está de acuerdo o no con unas conversaciones que contradicen el Pacto de Ajuria Enea. Como en la reunión de Bergara, empiezan repasando la historia de los últimos años, la Constitución, el Estatuto y el Amejoramiento del Fuero. El 9 de junio, ETA explosiona un coche-bomba al paso de una furgoneta camuflada y provoca heridas a diez militares. El atentado coloca al PNV en una situación muy incómoda, y exige a HB que haga llegar un mensaje a ETA pidiendo distensión, lo que parece surtir efecto, puesto que los atentados cesan a finales de julio. La última reunión de PNV y HB tiene lugar el 29 de julio. HB ya tenía previsto iniciar en septiembre conversaciones con EAEuE y luego con el PSOE. “Para después, en todo caso, volver donde nosotros”, explicará Gorka Agirre. El 11 de julio, en medio de las conversaciones, ETA ha exigido un gesto: el desplazamiento a Santo Domingo de algún elemento cualificado del Gobierno español para hacer de interlocutor. El 17 de agosto, ETA mata a dos guardias civiles en Oiartzun. Gorka Agirre refiere que la petición de conversaciones había llegado al PNV en febrero, y en marzo cayó Bidarte. Piensan algunos que KAS interior asume entonces el liderazgo político y que la falta de operatividad de ETA se suple con las acciones de los que se conocen como ‘Grupos Y’, que sirven para mantener la tensión y no están controlados desde ETA, sino desde KAS. La firma colectiva y editorializante J. Iratzar afirma por su parte en Egin –“Las cosas en su sitio”– que el comunicado de ETA deja en su sitio a las conversaciones PNV-HB, al invitar a seguir el camino de Leitzaran. También el comunicado de los presos, tras “la victoria de El Salto del Negro”, deja en su sitio la posición de “baluarte” del colectivo. En el piso de Gil Cervera, en París, se han incautado, además de armas y explosivos, una importante documentación y correspondencia entre cuadros del MLNV. El 28 de junio, Floren Aoiz adelanta que están tratando de enfrentar a

Eugenio Etxebeste con ETA: debe tener ya conocimiento de que han empezado a airearse los ‘papeles de Antxon’. Están firmados desde Santo Domingo por Etxebeste en el Aberri Eguna de 1992 y se presentan como una “Contribución a la autocrítica y a un debate necesario”. Se trata de un documento riguroso, exhaustivo, muy crítico con la dirección de ETA y su estrategia, que recoge también su asombro por la continua caída de documentos y archivos de la organización. Atutxa se da prisa en hacerlos llegar a periodistas y a presos de ETA. Habla Antxon de soberbia revolucionaria, de falta de previsión, de retaguardia inexistente, de sensibilización negativa, cuando no de abierto malestar por el coche-bomba, “mientras la represión ya ha reducido su barbarie tradicional”. “¿Hay conciencia en Euskal Herria para sobrellevar una política de guerra?”, se pregunta, y se responde: “Pensamos que no; que hoy en día ni siquiera se dan los suficientes elementos represivos para situarle, siquiera subjetivamente, en esa tesitura”. Le parece que el horizonte que se les presenta es “sencillamente desolador” y que continuar por el mismo camino conduciría a asumir numantinamente la derrota militar. Se trata, dice, de una “guerra particular, en la que la mayor parte de la población no sufre sus efectos contundentes”. A Etxebeste no se le pasa por alto el contexto internacional, defiende asumir riesgos, desbloquear la situación, aprender del FMLN del Salvador, o de estados como Libia, “donde la necesidad de la vía dialogada se aconseje para evitar el desastre militar y la derrota política irreversibles”. “La lucha armada no es un fin en sí misma, está en función de la estrategia y no la estrategia en función de la lucha armada”, argumenta. Tras mostrar su confianza en el proceso, siempre que se sepan corregir los errores, algo tiene muy claro: “Perder la batalla militar no debe significar perder la batalla política, para que a su vez no signifique perder la guerra ideológica”. Antxon alerta muy seriamente también de la tentación de ulsterización del país y se manifiesta en contra de lo que se va a conocer como kale borroka. Sus compañeros Ignacio Arakama Mendia y Belén González Peñalba hacen también aportaciones, más personales en el primer caso, más explícitamente críticas con el coche y las cartas-bomba y a favor de una estrategia negociadora en el segundo. El Correo Español opta por destacar de los papeles que “El dirigente de ETA Antxon reconoce que vive atormentado, inseguro y hecho un mar de dudas”. Mayor Oreja dicta una conferencia en la Fundación Sabino Arana el 11 de junio sobre “La paz auténtica”. Reconoce como determinante la incorporación de la Policía Autónoma a la lucha contra ETA, que ha tenido “una brillante manifestación en la comparecencia en el Parlamento Vasco del Consejero de

Interior, Sr. Atutxa, el 3 de febrero de este año”. Luego se han producido movimientos políticos, a su entender, contradictorios, como negociaciones para desbloquear los presupuestos de Gipuzkoa, el acuerdo Lurraldea, las conversaciones PNV-HB, con la pretensión de ayudar a cambiar a la Mesa Nacional, de provocar una rebelión en su seno. Sostiene que “Hoy, la actual dirección de HB necesita a ETA, o incluso se puede afirmar que es ETA”. “Nos preguntábamos y nos seguimos preguntando, cuáles podían ser las razones por las que de pronto pasábamos de una estrategia política, basada en el aislamiento o el acoso democrático a HB, a otra sustentada más en la vía del diálogo y negociación, sin que se hubiera producido cambio político en el discurso de HB y en su apoyo a ETA”. Mayor Oreja asegura que “no estamos ante una guerra” y que “en estos quince años se ha demostrado que la gran virtud de la democracia es que ha impedido que los demócratas hayamos caído en la tentación de aceptar la tesis de la existencia de una guerra, que por el contrario ETA ha venido sosteniendo”. El líder del PP en el País Vasco aboga por la búsqueda de objetivos comunes entre demócratas, desechando lo que entiende como permanente insatisfacción de los nacionalistas. KAS parece responder también a Antxon cuando defiende que la lucha armada es un instrumento clave en la estrategia independentista. Lo explica el 19 de junio con una claridad poco habitual en un medio de circulación legal como Egin, en una información firmada por I. Arandia, que se fundamenta en un documento redactado a partir de las valoraciones de la militancia de KAS. “Sea ofensiva o defensiva, sea punta de lanza o garante, según las fases de la negociación política, la lucha armada sigue siendo siempre en nuestro diseño la clave para avanzar, junto a la correcta interrelación de todas las formas de lucha“, se puede leer entre otras cosas en el documento en referencia. “Se negocian las modalidades y ritmos de aplicación de la alternativa KAS, no sus contenidos, no se trata de hacer una lucha armada testimonial”, son otras de las ideas contenidas en el mismo, que pretende responder a las críticas de indiscriminación, cada vez más urgentes, afirmando que la lucha armada de ETA nunca ha sido indiscriminada. “ETA se ve obligada a asumir determinados saltos, que se pueden concretar en métodos como el coche-bomba. ¿Qué debe hacerse si la Guardia Civil no saca a sus familias de las casas-cuartel?”, se pregunta. En lo que parece ser una respuesta, se habla de acelerar la consecución de los objetivos para acortar el sufrimiento, de cuestionar el monopolio de la violencia para el Estado. “No confundimos fines y medios”, asegura, pero añade una idea que bien vale una reflexión: “que la ética no nos inmovilice”. Hay un mensaje

también para el PNV en la reflexión de KAS, y tal vez una amenaza: “está adoptando corresponsabilidades peligrosas”. Los servicios de información franceses detienen el 3 de agosto, cerca de Burdeos, a Estanislao Villanueva, Txapu. La Policía española, que recuerda que fue guardaespaldas de Antxon, exagera sus responsabilidades actuales dentro del organigrama de ETA y presenta su captura como una prueba para la tregua ‘tácita’, a su juicio, en vigor. KAS recuerda que ETA nunca ha concedido treguas no reconocidas públicamente y analiza esta detención como la confirmación del no de Madrid a la propuesta de abrir períodos de distensión. Para el dirigente de EA Joseba Azkarraga se trata de un jarro de agua fría, cuando HB ha hecho gestos de acercamiento a su partido, cuando su secretario general, Iñaxio Oliberi, ha manifestado que ahora se sienten más cerca de HB que del PNV y abogan por un frente abertzale. “Euskadi está gobernado por los socialistas y, a cambio, el PNV disfruta de la hegemonía”, declara en El Correo Español; añade Oliberi que el diputado general de Gipuzkoa, Eli Galdos, debería dimitir antes de que se le pueda plantear una moción de censura: el acuerdo con Lurraldea ha molestado muy especialmente a EA. En relación con las ideas manifestadas por Txema Montero, que le han valido lo que la dirección de HB llama “autoexclusión”, dice alegrarse de que se haya acercado a “posiciones que nosotros venimos defendiendo desde hace años”. Tercia Floren Aoiz, más protagonista que nunca, para sostener que las conversaciones PNV-HB son una victoria de la izquierda abertzale. Para asegurar que es imprescindible la negociación política, que “no vamos a permitir que se margine a ETA”, que es imprescindible que se desbloquee el diálogo ETA-Gobierno español. “No han conseguido aislarnos, ni dividirnos”, subraya, antes de trasladar al Gobierno español la responsabilidad de que el 92 no pase en balde. La fiesta cívico-religiosa de La Salve donostiarra deriva en enfrentamientos entre seguidores de la izquierda abertzale y la Ertzaintza –luego relevada por las Unidades Especiales de Intervención de la Policía Nacional–, y un saldo de más de cien heridos, dos de consideración, por tiros de posta, pelotazos, porrazos, pedradas y caídas. El viceconsejero de Interior, Martiarena, responsabiliza a HB de los incidentes, y HB subraya la identificación de comportamientos de ertzainas y policías españoles. El 17 de agosto, tras dos meses sin atentados mortales que algunos han interpretado como tregua tácita, ETA da muerte en el aparcamiento de un hipermercado de Oiartzun a dos guardias civiles de paisano. El PNV reconoce haberse comprometido con HB a mediar ante el Gobierno español a favor de nuevas conversaciones de este con ETA, siempre que no

hubiera atentados. Al día siguiente, ETA reitera su oferta de tregua, pero deja claro que mantiene “todos los frentes abiertos”, mientras el Gobierno español no responda. Se habla de diferencias en ETA, se habla también de diferencias en el Gobierno de Madrid en relación con este tema. En fiestas de Bilbao se repiten incidentes en protesta por la izada de la bandera española en el ayuntamiento. Carga la Ertzaintza en dos ocasiones, contra jóvenes que provocan altercados, incidentes que se repiten en días sucesivos, no siempre por motivaciones políticas. El 2 de septiembre fallece en Salamanca un coronel al estallar una bomba en su coche. El 3 de septiembre, un paquete-bomba dirigido a la dirección de su empresa hiere en Gernika a un hombre de 74 años al que ETA acusa de haberse negado a pagar el llamado impuesto revolucionario. Matan a un policía en un bar de Donostia cuando se disponía a jugar una partida de cartas con amigos. El 22 de septiembre, ETA asume la autoría de los atentados de Oiartzun y Salamanca, y acusa a los Estados español y francés de maniobrar para que “cometamos errores que antes no cometíamos”. El 29 de septiembre, un trabajador de una subcontrata de Telefónica muere de un tiro en la cabeza en Errenteria, en un atentado que se atribuye a ETA y que podría tener que ver con el tráfico de drogas. Un habitual en este tipo de comentarios, Francisco Mercado, sostiene en El País que el fracaso de la “ofensiva coyuntural” de 1992 obliga a ETA a buscar nuevas vías de lucha, según fuentes de la lucha antiterrorista y del Gobierno vasco. Estas fuentes prevén que ETA reajustará sus medios a objetivos más modestos y accesibles, con intervenciones en conflictos sociales o ecologistas, como apunta un documento incautado de nombre “Abrirnos a nuevas sensibilidades”. Ninguna de las fuentes consultadas por Mercado duda de que ETA puede forzar un atentado espectacular en cualquier momento, pero todas coinciden en que vive el peor momento de su historia. El documento de ETA apunta como objetivo “establecer lazos de contacto político y social con todos aquellos sectores sociales, bases de partido incluidas, con un mínimo de sensibilidad hacia determinadas reivindicaciones: autodeterminación, recuperación económica, euskera, ecología, drogodependencia, insumisión, liberación de la mujer...”. Además de las ventajas sociales objetivas de estos propósitos con la metodología aplicada en el conflicto del Leitzaran, ETA busca así la fractura de los pactos anti-MLNV. En este tiempo, los expertos en la lucha antiETA sitúan su dirección en media docena de caras conocidas del MLNV, contra las que no han podido actuar por falta de pruebas. Josu Olabarria Santurtun, un policía municipal de Barakaldo que ya ha estado detenido por

colaborar con ETA, muere mientras manipula un artefacto explosivo en su domicilio. Isidro Garalde, Mamarru, uno de los negociadores propuesto por ETA, es extraditado a Madrid. El 29 de este mes, HB acude al Congreso de los Diputados para votar en contra del Tratado de Maastricht, dando así muestras de su propósito de intervención selectiva en las instituciones. Un documento interno de KAS analiza el momento actual y la izquierda abertzale. Sus ideas centrales: que la lucha de ETA no aparece por casualidad; que se le puede criticar, pero no ignorar, pues es una referencia insoslayable. Dicen de la Izquierda Abertzale que ha superado bien la primera fase de los pactos antiabertzales. Son conscientes de que el enemigo trata de conseguir una escisión. Proponen ante esta ofensiva final, la fórmula de resistir es vencer. Ven a la Izquierda Abertzale como el sector más dinámico de la sociedad vasca. Reconocen, eso sí, que “nos están dando duro”. La publicación de KAS Bultza, ‘KAS-en barne komunikazioarako tresna”, nº 3 arranca con un Gora Eusko Gudariak y se centra en la actividad político-militar de ETA. Sin ETA no existiría la izquierda abertzale, sostiene. El sumario recoge reflexiones en torno al momento político, a las conversaciones PNV-HB, cuyas “falsas y peligrosas expectativas se han truncado gracias a la habilidad política de ETA”. Saben que está cerca la amenaza de la criminalización del “entorno de ETA”. Defienden acercarse a EA, para usarlo contra el PNV. Hacen balance de la renovación del Bloque: el verano 92, a su juicio, ha sido tan duro como fértil. Proponen un esquema para la valoración de los Bultza. En el número 4, se refieren a los planteamientos criminalizadores de KAS y su militancia. Reflexionan sobre el nacionalismo histórico, realizan una reinterpretación crítica del pasado, muestran su desacuerdo con la estructuración interna del país. Les preocupa y ocupa la formación de la nueva militancia. LAB les merece un análisis particular. Desarrollan la crónica del Movimiento Popular y de reivindicaciones concretas como la de Egizan, a favor de un aborto libre y gratuito. En el momento político actual de incremento de la represión, el enemigo juega a la división con medidas como las del tercer grado para Urrutia y Etxabe, y con la criminalización de los referentes políticos –Olarra, Iruin– y las organizaciones Jarrai y KAS. El Mundo resume el documento titulando, el 26 de noviembre, con que KAS defiende la continuidad de ETA después de una hipotética negociación, porque entregar las armas representaría una irresponsabilidad histórica. El periódico ve a ETA en clave polimili. El 23 de noviembre, la revista Tiempo afirma que Christiane Fandó e Iñaki Esnaola son los interlocutores de Azkoiti con el número dos de Interior español, en un intento de encontrar una vía de negociación al margen de

KAS. El 27 de noviembre, en una información de Egin firmada por Martín Garitano, HB llama al PNV a separarse de la estrategia del Estado y a que renuncie a trasladar al seno de la sociedad vasca el enfrentamiento entre Euskal Herria y el Estado español. El último día de noviembre, ETA mata mediante coche-bomba a un subteniente músico retirado de la Guardia Civil, hiere gravemente a un cabo, y sin gravedad a dos vecinas. El 2 de diciembre se celebra en París el primer juicio de extradición contra Mugika Garmendia y Arregi Erostarbe. La publicación de la izquierda abertzale Sustraia plantea las ‘Pautas del debate sobre estrategia política, una Valoración de la ‘Berrikuntza’ [Renovación], sus carencias y aciertos a la hora de llevar a la práctica la nueva filosofía de trabajo y la nueva estructuración”. Aborda también la estrategia política del MLNV, los resultados desde Argel hasta este final de año, “una vez superados los intentos de división del enemigo”. En relación a lucha político-militar de esta fase, reconoce que “no ha sido la más adecuada, y habrá que adecuarse a los cambios que se han dado en la conciencia y visión de la sociedad sobre la paz y la lucha armada”. Y una confesión final que sirve de colofón al año desde la perspectiva del MLNV: “no eran reales las esperanzas que teníamos de cara al 92”. A mediados de diciembre, se reúne la Mesa de Ajuria Enea y aprueba impulsar la reinserción, convencidos de que el final de ETA está próximo y de que hay que impulsar una salida dialogada y democrática. En la misma fecha, ETA asume la autoría de cinco atentados, entre ellos, el del trabajador de la subcontrata de Telefónica, acusándole de colaborador de los servicios especiales de la Guardia Civil, lo que su novia desmiente vehementemente. Tiempo asegura que tres dirigentes históricos de HB reorganizan ETA y que la Policía vigila los pasos de Gorostidi, Martínez y Aldekoa. El 20 de diciembre se constituye el movimiento ‘Elkarri por el diálogo y el acuerdo’, que tiene al hombre de Lurraldea Jonan Fernández como impulsor principal. En principio, el MLNV no lo ve mal, y el resto de fuerzas políticas da por supuesto que tiene el impulso de la izquierda abertzale. Antes de que finalice 1992, ETA atentará en las oficinas del DNI de Donostia contra un policía nacional, al que hiere de gravedad. Y la Guardia Civil detendrá a trece jóvenes en Donostia, Elgoibar y Oñati, acusados de actos de sabotaje contra entidades bancarias, quema de vehículos franceses, incendio de autobuses urbanos y lanzamiento de cócteles molotov contra entidades públicas. Todos ellos van a denunciar haber sido torturados.

LA CALCULADA MUERTE DE UN SARGENTO MAYOR El director de la prisión de Nanclares, Manuel Gómez Avilés, opina que los presos etarras a su cargo rechazan la violencia porque se han dado cuenta de que con ella no se llega a ningún sitio. Seis meses antes se ha conocido a través de Egin que ETA ha expulsado de sus filas a los presos Isidro Etxabe y Jon Urrutia, explicándolo como “autoexclusión”. El colectivo de presos políticos les ha acusado de haber mordido el anzuelo, de egoísmo, insolidaridad, derrota personal, sumisión, humillación y utilización política por parte del Gobierno español. “¡Ellos sabrán lo que hacen!”, han dicho a modo de conclusión. EE anuncia para marzo su integración en el PSE-PSOE. Xabier Arzalluz le escribe “Al señor Onaindia” y recibe respuestas varias en otros medios, que callan el escrito inicial del presidente del EBB. Anda la reflexión sobre la lucha armada por medio, afirma Arzalluz que nunca ha condenado el derecho a luchar con armas contra el tirano, ni el derecho de resistencia, ni siquiera el tiranicidio. Le recuerda a Mario Onaindia que fueron los del PNV los que iniciaron la reinserción, le reprocha que “lo de ustedes no es evolución sino salto genético”. Recordando los orígenes de EE, sostiene que “ETA político-militar fue una organización más ideologizada –revolucionariamente hablando– que ETA militar; más cruel que la otra ETA; más implicada con los regímenes marxistasleninistas, léase estalinistas, del llamado socialismo real, que sus homólogos los milis”. También Javier Atutxa escribe en El Mundo sus “Reflexiones sobre una fusión”, que es para él, en realidad, una absorción. No le parece al dirigente vizcaino del PNV que sean los de EE, que “en su momento defendieron la lucha armada”, los más adecuados “para dar lecciones a quienes hoy la apoyan”. Juan María Ollora manifiesta su extrañeza en El Correo Español por que el proyecto PSE-EE se presente como un proyecto nuevo y negación de otro, y luego “se rasguen las vestiduras cuando se recuerda la coherencia de sus trayectorias políticas”. Mario Onaindia accede a contestar a Arzalluz en Deia, que es donde ha iniciado este la polémica, para defender el “nuevo partido político, fruto de la convergencia PSE-PSOE-EE”. Se recrea en la expresión “Salto genético” de su oponente para concluir, irónicamente, en que “dios me libre de acusar de racismo a Arzalluz”. El Atutxa consejero de Interior prosigue por su parte en los ataques a HB, y Elkarri le pide que “abra su mentalidad”. La última escisión de EE, Euskal Ezkerra (EuE), interviene para decir que HB es un “aliado de lujo” del

PNV-PSOE en Gipuzkoa. El 12 de enero de 1993 se conoce que Joseba Goikoetxea Asla, implicado en las escuchas ilegales al teléfono particular de Carlos Garaikoetxea, ha sido cesado como jefe de los AVCS [Adjuntos a la Viceconsejería de Interior] de la Ertzaintza. El 13 de enero, Pepe Rei y Begoña Capape se ocupan de la noticia, del adiós del histórico Cabezón. Ekintza ha quedado descabezada, dicen, una vez que Goikoetxea Asla ha abandonado la jefatura de AVCS tras la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo. A Pepe Rei le obsesiona Cabezón, el sargento mayor de la Ertzaintza, un hombre “engreído, miope y osado”, al que describe saliendo por la puerta de atrás y dejando tras él “muchos de los secretos mejor guardados de los últimos años en Euskadi”. Una semana después, algunos de esos secretos parecen desvelarse, cuando Pepe Rei asegura que “Ekintza tapó un informe sobre [Rodrígue z] Galindo”, que los datos se ocultaron al Juzgado, después de que una denuncia en la comisaría de Zarautz lo vinculara a negocios de proxenetismo y narcotráfico. Altos cargos fiscales dijeron entonces, escribe Rei, que no había nada que investigar. El 19 de enero, en la víspera del día grande de la ciudad, ETA da muerte en Donostia, mientras cena en la sociedad gastronómica Gaztelupe, a José Antonio Santamaría, Tigre, conocido empresario de hostelería, exjugador de la Real Sociedad, amigo personal de Txiki Benegas, y también de personas próximas a la Herri Batasuna histórica. Aurora Intxausti y José Luis Barbería se refieren al atentado en El País diciendo que “el asesinado se encontraba presuntamente implicado en un delito de cohecho por el supuesto soborno de guardias civiles y prestó declaración ante el juez sobre el caso el pasado 25 de noviembre”. I. Zubiria [Genoveva Gastaminza] explica en El Correo Español que el asesinato de Santamaría disipa las expectativas de una inminente declaración de tregua de ETA. Interpreta que la dirección etarra ha intervenido con una muerte en el debate abierto en la organización. No se descarta tampoco, recordando la vieja lógica de los polimilis, que ETA esté intentado dar pruebas de fuerza antes de ofrecer una tregua y diálogo. ”Nos impresionó tanto que ni gritamos”, dice uno de los cien testigos del atentado. La Policía lo atribuye prontamente al comando dirigido por Kepa Pikabea. Luciano Rincón escribe: “Una vez más, ETA acusa, juzga, condena y ejecuta sin admitir defensa, testimonios ni pruebas”. El obispo Setién manifiesta que la bala que mató a Santamaría “ha herido a toda la ciudad en sus sentimientos más humanos”. Otro obispo, el de Baiona, Pierre Molères, encerrado esos días con los benedictinos de Lazkao para aprender euskera, lo analiza así: “Han sustituido la fe en la Iglesia por la fe en el combate político. Los jóvenes de Iparralde –

cristianos todavía–, más claramente todavía. El vaciado de los seminarios es paralelo al nacimiento de ETA”. Percibe Molères una suerte de sublimación en el sacrificio propio, y en el de los demás. La viuda de Santamaría, Beatriz Lasa, acusa “a ese medio de comunicación local”, en referencia a Egin y a Pepe Rei y su equipo de investigación. Critica la viuda a la Justicia por no haber frenado la campaña contra su esposo. Carlos Olave cuenta en Abc que Beatriz Lasa ha relatado, acompañada de sus tres hijos, la angustia vivida por su marido durante los tres últimos años, después de que se lanzaran contra él calumnias, relacionándole con supuestas actividades de narcotráfico y contrabando, ante la inhibición de las instancias judiciales. Emilio Fernández García, director de RR. PP. de la sala de fiestas Ku de Ibiza hasta 1986, publica una carta en Egin “Sobre la muerte de José Antonio Santamaría”, asegurando que Santa había sido amigo de Txomin Iturbe y que la única relación con [el cuartel] Intxaurrondo había sido la de contrabandear tabaco con Txofo. “Y de droga, nada”. Tigre había sido socio del Ku. El amigo defiende su memoria: “los cientos de personas que conocimos y amamos a José Antonio, no mentimos”. El PNV y EGI acusan a Egin de señalar objetivos a ETA, y el periódico anuncia querellas contra los difamadores. El 22 de enero, ETA mata a un funcionario de Martutene que se ocupa de la reinserción de presos, y algunos interpretan que trata así de desviar la atención sobre el atentado contra Santamaría, que ha conmocionado de verdad a la ciudad. Joseba Egibar manifiesta en Radio Nacional de España que este atentado y el del funcionario nada tienen que ver entre sí. A su entender, “el problema que tiene ETA es cómo salirse, desembarazarse, del método de lucha que eligió hace 33 años”, un método que no ha servido para que se cumplieran sus previsiones, ni siquiera las más largo-placistas, pero sí “para acabar con todas las contradicciones internas”. El 25 de enero comienza el juicio por el atentado del Hotel Alcalá. En declaraciones a Abc, el policía Ángel Duce exculpa a Ynestrillas y revela que fueron tres personas las que participaron en el atentado contra HB. Asegura que la muerte del diputado Josu Muguruza fue accidental, porque el objetivo era el abogado Iñaki Esnaola, lo que testigos propuestos por la acusación niegan. HB insiste en preguntar por la implicación de “quienes están detrás de los procesados”, y Floren Aoiz asegura que frustró la salida negociada de la que Muguruza era mensajero. La oficina de prensa de HB publica el 28 de enero declaraciones de Joxe Maria Olarra en las que se reafirma en otras anteriores que han merecido la amenaza de querella del gobernador de Guipúzcoa: “no nos callarán”, proclama, y sostiene que “la violencia del Estado y de los partidos que

lo sustentan no es equiparable a la violencia política de ETA. La primera alimenta y respalda la injusticia social, política y económica; la segunda, aun con consecuencias en ocasiones dramáticas, se convierte en la expresión de la lucha de cientos de militantes que no dudan en entregar lo mejor su vida por este pueblo y su libertad”. Aparecen panfletos en contra de Egin, dirigentes de EGI que comparecen ante el Juez no se hacen responsables de carteles que llevan su firma. Sigue la campaña contra Goikoetxea, al que acusan de haber torturado a un detenido. Los abogados de presos políticos relacionados con ETA, Arantza Zulueta y Txemi Gorostiza, son acusados por la Audiencia Nacional de colaborar con la organización: encarcelan a Gorostiza y dejan en libertad a Zulueta. Muere en Hernani, mientras manipulaba un artefacto, Bernardo Astiazaran. Uruguay concede la extradición de los exactivistas de ETA María del Rosario Delgado, Jesús Maria Goitia y Miguel Ibáñez. Una manifestación con el lema “por una paz llena de libertad”, convocada por HB, congrega en Bilbo el 6 de febrero a más de veinte mil personas, y sirve además para homenajear al recién fallecido Astiazaran. El Correo Español publica en esta fecha unas ‘revelaciones’ del preso de ETA Esteban Esteban Nieto a su abogada Arantza Zulueta en las que afirma que “nos tienen derrotados. Nos tienen atados de pies y manos…, porque no nos estamos ni defendiendo siquiera y cada uno se está buscando la vida como puede”. Según el periódico, Zulueta le habría dicho luego: “No sabía que la desmoralización aquí fuera tan grande”. La versión de El Periódico de Barcelona asegura que Esteban Nieto, encarcelado en Alcalá-Meco y perteneciente al sector duro de los reclusos de ETA, confirma la división y el desmoronamiento del colectivo. La conversación entre preso y abogada es del 12 de enero, ha sido grabada con autorización judicial –se precisa–, ha provocado la detención de la letrada y su puesta en libertad condicional bajo fianza de 300.000 pesetas. La trascripción de la conversación de Alcalá Meco que se hace llegar a los medios de comunicación incluye también a De Juana Chaos y Artola Ibarretxe, e igualmente al abogado Txemi Gorostiza. Se quejan amargamente del abandono en que les tienen, de haberles pasado ‘al cajón del desguace’, de llevar meses intentando acceder sin éxito al escrito de Antxon: “lo tiene la Policía, lo tiene Egunkaria, lo tiene KAS, lo tiene todo cristo. Yo, ¿por qué no puedo tenerlo yo?”, exclama De Juana Chaos. “Yo tengo derecho, Txemi, a participar en un proyecto en el que estoy dejando la vida”. Esteban Nieto reclama mano firme contra los presos que se acogen a medidas de reinserción. Es De Juana el que dice: “Si mañana tú le zumbas a uno en Langraitz, no sale de permiso ni Zumai”.

Le hace a su abogado una reflexión de gran arraigo en ETA: “¿Cómo se han eliminado todas las contradicciones y cómo se eliminarían en gran parte las contradicciones que tenemos ahora en el colectivo?”. Txemi Gorostiza le contesta que “Con intervenciones”, y De Juana asiente, responde: “indudablemente, indudablemente”. El consejero vasco de Interior Juan María Atutxa anuncia el 11 de febrero que ha decidido remitir a los presos de ETA las críticas que Eugenio Etxebeste hizo en abril pasado a “la cúpula de ETA”. La Policía francesa ha detenido el 12 de febrero en Baiona a Pedro María Gorospe, Txato el Viejo, y dice haber desmantelado en Bidarte el 15 de febrero la principal fábrica de armas y explosivos de ETA. Fuentes cercanas a los refugiados de Iparralde aseguran que ese taller llevaba tiempo abandonado. También dice haber descubierto la Policía en Rambouillet, cerca de París, una casa utilizada por Iñaki Gracia Arregui, presentado en este momento como el jefe máximo de ETA. Se reconoce que en la casa solo han hallado escritos de contenido político. Detienen en Iparralde a Peixoto, a la esposa de Azkoiti y a otros cuatro vascos de ciudadanía francesa. Se ha sabido que cualificadas autoridades francesas se han reunido a principios de mes en París con tres históricos de ETA: José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti; José Luis Ansola Larrañaga, Pello el Viejo, y Eloy Uriarte, señor Robles. La prensa española lo interpreta como un nuevo intento de abrir una brecha en el seno de ETA por medio de estos antiguos dirigentes, hoy enmarcados en la denominada línea blanda. Frente a estos intentos, dicen, un comunicado del portavoz de HB Floren Aoiz tacha de represiva la operación policial en la que ha sido descubierta la mencionada fábrica de armas e insiste en que quienes pronostican un próximo fin de ETA se equivocan una vez más. El 21 de febrero detienen en Toulouse a Rafael Caride Simón, al que hacen responsable del comando autor del atentado contra Hipercor. Argia recoge las primeras declaraciones de un Isidro Etxabe, Zumai, que está recibiendo ataques cada vez más virulentos de la izquierda abertzale, que está ya en el tercer grado en su condición de preso. La revista destaca varias de sus afirmaciones: “Borrokaren zama guztia ezin da presoen gain jarri” [No se puede poner sobre las espaldas de los presos toda la carga de la lucha]. “Borroka urte luze hauetan egindako ezertaz ez naiz damutu. Beharrezkoak eta nahiezkoak zirela sinestu izan dut” [No me arrepiento de nada de lo que he hecho en todos estos largos años y he querido pensar que eran necesarios y deseados]. “Nirekin gertatu den guztia (kolektibotik kanporatua) erakunde-barneko ezadostasun político baten ondorio bat baino ez baita izan, barne oreka político baten

apurtzearen ondorioa alegia”. [Todo lo sucedido conmigo –la expulsión del colectivo de presos– no ha sido sino la consecuencia de un desacuerdo político, de la ruptura de un equilibrio político interno]. La prensa en castellano hace sus resúmenes particulares: “Siempre hemos jugado con unos plazos y estos plazos pasan unos detrás de otros. El tiempo juega en nuestra contra”, así lo afirma el antiguo miembro del comando Madrid Isidro Etxabe, Zumai, considerado el líder de los presos etarras partidarios de abandonar la violencia terrorista. En una extensa entrevista concedida en euskera a la revista vasca Argia, Etxabe defiende abiertamente el abandono de la lucha armada, tesis que coincide con la de Eugenio Etxebeste: “La evolución social que ha habido en Euskadi nos muestra que hoy por hoy la lucha armada no es el instrumento más adecuado y aconsejable porque, en lugar de unir el sentimiento vasco, nos divide”. I. Zubiria habla en El Correo Español de “Ruido de sables en ETA”, de que “Los desmentidos oficiales no logran contener las evidencias de la lucha interna por el poder” y de que “La nueva cúpula etarra prefirió censurar a Etxebeste y ocultar sus reflexiones a los militantes presos”. El 1 de marzo, Fernando Alonso recoge en Egin declaraciones de Juan María Olano, portavoz de Gestoras proamnistía: “Los presos no renuncian a sus presupuestos”. A Zumai le recuerda que criticó en su día a los polimilis por lo mismo que ha hecho él ahora. “¿Por qué goza él de su situación actual, por qué goza del aplauso de Corcuera, Asunción, Atutxa? ¿Por qué el PP no ha puesto pega alguna a su excarcelación?”, plantea Olano, antes de concluir que “La impotencia y la incapacidad política del PNV y del PSOE se refleja en el ensañamiento cruel con los presos políticos vascos”. El Correo Español recoge el 4 de marzo palabras del dirigente de KAS Xabier Alegria cuando habla de “El final de la división de poderes”, de la desinformación contra la izquierda abertzale, de las divisiones internas, de la operación Azkoiti, del “estilo mafioso” de Egibar, que ha visitado junto a Urbiola al preso en El Salto de El Negro Jesús María Zabarte. El 25 de febrero ETA denuncia la intoxicación informativa a la que le someten, y se adjudica la autoría de cinco atentados. El 2 de marzo anuncia la colocación de bombas en vías férreas. El 18 da muerte en Donostia a un guardia civil. Al día siguiente se puede leer en Egin, con la firma de Martín Garitano, que KAS extiende su reflexión al MLNV en un documento debatido en cien asambleas que hará público el 27 de marzo. Son las ideas clave, la negociación es un mecanismo del pueblo vasco para acceder a sus reivindicaciones, y el futuro del proyecto es esperanzador. Sobre el papel de la lucha armada, Xabier Alegria, portavoz de KAS, afirma que es “una necesidad impuesta por la

cerrazón del Estado”, aunque “tampoco consideramos que sea imprescindible”. Siguen los mensajes de KAS: “La legitimidad de la lucha armada es incuestionable, no solo por los costos que conlleva para la estrategia del enemigo, sino porque desarrolla la función más completa en la acumulación de fuerzas”. El Correo Español recoge del mitin de KAS de finales de mes que “considera indispensable mantener la lucha armada hasta alcanzar la soberanía” y que convierte la revitalización del ‘frente negociador’ en uno de sus objetivos prioritarios. El Mundo se fija en que la Koordinadora insiste en plantear la negociación política sin renunciar a la lucha armada y en que ETA dice haberse reestructurado con renovadas fuerzas. El ‘salto genético” del que hablaba Arzalluz se consuma antes de terminar marzo. EE se funde en el PSE-PSOE para crear lo que Bandrés llama un gran partido socialista vasco; la fusión de los socialistas vascos con los vascos socialistas, que dice Onaindia. ‘De Gallarta a Ferraz’, la prensa hace la historia de sus quince años. Euskadiko Ezkerra parece haber hecho de la necesidad virtud, no haber encontrado mejor solución para sus cuantiosas deudas. El fiscal del Estado ordena a primeros de abril la detención de líderes de KAS por apología del terrorismo. La Policía arresta a Gorka Martínez, al expreso Koldo Lakasta y al periodista de Egin Francisco Javier Fernández. El País recoge declaraciones de Atutxa en las que asegura, dirigiéndose al senador de HB Iñigo Iruin, que la Ertzaintza cuenta con confidentes en HB, donde “hay más Kinitos”. Iruin le había pedido explicaciones acerca del seguimiento del que ha sido objeto por parte de un cuerpo especial de la Ertzaintza, cuando ha quedado citado en un bar de Bilbo con el secretario general del sindicato policial ERNE. El consejero de Interior le ha respondido que se ha debido a una “confluencia no prevista”, y, para justificarlo, le recuerda que el abogado Álvaro Reizabal, compañero de despacho de Iruin en Berdin, está encarcelado a la espera de juicio por su presunta relación con el cobro del impuesto revolucionario, y que él mismo tiene una causa abierta por extorsiones a empresarios. Entra en escena de nuevo, con fuerza, el “Informe Navajas”, un caso calificado de maldito, que tiene en el punto de mira al cuartel de Intxaurrondo y a una decena de mandos de la Guardia Civil investigados por narcotráfico. El Correo Español publica que KAS reconoce que históricos de ETA han mantenido contactos con los Gobiernos español y francés, que Iñaki Esnaola y Christiane Fandó se entrevistaron con Azkoiti, para trasmitirle un mensaje de Rafael Vera. Según el periódico, el europarlamentario Karmelo Landa le visitó también en Toulouse, para abortar la operación. Egin entrevista a ETA y destaca que la organización

apuesta por una paz sin límites, sin fronteras: “Ezin zaio bakeari inolako mugarik ezarri”. Al día siguiente, otra prensa destaca de la entrevista que ETA reconoce la existencia de un debate interno pero se reafirma en su ortodoxia, y presenta las disidencias en el MLNV como un síntoma de fortaleza. Se conoce la sentencia por el cobro del impuesto revolucionario: tres años de cárcel al abogado Álvaro Reizabal, 40 a Apeztegia, 35 a Idarraga y 6 a Solaguren. Jarrai ha pegado carteles con imágenes de periodistas de ETB en los que se lee en grandes caracteres “ASESINOS, os vamos a botar de Euskal Herria”, “Que se vayan”. El cartel les denuncia como ocultadores del pelotazo que ha herido de gravedad en Iruñea al joven de 18 años Txuma Olaberri el 24 de mayo y lo utilizan para convocar a movilizaciones para el 26. En esta ocasión, el departamento de Interior cree saber que esos carteles han sido impresos en los talleres donde se tira Egin y solicita al juzgado un registro inmediato, que no lo concede. Nicaragua entrega a España el 30 de mayo al histórico dirigente de ETA José María Larreategi, Atxulo, y a Sebas Etxaniz y Javier Azpiazu. Egin publica el 1 de junio un comunicado en el que ETA reitera su ofrecimiento de diálogo. Al día siguiente, mata en Donostia a Ángel María González, al que tiene por traficante de droga. KAS prepara y anuncia el 25 Aniversario del asesinato de Txabi Etxebarrieta con un homenaje a los dos hermanos Etxebarrieta y a sus aportaciones a la hora de romper definitivamente con la visión nacionalista tradicional y teorizar y practicar la lucha armada. El 6 de junio se celebran elecciones generales, gana Felipe González, pero pierde la mayoría absoluta. El PNV mantiene sus cinco escaños. HB pierde dos. El 18 de junio condenan en Francia a Francisco Mugika Garmendia a diez años de cárcel. Tras seis meses sin atentados en Madrid, ETA mata a seis militares del Estado Mayor y a su chofer mediante un coche-bomba, que provoca también 25 heridos. Los analistas creen ver en este atentado, uno de los más sangrientos, un intento por parte de ETA de probar que sigue viva y acallar las disensiones internas. Mario Onaindia escribe en Diario 16 “Los renglones torcidos”: “…cuando todo parecía indicar que en la organización terrorista se imponía la racionalidad. Todo parece indicar que quienes rompieron las conversaciones de Argel con su intolerancia, se encuentran ahora con que nuevos terroristas más radicales truncan sus pretensiones de diálogo. Lo único que cambia en este eterno retorno es la propia degradación de los terroristas”. Escribe Ramón Cotarelo de “Bombas y pactos”: “Un nuevo atentado de la ETA en Madrid. Los etarras son muy buenos con los detonadores, pero una auténtica catástrofe en los cálculos políticos”. Le parece que ETA cuenta con una eficacia y determinación escalofriantes para atacar a

significados miembros del Estado Mayor de la Defensa, contra la cabeza del Ejército, y “en términos militares, ha asestado un golpe contundente que evidencia eficacia e infraestructura notables”; pero con él ha vuelto a conseguir lo contrario de lo que pretendía, porque el PNV se va a ver obligado ahora a apoyar el Pacto propuesto por Felipe González. ETA secuestra el 5 de julio al industrial Julio Iglesias Zamora. El 10, Francia entrega a España a Elena Beloki, y el 13 sale en libertad por falta de cargos. Para El Correo Español está claro en este comienzo de julio que KAS intenta arrebatar a ETA el control de las organizaciones de la izquierda abertzale. A la periodista I. Zubiria le parece que es Pipe San Epifanio es quien mejor lo ejemplifica. El Diario Vasco se refiere el 1 de agosto a una carta de Kubati, que reconoce fue escrita un año antes, en la que asegura que la lucha armada es perjudicial. Egin no ceja en su campaña contra Joseba Goikoetxea, denuncia ahora que Interior del Gobierno vasco ha destinado “casi un millón de pesetas por defender a Cabezón”, en pagos al abogado Gabriel Mariscal. El 6 de agosto detienen en París a Carlos Almorza, al que la Policía hace responsable de la red de extorsión de ETA. El gobernador civil de Guipúzcoa, el socialista José María Gurruchaga, le confiesa a la periodista Isabel San Sebastián que “aún subsiste en el País Vasco, como consecuencia del miedo, una cierta esquizofrenia que impide que algunos manifiesten públicamente su apoyo a una persona absolutamente intachable e íntegra como Enrique Rodríguez Galindo”, con cuya amistad se siente honrado. El Mundo entrevista al recién nombrado ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, que dice “No a la negociación con ETA, en ningún caso”, pero también que “nadie debe cumplir toda la pena, ni terroristas, ni narcos: podría ser anticonstitucional”. Antoni Asunción, Secretario de Estado de Asuntos Penitenciarios, manifiesta en El Correo Español que una tercera parte de los presos de ETA sigue defendiendo la violencia, y que no ve “factible el diálogo con la banda terrorista”. A Mayor Oreja le parece que “la debilidad de antes ha traído la violencia de ahora”; los jueces del País Vasco dicen estar preocupados por las actuaciones de HB, pero las “tratan como simples faltas, cuando no convocan a los policías a ruedas de reconocimiento”. Egin titula el 29 de agosto: “Esnaola, embajador de Rafael Vera”. Y subtitula: “Una cita en Roma con mandos policiales inició la llamada ‘Operación Azkoiti’. Envió una nota a Antxon y le pidió discreción y rápido posicionamiento. La trama se dio de bruces con la realidad”. Asegura que la maniobra, bautizada en medios policiales como Operación Azkoiti, se gestó a finales de mayo de 1992, en una reunión que mantuvieron en Roma Rafael Vera,

el comisario Manuel Ballesteros y los abogados Esnaola y Fandó. “Además de ellos, desempeñan un papel activo los comisarios franceses Jöel Cathalá y Roger Boslé”, añade. Lo basa todo en “filtraciones de Interior que circulan estos días como información confidencial”. Asegura Egin que ha tratado de ponerse en contacto con Esnaola, pero “está de vacaciones en una isla del Mediterráneo”. Habla editorialmente sobre “Operaciones anti-ETA”, de un “plan auspiciado por Vera y puesto en práctica por sus embajadores Esnaola y Fandó, y altos jefes de la Policía gala”. Al día siguiente, El Correo Español publica que ETA acusa a Esnaola de intentar forzar una escisión, y que el PNV frenó los planes de Interior de trasladar a España a Etxebeste. Publica El País que Interior está dividido acerca del papel de Azkoiti. Se pregunta Deia si Iñaki Esnaola es un embajador o un mediador. Se pregunta si HB lo defenderá, lo autoexcluirá o le ayudará a exiliarse, como a Kinito, “porque nada hace pensar que Esnaola no siga siendo de HB”. La oficina de prensa de HB da su versión “Ante las informaciones sobre la operación Azkoiti”, “maniobras de los gobiernos encaminadas a buscar fisuras, maniobras desbaratadas precisamente por los propios militantes”, que no hacen sino “entorpecer la deseable negociación”. Egin añade que las Fuerzas de Seguridad del Estado dan por cerrada la vía Azkoiti, y que El País afirma que fueron Esnaola y Fandó quienes propusieron el plan. Una nueva generación se ha hecho cargo de la actual dirección de ETA, aunque dirigentes del PNV piensan que los históricos de ETA controlan todavía parte de las armas y del dinero. El 12 de septiembre, miles de personas se manifiestan en Donostia para pedir la libertad de Julio Iglesias Zamora. El 16, ETA mata en Andoain a un guardia civil jubilado. El 24, Miren Gurutze Ianzi, detenida la víspera por la Guardia Civil, muere en una comisaría de Madrid. El mismo día, Xabier Kalparsoro, arrestado en la misma operación, queda gravemente herido al caer desde una ventana de la comisaría de Indautxu y muere dos días después. El 11 de octubre, J. Iratzar escribe en Egin sobre Kalparsoro “El silencio de los corderos” y da por supuesto que existe una omertá de los media para ocultar “la actuación policial más tenebrosa en la historia de este pueblo”. Afirma que se le aplicaron técnicas sofisticadamente salvajes e inhumanas, y reproduce unos escritos del fallecido que producen escalofríos. El 17 de octubre la Guardia Civil detiene a quince presuntos miembros del aparato de mugas [fronteras] de ETA y a los encargados de robar y armar los coches-bomba; la mayor parte de ellos queda en libertad poco después. Afirma El País que los medios judiciales del País Vasco coinciden en que la mejor preparación policial ha reducido los malos tratos a los detenidos,

porque “a veces dificultaban la entrada de los forenses en las dependencias policiales, cosa hoy impensable, o les decían que algún detenido, que casualmente luego mostraba señales de golpes, había sido ya trasladado a Madrid”. Reconocen ahora que “activistas detenidos llegaron a ser golpeados a sartenazos por airados grupos de mujeres de guardias civiles”. El 19, ETA da muerte en Madrid al general del Ejército del Aire Dionisio Herrero Albiñana. Tras 117 días de secuestro, ETA libera a Julio Iglesias Zamora, una vez acordado el rescate. Explota en el aparcamiento al aire libre de RENFE, en Barcelona, un coche-bomba, lo que es interpretado como una muestra de que ETA puede seguir montándolos, a pesar de las recientes detenciones. En esta ocasión, ha tenido buen cuidado de evitar víctimas. Floren Aoiz asegura que la comunicación entre ETA y el Gobierno español nunca se ha interrumpido desde que en 1987 se llevaron a cabo las conversaciones de Argel. Recuerda además que tanto el interlocutor designado por ETA, Eugenio Etxebeste, como una delegación de esa organización, se encuentran ahora mismo en Santo Domingo. “¿Por qué están ahí?”, se pregunta. Se ha sabido también que recientemente una delegación de la Fundación Gernika Gogoratuz –donde la Policía cuenta, por cierto, con un ‘topo’– y el eurodiputado de HB, Karmelo Landa, se reunió con Antxon y le llevaron un mensaje del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, pidiendo una tregua. Acusada de ahuyentar a los empresarios, ETA hace público un comunicado dirigiendo las responsabilidades de la crisis económica a sus “verdaderos culpables”. La campaña pacifista del lazo azul ha sido intensa mientras Julio Iglesias ha estado secuestrado. Martín Garitano subraya la coincidencia en ella, “al fin”, de Mario Onaindia y Martín Villa. Egin se refiere al libro de Pepe Rei y Edurne San Martín “Las redes vascas del narcotráfico” y pone en boca de Juan José Etxabe que “Galindo me ofreció impunidad. A cambio del tabaco, debía colaborar para acabar con los ´malos’ de ETA. Le contesté que la sangre de mi mujer y de mi hermano no tenían precio”. Sigue Egin recogiendo pasajes del libro de Rei y San Martín: “Patrick es el gran capo del tabaco y la droga. En el listado de la USE de la Guardia Civil aparecen dos socios de Santamaría y un guardaespaldas de Bandrés”. Dicen de Juan José Etxabe, Santamaría, etc., que eran ‘tabaqueros’. Dicen que Iñaki Aierbe ha afirmado que “la Guardia Civil quiere esparcir mierda con un ventilador”. No le preocupa aparecer como contrabandista de tabaco, pero no de narcotráfico: “De Plomos, todo el mundo conoce su catadura”. Plomos está ya en la lista de objetivos de ETA. Abc se hace eco de la carta en la que “El jefe de ETA renuncia

a la lucha armada y pide a los pistoleros que dejen de matar”. Se refiere a la carta que Txelis ha escrito defendiendo las vías políticas y reconociendo que han cometido “demasiados crímenes”. Escribe El País en editorial en relación con la “Conciencia de Txelis”, que se ha citado con frecuencia que Txomin Iturbe hizo a mediados de la década pasada y a través del PNV una oferta de negociar que el Gobierno español no atendió. “Pero tal oferta solo llegó cuando el famoso activista fue detenido”, de donde deduce que por eso sigue siendo necesario que más activistas se paren a pensar en prisión, como Txelis. El País ha visto “Las orejas de El Lobo”, espiando para el CESID de Manglano en La Vanguardia. El Lobo en cuestión es Mikel Lejarza, el infiltrado que llevó a la muerte y a la cárcel a varios liberados de ETA político-militar. El Diario de Navarra titula con palabras de Juan María Atutxa: “ETA está en suspensión de pagos”. El final no está próximo, pero lo ve posible el consejero para la próxima legislatura. Ha hecho también una afirmación rotunda: “Antes, los jefes estaban al otro lado; ahora, en KAS. No tengo pruebas, pero sí tengo la constancia”. Al atentado contra el Sargento Mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea y su fallecimiento unos días más tarde, le venían haciendo la crónica desde hacía tiempo. Le disparan cerca de su domicilio en Bilbo, dentro del coche, cuando se dispone a llevar al hijo de su mujer al colegio. HB, muy incómoda, no calla, contraataca con una nota en la que denuncia los distintos raseros para medir “las diversas expresiones de violencia”. Escribe que “los que ahora gritan, histéricos, alentaron con su silencio la persecución política lanzada desde la Ertzantza contra la Izquierda Abertzale, por parte de un sector encabezado precisamente por Joseba Goikoetxea”. Al consejero de Interior Juan María Atutxa le reprochan “sus pocas luces y moral”. Al lehendakari Ardanza, su nulidad política y que, como Corcuera, apuesta por el cierre de Egin. Dicen sin embargo estar “convencidos de que aún existen en el PNV militantes que tienen más cordura que todo el EBB junto” y aseguran creer que “han entendido que este atentado no puede entenderse de otra forma que dentro del contexto de la violencia política que su partido está desarrollando”. Juan María Atutxa responsabiliza del atentado a los estrategas de KAS, a Herri Batasuna, como “pantalla de la banda terrorista”, y a “los carroñeros de Egin que venían lubricando desde hace tiempo los gatillos de ciertas pistolas”. “Vascos contra Vascos”, ETA ha abierto un nuevo frente en su retaguardia y sus balas han alcanzado el corazón del PNV, escribe el especialista en asuntos vascos Antoni Batista en La Vanguardia. El dirigente de LAB y HB Rafa Díez manifiesta que “hay que hallar marcos de diálogo”, que las reacciones al atentado solo sirven para avivar el conflicto, y

que algunas de ellas parecen hacer más responsables a los trabajadores de Egin que a los militantes de ETA. El 30 de noviembre, ETA reivindica “la ejecución” de Goikoetxea y anuncia que no hará distinciones entre torturadores españoles y vascos. Egin recoge la denuncia de HB por la actitud del PNV y su felicitación a la sociedad vasca por la serenidad con que ha reaccionado, desoyendo “llamamientos airados a la venganza”. Al día siguiente, con una orden del juez Bueren, la Ertzaintza entra en las dependencias del diario en Bilbo y Hernani y registra cuatro despachos, explicándolo en la búsqueda de datos sobre la red de extorsión de ETA. Entre los papeles incautados a Carlos Almorza han aparecido informes de la empresa de investigación Incresa para Pepe Rei. El 2 de diciembre, Juan María Atutxa declara en El Mundo que “Votar a HB supone coparticipar en la bala que ha matado a Goikoetxea” y expresa el convencimiento de que vivirá el fin de ETA desde su casa y de que ETA aún perdurará una legislatura. Egin manifiesta en un editorial que la campaña en su contra que empezó el ministro Corcuera, siguieron Ardanza, Atutxa y portavoces políticos y policiales, y “todo hay que decirlo”, algunos medios de comunicación, le parece intolerable: había ganas de entrar en el periódico, y han encontrado un pretexto. Jabier Salutregi, su director, explica en El Correo Español que “los informes [incautados] sirven para contrastar nuestros trabajos”. Añade que “por mucho que lo han intentado, nunca han podido probar una relación entre ETA y Egin”. Le pregunta el periodista Juan Carlos Viloria qué opina de esas afirmaciones que aseguran que, si se cerrara Egin, los otros periódicos no durarían tres días en la calle, y responde: “Sinceramente, no había escuchado tamaña barbaridad”. El director de El Correo, José Antonio Zarzalejos, opina que el cierre del periódico no es jurídicamente posible, es políticamente erróneo, y sería peor el remedio que la enfermedad. J. Iratzar deduce de las reacciones que se han producido que “hemos acertado: solo así se entiende este feroz y descomunal ataque” Joxe Austin Arrieta, escritor, exparlamentario en Gasteiz y concejal de HB en Donostia, expresa su rechazo al atentado contra Joseba Goikoetxea y al secuestro de Julio Iglesias, y comunica a la dirección de su formación que se baja del tren, en marcha. El también concejal en Donostia del Partido Popular Gregorio Ordóñez critica que Arrieta lo diga ahora, y para evitar el enfrentamiento entre vascos, como si entendiera que solo son vascos los nacionalistas. El País lo resume en que “Un parlamentario de HB acusa a ETA de buscar el enfrentamiento civil”: “nos pasamos años y años insistiendo en que debemos evitar el enfrentamiento civil, y ahora va ETA y se carga a un ertzaina que, por

muy lo que sea, no es más que un agente estatutario”, ha dicho Arrieta. Al hacerse pública la carta en los medios de comunicación, aclara este que la ha enviado a la sede de Herri Batasuna y ha sido interceptada por la Policía. Lo interpreta como un nuevo episodio de guerra sucia. Es consciente de que su decisión le puede llevar al “auto-aniquilamiento”, fruto del sentimiento de “autoculpabilidad, las dudas, la angustia cotidiana de no poder identificarme con ninguna referencia colectiva”. Dice también que se siente orgulloso de ser militante de HB. Interpreta Patxo Unzueta que “ser de HB ya no es gratis”, y subraya que el motivo de la disidencia de Joxe Austin Arrieta es político y no moral; él, como otros disidentes de la izquierda abertzale, lo que parece añorar son las antiguas “ekintzas limpias”. ETA le dedica un comunicado al PNV, le dice que él “sí ha matado y siempre a abertzales”, en referencia a que “vendió a miles de gudaris en Santoña, y muchos de ellos fueron asesinados por fascistas españoles”. Le reprocha haber dado muerte al sentimiento abertzale de mucha gente, y con ello “ha matado a muchos hijos e hijas de este pueblo que han luchado por Euskal Herria”. Le hace responsable de la muerte por parte de la Ertzaintza del militante de ETA Tturko, del cierre del astillero Euskalduna, de haber ‘señalado’ a Josu Muguruza, de haber acusado a Egin-HB-KAS de ser responsables de la muerte de Goikoetxea, “cuando sabe perfectamente que la responsabilidad es de ETA”. En relación a esta muerte, ETA manifiesta: “al parecer, tener el apellido Goikoetxea o tener 18 apellidos vascos da carné de honradez y justifica cualquier cosa. También se apellidaba Goikoetxea el ingeniero bilbaíno que facilitó la entrada al Ejército de Franco durante la Guerra Civil”. Koldo Gorostiaga afirma en Egin que, a la hora de analizar la lucha armada, “nos pueden las vísceras”. El 14 de diciembre, KAS llama “tonto útil”, deseoso de notoriedad, a Julen Madariaga, porque ha difundido en Gure Irratia ‘tres mentiras’: que lo de Joseba Goikoetxea es cosa de KAS, que la guerra está perdida, que Madrid tiene una propuesta de paz. A KAS le parece muy grave su cobertura política al PSOE y al PNV, y le conmina a rectificar públicamente. Dos días más tarde, escribe Mikel Atxaga en Deia: “Orain arte Ardanza, Atutxa, Arzalluz eta abarrek esaten zuten KASek agintzen zuela. Baina Julen Madariaga ere iritzi berekoa agertu zaigu orain, ‘Goikoetxearen kontrako erasoa KASen kontua’ zela uste baitu, ez ETArena” [Hasta ahora eran Ardanza, Atutxa, Arzalluz y similares los que decían que era KAS la que mandaba. Pero ahora también Julen Madariaga se nos ha manifestado del mismo parecer, pues piensa que el ataque a Goikoetxea es cosa de KAS, y no de ETA].

A Mario Onaindia le parece que el panorama que deja 1993 es el adecuado para intentar una maniobra osada, que de paso descoloque al PNV. Vicepresidente del PSE-EE-PSOE ahora, considera que es un momento oportuno para romper el aislamiento político de HB. Más o menos por su cuenta, ofrece a HB una negociación política si antes consigue una tregua de ETA. Frente a la tesis de que es con la organización armada con la que hay que negociar, opina él que su descalabro trasfiere la fuerza a los civiles de la izquierda abertzale. A su juicio, la llamada vía Azkoiti no es sino un intento más de dar el protagonismo a ETA, a su vieja guardia, potenciando así el militarismo y el plegamiento de HB, además de beneficiar al PNV, al colocarle en el centro de la solución del problema. El PNV se manifiesta perplejo por la maniobra del PSOE. Ramón Jáuregui, presidente de PSE-EE-PSOE, aclara que las cosas serán un día como su vicepresidente imagina, pero opina que no es la forma ni el momento de plantearlo. Ardanza estudia convocar el Pacto para recibir explicaciones de Onaindia. Arzalluz manifiesta que, en estos momentos, el PNV no tiene nada que decir ni a HB ni a ETA y califica de poco afortunado el deseo del PSOE vasco. Se asegura en la prensa madrileña que el ministro del Interior, Antoni Asunción, prohibió a Vera y Benegas acudir a una reunión con dirigentes de HB, que había sido pedida por escrito el 30 de noviembre, presentándose como intermediarios nombrados por ETA. El 17 de enero, Egin asegura que Onaindia ha hecho una oferta a KAS, le ha propuesto un marco de comunicación y análisis político, y KAS le ha contestado que los sujetos de esa comunicación son HB y ETA. El Periódico de Barcelona ha publicado que el ministro Asunción se propone un viraje táctico: terminar el diálogo que Interior ha mantenido con los sectores más proclives a poner fin a la violencia; volver a la ortodoxia, e insistir en la colaboración con Francia, la dispersión de los presos y la unidad de las fuerzas políticas en torno a la Mesa de Ajuria Enea. Su giro táctico persigue el aislamiento del sector de HB agrupado en KAS que, a decir del ministro, impone sus tesis también en la propia ETA. El Periódico aventura nombres de los principales responsables: Floren Aoiz, Rufi Etxeberria, Rafael Díez, José María Olarra, Xanti Val, Jone Gorizelaia, Roberto Sampedro. Antoni Asunción, que viene profesionalmente de ese mundo, se dispone a hacer de la dispersión pieza básica de la presión contra los 570 presos de ETA. El 13 de enero, el corresponsal del diario en Pamplona, José Luis Santacilia, desvela que el PNV participa desde hace varios años en gestiones ante presos y familiares para facilitar su reinserción. Afirma que las gestiones empezaron hace más de cuatro

años, después del fracaso de las negociaciones de Argel en 1989 y el inicio de la dispersión penitenciaria, puesta en práctica por el entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica, y el director general de Instituciones Penitenciarias de aquel momento, Antoni Asunción. “La colaboración de este con el PNV ha sido constante”, sostiene Santacilia, aunque no haya estado exenta de “chascos”, por la falta de audacia a la hora de conceder beneficios penitenciarios, “a fin de animar a los reclusos a enfrentarse al colectivo etarra”. El pasado mes de noviembre, los dirigentes del PNV esperaban que una cincuentena de presos recibiera diversos beneficios penitenciarios, y “su desconcierto fue considerable al comprobar que ninguno de ellos logró salir de la cárcel”. Egin, convulsionado esos días por graves problemas laborales con sus trabajadores, aborda la cuestión el 19 de enero una vez conocida esta información, denuncia que el PNV trata de ocultar su propia responsabilidad en la dispersión y le acusa de usar el sufrimiento humano para forzar el arrepentimiento. El periodista de Egin Dani Mendizabal ve a la Ertzaintza en la senda del enfrentamiento; dice saber de tensiones internas en vísperas de su despliegue en Donostia, asegura que los AVCS o ‘ekintzas’ son el grupo más puramente político-militar, “son el brazo armado del PNV”. Citando fuentes de la izquierda abertzale, asegura que, a pesar de los reiterados llamamientos de ETA, desde el PNV se insiste en enfrentar a la Ertzaintza con la izquierda abertzale. Mario Onaindia persiste en su proyecto, aclara sus ideas de comienzos de año, sostiene que cuanto más débil esté ETA, más posibilidades hay de que HB pueda incorporarse al juego democrático, “o dicho de otro modo, una democracia en la que entren todos, incluso los que, nominalmente, han apoyado el terrorismo”. Lo explica audazmente también, o sobre todo, en Egin, el 19 de febrero de 1994: “Para que la evolución no represente alguna escisión –lo cual sería desastroso, pues representaría el volver a empezar lo ocurrido en las otras experiencias– ETA tiene que tener un papel que favorezca la legitimación del proceso de adaptación del MLNV a la democracia, pero difícilmente puede tener un papel de vanguardia ideológica”. Reflexiona Tasio Erkizia sobre el reagrupamiento de la izquierda abertzale, aboga por realizar un esfuerzo de apertura y flexibilidad que posibilite un reagrupamiento de importantes sectores –la acumulación de fuerzas– a partir de mínimos, frente a la estrategia del sistema de dividir a los abertzales y a la izquierda, “en base a la falsa dicotomía de demócratasviolentos”. Txillardegi ve en este momento a los independentistas más fuertes que nunca, ve muchas razones “para sentirnos optimistas”; advierte que el ‘barco autonómico’ es un barco que se hunde, y anima a olvidarse de él y del PNV, del

que dice que nunca fue mayoritariamente abertzale; se acuerda también de que “las alienaciones izquierdosas están de capa caída” y propone el modelo del sindicalismo abertzale como pauta a seguir por los grupos políticos y culturales. Herri Batasuna y KAS no han tardado en percatarse de que Elkarri es un movimiento peligroso. Los movimientos de Jonan Fernández, su cabeza más visible, les parecen sumamente graves. El proyecto original lo juzgaron ‘interesante’, pero ahora “quiere mediar, es decir, colocarse en medio, convertirse en un polo de referencia político alternativo a la izquierda abertzale, un polo cada vez más cercano a la órbita del marco constitucional y cada vez más abiertamente crítico con nuestra estrategia”; y eso, a la dirección de HB, le parece inaceptable. A Patxo Unzueta le parece que a Elkarri le ha pasado con HB lo que a Valdano con el Madrid, que se ha excedido en el celo con que ha cumplido su misión. Da por supuesto el periodista que el movimiento en cuestión es un producto de la “factoría KAS”, nacido como elemento de presión sobre la opinión pública en favor de una repetición de la negociación de Argel, y que se ha tomado demasiado en serio su cometido. Unzueta cree ver en Elkarri asimismo una forma discreta de bajarse del carro de ETA sin dar ocasión de ser tachado de traidor a la justa causa; “resultaría así que los estrategas habrían dado, sin proponérselo, con una vía de desagüe de sus propias fuerzas”, escribe. Se dirigen en estos días Itziar Aizpurua y Jokin Gorostidi a los amigos de la izquierda abertzale y también a sus destructores [‘suntsitzaileei ere’] con el mensaje de que está bien la autocrítica, aunque los que no hacen sino criticar, atacar y poner inconvenientes no pueden tenerse por parte de la izquierda abertzale. Joxe María Olarra titula su reflexión “Palabras de diálogo, acciones de confrontación” y sostiene que no debe ser la distensión el único punto de partida, porque esa será una de las consecuencias positivas de abrir el proceso negociador. El punto de partida lo ve en el reconocimiento político de la interlocución de ETA, y en el reconocimiento y las garantías políticas y jurídicas para los titulares de esa interlocución: “todo lo demás serán palabras que se lleva el viento”. Se hace eco Abc, finalizando marzo, de una información de Egin que asegura que ETA envió a Felipe González una carta para reprocharle su falta de seriedad en los contactos con la interlocución de Santo Domingo. Algo de lo manifestado por Ardanza le ha disgustado a Gregorio Ordóñez, porque le ha recordado al lehendakari que ETA es una criatura del PNV y que el nacionalismo ha utilizado durante años a la banda en beneficio de sus reivindicaciones. Está siguiendo Abc con mucho interés los avatares de los refugiados vascos en Uruguay. Cree haber

descubierto que financió con cincuenta mil dólares una emisora de radio tupamara, a cambio de cobertura para organizar su red en Uruguay. J.M. Zuloaga, enviado especial del diario a ese país, dice haber descubierto que una religiosa vasca, Garbiñe Arrieta Galarraga, es la encargada de acoger a los miembros de ETA a su llegada. Asegura asimismo que el dinero para abrir el primer restaurante de los refugiados, el exitoso Boga Boga, llegó de Francia, y que la Policía tiene pruebas de que ETA ha hecho de Uruguay el centro de falsificación de documentos. La prensa española anda muy activa a la hora de descubrir las vergüenzas del nacionalismo vasco. Diario 16 informa con sabor a denuncia que el candidato del PNV a las europeas, Josu Jon Imaz, ha invitado a los jóvenes vascos a la insumisión. El País asegura que Xabier Arzalluz dijo a HB el 26 de abril de 1990 que la Ertzaintza no detenía más etarras por prudencia. Toma como base el acta de una cita secreta que ha caído en manos del Gobierno español. A esa reunión se remiten los que dicen que el presidente del EBB empleó la imagen de la necesidad de sacudir el árbol para que caigan las nueces. También este periódico se interesa por la conexión de ETA con los tupamaros. El coronel Rodríguez Galindo amaga con dimitir, “harto” de aguantar el “linchamiento” al que le someten los nacionalistas vascos, agravado ahora porque la comisión del Congreso que investiga a Roldán ha solicitado la reapertura del Informe del fiscal Navajas que le atribuye conexiones con contrabandistas, además de irregularidades fiscales. El diario El País recuerda que, al margen de los supuestos sobresueldos con cargo a los fondos reservados, que ningún mando de la lucha antiterrorista admite en público, amigos de Rodríguez Galindo estiman en unos 40 millones el dinero extra que por encima de su sueldo de coronel ​–unas 340.000 pesetas mensuales netas– ha percibido en estos años por conceptos como plus de peligrosidad, pensiones por condecoraciones, una indemnización, alquiler de sus viviendas. Solo ha quedado acreditada la relación amistosa del coronel con el contrabandista Luis Astiazaran Iraola, añade el diario, que “se rompe, precisamente, al tener conocimiento de algunas noticias que le relacionaban con actividades ilícitas”. El Partido Popular no duda en acusar al PNV de propiciar la dimisión del coronel e interpreta que pedir el Informe Navajas, como ha hecho, “solo sirve de apoyo a ETA”. El 28 de abril ETA mata en Trapagaran a un guardia civil, y la Policía detiene ese mismo día en Catalunya a Felipe San Epifanio, Pipe, exmiembro de la Mesa Nacional de HB y responsable del comando Barcelona, al que atribuyen la muerte a tiros de un coronel del Ejército el 7 de febrero y el atentado con granadas contra el Gobierno Militar de Barcelona del 19 de abril, que mató a un transeúnte. La

prensa recuerda que comenzó como activista en Jarrai, fue detenido y condenado a cuatro meses por incendio y desórdenes públicos en 1984, y estaba buscado por dirigir el aparato de finanzas de ETA que desarticuló la Ertzaintza en 1991. Información suministrada por la Policía asegura que en el verano de 1993 fue relevado de la cúpula de ETA por ordenar un atentado con siete víctimas mortales cuando se estaba negociando una tregua. ETA publica un comunicado el 30 de abril en el que manifiesta que es hora de tener “fuerza e iniciativa”. En esta misma fecha se conoce que el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán no ha comparecido ante la juez que sigue su causa, y se halla en paradero desconocido. Se fuga con sus dineros y sus secretos Roldán, y el ministro del Interior Antoni Asunción dimite. Felipe González le traspasa su cartera a Juan Alberto Belloch, que se convierte así en bi-ministro. El exjuez aparece ahora, a decir de la abogada y periodista Teresa Uriarte, que le conoce bien de sus tiempos de Bilbo, como “el oráculo del presidente”. El Correo le encomienda un reportaje, y escribe: “Nada más opuesto a la alfombrada estancia del Palacio de San Bernardo, que el local sin ventanas, alquilado, en un bajo de la Alameda de Recalde, en Bilbao, en donde a mediados de la década de los 80 Juan Alberto Belloch y su mujer, Maite, gestaron con Luciano Rincón, José Luis Zalbide, Jesús María Eguiluz, Juan Luis Ibarra y otras amigas y amigos, la Asociación Pro Derechos Humanos de Euskadi. En aquel cuartucho los panfletos se confeccionaban artesanalmente y el suelo aparecía sembrado de pilas de folios y carteles. Allí surgió la acertada frase, referida a la violencia de ETA, Ya no me callo”. Teresa Uriarte asegura que en una de esas reuniones, José Luis Zalbide recordó que él había sido el autor del histórico eslogan Que se vayan. En realidad, el autor del eslogan y del libro que lo hace portada es Xabier Sánchez Erauskin, por encargo de los que entonces estaban políticamente cerca de Zalbide. No se equivoca Teresa Uriarte, no obstante, cuando alaba la inteligencia de Zalbide, su imaginación, su capacidad de trabajo, para explicar por qué el biministro se lo ha llevado de asesor a Madrid. También está entre los fieles colaboradores que se lleva Belloch “el escéptico y preparado jurista Juan Luis Ibarra, contrapunto idóneo para frenar al arrollador ministro”, y la viceministra Margarita Robles, “una mujer con enorme capacidad de trabajo y la primera de España en presidir una Audiencia Provincial”. Se hace acompañar asimismo de sus secretarias, una de ellas, Karmele Mujika, ha dejado “estupefacto a Xabier Arzalluz cuando le recibió en perfecto euskera”, a decir de la periodista. La secuencia de muertes de militares en Madrid no se interrumpe. El 23 de

mayo la víctima es un teniente del Ejército. El 29, dos mujeres y un hombre resultan seriamente heridos al estallarles unas carteras-bomba abandonadas en Muskiz y Artxanda. Las autoridades las atribuyen a ETA, o a sus “crías” de KAS, pero son más los que piensan que se trata de un episodio de guerra sucia ajeno al MLNV. Mingote publica en Abc el dibujo de una mujer con la mano amputada y el texto del eslogan que el departamento de Turismo que dirige Rosa Díez usa para promocionar la Comunidad Autónoma Vasca, Ven y cuéntalo, y esta le interpone una querella. Abc asegura posteriormente que se han hallado en poder de ETA artefactos similares a estas carteras-bomba. Sin embargo Elkarri asegura en una nota de prensa que la guerra sucia es la hipótesis que maneja la Ertzaintza. Al día siguiente se puede leer en El Correo que “La autoría de los atentados con carteras bomba enfrenta a Interior, Elkarri y KAS”. Según el viceconsejero de Interior, José Manuel Martiarena, Elkarri ha actuado con frivolidad, “para quedar bien con KAS, porque la Ertzaintza trabaja con la hipótesis de un grupúsculo de apoyo a ETA”. El 1 de junio, a pocos días de las elecciones al Parlamento Europeo, ETA da muerte de cinco tiros al general del Ejército Juan José Hernández Rovira, cuando se apresta a subir al coche camuflado y blindado en el que le espera el soldado conductor, y hace estallar luego el vehículo en el que han huido los autores del atentado. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, da por supuesto que ETA tiene una infraestructura en la capital y pide la colaboración ciudadana y de los medios de comunicación para descubrirla. Empezando junio, Garzón procesa por primera vez a diez activistas de los ‘comandos Y’ de ETA y les imputa la colocación de 16 artefactos explosivos en Vitoria durante 1992, la mitad de ellos dirigidos contra sucursales de Caja Vital. La información sobre estos comandos procedería del ordenador incautado al dirigente de ETA José Luis Álvarez Santacristina, Txelis. Dice la prensa que estos grupos fueron creados en 1991 con los simpatizantes más significados de KAS y que el juez Garzón los ha descrito como diseñados por la dirección de ETA y dotados de una estructura lo suficientemente desarticulada y sin evidencias organizativas como para que fuera imposible demostrar su existencia, procurando que sus acciones tengan una suave tipificación penal aunque económicamente los desperfectos causados sean cuantiosos. El contestado dirigente socialista Ricardo García Damborenea sorprende a todos, menos a Jaime Mayor Oreja, al pedir en un mitin electoral en Zaragoza el voto para el Partido Popular “por razones de higiene pública”. Sale en defensa asimismo de la dirigente popular Mercedes de la Merced, que está siendo

vapuleada en los medios de comunicación por haber dicho que a nadie se le oculta que el Generalísimo Francisco Franco tuvo una gran sensibilidad social, defendió a los pobres, creó la Seguridad Social, y debe estar en la Historia por ello. Se celebran las elecciones europeas el 12 de junio, el Partido Popular obtiene 28 escaños, lo que le supone un ascenso de trece escaños respecto a los comicios de 1989; el PSOE pierde cinco; Izquierda Unida pasa de cuatro a nueve; CiU pasa de 2 a 3, y la Coalición Nacionalista, formada por PNV, CC, UV, PAR, CG y UM, sube de uno a dos escaños. Pierden su representación en el Parlamento Europeo el CDS (tenía 5 asientos), Ruiz Mateos (2), el Partido Andalucista (1), la coalición Izquierda de los Pueblos (1), Herri Batasuna (1) y la coalición por la Europa de los Pueblos (1). Se interpreta en alguna prensa de Madrid como un gran impulso a la reinserción por parte de Belloch, la concesión de semilibertad a doce presos de ETA y el anuncio de que más de treinta exactivistas disfrutan ya del tercer grado. Ejerciendo de ministro del Interior, Belloch toma la decisión de retirar al comisario Ballesteros de la lucha contra ETA e incorporar a policías judiciales en ese empeño; como ministro de Justicia, inaugura el Palacio de Gasteiz; ni reinsertados ni amnistiados, los policías del GAL Amedo y Domínguez pasan a régimen abierto, a pesar de la oposición fiscal y, en breve, al tercer grado. El Tribunal Supremo anula la condena al abogado Alvaro Reizabal. Amnistía Internacional vuelve a denunciar que en España se tortura. El 27 de julio, ETA mata de un tiro en una sociedad de la Parte Vieja de Donostia a José Manuel Olarte Urresti, Plomos o Pistolas, aspirante a ertzaina en la primera promoción, amigo de José Antonio Santamaría e investigado como sospechoso contrabandista y narcotraficante en el Informe Navajas. El gobernador José María Gurruchaga le había prevenido personalmente de que era objetivo de ETA. El País hace balance de la ‘Cruzada’ etarra contra la droga, recuerda que, desde 1980, ha matado a más de 20 personas vinculándolas al narcotráfico. El periódico atribuye a Floren Aoiz, tras la muerte de Plomos, el comentario de que “Hay mucho narcotraficante en la calle protegido por el Gobierno”. En una crítica frontal a la política de reinserción de Belloch, Jaime Mayor Oreja afirma tras este atentado que los asesinos de ETA lo tienen muy claro con este Gobierno socialista: “con arrepentirse, en cinco años están en la calle”. Un coche-bomba accionado a distancia destroza el vehículo blindado del teniente general Francisco Veguillas Elices, director general de Política de Defensa y estrecho colaborador del ministro Narcís Serra, y acaba con su vida, con la de su chofer y la de un trabajador que cargaba una furgoneta cerca del lugar de la explosión. En

medios gubernamentales lo atribuyen a un intento de frenar la política de reinserción con la que el Gobierno intenta debilitar al colectivo de presos etarras. Frente a la habitual unanimidad de las fuerzas políticas en la condena, en esta ocasión, en línea con Mayor Oreja, José María Aznar critica la debilidad del Gobierno central. ETA comunica que el preso José Miguel Latasa ha sido expulsado de la organización. José Antonio López Ruiz, Kubati, acusado como Latasa de la muerte de Yoyes, denuncia la manipulación de la que han sido objeto comentarios suyos y declara su apoyo total a ETA y la lucha armada. El 12 de agosto, El Correo Español asegura que “Presos de ETA piden respaldo social para hacer público su rechazo a la violencia”. De ser cierta la información, se trataría de un importante número de reclusos los que han pedido apoyo a dirigentes políticos vascos. Dos días más tarde, Abc asegura que presos de ETA han pedido a los cabecillas de la banda que ordenen atentados más selectivos y ven en los jóvenes de Jarrai una “fiable cantera” para nutrir comandos. La reinserción ocupa y preocupa a este diario y el 17 de agosto titula: “Mientras Arzallus defiende la reinserción de etarras, los batasunos apalean a dos ertzainas”. Habla también del malestar por la oposición del PNV a que los presos de ETA deban indemnizar a sus víctimas, porque eso dificulta, si no hace imposible, las reinserciones. Siguiendo con su cruzada, Abc afirma que ETA “Prepara una ofensiva criminal, pese a la política de reinserción del Gobierno”. El 22 de agosto, Egin publica un sorprendente artículo de Unai (Henri) Parot, “Selección natural”, en el que sostiene que “Si un pueblo se deja morir, está bien que muera, es que tiene que morir”, y aboga por tener hijos e hijas, que son la esperanza de un pueblo, los únicos objeto de “amor verdadero”. Abc se pasea por Latinoamérica a la caza de etarras, en Uruguay –“La ultraizquierda uruguaya se moviliza para impedir la extradición de etarras”–, en México, y en Venezuela, donde ha sabido que disponen de pasaporte, pueden salir y entrar del país con permiso y han montado empresas de hostelería y pesca. Belloch da seguridades en el último día de agosto de que mientras él sea ministro no se negociará con ETA. Jaime Ignacio Del Burgo presenta en Madrid su libro “Soñando con la paz. Violencia terrorista y nacionalismo vasco”, prologado y acompañado en el acto por José María Aznar. Desde su posición de antinacionalista, pero no de antivasco, se muestra preocupado por la política del Ministerio del Interior, pero en definitiva la paz del País Vasco pasa, a su juicio, por la renuncia a la utopía independentista. Del Burgo defiende que la reinserción vulnera el Estado de

derecho, que es ineficaz porque no ha debilitado la operatividad de ETA, que sigue matando porque piensa que hay una posibilidad de negociación, además de que duda muy seriamente de que un terrorista reinsertado tenga el más mínimo arrepentimiento de sus acciones. Defiende Aznar que no se vence a los terroristas desde la negociación ni desde la debilidad, porque en un Estado de derecho “el principio fundamental es que las penas se cumplan y las deudas se paguen”. La solución la ve el líder del PP en volver a la Constitución como punto de referencia, para desalojar incertidumbres y desasosiegos, y en un pacto para desarrollar la Carta Magna. Uno y otro, junto con Mayor Oreja, están en contra de la posición del PNV sobre la reinserción y atribuyen su postura a la proximidad de las elecciones vascas del 23 de octubre. El ministro Belloch está a favor de la reinserción, y también de que se embarguen sus bienes a los condenados a pagar indemnizaciones. Coincidiendo con la reunión del Pacto antiterrorista de Madrid se recuerda que en este, a diferencia del de Ajuria Enea, no habla de reinserción. Jon Idigoras y Jone Goirizelaia viajan a la capital, reúnen a la prensa, previenen que el Pacto solo va a traer más problemas. La intervención de la Guardia Civil en la fiesta del ‘Nafarroa Oinez’ de este año de 1994, celebrada en Bera de Bidasoa, es calificada de brutal por HB, PNV y EA, pero no por el ministro Juan Alberto Belloch que, en su comparecencia en el Senado para dar cuenta de ella, sostiene que ha sido proporcionada y necesaria para proteger la casa cuartel y a los que en ella viven. Para el bi-ministro, la responsabilidad de los incidentes es de HB y de sus grupos afines. La carga de la Guardia Civil con botes de humo y pelotas de goma, en un recinto en el que se concentran miles de familias, provoca decenas de heridos y centenares de contusionados. Las ikastolas exigen sin éxito que se rectifique públicamente la versión oficial de los incidentes, que no se ajusta en absoluto a la realidad. Para el periodista de Abc sucedió que un grupo de exaltados lanzó botellas contra el cuartel de la Benemérita. Con fecha de 24 de septiembre se conoce una comunicación de “ETA a los compañeros de HB”. Se trata de una reconvención por unas críticas recibidas desde HB que la dirección de ETA considera de escaso equilibrio colectivo y mínima madurez. A su juicio, el camino de HB estos últimos meses conduce al suicidio, por eso que una sacudida, así sea dolorosa, le parece necesaria. Cuenta con que “este pequeño aviso no provoque dimisiones, desánimos, ni este tipo de posturas inadmisibles” y lo acaba con una fórmula de compromiso, pidiéndoles que se cuiden, que continúen dando duro. En esta misma fecha, en un escrito que titula “Yo os acuso”, Antton López Ruiz, Kubati, afirma y se reafirma en Egin

diciendo que quien le conoce ya sabe de su fidelidad a ETA y “a la heroica lucha que desarrolla”; se permite también una maldad en su descargo: “somos más caballeros que vosotros. Podría contar cómo Atutxa venía a pagar el impuesto mansamente con calcetines de distintos colores”; a modo de síntesis, dice que “sólo quiero acusaros de querer ser verdugos de la honradez y del amor a unas siglas: ETA”. Son días previos al ‘Gudari Eguna’, que lleva el lema este 1994 de “Borroka da bidea”. Actuando de portavoz de KAS, Maitane Intxaurraga proclama que sólo hay un camino para liberar Euskal Herria, que como lo presos no se reinsertan, pretenden reinsertar a HB; que ETA lo dejaría si hubiera garantías de que el Estado respetaría “nuestros derechos democráticos”. Habla Xabier Alegría en Lezo, recuerda que más de 160 militantes han dejado la vida y denuncia que los pactos de Madrid, Ajuria-Enea e Iruñea intentaron la victoria policial en Bidarte e intenta ahora convertir a HB en un “reinsertado político”. Llegan desde Santo Domingo las propuestas de Etxebeste, describe las bases del proceso de negociación que, según Karmelo Landa, ETA está dispuesta a afrontar. Belloch da argumentos a favor de la reinserción individualizada, porque niega el carácter político de ETA. Explica en El Correo que tratan de convencer a los etarras de que no son delincuentes especiales y de que sólo pueden acogerse a los beneficios penitenciarios uno por uno. En relación a la política de dispersión, deja claro que va a continuar y recomienda hablar lo menos posible de ella, tras explicar que persigue que los presos se atrevan a asumir su libertad y a ejercerla, porque de lo contrario no se están reinsertando. El ministro hace un nombramiento arriesgado al poner de gobernador civil de Guipúzcoa a Juan María Jauregi Apalategi, un euskaldun de 43 años, exmilitante de una de las escisiones de ETA de tiempos del franquismo. Entre sus primeras declaraciones, una le llama la atención a la periodista de El País Aurora Intxausti: “La historia va a tener que hacer justicia a la Guardia Civil”. Escribe Alberto Surio en el Diario Vasco que el exministro Enrique Múgica respalda ante Belloch la negociación con la izquierda abertzale, convencido de que el final policial no existe. Asegura Surio que “La vía Eguiguren reabre en HB y KAS la expectativa de diálogo con el PSOE”. No tarde en terciar Abc para hablar de la preocupación que hay en el PP por la política de Interior: “La mayoría de los nombramientos en la Policía han recaído en comunistas y sindicalistas”, titula. Se refiere, naturalmente, a Juan María Jauregi, “El gobernador, del PCE a La Cumbre”. Habla también de José Luis Zalbide Zalaberria, “El asesor, de etarra a banquero”. Alfonso Ussia le dedica una columna, ‘El asesor’, recuerda su

pasado en ETA, sus escritos, sus ‘atracos’, para concluir que tiene que dejar de asesorar, inmediatamente. Cuando falta una semana para las elecciones autonómicas, HB recupera a sus miembros fundadores para dar imagen de continuidad y unidad, reuniendo a los supervivientes de la Junta de Apoyo en el origen de la formación en 1978. Piden éstos el voto para HB, porque el compromiso entonces adquirido sigue a su entender vigente. Más de 200 personalidades de la política, la cultura, el deporte, asumen su emplazamiento a favor de una Euskal Herria de izquierdas y abertzale. Las elecciones del 13 de octubre en la Comunidad Autónoma Vasca no deparan grandes sorpresas, ni por el afianzamiento del PNV, ni por el descenso de los socialistas, que no obtienen beneficio electoral de la fusión con EE. Mejora sus resultados la alavesa UA, mejora IU, se mantiene PP, recuperan en parte HB y EA. Abc ha seguido la jornada en “la cuna de ETA” y asegura que los pro-etarras vigilan los colegios y casi todos van con la papeleta preparada. “Las cabinas brillan por su ausencia en el Goyerri”, asegura. Lo aprovecha para hablar de crisis en la eficacia policial, y para hacer una biografía del más “sanguinario”, de Pakito. Empieza el baile para la formación de un nuevo Gobierno, con Ardanza al frente. Ramón Jáuregui, al mismo tiempo que se responsabiliza del fracaso electoral, manifiesta que no quiere saber nada de compartir gobierno con EA. En declaraciones a Egunkaria, Floren Aoiz analiza los resultados del PNV, afirma que su fuerza está limitada a Bizkaia y, en relación al abandono de las armas en Irlanda, dice que ha sido la consecuencia de un cambio en la situación. El periodista de Egin Fernando Alonso entrevista al portavoz de KAS Xabier Alegria y elige como titular central que “Comienza la reconstrucción nacional vasca”, tras una etapa demasiado larga resistiendo, “a la espera de que una evolución global abriese las puertas para empezar a trabajar más apegados a la realidad”. Alegria afirma que al PNV se le ha terminado el crédito en el mundo abertzale, que los medios de comunicación son parte activa de la represión, que no se dan las condiciones mínimas para dar paso al diálogo. Germán Novas y Joseba Gorri, identificados como miembros de KAS, escriben en Egin el 15 de noviembre que “la confrontación con el PNV es inevitable. Y diríamos que inaplazable”. Del PNV opinan que siempre fue así: “la representación política de la parte hegemónica de la burguesía autóctona; combatiéndolo, combatimos al Estado”. El 17 de noviembre, detienen en Toulon, cerca de Marsella, a Félix López de la Calle, Mobutu, al que la Policía presenta como el responsable del aparato militar de ETA. Y con él, a otros cuatro militantes, que estarían planificando una

ofensiva de la organización. A decir del Ministerio de Justicia e Interior se trata de la operación policial más importante desde Bidarte. El que dispusieran de un piso en la Costa Azul hace pensar a la Policía que ETA ha ampliado a otras zonas del hexágono su infraestructura, tras las redadas policiales practicadas en Bretaña. Al día siguiente, el militante de ETA Ángel Irazabalbeitia muere y su compañera Lourdes Txurruka resulta herida en un enfrentamiento con la Ertzaintza, del que también un ertzaina sale herido. Detienen, asimismo, al que es tenido por jefe de este ‘comando Vizcaya’, José Luis Martín Carmona, inutilizado por la pérdida de sus gafas. Se les atribuye el intento de dar muerte a un sargento de Infantería en Larrabetzu, que al verse encañado ha optado por abrir fuego y huir. La Ertzaintza ha dado con el comando después de una rocambolesca huida por el Txorierri y un aparatoso accidente de tráfico. KAS emite un comunicado, “La Ertzantza ha vuelto a asesinar”, y añade que la izquierda abertzale ha tenido siempre una preocupación especial en esta cuestión, pero el PNV ha ido dando saltos cualitativos hasta convertirse en sustituta de la Guardia Civil. Responde Joseba Egibar y asegura que el PNV “no nació para morir arrodillado ante los que empuñan las armas”. La plataforma de la Ertzaintza ‘Hemen Gaude’ acusa a KAS de manipular cínicamente los sucesos de Loiu. Al EBB del PNV no se le oculta la gravedad de la situación, responde solemne y contundentemente a KAS, dice haber tomado nota puntual de las amenazas proferidas por “el Sr. Alegría, el Sr. Idígoras, y el Sr. Aoiz y en los escritos internos de KAS o de HB”. Floren Aoiz y Roberto Sampedro afirman que la Ertzaintza no se ha encontrado con ETA, sino que ha ido a buscarla, y responsabilizan de ello a la dirección del PNV. Aparecen en Bilbo provocadoras, insultantes y anónimas pintadas contra dirigentes de HB y KAS, en especial contra Idigoras y Aoiz, así como contra la memoria de militantes de ETA muertos. A Ramón Jáuregui, le parece que el enfrentamiento dentro de la familia nacionalista “tiene aspectos positivos, tales como las operaciones en Vizcaya y en Toulon”. Alizia Stürtze, una firma habitual en las páginas de opinión de Egin, escribe sobre enemigos y adversarios, sobre el PNV y los intereses de clase. Le advierte a la izquierda abertzale que debe saber elegir las herramientas más adecuadas para hacer frente a esta peligrosa situación y no caer en el discurso populista y amenazante de Xabier Alegría en Soraluze, que no hace sino dar bazas al poder. Le parece increíble la agresividad post electoral del PNV contra la izquierda abertzale, “su apocalíptico empeño en clamar venganza y en ver amenazas de muerte ahí donde lo que hay es crítica política; su no disimulado

deseo de que corra la sangre entre los vascos (colocando a Atutxa de señuelo); la total manipulación de los medios de comunicación”. También participa en la reflexión otro habitual, Iñaki Gil de San Vicente, que se presenta como militante de KAS. Recuerda la necesidad de la teoría, arremete “contra los siervos regionalistas de los Estados que nos dividen”, constata la ausencia de una respuesta teórica, una vertebración mínima necesaria, a pesar de que el MLNV reflexiona y debate como nunca antes.

DE MORCILLO A ORDÓÑEZ, CON EL INFORME NAVAJAS DE FONDO Un encapuchado mata en Lasarte a Alfonso Morcillo, jefe de la lucha antidroga en la Policía Local de Donostia, el 15 de diciembre de 1994. Lleva 17 años en la Guardia Municipal, de la que es sargento desde hace un año, y compagina su trabajo con los estudios de Derecho en la Universidad del País Vasco. Aunque su quehacer está dirigido al tráfico de drogas a pequeña escala y a la delincuencia común, alguna prensa sugiere que ETA le ha elegido como objetivo por sus investigaciones de supuestos ‘topos’ dentro de la Policía Municipal actuando como colaboradores de la organización. Otra versión se pregunta por los beneficiados de esta muerte y apuntan hacia un importante desembarco de droga del que el sargento Morcillo ha tenido conocimiento e involucra a influyentes personajes político-policiales. La Guardia Civil detiene dos días más tarde a tres miembros del comando Nafarroa y a ocho colaboradores, y dice haber descubiertos tres pisos francos de ETA, armas y explosivos. Se presenta la operación como un nuevo éxito del equipo del ministro Belloch. Los componentes del comando han sido capturados tras un tiroteo sin heridos en Villaba, pero han venido siendo seguidos desde hace días. Baltasar Garzón ordena detenciones en la cúpula del GAL, y manda a prisión a Julián Sancristóbal tras mantener un careo con Amedo. Preguntan a García Damborenea por el GAL y responde que en el País Vasco las Fuerzas de Seguridad eran las únicas que sostenían el Estado de derecho, y que para el terrorismo hay un antes y un después de los GAL; reconoce que mantenía una estrecha relación con Julián Sancristóbal, para darle todo apoyo moral, pero de Amedo dice no saber nada. Interviene el SUP, Sindicato Unificado de Policía, para recordar igualmente que “sin los GAL, Francia no habría empezado a extraditar etarras”. Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en aquel tiempo, afirma en relación a estos hechos que “cualquier alusión a mi persona lo considero una ofensa”. Felipe González asegura que es “absolutamente imposible” que pueda demostrarse la vinculación de su Gobierno con el GAL. Belloch ratifica por su parte en este final de año de 1994 que el Gobierno “no tiene nada que explicar de los GAL”. La decisión de atentar contra políticos del PP y del PSOE la ha tomado ETA este año, según se desprende de la publicación interna Zuzen 79, después de un

debate interno no exento de dudas y posturas encontradas. Dentro de la izquierda abertzale civil también hay debate, dudas, críticas por el camino emprendido y anunciado. Alex Zarraga Rodríguez lo dice con claridad desde su condición de miembro del grupo Argitzal en un escrito que Egunkaria publica el 12 de enero de 1995, cuando reclama que es tiempo de reflexión para la izquierda abertzale [Hausnarketako garaia ezker abertzalearentzat]. Cuando propone reflexionar sobre la estructuración político-militar de ETA, sobre la progresiva ‘homogeneización’ del Movimiento de Liberación Nacional, sobre todo desde que ETA militar tomó la decisión de convertirse en organización político-militar; desde que la dirección del MLNV decidió asumir de manera exclusiva y hegemónica competencias que su militancia compartía hasta entonces con amplios sectores sociales. Zarraga le hace a ETA una enmienda a la totalidad, cuando sostiene que ni siquiera sus acciones más redondas [borobilenak] se han traducido en frutos: “ya no son pedagógicas”. Frente a la dirección exclusiva de ETA y la dirección del MLNV, recuerda y reclama la responsabilidad de HB en la dirección política, en el combate ideológico. El Diario Vasco asegura que HB ha recriminado a Patxi Zabaleta por desvelar sus desavenencias con la coalición e informa que se ha autoexcluido de la lista electoral por Nafarroa por disentir con la línea oficial. El afectado explica su postura, se felicita por el debate que está teniendo lugar en HB en derredor de Oldartzen. Cuando 1995 nace, el gran tema en los medios de comunicación es el GAL, porque el juez Garzón, algunos medios de comunicación y el PP están interesados, por diferentes motivos y no sin contradicciones, en usarlo contra el Gobierno del PSOE. El ministro Belloch prefiere pensar o decir sin embargo que el ‘caso GAL’ acabará jurídicamente pronto por falta de pruebas y afirma estar convencido de que Felipe González dice la verdad. La posición del exjuez es recibida con sorpresa por amigos y adversarios. Txiki Benegas aborda la defensa de su partido desde otra perspectiva: “Sin ETA no hubieran existido los GAL”. Y añade: “Sancristóbal es un amigo y sería miserable no reconocerlo porque esté en la cárcel”. El Tribunal Supremo, contradiciendo la tesis de Garzón, ratifica en dos sentencias que los GAL no eran un grupo terrorista, porque, a diferencia de la “asociación ilícita”, los terroristas atacan el orden democrático, que no es su caso. La Sala Segunda del Supremo avala también que la Administración no revele el destino de los fondos reservados. El Gobierno del PSOE impone a Barrionuevo, eso sí, que cese en sus ataques a Garzón. Es el 10 de enero cuando El País publica la tensa entrevista de Iñaki Gabilondo a Felipe González en TVE-1 en la que ha afirmado que “ni toleré el GAL, ni lo consentí, ni lo

organicé” y que “si los jueces establecen la responsabilidad de cualquiera, yo asumiré la que me corresponda”. Ha asegurado que es falso que sea el ‘señor X’, y se va a querellar contra quien lo afirme; no ha pestañeado al decir que sabe del GAL, como todo el mundo, lo que dicen los periódicos; que es falso que el Gobierno pagara 200 millones de pesetas a Amedo y Domínguez; no tiene intención de anticipar elecciones y ve la situación económica mejor de lo esperado hace solo seis meses. El País destaca en portada su entrevista con Julián Sancristóbal, en la cárcel de Alcalá-Meco,y titula con que “Garzón participa en una conspiración para reabrir el GAL y derribar a González”. Un atentado que el gobernador civil de Vizcaya califica de ‘kamikaze’ tiene lugar en las oficinas en las que se tramita el DNI en pleno centro de Bilbo, a la una del mediodía del 13 de enero. Dos jóvenes entran y disparan contra los dos policías uniformados de vigilancia, matan a uno y dejan gravemente herido a su compañero. Muy cerca del escenario de los disparos es detenido uno de los agresores, un militante ‘legal’ de ETA. Egibar y Onaindia coinciden en la conveniencia de replantearse la dispersión de presos, pero Ramón Jáuregui corrige prontamente a su compañero de partido y ensalza las virtudes de la medida. ETA describe el GAL como un instrumento más del Estado. A Julián Sancristóbal, el imputado principal por el momento en esta causa, se le da la oportunidad de proclamar su inocencia en una intervención televisada. El 23 de enero, Carlos Bueren se hace cargo de todas las actuaciones del caso, después de que el exsecretario personal de Rafael Vera, Juan de Justo, haya ratificado su recusación del juez Baltasar Garzón, a quien atribuye interés directo en el resultado del proceso. Juan de Justo está acusado de malversación de los fondos reservados de Interior que presuntamente llevó a Suiza para engrosar las cuentas de los expolicías Amedo y Domínguez. El exsecretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, sigue negando que Interior pagase cientos de millones de pesetas de los fondos reservados por defender a policías y guardias civiles, acusación que considera una nueva manipulación. Vera está molesto por la evolución del caso y, aunque le cueste la cárcel, considera estar obligado por ley a no revelar aspectos de su labor en Interior. Pierre Guidoni, embajador francés en los tiempos del GAL, aporta un argumento distinto a favor del Gobierno de Felipe González, al decir que eso era lo peor que le podía ocurrir, en el peor de los momentos. Es decir, que no le venía bien dar luz verde al GAL. ETA mata de un disparo en la nuca a Gregorio Ordóñez, presidente del Partido Popular en Gipuzkoa, parlamentario en Gasteiz, teniente de alcalde y candidato a la alcaldía de Donostia, el 23 de enero de 1995, cuando comía en un restaurante

de la Parte Vieja donostiarra junto a su secretaria María San Gil. La Policía atribuye el atentado al mismo comando que acabó con la vida de Alfonso Morcillo. Josean Izarra escribe en El Mundo que se trata de “una historia que se inició hace ya siete años, cuando un joven político donostiarra, Gregorio Ordóñez, venció a los fantasmas del miedo para abordar una investigación aún hoy pendiente”. Dice Izarra que, 24 horas antes de su muerte, le confesó a Carmen Gurruchaga que tenía “algo gordo” entre manos, y da por supuesto que se trata de lo que ha sabido sobre los infiltrados etarras en la Policía local. Sólo unas horas antes, esa misma mañana, Ordóñez se ha encontrado en la calle con la periodista, y ha coincidido con el parlamentario del PNV Joxe Joan Gonzalez de Txabarri en un programa de radio de la COPE; han caminado luego juntos desde Gros, Gregorio hasta el ayuntamiento, Joxe Joan hasta la sede del PNV, y, en efecto, le ha confesado a este que algo tremendo acaba de saber, que no parece que sea el tema de los ‘topos’ proetarras precisamente. Se lleva Ordóñez el secreto a la tumba, pero el propio Txabarri se queda con la impresión de que, para entender el estado del dirigente del PP, habría que mirar más bien hacia gentes de los que nunca hubiera imaginado algo así. La conmoción es enorme en todos los estamentos. Acelera su regreso de Israel Belloch, lo condena Felipe González desde Bucarest. Los partidos piden calma y unidad. Aznar se desplaza a Donostia. Las condenas subrayan la condición de representante de los ciudadanos del muerto. El Ayuntamiento de San Sebastián declara tres días de luto oficial y llama a una manifestación. El Parlamento vasco convoca un pleno extraordinario y a hacer una declaración institucional de condena. El Congreso de los Diputados suspende todas las actividades previstas para el día. Julio Anguita califica la acción de asesinato fascista contra todo el pueblo vasco, un triste hito en la historia de Euskadi. Margarita Robles, secretaria de Estado de Interior, no ve a nadie a salvo de ETA y cree posible cualquier acción que le suponga una caja de resonancia. Escribe José Luis Barbería en El País que KAS ha logrado imponer sus tesis en la reunión, y HB rechaza incluir términos como lamento y pesar en su comunicado por el asesinato de Ordóñez. Se pregunta Aurora Intxausti qué es KAS, y se responde que dos de cada tres dirigentes de HB pertenecen a la koordinadora. Surgen condenas públicas, personales, también desde HB; surgen respuestas airadas contra ellos, y también adhesiones. Exclama el escritor Andolin Eguskitza: “Ordoñez hil dute, zelako astakeria!” [Han matado a Ordóñez, ¡qué burrada!]. Ander Iturriotz escribe en Egunkaria sobre ‘Estrategia y política’, afirma que “la estrategia militar hace tiempo que perdió en Euskal Herria el apoyo de la

mayoría”, y que en este contexto político ETA le resulta disfuncional a HB. HB exige respeto para su proyecto y sus militantes, pide reflexionar sobre las consecuencias y la situación creada. Recoge Fernando Alonso en Egin palabras de Aoiz: “La clase política nunca ha estado al margen del conflicto” y “si los periodistas se enfadan por nuestra crítica política, que se enfaden”. ETA asume el atentado antes de finalizar el mes y afirma que el PP “se encuentra a la espera de la alternancia para profundizar en la represión ‘democratizada’ por el PSOE”. Habla claro Garaikoetxea cuando afirma que “el GAL es el crimen organizado desde el poder” y dice que no le creyó a Felipe González cuando sostuvo que no organizó ni amparó los GAL. En cambio, Juan María Bandrés no le ve al presidente español organizando el GAL y está ‘estupefacto’ por la hipocresía del PP. Antoni Batista entrevista para La Vanguardia al consejero del nuevo Gobierno Ardanza, Ramón Jáuregui, y recoge sus palabras en relación a los GAL: “Siempre creí que era contraterrorismo hecho por delincuentes pagados por el dinero de la venganza o con el dinero de una supuesta protección anticipada”, y añade que se deje trabajar al juez. Sale de gira por América Felipe González y es allí donde dice que “la democracia también se defiende desde los fondos reservados” –antes había dicho que gato blanco o negro, lo importante es que cace ratones– y recuerda que es su Gobierno el que acabó con los GAL. Garzón recupera el sumario y la vergüenza, y encausa a Damborenea; Vera recusa a Garzón y a Bueren, y recibe el apoyo de Narcís Serra. Tomás y Valiente opina que Garzón debió abstenerse de instruir el caso. Abc afirma que Aznar sugiere que ofreció un trato distinto del caso GAL, pero que Felipe González lo rechazó. El líder del PP estaría dispuesto a silenciar los GAL a cambio de elecciones, según Pilar Urbano, que lo define como un acuerdo “con sabor a tongo”. Felipe González y Álvarez-Cascos se enzarzan en una refriega dialéctica. El general Sáenz de Santa María da su versión: “Los GAL fueron grupos sin organización y no existe el señor X, sino varios señores x con minúscula”; bien situado para saberlo o para ocultarlo, afirma que contra ETA se han usado iguales métodos con el PSOE y con UCD, y añade: “los militares me decían, sabes quiénes son, por qué nos los matas. Me falta munición, son 250 mil, que eran los votos de HB”. Recuerda el general que Fraga resumía en aquella época la ideología de la derecha diciendo que el mejor terrorista es el terrorista muerto, además de que en la lucha contraterrorista, “hay cosas que no se deben hacer; si se hacen, no se deben decir; si se dicen, hay que negarlas”. También los obispos instan a aclarar el caso GAL. Abc es consciente de que Garzón ha puesto a Belloch en un compromiso al pedir los pagos de Interior a

Amedo en la época de Corcuera. Escribe ‘Ovidio’ [Luis María Anson] al respecto: “Dice Anguita que el GAL es producto del pacto de González con el franquismo. ¿Y qué es ETA? Antes que toda cosa, un pacto, un cruce simbiótico, una hibridación, del leninismo comunista con el nacionalismo vasco. Sin esto no habría existido lo otro. El almuédano podría callarse de vez en cuando”. El Correo se ha hecho eco de un presunto documento de KAS en el que se reflexiona sobre la oportunidad de atentar contra periodistas, y la fiscalía lo investiga, a pesar del desmentido de los afectados. Cuando HB da por concluida la primera fase del debate Oldartzen, el Diario Vasco escribe sobre “La cara oculta de KAS”, compuesta, a su decir, por setecientos militantes y cuarenta liberados, con doble militancia en KAS y HB; el diario asegura por otra parte que hay un sector que aglutina el malestar creciente de HB por la falta de autonomía y el poder fáctico de KAS. Egin ve similitudes entres los actuales acontecimientos y los que precedieron a los atentados de Brouard y Muguruza. Observa su periodista Andoni Murga que los medios de comunicación han entrado en juego y cita la frase ‘quien a hierro mata a hierro muere’, escrita por un periódico tras el atentado contra Gregorio Ordóñez. El 15 de febrero, en un acto frente a la cárcel de Iruñea, Floren Aoiz, a cuatro horas del inicio de una nueva campaña electoral, ve a todos contra la izquierda abertzale, a todos los que defienden la lucha armada y violencia de la Guardia Civil, la Policía, la Ertzaintza, el Ejército, y “hasta los GAL: el problema no son los medios, sino los objetivos; a lo que tienen miedo es al independentismo”. I. Zubiria afirma en El Correo que KAS intenta desplazar de las listas electorales a dirigentes históricos de HB de Navarra con una trayectoria política menos radical; asegura que la militancia navarra constituye la vanguardia del sector crítico de HB, aglutinado alrededor de la ponencia ‘Iratzar’. Aurora Intxausti lo traduce en que uno de cada cuatro militantes de HB niega su apoyo a la ponencia más favorable a ETA en el debate interno. La ponencia oficial es la denominada Oldartzen. El responsable de organización de HB, Rufi Etxeberria, aporta datos: el 71,23% de los 5.322 militantes que han participado en las 211 asambleas locales de Nafarroa, Gipuzkoa, Araba y Bizkaia, ha aprobado la ponencia oficial, presentada por la Mesa Nacional. El 16,63% ha votado a favor del texto alternativo, y un 12% se ha abstenido. Rechaza asimismo que la abstención equivalga a un voto de castigo, como pretenden algunos. El 20 de marzo de 1995 se conoce la localización e identificación de los cadáveres de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en el depósito del cementerio municipal de Alicante, a donde habían sido trasladados diez años

antes, tras ser recuperados, semienterrados en cal viva, en un descampado de Busot. Los restos se han conservado gracias a la diligencia de un policía y a la profesionalidad de un forense, jubilado ya; han sido estudiados por el forense Pako Etxeberria, una vez el fiscal Gordillo se ha puesto en contacto con Iruin y este con la familia de los dos jóvenes. Joxean Lasa y Josi Zabala habían sido secuestrados en Baiona el 16 de octubre de 1983, trasladados a dependencias secretas policiales en Donostia, interrogados, torturados, y luego ejecutados. Con ellos empezaron las actividades de lo que se conocería luego como GAL, cuando los socialistas estrenaban su primer mandato en el Gobierno de España. El impacto de la noticia es enorme. Los detalles que se van conociendo sobre el trato que sufrieron son de espanto. Tolosa convoca una huelga general, las protestas se generalizan y radicalizan; en Errenteria, artefactos incendiarios lanzados contra una furgoneta de la Ertzaintza provocan quemaduras de tercer grado al ertzaina Jon Ruiz Sagarna; otros dos ertzainas y dos jóvenes arrollados por el vehículo policial sin control tras el ataque resultan heridos de menos gravedad. Ruiz Sagarna, conductor de la furgoneta, ha recibido el impacto de varios cocteles molotov cargados con gasolina y ácido sulfúrico. La Ertzaintza detiene y acusa a tres jóvenes de haber intervenido en la emboscada. Los representantes socialistas aseguran que los encapuchados “han ido a matar” de manera organizada, y la mayor parte de la prensa ve tras las capuchas a las milicias de Jarrai. Bonifacio de la Cuadra, el especialista en Tribunales de El País, informa de los propósitos del Ejecutivo de ampliar su fuero procesal a los secretarios de Estado y darle carácter retroactivo, en beneficio de unos cuantos de los imputados en el GAL. Entrevistado por Alberto Surio, Mayor Oreja afirma en el Diario Vasco que “cualquier paralelismo entre el BVE y el GAL es pura coincidencia”. Dice también que si el PNV dirige la estrategia por la paz, el terrorismo continuará, porque “el nacionalismo padece el síndrome de Estocolmo con sectores del MLNV”. Aznar le ha anunciado como sucesor de Gregorio Ordóñez, se va a presentar para alcalde en San Sebastián, espera que se convierta en un plebiscito contra el miedo tras el asesinato del edil, cuyo recuerdo no va a explotar pero estará presente. Gurutz Jáuregui escribe “De paquidermos y avestruces” y se pregunta qué más horrores tienen que descubrirse para que Felipe González reconozca su fracaso y se retire. Luis Solana se adentra en un terreno resbaladizo con una reflexión para el Abc sobre Lasa y Zabala, “muertos en el marco de la lucha ilegal contra ETA”. “Yo estoy en contra de toda muerte, pero me preocupa que se considere más importante la

muerte de hace años que se corrigió –parece–, que la muerte que se produjo ayer y que me temo se puede repetir. Herri Batasuna se dice tiene que ver con ETA. ETA asesina de tiempo en tiempo, y todos aceptamos que HB tiene que seguir siendo una coalición política dentro del sistema democrático. El GAL es una operación contra ETA, y todos decimos que es un disparate. He visto la muerte etarra cerca de mi paisaje personal y comprendo a unos y a otros. Lo aseguro. Pero hay quien terminó y quien sigue”. Propone como conclusión que los partidos dejen de lado su cinismo y convenzan a “ciertos periodistas de que una portada vendible no es igual a una portada ética”. Termina con la afirmación de que “los demócratas hemos frenado al GAL. Los fascistas no quieren frenar a ETA”. Ricardo Arqués informa en El Mundo, a comienzos de abril, que ha desaparecido el informe que implicaba a Enrique Rodríguez Galindo en el narcotráfico. Asegura que el exfiscal general Leopoldo Torres facilitó información falsa a los juzgados sobre el Informe Navajas y el ministro Corcuera ordenó que se destruyera. La acusación es grave y directa. Al día siguiente, retoman el asunto en el mismo diario los periodistas Rubio y Cerdán, con un sugerente titular: “Dos asesinados por ETA iban a informar sobre la guerra sucia. Olarte y Santamaría figuraban en el informe”, al que le sigue otro más explícito: “La muerte de Santamaría, aunque fue reivindicada por ETA, sorprendió al oficial de la Benemérita que investigaba…; lo mismo le sucedió con Plomos”. Lo que solo en voz baja se venía comentando, estos periodistas lo hacen público al decir que “Gregorio Ordóñez había confesado unas horas antes de su muerte a la periodista Carmen Gurruchaga que estaba investigando datos de enorme trascendencia sobre el Informe Navajas y la implicación de varios miembros de la Policía Municipal donostiarra con Intxaurrondo”. Le dijo que “había dado con algo muy gordo”. Le adelantó que “Morcillo había llegado a un acuerdo con el fiscal Navajas para que fuera la Policía Municipal la que investigase a la Guardia Civil, con Galindo incluido, en asuntos de narcotráfico, porque no deseaba que interviniera ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional”. Egin da continuidad al tema, recordando que el dossier del Informe Navajas se ha desvanecido y que sigue en cuestión la honorabilidad de Rodríguez Galindo. Xabier Albistur pide la comparecencia en el Congreso del fiscal general, porque “en esto hay algo que huele a podrido”, y el abogado Miguel Castells se querella contra tres exfiscales generales, porque la ‘pérdida’ del informe se ha producido en la Fiscalía General. Asume Abc en abril la defensa del coronel Rodríguez Galindo, víctima a su

decir de las maniobras de proetarras y nacionalistas para desacreditar a la Guardia Civil y sustituirla por la Ertzaintza. El PP, cómodo con el desgaste del PSOE por el caso GAL, reacciona cuando las denuncias afectan a Intxaurrondo. Mayor Oreja llama cobardes, cínicos e hipócritas a los dirigentes del PNV y teme que el partido de Arzalluz busque con estas maniobras un pacto con ETA. Dice Abc que Interior le ha pedido a Galindo que resista la campaña de acoso y continúe en la lucha antiterrorista, porque el coronel ha solicitado el relevo para que las insidias en su contra no afecten a la Guardia Civil. Para el periódico, las campañas atacan al corazón de la vanguardia que lucha contra ETA, con noventa comandos de ETA desarticulados en quince años. Según Abc, nacionalistas y proetarras han resucitado actuaciones judiciales archivadas a fin de debilitar a las unidades que acosan a los terroristas, para que la banda se reorganice. Recuerda el diario que el PNV “llegó a decir” que “el colaborador de ETA Miguel Zabalza había sido asesinado en el cuartel de Intxaurrondo”. En defensa del coronel recuerda que el mismo Galindo, ya en 1989, había denunciado algunas actuaciones ilegales de determinados agentes del cuartel de Intxaurrondo. Atribuye a un colectivo denominado ‘Adore’, dirigido por el exconcejal de HB, Jesús Congil, el intento de reapertura de las diligencias, que primero el juez Andreu y después la Audiencia Provincial de San Sebastián rechazaron. El diputado del PNV Joxe Joan Gonzalez de Txabarri Miranda pide la comparecencia ante la Comisión de Justicia e Interior de la Fiscalía General del Estado para “Informar a la Cámara de las vicisitudes administrativas conocidas en esa Fiscalía entre 1989 y 1995 por la documentación procedente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa” en ella depositadas, conocida popularmente como ‘Informe Navajas’, “en relación a redes de contrabando, narcotráfico y otros, operantes en este territorio, y sus presuntas conexiones con núcleos determinados de las Fuerzas Armadas”. Abc traduce esta petición de información en que el PNV intensifica su campaña por la independencia y contra la Guardia Civil en vísperas del Aberri Eguna. El Correo afirma por su parte que Interior mantiene a Galindo por estrictas razones de operatividad, y que así se lo ha explicado Belloch al consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa. Afirma El País que el Ministerio del Interior descarta a policías y apunta a la implicación de guardias civiles en la muerte de Lasa y Zabala. El atentado mortal de ETA contra un brigada del Ejército cerca del cuartel de Loiola el 10 de abril lo atribuye el gobernador civil Juan María Jauregi al mismo comando que dio muerte a Gregorio Ordóñez. Según otras fuentes, ha podido ser obra de un grupo satélite de ETA. El movimiento pacifista ‘Gesto por la Paz’ lo

interpreta como que ETA ha iniciado su particular campaña electoral. El 17 de abril, Egin publica una entrevista con la dirección de ETA, en la que la organización plantea su estrategia como la garantía del derecho a la autodeterminación, entendiendo que la lucha armada es el último recurso, y consciente de que la prolongación del conflicto afectará a todos, también a políticos como Gregorio Ordóñez. ETA quiere dejar claro que “el carnet del PNV no es garantía de impunidad para ejercer la represión”. Hay un mensaje también para la izquierda abertzale, cuando dice que las críticas hay que hacerlas dentro de casa, y no en conferencias como la organizada recientemente por Elkarri. No piensa Abc lo mismo en relación a la implicación del PNV, puesto que sostiene que Arzalluz ha asegurado a HB que la Ertzaintza no está impulsando la lucha contra ETA, “más bien, al contrario, la está frenando”. Hace referencia a una reunión de 1990 con ‘batasunos’, en la que habría dicho el presidente del EBB que no era bueno que ETA fuera derrotada. Tampoco se ajusta esta versión con el titular de El País que asegura que “Arzalluz sorprende en el Aberri Eguna al defender que la Guardia Civil siga en Euskadi”. Tampoco con otro titular del Diario Vasco que afirma que el PNV ha dicho que si se investigara a Galindo, el caso Roldán se quedaría pequeño, mientras el Gobierno del PSOE valora ventajas e inconvenientes de ascender a general a Galindo y sacarlo de Intxaurrondo. Tampoco con lo que El Mundo recoge como acusación del PP al PNV, al observar la pretensión de los peneuvistas de constituirse en punto de reencuentro de los nacionalistas vascos, “violentos o no”. Un Aznar que se ve ya en La Moncloa, tercia para decir que no aceptará que la Guardia Civil se retire del País Vasco y critica la triste campaña contra Galindo a fin de conseguir votos. Para Abc está claro que el atentado contra José María Aznar del 19 de abril coincide con una ETA crecida ante la debilidad del Gobierno de Felipe González. El presidente del PP se ha salvado de la explosión del coche-bomba porque se desplaza en un vehículo blindado y porque los miembros del comando han actuado con “cierta precipitación”. Pasa desapercibida en los medios de comunicación la muerte en atentado, ese mismo día, de un desactivador de explosivos en el cuartel abandonado de Endarlatza. J.M. Zuloaga explica en Abc el intento de magnicidio contra Aznar “para acabar con la esperanza de un Gobierno fuerte en España” y añade que mientras el comando Madrid actúa con impunidad, no se persigue a la ‘X’ de ETA. En esta ocasión, el comando ha utilizado un cable para detonar el explosivo, para evitar el inhibidor electrónico. Se puede leer en el periódico que ETA, “en su voracidad criminal, buscó ayer el

magnicidio con un atentado que no solo perseguía segar la vida de José María Aznar, sino desestabilizar la democracia”. El País lo interpreta como un atentado contra la alternancia política y resucita la entrevista que Egunkaria le ha hecho a la dirección de ETA en la que, en relación a la muerte de Ordóñez, afirmaba que pretendía atentar contra los políticos responsables de la prolongación del conflicto y advertía que “los políticos profesionales han entendido que las consecuencias de la prolongación del contencioso afectarán a todos”. Se publica una nota de prensa de HB “acerca de los dos acontecimientos más importantes de las últimas horas, esto es, la acción armada contra el presidente del PP y el auto de procesamiento dictado por Garzón contra catorce responsables policiales y políticos de los GAL”. El periodista Pello Urzelai recoge palabras de Floren Aoiz que sostienen que el aberzalismo se ha fortalecido, que nunca se ha hablado tanto de la autodeterminación, aunque el PNV y EA están haciendo a su juicio una utilización oportunista del término. HB ha valorado muy positivamente el Aberri Eguna último, y entiende que la reflexión política que ha hecho ETA es muy interesante. Xabier Arzalluz opina por su parte que el atentado contra Aznar se va a traducir en una mayoría absoluta para el Partido Popular. Ve a ETA en el camino de los polimilis cuando comienza a querer dirigir la política con las bombas. Cree que ETA militar tenía un esquema contra las fuerzas represoras, el Ejército y la Guardia Civil, y de ahí no salía; pero ve a los de ahora que para hacer política “le ponen una bomba al jefe del partido mayor de la oposición, al que posiblemente será presidente del siguiente Gobierno, y lo que hacen es darle mayoría absoluta y hacerle un héroe”. Las reflexiones del presidente del EBB son recogidas con detalle por Abc, también las que dicen que no es su partido sino Franco el que está en el origen de ETA. Llega el comunicado de la organización asumiendo el atentado y concretando una ambiciosa propuesta de negociación política a modo de alternativa democrática. ETA ofrece la posibilidad de un doble diálogo y un alto el fuego, que condiciona al reconocimiento del derecho a la autodeterminación y la integración de Nafarroa en Euskadi. Condiciona el cese de sus atentados al compromiso por parte del Estado de garantizar el respeto a lo que el pueblo vasco decida en una fase posterior. Plantea dos escenarios de negociación, uno entre la propia ETA y el Estado, y otro entre los sindicatos, asociaciones, movimientos sociales, partidos e instituciones vascas. En esa segunda fase, la sociedad vasca decidiría todos los aspectos relacionados con la organización y el futuro de Euskal Herria. Sin abandonar la lucha por la independencia de Euskal Herria y por una sociedad

basada en la justicia social, se muestra dispuesta la dirección de ETA a adecuar su iniciativa a la nueva situación, en la medida en que surjan nuevas condiciones y medios democráticos. Atentando contra Aznar, dice haber atacado a uno de los representantes máximos de la opresión de Euskal Herria y dejado en evidencia la crisis política e institucional que vive el Estado español. Patxi Zabaleta, parlamentario navarro y miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, no comparte, “por convicciones morales, por razones sociales y por razones políticas”, las razones de ETA para matar a Ordóñez e intentarlo con Aznar, y así lo explica en un artículo publicado en Egin. Sostiene que la acción armada no puede interferir en el debate político, y tampoco puede ignorarse ni la existencia de ETA ni los “movimientos pro-paz y la amplísima sensibilidad social en la que se apoyan”. Pello Zubiria y Xabier Letona entrevistan en Argia a Karlos Rodríguez, teniente de alcalde de HB en Bilbo; afirma este que ni ETA ni el Estado, que es la sociedad vasca es la que debe decidir; lo más claro en el reciente comunicado de ETA es en su interpretación el derecho que tiene la sociedad vasca a construir su futuro; defiende que en el proceso de conversaciones para la paz participen desde el primer momento todos los agentes sociales. A la vista del clima creado contra HB y el PNV, Enrique Gil Calvo escribe que es ETA quien mata, no sus votantes; que es inútil ilegalizar Herri Batasuna o enjuiciar a los firmantes de los manifiestos de KAS o, peor aún, es contraproducente; que igual sucede con la actual campaña de culpabilización contra el PNV, que “no piensa en la variable independiente ETA, sino en los votantes de HB”. Antonio García Trevijano vierte sus reflexiones en El Mundo, habla del magnicidio; sostiene que sería una insidia pensar que el PNV está implicado en la violencia de ETA, pero sería una torpeza inexcusable no ver la relación que guardan los atentados de ETA contra el PP con las críticas políticas que dirige a este partido todo el movimiento nacionalista vasco, en el momento que se avecina la sucesión al felipismo. Sus conclusiones son atrevidas y certeras, y dicen así: “Es innegable que los tres momentos culminantes de la política española en los últimos 22 años han sido determinados por ETA. El atentado contra Carrero condicionó de manera decisiva la transición del franquismo a la oligarquía de partidos. Su acción terrorista contra altos mandos militares motivó el golpe del 23 de febrero, que abrió el camino hacia la ocupación del poder por el Partido Socialista. Y el atentado frustrado contra Aznar ha modificado la relación de fuerzas entre los partidos estatales, a favor del nacionalismo español”. La derecha del PP considera por su parte que la

radicalización del PNV ha puesto la lucha anti-ETA en los niveles más bajos de la última década; entiende que la conferencia de paz de Elkarri y las campañas contra la Guardia Civil e Intxaurrondo han agudizado este retroceso; ven a Arzalluz favorable a negociar con HB y ETA, y queriendo dirigir en solitario la estrategia antiterrorista. ETA secuestra el 8 de mayo al empresario vasco José María Aldaia, al que tenía amenazado desde 1991, y amplios sectores de la sociedad vasca lo percibe como un bombazo. Gesto por la Paz y otras organizaciones pacifistas se movilizan de inmediato, salen a la calle ininterrumpidamente, reparten lazos, encabezan una manifestación multitudinaria en Donostia. El Gobierno vasco hace público un sondeo que muestra que el 95% de los vascos está en contra de este secuestro. KAS contraataca, hace pública una nota de prensa en la que afirma que “Euskal Herria es una nación que vive día a día el secuestro de su soberanía y sus derechos democráticos, bajo el chantaje permanente de la violencia de Estado, la tortura y la represión”. Jon Idigoras dice que aquí se secuestra y tortura con el apoyo y el consentimiento de muchos que hoy lucirán el lacito azul, en referencia a los representantes políticos que han hecho un alto en la campaña electoral para sumarse a la manifestación del 20 de mayo en Donostia. Los convocantes y la prensa afecta hablan de una movilización de setenta mil personas, lo que es a todas luces exagerado; Egin habla de 20 mil participantes, que son muchos y tal vez fueran más. Este diario ha titulado “Hoy por uno, mañana por todos”, hoy por Aldaia, mañana por todos los vascos, e informa que han sido 24 mil los que han reclamado la libertad de todos, la de Euskal Herria. J. Pagola calcula en Abc las necesidades de ETA en no menos de dos mil millones de pesetas anuales. Ante la creciente oposición de los empresarios a pagar el chantaje revolucionario, afirma que ETA recurre en mayor medida al secuestro de industriales, al tiempo que extiende sus negocios en Europa y, sobre todo, en Iberoamérica, “donde cuenta con una nutrida colonia que mantiene estrechas relaciones con grupos de delincuentes comunes dedicados a la extorsión, al secuestro, al tráfico de estupefacientes y al atraco”. Interviene el diputado del PNV González de Txabarri el 18 de mayo tras la comparecencia del fiscal general Carlos Granados. Niega que el Informe Navajas haya sido sobreseído y acusa a las distintas instituciones de “complicidad estructural” para enterrarlo. Relata en el Parlamento español que “el día en que asesinaron a Gregorio Ordóñez estuve yo con él, a la mañana, en un debate de la COPE, en San Sebastián. Cuando terminamos el debate, en el que por supuesto no estábamos de acuerdo en nada, fuimos paseando desde el

barrio de Gros, donde está la COPE, en San Sebastián, él al Ayuntamiento donostiarra y yo, a la sede del Partido Nacionalista Vasco. En el viaje fue solo hablando él, todo el rato, de este tema. ¿Sabe lo que me dijo? ‘He llegado a algo muy gordo en este tema, muy gordo. Se me han caído todos los esquemas’. Es mi testimonio contra el de todos los demás, pero es el de una persona que esa misma tarde fue asesinada. Esa misma tarde fue asesinada, señor fiscal general del Estado. Es el testimonio personal de la última conversación, el mismo día que asesinaron a Gregorio Ordóñez en San Sebastián”. Abc lo interpreta como que “El PNV siembra ahora la duda de que ETA asesinara a Ordóñez y a dos personas del informe Navajas”. El fiscal general dice que el Informe se archivó tras ser investigado y, finalmente, admite que el original se ha perdido, pero afirma tener una copia. PSOE y PP sacan la cara al coronel Rodríguez Galindo. Juan Alberto Belloch opina que “se ha hecho un razonable ajuste de cuentas con el pasado y se ha acabado con la impunidad”. Escribe el periodista canario José Luis Morales en Motivos de Actualidad que a Mikel Zabaltza le ahogó, premeditadamente, la Guardia Civil, y que el GAL fue fundado en el Palacio de la Moncloa, el 3 de septiembre de 1983. Escribe también sobre infiltrados y etarras manipulados por Intxaurrondo. El ministro Belloch se reúne con Xabier Arzalluz para recomponer sus relaciones con el PNV. El líder del EBB explica que han hablado sobre pacificación e Intxaurrondo. Abc informa de la expulsión de la Guardia Civil de un capitán y cinco agentes implicados en el ‘caso Linaza’, y se hace eco del malestar en la Benemérita al no habérseles concedido un indulto, cuando desde 1962 han sido indultados sesenta y cinco presos de ETA. Setecientos agentes deberán abandonar la Dirección General de la Guardia Civil si se aprueba la remodelación que propone Belloch, en tanto que la unidad anticorrupción triplicará sus efectivos. Belloch, y Margarita Robles, quieren acabar con la burocracia unida a la desconfianza, la incomunicación y el obscurantismo. El juez pide a Interior un informe sobre la seguridad de Aznar el día en que sufrió el atentado. Benegas dice, y Abc lo recoge, que en la reunión de San Agustín no se habló de negociar con ETA. Egin atribuye al dirigente socialista una nueva oferta a ETA. Abc asegura que “J. Iratzar es, según muchos observadores, el seudónimo colectivo de KAS”, y ha amenazado a los periodistas; “¿están los profesionales de Egin de acuerdo en que ETA asesine a uno de sus compañeros de otros medios?”, pregunta. El editorial de Diario 16 se refiere a que “un amenazante artículo de Egin arremete contra los medios, a los que tilda de ‘instrumentos de guerra del Estado español’. Entre esos ‘instrumentos’ se supone

que KAS incluye a los periódicos que han desvelado el ‘caso GAL’ o que han defendido editorialmente el derecho de Egin a existir. Convendría que lo explicaran”. El periódico de Hernani publica el 25 de mayo una entrevista con los históricos de ETA Pello Ansola y Eloy Uriarte. “No hay que bajar la guardia”, afirman éstos, al tiempo que aconsejan a los jóvenes que se dosifiquen, que se preparen. Desde hace un año, “hemos sufrido dientes de sierra, pero estamos en la punta”, aseguran. Ven bien la unión con los partidos “llamados abertzales”, pero lo importante es la unidad del movimiento de liberación. Los votos importan, dicen, pero no son nada sin el trabajo diario. A su juicio, “en Euskadi se dan unas limitaciones democráticas y mientras no se respeten todos nuestros derechos democráticos la lucha debe continuar, todo el mundo tiene que estar en la brecha”. La afirmación de que “nosotros, los de aquella época, somos exactamente igual que ellos y hoy ellos tienen que aprender del recorrido hecho” no es inocente, y se explica en las críticas que está recibiendo ETA desde sectores históricamente afines. Egin lo recoge con claridad: “La ETA de antes y la de ahora es la misma, y que Arzalluz no diga tonterías”. Abc resume le entrevista en que “Pello el Viejo y el señor Robles animan a ETA a seguir matando”. El 23 de mayo, ETA da a conocer que “un miembro de las fuerzas armadas españolas” que apareció en Baiona en 1989 ha intentado infiltrarse en sus filas. El ‘topo’ en cuestión era tenido por buen militante y decía llamarse Joseph Anido. Lo describen como una persona tímida y solidaria. Una cadena de radio apunta a que se trata de un brigada del Ejército de Tierra destinado en Garellano, pero Defensa lo niega. La prensa española le atribuye haber facilitado la caída de gran parte de la estructura de ETA, haber colaborado en la detención de Mobutu y frecuentar también los ambientes abertzales de San Sebastián. Al parecer, amigos de Anido han viajado a Estrasburgo, donde residen sus padres, los han visitado y han visto una foto de Joseph vestido de uniforme. Se dice de él que llegó a ser el conductor habitual de Txelis. Abc recoge la noticia diciendo que ETA señala a un miembro de las Fuerzas Armadas como supuesto infiltrado y que se han tomado especiales medidas de seguridad en su entorno familiar. El diario dice haber descubierto ahora que “El candidato socialista a la Alcaldía de Bilbao perteneció a ETA”, en referencia a Teo Uriarte, de quien han recuperado una foto de sus años mozos vestido con mono de combate, metralleta en mano. Se celebran el 28 de mayo elecciones municipales y autonómicas. Gana el PP, el PSOE retrocede en las grandes ciudades y en los gobiernos autonómicos. El triunfo de los populares alcanza a 40 de las 50 capitales de provincia, más Ceuta

y Melilla, y a 17 de las 20 mayores ciudades del Estado. El PP obtiene el 35,14% de los votos, frente al 31,10% del PSOE y el 12% de IU. El Partido Popular obtiene 24.653 concejales, y el Partido Socialista Obrero Español, 21.138. Además, los populares superan al PSOE en 11 de las 13 autonomías que renuevan parlamentos. En la Euskal Herria sur, PNV, PP, EA e IU suben, PSEPSN y HB se mantienen. ETA atenta contra el inspector jefe Enrique Nieto, jefe de la Unidad Territorial Antiterrorista de Guipúzcoa desde hace tres meses, un hombre clave en los nuevos planes y modos de la lucha antiterrorista que el equipo del ministro Belloch quiere poner en práctica. Le dan un tiro en la cabeza cuando acaba de salir de su casa, en Amara, para dirigirse a su lugar de trabajo. El agresor, un hombre obeso y de baja estatura, es identificado precipitadamente por la Policía como Patxi Segurola Mayoz, a quien también le atribuyen el atentado contra Gregorio Ordóñez. Nieto queda malherido, en coma, fallece semanas más tarde. Los compañeros muestran alarma y extrañeza porque su domicilio haya sido conocido tan pronto por ETA. El director general de la Policía, Ángel Olivares, manifiesta que se trata de un atentado muy especial, porque habían depositado muchas esperanzas en él. El 19 de junio, J. Txindoki, firma compartida por dos analistas del PNV, se pregunta en Deia ¿quién está tras el comando Donostia?, y aporta datos que alimentan la sospecha de que “intereses ajenos” a la organización manejan algunas de sus acciones. Datos como el del topo descubierto cerca de la dirección de ETA, sombras tras las ‘ekintzas’ del comando Donostia, con “una significación bien distinta a la oficial”. Sombras tras Intxaurrondo y el Informe Navajas. Según El Mundo, Tigre resulta muerto cuando estaba dispuesto a facilitar información, lo mismo que Plomos; y Morcillo sabía demasiado sobre el narco e Intxaurrondo. Sombras tras la confesión de Ordóñez de que había encontrado algo gordo. Y ahora, la del atentado contra Nieto. Les parece que hay dudas razonables sobre el rol en estos hechos del contraterrorismo y sus desagües. Recuerdan que ya dijo Felipe González que “el Estado se defiende también desde las alcantarillas”. También ETA usa a su entender los desagües, los del contrabando, el mercado negro de armas y la falsificación, “y en este mundo, intereses contrapuestos pueden utilizar una misma red ya existente”. “¿Qué tiene que ver todo esto con la presumible existencia de un topo en el MLNV o ETA?”, se preguntan, y responden que resulta sospechoso que, después de tres años de actuación del [comando] Donostia, no exista una sola pista oficial firme y se trate de ‘ekintzas’ de un solo hombre, nunca identificado. Pero la cuestión fundamental es para J.

Txindoki quién determina los objetivos, las víctimas de dicho comando, y sugiere que el topo pudiera ubicarse en un alto nivel decisorio de ETA o de estructuras paralelas que siguen la liturgia habitual, “cuando en realidad sus pretensiones fueran las de borrar toda huella o resquicio informativo que pueda terminar por descubrir el pastel o, mejor dicho, los agujeros del queso gruyere y las extrañas operaciones que ha sido necesario practicar para llegar a tal situación”. El juez Bueren ordena que Lasa y Zabala sean enterrados sin homenajes, y el gobernador civil se presta a llevarlos directamente al cementerio. El 21 de junio llegan al aeropuerto de Hondarribia los restos de los jóvenes, y la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza se aplican a fondo para cumplir las instrucciones del juez, que luego, visto lo visto, dice que él sólo había prohibido que se abrieran los féretros. Le corresponde a la Ertzaintza impedir a palos, dentro del mismo cementerio donde van a recibir sepultura, el homenaje y las muestras de cariño y dolor de familiares y amigos. KAS hace pública una nota en la que dice que el Estado español ha vuelto a secuestrar a Josi y Joxean y llama a luchar “con todos los medios a nuestro alcance contra este Estado terrorista”, hasta que deje en paz a Euskal Herria. También Elkarri denuncia duramente el “ensañamiento del juez Bueren y de la Ertzaintza”, su actuación le parece “cruel e injusta”. Rafael Díez Usabiaga, diputado y coordinador de LAB, escribe: “¿Se imaginan qué montaje político-informativo se hubiera creado si los apaleados hubieran sido Egibar y/o Garaikoetxea, o si la Izquierda Abertzale hubiera reventado los actos fúnebres de una víctima de ETA?”. Al día siguiente, en una manifestación de protesta en torno a la Paloma de la Paz de Donostia, un pelotazo de la Ertzaintza hiere a Rosa Zarra, que termina provocándole la muerte tras una agonía de varios días. Se suceden los homenajes y las protestas a Lasa y Zabala en diversos pueblos de Gipuzkoa y en Baiona. En este contexto, ETA recuerda a la Ertzaintza su responsabilidad política. Dice El País que la Guardia Civil manipuló la declaración del principal testigo del ‘caso Intxaurrondo’, y las implicaciones en el contrabando se redujeron a un solo agente. Dice J. Txindoki en Deia que, según un documento interno en el que se perfila la nueva estrategia del MLNV, KAS ha criticado el derrotismo de HB y propugna refortalecer su liderazgo en la nueva ofensiva. Se refiere a la ponencia Inurria, del mes de abril, que ve a HB enferma y anquilosada y a KAS de motor; que habla de la eficaz lucha contra la Ertzaintza y reprocha a Egunkaria haber aceptado subvenciones oficiales. En estos finales de junio, Abc ha sabido que Interior renuncia a enviar a Galindo fuera de España y que lo va a

mantener en la lucha contra ETA, incluso que puede ascenderlo a general en cuanto finalice el curso de formación. La versión de I. Zubiria, en El Correo, asegura que un informe interno apunta a que infiltrados de ETA en la Policía donostiarra facilitaron seis atentados, los de Santamaría, Olarte, Morcillo, Ordóñez, De Juan, y el de Enrique Nieto, todavía en coma cuando lo escribe. El Partido Popular exige a Interior una investigación a fondo “caiga quien caiga”, Damboriena insta al Ayuntamiento donostiarra a reabrir el expediente de Ordoñez. El Mundo dice que Intxaurrondo conocía la existencia de infiltrados de ETA en la Policía de San Sebastián, y no la investigó. El Diario Vasco hace su aportación: Ordóñez fue asesinado cuando investigaba una red de narcos entre ETA y guardias civiles; Interior no descarta la existencia de una trama oscura en los últimos asesinatos terroristas; Morcillo le dijo a Ordóñez que iba a contar todo ante el juez, una semana antes de ser asesinado; el Informe Navajas sigue en la trastienda. El País asegura que Interior y la Fiscalía no dan crédito a la hipótesis de conexiones entre la Guardia Civil y ETA. Abc ve tras estas declaraciones otra campaña contra la Guardia Civil y le parece una bajeza que se diga que Gregorio Ordóñez “investigaba supuestas conexiones de narcotráfico entre pistoleros de ETA y agentes de Inchaurrondo”. Unai Parot envía desde la cárcel un texto, que Enbata publica, en el que afirma que veinte años más tarde nada ha cambiado. Recuerda el verano de 1975, hace 20 años, cuando tuvo su primer contacto con ETA, concretamente con Txomin Iturbe y “otros militantes altruistas, fantásticos”. Tenía 17 años y “mi utópico sueño de adolescente vasco exiliado se realizaba: defender a mi pueblo”. Habla de sus primeras actividades, y de la creación luego del comando Argala. “Je ne regrette rien!” [¡No me arrepiento de nada!], exclama, y añade que ETA y el MLNV son los únicos garantes de la existencia de Euskal Herria, porque el PNV, EA, etc., son unos traidores. Recurre a la cita de una ranchera zapatista, “…llevaban poco armamento pero traían la consciencia y el corazón por delante”, termina con una referencia al jefe, al amigo: “Y como decía nuestro fantástico Txomin, Aurrera bolie… irabazi arte!”. HB hace una llamada para desbloquear el conflicto, emplaza al PNV, EA, CDN, ELA, LAB y CCOO a reunirse para estudiar la oferta de ETA, que considera un valioso instrumento, “porque nuestro pueblo tiene derecho a la paz”. El conocido jesuita José María Martín Patino, creador de la ‘Fundación Encuentro’, defiende dialogar hasta con el demonio, si así se puede arreglar algo. Él mismo ya lo intentó, cuando estuvo en la primavera del 84 con Txomin Iturbe en París. Es de la opinión de que “en ETA han cambiado las cosas y ya no son una organización militar, con una

estrategia definida, sino que hay muchas estrategias, hay muchos centros, hay un policentrismo dentro de ETA”. Ve a Jarrai como un seminario de etarras. Interior cree que ETA, siguiendo el modelo irlandés, prepara una dura ofensiva para forzar al Gobierno a negociar. Sitúa ahora al “crítico teatral” Antza como máximo jefe etarra. También Rafael Vera, que dice que con el “fenómeno GAL” hay mucha hipocresía y traición, piensa que en los primeros meses del PP habrá ofensiva terrorista en todos los frentes. Opina que ETA sigue débil pero ha mejorado su organización interna, ha cerrado la disidencia, ha disciplinado a HB y KAS, a fin de parar la avalancha pacifista, y que “Urrusolo [José Luis Urrusolo Sistiaga] juega un papel importante en todo eso”. José Luis Barbería se ocupa del “monstruo surgido de las cenizas del informe Navajas” y las “atrevidas conjeturas” que rellenan el vacío creado en una investigación podrida en origen. La última y más atrevida es, “por abracadabrante que sea, que esos atentados fueron ordenados por miembros de la Guardia Civil del cuartel de Intxaurrondo con el propósito de cegar las vías de investigación que podrían dejar al descubierto sus implicaciones en el narcotráfico”. Visto que los asesinatos son efectivamente reivindicados por ETA y llevan su sello, la teoría, manejada principalmente por el PNV, establece que esos agentes de la Guardia Civil ordenan las muertes a través de sus elementos infiltrados en la organización terrorista. Opina Gorka Martínez Bilbao, dirigente de HB y KAS, que Euskal Herria aborda un nuevo ciclo, con ETA y su propuesta de solución negociada como referencia. Le parece que a nadie le ha pasado inadvertida su importancia, “uno de cuyos ejemplos más claros está en el cambio del PNV, que ha sentido el impacto que ha producido en sus bases”. El 9 de agosto, la Policía detiene en Palma de Mallorca a tres presuntos miembros de ETA que planean atentar contra el Rey Juan Carlos, a los que siguen otros detenidos en Donostia, Hendaia, Cannes y Niza. Han llegado en velero, tienen un piso alquilado cerca de Marivent, cuentan con armas y explosivos. La Policía española les venía siguiendo desde que hace dos semanas fue alertada por la francesa. Uno de los capturados es Juan José Rego Vidal, condenado en 1979 por un delito de atentado en grado de conspiración contra Juan Carlos, y considerado ya en 1975 como integrante de otro plan para hacer lo mismo contra su padre en Montecarlo. Le acompañan en esta ocasión su hijo Iñaki y Jorge García Sertutxa. El 17 de agosto, un comando de ETA intenta volar el cuartel de la Guardia Civil de Arnedo. Cientos de agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza participan en los días siguientes en la búsqueda de los tres presuntos autores, que podrían estar escondidos en la Sierra de Badaia.

El último vehículo que robó el comando tras su accidentada huida ha sido encontrado en Martioda, en pleno corazón del área de búsqueda. El director general de la Guardia Civil afirma que no les ha salido bien el intento porque no pudieron colocar los artefactos explosivos donde querían: “fue un atentado con huida precipitada, que no consiguió lo que querían”. La intención del comando era, según fuentes de la investigación, colocar unas mochilas-bomba para hacer estallar un depósito de combustible de doce mil litros enterrado en el patio trasero de la casa cuartel, pero tuvieron que huir precipitadamente al ser descubiertos por dos policías municipales. Finalmente, el comando rehúye el cerco, desaparece. Se conocen las escandalosas manifestaciones del filósofo José Luis López Aranguren antes de dictar una conferencia en la Universidad canaria de Maspalomas. Ha dicho que “en 1983, el GAL era la única forma de luchar contra ETA”, que “en aquella etapa, Francia no colaboraba con España y los etarras tenían un refugio seguro al sur del país vecino”. A juicio de este profesor de Ética, la guerra sucia contra ETA fue un ejercicio colectivo de legítima defensa. Ha reconocido sentirse, eso sí, decepcionado por los escándalos que han salpicado al PSOE, aunque vaticina que la situación empeorará con un gobierno presidido por José María Aznar. Para el PP, en palabras de Loyola de Palacio, se trata de un intento de justificar lo injustificable, además de un ejemplo patético, según el también parlamentario de esa formación, Enrique Fernández Miranda. El Partido Popular no se explica la razón de las palabras del filósofo José Luis López Aranguren, a no ser que vengan motivadas por su simpatía hacia Felipe González o por el hecho de que, como hay distintos periplos en su vida, ha cerrado el círculo. Vázquez Montalbán le hace la biografía veraniega a Juan Alberto Belloch, “Un exorcista en el jardín de los bonsáis”. Ve al biministro, biflequillo, bipálido, biojeroso y bibarbado, con pinta de anarquista italiano infiltrado en el Ministerio para ponerle una bomba. “Los que le conocen aseguran que es ‘un político’ y que cada cual interprete tan sustantivo adjetivo como le plazca. Yo me limito a proponerle que juguemos a las hemerotecas”. El repaso de estas es el repaso de la guerra sucia y las torturas, y la posición acerca de ellas mientras era juez y en la actualidad. Observa en sus respuestas lo que llaman “síndrome de Estado”. “González, González, González, sanctus, sanctus, sanctus, insiste Belloch, es el más interesado en que se sepa la verdad, a pesar del precio político”. El entrevistador ve que Belloch ha cambiado la categoría de delfín del presidente por la de chevalier servant mientras dure su señor. Una última cuestión: “Cuando me acompaña hacia la puerta presiento la sombra del

coronel Rodríguez Galindo cerniéndose por los salones. Temo por el aparato digestivo de este bidelgado biministro. –¿Con qué salsa va a tragarse usted el sapo Galindo? Bisonriente ante la metáfora caníbal me contesta: ¿en qué situación moral dejaría la lucha antiterrorista si no se le asciende por un estado de opinión? Ya en la calle, Cirilo, el fotógrafo, que es de Sestao, me comentó: esta gente, Manolo, tiene una lógica que no es la nuestra. Días después Rodríguez Galindo era ascendido”. Tras entrevistarse con el Rey en Palma el 23 de agosto, Felipe González dice que el ya general Rodríguez Galindo ha prestado un gran servicio a España. El gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jauregi, acusa al portavoz de Jarrai Jon Salaberria, en prisión ya, de coordinar los grupos ‘Y’ de apoyo a ETA. Asegura que están organizados por comarcas y perfectamente jerarquizados, y que las instrucciones se impartían en reuniones sabatinas en la sede de HB de Donostia. Medios de la izquierda abertzale dicen que se trata de una falacia del gobernador. Egin publica el 29 de agosto que Lasa y Zabala fueron ejecutados por los AT-1 [Antiterrorismo-1] de Intxaurrondo; el juez Bueren prorroga el secreto del sumario el mismo día que se filtra que el exgobernador Julen Elgorriaga, encapuchado, les visitó en el lugar donde estaban secuestrados. El Mundo pone en boca del policía Angel López Carrillo que Elgorriaga le dijo que Rodríguez Galindo y él fueron a La Cumbre a interrogarlos. Desvela igualmente que el general supo alimentar el ego de Elgorriaga, un apasionado de las armas y los desfiles, que se veía como un dictadorzuelo en país bananero. Abc se hace eco en seguida de su desmentido y de que Bueren actuará contra el policía, por si ha incurrido en delito de revelación de secreto. Se multiplican las revelaciones sobre le GAL, se afirma que el CESID aconsejó contratar mercenarios para secuestrar y asesinar a los miembros de ETA, que Damborenea entregó a Garzón el acta fundacional y el manual de los GAL, en el que se aconsejaba la desaparición por secuestro, la combinación de los objetivos físicos y la descalificación política. A juicio de Pedro J. Ramírez, “González tiene, en sentido político, las manos manchadas de sangre”; le acusa en la NBC-Londres de ser responsable político de los GAL. El periódico que dirige asegura que el comisario Cathalá cobraba del Ministerio del Interior español a cambio de su colaboración contra ETA, lo que el agente López Carrillo verbaliza en que “la Policía francesa solo nos ayudó cuando la empezamos a untar”. Egin anuncia que se ha puesto en marcha la segunda fase de Oldartzen: los debates girarán en torno a un documento base, se elegirán los nuevos cargos y el proceso concluirá con un acto nacional en Iruñea. Iñaki Gil de San Vicente

escribe en Egin sobre “La lógica militar de la guerra sucia”, que se aplica a su entender a cualquier clase de conflicto o lucha, “pero los doctos y finos analistas políticos no quieren enterarse”. Un analista de El País ha llegado a la conclusión de que HB defiende la violencia callejera al afirmar que se trata de un fenómeno político. Floren Aoiz niega que esos fenómenos de violencia sean actos vandálicos o de gamberrismo y asegura que son una forma de lucha política ante la “imposibilidad de expresar la voluntad del pueblo vasco por canales democráticos”. Durante la madrugada del domingo último, grupos de jóvenes han destrozado buena parte del mobiliario urbano y de los escaparates de Zarautz, sucesos de los que se ha desvinculado KAS, además de tildarlos de lamentables. Herri Batasuna ve en la línea agresiva, beligerante, de medios de comunicación contra el proyecto abertzale el intento de desprestigiar a lo mejor de la juventud vasca. Quiere manifestar con claridad que “es vergonzoso que haya gente que calla ante la tortura, hasta la muerte de Joxi y Joxean –y ante el reciente asesinato de Rosa Zarra– y se escandaliza por la quema de un autobús o una cabina”. Rafa Díez ve a la sociedad vasca en su conjunto en una situación límite que necesita de respuestas y compromisos para reconducirla. Patxo Unzueta escribe de “Jóvenes y viejos”, revive “el gesto siniestro” de Mikel Zubimendi arrojando cal sobre el escaño de Ramón Jáuregui, pero pone el acento en el exitoso gesto de autoridad del joven ordenando abandonar la Cámara a veteranos dirigentes de HB como Tasio Erkizia. J.Txindoki analiza en Deia Oldartzen II, y asegura que HB fija su acción política en la lucha en la calle, que se trata de una estrategia anunciada por KAS el pasado año. Xabier Goñi, una pluma habitual del entorno de la izquierda abertzale, escribe sobre el GAL y sus consecuencias, y afirma que en el País Vasco solo HB mantiene sin claudicaciones sus objetivos pero que para que pueda cumplir su misión histórica tiene que realizar un cambio profundo. Considera que ETA es un legado histórico, que ha llegado la hora de una profunda regeneración de HB. Mario Onaindia escribe sobre “Lurra eta Askatasuna” [Tierra y Libertad] en Egunkaria, le parece una evidencia que la lucha armada contra Franco se ha convertido en terrorismo al volverse contra la democracia.

UNA CATARSIS COLECTIVA TRAE NUEVOS AIRES AL MLNV Al ‘Gudari Eguna 1975-1995’ le dan en Egin una relevancia especial, a la par de las declaraciones que le hace a Martín Garitano Joxe Mari Olarra para hablar de los nuevos aires de la izquierda abertzale, veinte años después de su nacimiento. Describe las señas de identidad de KAS, se muestra autocrítico: “el esquema de treguas sucesivas generó falsas expectativas y, como consecuencia de ello, una gran frustración social que nos ha costado mucho remontar”. Ha habido cambio de estrategia en la izquierda abertzale al constatar que no eran solo las Fuerzas Armadas los poderes del Estado, y en esta constatación ubica las “acciones armadas contra Ordóñez y Aznar”, porque “hasta ahora, los políticos del sistema mantenían una postura extremadamente cómoda”. Olarra y lo que representa están en contra de la estrategia de Elkarri que, “en la búsqueda de una imposible equidistancia entre ETA y el Estado, ha intentado una escisión en las filas del movimiento independentista, ha fracasado como movimiento de pacificación y ya no es referente para nadie”. Le parece a Olarra que hay motivos para el optimismo, está ETA reorganizada y “marcando dirección”; hay un KAS nuevo y rejuvenecido, y una HB saliendo de un debate profundo y bien hecho. Jokin Gorostidi está seguro por su parte de que la Reforma no se asentará en Euskal Herria; Rafa Díez, de que la izquierda abertzale está en condiciones de avanzar, tras una catarsis colectiva para mover conciencias adormiladas y crear nuevas condiciones. Los temas del verano se alargan hasta octubre. El gobernador Juan María Jauregi cree que Zabalza murió torturado. Arzalluz afirma que el patriotismo de ETA y de Galindo manchan a Euskadi y España. Damborenea no duda en sostener que la decisión del nacimiento del GAL la tomó el presidente del Gobierno. Leoncio Castro, jefe del GAL navarro, según El Mundo, es el jefe de seguridad de la empresa que vigila Itoiz. García Damborenea insiste ante Pilar Urbano: “Felipe González es la pieza clave, imprescindible y necesaria de los GAL”. Juan Luis Cebrián afirma que los GAL se beneficiaron de un silencio cómplice. Rodríguez Ibarra defiende que, puesto que entonces callaron, callen hoy. J.M. Zuloaga ridiculiza al gobernador de Guipúzcoa por haber ordenado por su cuenta excavaciones en La Cumbre en busca de rastros de Lasa y Zabala y desvela que empieza a ser conocido entre algunos funcionarios como el Howard

Carter guipuzcoano, en recuerdo del arqueólogo inglés que desentrañó los misterios del Valle de los Reyes en Egipto. Cambio 16, fiel todavía a Felipe González, recoge de Belloch la idea de que el Presidente no pudo parar a los GAL. Abc recoge de Belloch su defensa de los guardias civiles del caso Zabalza, cuando ha dicho que aquí “todos queremos ser fiscal y juez”. Mayor Oreja lo tiene claro: “Solo un Gobierno con fortaleza democrática puede luchar contra ETA”. Después de un largo silencio de las bombas, una, adosada a los bajos de su coche, mutila las dos piernas de un capitán del Ejército en Salamanca. El portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reitera la posición del Gobierno: “Con ETA no se habla. Lo que tiene que hacer es dejar de matar”. El protagonismo de lo que jueces y policías llaman ya grupo ‘Y’ de apoyo a ETA y la izquierda abertzale presenta como jóvenes hartos de injusticia bien merece una explicación de los protagonistas. La revista Herria eginez entrevista a un grupo que realiza acciones de sabotaje, que luego recoge Egin. Dicen estos que sus ataques van contra los que dañan a nuestro pueblo, que el castigo contra Euskal Herria es diario y sistemático, que están tratando de desvirtuar su práctica, que son conscientes de que el sabotaje corre el riesgo de la infiltración, lo que les obliga a “estar al loro”. Y concretan: “si se atrevieron a poner una cartera-bomba en la playa de Muzkiz, si la pusieran en una cabina...”. Tienen mucho interés en marcar distancias entre su actividad y la de ETA. A finales de noviembre se da a conocer por los interesados que el debate interno de doce meses, ha transformado a KAS en una nueva organización, con una estructura “sencilla, de pirámide clavada en tierra”, y sin olvidar la horizontalidad necesaria. El objetivo es, en palabras de sus portavoces, crear un nuevo KAS, que sea motor político de la izquierda abertzale y referente político-social, con los militantes implicados en “dinámicas reales”. Teresa Toda retoma el 2 de diciembre en Egin el tema de la dispersión, esa dispersión que dice viene de lejos, ese castigo añadido que se aplica a los presos políticos vascos desde la época franquista, y que en mayo de 1989 obtuvo el beneplácito del PNV. Lo ve como un “diseño maquiavélico” de presión, puesto en práctica por Enrique Mújica y Antoni Asunción, y presentado como si se destinara a facilitar la libertad de los presos para su reinserción. Al día siguiente, el mismo diario informa que ya se ha completado la nueva Mesa Nacional de HB y que, de sus 26 miembros, doce son nuevos. J. Txindoki la analiza en Deia y llega a la conclusión de que se trata de un producto monocolor de Oldartzen, cocinado por KAS y copado por sus comisarios. J. Iratzar contraataca en su

crónica semanal hablando de clanes en el PNV, de cambios en su ejecutiva nacional y vizcaina. El Correo, citando el documento interno Karramarro, asegura que KAS es de la opinión de que el asesinato de Ordóñez resolvió las contradicciones en HB y mostró a la sociedad y a la izquierda abertzale la dirección de la nueva estrategia. El mismo documento sostiene que el Pacto de Ajuria Enea ha muerto y que los políticos son parte del conflicto. El País subraya del mismo documento que KAS afirma que el atentado contra Aznar “hizo vibrar los resortes del Estado”. En relación con ETA, el periódico dice saber que la nueva estrategia está diseñada hacia atentados selectivos contra personas con peso político, y en una permanente movilización callejera. El 11 de diciembre, un joven da muerte a tiros de escopeta a dos ertzainas, incomprensiblemente, a las puertas de su caserío de Itsasondo. HB del Goierri invita a preguntarse por qué ha sucedido, y a responderse sin sacarlo del contexto en que se ha producido. ETA hace explosionar un coche-bomba al paso de una furgoneta de la Armada en Vallecas, mata a seis empleados civiles del Parque de Automóviles y provoca heridas a 17 personas más, cinco de ellas de gravedad. A Xabier Arzalluz le parece que con este atentado ETA ha cerrado por muchos años la posibilidad de un final ‘civilizado’ de la violencia. Con el coche-bomba, no solo ha matado personas, sino también, a su juicio, “una pequeña esperanza” de lograr un final dialogado, que se había instalado en la sociedad a raíz del avance de los procesos de paz en Irlanda del Norte y Palestina. Los términos de la condena son especialmente duros desde las filas del PP y en la boca de Julio Anguita. La prensa española reproduce, escandalizada, manifestaciones de representantes de HB que lo interpretan como la consecuencia del bloqueo negociador por parte del Estado. El 16 de diciembre, ETA coloca media docena de bombas en El Corte Inglés de Valencia, en plena campaña de Navidad, mata a una mujer y hiere a cinco más. El 23 de diciembre da muerte a un militar en León mediante una bomba-lapa adosada a su coche. Es su tercer atentado en once días y el catedrático Francisco Tomás y Valiente escribe “ETA y nosotros” en El País, en términos nada habituales: “Para escribir algo nuevo sobre ETA hay que renunciar al lirismo y a la rabia. El llanto por los muertos inocentes, y todos los muertos a sus manos lo son, merece, en nombre de los posibles muertos futuros, algo más útil que legítimas efusiones sentimentales, y el odio justo y el asco impecable ante los asesinos y sus acólitos no tienen por qué buscar nuevas palabras de condena, insultos originales ni ingenuas vías de escape para la rabia. En ambos terrenos ya está dicho todo. Démoslo por repetido e intentemos pensar qué se

puede hacer para terminar con la pesadilla o, al menos, qué no debemos hacer para empeorarla”. El último día del año 1995, ETA exige en un comunicado el cese de la “amenaza armada” contra Euskal Herria. La actividad de ETA nada más nacer 1996 confirma las peores previsiones de los analistas. En el año que acaba se han registrado más de 600 traslados de presos. Una gigantesca manifestación ha exigido en Bilbo el 31 de diciembre el fin de la dispersión. El 19 de enero trasciende la desaparición de un funcionario de prisiones en Burgos. Dos días más tarde, el ministro Belloch atribuye a ETA el secuestro del funcionario José Antonio Ortega Lara. El 1 de febrero, ETA lo reivindica y exige el cese de la represión en las cárceles. En la misma fecha, familiares de presos, agrupados en Senideak, han denunciado el incremento de las agresiones a los reclusos. Iñaki Altuna hace recuento en Egin de los secuestros efectuados por ETA, y señala que el de Ortega Lara es el primero por motivos no económicos, ignorando alguno de los realizados por ETApm. El 7 de febrero, ETA da muerte en Donostia al histórico socialista Fernando Múgica Herzog, hermano del exministro al que ETA atribuye la mayor responsabilidad en la dispersión de sus presos. HB redacta una nota de prensa proponiendo que la acción armada contra Fernando Múgica se analice “en el contexto de la agudización de la dominación y represión española contra Euskal Herria”. Describe al muerto como persona estrechamente relacionada con Rodríguez Galindo y “dirigente del PSOE-GAL”; entiende que no se debe ver como un atentado contra un político por mantener ideas diferentes a las de ETA; comenta que “la calificación de políticos no puede ser nunca una capa para encubrir todo tipo de crímenes e implicaciones”. Daniel Múgica titula su artículo “Rosas rojas para mi tío Fernando” y lo termina diciendo “No olvidamos. No perdonamos. No lloraremos cuando caigan los etarras. Y lo harán. Lo sabe el Dios del bien”. El 15 de febrero, ETA da muerte en su despacho de la universidad al catedrático y expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. HB se hace presente de nuevo para destacar el evidente desconcierto del Gobierno español y la clase política, y afirmar que “a estas alturas, hablar de una solución policial, además de constituir un grave error, resulta patético”. Está convencida de que el Estado no puede acabar con ETA, “ni siquiera puede impedir una acción cada vez más contundente de esta organización vasca”. Finaliza la nota llamando a negociar la Alternativa Democrática. La difusión y toma en consideración de la que llama Alternativa Democrática para Euskal Herria es prioridad absoluta en este tiempo para el MLNV. Su entramado sigue preocupando y ocupando al juez Garzón, que no tiene dudas, y

tampoco pruebas de momento, de que KAS es una estructura ilegal en “permanente y fluida conexión con ETA”, que deberá ser objeto de investigación. Juan María Bandrés no está de acuerdo con el MLNV a la hora de calificar a Elkarri, porque a su juicio “dice lo mismo que ETA pero con palabras melifluas”; no está de acuerdo en que se negocie con ETA y no lo oculta: “ese día propondré que se disuelva el Parlamento vasco y me exiliaré de este país”. Odón Elorza sostiene que en el País Vasco “tenemos un Sarajevo, una Chechenia y una Argelia a pequeña escala”, y que las disensiones en HB son una pequeña grieta en una mole de granito, “pero si avanza puede cuartear la piedra”. El experto en cuestiones antiterroristas Fernando Reinares escribe en El País que “Los militantes encarcelados y condenados a largos años de reclusión constituyen el mejor recurso del que disponen las organizaciones terroristas para movilizar apoyos sociales basados, no tanto en subculturas con claras coincidencias políticas previas, como en redes comunitarias tejidas sobre relaciones afectivas de amistad o parentesco. De aquí que mantener la cohesión interna y la sumisión incondicional de los terroristas presos resulte vital para la persistencia del entorno social del cual depende sobremanera la propia supervivencia de cualquier grupo armado clandestino”. Sin embargo, añade, “el desmantelamiento de las comunas constituidas entre los presos, debido a la dispersión geográfica de estos, ha quebrado en una medida nada desdeñable tales directrices, abriendo fisuras notables en el bloque compacto que formaban los reclusos, sus allegados y la propia ETAm a través de las Gestoras”. El 31 de enero, el juez Carlos Bueren obtiene la excedencia en la carrera judicial para irse a un despacho privado. Pilar Urbano lo ve como “Una extraña excedencia”, le hace un apunte cruel, escribe que Bueren archivó el “embolado de los negocios de Manuel Prado y de Javier de la Rosa, con sus torpes salpicaduras chantajistas hacia el armiño de su Majestad. Y, además, con el mérito virtuoso de pasar de puntillas sobre la cal viva y los esqueletos de Lasa y Zabala. Total: una excedencia con aterrizaje en pista de oro. Minuta de Estado, pues”. Sus asuntos más delicados van a pasar ahora a manos de Garzón, hasta que este diga que no da más de sí. ETA ha grabado un vídeo con el contenido de la Alternativa Democrática y HB lo ha difundido. Entiende Garzón que al ceder su espacio electoral a ETA a través de un vídeo y dar la palabra a tres encapuchados para reiterar las exigencias de la organización, HB colabora activamente con ETA y hace apología del terrorismo. Cree por ello que hay materia para citar e imputar a Jon Idígoras por colaboración con banda armada. HB recurre el auto y, conocedora de que la Ertzaintza anda tras la cinta, dice que

ha enviado las dos últimas copias al Rey y a Felipe González. PNV y EA están en desacuerdo con la decisión del Gobierno de investigar la ‘conexión criminal’ entre ETA y HB con vistas a una posible ilegalización. Enrique Múgica, que no cree que la de su hermano Fernando sea la última sangre derramada, considera que la difusión del vídeo significa una incitación al delito o una apología del mismo, y añade que lee Egin “con la irritación de un demócrata, pero también con la frialdad del jurista, y creo que ahí se hace una apología del delito”. El abogado Iñigo Iruin desmenuza el GAL en una exhaustiva conferencia en el Foro Galtzaundi de Tolosa. La titula “GAL, Estatuaren ispilua” [GAL, espejo del Estado] y la desarrolla en cuatro niveles, el de la decisión política, la estratégica, el de la contratación de mercenarios, el de la práctica armada. Un hombre de ilustres apellidos democráticos, Carlos Semprún Maura, aborda en Abc el mismo tema del GAL como una “Legítima defensa contra ETA”. Le parece que ETA se ha beneficiado de un “inmenso prestigio, que aún perdura”, por haber matado al almirante Carrero Blanco, por haber contribuido así a la Transición democrática, idea que él no comparte, pero sí tal vez los que se beneficiaron con su muerte. Considera que el Gobierno socialista contrató asesinos para matar asesinos y, “como se les pagaba por cadáver, salieron cadáveres que nada tenían que ver con ETA”. Le parece a él que con esto ETA salió ganando, y Felipe González, diciendo sí a todo entre bonsáis y off the records, sin quererlo, fue un fantástico propagandista de ETA. Carlos Semprún, el hermano del exministro, el hijo del diplomático exiliado amigo de Manuel Irujo, el excomunista parisino, tiene propuestas concretas para esta situación: prohibir Egin, disolver HB, poner fuera de la ley a todas las organizaciones ‘legales’ que ayudan a los terroristas. El 3 de marzo, el Partido Popular gana las elecciones legislativas con 156 escaños, si bien está lejos todavía de la mayoría absoluta anunciada por Xabier Arzalluz. El PSOE ha obtenido 141 diputados, IU 21, CIU 16, PNV 5, CC 4, BNG 2, HB 2, ERC, EA y Unión Valenciana 1, cada una. HB ha perdido 26 mil votos; la izquierda abertzale observa con preocupación el crecimiento del españolismo en Euskal Herria. En plena digestión de los resultados electorales, ETA mata en Irun a Ramón, Montxo, Doral Trabadelo, suboficial de Información de la Ertzaintza, exjefe de la lucha anti-ETA en Gipuzkoa, en los servicios técnicos de Ertzaintza de Bilbao ahora, mediante una bomba-lapa adosada a los bajos de su automóvil. Montxo Doral ha sido militante de EGI y del PNV, amigo personal del dirigente Gorka Agirre, compañero del sargento mayor Joseba Goikoetxea; afiliado al sindicato ELA-STV. El consejero Atutxa responsabiliza de esta muerte a ETA, a HB y al

periodista Pepe Rei, que lo ha mencionado en su libro El jesuita. El EBB del PNV recibe este atentado como un ataque directo a su partido y a la Ertzaintza, y dirige un mensaje solemne y duro a ETA para advertirle de que está abortando cualquier esperanza de que se interesen por sus propuestas. Le acusa de haber edificado su alternativa sobre la imposición y la mentira. Afirma que obliga a sus presos a no reinsertarse, da consignas a sus militantes para denunciar torturas cuando salen de comisaría y mata alevosamente, pero “hasta el horror tiene grados. Y el que causáis vosotros ha roto todas las barreras”. Román Sudupe, diputado general de Gipuzkoa, aporta el dato de que la bomba contra Montxo Doral ha sido colocada la noche del escrutinio electoral, aunque no ha estallado hasta el día siguiente. A la salida de la capilla ardiente, el lehendakari Ardanza ha pedido calma y serenidad, ha dicho que ETA tendrá que acabar con todos ellos, porque el PNV y la Ertzaintza piensan seguir defendiendo el ideal de una Euskadi en libertad y en convivencia. El comunicado de reivindicación de ETA no llega hasta el 19 de marzo. ETA denuncia en él a la Ertzaintza, a sus jefes Atutxa y Martiarena, sin olvidar a su creador, Luis María Retolaza; les acusa de estar subordinados a España, de torturar, reprimir, castigar a la resistencia vasca. “Vuestras actuaciones no quedan ya sin respuesta”, afirma ETA en el comunicado, en que el reivindica también el atentado contra Tomás y Valiente, al que presenta como un diseñador de la estrategia contra Euskal Herria. Ertzainas detienen el 25 de marzo en Oiartzun a Valentín Lasarte, al que acusan de formar parte del comando Donosti y haber participado en la muerte de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica. Atribuyen su localización a una llamada anónima a la comisaría de la Ertzaintza mientras hacía compras en un hipermercado en compañía de una mujer. Al conocer la detención, Enrique Múgica expresa su “esperanza de que todo el peso de la ley, sin ninguna compasión, caiga sobre el asesino”. Juan María Atutxa explica diez días más tarde que la captura de Lasarte y su compañera Idoia Arrieta ha permitido esclarecer todos los atentados de ETA de esta zona en los tres últimos años, a excepción del que ha costado la vida al ertzaina Ramón Doral. El consejero informa que el comando tenía datos sobre 713 personas, 22 de las cuales habían sido ya objeto de seguimientos. Tras Lasarte y Arrieta han sido detenidas cinco personas más y otras diez han sido identificadas. Uno de los detenidos, el concejal de HB en el Ayuntamiento de Andoain Juan José Petrikorena, habría facilitado un vehículo para su fuga al comando autor del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Arnedo. La Ertzaintza ha descubierto así mismo un arsenal en un piso de Astigarraga y localizado un zulo en un panteón del

cementerio de Hernani, en el que ETA escondía, con la colaboración del enterrador José Manuel Errazkin, dos fusiles, dos subfusiles, una pistola, doce granadas, dos miras telescópicas, un cerrojo de fusil de precisión y abundante munición. Valentín Lasarte sería, según este relato, la pieza fundamental del comando, el nexo de unión en los atentados contra José Antonio Santamaría, José Manuel Olarte, Alfonso Morcillo, Gregorio Ordóñez, Mariano de Juan, Enrique Nieto y Fernando Múgica. La liberación del empresario José María Aldaia, en el monte, cerca de Elgoibar, se produce el 14 de abril, tras haber permanecido once meses secuestrado. Se suspenden las concentraciones semanales en Lakua, y el PP protesta, porque sigue secuestrado Ortega Lara. ETA hace llegar una carta del funcionario pidiendo negociación, el mismo día en que lanza seis granadas contra el cuartel de Intxaurrondo, que no provocan víctimas ni daños de consideración. El 5 de abril, Francia entrega a España a José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera; es la fecha en la que José María Aznar asume la presidencia del Gobierno español. Jaime Mayor Oreja se va a hacer cargo de Interior en este Ejecutivo. Enrique Villar y Javier Ansuátegui serán los nuevos delegados del Gobierno en la CAV y Nafarroa. Carlos Yárnoz entrevista en El País al general Andrés Cassinello y lo presenta como el que prefería la guerra a la alternativa KAS. El periodista quiere saber qué responde cuando le preguntan si es el jefe de los GAL, y el general responde: “La última vez respondí: ‘Pues mira, hijo mío, publícalo. Primero, pide a Dios que sea verdad. Pero, además, no sabes la suerte que tienes de que no sea verdad. Fíjate, si fuera verdad y tú lo hubieras descubierto, tu vida valdría solo dos pesetas”. Para Cassinello, el terrorismo es una forma de comunicación, una guerra en la que los débiles emplean sus medios sin limitación alguna, mientras que los fuertes “aceptamos de antemano la drástica restricción de las posibilidades”, pero “para los dos bandos, resistir es vencer”. Escribe José Ramón Recalde en este mismo diario sobre “Dolores y Gozos”, opina que “parece bastante claro que a Lasa y Zabala, después de secuestrarles, les torturaron y les asesinaron. Alguien lo hizo. Ese alguien lo hizo desde nuestro campo político, el de la defensa de nuestro orden y de convivencia contra el terrorismo: nos sentimos confusos y desagradados”. ETA coloca una bomba-lapa en el coche del directivo de Adegui José María Ruiz Urchegui el 20 de junio y mutila al empleado de la patronal guipuzcoana Santiago Receta. Cuatro horas después de la explosión, el presidente y el secretario general de la patronal vasca Confebask, Baltasar Errazti y José Guillermo Zubia, respectivamente, ofrecen una rueda de prensa junto con el

presidente de los empresarios guipuzcoanos, José María Korta, y representantes del Sindicato Empresarial Alavés y del Centro Industrial y Mercantil de Bizkaia. Coinciden en que el objetivo del atentado es minar la moral de los empresarios para que cedan al chantaje del impuesto revolucionario. Adegui ha tenido importante protagonismo en las movilizaciones durante los secuestros de Julio Iglesias Zamora y José María Aldaia. José María Korta cree que el atentado que ETA había preparado contra Ruiz de Urchegui es un acto criminal que se ha realizado en contra del conjunto de los empresarios y de toda la sociedad. Adegui considera que ningún colectivo ni ningún ciudadano puede verse libre o sentirse inmune a esta locura. El 23 de junio, ETA emplaza al Gobierno español a pronunciarse sobre sus intenciones para resolver el conflicto y anuncia una suspensión de acciones de una semana. Al Gobierno le parece que se trata de una trampa, si no de una burla. El 1 de julio constata la falta de voluntad del Gobierno español y da por terminada la suspensión de las acciones armadas. El 5 de julio atenta con granadas contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Erriberri. El 10 de julio estallan dos artefactos en Almuñécar (Granada). El 12 hace explosión un artefacto en Santa Catalina (Jaén). El 15 de julio, ETA dispara granadas contra el cuartel de la Guardia Civil en Otxagabia, tres días antes del paso por la localidad del Tour de France. Ataca con granadas el cuartel de la Guardia Civil en Gares y tres días más tarde en Ordizia. Ha muerto en Donibane Lohizune Juan Joxe Etxabe Orobengoa, Haundixe, el primer ‘militar’ de ETA. Imanol Laspiur Zabala, otro de los primeros, le homenajea, recuerda el alto precio pagado por él y su familia en la lucha de liberación de Euskadi: “Juan Jose, gudari leial, agur egin diguk. A zelako kontribuzio garestia ordaindu duen hire familia bikainak!”. Sigue la campaña de verano de ETA en el aeropuerto de Reus, en Cambrils, en Salou, en Málaga. Atenta y mutila en Donostia con una bomba-lapa a un excocinero portugués del cuartel de la Policía Nacional en Aldapeta. La Guardia Civil captura en Galicia a un comando de ETA con abundante información sobre Fraga Iribarne contra el que pensaba atentar mediante un coche-bomba, coincidiendo con la fiesta del apóstol Santiago. El 27 de julio, ETA mata a tiros en Ordizia al empresario Isidro Usabiaga Esnaola. En agosto de 1993 había sido filmado por la Ertzaintza cuando pagaba a ETA el impuesto, pero Interior del Gobierno vasco asegura que él no sabía que le estuvieran grabando. Interior añade que, además de pagar diez millones de pesetas a ETA, insertó publicidad en Egin, “una forma encubierta de pagar el impuesto revolucionario”. El 7 de agosto, ETA asume su muerte y lo califica de colaborador de las fuerzas armadas

españolas. Sigue la campaña de verano con una bomba contra un parador de Córdoba. Sigue la ofensiva con un ataque con granadas contra un depósito de la Compañía Logística de Hidrocarburos de Eskirotz. A mediados de agosto, Aznar garantiza a Arzalluz que no están por el punto final para los GAL, Galindo será investigado por narcotráfico, la Audiencia de San Sebastián ha reabierto la causa en su contra. Una operación policial contra los que colocan las bombas por toda la península se salda con ocho detenidos en Biana, Berriozar, Logroño, Bilbo y Peñíscola. Más atentados con granadas, esta vez contra el cuartel de la Guardia Civil en Yesa. El 18 de agosto, la Guardia Civil detiene en Hernani a los redactores de Egin Andoni Murga y Fernando Alonso, acusándoles de estar relacionados con una explosión en Agurain. Al día siguiente registra la mesa de Alonso en el periódico y dice haber encontrado documentos con posibles objetivos de ETA. Antes de personarse en la redacción de Egin, los agentes de la Guardia Civil y el juez Andreu han registrado de nuevo el domicilio del periodista Fernando Alonso, donde con anterioridad ya habían sido requisados 27 kilos de amonal, una pistola, un subfusil y abundante munición. En este segundo registro se ha encontrado una pistola Brouwning de calibre 9 milímetros Parabellum con dos cargadores completos de munición, cuya existencia habría revelado el propio Alonso durante los interrogatorios. Según informes policiales, los dos periodistas formaban parte de un comando cuyo objetivo era atentar contra los empresarios que se resisten a pagar el impuesto revolucionario. Para cumplir su propósito, contarían con una extensa relación de empresarios vascos, el primero sería, precisamente, el industrial peletero Luis López de Heredia, cuya empresa, Confecciones Aitzgorri, ha sido objeto de atentado poco antes en AgurainSalvatierra. El artefacto utilizado para esta acción estaba compuesto por tres kilos de amonal, que junto a los 27 hallados en el domicilio de Alonso, completarían la partida de 30 kilos que los dos periodistas recibieron para cometer sus acciones. El 25 de agosto, José Luis Barbería escribe en El País sobre “Un periódico de comunión diaria”, afirmando que Egin ha sido tutelado por HB y sometido siempre al control remoto o directo de ETA. Juan María Atutxa insiste, por su parte, en que “muchísima gente paga a ETA a través de Egin”. En el debate de política general de comienzo de curso, el lehendakari Ardanza reconoce en el Parlamento vasco que la violencia callejera, como fenómeno ligado a la estrategia terrorista, ha cogido por sorpresa y ha desbordado a las instituciones, además de que el consenso democrático en torno al proceso de

pacificación no existe. La víspera, un comunicado de ETA afirma que personas ajenas al Gobierno español le han sondeado sobre una posible mediación orientada al final dialogado de la violencia. ETA no identifica a quienes habrían dado esos pasos, a los que no habría descalificado, limitándose a recordarles que las responsabilidades del sufrimiento son múltiples y no pueden arreglarse con ofertas de intermediación, sino que hay que pasar de las palabras a los hechos. El recado ha debido llegar a ETA a través del premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, con quien representantes de ETA, de Elkarri, de la Fundación Carter y del Gobierno socialista llevan más de un año en contacto, con conocimiento y la aprobación del PNV y Ardanza. A estos contactos se refería Xabier Arzalluz cuando dijo, tras la matanza de Vallecas, que se había cerrado una esperanza de paz. En su comunicado, ETA reivindica trece acciones armadas. El PNV celebra su Alderdi Eguna, Arzalluz le concede un margen de confianza al Partido Popular y al presidente Aznar, y Ardanza hace a los jóvenes protagonistas de la violencia callejera, especialmente presente en la celebración del Gudari Eguna del 28 de septiembre, el principal objeto de sus ataques. Abc titula a estos jóvenes “crías de la serpiente” y presenta un balance de la violencia callejera que en su recuento se ha disparado en un 300 por ciento, ante la impotencia de la Ertzaintza. Dice así que en 1995 hubo incidentes 136 de los 365 días del año, y seis mil manifestaciones, la mitad no autorizadas; que en 1996, el tirón sigue imparable. Abc ha encontrado quien le convenza de que toda la infraestructrura de HB y del MLNV está al servicio de la violencia juvenil, “y subvencionada por el Gobierno Vasco”. Según sus informantes ertzainas, han empezado estos a pasar información a la Guardia Civil, porque es la única forma de que se haga algo, ya que en la Ertzaintza la información se archiva. El ‘ertzaina Ramón’, asegura, y el Abc parece creerle, que el PNV alienta la violencia callejera: “me atrevería a hablar de un pacto en la sombra entre Arzalluz y ETA, del estilo del que se pretende que Andreotti mantuvo con la Mafia”, afirma, antes de aclarar que “Atutxa nos merece todo el respeto”, no así el viceconsejero Martiarena y los adjuntos a la vicenconsejería de Interior. El 14 de octubre, José Manuel Martiarena afirma en El Diario Vasco que la Ertzaintza tendrá que mejorar, pero que a todos toca arrimar el hombro, porque hay colaboración ciudadana, “pero no llega hasta los jueces”. En Hernani y Oiartzun, manifiesta, no es que haya miedo, “hay pánico”, y es donde menos colaboración de los vecinos se registra. Cree que el acercamiento de presos es un derecho, aunque percibe que se están haciendo interpretaciones legales forzadas, cuando se asegura por ejemplo que, con el cumplimiento de las dos terceras partes de

condena, la libertad condicional es automática, pero también cuando se afirma que se puede tener a unos presos en Salto del Negro porque son especialmente peligrosos. A su juicio, el acercamiento cumple mejor la legalidad, pero no todos los presos vascos caben en cárceles vascas y el reagrupamiento se puede mirar también desde una perspectiva estratégica. En relación a la aireada buena sintonía entre Mayor Oreja y Atutxa, opina Martiarena que el Ministerio del Interior, durante sus cuatro primeros meses, ha tenido mucho interés en transmitir que todo lo hacía con el beneplácito del Departamento de Interior, porque interesaba el aval de Atutxa. La realidad es, a su juicio, que sin ser una situación tan idílica, hay una buena relación. José Luis López de la Calle se pregunta en El Mundo del País Vasco, el 18 de octubre, cómo se ha llegado a esta situación. Y escribe: “Se oye decir que ETA no quiere la paz. Por supuesto que no, quiere la victoria”. El 20 estallan artefactos en los Palacios de Justicia de Donostia, Gasteiz e Iruñea. El 23 detienen en Donostia a cuatro jóvenes acusados de formar un grupo ‘Y’. El 26, Mayor Oreja pide tiempo para desarrollar su proyecto de política penitenciaria. Los fiscales piden en esta fecha al Supremo, por unanimidad, que no llame a declarar a Felipe González. Fernando Savater escribe acerca de “La dignidad del Estado” y sostiene que “solo los encubridores y los partidarios del ‘todo vale’ pueden negar que ha habido también un terrorismo criminal organizado y ejecutado por funcionarios estatales, cuyo balance deja por lo menos una treintena de muertes. Solo los ciegos voluntarios pueden negar que la tortura y los malos tratos en ciertas comisarías e incluso en cárceles han sido una práctica no esporádica sino gravemente continua”. Al diario El Mundo le parece una bomba en los cimientos de Interior el libro que ha publicado el exdirector de comunicación de Belloch, Fernando López Agudín, en el que afirma que el ministro preguntó al presidente Gonzalez si dejaba de pagar a Amedo y Domínguez, y este le contestó ‘tú sabrás lo que haces´. Dice que la Policía atribuyó a la ultraderecha las bombas-cartera de Artxanda y Muskiz del 29 de mayo de 1994, y que al equipo de Belloch le vigilaban los Servicios de Información. A Benegas le parece todo una fabulación, un libro “coyunturalista”. El 5 de noviembre, el Tribunal Supremo decide por 6 a 4 no llamar a declarar a González, y Serra y Benegas tampoco serán citados. Noviembre arranca con nuevos atentados, contra el cuartel de la Guardia Civil en Buñuel, contra el Palacio de Justicia y la farmacia del marido de la ex-secretaria de Estado para Asuntos Penitenciarios en Gijón Paz Fernández Felgueroso. El 4 de noviembre el Tribunal Supremo exonera a Felipe González de responsabilidades en los

GAL. ETA secuestra a Cosme Delclaux Zubiria, un joven licenciado en Derecho, hijo de un empresario vinculado a conocidas familias del mundo financiero y los negocios de Neguri. Las empresas de su padre no tienen conflictos laborales, todo apunta a una operación de “abastecimiento”. Fuentes de Interior de las que la prensa se nutre afirman que el rapto obstaculiza el acercamiento de presos de ETA iniciado el pasado verano. Al parecer, estaba en estudio la posibilidad de trasladar a la Península a varios de los presos de la cárcel canaria de El Salto del Negro antes de Navidades. Xabier Arzalluz también es de la opinión de que supondrá un frenazo al proceso de acercamiento, aunque Mayor Oreja afirma que nada hará que cambie la estrategia diseñada desde el Gobierno, basada en el estricto cumplimiento de la Ley: “Yo siempre he dicho que las políticas hay que mantenerlas antes y después de los atentados”, afirma el ministro. ETA se ha responsabilizado de nueve, perpetrados entre el 28 de agosto y el 1 de noviembre, pero no ha mencionado el secuestro. La Policía dice haber tenido conocimiento de que los comandos de ETA manejaban datos de la familia Delclaux, dice que a Santiago Arrospide, Santi Potros, se le encontró una anotación explicando que, al ser muchos de sus negocios de tipo familiar, habría que involucrar al clan y pedir el rescate a toda la familia. Al periodista de El Mundo German Yanke le parece esta “una elección muy calculada”. El alcalde de Hernani José Antonio Rekondo, de EA, víctima de un intento de linchamiento por parte de treinta encapuchados que han irrumpido en el ayuntamiento, promete no tirar la toalla. Confiesa sentir temor, pero el respaldo de su familia y el de sus compañeros le dan fuerzas para seguir adelante. Acompañado de los portavoces del PNV, PSE-EE y PP, ha comparecido en el salón de plenos para denunciar “el clima de enfrentamiento interminable creado por el MLNV, con el claro propósito de hostigar amedrentar y doblegar al propio pueblo y a sus representantes”. HB es la primera fuerza electoral del municipio, ha sido necesario el apoyo de peneuvistas y socialistas para designar alcalde a Rekondo, representante de una de las familias de EA conocida como los bultzagileak. Opina el alcalde que los actos de violencia callejera y la lucha armada cumplen dos funciones dentro de la estrategia de coacción que el MLNV ha diseñado para superponer su voluntad a la de toda Euskal Herria. Joxan Rekondo Sanz, el alcalde, escribe en Egunkaria y no se muerde la lengua al sostener que la violencia callejera es la guerra sucia contra el pueblo; que la debilidad operativa de ETA es suplida por la ‘kale borroka’, una forma distinta de violencia, con la misma función; que la ponencia Oldartzen ha adquirido en el

MLNV una importancia capital, y la muerte de Gregorio Ordoñez y el secuestro de Aldaia han sido las dos puntas [‘erpin’] más importantes de la misma estrategia. “Kale borroka, koertzio dinamika, beraz, ez da espontanea. ENAMen estrategian, kokatzen da: gerra Zikina” [La violencia callejera, la dinámica de la coerción no es pues espontánea, sino que se asienta en la estrategia del MLNV: la guerra sucia]. El Correo ha tenido acceso a un documento interno en el que ETA y KAS apuestan por mostrar cintura política para abrir una nueva etapa en el MLNV, promoviendo la distensión con el PNV y buscando acuerdos coyunturales con otros partidos. Propugnan, siguiendo el modelo ELA-LAB, buscar la apertura a sectores sociales, con lo cual “a Elkarri lo mandamos al carajo”. Sopesan una tregua, acuerdos en objetivos intermedios, para estar en condiciones de abordar un proceso de negociación serio. Ven conveniente renovar las Gestoras proamnistía: “Olano [Juan María] es un monstruo con mucho peso político, pero hay que poner el cascabel al gato y reconducir Gestoras a la lucha por la amnistía”, lo que es un “asunto difícil, porque entramos en el tema de sueldos, liberados, etc.”. También los socialistas vascos reflexionan. Buesa, Onaindia y Eguiguren estudian vías de normalización dentro del Estatuto, y el futuro de la Mesa de Ajuria Enea. La crónica semanal de Egin, que firma J. Iratzar, toma nota de lo dicho por El Correo, habla de “Preocupante agilidad” y de que “resulta curioso constatar que si ahora hablar de ‘cintura política’ es motivo de descalificación por lo que supone de ‘rearme’, hubiera sido síntoma de debilidad si esta misma izquierda abertzale hubiera decidido lo mismo en unas circunstancias de inferioridad política”. Algo se cuece en la cocina del PNV cuando Juan María Ollora, uno de sus teóricos más relevantes, apuesta por una negociación con contenidos. El último día de noviembre, convocados por ‘Senideak’, decenas de miles de manifestantes exigen en Bilbo los derechos de los presos. ‘Senideak’ emplaza al Gobierno español a contactar con los interlocutores del colectivo de presos. Familiares de presos inician paralelamente en Dublín, lugar de reunión del Consejo de Europa, una huelga de hambre. El Diario Vasco ve en el documento del MLNV citado por El Correo el diseño de un giro estratégico para forzar un cambio en el PNV, planteando la combinación de una ‘presión permanente’ con una política de ‘mínimos comunes’. Se trata de cambiar la correlación de fuerzas, abrir vías de comunicación incluso con Confebask, Adegi, Mondragón Corporación, ASLE, la Iglesia. LAB aclara que se trata de un documento del sindicato y denuncia la manipulación de la que ha sido objeto. Floren Aoiz, portavoz de HB, recuerda

que el derecho de autodeterminación es la clave y que “el PNV debiera ser valiente y decir que lo que ha logrado obedece más a la presión de la izquierda abertzale que a la suya”. EA hace saber por su parte que el Estatuto no es un fin en sí mismo, en respuesta a una propuesta de síntesis de posiciones nacionalistas y autonomistas, que lleva el sello de la reflexión de Onaindia y Eguiguren. El PSE-EE dice que aprobaría contactos con ETA que concluyeran en el marco del Pacto de Ajuria Enea, aunque posteriormente Benegas lo matiza hasta dejarlo sin sentido. Interior anuncia el traslado de quince presos de ETA para acercarlos a cárceles del País Vasco, y se interpreta en la prensa como que Mayor Oreja empieza a desarrollar su compromiso de una política penitenciaria más activa. El anuncio se ha hecho tres días después de que ETA intentase matar a la concejala donostiarra del PP Elena Azpiroz e hiriese gravemente a su guardaespaldas. Interior no oculta que estos traslados están destinados a tutelar el derecho de los reclusos a “desmarcarse de los dictados de la organización” si así lo desean. Entre ellos habría también algunos que han manifestado desacuerdo con ella y arrepentimiento por su pasado, además de un enfermo incurable. El periodista de Egin en prisión Andoni Murga publica el 16 de diciembre un artículo en el que asegura que “No les va a salir gratis”, que se acabó la impunidad, ante hechos como los de Ordizia, y que el PNV está haciendo una apuesta muy arriesgada. El Mundo publica “Los 20 documentos secretos de la Guerra Sucia contra ETA que el Gobierno oculta a los jueces”. Afirma que el CESID seleccionó como objetivo al primer etarra asesinado por los GAL, Kattu. Asegura que los papeles del CESID avalan que Manglano despachó con Felipe González sobre la guerra sucia y que el general Cassinello encargó el sello de los GAL. La orden de Rodríguez Galindo a Pedro Gómez Nieto habría sido: “Hay que estar mentalizados. Ir, pegar y venirse”. Antonio, Anton, Ormaza, presidente de la Fundación Arana Goiri Anaiak, publica en El Mundo uno de sus muy escasos artículos. Lo titula “Los enemigos del poder popular”, recuerda que la gran mayoría del Pueblo Vasco se abstuvo de votar la Constitución, se lamenta de que el postfranquismo se haya asentado en Euskadi. Da su versión del “asalto al poder en el PNV hace 16 años”, de la actual situación de los vascos: “seguimos oprimidos, colonizados, sin poder autodeterminarnos”; coaligarse con los partidos PSOE, PP, IU y UA hoy, le parece inaceptable, “desde las enseñanzas de Sabino Arana”. Otro que tampoco escribe a menudo, el dirigente vizcaino del PNV Javier Atutxa, publica una carta en El Correo, para el que unas semanas antes ha pedido el boicot de los peneuvistas, lo que la ha valido un ataque muy duro de respuesta. “Sabemos qué proyecto político apoyan ustedes,

qué grupo financiero está al lado, delante y detrás de El Correo”, no nos vengan pues con apelaciones a la independencia informativa, parece querer decir. El mes y el año terminan entre propuestas de acercamiento para la paz, movilizaciones infructuosas por los presos, más atentados de ETA contra cuarteles, en Betoño e Intxaurrondo, con dos secuestrados, uno ya medio olvidado en el tiempo, otro más reciente, más presente en movilizaciones de pacifistas organizados.

1997-98, DEL HORROR A LA ESPERANZA La actividad armada de ETA se hace en 1997 más selectiva, más personalizada, más dura, si cabe. Rafa Díez, dirigente de HB y de LAB y mediador ante Antxon en Santo Domingo, así lo reconoce al decir en el mes de marzo que estas semanas están siendo muy duras, para todos. El 6 de enero, ETA lanza cinco granadas contra el aeropuerto de Barajas. Dos días más tarde acaba con la vida de un teniente coronel del Ejército en Madrid. El 15 de enero se cumple un año del secuestro de Ortega Lara. El 17 detienen en Burdeos a Urrosolo Sistiaga. El 23, se suicida en prisión Jean Luc Maillet, el policía francés acusado de haber colaborado con ETA. El 30 de enero, ETA da muerte a Eugenio Olaziregi, acusándole de haber propiciado la detención de Valentín Lasarte. Acusan a la Mesa Nacional de HB de apología del terrorismo y colaboración con banda armada por haber difundido el vídeo de ETA con la propuesta conocida como Alternativa Democrática, y se producen las primeras detenciones el 3 de febrero. El 7 se quita la vida en la cárcel de Alcalá-Meco el preso vasco José María Aranzamendi. El 10 de febrero, por la mañana, estalla un coche-bomba en Granada, y provoca la muerte de un civil y varios heridos; se conoce al mediodía el suicidio en su casa de Mallabia del dirigente de LAB y HB Eugenio Aranburu; por la tarde, ETA mata en Madrid al magistrado del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador. Al día siguiente, da muerte en Tolosa a Patxi Arratibel, acusándole de haberse quedado con parte del dinero del rescate de Emiliano Revilla. El 15 de febrero, la Ertzaintza reprime a tiros una manifestación multitudinaria convocada a favor de la Alternativa Democrática, provoca dos heridos, numerosos contusionados y un atropello. Javier Bauluz, premio Pulitzer de fotografía, lo explica así en El Mundo: “La verdad es la primera víctima de la situación de Euskadi. Los incidentes no fueron resultado de oscuras maniobras de HB, como se ha dicho, ni de oscuras maniobras del Gobierno vasco, como también se ha dicho. Lo que hubo fue el error policial de dejar una furgoneta de la policía aislada en medio de una manifestación en la que había gran tensión. (…) Sacaron las pistolas cuando no les quedó más remedio, después de recibir sus buenas palizas, porque lo vi yo”. El 17 de febrero ETA da muerte a un policía en Bilbo. Tras un pequeño paréntesis sin atentados, mata en Donostia el 11 de marzo a Francisco Javier Gómez Elosegi, el psicólogo de la prisión de Martutene. Casi inmediatamente, dos policías de paisano detienen al presunto autor de los

disparos, quien posteriormente denuncia torturas, que avala Joseba Egibar, y el SUP se querella contra el dirigente del PNV. El juez Javier Gómez de Liaño, que se ocupa del caso, descarta que la Policía torturase a Elejalde, pero reconoce que hubo actuaciones irregulares en la comisaría. El juez envía a prisión al presunto militante de ETA Fernando Elejalde Tapia por los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia ilícita de armas y asesinato de Gómez Elosegi. Elejalde ha necesitado atención médica, que la Policía atribuye a que su detención fue violenta porque opuso resistencia, pero Iñaki Esnaola, que la vio desde el balcón de su casa en Gros, lo desmiente. El 29 de marzo, aparece muerto en Itziar de un tiro en el corazón el militante de ETA Josu Zabala. La versión oficial asegura que se trata de un suicidio. El 12 de abril localizan un piso de ETA en Madrid tras una pequeña explosión; salen bajo fianza los miembros de la Mesa Nacional de HB en prisión; ETA hiere en atentado a un funcionario de prisiones de Martutene. El 21 de abril se hace una convocatoria a nombre de ETA para una jornada de lucha por la Alternativa Democrática el 25 de abril. Al día siguiente estallan cinco bombas en Sevilla, a las que siguen dos bombas contra chalets de dos empresarios un día más tarde. El 24, ETA mata a un policía en Bilbo. En la jornada de lucha se producen sabotajes, concentraciones, cargas policiales. El 26 de abril, con el mismo lema de la de Bilbo que ha acabado tan mal, tiene lugar una manifestación en Donostia. El 29, desactivan un coche-bomba preparado contra un vehículo de la Ertzaintza. Mata ETA el 3 de mayo en Zierbana a un guardia civil, atenta el 5 contra el cuartel de Araka, hiere el 10 a un escolta del PSE. Dos días más tarde desactivan un paquete-bomba dirigido a un empresario de Burgos. El 15 desactivan un artefacto en Neguri. El 24, ETA da cuenta de una carta-bomba enviada a mando militar español en Italia, que el Ejército ha ocultado. El 1 de julio, poco después de la una de la madrugada, ETA deja en libertad a Cosme Delclaux cerca de Elorrio. A las tres y media, la Guardia Civil efectúa detenciones muy cerca, en Arrasate, Antzuola, Bergara y Oñati, y a las seis y media de la mañana libera a José Antonio Ortega Lara, que ha permanecido 532 días en un “cubil oscuro y siniestro, con las paredes forradas en madera, abombadas por el agua”, en los bajos de una nave industrial de Arrasate. Se trata del secuestro más largo en la historia de ETA. El periodista Fernando Jáuregui elogia a la prensa, porque Mayor Oreja había asegurado un día antes a un grupo de periodistas que ‘pronto’ tendrían buenas noticias respecto a los secuestrados, pero callaron: “Por esta vez, la prensa, la radio y los canales de televisión españoles han merecido un diez”. Los medios de comunicación reciben para las

siete de la mañana una información exhaustiva de la operación a través de la agencia Vasco Press. Al día siguiente, el diario Egin abre su primera página con un titular escandaloso: “Ortega vuelve a la cárcel”. Joseba Egibar afirma que José Antonio Ortega Lara tenía alguna función añadida a su labor de funcionario de prisiones, por lo que, tal vez, su elección no fue tan aleatoria, y Mayor Oreja le responde que “ha perdido el norte”. Egibar ha añadido también que Mayor Oreja se ha quedado sin motivos para rechazar el plan de acercamiento de presos, una vez liberado el funcionario. El PNV se dispone a denunciar al ministro del Interior ante el Consejo de Europa por mantener la política de dispersión, e IU-EB está también dispuesta a secundarlo. Egibar está convencido de que el PP quiere convertir el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo en un enclave de España en Euskal Herria, y así se explica que se eligiera el cuartel para escenificar el rescate de Ortega Lara, contra el que desde luego nada tiene que objetar. El portavoz del PNV desvela también que los socios del Gobierno tripartito vasco ​–PNV, PSE y EA– contactaron con ETA, con conocimiento de Mayor, para conocer su “último precio” por la liberación de Ortega Lara, y cuando trasladaron las condiciones al ministro, tuvieron una contestación muy fría. Decía no creerse que la solución pudiera ser tan simple. En este primer semestre de 1997 hay también mucha cocina política, además de temas que se vienen arrastrando. A comienzos de año, Amedo ha declarado en Diario 16 que Garzón les chantajeó para derribar al PSOE, que les utilizaron. La exviceministra de Interior Margarita Robles confirma que es verdad que José Luis Corcuera le dijo que si no fuera mujer le daba una ostia. La periodista de El Mundo Carmen Gurruchaga ha publicado, con el titular impactante de “Los ministros de ETA” y la foto de Xabier Alegria, “el superjefe de KAS”, Jone Goirizelaia y Rufi Etxeberria, que “ETA aprieta el gatillo pero detrás existe una compleja maquinaria política y social”. HB anuncia luego un boicot a El Mundo y acciones legales contra la autora del reportaje. El País ha dado cuenta a mediados de enero de la detención y encarcelamiento del que se tiene por cabecilla de los ‘grupos Y’ de apoyo a ETA en Navarra. Se trata de Joseba Mirena Sainz de la Higuera, de 49 años, que adoctrinaba a los jóvenes y ha admitido depender de KAS, según el diario. No se conoce entonces la denuncia de infiltrado, que Gara publicará el 25 de abril de 2001. La Ertzaintza ya ha detectado en varios lugares calientes de la ‘kale borroka’ que personas de cierta edad costean los pequeños gastos que la actividad exige, y algo más para el bolsillo de los jóvenes, a veces solo adolescentes. El 17 de enero, Abc informa que Aznar y Arzalluz han estudiado en La Moncloa las vías para acabar con esta

‘preocupante’ violencia callejera, y han hablado también del Concierto Económico. Son tiempos de buena sintonía, son tiempos sin mayoría absoluta del PP. Sam Cusnalhan, presidente irlandés de familiares de víctimas del terrorismo, afirma en el Diario Vasco que el proceso de paz en Irlanda ha sido frustrante para las víctimas y que jóvenes del entorno de ETA son instruidos en Belfast en los meses de verano. Han enviado una ‘Carta al Lehendakari’ veintidós, a decir de El País, relevantes universitarios, escritores y profesionales, reclamándole decisión política para garantizar los derechos y libertades de la ciudadanía vasca frente a la amenaza de la violencia, y Ardanza no ha respondido como esperaban, lo que les ha provocado “desconcierto e indignación”. Algunos de los firmantes dicen no entender la reacción virulenta del PNV ante un mensaje respetuoso y moderado. El catedrático de la UPV Javier Corcuera está triste y perplejo; y el decano de la facultad de Teología de Deusto, Rafael Aguirre, preocupado por la reacción de Ardanza y del PNV ante un texto muy sencillo que carece de segundas intenciones e intenta recoger un clamor popular ante la proliferación de la violencia callejera. Hay debate también en PSE-PSOE sobre la paz. Jesús Eguiguren dice que ahora es cuando hay que hablar, pues cuando acabe el terrorismo no hará falta diálogo: “el diálogo es para acabar con el terrorismo”. No le hace ascos a tratar también de Navarra y autodeterminación. A Redondo Terreros le parece que la Mesa de Ajuria Enea actual puede ser un factor retardatario de las soluciones, y a Mario Onaindia, que una cosa es terminar con el terrorismo y otra que se resuelva el problema vasco. En esto está de acuerdo incluso Mayor Oreja. IU-EB apuesta claramente por una segunda fase del Pacto y por gestos de acercamiento hacia los violentos, en un documento enviado al lehendakari en el que asume las soluciones políticas como única salida. El PNV, cuya dirección observa entre sus cuadros más de una manera de ver este asunto, reúne a una amplia representación de cargos públicos para definir una postura unitaria en torno a la pacificación; están decididos a asumir riesgos, a moverse para buscar en el entorno de ETA y HB las bases de un futuro escenario sin violencia, “pero sin desvirtuar lo que somos”. Ante la eventualidad de un acuerdo entre el Gobierno central y ETA, el PNV advierte a José María Aznar que son los partidos políticos los únicos legitimados para negociar cuestiones políticas que afecten a los vascos y, por tanto, no reconocen ese papel ni al Ejecutivo español ni a ETA. “Si ETA y el Estado deciden por no sé qué cruce de astros negociar, lo acordado afectará solo a las dos partes. A mí no me representa ni el Estado ni ETA”, afirma Joseba Egibar.

El Correo destaca del documento del PNV sobre pacificación que apremia a ETA y al Gobierno español a que negocien la paz o renuncien a ese vía. Pone en boca de Xabier Arzalluz que “todo tiene un límite, y si se eternizan, buscaremos otros consensos”, y que ha manifestado que en el partido “estamos dispuestos a perder muchas cosas para que la paz salga adelante”. Deia titula: “El PNV advierte que existen vías diferentes de pacificación para romper el impasse”. EA interpreta que el pronunciamiento del PNV deja a Ardanza en fuera de juego. El Gobierno de Aznar ve un balón de oxígeno a ETA en esa oferta de negociación y su ministro del Interior dice que el PNV vive en una “encrucijada de la confusión”. No les ha sentado bien que haya pedido una negociación con ETA sin esperar siquiera a que deje de secuestrar y matar. José Luis Barbería opina en El País que la idea evocada por Arzalluz de que algunos poderes tienen interés en que ETA sobreviva dentro de parámetros controlables para el Estado, porque de esta manera se aseguran que el PNV congela su proyecto independentista, ha estado latente dentro de ese partido desde la época de la Transición. A su juicio, es una sospecha que aflora cada vez que el PNV siente la tentación de romper las amarras de sus compromisos en materia antiterrorista. Duda el periodista de que Juan María Atutxa comparta este análisis, pues no encaja en su posición ante ETA. El 5 de febrero, se pregunta el editorialista de Egin si se mueve el PNV; le ve sin resolver su gran dilema, si abrazarse al actual proyecto político del Estado español o apostar por su propio proyecto de construcción nacional; espera para aclararlo a su práctica política, para saber si se trata de un punto de arranque o de un parche. El preso Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, designado por sus compañeros portavoz, envía una carta a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco proponiéndole una reunión para informar de su situación. Ortega Lara está en este tiempo secuestrado, y este movimiento se relaciona también con una vía de salida al secuestro. Egin dice que los presos piden en un escrito firmado por Txikierdi un ‘vis a vis’ con DDHH, para conocer qué ha hecho la Comisión con los acuerdos que se han tomado en el Parlamento de Gasteiz y para explicar a los comisionados la situación carcelaria. Publica este diario un artículo de José Luis Orella Unzue, “El Decálogo de la Violencia”, en el que afirma que solo se habla de una única violencia, y sin embargo existe otra violencia. Hay a su entender dos violencias en el País Vasco y Navarra, solapadas, pero de etiología diferente. Conocemos a unos, afirma, “¿pero quiénes son los responsable de la violencia estructural?”. Joseba Arregi y Daniel Innerarity escriben en El País, al alimón, un artículo que titulan “Diálogo de

Sordos”. Les parece que uno de los mayores desafíos del nacionalismo vasco democrático consiste en la actualidad en mantenerse a distancia, en la teoría y en la práctica, de las categorías que maneja el mundo del MLNV. José Antonio Rekondo entra en el debate con declaraciones que recoge Juan Carlos Viloria en El Correo el 2 de marzo. A los intentos de ELA y otras fuerzas por buscar una salida a la confrontación violenta ya le han puesto nombre: ‘tercer espacio’. Y a Rekondo, alcalde en Hernani, le parece que “los apóstoles del ‘tercer espacio’ dan coartadas a ETA” y cree que la estrategia de ELA es grave, porque le obliga a silencios muy significativos y, además, no representa la voluntad de la mayoría de sus afiliados. Los movimientos de los presos le parecen a Juan María Atutxa, según recoge El Correo el 4 de marzo, fecha en la que los parlamentarios vascos se reúnen con Txikierdi en Alcalá Meco, intentos de ETA para salvar la cara y liberar a Ortega Lara. El 6 de marzo Egin afirma que los interlocutores de Txikierdi defienden el valor de la reunión y anuncian nuevas iniciativas parlamentarias sobre los presos vascos. A los días interpreta que “cruzaron las rejas con el mandato de cumplir con la legalidad que ellos mismos representan y constataron con ello lo increíble que resulta que fuera precisamente un preso quien les instara a cumplir su legislación”. Un delegado de UGT de la prisión de Pamplona opina que Ortega Lara no será liberado sin un acuerdo entre HB y el Gobierno. Según el Diario Vasco, el portavoz de los presos habría advertido a los parlamentarios vascos, con los que mantuvo una reunión de cinco horas, que vienen épocas duras si los partidos no varían de actitud. El alcalde de Bermeo y presidente de EA en Bizkaia, Juan Carlos Goienetxea, entrevistado en Argia, pone en duda que el PNV sea en este momento abertzale, porque a su juicio el poder debe usarse para liberar Euskadi, y tiene la impresión de que el PNV lo tiene para tenerlo. También Peixoto habla en Argia, y sostiene que “tenemos que hablar entre nosotros”, recordando que la preocupación permanente de Txomin [Iturbe] era la de que “si no empezamos cuanto antes a hablar seriamente entre nosotros, antes de darnos cuenta estaremos peleándonos entre nosotros”. [‘Lehen bait lehen, geure artean seriozki hitz egiten hasten ez bagaituk, konturatu orduko elkar joka aurkituko gaituk’]. El Correo y el Diario Vasco aseguran que ETA defiende la eficacia de la lucha callejera y ha zanjado las críticas en el seno del MLNV. Tienen como fuente un documento interno de cierta antigüedad, del que se desprendería que el sector más duro de KAS controla la dirección provisional de HB y no descarta incluso una retirada paulatina del área político-electoral, tras apostar por hacer cada vez más clandestino el funcionamiento de HB. En el Diario de Navarra los asuntos del

MLNV se ven, a partir de reconocidas fuentes policiales, como que el frente militar de ETA se ha impuesto al aparato político y los responsables de los comandos controlan la estrategia global. Deducen de ello que KAS va a tener menos poder y que ETA ha recuperado su papel de vanguardia. J.Txindoki ve la situación como un empate infinito, tras reparar en la lista de este comienzo de año con seis muertos, dos secuestros, dos suicidios, multitud de actos violentos en las calles, detención de la Mesa Nacional de HB. Lo ve como atrapados en un empate infinito que se podría ir rompiendo con la liberación de Ortega Lara, para la que solo es preciso un pequeño gesto que Mayor Oreja conoce, “como si buscaran un final trágico”. Le Monde entrevista Arzalluz y destaca de sus declaraciones que “esta vez, pienso que ETA quiere negociar”. José Antonio Ardanza ha anunciado en El Correo que no aspira a repetir como lehendakari y el exdiputado general de Bizkaia, José Alberto Pradera, se ha adelantado a proponer a Juan María Atutxa como su sucesor natural. Su propuesta se completa: Atutxa por Ardanza, este por Arzalluz y Azkuna en la alcaldía de Bilbao. Abc mete baza y habla de problemas en el PNV para relevar a José Antonio Ardanza, porque la mayoría de los candidatos no habla euskera, que no sería el caso de Atutxa, desde luego, y los estatutos del partido obligan a dominar el vascuence para optar a lehendakari. Le han recordado a Pradera desde el EBB que en el partido no funcionan así las cosas y este ha pedido para él el mismo trato que a otros que se equivocan, aunque insiste en que sigue pensando lo mismo sobre la candidatura de Atutxa. La periodista Tonia Etxarri habla más bien de relevo tranquilo, defiende que Juan María Atutxa, a pesar de su gancho, no encaja en el perfil-robot del candidato ideal del PNV. El Diario Vasco ya ha sabido para mediados de mayo que las bases del PNV se decantan por el vice-lehendakari Juan José Ibarretxe como sustituto de Ardanza. A final de mes, Martín Garitano no ha tenido la misma información o tal vez se refiera a otras “bases” cuando escribe que está desolado por que Atutxa sea el mejor valorado como candidato a lehendakari. Comienza en París el 20 de mayo el macrojuicio contra la dirección de ETA detenida en Bidarte y contra una treintena más con acusaciones de colaboración en diversos grados. Los que les han acogido en sus casas declaran haber desconocido la actividad de sus protegidos. El juez no autoriza el uso del euskara en la vista y Txelis se lo afea por violento. Los encausados no reconocen al tribunal, declaran que mientras se niegue la soberanía a Euskal Herria la lucha continuará y proponen la Alternativa Democrática como vía a la paz. Se difunde ahora que Pedro María Gorospe, Txato el Viejo, ausente en el juicio por

enfermedad, ha sido expulsado del colectivo por traición. Carmen Gurruchaga publica en El Mundo que Alvarez Santacristina ha desvelado que fueron detenidos porque cayeron en una trampa del Gobierno español, mediante un falso mensaje de Interior para negociar que les movió a reunirse. Apenas concluido este juicio, da comienzo también en París otro contra seis miembros del comando Argala, de ciudadanía francesa, por primera vez por atentados que han tenido lugar en territorio español; y junto con ellos, Azkoiti, que en ese momento está en paradero desconocido. Finalizando mayo, el Supremo comunica a 23 miembros de la Mesa Nacional de HB la apertura del proceso por colaboración con ETA. Se declaran insolventes, por lo que se les embargarán sus sueldos, invitan al Tribunal a la reflexión, ya que se está judicializando un problema que es político. Patxi Zabaleta escribe sobre “Las ideas de ETA”, sostiene que una acusación penal indiscriminada y, además, por la propagación de unas ideas, aunque sean las ideas de ETA, resulta propia de sátrapas nazis. Es junio y el clima político es tenso, justo cuando más iniciativas de paz se van conociendo. Iker Gallastegi, hijo primogénito del histórico líder independentista Eli Gallastegi, escribe una carta a la propagandista del PNV de preguerra Polixene Trabudua, amiga de su padre y compañera de lucha, y le pregunta por qué supone que aita criticaría hoy a ETA. Polixene, tras largos años de exilio en Venezuela, ha recalado por Euskadi y ha manifestado su condena a la actividad de ETA. El forense Pako Etxeberria confiesa que en los años ochenta nadie quería ser forense y afirma que la tortura sólo desaparecerá cuando la Policía sea consciente de que no merece la pena. Carlos Iturgaiz, a quien Mayor Oreja ha trasladado ya la responsabilidad de dirigir al PP vasco, llama irresponsable al lehendakari Ardanza por haber criticado la dispersión. Iñaxio Oliveri denuncia la cerrazón del MLNV en relación con la suerte de los presos. Se presenta en Madrid el libro de Sagrario Morán, prologado por Baltasar Garzón, que estudia las relaciones de España y Francia contra ETA. A juicio de Morán, dos factores han contribuido sustancialmente a activar la pasividad de Francia: las acciones de los GAL y la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Sobre el primero, opina que, aunque ahora se ha visto que fue negativo porque ha convertido a ETA en víctima, contribuyó a que Francia se implicara en la lucha contra el santuario que mantenía dentro de sus fronteras. Sus datos revelan asimismo que después de cada operación comercial con Francia se producía una operación antiterrorista. El ministro del Interior ve ya la colaboración francesa en un proceso irreversible, al margen de la ideología del Gobierno de turno. Mayor Oreja se ha entrevistado con el

ministro Chevenèment, ha recibido de él la promesa de perfeccionar la cooperación, han convenido en que los cabecillas de ETA son en este tiempo Ignacio Gracia Arregi, Mikel Albizu, José Javier Arizkuren, Soledad Iparragirre, Eusebio Arzallus, Juan Carlos Iglesias y el histórico José Luis Arrieta, Azkoiti. La Guardia Civil ha liberado al funcionario de prisiones José Ortega Lara el 1 de julio, y el 10 de julio ETA secuestra al concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco, amenazando con matarle en 48 horas si no se traslada en ese tiempo a todos los presos vascos a Euskal Herria. A nadie se le escapa la similitud de este ultimátum con el del ingeniero de la central nuclear de Lemoiz José María Ryan, que acabó en ejecución. Al día siguiente, la Mesa de Ajuria Enea hace público un comunicado afirmando que ETA sabe que sus condiciones son imposibles de cumplir, por lo que el secuestro hay que verlo como una venganza mafiosa, la vendetta de una organización desesperada y resentida. La Mesa de Ajuria Enea hace un llamamiento a una manifestación de ‘humanidad’ para el sábado 12, a las doce del mediodía en Bilbo, que se convierta en un ruego a ETA y a HB para que no maten a Miguel Angel. La movilización es enorme, pero ETA cumple su amenaza y mata al joven edil de Ermua. La Mesa de Ajuria Enea publica el 17 de julio otro comunicado. Afirma que lo que fue posible con Franco ante el Proceso de Burgos no ha sido posible con ETA, que se ha situado fuera y en contra de este pueblo, que ha dado así un golpe a los deseos de diálogo y reconciliación. La Mesa denuncia con dureza a los cómplices de ETA, a Herri Batasuna, que ha callado clamorosamente, y hace nuevas convocatorias de solidaridad con la familia de Blanco y de repulsa a ETA. La prensa habla de estallido de indignación, y no exagera. Mesa y prensa piden que la indignación se traduzca en acciones concretas contra HB en aquellos municipios en los que sea posible entre todos desalojarlos del poder. El eco de esta muerte llega al VII Foro de Sao Paulo, que decide no invitar a HB, como acostumbraba. Llega a Montevideo, donde el Frente Amplio lo condena, pero no por unanimidad, porque alguien sugiere que puede tratarse de una jugada de los servicios de inteligencia. El MLN-Tupamaros, y otras instancias de la izquierda internacional con las que ETA ha tenido en algún momento relación, habían pedido también a ETA, “sin pretender injerencias indebidas”, que no ejecutara a su rehén. José Antonio Rekondo, alcalde de Hernani, resucita su cruzada contra el MLNV, pide al nacionalismo democrático y a ELA que revisen su estrategia ante la rebelión contra ETA presente. Ve al nacionalismo histórico vasco ausente en el “estallido social”. Propone que las instituciones vascas lideren esta respuesta social y niega cualquier relación de parentesco de ETA y HB con el

nacionalismo vasco, porque la teoría y praxis del MLNV no son nacionalistas. No está solo en su reclamación, le acompañan “los que pensamos así, un grupo de nacionalistas guipuzcoanos que en su día nos formamos en las tesis de Bultzagileak y nos interesa el debate y la reflexión”. Critica nuevamente a los creadores del ‘tercer espacio’ y a los que defienden una negociación política con el MLNV porque es “un robo a mano armada con toma de rehenes”. Ataca también Rekondo la careta humanitaria de Elkarri y sus juegos florales. La sociedad vasca se encuentra más cerca del enfrentamiento social que nunca. Dirigentes del PNV reclaman a ETA y HB una tregua indefinida. España pide colaboración para detener a la presunta nueva cúpula de la organización. Se generalizan los ataques contra instalaciones bancarias, vehículos y viviendas particulares de ertzainas y políticos, contra sedes y sociedades de HB y del PNV; un exmilitante de ETA preso se suicida en Albacete; dos ertzainas resultan heridos en la Parte Vieja tras una manifestación multitudinaria convocada por HB en Donostia; lanzan 80 cócteles molotov contra una patrulla de la Ertzaintza. El PP acusa a Xabier Arzalluz de dar balones de oxígeno a ETA y Mario Onaindia afirma que el presidente del EBB deshace todo el trabajo tejido en la lucha contra ETA. Mayor Oreja asegura que ETA está en el mercado de la droga para financiarse, que no hay disidencias entre los presos por la presión de los abogados, que cuando ETA haga ‘crack’ no se rearmará política y socialmente, y se verá la profundísima disidencia que hay en ella, pero que eso no significa que no haya que sufrir todavía, porque lo que degenera provoca dolor y hace sufrir. El Gobierno dominicano, presionado por el español, expulsa de su país a Eugenio Etxebeste, Ignacio Arakama y José María Gantxegi. Llegan estos a la base militar de Torrejón de Ardoz el 10 de agosto, los internan en la Policía Nacional de Moratalaz, incomunicados, hasta el momento de ir a declarar a la Audiencia Nacional ante el juez Gómez de Liaño. Jaime Mayor Oreja interpreta esta expulsión como una fortaleza de la democracia española y de su reconocimiento internacional, y dice que si Etxebeste quiere hacer cosas como negociador las puede hacer más aquí que allí, aunque él cree que no era ya interlocutor de ETA, que ni siquiera tenía el respeto de ella, y solo servía de altavoz internacional de la organización. Juan María Atutxa declara que era algo esperado y que si hay que responsabilizar a alguien de estas expulsiones es, única y exclusivamente, a ETA y a HB, que con su “inmovilismo y cerrazón han aburrido a propios y extraños”. Sin embargo, Joseba Egibar, portavoz del PNV, atribuye esta expulsión a la rigidez de Mayor Oreja y de su política antiterrorista, cuyas consecuencias se verán con el tiempo. Juan Alberto Belloch, portavoz del

PSOE en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, le pide al PNV que haga sus críticas en los foros adecuados, es decir, en los Pactos de Madrid y Ajuria Enea. Sobre Eugenio Etxebeste pesa una orden de extradición solicitada por Carlos Bueren en diciembre de 1995; a Ignacio Arakama, Makario, le acusan de haber participado en ocho asesinatos y en el secuestro de Diego Prado y Colón de Carvajal; José María Gantxegi no tiene ningún sumario pendiente en España. Quedan en Santo Domingo Belén González Peñalba y Ángel Iturbe Abasolo. El policía nacional Daniel Villar se convierte el 4 de septiembre en la primera víctima mortal de ETA desde la muerte de Miguel Angel Blanco el 12 de julio. La explosión de una bomba colocada en su coche en una calle de Basauri le ha provocado graves heridas, y la muerte poco después. La Guardia Civil dice haber acabado con el comando más activo de ETA al dar muerte el 24 de septiembre en una emboscada entre calles de Bilbao, poco después de las doce de la noche, a Gaizka Gaztelumendi y José Miguel Bustinza. Afirma haber detenido luego a doce personas y descubierto una amplia infraestructura de pisos y armamento, minas antipersona y 63 kilos de amonal. El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivileso, asegura que los etarras respondieron con sus pistolas y que los agentes, uniformados, repelieron la agresión. La Policía española cree que este comando preparaba un inminente atentado contra Carlos Iturgaiz, lo que habría precipitado una operación que se venía gestando. El comando también habría espiado a los escoltas de Iturgaiz y a un edil del PP en el Ayuntamiento de Bilbao. El consejero del Interior vasco, Juan María Atutxa, afirma que ambas muertes “caen sobre las espaldas y la conciencia de la Mesa Nacional de HB y de KAS”. Se conoce en este final de septiembre que el Gobierno español ha elaborado un vídeo para su difusión internacional, a fin de transmitir lo que llama la verdadera cara del terrorismo etarra, y el PNV le acusa de proyectar una imagen deplorable del País Vasco, cuando nuevas vías de acuerdo se abren, cuando se acaba de conocer cómo el Partido Unionista del Ulster ha accedido a dialogar cara a cara con los republicanos del Sinn Fein, lo que al premier británico, Tony Blair, le ha llevado a mostrarse convencido de que se podrá lograr pronto un acuerdo definitivo de paz. Txillardegi cree que el encarcelamiento de la Mesa de HB solo supondrá el final traumático del último intento de solución pacífica y opina que “guste o no a Arzalluz y a Garaikoetxea, el PNV y EA están abocados a una disyuntiva de gravedad evidente: o apoyan la represión española, o la condenan”. Tres miembros de ETA disfrazados de jardineros intentan el 13 de octubre

colocar doce granadas en tres maceteros frente al Museo Guggenheim; sus movimientos le resultan sospechosos al ertzaina Txema Agirre, les trata de identificar, responden con un disparo que le hiere de gravedad y muere poco después. Uno de los miembros del comando es detenido posteriormente. Se baraja la hipótesis de que ETA pensara activar las granadas con un mando a distancia el día de la inauguración oficial del museo, a la que acudirá el rey Juan Carlos, aunque se da por supuesto que las granadas habrían sido descubiertas antes por los perros adiestrados en detección de explosivos. La prensa destaca luego que el ertzaina es hijo de un histórico militante del PNV en Zalla. El 23 de octubre, ETA hace público un comunicado de denuncia del proyecto Guggenheim, que al igual que la Ertzaintza y EiTB se han convertido, a su juicio, en “gigantescos aparatos para oprimir mejor a Euskal Herria”. Del ertzaina muerto dice que lamentablemente ha dado su vida defendiendo un Estatuto que está muerto. La revista que publica Elkarri entrevista al filósofo Joxe Azurmendi. Sus respuestas, a modo de sentencias, se salen de los guiones al uso y, traducidas del euskera, dicen así algunas de ellas: ETA es una aventura ética y política; ETA, además de tener unas armas y unos comandos, necesita de una masa social que le pueda resultar de ayuda; nunca me he sentido capaz de cuestionar el fenómeno ETA de manera racional y moral; ETA es un producto de la tragedia de este pueblo; la defensa racional de ETA no es seguramente fácil, pero tampoco la defensa del futuro de este país sin ETA parece muy fácil. Llega a la redacción de Deia el 21 de octubre un documento que el PP se da prisa en decir que es falso, pero que al diario le merece alta credibilidad. Según el mismo, el PP vasco y catalán, presididos por Carlos Iturgaiz y Alberto Fernández Díaz, están coordinando estrategias a fin de convertirse en los ‘condicionadores’ de la estrategia de los nacionalistas catalanes y de los peneuvistas. No descartan entrar en los gobiernos de las comunidades respectivas. Realizan un análisis conjunto de la situación política y llegan a acuerdos. Se disponen a hacer de la lucha contra ETA una de las principales bazas electorales del partido, a rechazar la vía Elkarri, a corregir el enfoque nacionalista de la educación, a frenar el modelo D y a contactar con intelectuales locales como Jon Juaristi y Fernando Savater. Piensan llegado también el momento de aceptar de manera desinhibida el sentimiento español y ciertos valores del régimen anterior. El documento hace una valoración positiva, sin nombrarlo, del apoyo del grupo de comunicación más poderoso de Euskadi. Perciben un claro auge mediático del partido después de los trágicos sucesos de julio, la muerte de Miguel Angel Blanco. Piensan que de la revalorización de

aspectos de la cultura española da fe, por ejemplo, la construcción en San Sebastián de una plaza de toros, iniciativa que fue de Gregorio Ordóñez. Les parece de ‘extrema inconveniencia’ la devolución del patrimonio histórico al PNV y ERC. El PP, a través de Carlos Urquijo casi siempre, ha denunciado el sesgo político de los comentaristas de Radio Euskadi, excesivamente sesgados hacia el partido del director general, Iñaki Zarraoa. El PP ha denunciado a algunos de los presentadores de ETB por “excesivamente complacientes con los pro-etarras”. ELA, sindicato mayoritario en el Ente, le acusa a comienzos de noviembre de presionar a los profesionales, de promover la censura en EiTB, de pedir al Parlamento vasco que defienda la censura informativa a HB. El Mundo lo titula como que el PP pide que se den ‘premisas’ a los periodistas para evitar informaciones delictivas. Los populares aspiran a trasladar el veto al MLNV a los medios privados. El 5 de octubre ha dado comienzo en el Tribunal Supremo el juicio contra los 23 miembros de la Mesa Nacional de HB. El 30 de noviembre se les condena a siete años de prisión por colaboración con banda armada. El 2 de diciembre, Aoiz denuncia en Egin una sentencia decidida por el Gobierno y firmada por los jueces, y HB llama a una huelga general para el día 15. El 4 de diciembre son detenidos y conducidos a diferentes centros penitenciarios. PNV, EA e IU critican la sentencia, pero no se sumarán a las movilizaciones, porque, en palabras de Arzalluz, “no se puede ir de la mano con los que nos insultan y atacan”. PSE, PP y UA aceptan la sentencia sin críticas. Ardanza opina que HB no merece solidaridad pese a que la condena es injusta. En declaraciones a El Periódico de Alava denuncia que toda la ejecutiva de HB se vaya a la cárcel como si fueran 23 delitos “clonizados. “Yo no comparto con HB nada, ni tengo el síndrome de Estocolmo ​–declara​– pero no estoy dispuesto a que se cometa una injusticia”. No comparte el resultado de esta sentencia, por demócrata, pero que no le pidan solidaridades ni a él ni a la sociedad, porque a su juicio no se la merecen. Para Alfonso Guerra, la sentencia ha sido benévola y la explica en que no hay valentía para decir que HB es “el sindicato criminal de ETA”. Se cuela en los medios y en los temas una carta dolorida de Aitzol Echave Arregui (así escrito), publicada por Egin. Se trata de un hijo de Juan Joxe Etxabe y Agurtzane Arregi que denuncia que “el miércoles 26 de noviembre me quemasteis el coche por gabacho (un 64). El Diario Vasco lo contó, y ‘nuestro Egin’ ¿por qué no? ¿Tendré que ponerle matrícula española?”. José Luis Caso, un concejal del PP en el ayuntamiento de Errenteria que había rechazado la escolta pese a estar amenazado, es abatido de un tiro en la cabeza por un encapuchado que entra en

el bar de Irun en el que se encuentra el 10 de diciembre. Se hace público ahora que una semana antes ETA ha intentado secuestrar o matar a Elena Azpiroz, concejal del PP en Donostia. No acaba con el año la campaña de ETA contra los ediles del PP. El 9 de enero de 1998 una bomba colocada en su coche mata a José Ignacio Iruretagoyena, natural de Aia y concejal de Zarautz. Se había negado a tener escolta, no se imaginaba yendo a vender madera, que era su trabajo, acompañado de un policía, no se imaginaba objetivo de ETA. Los atentados de ETA coinciden con importantes movilizaciones contra la dispersión, por el reagrupamientos de los presos y contra los juicios a jóvenes tenidos como miembros de grupos ‘Y’, con un protagonismo creciente en atentados de baja intensidad y sabotajes contra representantes políticos, también del PNV y EA, ertzainas, entidades bancarias, juzgados, transformadores de Iberdrola. La Policía, los jueces y la prensa han definido ya como grupos ‘X’ a los encargados de algaradas y destrozos callejeros; como grupos ‘Y’, más estructurados que los anteriores, a los que se confían atentados menores, incluso con explosivos; y como grupos ‘Z’, a los que colocan coches-bomba y efectúan atentados contra personas. Rafa Díez manifiesta en El Correo que la izquierda abertzale está dispuesta a aceptar la pluralidad política del país y le reconoce a ELA está legitimación para hablar sobre el papel de la lucha armada. Propone para desactivar la lucha armada de ETA el juego democrático sin límites para todos. Díez, y una incorporación reciente a la dirección de HB, Arnaldo Otegi, llevan meses buscando una salida a la manifestación violenta del conflicto. Según este diario, también dirigentes de KAS han advertido que la ‘kale borroka’ se les va de las manos; no están en contra de ella, pero ven la necesidad de reorientarla. La reflexión no estaría exenta de autocrítica, de propuestas de apoyo a los detenidos, después de haber recibido quejas de abandono por parte de padres de algunos de ellos. El 17 de enero se reúnen en Madrid Aznar y Mayor Oreja con Ardanza y Arzalluz para hablar de política antiterrorista y algo más, en una reunión en La Moncloa con almuerzo incluido. En una rueda de prensa al término del encuentro, Mayor Oreja afirma que se han puesto de acuerdo en que 1998 debe ser el año del diálogo entre ambos gobiernos y ambas formaciones y reconoce que en materia de terrorismo las diferencias entre PP y PNV son notables, y no son las únicas: el paquete de transferencias que el Gobierno vasco llama ‘social’, con la Seguridad Social y el INEM incluidos, no ha obtenido la respuesta que el PNV exige. Una vez que Pujol ha ofrecido su apoyo a Aznar, el del PNV no es estrictamente necesario, pero sí deseable a juicio de los populares.

El 25 de enero, 150 encapuchados se enfrentan a la Ertzaintza durante dos horas en el barrio San Vicente de Barakaldo. Atutxa asegura que varias decenas de los asaltantes encapuchados ya han sido identificados, saliendo así al paso de las críticas recibidas por no haber efectuado detenciones en el momento. Atutxa subraya la dificultad de reunir la fuerza necesaria para reprimir a 150 encapuchados muy organizados. Un taxista dice haber llevado él y colegas suyos a jóvenes forasteros de Jarrai a las fiestas del barrio. Enfrentamientos similares, pero con participación menor de manifestantes, van a tener lugar en los días siguientes en el Casco Viejo bilbaíno y en Laudio, donde la sede del PP local vuelve a ser atacada. Paralelamente, se conoce un ataque al domicilio de un ertzaina en Azpeitia, ataques contra dos patrullas de la Guardia Civil en Altsasu y sabotajes en Errenteria. Las centrales CCOO, UGT y Erne de la Ertzaintza critican la falta de previsión de sus mandos ante las algaradas callejeras. Han comenzado las detenciones por los sucesos de Barakaldo, detienen también a once acusados de colaborar con el comando Bizkaia. Estalla una bomba de dos kilos en una sucursal bancaria del BCH en Donostia, incendian otras dos de Caja Laboral y Caixa en Hernani. Y el 30 de enero, ETA mata a tiros en Sevilla al concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, Ascensión García. Trescientos profesores, artistas, intelectuales y personajes públicos firman el “Manifiesto por la democracia en Euskadi” promovido por el Foro de Ermua en contra de cualquier clase de negociación política con ETA. Los promotores del documento se dirigen muy especialmente a los políticos y representantes de las instituciones y les corresponsabilizan de este proceso de deterioro de la democracia por no haber actuado con la unidad y firmeza necesarias, llegando incluso en ocasiones “a repartir la responsabilidad de los crímenes de ETA entre esta organización y el Estado”. Tienen claro que “en Euskadi, el fascismo tiene nombre y apellidos: ETA y Herri Batasuna”, y también que están en contra de cualquier intento de mediación, eclesiástica o civil, en contra de “terceros espacios ni cuartas dimensiones, ni de suplantar a los políticos en la tarea que les han asignado las urnas”, en alusión directa a la vía defendida por Elkarri y por los sindicatos ELA y LAB. En el acto de presentación han estado Agustín Ibarrola, Fernando Savater, Jon Juaristi, Manu Montero, Javier Corcuera, Mikel Azurmendi, Carlos Totorica y Vidal de Nicolás. Han firmado además Aurelio Arteta, Antonio Beristain, Teresa Castells, José Ramón Recalde, Xabier Garmendia, Xabier Gereño, Raúl Guerra Garrido, Roberto Lertxundi, entre otros. Jon Juaristi ha presentado al Foro de Ermua como la resistencia civil al fascismo, Agustín Ibarrola ha exigido a los políticos mayores muestras de

voluntad democrática, Carlos Totorica ha afirmado que en el documento se pone al pueblo vasco como sujeto principal de los derechos, y a ETA y Herri Batasuna como la minoría fascista que quiere aplastarlos a través de la violencia y el miedo. A comienzo de febrero se conoce que el presidente Aznar busca un acuerdo con el secretario general del PSOE Joaquín Almunia para acordar una fórmula alternativa a la propuesta de pacificación de Ardanza que fije límites a su propuesta de diálogo con HB. El lehendakari propugna que, en una segunda fase del Pacto de Ajuria Enea, cuando exista el compromiso de ETA de no cometer atentados, se incorpore a HB. Al Gobierno central le disgusta especialmente que se hable de diálogo político sin límites. El PNV maneja ya la reclamación del “Ámbito vasco de decisión” que ha teorizado Juan María Ollora, en el que Patxo Unzueta ve una versión de la vieja fórmula del marco autónomo de la lucha de clases, que provocó varias escisiones en ETA, porque los mismos que la invocaban se convencían de que no funcionaba, y se pasaban al izquierdismo españolista. La reflexión le sugiere a Unzueta una conclusión interesante: en el mundo de ETA, las rupturas con la violencia se han producido casi siempre por la izquierda, con la particularidad de que, tras abandonar las armas, no han tardado en cuestionarse el independentismo, “y, en ocasiones, incluso el nacionalismo como tal”. Felipe González escribe un artículo en El País con ocasión del 2º aniversario del asesinato de su amigo Fco. Tomás y Valiente. Además de elogiar la figura del catedrático, el expresidente muestra su sintonía con Mayor Oreja cuando le oye decir que no hay atajos en la lucha contra el terror de ETA y revela que él mismo le pidió en el funeral por el magistrado Martínez Emperador que se dejara de decir que, cuando cesen los asesinatos, todo es posible. “Hagamos que pierdan toda esperanza. Recuperaremos la nuestra”, defiende González. Ramón Jáuregui lo concreta más al decir que el plan de Ardanza tiene aspectos perniciosos. También Jon Juaristi concreta al decir que el marxismo ayudó a salir de ETA a su generación: está presentando ahora su libro El bucle melancólico. Xabier Arzalluz dice haber observado un cambio de actitud en la nueva Mesa Nacional de HB, aunque HB, lo mismo que Aznar, haya rechazado el plan de paz de Ardanza, incluso sin conocerlo, a decir del lehendakari. El presidente español promete, no obstante, que el Estado y la sociedad serán generosos si ETA abandona las armas. Mayor Oreja no ve datos que apunten a una eventual tregua de ETA. El Tribunal Constitucional, entre tanto, ha admitido el recurso de HB contra el encarcelamiento de su Mesa Nacional, pero la Fiscalía considera

improcedente su excarcelación. El obispo de Zamora, Juan María Uriarte, aboga por que todos los sectores sociales participen en un proceso de paz que cada vez se ve más posible, aunque la actividad de ETA no haya cesado, aunque se sigan produciendo atentados, si bien no mortales, en este comienzo de marzo. Así lo cree un dirigente emergente de HB, Arnaldo Otegi, cuando asegura que se ha abierto un nuevo escenario político en el proceso de pacificación. ELA y los movimientos pacifistas animan a debatir el plan de Ardanza, y Arzalluz y Garaikoetxea coinciden en valorar que lo que teme el PP es un acuerdo entre partidos políticos vascos. “Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas”, es el titular con el que Abc se refiere a un documento que Interior le ha hecho llegar, como la trascripción de una reunión entre el PNV y HB, que el diario presenta como una reunión del PNV con ETA. Se trataría de un documento incautado a LAB el 12 de mayo de 1992, en el que Arzalluz habría formulado la tesis de las nueces, en la que habría asegurado que el PNV va a ir hasta el final con el derecho de autodeterminación, además de que no creía que fuera bueno para Euskal Herria que ETA fuera derrotada. Los partidos españoles le piden a Arzalluz que desmienta esa entrevista con HB en la que habría mostrado su apoyo a ETA, e Iñaki Anasagasti dice que la filtración pretende hacer fracasar la reunión de la Mesa de Ajuria Enea. Abc hace su segunda entrega del documento, una presunta acta del encuentro redactado, presumiblemente, por Martín Garitano, presente en la reunión, y subraya en titulares que Arzalluz le puso fecha a la soberanía del País Vasco, entre el 98 y el 2002. Entrevistan a Mikel Azurmendi en la promoción de su libro, La herida patriótica, y confiesa que a él, desde 1968, se le pasó completamente el odio a lo español. A su juicio, no ha habido una ETA buena y una ETA mala: “nosotros fuimos los primeros en advertir que aquello era una puta mierda”. De su pertenencia, por poco tiempo, a ETA –dice El Correo– recuerda con estremecimiento la noche de 1967 en la que cuatro o cinco militantes, él entre ellos, votaron sobre si Patxi Iturrioz, que se decantaba por las reivindicaciones sociales, lo que presumía un alejamiento de lo nacional, debía o no morir: “me dio tal cosa pensar que pudiera ser elegido para acabar con él, que nunca lo olvidaré”. ETA pierde el 20 de marzo al comando Araba, el más equipado, el llamado a dirigir la actividad terrorista durante los próximos meses, a decir de la prensa. En una operación de la Guardia Civil han sido detenidos en Gasteiz los liberados Aitor Bores e Ignacio Crispín Garcés, a quienes se atribuyen sus principales acciones. Otras nueve personas son detenidas como colaboradores. La abundante

documentación incautada hace pensar al Ministerio del Interior que estaban en disposición de cometer próximamente atentados en suelo alavés y en la localidad vizcaína de Durango contra concejales y cargos electos del PP. Entre sus últimos atentados se les atribuye el del cuartel de Araca, el lanzamiento de cuatro granadas contra el de la Guardia Civil de Oñati, la colocación de explosivos en la central telefónica de Mungia, en la sede del PP en Santander, en el buzón de un sargento del Ejército y contra Fernando Visa, edil del PP de Santa Cruz de Campezo. Mayor Oreja pone el acento en el dolor evitado con estas detenciones y añade que son las tres claves en la lucha contra ETA: confianza en las Fuerzas de Seguridad, perseverancia, y afrontar de igual forma el dolor y la alegría. El Ministerio del Interior opina en este final de marzo que ETA es fuerte en Gipuzkoa, donde 150 personas estarían de una forma y otra relacionadas con el comando Donosti que dirige Xabier García Gaztelu, Txapote, al que atribuyen las muertes de los concejales del PP José Luis Caso y José Ignacio Iruretagoyena. La otra liberada del comando Donosti, según la Policía, es Irantzu Gallastegi Sodupe. El 22 de marzo, la Policía detiene en Sevilla a los presuntos integrantes del comando Andalucía Mikel Azurmendi, José Luis Barrios, María Teresa Pedrosa, Jean Joseph Esnal y David Claude Christian Gramont, los dos últimos nacidos en Iparralde, a los que, según todos los indicios, venían siguiendo desde el comienzo de su viaje por carretera. Una delegación del Sinn Féin Republican Youth visita Euskal Herria para estrechar sus relaciones con Jarrai. El exsecretario general de la ONU J. Pérez Cuellar aboga por la negociación en el contencioso vasco. El candidato del PNV a lehendakari, Juan José Ibarretxe, desea heredar de Ardanza un plan de paz más avanzado y consensuado que el de la Mesa de Ajuria Enea. Un nuevo foro, compuesto por representantes de la cultura, la educación y otras áreas profesionales, pide al Pacto y al MLNV que aboguen por una tregua de ETA y por la negociación. Miles de personas se manifiestan en Bilbo por el traslado de los presos vascos a Euskadi. Mayor Oreja pide a los nacionalistas vascos que cedan en sus dogmas, y Juan María Atutxa reconoce el distanciamiento de sus relaciones con el ministro. El Foro de Ermua denuncia lo que llama “uso perverso del patriotismo” por parte de los partidos abertzales. Se celebra el Aberri Eguna: las referencias al acuerdo de paz en Irlanda, los llamamientos a la unidad de los abertzales y las críticas al nacionalismo español centran las intervenciones de las distintas convocatorias. El acuerdo de Viernes Santo del Norte de Irlanda se ha firmado dos días antes, el 10 de abril, tras 21 meses de negociaciones, y con él cambia la historia del Ulster. HB decide impulsar un foro

para reflexionar sobre esta experiencia, y PNV y EA acceden a participar en él. El periodista irlandés Paddy Woodworth escribe en Deia sobre Irlanda y el País Vasco, escribe sobre ETA, de la que dice que fue en un “contexto de dictadura ‘extranjera’ donde surgió en los años cincuenta” y recuerda que “aunque las acciones terroristas siempre estuvieron presentes, los primeros atentados de ETA fueron o quijotescos o contra notorios fascistas”. Monseñor Blázquez, obispo de Bilbao, reclama en el tercer encuentro por la paz en Urkiola el derecho de la Iglesia Católica a participar en la búsqueda de la paz. El 29 de abril, ETA afirma en un comunicado que es el momento de apostar “por compromisos firmes” para resolver el conflicto vasco. Los partidos acogen con escepticismo el comunicado, en tanto que HB lo valora de manera positiva. La Guardia Civil detiene en Loiola a dos miembros legales de ETA cuando se disponían a atentar con granadas contra el cuartel militar. Arzalluz defiende el diálogo con HB y no oculta que si no hablan con ETA es porque no pueden. Le caen encima socialistas, populares y Unidad Alavesa. El lehendakari Ardanza le explica su plan al ministro francés de Asuntos Exteriores. HB vincula el inicio de un proceso de paz a un acuerdo previo entre partidos abertzales. En estas semanas en las que la palabra paz ha sido la más oída no ha dejado de haber sabotajes, amenazas, coacciones; quemas de instalaciones bancarias; se han producido detenciones de miembros de grupos ‘Y’, se ha descubierto un flagrante espionaje del CESID a la sede de HB en Gasteiz. La muerte a manos de ETA de Tomás Caballero, portavoz del grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, supone un mazazo inesperado contra la esperanza de paz que se adivinaba. La protesta por este atentado es espontánea y general, e incluye también a voces de la izquierda abertzale. En la memoria colectiva de los más veteranos queda por ejemplo su buena disposición a la aceptación de la ikurriña en los primeros tiempos de la Transición. El atentado profundiza la división de los partidos del Pacto de Ajuria Enea sobre la conveniencia de dialogar con HB. Dos días más tarde, el 10 de mayo, ETA hiere de muerte a un subteniente de la Guardia Civil retirado en Gasteiz, y Ardanza no considera procedente reunir a la Mesa de Ajuria Enea, a pesar de la petición de PP, PSE y UA. Aznar asegura que el Gobierno no dialogará y que HB y ETA acabarán en la cárcel. El 11 de mayo, en un acto de beatificación de once religiosas españolas, el Papa Juan Pablo II condena las dos muertes recientes de ETA y le hace un llamamiento para que ponga fin a sus acciones violentas. Joseba Egibar, portavoz del PNV, considera agotado el Pacto de Ajuria Enea y aboga por reflotar el plan de Ardanza. Fernando Buesa, portavoz del PSE-EE en el

Parlamento vasco, piensa que hay pocas esperanzas de lograr la paz, “si el PNV sigue en el Gobierno”. HB aprieta al PNV en petición de más gestos para verificar su compromiso con el diálogo. IU-EB se compromete en su programa electoral a impulsar iniciativas para que ETA declare una tregua. Como si se tratara de poner a prueba algunas fortalezas, como si de enfrentar dos estrategias se tratara, repunta la ‘kale borroka’, que se hace presente con fuerza en Errenteria el 17 de mayo en forma de ataques a un vehículo de la Policía Municipal, a la sede del consistorio, a la estación de Eusko Tren y a una oficina bancaria. Tienen lugar sabotajes casi simultáneos en Irun, Hernani y Oiartzun; tiene lugar en Bilbo el incendio del coche particular de un ertzaina; en Getxo, un joven sufre heridas graves al estallarle el artefacto que manipula. Felipe González alerta sobre una tregua-trampa de ETA. El Foro de Ermua alerta de los paralelismos improcedentes con el caso irlandés. Una encuesta del CIS que se conoce el 20 de mayo revela que el 64,8% de los vascos está poco o nada de acuerdo con el Gobierno central en la lucha contra ETA. José Antonio Rubalkaba, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, critica al PP por la falta de medidas de reinserción, y Senideak inicia una encartelada permanente frente al Parlamento en Gasteiz. Con los votos del PNV, EA, HB e IU-EB y las abstenciones de PSE-EE, PP y UA, el Parlamento vasco solicita la excarcelación por enfermedad de Jon Idigoras. HB da inicio a la campaña “Irlandan bai, Euskal Herrian ere bai”. Han descendido los actos de violencia callejera en 1997, y la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco lo atribuye al rechazo social. En declaraciones a Deia, Xabier Arzalluz afirma que cambiaría el Estatuto de Gernika por el acuerdo de Stormont irlandés. Los tres foros creados en Euskadi y Madrid para analizar el conflicto vasco piden a los partidos que aprovechen las elecciones en puertas para aclarar su modelo de país y el tipo de ordenamiento político. Jon Idigoras es puesto en libertad, su enfermedad es incurable. Reconociendo que se trata de una operación que se viene gestando de muy atrás, el juez Baltasar Garzón pone en marcha una espectacular operación contra la que llama red económica de ETA, con la que también se pretende demostrar su vinculación con KAS. Juan Cotino, director general de la Guardia Civil, afirma que está dirigida, no contra quienes empuñan las pistolas, sino contra quienes les pagan. Detienen a diez personas que trabajan en agencias de viajes y empresas de exportación, dedicadas, a decir de la Policía, a cobijar y asistir económicamente a exmilitantes de ETA en Latinoamérica. Entre los detenidos se encuentra, José Antonio Etxeberria, hermano del dirigente del MLNV Rufi

Etxeberria, y el que fuera tesorero de Jarrai, que lo es ahora de AEK de Gipuzkoa, Iker Beristain, lo que se tiene como altamente sospechoso. Efectúan veinte registros, se llevan tres camiones de papeles, en los que esperan encontrar pruebas contra 170 sociedades y desenmarañar la estructura de KAS y su vinculación con ETA. Se hace pública al mismo tiempo, en este final de mayo, la detención en Santutxu, Bilbo, de Begoña Pérez Capape, a la que se vincula con una de las empresas investigadas y registradas y de la que la prensa recuerda que ha formado parte del equipo de investigación de Egin que dirige Pepe Rei. De AEK, la Policía hace público que un trabajador de Donostia hizo un préstamo importante a Jarrai y a Egin, que luego devolvieron, y con este motivo los medios de comunicación recuerdan que ha recibido este año una subvención pública de 558 millones, el 16% más que en el año anterior. El esperpéntico auto-secuestro del concejal del PP de La Carolina, (Jaén) Bartolomé Rubia Muñoz, Bartolín, desvía por un momento la atención pública, alimentada por las interpretaciones de Interior y de Iturgaiz, que ha llegado a decir que ETA quería repetir con Rubia la misma actuación que con Miguel Ángel Blanco. La Policía de Irun a la que se ha presentado Bartolín con su inverosímil historia no le ha creído nada, pero a Iturgaiz le ha parecido suficiente para afirmar que ETA sigue en las mismas y “no valen medias tintas ni ambigüedades ni acercamientos a esta gentuza, sino que tienen que saber que van a estar aislados completamente por los verdaderos demócratas, porque no podemos pasar por ningún asesinato más en este país”. Las bases de HB apoyan en su Asamblea Nacional el proceso de apertura a los otros partidos abertzales, y el PNV, EA e IU-EB valoran positivamente su ofrecimiento para alcanzar un acuerdo entre partidos, pero insistiendo en la exigencia de que se desligue de ETA. Gesto por la Paz, un movimiento pacifista constitucionalista consolidado, considera que una mayor colaboración con el movimiento pacifista abertzale Elkarri contribuiría a romper la polarización existente en la sociedad vasca. Arnaldo Otegi, el portavoz más relevante de HB ya, afirma que HB y ETA no pueden ir por vías divergentes. Los movimientos de acercamiento entre abertzales se acompasan con movilizaciones frente al Parlamento vasco a favor de los presos, con noticias como la del Comité contra la Tortura de la ONU que denuncia la entrega de personas a policías extranjeras al término de la pena de prisión, dando por buenas declaraciones logradas bajo tortura. Una vez más, la detención por parte de la Ertzaintza de un comando de ETA en Gernika, en el que muere una militante, devuelve la atención al pasado. Se da por desarticulado el comando Vizcaya, se detiene a catorce presuntos

colaboradores, se han intervenido armas, munición, documentación. La operación ha sido coordinada por el juez Garzón, y el Gobierno español califica de brillante la actuación de la Policía Autónoma Vasca. Según versión policial, Ignacia Zeberio Arruabarrena, Iñaki Bilbao Gaubeka y Francisco Markez Zelaia dormían en un piso de la calle Pablo Picasso de Gernika cuando los ertzainas entraron en él tras reventar la puerta, poco después de las dos de la madrugada. Ignacia Zeberio habría tenido tiempo de sacar su pistola, responder a tiros a los ertzainas y herir a uno en el brazo. “Finalmente fue abatida por los agentes y sus compañeros resultaron detenidos”, explica la versión oficial, mientras Iñaki Bilbao “resultó herido al arrojarse al patio intentando huir”. A esta muerte sigue otra reactivación de la ‘kale borroka’, con quema de autobuses públicos y coches de ertzainas, ataques a viviendas de dirigentes locales del PNV, apedreamientos a batzokis; se reactivan los reproches entre partidos abertzales, aunque el PNV decide mantener las conversaciones con HB. También Otegi dice que la oferta ‘multilateral’ de HB se mantiene intacta. Arzalluz manifiesta que el PNV podría gobernar con HB de no existir ETA, y Joseba Egibar precisa que HB ha entrado en una vía de compromisos políticos, que interpreta como un paso para que ETA se sitúe en un segundo plano. ETA comunica el 22 de junio que, en respuesta a sus últimas operaciones, da por finalizada la tregua que afirma haber mantenido frente a la Ertzaintza desde el pasado noviembre y de la que tenía conocimiento el sindicato ELA. Explica que esta tregua fue decidida al mismo tiempo que decidió abandonar los atentados contra funcionarios de prisiones, con la intención de facilitar el acercamiento de presos. ETA tomó en cuenta también la declaración de ELA en Gernika, dando por muerto el Estatuto de Gernika, en la búsqueda de espacios de distensión, de la construcción nacional junto a las otras fuerzas abertzales. La declaración de ETA sería así un paso atrás en los contactos que mantienen PNV y HB. Para ELA carece de trascendencia si conocía o no la existencia de la tregua y denuncia que “ETA se arrogue el derecho a disponer de la vida de nadie, y se permita explicar los criterios de oportunidad por los que se guía en la administración de tal derecho”. Juan María Atutxa afirma que prefiere no opinar sobre las conversaciones entre su partido y HB. El 26 de junio, ETA vuelve a matar a un concejal del PP, esta vez en Errenteria, y hiere al escolta que le acompaña. Miles de personas se manifiestan en Donostia para condenar la muerte del edil Manuel Zamarreño, miles de personas se manifiestan en Bilbo, convocadas por HB, en demanda de una salida dialogada del conflicto. El periodista Mariano Ferrer, interpretando un sentir cada vez más generalizado,

dice con claridad tras la muerte de Zamarreño, sustituto a su vez de otro edil muerto por ETA, que no se puede aceptar el asesinato como actividad homologada en la defensa de proyectos políticos. La certera reflexión de Ferrer añade que PNV y HB hablan hoy de relaciones blindadas a interferencias externas; que PP y PSOE acosan al PNV exigiéndole que rompa esa relación; que tampoco a ETA le gusta un PNV con un pie a cada lado de la raya. “De momento –escribe–, el PNV aguanta la presión, y hace bien. Pero difícilmente podrá ir más allá de ‘mantener abierta la comunicación’, si HB no hace ver a ETA que se equivoca si pretende ser quien dicta las reglas de juego”. Arzalluz reacciona pidiendo a las bases de su partido que apoyen de forma incondicional a los cargos públicos del PP, porque no solo están en peligro sus vidas, sino que ETA “está haciendo peligrar las libertades de todos”. Esta petición la ha hecho a primeros de julio en Lekeitio, donde el acoso a su partido es frecuente, donde la izquierda abertzale tiene una representación muy fuerte. Unos días más tarde, El Periódico de Alava recoge otras declaraciones suyas en las que asegura que el PSOE le ha llamado dos veces para que convenza a Aznar de la conveniencia de buscar contactos con ETA y desvela que el presidente español rechazó la propuesta de diálogo realizada por los socialistas a través de él mismo. El PSE-EE abandona el Gobierno tripartito de Gasteiz, pero no rompe con los acuerdos forales y municipales, no pierde sus cuotas de poder; PNV y EA nombran tres nuevos consejeros en sustitución de los socialistas que se han ido del Ejecutivo. Carlos Garaikoetxea le pide a HB que exija una tregua a ETA y poder formar luego una nueva mayoría abertzale. El Gobierno vasco hace públicos los resultados de una encuesta sobre violencia y pacificación en Euskadi, en la que el 94% de los consultados apoya una salida negociada. Según una encuesta del Ministerio del Interior, el 77% de los vascos y el 65% de los españoles creen que la violencia de ETA es un problema político. El Gobierno vasco publica otro sondeo en el que se refleja que el 49% de los jóvenes son partidarios de la independencia. Se celebra la segunda reunión del foro de Irlanda auspiciado por HB, con la participación del nuevo consejero de Justicia del Gobierno vasco, el dirigente de EA Sabin Intxaurraga. Baltasar Garzón ordena el 15 de julio de 1998 la clausura y suspensión cautelar de Egin. El diario El Mundo abre a cinco columnas con la noticia y recuerda que se trata de la primera clausura de un periódico desde la llegada de la democracia. La relevancia de la medida no se le oculta a nadie. Egunkaria la analiza como un atentado a la libertad y la pluralidad, y deduce que la libertad está de duelo en Euskal Herria. De inmediato, trabajadores del medio clausurado

sacan a la calle otro de ocho páginas bajo la cabecera Euskadi Información. PNV, EA e IU-EB instan a Garzón a concretar en el plazo más breve posible las causas del cierre cautelar, lo que no les libra de las críticas del director de Egin Xabier Salutregi, que manifiesta que en el fondo lo estaban deseando. Según la versión de El Mundo, el juez Garzón ha descubierto que ETA hacía pagos a Egin a través de testaferros jubilados e, incluso, que AEK falseaba sus cuentas para desviar dinero a ETA-KAS. Se multiplican de inmediato las movilizaciones, y el 19 de julio tiene lugar una manifestación multitudinaria en Donostia, en la que participan también dirigentes del PNV e IU-EB a título personal. Al día siguiente, desconocidos atacan con cócteles molotov las instalaciones de COPE en San Sebastián y queman en Etxarri Aranatz centenares de ejemplares del Diario de Navarra, tras asaltar la furgoneta de reparto. Carmen Gurruchaga no duda en asegurar que Egin es una voz que siempre tuvo amo, y que su historia “encierra múltiples conexiones con ETA”. El 21 de julio se conoce el auto en el que Garzón ratifica el cierre por considerarlo dentro del “frente informativo” de ETA e imputa a su dirección pertenencia a banda armada y alzamiento de bienes. La dirección del periódico denuncia el registro ilegal e incontrolado de sus instalaciones por parte de la Policía, que ha realizado uno nuevo sin testigos. El 25 de julio, Garzón ordena el ingreso en prisión de Xabier Salutregi. El exministro del Interior José Barrionuevo y el que fuera Secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera son condenados el 29 de julio a 13 años de cárcel por su participación en el secuestro de Segundo Marey. El País reconoce que ‘104 perdedores’, ciudadanos izquierdistas que con su querella interrumpieron su prescripción –Teresa Toda, Melchor Fernández Larrinoa y Javier Alvarez Dorronsoro entre ellos–, han ganado el caso Marey. Euskadi Información intuye que se cuece ya el indulto para Barrionuevo y Vera, mientras el PSOE dice confiar en que los tribunales acaben reconociendo la inocencia de los condenados. Plumas de la órbita socialista recuerdan ahora que la guerra sucia contra ETA germinó tras el asesinato de Carrero Blanco y que mercenarios contratados dejaron ya un saldo de 41 muertos entre 1977 y 1981. Ignacio Sotelo escribe a mediados de agosto en El País acerca del “sórdido espectáculo” de la política española. A su entender, en los días siguientes a la condena de José Barrionuevo y Rafael Vera la política llegó a una degradación tal, que nunca hubiera podido imaginarlo. Dice de Felipe González que un expresidente no puede afirmar que el Tribunal Supremo ha sentenciado por la presión del Gobierno. Dice de Aznar que cuando se jactaba de haber cerrado Egin daba un mazazo terrible al Estado de derecho. Barrionuevo invita desde la cárcel a los

ciudadanos “a no resignarse ante esta injusticia” y manda un mensaje: “que el PNV no nos utilice como moneda de cambio en sus tejemanejes con los amigos de los terroristas. Que no nos utilicen como moneda de cambio”. Empezando septiembre, el lehendakari Ardanza afirma que el próximo Gobierno será nacionalista si PP y PSE-EE se autoexcluyen, y reconoce cambios en HB, al tiempo que esta estudia cambiar de siglas para las elecciones, por temor a ser ilegalizada. Nicolás Redondo Terreros, líder de los socialistas vascos, responde a Ardanza que difícilmente se va a poder conformar un Gobierno nacionalista sin pactar con HB, cuestión que el PP también reclama que aclare. Carlos Garaikoetxea afirma que existen datos objetivos para creer probable una tregua de ETA, mientras el PNV le vuelve a pedir a HB que propicie un clima favorable al diálogo. El 4 de septiembre se presenta en Bilbo la nueva candidatura de la izquierda abertzale, bajo el nombre de Euskal Herritarrok y con la intención de atraer a personas y grupos del ‘tercer espacio’. La víspera, Euskadi Información ha publicado la expulsión de ETA de su exdirigente José Luis Alvarez Santacristina, Txelis, preso en la cárcel francesa de Saint Maur. Le acusa de haber promovido un claro intento de escisión, de indisciplina y de hacer públicas sus discrepancias. ETA habla de decisión dolorosa y de que en adelante solo se representa a sí mismo. Txelis responde en el mismo medio para negar que se haya dedicado a maniobras escisionistas, para afirmar que se ha limitado a poner de manifiesto sus críticas y autocríticas con honradez y claridad [Zintzotasunez bezain gardentasunez], para reivindicar que siempre ha luchado por la libertad de Euskal Herria y que seguirá haciéndolo en el futuro. El 12 de septiembre de 1998, PNV, HB, EA e IU firman, junto a diversos colectivos y sindicatos de ámbito vasco, el Acuerdo de Lizarra o Pacto de Estella, y dos días más tarde ETA anuncia, a través de un comunicado y por primera vez en sus treinta años de existencia, un “alto el fuego unilateral, total e indefinido”. Euskadi Información lo explica como una tregua indefinida, basada en que ETA cree que Euskal Herria afronta una ocasión única de avanzar en la soberanía y que “PNV, EA, ELA y muchos abertzales sinceros han asumido la esterilidad de la vía autonomista”.

GESTIÓN E INDIGESTIÓN DEL ACUERDO DE LIZARRA José María Aznar califica de positivas y prudentes las reacciones de los partidos ante la tregua de ETA, pero les pide discreción y cautela. HB reclama al PP una respuesta del mismo nivel que la tregua declarada por ETA, y Carlos Garaikoetxea no entiende la demora en abrir un proceso de negociación política. El Gobierno español pide a ETA una prueba más explícita de su disposición a abandonar las armas antes de abrir un proceso de diálogo y responder con gestos en materia penitenciaria. Según pasan los días, Aznar añade que el proceso debe mantenerse dentro de la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Le contesta Arzalluz en el día de su partido, el Alderdi Eguna, que “este pueblo no cabe en esta Constitución”. Los encapuchados, entre tanto, no han dejado de actuar, contra sedes del PSE-EE, contra cajeros automáticos, contra vehículos de Correos. Tiene lugar un encuentro de Aznar y Arzalluz en La Moncloa en el que constatan sus diferencias, pero manifiestan anteponer la paz a otras reivindicaciones. El 2 de octubre, el presidente Aznar declara que el Gobierno está dispuesto a poner en marcha el proceso de paz si ETA acredita de forma inequívoca que su abandono de la violencia tiene carácter definitivo. Invitado por HB, el 6 de octubre se reúne en Bilbo el líder del Sinn Féin Gerry Adams con representante de los partidos nacionalistas vascos. Mayor Oreja se reúne por su parte con las asociaciones de víctimas de ETA para buscar una solución definitiva a sus problemas, y Arzalluz insinúa que el PSOE se está convirtiendo en el principal obstáculo para que la tregua de ETA desemboque en una paz definitiva. Para Jon Juaristi, la Declaración de Lizarra es un órdago del PNV para ver si el PSOE se arruga y vaticina en Iruñea que el PNV volverá a gobernar en Euskadi con el PSE. Una edición especial de Deia sobre Lizarra-Garazi recoge declaraciones de Ardanza que aseguran que el final dialogado está contemplado en el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea; confiesa el lehendakari que al conocer la noticia del alto el fuego –“el mejor premio como colofón a mi carrera política”– se fundió en un abrazo telefónico con Juan Mari Atutxa. De Arnaldo Otegi destaca el periódico el recordatorio de que todavía no ha llegado la paz. De EA, que reclama al Gobierno español que asuma riesgos; de manifestaciones de Confebask subraya que se trata de una excelente noticia, y del Foro de Ermua, que es una “derrota

por goleada”. En referencia a Aznar, recalca que “El Gobierno no será insensible”, a pesar del escepticismo de Mayor Oreja. Kepa Aulestia no parece haber elegido el mejor momento para publicar su libro HB, crónica de un delirio, del que El Correo adelanta tres capítulos. Se pregunta ahora Aulestia si podrá creer ETA que los últimos 20 años han sido baldíos para los vascos y manifiesta que el diálogo político servirá de poco si al mismo tiempo no se produce un diálogo civil. Ha descrito en su libro el viaje a ninguna parte de HB; ha hablado de la sociedad dentro de la sociedad creada por el MLNV, ha asegurado que la espiral violenta nunca deja mucho margen para el pensamiento político. En labores de promoción del libro, ha declarado en Radio Nacional de España que los nacionalistas son improvisadores natos, que ha quedado claro que el terrorismo de ETA es un terrorismo nacionalista y no marxista, como pretendía Arzalluz. Javier Pradera le hace la crítica al libro en El País del 10 de octubre, afirmando que describe un universo delirante, el sombrío planeta que gira en torno a ETA, que es lo más difícil de desmantelar y con riesgo de que se pueda extender al conjunto del nacionalismo. El editorialista de El País, y no es el único en su entorno periodístico, está preocupado por la alianza de los nacionalistas vascos y el papel de comparsa de Izquierda Unida. Proliferan en este tiempo libros sobre ETA, de María Ángeles Escrivá –El camino de vuelta–, de Florencio Domínguez –ETA: Estrategia organizativa y actuaciones, 1978/1982​–, de Javier Ugarte Tellería –La nueva Covadonga insurgente–, previstos y escritos en otro contexto muy distinto, a la espera de que el futuro les desautorice o les dé la razón. Los periódicos le cogen gusto a desvelar la trastienda de ETA. El Mundo le dedica un reportaje al ‘etarra poeta Mikel Antza’, al ideólogo e interlocutor de la banda que cambió la literatura por las armas, hijo de unos padres “educados y vascos de convicción” del Antiguo donostiarra. Mikel es hijo del ingeniero Rafa Albisu, miembro de la primera ETA, condenado a una larga pena por su participación en el intento de descarrilamiento del tren el 18 de julio de 1961. El histórico ‘polimili’ y exdirigente de EE Tomás Goikoetxea, conocido como Flanagan, escribe en Euskadi Información de ‘Violencia, ética y Estado’ y dice que la violencia de ETA nunca ha sido insurreccional o de toma de poder, que “ni siquiera se ha imaginado jamás llegar a la independencia por las armas”. En este diario, sucesor del clausurado Egin, hace declaraciones en apoyo al acuerdo de Lizarra el exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, candidato a las próximas elecciones, preso a la espera de juicio después de haber sido entregado por Francia, y manifiesta que hay que elegir o por el proyecto

español, o por una mayor soberanía, trabajando para que Lizarra dé sus frutos. Javier Ortiz, otro histórico, este de EMK y MC, afirma que el PNV no es independentista y que ETA ha sido siempre separatista, lo que no ha sido ni es el PNV. Publica Euskadi Información una carta de Jon Mirena Iraola Ezeiza, a propósito de su amigo Baldo, en la que manifiesta su sorpresa y malestar porque han retirado en la ‘Herriko’ la foto de su amigo de entre los presos de ETA de Hernani; reivindica Iraola que “¡cansancio no es arrepentimiento!”. Genoveva Gastaminza y Ander Landaburu hacen su aportación en El País asegurando que la cúpula de ETA forzó el pacto PNV-HB porque estaba segura de que tenía infiltrados, estaba horadada por ‘topos’. “Todo está podrido en la organización, la tenemos agujereada”, habría escrito el jefe de los comandos José Javier Arizkuren, Kantauri. El día en el que HB celebra el XX aniversario de su fundación, ETA reitera en un comunicado emitido por la BBC que la tregua es firme y deja entrever que el alto el fuego puede ser definitivo. Se celebran las elecciones autonómicas vascas, gana el PNV, suben sobre todo el PP y EH, lo que se interpreta como un premio por el sufrimiento a uno, y por apostar por la paz al otro. Los resultados dejan un panorama incierto para la formación del Gobierno que presidirá Juan José Ibarretxe, toda vez que la suma de escaños del PNV y EA no da mayoría suficiente, y el apoyo de EH ni es deseado ni está garantizado. Durante la campaña se han dejado ver en el PNV dos visiones, la de quienes apuestan por el tripartito con el PSE-EE, y la de quienes ven lógica la incorporación a todos los efectos de EH tras la firma del Pacto Lizarra-Garazi y la tregua de ETA. No faltan los que sugieren un gobierno en minoría con EA, con apoyos externos de HB. Atutxa y Mayor Oreja acogen con esperanza y cautela la posibilidad de una renuncia definitiva de las armas, aunque el ministro del Interior dice sospechar que tras la escenificación de Estella pueda haber otros acuerdos de fondo entre ETA-HB, PNV y EA. Juan María Atutxa, a quien ETA ha intentado matar en cinco ocasiones, pide en este contexto al Gobierno central que ponga fin a la dispersión, para eliminar la “condena paralela” a la que se somete a sus familias. Se conoce a comienzos de noviembre que el Estado español asumirá las indemnizaciones que los condenados por pertenecer a ETA adeudan a sus víctimas como responsabilidad civil. El 4 de noviembre, Aznar anuncia que iniciará contactos con el MLNV, a fin de acreditar que ETA está en disposición de adoptar de forma inmediata un cese definitivo de la violencia, y recibe el apoyo sin fisuras del Gobierno vasco. El 3 de noviembre, la agencia Efe ha difundido un comunicado de La Moncloa en el que se anuncia que el presidente

del Gobierno ha autorizado el inicio de contactos con “interlocutores del entorno del denominado MLNV”. Es la primera vez que un Gobierno español se refiere al que se tiene por entorno de ETA como Movimiento de Liberación Nacional Vasco, lo que provoca sorpresa y una confirmación jocosa con la que Aznar pretende restarle importancia. El Mundo habla de “Otro valiente paso de Aznar hacia la paz”; al diario El País le parece razonable que el Gobierno intente verificar las intenciones de ETA, mes y medio después del anuncio de tregua y tras las palabras de su portavoz en la BBC; La Razón coloca en portada las “primeras” condiciones de ETA: cese de las persecución policial, acercamiento de todos los presos, una solución para los etarras huídos, tercer grado para los presos con las tres cuartas partes de condena cumplida, tercer grado para los miembros encarcelados de la Mesa de HB. El 5 de noviembre ETA confirma mediante un comunicado el alto el fuego indefinido y aplaude la firma del Pacto y los resultados electorales obtenidos por los partidos abertzales en las elecciones autonómicas. Traducidas al castellano, Deia publica dos colaboraciones de Joseba Sarrionandia, escritas en su exilio cubano, en las que anima a aprovechar entre todos el ‘excepcional gesto’ de ETA de ceder el protagonismo al pueblo. El 14 de noviembre, Baltasar Garzón ordena el archivo de la causa abierta contra el coordinador general de LAB, Rafa Díez, por actuar de intermediario ante ETA y el Gobierno socialista entre 1991 y 1996, por entender que actuaba con consentimiento del Ejecutivo. Siete días más tarde, Garzón eleva al Tribunal Supremo las investigaciones en derredor del cierre de Egin y de la que llama red de financiación del MLNV, por la condición de aforados de dos de los procesados. Son 26 los encausados por este juez, ha impuesto una fianza de 700 millones de pesetas a trece de ellos, ha declarado expresamente la “ilicitud de la alegal Koordinadora Abertzale Socialista (KAS)”. Ha procesado por los supuestos delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, allegamiento de fondos a organización terrorista y alzamiento de bienes a 26 presuntos implicados, entre los que figuran los miembros de los consejos de administración de las empresas del grupo Orain-Egin: Orain, Ardatza, Hernani Inprimategia, Erigane y Lema 2000. Ha procesado al director, Xabier Salutregi, al que ha dejado en libertad bajo fianza de 25 millones de pesetas. El auto describe la presunta subordinación de las empresas al proyecto diseñado por ETA. Ex militantes de KAS aseguran que la Koordinadora se disolvió en 1994 y acusan a Garzón de querer ilegalizar a quien busca cambiar el actual marco. Se han reunido Jacques Chirac y José María Aznar, y han acordado mantener el

dispositivo de cooperación jurídico-policial entre España y Francia. Mayor Oreja ha desmentido que las Fuerzas de Seguridad de Estado hayan paralizado las actuaciones antiterroristas en curso. Finalizando noviembre, decenas de miles de manifestantes convocados por Etxerat reclaman en Bilbo el traslado de los presos a Euskadi antes de Navidad. La manifestación está respaldada oficialmente por EH, EA e IU-EB, además de los sindicatos ELA y LAB, y ha contado con la asistencia de algunos dirigentes del PNV. El consejero de Justicia Sabin Intxaurraga propone trasladar a cárceles españolas a 200 presos no políticos que cumplen condena en la Comunidad Autónoma Vasca para hacer sitio a los presos de ETA. Jaime Mayor afirma que no habrá cambios en la política penitenciaria si no se producen cambios en las actitudes de los presos. El alcalde de Baiona, Jean Grenet, aboga por el acercamiento de los 74 miembros o colaboradores de ETA e Iparretarrak encarcelados en territorio galo. Inician una campaña de protestas 129 presos en doce prisiones españolas y cuatro francesas. El 11 de diciembre, tres enviados de Aznar –Javier Zarzalejos, Martí Fluxá y Pedro Arriola– se reúnen con representantes de HB en Burgos. Egibar confirma que el PNV saldrá a la calle si no hay traslados de presos y Ardanza se muestra ‘alucinado’ por cómo se conculcan los derechos de los reclusos. El 18 de diciembre, Aznar hace una declaración institucional invitando a EH a sumarse al proceso de paz tras haber establecido “contactos significativos”. En un gesto a todas luces insuficiente, que los partidos abertzales interpretan como una burla, el Gobierno traslada a la Península a 21 presos y anuncia para comienzos de año las medidas de reparación a las víctimas del terrorismo. Exige por otra parte el cese de la violencia callejera, que si bien ha decaído notablemente y no parece obedecer a una estrategia oficial, ha repuntado en las últimas semanas; ha atacado con un cóctel el domicilio del periodista Gorka Landaburu en Zarautz y lo ha justificado un comunicante anónimo a Euskadi Información diciendo que “aunque haya tregua, la ‘kale borroka’ continuará y se adecuará a la actual situación, dirigiendo sus acciones a todo aquel que trate de reventar el proceso de paz”. Jaime Mayor Oreja acuña una frase: “Estella sustituye el terror por la presión social”. El 22 de diciembre, ETA anuncia su intención de mantener la tregua indefinida, pero niega que haya contactos con el Gobierno español, ni que haya conversaciones secretas. Publica Deia que el PNV apoyará una manifestación por el acercamiento de los presos el 9 de enero, acordada junto a EH, EA e IUEB. Se hace eco asimismo el diario de las palabras del presidente de los obispos españoles Elías Yanes, en las que dice que “algún día la Historia hará justicia a

los obispos vascos”. El obispo Blázquez pide en Navidad a los responsables de la pacificación que acompañen con gestos razonables el proceso de diálogo. Xabier Arzalluz afirma que el comunicado de ETA refleja el predominio en la izquierda abertzale de los partidarios de las soluciones políticas. José Barrionuevo y Rafael Vera salen de prisión por un indulto parcial del Gobierno. El Rey reclama en su mensaje navideño diálogo, generosidad y justicia para avanzar en el camino de la conciliación. PNV y EA firman un acuerdo de Gobierno y piden a las instituciones del Estado que se comprometan a dejar “la resolución dialogada del conflicto vasco” en manos de los partidos vascos y a asumir sus decisiones. PP y PSOE afirman que los partidos vascos no pueden imponer un criterio de pacificación a las instituciones del Estado, por ser el terrorismo un problema que afecta a todo el país. El 30 de diciembre, Juan José Ibarretxe es elegido lehendakari con los votos favorables del PNV, EA y EH. Las redacciones de los medios de comunicación asisten el 6 de enero de 1999 a un hecho insólito. A las 21:22:42 reciben una ‘Nota de anulación’ de la agencia de prensa Europa Press que dice: “Rogamos anulen la noticia aparecida hoy sobre unas declaraciones de su Majestad el Rey Don Juan Carlos a los periodistas con motivo de la celebración de la Pascua Militar titulada ‘El Rey sugiere al Gobierno que a pesar de la violencia callejera siga adelante con los contactos’. Es todo. Gracias”. ¿Qué es lo que el Rey ha dicho y luego se ha arrepentido o le han recomendado retractarse? Juan Carlos ha hecho un comentario en el cóctel, mostrándose partidario de mantener en todo caso los contactos para buscar una salida al terrorismo, poco después de otro de Aznar en el que advertía a HB de que el diálogo político era incompatible con la violencia, dando por buena la tesis de Mayor Oreja de que persiste un terrorismo de baja intensidad diseñado por ETA. La referencia al terrorismo de baja intensidad se justifica especialmente en que, de víspera, el conflictivo cuartel de la Guardia Civil de Algorta ha sido atacado con cócteles molotov por una treintena de encapuchados. Se ha trasmitido y difundido la noticia real, la han emitido por radios y televisiones, ha venido luego la falsa explicación de que se trataba de un off the record y de que su difusión no estaba autorizada. Los periodistas presentes en la celebración de la Pascua Militar son testigos de que, preguntado el Rey si podían difundir sus palabras, ha respondido afirmativamente. Las portadas de los diarios de mayor difusión recogen al día siguiente la declaración del monarca muy destacadamente, y algunos de ellos ponen el acento en la contradicción entre lo dicho por el Rey y lo sostenido por Aznar acerca del diálogo con ETA y HB. No faltan los que lo atribuyen a las malas relaciones

entre ellos, a la falta de química que sí existía entre el Rey y Felipe González. Solo Abc calla las reales palabras, y Euskadi Información las recoge en páginas interiores. Ningún medio osa sostener que no las hubiera pronunciado. A Rafa Díez, por cierto, le parecen importantes y positivas. Una enorme multitud marcha el 9 de enero en Bilbo bajo el lema ‘Euskal presoen eskubideen alde’, encabezada por Arnaldo Otegi, Jon Idigoras, Xabier Arzalluz, Carlos Garaikoetxea, Javier Madrazo, Jose Elorrieta, Rafa Díez. Se trata de la primera visualización popular de los firmantes del Pacto de Lizarra, algo nunca visto antes. No se respeta la consigna de silencio pactada, pero ni una sola vez el nombre de ETA es coreado. Las ejecutivas de los partidos firmantes del Pacto han comparecido juntas, apoyadas por ELA y LAB, por Gesto por la Paz, Elkarri y Bakea Orain, por otros agentes políticos y sociales, no solo abertzales. Antes de dar inicio a la marcha por las colapsadas calles de la capital, Xabier Arzalluz es rotundo al criticar la ‘política del adoquín’ que practica el Gobierno en materia penitenciaria. A quienes critican a su partido por hacer seguidismo de HB en un momento en el que se recrudece la violencia callejera y documentos internos del autodenominado MLNV parecen confirmar una estrategia para presionar a los populares en Euskadi, responde que quienes aprovechan el viaje para meterse con el nacionalismo democrático no cuentan que, gracias en buena parte al PNV, EA e IU, “aquí ya no hay funerales: antes decían, ‘no matar y nos sentaremos’, pero ahora ya no es solo que no maten, sino que los chicos de la gasolina no suelten ningún cóctel”. En otro tono pero con la misma firmeza, Carlos Garaikoetxea denuncia el inmovilismo del Gobierno ante una demanda mayoritaria y advierte que, de seguir así, esto puede conducir a una confrontación ciega y absurda. Llegada la cabecera de la manifestación al edificio del Ayuntamiento, cuando todavía hay gente que no ha podido ponerse en marcha, Pernando Barrena lee en euskera el mensaje consensuado, Richard Irastorza lo lee en francés y José Antonio Rubalkaba lo hace en castellano. El comunicado exige respeto para los derechos de los presos, denuncia la dispersión, exige el traslado de los reclusos a cárceles de Euskadi, además de la libertad de los que han cumplido ya las tres cuartas partes de su condena, y la libertad condicional para los enfermos incurables. El portavoz del Gobierno de Aznar, Josep Piqué, les responde que la política penitenciaria es competencia exclusiva del Estado y que las manifestaciones de este tipo son legítimas, pero lo serían mucho más si sus convocantes condenaran también la violencia. Coincidiendo con la manifestación, se han producido ataques contra un concejal socialista de Ordizia, contra un concesionario de coches franceses en Hernani y

contra el director general de Educación del Gobierno de Navarra, cuyo automóvil ha resultado incendiado. Dos habituales colaboradores de Egin escriben sendos artículos en Euskadi Información analizando el nuevo clima entre vascos patriotas. Dice Jesús Valencia desde Gasteiz en “Tenazmente unidos” que si la gigantesca marea humana del 9 de enero se mantiene unida, terminará arrollando todas las resistencias; dice que la dispersión es un botín de corsario y que, aunque comparte la rabia e indignación de los saboteadores, la activación de la ‘kale borroka’ es un desacierto que hace el juego al PP. Escribe Xabier Goñi desde Iruñea que le entristeció oír en ETB a Arzalluz que si la ‘kale borroka’ persiste, y salvo que HB se desmarque de ella con claridad, el Pacto puede romperse. Le pregunta al líder del PNV si también romperá con Aznar si este mantiene la dispersión, a la Mesa Nacional en la cárcel, Egin cerrado. A pesar de todo, reconoce Goñi que el foro de Lizarra “es nuestra última esperanza, nuestra única tabla de salvación. Romperlo sería una barbaridad”. Patxo Unzueta hace recuento y afirma que entre 1995 y 1998 se registraron en el País Vasco 325 ataques contra sedes de partidos y contra coches, casas o negocios de afiliados. De ellos, 142, cerca de la mitad, fueron dirigidos contra el PNV. Echa mano del párrafo del documento atribuido a KAS, conocido como Karramarro 2 en el que se analizan los efectos de la ofensiva contra el nacionalismo tradicional, que dice así: “La izquierda abertzale ha logrado remover en cierta medida la posición del PNV, tanto mediante la incidencia política de ETA, llevando a cabo acciones muy selectivas en contra de la Ertzaintza, como gracias a la presión de la kale borroka; nuestro análisis y objetivo político con respecto al PNV es lograr que deje de ser un obstáculo añadido al conflicto que nos enfrenta contra el Estado español, y no estigmatizar ese partido como enemigo perpetuo”. Recuerda Unzueta que el escrito se difundió a comienzos de 1997, que en febrero de dicho año el PNV aprobó su “Documento sobre la pacificación” en el que se plasmaba el giro hacia la negociación que culminaría en las conversaciones de 1998 y el Acuerdo de Lizarra. Entre 1997 y 1998 el número de agresiones contra el PNV se redujo de 50 a 13, el mismo que contra el PP; y de esos 13 casos, ocho se produjeron en la semana que siguió a la muerte en enfrentamiento con la Ertzaintza de Ignacia Zeberio. La conclusión del periodista es que no es cierto que nada haya cambiado, como dicen los más pesimistas: “antes los amenazados eran todos los ciudadanos, y ahora solo los no nacionalistas”. Asegura el periodista Carlos Bradac en Cambio 16 del 21 de enero que ha entrevistado a ETA y que esta quiere hablar con el Gobierno. Dice que por

primera vez desde el inicio de la tregua, el 16 de septiembre pasado, se ha dirigido al Gobierno, y no a las fuerzas políticas firmantes de la Declaración de Lizarra, para pedir el inicio de conversaciones. Sostiene que la organización afirma que no hay ninguna negociación secreta y exige contactos directos. Consciente de que su trabajo va a suscitar dudas, Bradac explica detalladamente que la entrevista con dos representantes de ETA ha sido posible después de 22 contactos previos a lo largo de casi cuatro meses y ha tenido lugar en París el 18 de enero, hechos que van a ser negados luego por ETA. Los entrevistados se presentan recordando la oferta de negociación que ETA hizo al Gobierno y preguntándose por qué el presidente aún no la ha contestado: “ni los militares, ni la Policía, ni la Guardia Civil, ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo quieren que se hable con los presos”, se responden. Los entrevistados critican el perfil político de los interlocutores que Aznar o su entorno nombró, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, porque no tienen una capacidad real de decisión. Como ejemplo de la escasa voluntad de diálogo del Ejecutivo ponen que ETA le hizo saber que, para propiciar la apertura de contactos, debía trasladar 200 presos al País Vasco antes de las pasadas Navidades. Finalmente, el traslado a cárceles de la península solo afectó a 21 reclusos. Los entrevistados atribuyen a este hecho el rebrote de la violencia callejera. Escribe de nuevo en Euskadi Información Xabier Goñi para decir que “No me gustó nada el escrito de mi amigo Iker Gallastegi en este periódico el día 16 de este mes, con el título “Presos vascos y disturbios callejeros”. Opina este, en contra de Gallastegi, que la ‘kale borroka’ da pretexto al Gobierno para seguir con su política obcecada, alimenta a los tertulianos, puede dividir a los firmantes del Pacto de Lizarra y a los demócratas, abertzales o no, que en él se aglutinan; puede dividir a la izquierda abertzale –“acaso la está dividiendo ya” –, quita capacidad de iniciativa, puede dar al traste con el aún no nacido proceso de pacificación y no conseguirá nada para los presos. Le parece urgente que cese ahora mismo, porque favorece descaradamente al enemigo. “Sed lúcidos, dejad el cabreo”, pide Goñi a los de la ‘kale borroka’, y a su amigo Iker le plantea que “hay posturas como la tuya que no conducen a nada e impiden conseguir aquello que tú más quieres”. Xabier Goñi, viejo pseudónimo de un conocido sacerdote navarro, es una firma muy respetada en los medios abertzales de toda Euskal Herria, pero sobre todo en Nafarroa. Iker Gallastegi se preguntará unas semanas más tarde en Gara si “nos mantendremos unidos para conseguir la paz” y se responderá que “si los nacionalistas no nos mantenemos unidos, pase lo que

pase, lo vamos a tener crudo”. Escribe a mediados de febrero en Deia Iñigo Urkullu sobre los “Orígenes de un problema” y defiende que la violencia es el muro que ha marcado la diferencia entre PNV y ETA desde siempre, sirviéndose para sustanciarlo de una cita de 1964 cuya paternidad no especifica. José Miguel Larraya, enviado especial de El País a Sudáfrica, publica el 16 de febrero que Nelson Mandela ha trazado en la recepción a los Reyes de España un paralelismo entre las transiciones que han vivido España y Sudáfrica, y ha expresado su esperanza de que la “humilde experiencia” de su país sirva también para que quienes participan en el proceso de paz vasco encuentren ánimos en su ejemplo y consideren que las diferencias más arraigadas y aparentemente insuperables pueden ser resueltas a través de la negociación. Ha aplaudido muy cortésmente los esfuerzos de España para encontrar soluciones pacíficas y erradicar la violencia. A su vez, el Rey, en su brindis, no ha escatimado elogios a Mandela, “un ineludible referente moral en el siglo XX”, porque luchó por la libertad de su pueblo y triunfó, pero ha ido más lejos: “Nos ha enseñado que ese camino hacia la liberación no termina. Que el día después de la liberación hay que reemprender la marcha, pisoteando las semillas del odio y el resentimiento, para obtener una cosecha de paz y reconciliación”. La visita real continúa en la isla de Rubben, donde está el penal en el que Mandela pasó gran parte de su vida, informa José Miguel Larraya. Escribe Rosa Montero unos días más tarde en este mismo medio que “se diría que hablar sobre la violencia se ha puesto de moda: hoy es un tema de debate muy común en todo el mundo”. No se cree que la Humanidad esté empezando a asquearse de verdad de los violentos. Siempre hubo quienes se opusieron, pero fueron minoritarios. Quiere decir que desde que el mundo es mundo, la gente ha visto la violencia –“esto es, su violencia”– como algo lícito. Dice que las guerras siempre fueron consideradas justas; la tortura era algo natural hasta el siglo XVIII; y, mientras que duró la esclavitud, matar a un esclavo no estaba mal visto. Y mirando más cerca, hace una afirmación rotunda: “No nos andemos por las ramas: mi generación defendía la violencia en los años setenta. Apoyábamos al Che, a la ETA de entonces. Los impresentables etarras de hoy han crecido de nuestras contradicciones y a nuestros pechos”. Y viene a decir que si los kurdos, los saharauis, por ejemplo, no hubieran recurrido a la violencia, nadie les hubiera prestado atención. El general Sáenz de Santamaría tiene algo que decir sobre estas cuestiones y lo hace en Diario 16 comparando el secuestro de Abdullah Ocalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, con el de Segundo Marey, defendiendo que “ETA maneja mejor que nosotros el lenguaje” y reconociendo que para él “no hay

guerra sucia, ni guerra limpia; hay guerra regular o guerra irregular, y esta es una guerra irregular”. Va más lejos al afirmar que si Barrionuevo va a la cárcel, lo mismo tendría que ocurrir con Fraga y Martín Villa, al asegurar que nunca ha existido el ‘GAL verde’, porque si a Lasa y Zabala los hubiera matado la Guardia Civil, los hubieran dejado en Francia, “que está a doce kilómetros de la frontera”. El diario Gara ha nacido el 30 de enero, y el 25 de febrero publica un comunicado de ETA en el que la organización fundamenta el mantenimiento de la tregua en los avances experimentados en la construcción nacional y en las expectativas abiertas. Alaba la actitud “cada vez más valiente” del PNV, EA, AB y HB, y les pide nuevos pasos, porque “de este proceso tiene que salir el solar en el que se construirá Euskal Herria”. Mantiene el alto el fuego en vigor desde el 18 de septiembre de 1998, pero se reserva el derecho a la defensa en caso de enfrentamientos y para afrontar las necesidades de aprovisionamiento. Deia titula que ETA ratifica el mantenimiento del alto el fuego por los pasos dados y el horizonte que se abre, y añade que Urkullu opina que el mensaje puede estar dirigido también a sectores de la izquierda abertzale. Patxo Unzueta ve a Deia radicalizado y pone un ejemplo: “Hasta hace poco habría sido increíble que ese diario osara criticar al Athletic de Bilbao, acusándole de rendir pleitesía al monarca por haberle visitado en el marco de la conmemoración del centenario del club”. Los elogios de ETA, a pesar de que el PNV ha respondido diciendo que ETA debe dejar las armas y anunciar el cese definitivo de la lucha armada, sirven para que los partidos españoles deduzcan que es ETA la que manda en Lizarra, la que marca las pautas a seguir. Jaime Mayor Oreja lo explica en que ETA es el gendarme, el administrador y el fiscalizador del frente nacionalista; es la que manda y no le importa ridiculizar al frente nacionalista. El portavoz del Gobierno Ibarretxe, Josu Jon Imaz, le recuerda a la organización que no es quién para ejercer ningún tipo de tutela sobre los partidos políticos. El Correo recoge la preocupación del presidente del BBV Emilio Ybarra por el “horizonte de inestabilidad y de ruptura al que los últimos acontecimientos pueden llevarnos” y pide confianza y apoyo para la clase política. Asegura La Razón, y aseguran los socialistas, que hay cargos públicos del PNV que critican a Arzalluz por haberse acercado demasiado a EH. Dice saber que en la Asamblea Nacional ordinaria del PNV se ha criticado a Joseba Egibar y que, como resultado, Ibarretxe ha salido fortalecido. La Policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil, detiene el 9 de marzo en París al tenido por jefe de los comandos ilegales de ETA, José Javier

Arizkuren, Kantauri, junto a Irantzu Gallastegi, el exdirigente de Jarrai Mikel Zubimendi y tres militantes más. La Guardia Civil afirma que le venían siguiendo desde hace casi dos años y le vincula con veinte muertes. Se trata a su juicio de la operación policial más importante desde la declaración de tregua y asegura que Kantauri estaba en contra de esta y que la detención puede favorecer su prolongación. La agencia Vasco Press asegura que su localización se había producido en 1997, pero las autoridades españolas prefirieron someterlo a un seguimiento y utilizarlo como hilo conductor de las investigaciones que permitieran llegar hasta quienes se relacionaban con él. Esto habría permitido descubrir los comandos Andalucía y Araba, y aportar pistas que facilitaron la identificación del que tenía secuestrado al funcionario Ortega Lara. El ministro del Interior ha explicado que Arizkuren fue nuevamente localizado a mediados del pasado mes de febrero y que, desde entonces hasta su detención, ha estado inactivo. Catorce horas después de esta operación en París, la Policía detiene a nueve integrantes del comando Donosti, a dos de ellos, Sergio Polo y Kepa Etxebarria, cuando se aprestaban a pasar al Norte vasco, una vez conocida la caída de Kantauri, y tras ellos al resto, presuntos colaboradores, en Hernani, Errenteria, Itsasondo y Donostia. El director de la Policía declara que llevaban varios meses sometiendo a una estrecha vigilancia a los ‘liberados’ Polo y Etxebarria, y que el ‘complejo Donosti’ ha sido desarticulado. Un año más tarde se va a conocer a través de la revista Ardi Beltza que dirige Pepe Rei que el comando tenía como colaboradora a una guardia civil del CESID. El 21 de marzo, un supuesto miembro del comando Donosti desarticulado, aparece muerto con un tiro en la sien a las afueras de Errenteria. La Policía habla de suicidio, y el portavoz de HB Joseba Permach, de guerra sucia. Mariano Ferrer escribe en El Mundo “La gran ciaboga”, de los saltos de guión que en HB evidencian “la dificultad de querer abrirse al futuro sin pagar el peaje de renuncia al pasado”, que en Mayor Oreja ni siquiera hay cambios de guión, porque “para él, el futuro conduce circular y necesariamente al pasado”. Ha oído en el homenaje a Geresta, en boca de Otegi, cosas que nunca antes se habían oído a favor del proceso de paz. Dos representantes encapuchados de ETA responden el 29 de marzo a las preguntas de los periodistas de ETB-1 Maddalen Iriarte y Joseba Balerdi. Dicen en relación a la tregua que no será indefinida hasta que Euskal Herria disfrute del derecho de autodeterminación. Explican sobre la `kale borroka’ que se trata de una estrategia de defensa pero que, durante la negociación, la lucha armada debe estar solo en manos de ETA. En relación al proceso de construcción de Euskadi

echan en falta las sillas vacías que deberían ocupar el PP y el PSE-EE para defender sus proyectos. Sobre la negociación aclaran que, desde la tregua, hace seis meses, no se han producido contactos de ningún tipo con el Gobierno español. Ven al Pacto de Lizarra como un camino esperanzador, y logros como el de la Asamblea de Municipios, Udalbiltza, les parecen ilusionantes. Sobre el papel de ETA responden que es la sociedad vasca, de la que ETA forma parte, la que tiene que decidir su futuro sin injerencias externas. Quienes esperaban instrucciones a los de la ‘kale barroka’ a fin de que depusieran su actitud, se sienten defraudados. No la avalan explícitamente, pero tampoco la critican, si no es que la justifican al expresar que, ante los intentos de dinamitar el proceso de paz por parte del PP, es un medio lícito de respuesta. Además, han dicho los portavoces de ETA que “una cosa es que estemos viviendo una situación ilusionante, pero otra que continúan las torturas y la dispersión de los presos”. Sorprende ETA al afirmar que, para superar el conflicto vasco no es imprescindible una negociación entre ella y el Gobierno español, sino que bastaría con un amplio acuerdo entre las fuerzas políticas vascas, pero sus críticos optan por obviarlo y ven en la entrevista un publirreportaje por el que van a pedir cuentas al director general de EiTB. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Jon Imaz, reincide en la idea de que ni ETA ni nadie pueden poner condiciones, porque la paz no tiene precio, y juzga inaceptable que se haya desentendido de la ‘kale borroka’. El director de Deia Juan José Baños ve a ETA inmóvil, le parece que no ha tranquilizado a nadie con esa entrevista, que se equivoca si piensa que así está favoreciendo la unidad nacionalista: “las capuchas son incompatibles con el momento histórico que vivimos”, concluye. El fundador de UPN, Jesús Aizpún Tuero, aprovecha la ocasión para atacar la “invasión cultural” de ETB, para manifestar su oposición a que se capte en Nafarroa. En este final de marzo se conoce que Garzón ha procesado al que fue jefe de investigación de Egin, Pepe Rei, y le ha fijado una fianza de quince millones de pesetas por un presunto delito de colaboración con banda armada, dentro de la investigación sobre la que llama trama informativa y financiera de ETA. El juez explica que el periodista ha asumido la titularidad de los documentos que le fueron intervenidos en su ordenador personal. Argumenta Garzón que las pesquisas de Rei trascendieron el ámbito periodístico para convertirse en “mecanismo de servicio eficaz y apoyo de ETA-KAS en el frente informativo”. Considera el magistrado que existe una coordinación entre los servicios de información de ETA y KAS y el equipo de investigación de Egin, que elaboró

informes sobre la financiación de partidos como el PNV, el PP o la Unión del Pueblo Navarro, y también sobre la participación de miembros de las Fuerzas de Seguridad y de la Ertzaintza en supuestas actividades de corrupción policial. En el ordenador de Rei, intervenido durante el registro a la sede del diario, asegura haber hallado documentos como el censo electoral vasco, listados de los apoderados del PSOE, de los alcaldes y concejales del PNV en Gipuzkoa, y de las radiofrecuencias de la Policía. El ordenador contendría también movimientos económicos del casino Kursaal y referencias a las fuentes de información del sindicato LAB. En el auto aparece documentación que probaría que Rei investigó a empresarios vascos a instancias de algunos deportados de ETA en Cuba. El periodista habría estudiado la situación financiera del administrador de Comercial Larrondo SA, y del de la empresa Aldaketa Import-Export. El juez no procesa al resto del equipo de investigación porque, según el auto, seguía las instrucciones de Rei. Mayor Oreja ve en el manifiesto que el PNV ha redactado para el cercano Aberri Eguna otro regalo a ETA, otro obsequio para que los terroristas se sientan felices ante la actitud del PNV. El manifiesto lo ha dado a conocer Joseba Egibar y dice el ministro que no le sorprende, porque están en la lógica de los últimos acontecimientos en derredor del “frente de Estella” y provienen de “aquellos que no quieren un Estado fuerte y sólido y que, en ocasiones, tampoco quieren una España consolidada”. Al presidente Aznar, de visita en Washington a finales de abril para asistir a la cumbre de la OTAN, le parece desestabilizador un Gobierno vasco que incluya a EH, no lo ve recomendable para una política de estabilidad y respeto institucional. El Parlamento vasco ha ofrecido cobijo en su sede a la Asamblea kurda en el exilio, y Aznar lo ha tratado con el presidente turco Suleiman Demirel para informarle que la propuesta ha sido suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional. El lehendakari Ibarretxe, en diversas entrevistas publicadas por periódicos vascos, defiende un acuerdo con la plataforma abertzale que, aunque oficialmente no ha sido firmado, ha funcionado con efectividad matemática en la Cámara de Vitoria. Aclara sin embargo que tras las elecciones de junio el acuerdo no se extenderá a las diputaciones y los ayuntamientos. En relación al proceso de paz, opina el nuevo lehendakari que debe depender de todos, y no del juego de mayorías, pero ahora que desaparece la violencia no se puede caer en la tentación de condenar las ideas: “ha llegado el momento de tomar la iniciativa política y efectuar gestos que resultan ya inaplazables”. Carlos Garaikoetxea ve una hipocresía inconcebible en el PP y el PSOE cuando se obstinan en oponerse a todo: “basta

que se haya dicho que existe una probabilidad de pacto con EH, para que se agiten todos los demonios de quienes sienten pánico a que se configure entre los nacionalistas una mayoría democrática, sin violencia y respetuosa de las vías institucionales”. Utilizando como facilitador y testigo al entonces obispo de Zamora Juan María Uriarte, tres enviados del presidente del Gobierno, los mismos de la reunión del 11 de diciembre de 1998 en Burgos con HB, Javier Zarzalejos, Ricardo Martí Fluxá, y Pedro Arriola, se reúnen el 19 de mayo en Zúrich con el dirigente de ETA Mikel Albizu Iriarte, Antza, con Bixente Goikoetxea, Willy, y con Belén González Peñalba, Carmen, compañera de Eugenio Etxebeste en Santo Domingo, que había estado presente también en las reuniones de Argel. La reunión es larga, no hay acuerdo, pero quedan en volverse a encontrar. Al tiempo se conocerá el acta que Belén González Peñalba redacta, que se inicia así: “Reunión de dos [Belén sólo toma nota] miembros de ETA y tres representantes de Aznar ante un intermediario, Uriarte. Breve introducción leída por parte del intermediario en el sentido de subrayar la importancia del encuentro: ‘El diálogo normalmente suele desbordar las perspectivas iniciales, el no hablar tiene sus efectos negativos...’; y sobre su aceptación de oficio de mediador testigo”. Palabras corteses al principio, agradecimientos a Juan María Uriarte, que ha hecho posible llegar hasta este encuentro. Mikel Albizu pide respuesta sobre el derecho de autodeterminación y ve a los representantes del Gobierno “realizando una lectura externa de la situación actual como si no estuvieran implicados”, y les urge a una respuesta concreta, positiva o negativa. Constatan que hablan distintos idiomas, y Albizu vuelve a pedir concreciones. Arriola les asegura que con este presidente no hay conversaciones trampa, como aceptando que en Argel sí hubo. Albizu les recuerda que ETA está en tregua y los Estados [francés y español], no. Arriola lleva papel de ‘poli bueno’, está de acuerdo en que se trata de crear un clima de confianza y de establecer un canal de comunicación estable, al margen de coyunturas; les asegura que solo hay una persona, el presidente, que sabe de esta reunión, además de ellos. La consolidación del contacto consume buena parte del tiempo. Hablan de política, hacen historia. También de la conveniencia de mantener la reserva y evitar las especulaciones periodísticas. Manejan la fecha del 7 de junio para una nueva reunión, que nunca tendrá lugar. Había un testigo más en la sala privada de ese hotel de Zúrich, Julián T. Hottinger, un suizo, experto mediador en conflictos, que salió de la reunión bien impresionado, que se extrañó luego al conocer que no habría más encuentros. El PP gana las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 13 de

junio de 1999. En los comicios locales, el Partido Popular obtiene 24.625 concejales, frente a los 21.907 del PSOE, los 4.086 de CIU y los 2.297 alcanzados por IU. El PP obtiene la victoria en cuatro comunidades autónomas, el PSOE en tres y Coalición Canaria en una. Interpreta el ejecutivo de Ibarretxe que los resultados de las municipales y forales de la Comunidad Autónoma Vasca consolidan la paz, porque el importante avance de Euskal Herritarrok confirmaría que las vías políticas son más rentables para la izquierda abertzale que la violencia de ETA. EH ha conseguido en los comicios municipales 67.880 votos más que en los anteriores de 1995, ha pasado de 160.270 votos a 228.150, lo que se traduce en 183 concejales más que en 1995. El liderazgo de Arnaldo Otegi sale fortalecido, lo que se interpreta también como una buena noticia para la paz. Ha crecido EH, a costa de los otros firmantes del Pacto de Lizarra, han crecido asimismo el PSE y el PP. El 11 julio de 1999 tiene lugar una reunión de ETA con representantes del PNV y de EA, en el mismo edificio, pero por separado, para luego continuar con ambas representaciones a la vez. Antza y Willy presentan un texto de máximos que propone unas elecciones y un proceso constituyente “en toda Euskal Herria” que, si es aceptado por PNV y EA, supondría “el abandono definitivo de las armas”. El representante del PNV Joseba Egibar lo ve “estrambótico”, la representación de EA, Rafael Larreina y Jon Goikoetxea, la quiere estudiar con detenimiento, porque un cambio de ese calado necesita más tiempo de reflexión. En un ambiente tenso, Antza deja técnicamente en suspenso el alto el fuego, ya bastante cuestionado por la persistencia de cartas de petición de impuesto revolucionario a empresarios y brotes de ‘kale borroka’. ETA explicará luego este encuentro diciendo que se trataba de evaluar el proceso abierto un año antes, que presentó su propuesta de estructuración institucional y los representantes de PNV y EA se comprometieron a responder con una alternativa antes de septiembre. La dirección de ETA envía al PNV durante el mes de julio tres cartas en las que insiste en la profundización de la construcción nacional y en la necesidad de renovar las alianzas, si se quiere hacer un país con entidad propia. Xabier Arzalluz confiesa no ver nítido el camino, el ritmo del PNV no es el de la izquierda abertzale. Va a ser la última reunión entre ellos, tras un proceso que había comenzado el 30 de julio de 1998 entre Antza y Willy, y Egibar y Gorka Agirre. No volverá a haber más encuentros clandestinos. El 1 de agosto, la Policía francesa detiene cerca de Tarbes, en un control que se explica como rutinario, a Jokin Etxeberria Lagisket, hombre de confianza de Antza, contacto suyo con el obispo Uriarte; va en un auto robado y está armado. ETA urge a

PNV y EA en un comunicado a tomar una decisión ya, porque “se concluye el proceso emprendido o se pudre”, y acusa a ciertos sectores del PNV de intentar un proceso de paz sin contenidos. Joseba Egibar le reprocha no haber utilizado los canales habituales para expresar su opinión. Aznar acerca 195 presos a comienzos de septiembre y pasa a tercer grado a cinco más, y afirma estar dispuesto a restablecer el contacto con ETA. El 18 de septiembre, a pesar del deterioro de relaciones producido entre el PNV y la izquierda abertzale, se constituye Udalbiltza, con 1.483 ediles de la Comunidad Autónoma Vasca, 271 de Nafarroa y 24 de Iparralde, y se elige una Ejecutiva. El robo de ocho toneladas de explosivos en la localidad bretona de Plevin, a final de mes, y la posterior sustracción de una troqueladora en Eibar anuncian la temida ruptura de tregua. Al día siguiente detienen cerca de Pau a tres militantes de ETA y recuperan una cantidad importante de explosivos; otros dos militantes huyen al ver el despliegue policial en derredor de la casa a la que se dirigen. El 7 de octubre se presenta en Gernika una sigla nueva, Ekin, a la que se tiene por sucesora de KAS. Lo ha anunciado así la efímera agencia de noticias de la izquierda abertzale Amaiur Press Service, y de inmediato ha rectificado, advertida del traspiés. El 24, ETA anuncia en una entrevista con periodistas de Gara y Egunkaria que en adelante sus interlocutores son los presos Ternera, Kubati y Kantauri. Un día más tarde, la Gendarmería detiene cerca de Pau a Belén González Peñalba, y también en este caso se explica como una detención casual. En estos días se detectan, y en algunos casos se interceptan, traslados y manejos de armas y explosivos, que previenen de lo que se avecina. El 28 de noviembre, ETA anuncia con la lectura de un comunicado en la BBC, tras 438 días sin atentados, que a partir del 3 de diciembre sus comandos retoman las armas y ponen fin a la tregua más larga de su historia. Atribuye la ruptura al incumplimiento por parte del PNV y EA de los compromisos que alcanzaron en agosto de 1998, previos al anuncio del alto el fuego, que entró en vigor el 18 de septiembre de aquel año. Los compromisos alegados, que los afectados niegan rotundamente, se habrían concretado en el avance hacia una institución única y soberana para toda Euskal Herria y en la ruptura de sus relaciones con las instituciones y los partidos españoles. A los Gobiernos español y francés, ETA les hace responsables de la “reacción represiva, detenciones y torturas, y del asesinato del burukide Ttotto”, José Luis Geresta; de las detenciones en pleno proceso de paz de la interlocutora Belén González Peñalba y de José Javier Arizkuren. Según ETA, en los cuatro primeros meses se avanzó con la creación de la Asamblea de Municipios Vascos, Udalbiltza, pero luego el proceso

comenzó a pudrirse, por la presión ejercida por España y Francia sobre el PNV y EA, y los intereses electorales. El presidente del PNV afirma que la ruptura de la tregua le ha cogido por sorpresa, y que ETA miente cuando dice que existió ese acuerdo en el verano de 1998. Revela que al texto que planteaba la creación de una institución única y soberana, el PNV le introdujo anotaciones al dorso en las que establecía requisitos y plazos, y que ya entonces dejó claro que el problema son los modos y los tiempos en llegar a esa meta. “ETA ha jugado sucio y no lo esperábamos”, manifiesta Arzalluz. Argia recoge declaraciones de Juan María Olano en las que afirma que es verdad que el PNV y EA no han cumplido los compromisos suscritos, y que “ETA nunca ha mentido” [ETAk ez du inoiz gezurrik esan]. La propia ETA ahorra especulaciones sobre sus verdaderas intenciones en este proceso cuando reconoce que buscaba evitar debates sobre “terceras vías” y resolver “la ambigüedad histórica del PNV”; romper con el “vascongadismo” y la partición territorial. Coincide con Jaime Mayor Oreja en que se trataba de una ‘tregua trampa’, pero para los Estados y la estrategia de sumisión desarrollada hasta entonces por PNV y EA. ETA es crítica también con “los sabiondos de la izquierda abertzale” que interpretaron la situación “sólo en la medida de sus propios criterios” y han dicho que la actividad armada de ETA había sido errónea hasta ese momento. Al “pontificar sobre lo que ETA debía o no hacer”, en su opinión “solo conseguían oscurecer el contenido de la iniciativa y crear confusión dentro de la izquierda abertzale”. En la versión de Gara, que ha tenido acceso a documentos sobre la cuestión, la organización sale al paso de dos discursos diferentes que desenfocaban los objetivos de la iniciativa desde el inicio: no fue fruto ni de sentirse acosada ni del Acuerdo de Lizarra. En cuanto al discurso que relacionaba el alto el fuego con los efectos del atentado contra Miguel Angel Blanco y la convulsión que provocó, ETA lo niega tajantemente. A su juicio, ese atentado actuó como “clave para todas las partes”, al dejar en evidencia el enfrentamiento entre España y Euskal Herria “a un nivel como ninguna otra acción había hecho hasta entonces”. A partir de él, razona ETA, el Estado aumentó la represión, y el PNV, EA o ELA empezaron a manifestarse a favor de un cambio. En el PNV partidario del acuerdo, que no son todos los burukides ni mucho menos, no se analiza de la misma manera lo sucedido. Le parece inaceptable el intento de ETA de tutelarlo todo, le parece que a ETA le ha entrado el pánico, especialmente por los movimientos de la ‘tercera vía’ y la aceptación que estaba teniendo la tregua entre amplios sectores de la izquierda abertzale, e incluso

entre los presos, y ha querido acallar a ‘los sabiondos’, a los que han empezado a pensar por su cuenta. El 30 de diciembre de 1999, monseñor Uriarte explica en la cadena SER que en la última fase de la tregua “noté impaciencia por un lado e inflexibilidad por el otro. Pero diría, como balance final, que no he perdido la esperanza”. Compara la situación aquí creada con la del Norte de Irlanda y pone de ejemplo al padre Alec Reid, el religioso irlandés que hizo posible que luego llegara George Mitchel, y una intervención de Estados Unidos y Blair. Cree que tras las elecciones de marzo se puede abrir un portillo, porque “el tiempo de la contienda electoral no suele ser el espacio más propicio para avances sólidos de paz”. En el 2000 recién inaugurado, dos militantes de ETA roban a punta de pistola un auto en Galdakao, atan a su propietario a un árbol, se dirigen luego a Basauri junto a otros dos activistas que llevan otro vehículo cargado de explosivos. La intención es, al parecer, hacer estallar este segundo coche al paso de una patrulla de la Guardia Civil, que ese día ha cambiado su itinerario. Poco después, agentes del Cuerpo Nacional de Policía localizan el primer vehículo y detienen a sus dos ocupantes; localizan luego un piso con armamento y material explosivo. Sale de la cárcel en la que se encontraba desde mayo de 1996 José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. Un mes más tarde inicia su actividad de parlamentario en Gasteiz como miembro de la Comisión de Derechos Humanos. El 15 de enero, un infarto fulmina a Jesús García García, el policía que identificó los cadáveres de Lasa y Zabala, cuando está testificando y se dispone a responder a las preguntas de Iñigo Iruin en la Audiencia Nacional. A las ocho de la mañana del 21 de enero, estalla un coche-bomba en Madrid y mata al teniente coronel del Ejército de Tierra Pedro Antonio Blanco. ETA ha elegido Madrid y un militar para dejar constancia de la ruptura de la tregua y la vuelta a la actividad armada. Juan José Ibarretxe anuncia que queda en suspenso su acuerdo de colaboración parlamentaria con Euskal Herritarrok; al Gobierno central le parece insuficiente, le pide al PNV que rompa con EH y regrese a la unidad de las fuerzas democráticas. El comando autor del atentado lleva el nombre de ‘Buruhauste’, quebradero de cabeza. Tres días más tarde, centenares de miles de ciudadanos, con Aznar, Almunia, Adolfo Suárez, Felipe González, Calvo Sotelo y los líderes de los principales partidos, centrales sindicales y patronales a la cabeza, inundan las calles de Madrid al grito de ¡Basta ya!. Lee el comunicado final de condena el actor Imanol Arias. La movilización recuerda las habidas tras la muerte de Miguel Angel Blanco. Se profieren insultos a HB, y a Xabier Arzalluz. El Papa expresa en castellano su condena del atentado ante los fieles

de la Plaza San Pedro. El 26 de enero, IU-EB abandona el Foro de Lizarra. Detienen en el aeropuerto de Madrid-Barajas a Iñigo Elkoro y Mikel Korta cuando llegaban en un vuelo procedente de México, dentro de una operación contra el que Baltasar Garzón llama aparato de relaciones internacionales del MLNV, Xaki. Detienen también al miembro de la Mesa Nacional de HB Gorka Martínez, a Sabin del Bado, a Miriam Campos, María Rosario Buñuel, Mikel Resa y José Ramon Antxia. Los tres últimos quedan en libertad bajo fianza. El 2 de febrero, la Policía francesa captura en la localidad landesa de Tarnos a los miembros de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, y a Concepción Iglesias. El 8 de febrero llega al aeropuerto de Barajas, extraditado desde Francia, el exdirigente de ETA Francisco Múgica Garmendia, Pakito. El 22, ETA da muerte mediante un coche-bomba al portavoz del PSE-PSOE en el Parlamento Vasco Fernando Buesa y a su escolta, el ertzaina Jorge Díez. Patxo Unzueta escribe en El País: “Tres meses y tres muertos ha necesitado el lehendakari Ibarretxe para darse por enterado de que estaba gobernando con los votos del brazo político de una banda que se considera con derecho a matar a los políticos de los demás partidos. Ibarretxe ha quedado desautorizado moralmente, pero también políticamente: sin los votos de EH, su Gobierno cuenta con el respaldo de 27 parlamentarios en una Cámara de 75. Las fuerzas no nacionalistas suman 32. Habría razones morales y políticas para su dimisión. Sin embargo, en el sistema de poder nacionalista, el lehendakari no importa gran cosa. Es el líder quien decide. Los lehendakaris pasan, Arzalluz permanece”. Abc afirma que el censo de ETA lo forman en ese momento 600 activistas, entre dirigentes, pistoleros y colaboradores. Al menos 200 se encuentran en Francia, una cifra algo menor en México, otros 130 entre Cuba, El Salvador, Nicaragua, Honduras, etc. Estalla el 6 de marzo en Amorebieta un coche-bomba al paso de un Nissan Patrol blindado de la Guardia Civil, hiere a dos guardias civiles, a dos ocupantes de un coche que va detrás y a cuatro peatones. El PP obtiene mayoría absoluta en las elecciones generales del 12 de marzo del 2000, con 183 diputados, seguido por el PSOE con 125, CIU quince, IU ocho, el PNV siete, Coalición Canaria cinco, y BNG tres. Obtienen un diputado el Partido Andalucista, Izquierda Republicana de Cataluña, Izquierda por Cataluña-Verdes, Eusko Alkartasuna y Chunta Aragonista. Euskal Herritarrok no ha concurrido. En los comicios autonómicos andaluces, el PSOE gana, por sexta vez consecutiva, con 52 escaños; el PP obtiene 46 diputados; IU seis y Partido Andalucista cinco. El 13 de marzo, Joaquín Almunia dimite como secretario general del PSOE tras los

malos resultados electorales obtenidos por su formación. El 21 de marzo, un artefacto incendiario provoca daños materiales en la puerta del domicilio de los padres del periodista de El Correo Pedro Briangos en Rekalde, Bilbo, lo que se interpreta como un preludio de la presión creciente a determinados periodistas y medios de comunicación. Comparece en una rueda de prensa en Bruselas Elena Beloki junto al portavoz de EH Arnaldo Otegi y el eurodiputado de EH Koldo Gorostiaga, del que Beloki es asistente. Garzón dicta una orden de busca y captura internacional contra ella, acusándola de pertenecer a Xaki, el aparato de relaciones internacionales de ETA; días más tarde se entrega voluntariamente. El 27 de marzo, la Policía desactiva en la sede de RNE de Sevilla un paquetebomba dirigido contra el periodista Carlos Herrera. La revista Ardi Beltza que dirige Pepe Rei publica que la Policía infiltró a una agente en el comando Donosti mediante una operación que se desarrolló durante siete años y que finalizó con la desarticulación del grupo y la captura de los liberados Sergio Polo y Kepa Etxebarria, con los que llegó a convivir durante un año en el mismo piso de Donostia. Según esta publicación, la agente, de la que se publica una fotografía y las iniciales de su nombre verdadero, llegó a la ciudad en 1992, bajo el falso nombre de Aranzazu Berradre Marín y se presentó como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño. Frecuentó la sede de HB de la Parte Vieja, entró en un ‘euskaltegi’ para aprender euskera, trabajó una temporada en una discoteca de Irura. Fue en 1999 cuando convivió con los dos liberados del comando Donosti en un piso de la calle Urbieta que ella misma había alquilado y que se utilizaba como piso franco. Según Ardi Beltza, la agente de los Servicios de Información ha estado destinada en Ceuta, Melilla, Madrid, Pamplona y Barcelona. Tras la desarticulación del comando, la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios pidió información sobre Aranzazu Berradre, pero se le contestó que no existía nadie con ese nombre y que la dirección que había facilitado correspondía al seminario de Logroño. La infiltrada habría pasado información sobre los datos precisos que el comando tenía del presidente de la Audiencia Provincial de San Sebastián, José Luis Barragán, y de numerosos dirigentes del PP y del PSOE, además de otros sobre dos empresarios guipuzcoanos a los que presumiblemente estarían pensando en secuestrar, todo lo cual le permitió a Mayor Oreja sostener que la tregua era en realidad una ‘trampa’. Ardi Beltza asegura en su siguiente número que Mayor Oreja montó al inicio de la tregua un gabinete de contrainformación, cuya misión principal era seguir la actuación de Ibarretxe con Euskal Herritarrok y orientar la línea informativa de los medios de comunicación de confianza.

Iñaki Aldekoa y Patxi Zabaleta publican un artículo de opinión de página completa en Gara el 4 de abril con el título de ‘Autocrítica y renovación’. En la introducción, advierten que su análisis se efectúa desde la perspectiva de la izquierda abertzale para contribuir a un debate “que está ahí”. Constatan la degradación de la situación política de la izquierda abertzale y proponen bases para su renovación estratégica. Defienden la necesidad de la autocrítica, echan en falta la ausencia de aproximación hacia los socialistas, dando la falsa impresión durante la tregua de un frente abertzale, que tampoco tuvo suficiente sensibilidad hacia Izquierda Unida. Errores como la convocatoria a una huelga general sin base, el abstencionismo electoral y una propuesta soberanista sin capacidad política ni respaldo suficiente son errores graves sobre los que proponen reflexionar. No existe proceso en marcha, ni de paz ni de construcción nacional; no basta con criticar al Gobierno de Madrid; el Ministerio del Interior ha actuado contra el proceso, pero “¿alguien podía esperar otra cosa del enemigo?”. La unión de los abertzales la ven necesaria pero no suficiente. Los últimos comunicados de ETA no solo marcan a su entender pautas de acción política para la izquierda abertzale, sino que formulan también críticas al PNV y EA, en contradicción con el margen a la acción política de las fuerzas políticas que se planteó al anunciar la tregua. La paz es el primer objetivo y una nueva tregua unilateral otorgaría otra vez la iniciativa política a “nuestro sector político”. Tendría credibilidad si se impide “el surgimiento de cualquier sucedáneo de lucha armada, que no contribuye más que a desacreditar cualquier justificación histórica de ETA”. No son nadie para decirle a ETA lo que debe hacer, pero desde sus treinta años de militancia política constatan que en Europa la lucha armada es “más que discutible”. Defienden la negociación, constatan la satisfacción presente de quienes se oponían a ella. El objetivo prioritario de la negociación es a su juicio la autodeterminación. “Nuestro pueblo necesita estrategias nacionales, tanto para Iparralde como para Hegoalde. Pero en cada contexto de confrontación política deberá acomodar tácticamente las iniciativas a su situación y correlación de fuerzas”. Opinan Aldekoa y Zabaleta que “las aspiraciones de actuar como vanguardia no solo son antidemocráticas en sí mismas, sino que han quedado obsoletas en una sociedad como la actual Euskal Herria”. Para terminar, manifiestan su convicción de que la izquierda abertzale puede aspirar a ser la fuerza mayoritaria en Euskadi, “siempre que las sensibilidades socialistas y progresistas de su seno se estructuren debidamente y no se vean relegadas de ese espacio político”. Antes de fin de año, estas y otras reflexiones se van a traducir en la ponencia ‘Aralar’ y luego, en un partido nuevo

del mismo nombre, con Zabaleta y Aldekoa de principales impulsores. El exmiembro del comando Madrid Isidro Etxabe no oculta que no es partidario de la lucha armada y confía en una nueva tregua, porque “ETA sabe que se avanza más con el trabajo en común que con sus acciones”. Ha hecho estas declaraciones a Baleike, la revista local de Zumaia, su pueblo natal. Asegura que se distanció de ETA cuando comenzaron a utilizar los cochesbomba; asegura que “en mi época, al llevar a cabo una acción, siempre se miraba si podía caer algún civil, y si se veía algún riesgo, no se hacía”. Acusa en la entrevista al Gobierno español de ser el principal responsable de la actual situación, porque desde el principio ha estado en contra del proceso de paz, consciente de que el pacto de Lizarra le hacía más daño que la actividad armada de ETA. Isidro Etxabe, Zumai, muestra su desacuerdo también con la decisión de Euskal Herritarrok de abstenerse en las pasadas elecciones. Txillardegi manifiesta por su parte en Egunkaria el 9 de abril que la ‘kale borroka’ y los atentados esporádicos rompen la unidad abertzale, debilitan sus fuerzas y refuerzan las del enemigo, por eso que “De nuevo, una vez más, ¡Lizarra-Garazi, o la muerte! [Berriro ere: Lizarra-Garazi, ala hil!]. El 25 de abril se conocen las condenas por el ‘caso Lasa-Zabala’ contra el exgobernador civil de Guipúzcoa Julen Elgorriaga y el general de la Guardia Civil, Enrique Rodríguez Galindo: 71 y 69 años de prisión, respectivamente. La Audiencia Nacional dicta también sentencia contra los exagentes del cuartel de Intxaurrondo Enrique Dorado y Felipe Bayo, a los que condena a sendos 67 años de prisión. El 7 de mayo, domingo, ETA acaba con la vida de un exmilitante comunista que había compartido cárcel con presos de ETA en los sesenta, simpatizante socialista, del Foro de Ermua, colaborador del diario El Mundo. ETA mata en Andoain, a la puerta de su casa, a José Luis López de Lacalle. Semanas antes, se habían arrojado cócteles molotov contra su vivienda y había sido objeto de pintadas amenazantes. No es un atentado más, como no lo ha sido el de Fernando Buesa. Una amplia nómina de directores de diarios publica un manifiesto, “No nos callarán”, interpretando que el atentado pretende amedrentar a la prensa. El 17 de mayo, Euskaldunon Egunkaria publica una entrevista de siete páginas de su director Martxelo Otamendi con dos representantes de ETA encapuchados que emplazan a PNV y EA a que rectifiquen y hagan una apuesta clara por la construcción nacional, lo que se derivaría en el cese la de lucha armada. Entienden que todavía se dan las condiciones para llevar el proceso hasta el final, y esa es la idea que recoge el titular más destacado en el cuadernillo monográfico que el diario dedica a la entrevista. Reiteran lo

publicado con anterioridad por Gara a partir de documentos de la organización: la tregua no pretendió abrir solo un proceso de paz, sino lograr un compromiso de los abertzales con la construcción nacional de Euskal Herria. La entrevista se realizó antes de que PNV y EA confirmaran hace unos días la congelación de Udalbiltza, aunque hay referencias a ella en el sentido de que no se han aprovechado todas sus potencialidades. Se queja ETA de que con la lucha armada activada, todos hablaban de la situación de los presos, pero a raíz de la tregua algunos se callaron. Elogian el paso dado por EH al no presentarse a las elecciones generales, porque allí no pintan nada los electos vascos. Insisten en que Lizarra-Garazi es la representación de Euskal Herria ante Madrid y París; subrayan que a Euskal Herria hay que meterla en la cartografía de los abertzales. EH destaca de la entrevista que ETA ofrece la solución al conflicto armado. Para Joseba Egibar, las declaraciones de ETA son un ejercicio de autoengaño. El 4 de junio, ETA mata de un tiro en la cabeza al concejal del Partido Popular en Durango Jesús María Pedrosa Urkiza; afiliado a ELA y entorno abertzale, había renunciado a llevar escolta: no se imaginaba objetivo de ETA. Un potente coche-bomba estalla a primeras horas de la madrugada del 25 de junio en Neguri-Getxo y provoca elevados daños materiales. La explosión ha sido previamente anunciada a la DYA, a Gara y a la Policía Municipal, explicando que iba dirigida contra la oligarquía financiera. Un mes más tarde, ETA repite atentado en Neguri: esta vez el coche-bomba lo ha hecho explosionar cerca de la casa de la senadora del PP Pilar Aresti y de su esposo Ramón Icaza. Explica en Abc Mayor Oreja que ETA usó la tregua para renovar comandos y estructura, y que está interesada en actuar singularmente en Getxo, “por odio y resquemor, y yo creo que también en estos momentos, en sus últimas actuaciones, está tratando de volver a Getxo”, donde en buena parte cree él que comenzó ETA; donde “si somos capaces de afrontar con entereza y con serenidad esta situación”, también terminará. El 29 de julio, ETA mata en Tolosa, mientras conversa con el periodista de EiTB Jaime Otamendi, al exgobernador civil de Guipúzcoa con el ministro Belloch Juan María Jauregi Apalategi. Había regresado de Chile, donde trabajaba, de vacaciones. El 8 de agosto, ETA da muerte, mediante un coche-bomba colocado frente a la empresa familiar que dirige en Zumaia, al empresario José María Korta; lo explica diciendo que no solo no pagaba el impuesto revolucionario, sino que animaba a no hacerlo. Ese mismo día, otro coche-bomba estalla en Madrid frente a una empresa y provoca once heridos; en esta misma fecha de agosto, la explosión de un artefacto que están manipulando destroza a cuatro militantes de ETA en Bolueta-Bilbo,

Francisco Rementeria, Ekain Ruiz, Urko Gerrikagoitia y Zigor Aranbarri. En este 8 de agosto del año 2000, el juez Baltasar Garzón dicta auto de procesamiento contra 16 personas por su presunta vinculación con Xaki. Sin tiempo a digerir esta jornada especialmente trágica, ETA da muerte al día siguiente en Iruñea al subteniente del Ejército de Tierra Francisco Casanova. Antes de terminar el mes, una bomba-lapa colocada en los bajos de un Nissan Patrol de la Guardia Civil estalla y mata a la primera agente femenina del Cuerpo y a otro compañero, en la localidad oscense de Sallent de Gállego. Este agosto cruel es testigo todavía de la muerte por parte de ETA, en el interior de su tienda de golosinas, del concejal del PP en Zumarraga Manuel Indiano. Patxi Zabaleta pide en Deia a ETA una tregua, pide la destitución de Mayor Oreja y pide para todos, diálogo, porque “esta tragedia nos atañe a todos”. “Ayer, 8 de agosto, a las 11:30 de la mañana –escribe–, propuse en el Ayuntamiento de Pamplona la celebración de un pleno extraordinario para expresar las condolencias por los cuatro muertos de Bilbao y hacer votos para una superación de la violencia. Hace unos días votamos a favor de un pleno por la lamentable muerte de Juan María Jauregi. No hay ninguna justificación, ningún argumento, ninguna razón para este drama”, ni tampoco para el cierre de Egin y el encarcelamiento de la Mesa Nacional de HB. Es preciso, escribe Zabaleta, el “diálogo de todos. Sin distinciones, sin tapias. Por Jauregi y su hermano Joxe Bernardo, por José María Korta y los restos carbonizados de los cuatro gudaris, y de todos los que les han precedido en uno y otro frente”. Patxi Zabaleta hace una afirmación rotunda: “No habrá victoria de ETA, y aunque fuese posible, no sería la solución. Tampoco habrá victoria policial, y aunque fuese posible, tampoco sería la solución”. Escribe Teresa Toda en Gara sobre “Otro verano trágico y de campañas”. Escribe contra Garzón y su ‘todo es ETA’, y se pregunta: “¿también Gara?”. Iñaki Aldekoa recuerda el aniversario de LizarraGarazi y la tregua; clama por un escenario sin violencia política; recuerda que en las guerras también hay límites a respetar: uno de ellos, el no atentar contra civiles desarmados, o no beligerantes, sea cual sea su adscripción ideológica, política o étnica. Lo contrario es un “crimen de guerra” aunque la guerra sea “justa”. Para Aldekoa, Lizarra, es el camino, “ETA tiene que salir de esa trampa, tiene que decretar una tregua auténtica, sin condiciones, sin trampas, definitiva y verificable. Ese es el camino. Este es el momento”. Sobre “El largo viaje”, escribe Josep Ramoneda en El País, sobre Otegi, “un camaleón”. Dice de ETA que no pretende nada y no tiene ideología, y que hay que “atar corto al PNV, interpelarlo directamente”. El asesinato de Blanco fue a su entender una acción

desesperada y de final de trayecto. Ve una novedad importante: “actualmente, casi todo se decide y cocina en el propio País Vasco, y el largo viaje contra ETA nos concierne a todos”. Para Antonio Elorza, esta “cosecha de sangre” son los rescoldos de Lizarra. Trata de racionalizar el diálogo Juan Aranzadi en El País; no es partidario del “Conmigo o contra mí”. Se hace y propone una reflexión de calado, especialmente a las gentes de izquierda: “¿Es inevitable que todo el que rechaza a ETA por sus crímenes desemboque en la defensa de la Constitución y del Estatuto?”. Propone una afirmación inquietante: “Quizá la última de las paradojas que nos reserva el ‘problema vasco’ sea asistir al final de ETA a manos de quienes invocan sus propios fines. No porque rechacen éticamente la muerte, sino porque la muerte se ha vuelto políticamente perjudicial para sus fines”. Se le echan encima desde diferentes frentes; le provoca especial perplejidad lo que ha escrito el catedrático Mariano Fernández Enguita. Jon Aleman reflexiona en Egunkaria cuando este verano trágico agoniza sobre una “usurpación” [Usurpazio bati buruzko gogoeta]. “En Euskal Herria, al contrario que en Chechenia”, escribe, “se ha perdido el concepto de ejército popular, y al terrorismo de Estado se le responde con terrorismo. Lo diré en pocas palabras: todo comenzó a medida en que ETApm se deshacía –en ello se fueron unos cuantos años– e iban desembarcando en ETAm. Junto con la gente, ETAm también fue recogiendo ideas perniciosas. A partir de 1984, los poli-milis se fueron imponiendo, e impusieron una evidente y perjudicial desviación en ETA militar. Ahora mismo, están que rebosan. Por el contrario, las teorías de los milis están bajo suelo [‘lur azpian’]”. Garzón pone en marcha contra Ekin, a la que ha definido como heredera de KAS, la ‘Operación Lobo negro’ el miércoles 13 de septiembre. Se practican registros en sedes de la izquierda abertzale, se detiene a veinte personas en los cuatro territorios de la Euskal Herria peninsular. Al día siguiente, un ‘legal’ de ETA le atraviesa la cara de un tiro, a las puertas de su casa de Donostia, al exconsejero socialista José Ramón Recalde, cuñado del histórico dirigente de la izquierda abertzale Miguel Castells, y salva la vida de casualidad. Tampoco este es un atentado más. Un día después, agentes de la Gendarmería Nacional francesa, en colaboración con la Guardia Civil y los Renseignements Generaux, detienen en una casa de Bidarte al presunto número uno y responsable del aparato militar de ETA Ignacio Gracia Arregui, Iñaki de Rentería; sigue luego a esta captura una amplia redada de presuntos colaboradores suyos. La Ertzaintza descubre, cuarenta minutos antes de que los Reyes lleguen a Hernani para

inaugurar el Museo de Chillida, ocho granadas montadas con temporizador, listas para ser lanzadas, a 600 metros de la finca de Zabalaga. Según el ministro del Interior, tienen un objetivo meramente propagandístico. El juez Baltasar Garzón dice haber dado con pruebas suficientes para confirmar que Ekin dirigía la ‘kale borroka’. Avanza septiembre, la Policía francesa arresta en Baiona a la histórica militante de ETA Rosario Delgado Iriondo y en uno de los registros que siguen a su detención en Las Landas se localizan explosivos y un taller para el montaje de morteros, además de material para falsificar documentos. El 21 de septiembre, ETA mata a un concejal del PP, José Luís Ruiz Casado, esta vez en Catalunya, en Sant Adriá del Besós. Ha escrito Joseba Arregi un ensayo, La nación vasca posible. El nacionalismo democrático de la sociedad vasca; el ‘Babelia’ de El País lo presenta como un desmenuzamiento crítico de la evolución política de los últimos veinte años del PNV; lo promociona como un libro oportuno “para los alarmados por la enloquecida deriva del Pacto de Estella”. J.Pagola y D.Martínez entrevistan a Mayor Oreja en Abc y destacan de sus declaraciones que los etarras son los principales aliados del PNV en la estrategia de desgaste al Gobierno y hablan del fracaso de Arzalluz. Mariano Fernández Enguita no abandona su polémica con Aranzadi; está de acuerdo en que había que amnistiar a ETA en la Transición, pero opina que ha de descartarse de plano algo así actualmente, acabe como acabe ETA. Garzón prosigue su cruzada, desmantela el 5 de octubre al que tiene por aparato de desobediencia civil del MLNV, bajo el cobijo de la Fundación Joxemi Zumalabe, a la que acusa de dirigir el proyecto Piztu para extender la desobediencia civil. Especialistas en explosivos desactivan en diferentes puntos de Andalucía artefactos colocados en vehículos de militares. El 9 de octubre, ETA mata a tiros en el portal de su casa de Granada al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luís Portero García. Detienen en Burdeos, de madrugada, a Ander Geresta y Aritz Aramburu, después de un cruce de disparos con agentes franceses: es la segunda vez que militantes de ETA disparan en Francia para evitar ser detenidos. Después de haber dado muerte en su consulta privada de Sevilla al coronel del Cuerpo Militar de Sanidad Antonio E. Muñoz Cariñanos, una patrulla policial intercepta la huida de Jon Igor Solana y Harriet Iragi, detiene a Solana primero y posteriormente a Iragi, herido; la viuda del militar dirige su ira hacia Arzalluz, dice que es un nazi loco, el Hitler del 2000, que ETA y él son lo mismo. José María Muguruza, decano del Colegio de Abogados de Guipúzcoa, vicepresidente del Banco Guipuzcoano, directivo del Diario Vasco, recibe en su domicilio de Donostia un paquete-bomba que le

resulta sospechoso y lo lleva a la Ertzaintza para su desactivación. El 22 de octubre, ETA da muerte en Gasteiz, mediante una bomba-lapa adosada a su coche, al funcionario de prisiones Máximo Casado, jefe de servicio en la cárcel de Nanclares de la Oca. El presidente de las juventudes de UPN circula durante cuatro días con un artefacto adosado a su vehículo, que finalmente se desprende sin explosionar. El 30 de octubre, un coche-bomba estalla en Madrid al paso de un vehículo oficial y causa la muerte de sus tres ocupantes: José Francisco Querol, general consejero togado del Cuerpo Jurídico Militar en la reserva y magistrado del Tribunal Supremo; Jesús Escudero García, miembro del Cuerpo Nacional de Policía y escolta del magistrado; Armando Medina, conductor del Parque Móvil. La explosión provoca heridas a 66 personas, a diez, graves. Jesús Sánchez Martínez, una de ellas, fallece nueve días más tarde. El atentado provoca además grandes daños en 650 viviendas de las inmediaciones, en 30 coches y en un autobús. ETA intenta matar el 10 de noviembre a los periodistas Aurora Intxausti y Juan Francisco Palomo. Un fallo del mecanismo impide que estalle la bomba conectada a la puerta del domicilio, hace que solo estalle el detonador al abrirla bruscamente, lo que evita la muerte del matrimonio y de un hijo pequeño que les acompaña. El País recuerda que una campaña de señalamiento desde medios ‘abertzales’ ha precedido al ataque contra Aurora Intxausti, recuerda que fue denunciada en un vídeo distribuido por la revista de Pepe Rei Ardi Beltza. El diario parisino Le Monde escribe sobre La génération ‘no future’ de l’ETA, reseña su historia, su deriva. El 13 de noviembre, cientos de periodistas se concentran en el Peine de los Vientos donostiarra, leen un comunicado en el que apelan a las instituciones para que salvaguarden la libertad de expresión y en repulsa por el intento de asesinato de dos compañeros, le dicen a ETA que no van a ceder al chantaje de las pistolas. Gara se hace eco de declaraciones de ETA que afirman que “los funcionarios y políticos profesionales” del PNV no quieren impulsar un proceso soberanista, prefieren un nuevo ciclo autonomista. Asume 17 atentados desde el 31 de julio hasta mediados de noviembre. El País retoma el tema de la violencia y las amenazas que cercan a los periodistas en Euskadi, un clima de acoso que les impide trabajar con libertad. José Luis Barbería explica que en las manifestaciones de HB aparecen espontáneos que fotografían a los periodistas. Explica que existe un doble lenguaje de HB hacia los periodistas, el clásico del grupo mafioso: “es amable, por un lado, y puede ocurrirte lo peor si entras en lo prohibido”. Se trata, asegura, de una estrategia meditada, que se explicó en la ponencia de KAS Txinurriak.

Poco antes de las 9 de la mañana del martes 21 de noviembre, dos granadas son lanzadas contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Irun, sin mayores consecuencias. Sobre las 21:30 de este día, ETA acaba con la vida del exministro y miembro del PSC-PSOE Ernest Lluch; le han esperado en el garaje de su casa de Barcelona a que baje del vehículo para dispararle y matarle. El presidente de los socialistas catalanes Ernest Maragall dice que han matado a un amigo del pueblo vasco; Lluch lleva tiempo alternando su Barcelona con Donostia, alternando amores con su club de siempre, el Barça, y el adoptado, la Real Sociedad; lleva años tratando de dar con una salida para el conflicto vasco, participando y debatiendo en los medios de comunicación. El presidente Pujol destaca su firmeza contra el terrorismo. El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, pide que ETA deje de matar, que se vaya de Catalunya, no interfiera con sus crímenes en la dinámica catalana, que es específicamente pacífica y democrática, y recuerda que Ernest Lluch se había ofrecido para vehicular soluciones de diálogo al conflicto. La indignación y el asombro alcanzan cotas insospechadas; cientos de miles de personas participan dos días más tarde en Barcelona en una gigantesca manifestación de condena. Alberto Surio entrevista a Xavier Rubert de Ventós para el Diario Vasco; se reclama independentista, no étnico, y españolista a la vez; opina que “ETA es el movimiento más antinacionalista, la eterna adolescencia”, y que “no hay derecho que quince niños locos estén destrozando el país, además de dejarme mal a mí”. El Pleno del Congreso del 30 de noviembre aprueba el Proyecto de Ley de Modificación del Código Penal y de la Ley del Menor. El texto contiene también un conjunto de medidas para reforzar la lucha contra ETA. Los secretarios generales del PP y del PSOE, Javier Arenas y José Luis Rodríguez Zapatero, firman el 12 diciembre, en presencia de Aznar, el pacto antiterrorista en defensa de las libertades en el País Vasco, un pacto de Estado para hacer frente a la ofensiva de ETA y diseñar una estrategia común de actuación, con el nombre de ‘Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo’. Invitan a las demás fuerzas políticas a sumarse, pero Izquierda Unida y CiU condicionan su apoyo a la eliminación del preámbulo en el que el PP y el PSOE se comprometen, explícitamente, a no alcanzar acuerdos políticos con el PNV y Eusko Alkartasuna hasta que ambas formaciones rompan formalmente con el Pacto de Lizarra. PP y PSOE se han comprometido a impulsar conjuntamente las libertades y la política contra ETA; se han comprometido al intercambio de información y a la búsqueda de posiciones conjuntas en esta materia, compromiso que va dar lugar posteriormente a la ‘ley de partidos’ con la que se

va a ilegalizar a Batasuna. Dos días después de la firma del pacto, ETA mata al único concejal del PP en Viladecavalls; el 20 de diciembre mata a un policía municipal de Barcelona que sorprende al comando conduciendo un cochebomba preparado para atentar. Poco antes de las vacaciones de Navidad, ETA camufla una bomba con material de oficina y la deja en el ascensor de acceso a los despachos de profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad del País Vasco en Leioa. La profesora Edurne Uriarte asume para sí la advertencia, pero no es la única. Entre el 27 de diciembre y el 30, tienen lugar otros atentados contra empresas e instalaciones oficiales en Donostia. El último día del año, es la propia ETA la que avisa reiteradamente de que hay un coche en una calle de Sevilla, cargado con 160 kilos de explosivos, para que lo retiren, para que lo desactiven. No queda claro si se trata de una trampa, o el temor a que se produzca una masacre.

CAMBIA EL MILENIO, CAMBIA EL MUNDO, ETA SIGUE El 9 de enero de 2001 recién estrenado ETA ha intentado lo que se podía haber convertido en una matanza en el cementerio de Zarautz contra dirigentes y militantes del PP, que fallos técnicos han evitado. Unos días más tarde estallan bombas en Girona, a las que siguen importantes detenciones en Barcelona de los liberados de ETA a los que se responsabiliza de los últimos atentados, entre ellos, el de Ernest Lluch. Fallan los circuitos eléctricos de otro coche-bomba en Neguri-Getxo, con los mismos objetivos del mundo financiero y oligarquía de anteriores atentados. Ramón Díaz, un cocinero de 51 años, empleado en la Comandancia de Marina de San Sebastián, es la primera víctima mortal de ETA del siglo XXI; le mata mediante una bomba instalada en los bajos de su coche, estacionado junto a su domicilio del barrio donostiarra de Loiola; una primera reivindicación la explica en que colabora con las fuerza extranjeras; posteriormente, el 30 de marzo, ETA expresará su pesar por este “error irreparable” e invitará a no trabajar para las fuerzas de ocupación. El 20 de febrero, el lehendakari Ibarretxe anuncia elecciones autonómicas para el 13 de mayo. El 22, ETA intenta matar mediante un coche-bomba a un concejal del PSE-PSOE de Ordizia y da muerte a dos trabajadores de la empresa Elektra S.A., del barrio de Martutene de Donostia. Ha aumentado el grado de indiscriminación, ha aumentado el alto riesgo con el que ETA actúa. Este mismo día, es detenido en Angelu García Gaztelu, Txapote, presentado por la Policía como el máximo responsable del aparato militar de ETA. Al día siguiente detienen en Ordizia al liberado de ETA Iñigo Guridi, y en los días siguientes a varios presuntos colaboradores del comando Donosti. Tiene lugar el 24 de febrero la II Asamblea de una Udalbiltza debilitada, en la que solo está interesada ya la izquierda abertzale. El 25 de febrero, Carmen Gurruchaga escribe en El Mundo con el título de “El sacrificio Mayor” acerca del ministro Jaime Mayor Oreja, “el ministro mejor valorado y más apreciado por los españoles, cristiano, sobre todo”, al que la muerte de Goyo [Gregorio Ordóñez] ha hecho sentir la obligación de presentarse como candidato a lehendakari. El presidente Aznar nombra ministro de Interior en su lugar al hasta entonces ministro de la Presidencia, Mariano Rajoy, y a Juan José Lucas, hasta ese momento presidente de la Junta de Castilla y León, ministro de la Presidencia.

El juez Garzón ya pone nombres en euskara a sus operaciones contra el MLNV. La que denomina ‘Sugekumea’ provoca la detención de quince miembros de Haika el 6 de marzo. Al día siguiente, ETA se hace en las afueras de Grenoble, en la empresa Titanite, con tonelada y media de material explosivo. Unas horas más tarde, la Policía francesa detiene a Gregorio Vicario Setien, uno de los participantes en el robo, cuando trata de eludir un control policial. El 9 de marzo, una bomba trampa colocada en el corazón de Hernani, en Zinko Enea, da muerte al ertzaina Iñaki Totorika y hiere a un compañero, cuando se disponen de madrugada a inspeccionar un coche sospechoso en una noche de disturbios. Sigue a este atentado una amplia operación de la Ertzaintza en Gipuzkoa. El 13 de marzo, Garzón ilegaliza Xaki. Cuatro días más tarde, un coche-bomba cuya explosión ha sido anunciada para más tarde, da muerte en Rosas (Girona) a un ‘mosso’ catalán. Otro coche-bomba explosiona en Gandía a la hora en que un comunicante de ETA ha anunciado. El 20 de marzo, ETA mata al concejal socialista de Lasarte Froilán Elespe. En los días siguientes se producen detenciones en Francia, en Iparralde y Hegoalde, en Galiza, donde un comando de ‘liberados’ preparaba un atentado contra el presidente de la Xunta Manuel Fraga Iribarne. Marzo termina con explosiones de bombas en los juzgados de Azpeitia y Tolosa, y abril arranca con una nueva ilegalización del juez Garzón, esta vez de Ekin, pronto, de Haika, y luego, de otras organizaciones del MLNV. Ha salido de la cárcel con asignación de residencia fuera de Euskal Herria el dirigente más importante de IK, Filipe Bidart. Entrevistado por Egunkaria, ha propuesto para la izquierda abertzale una estructura confederal. Ante la extensión y la proximidad compartida de la amenaza terrorista, los socialistas vascos, que antes propugnaban el entendimiento con el PNV, defienden gobernar con el PP como única opción tras las elecciones del 13 de mayo. ETA ha enviado un comunicado a Egunkaria con ocasión del Aberri Eguna en el que afirma que hay muchos motivos para sentirse optimistas; a su entender, es la izquierda abertzale la que tiene en su mano la llave de Euskal Herria. Mario Onaindia, presidente del PSE-PSOE, entrevistado a propósito de su libro El Precio de la libertad, sostiene que “si ETA no hubiera surgido en el franquismo, lo haría ahora, porque el discurso nacionalista lo alimenta”. Hablan los medios de comunicación de un atentado fallido contra el presidente Aznar, de visita por la campaña electoral en Euskadi; no acaban de precisar en qué aeropuerto debía haberse consumado el disparo de un misil contra su avión. Manuel Revuelta analiza para Le Monde Diplomatique las elecciones vascas del 13 de mayo y constata en España una derechización imparable. El 6 de mayo, ETA mata a tiros

en Zaragoza, cuando camina hacia el campo de fútbol, al senador del PP Manuel Jiménez Abad. Mario Onaindia afirma que los terroristas tienen una lógica implacable, que funciona con entera frialdad al margen de coyunturas electorales o no: “buscan el exterminio de quienes defienden el Estatuto y la Constitución para poder construir una Euskal Herria basada en el ‘apartheid’ de los no nacionalistas, a los que trata de privar de los derechos políticos”. En la víspera de la jornada electoral, ETA explosiona un coche-bomba en pleno centro de Madrid, con un objetivo impreciso, que provoca un herido grave y trece leves. Tienen lugar las elecciones autonómicas vascas el 13 de mayo, la coalición PNVEA consigue 32 escaños, el PP 19, el PSE-PSOE 14, Euskal Herritarrok siete, IU-EB tres. La participación, de casi un 80 por ciento, es la más alta hasta la fecha en unos comicios autonómicos. Las urnas han castigado a la izquierda abertzale por la vuelta a las armas de ETA. El de 15 mayo, ETA mutila en su domicilio de Zarautz al periodista Gorka Landaburu mediante un paquete-bomba con apariencia de libro. Nueve días más tarde, un coche-bomba mata al director administrativo del Diario Vasco Santiago Oleaga. Se sorprende la prensa de Madrid de que la CNN siga sin llamar terrorista o banda armada a ETA. Escribe Joaquín Roy para Diario 16 que la percepción norteamericana del conflicto vasco es radicalmente diferente a la española. A comienzos de junio, Mertxe Aizpurua y Martxelo Otamendi entrevistan a ETA para los diarios Gara y Egunkaria; dice el portavoz de la organización que habrá que ver si el PNV convierte la generosidad del voto abertzale en mezquindad a la hora de construir Euskal Herria; la alianza del PNV y EA ha contado con votos provenientes de la izquierda abertzale, que ETA atribuye al miedo; hay críticas en la entrevista para la actitud de ELA, hay defensa de su estrategia armada, que a su entender no es indiscriminada, que evita objetivos civiles. Afirma el representante de la organización, Mikel Antza con toda probabilidad, que si ETA atentó contra José María Korta fue por su responsabilidad en Adegi y Confebask; que si los concejales socialistas son objetivos, lo son por el pacto PP-PSOE; y Santiago Oleaga, porque era miembro de la estructura que establece la línea editorial del Diario Vasco. El acuerdo de Lizarra-Garazi hubiera podido ser en su interpretación el instrumento que acabara con la resistencia armada, “pero no hubo capacidad”. El 11 de junio se conoce que la Fiscalía se ha querellado contra el director de Egunkaria y el 13 de julio, que Garzón ha admitido a trámite otra contra Gara, pero no contra la periodista firmante de la entrevista. Nace Segi como sucesora de Haika. Garzón procesa al Consejo de Administración de Orain y a la dirección de Egin. Se

presenta Batasuna en Iruñea el 23 de junio, con caras nuevas y jóvenes. Un coche-bomba explosiona en Logroño y provoca estragos. Una bicicleta-bomba hiere de gravedad en Madrid a un general, que fallece un mes después. En este junio se advierte ya que la tecnología de EE.UU sería muy útil contra ETA: los satélites espía podrían localizar infraestructuras y comunicaciones. Juan José Ibarretxe es reelegido lehendakari el 12 de julio, en segunda votación, por mayoría simple de 35 votos. Ha contado con el apoyo del PNV, EA e IU-EB. Un policía muere en Madrid dos días más tarde al hacer explosión un coche-bomba mientras procedía a desalojar a los vecinos de las casas próximas. El 14 de julio, día de la toma de posesión de Ibarretxe, ETA mata mediante una bomba colocada en su coche al concejal de UPN José Javier Mugika, persona muy conocida de Leitza, taxista y fotógrafo local; Patxi Zabaleta, natural de Leitza, no oculta su rechazo. No ha anochecido todavía, cuando mata a tiros a Mikel Uribe, jefe de la Unidad de Inspección de la Ertzaintza en Gipuzkoa. Muere el 19 de julio de una dolencia cardiaca en un hospital de Toulouse el histórico dirigente de ETA José Luis Arrieta, Azkoiti. Muere en Torrevieja el 24 de julio, mientras manipula un artefacto, Olaia Kastresana. ETA prepara la campaña de verano contra el turismo en el Mediterráneo y la prolonga a vías férreas de Albacete y Ciudad Real. El 22 de agosto, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, comunica en rueda de prensa que la Ertzaintza ha desarticulado el comando Buruntza, que se trata de la operación más importante de las realizadas contra la infraestructura de ETA en Gipuzkoa desde los años 80: se ha detenido a ocho personas entre miembros liberados y legales. Se les acusa de todos los atentados mortales que han tenido lugar en los dos últimos años en este territorio. Siguen los coches-bomba en Madrid, siguen las bombas contra instalaciones oficiales, siguen las operaciones policiales contra ETA, que el 23 de septiembre sufre la detención en Burdeos del que se tiene por responsable del aparato logístico Asier Oiartzabal, Beltza, y las de Alberto María Ilundain, Didier Aguerre, Oihane Errazkin y Dolores López. El 11 de septiembre han tenido lugar los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, en Washington. En adelante, las organizaciones clandestinas van a tener más dificultades para operar y ETA no va a ser ajena a sus consecuencias. El IRA se da por enterado, y acelera su desmantelamiento armado. ETA va a necesitar más tiempo, más atentados propios y ajenos, un 11M en Madrid. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, suspende su viaje a los países bálticos y regresa a Madrid para constituir un gabinete de crisis. El Congreso y el Senado suspenden sus sesiones. Ambas Cámaras

aprueban sendas declaraciones institucionales de condena y de solidaridad con las familias de las víctimas. Occidente tiene miedo, ha entendido que lo de Nueva York y Washington atañe a todos. Mario Onaindia presenta en la Asociación de la Prensa de Madrid el libro de Carmen Gurruchaga Los Jefes de ETA el 24 de septiembre y no duda en asegurar que, por su evolución ideológica, “la actual ETA se parece más a un grupo terrorista islámico que a lo que era la propia banda armada hace diez años, mucho más cercana al IRA”. En opinión de Onaindia, ETA se encuentra en una situación muy mala tras lo ocurrido en Estados Unidos, pero no confía en que decida parar su actividad terrorista, porque “es una organización endogámica, que no vive de la influencia de los cambios políticos”. Es ahora el abogado Pedro Claros Alegría el que se queja de que en EEUU sigan teniendo una idea romántica de la lucha del “movimiento separatista vasco”, frente a la “dudosa democracia” española. Hasta 1997, escribe en El Correo, ETA no ha estado incluida en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) que anualmente publica el Departamento de Estado. Aprovechando lo de las Torres Gemelas, anima a explicar que el de ETA es ese mismo terrorismo. Siguen las reflexiones de Mario Onaindia, sostiene que a la gente le puede parecer igual, desde el punto de vista ético, que maten guardias civiles que concejales, pero desde el punto de vista político hay un salto enorme. Le Monde escribe del Terrorisme basque, afirma que la Policía francesa está preocupada por los actos repetidos de violencia en su suelo, opina que los “jóvenes no tienen la formación ideológica de sus mayores, ni su paciencia”. Detienen a primeros de octubre, cerca de Tarbes, a Bixen Goikoetxea, Willy, uno de los interlocutores de la reunión de Zúrich. Al no superar las consecuencias de un accidente automovilístico, muere el 8 de octubre el histórico militante de ETA Francisco Javier Aia Zulaika, Trepa; se celebra su funeral en la iglesia de la Residencia de los jesuitas de Bilbo, totalmente abarrotada. Explosiona un coche-bomba en Madrid el 12 de octubre, fiesta nacional española y de la Guardia Civil, que provoca importantes destrozos. El 31 de octubre, Garzón da una vuelta de rosca más contra el “entramado ETAKAS-EKIN” y detiene a doce dirigentes de las Gestoras pro-amnistía: Askatasuna toma casi inmediatamente el relevo. Tras provocar el 6 de noviembre la explosión de un coche-bomba en Madrid, que hiere a casi un centenar de personas, un testigo sigue a los autores, avisa a la Policía, detienen a dos liberados de ETA: es la segunda vez que sucede algo así en poco tiempo, también la detención de los autores de la muerte del médico militar en Sevilla ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana. Al día siguiente, ETA mata en

Algorta, cuando sale del garaje, a José María Lidón, uno de los jueces más respetados de Bizkaia. ETA ya no se deja detener sin oponer resistencia por la Policía francesa: el 17 de octubre, un gendarme resulta herido cerca de Pau; un mes más tarde, cuando le piden identificarse, un presunto militante de ETA se da a la fuga en los alrededores del aeropuerto de Pau tras efectuar varios disparos; el 5 de diciembre, la Policía francesa detiene cerca de Auch, nuevamente tras intercambiar disparos, a dos miembros de ETA muy buscados, Juan Ramón Karasatorre y José Ramón Lete. El 23 de noviembre, ETA traspasa otra frontera cuando mata a tiros a dos ertzainas, Ana Isabel Arostegi y Javier Mijangos, mientras regulan el tráfico en una encrucijada de Beasain. Coincidiendo con la presentación del número 2 de la revista Papeles de Ermua, Garzón asegura que “no existe entorno de ETA, sino que todo es ETA”, opinión compartida por el ministro de Justicia Angel Acebes, presente en el acto celebrado en el Club Siglo XXI. Sostiene el juez que ETA, además de las armas, ha sabido utilizar la palabra para hacer creer la mentira de que su complejo político y social no es terrorismo, cuando todo es ETA en realidad. Vidal de Nicolás, presidente del Foro de Ermua, destaca la pesadilla que sufren en Euskadi los que no comparten el imaginario nacionalista, el control que padecen del Gobierno “excluyente” de Juan José Ibarretxe. “ETA tan solo ha preservado a dos estamentos”, afirma, “al nacionalismo llamado democrático y a la Iglesia”. Antes de fin de mes y del año 2001, la Unión Europea comienza a incluir en la lista de personas y grupos vinculados al terrorismo a KAS, a Ekin, a Gestoras pro Amnistía, Xaki, Jarrai-Haika-Segi y a 21 personas vinculadas a ETA o al MLNV, entre ellas, Angel Alcalde, Kemen Uranga, Cristina Goirizelaia, Mikel Albizu, Javier Abaunza, Paulo Elkoro, Eneko Gogeaskoetxea, Juan Antonio Olarra, Ainhoa Mugika, María Soledad Iparragirre y Agustín Figal. El año 2001 ha terminado con un gesto de Batasuna que le ha permitido al Gobierno vasco desbloquear el plante que la oposición popular-socialista mantenía y pasar el primer trámite para la aprobación de los presupuestos vascos. Algo se mueve en la formación independentista y el 26 de enero del año 2002 se concreta en una propuesta de paz para una solución democrática en Euskal Herria, que “debe entenderse como una aportación a la dinámica que busca la paz para nuestro pueblo”. “En ese sentido”, dice el escrito, “queremos mantener una postura abierta de cara a todas las reflexiones, propuestas y aportaciones que se den para el proceso de paz”. El texto consta de seis puntos y una consideración, y sostiene entre otros extremos que su principal objetivo es conseguir todos los derechos para todas y todos los ciudadanos vascos en el conjunto de Euskal Herria.

Críticos como José Luis Zubizarreta, exasesor de Ardanza y columnista de El Correo, dicen que “la montaña parió un ratón” y se muestran sorprendidos por las expectativas que ha creado en determinados líderes y medios políticos, que se han precipitado a reconocer avances o progresos en la propuesta. Abc, por ejemplo, dice que Batasuna ha presentado un nuevo documento, tildado de propuesta de paz, en el que asegura renunciar a imponer su proyecto político independentista, pero a cambio exige la autodeterminación del País Vasco como única vía para alcanzar la paz y la progresiva desmilitarización del conflicto. Los analistas más fríos observan por primera vez conceptos como el de apoyarse en el conjunto de la ciudadanía, invitaciones a que todos renuncien a cualquier proyecto propio, reconocimiento de que existen diferentes sentimientos de pertenencia nacional. No se hace esperar el primer atentado con coche-bomba del año 2002. El 13 de enero, una llamada en nombre de ETA avisa a Gara y a SOS Deiak de que un vehículo estacionado en la Gran Vía de Bilbo estallará en 15 minutos. La Ertzaintza desaloja El Corte Inglés, bancos y tiendas, y poco antes de las dos de la tarde se produce la explosión, que provoca cuantiosos daños materiales. Dos días más tarde, el vicepresidente del Grupo Correo Enrique Ybarra, el director de Radio Nacional de España en Euskadi Santiago Silván y la periodista de Antena3 Marisa Guerrero reciben paquetes-bomba en sus domicilios de Getxo y Leioa, que levantan sospechas y se desactivan a tiempo. En la segunda quincena de enero, ETA sufre hasta cuatro sucesivas redadas y detenciones entre Las Landas, los Altos Pirineos y Burdeos. El 14 de febrero amputa parte de una pierna y causa otras heridas en su cuerpo a un importante dirigente de las Juventudes Socialistas, Eduardo Madina, mediante una bomba-lapa adosada a su coche. El 21 de este mes, cae el comando Ekaitza en Iruñea, le responsabilizan de los últimos atentados mortales en este territorio; cae también el comando Urbasa, el mismo día en el que otro comando trata de acabar con la vida de la concejal socialista Esther Cabezudo y su escolta en Portugalete. El 8 de marzo, Garzón manda detener a doce dirigentes de Segi. El 21 de marzo, ETA mata en Orio al concejal socialista Juan Priede. El 25 tiene lugar una importante operación de la Guardia Civil en diferentes puntos de Gipuzkoa. Siguen en abril las detenciones en Iparralde, siguen los coches-bomba en Las Arenas-Getxo y Madrid, el 29 de abril Garzón embarga las Herriko Tabernas y detiene a media docena de sus responsables. El 2 de mayo, la Policía francesa da con militantes de ETA muy buscados al detener a Javier Abaunza, Lexuri Gallastegi, Manex Zubiaga, Anart Oiarzabal y Angel María López. Le siguen más detenciones en Madrid,

Valencia, Francia. Caen viviendas, explosivos, vehículos, a un ritmo acelerado. El 21 y 22 de junio estallan bombas en Zaragoza, Marbella, Fuengirola, Santander y Mijas, provocan destrozos, pero no muertes. El 4 de junio ha publicado el Boletín Oficial de las Cortes Generales la Ley Orgánica 6/2002 de Partidos Políticos, aprobada con un 95% de los votos a favor, el 27 de junio entra en vigor. El 4 de agosto ETA mata a la hija de un guardia civil y a un transeúnte en Santa Pola con un coche-bomba: se trata del primer atentado mortal tras la promulgación de la nueva ley. El 6 de agosto, el Gobierno remite a la Fiscalía General siete motivos que a su juicio demuestran que se cumplen los requisitos para ilegalizar Batasuna, y Jesús Cardenal, fiscal general del Estado, inicia los trámites para presentar una denuncia. PP y el PSOE acuerdan que el 26 de agosto el Congreso inste al Gobierno la ilegalización. La Fiscalía General y Baltasar Garzón inician los trámites para suspender las actividades de Batasuna, ordena este que las cantidades que el Estado adeuda a Batasuna en concepto de subvenciones electorales le sean retenidas para cubrir los daños ocasionados por la violencia callejera. El 26 emite un auto en el que decreta la suspensión de todas las actividades de la formación abertzale. El Congreso de los Diputados acuerda de inmediato instar al Gobierno a que solicite al Tribunal Supremo la ilegalización de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna. La Audiencia Nacional anuncia que instará también el cierre de las sedes de Batasuna en el extranjero. El 30 de agosto, el Consejo de Ministros aprueba la presentación ante el Tribunal Supremo de la demanda para la ilegalización de Batasuna. Garzón ordena al Gobierno vasco y a la Ertzaintza adoptar las medidas necesarias para impedir la celebración de cualquier manifestación en relación con HB-EHBatasuna, y la Consejería de Interior del Gobierno vasco desautoriza las programadas para los días 7 y 8 de septiembre en Bilbo y Donostia. El Parlamento vasco decide no suspender como grupo a Batasuna. Garzón se da en octubre a “probar la limpieza étnica” llevada a cabo por ETA en Euskadi con pintorescos argumentos. El CIS certifica que el 65,4% de los españoles apoya esta ilegalización. El 21 de noviembre, Baltasar Garzón imputa a la cúpula directiva de Batasuna “por pertenencia a ETA”. Mario Onaindia propone en El Mundo “Un diagnóstico común para acabar con ETA”. Más que un partido que coincide con ETA en los objetivos políticos, le parece Batasuna un brazo político de ETA. ETA es, a su juicio, la vanguardia armada, y Batasuna, junto con otras organizaciones sociales y políticas, “la retaguardia civil, la trama civil que sirve de cobijo a los terroristas y que lleva a

cabo actividades imprescindibles para que siga existiendo ETA: cobro del impuesto revolucionario, información sobre las víctimas, etcétera”. Apoyándose en un libro escrito por Ortzi, Onaindia defiende que ETA militar ha ido apoderándose de la “sociedad anti-represiva”, primero mediante la marginación de los partidos de la Mesa de Alsasua, gracias al control de HASI, y luego “con la tapadera de KAS”. Para acabar con el terrorismo en Euskadi existen dos estrategias, a partir de valoraciones diferentes de HB: “dos percepciones del fenómeno que responden a dos maneras de vivir una realidad: bien como amenazados, bien como molestos porque esas amenazas dan armas al enemigo (a la democracia española) y manchan el buen nombre de Euskadi y de la causa nacionalista”. Pero, a su juicio, solo es aceptable la estrategia unitaria de los demócratas basada en un diagnóstico común sobre la naturaleza de ETA, y solo la Ley de Partidos garantiza que no vuelvan a surgir “los mismos perros con distintos collares”. Mario Onaindia reclama, eso sí, que se haga con todas las garantías democráticas de los implicados. El presidente del PSE-EE de Alava acaba de publicar un nuevo libro, La construcción de la nación española, acaba de superar una grave enfermedad. Alberto Surio le entrevista para El Diario Vasco. El titular de apertura dice: “A los no nacionalistas se nos niega el derecho a un diálogo en libertad”. La propuesta de ‘libre asociación’ que acaba de realizar el lehendakari Ibarretxe le parece “una barbaridad que conduce al ‘apartheid’ ideológico de la mitad de ciudadanía vasca”. Dice no saber cómo obligar al PNV a defender el sistema democrático, “pero Garzón sí”. Ha habido antes fugas de las cárceles de presos de ETA, pero ninguna tan ingeniosa como la que libera a Ismael Berasategi de la cárcel La Santé de París el 17 de agosto, cuando su hermano José Antonio pega el cambiazo y queda preso en su lugar. No se percatan de ello hasta que él mismo lo comunica cinco días más tarde. Detienen en Talence (Burdeos), a mediados de septiembre, a los tenidos por jefes militares de los comandos, Ainhoa Mujika y José Antonio Olarra Guridi. Los militantes de ETA Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga mueren el 23 de septiembre en el barrio bilbaino de Basurto al estallar el explosivo que llevan en su coche. Al día siguiente, el que muere es un guardia civil cuando trata de quitar en la afueras de Leitza una pancarta de homenaje a los muertos de Bilbo. Detienen en Berango a Orkatz Gallastegi, joven de 19 años, hermano de las presas Irantzu y Lexuri, nietos los tres del fundador del Jagi-Jagi Eli Gallastegi. Siguen las detenciones de militantes y exmilitantes en tierras francesas, en México, en Argentina. Se celebra en Tolosa la IV Asamblea General de Udalbiltza donde se presenta la Carta de Derechos de Euskal Herria.

El 27 de noviembre, tras varias reuniones previas en el caserío Txillarre de Elgoibar, firman el “Prolegómeno para un diálogo político”, los socialistas Jesús Eguiguren y Paco Egea, los dirigentes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi y Pernando Barrena. Un coche-bomba explosiona en Santander en un aparcamiento subterráneo y provoca importantes destrozos. Muere en Cabo Verde el deportado Angel María Lete Etxaniz; no es el primero, no será el último que muera en la deportación. El 17 de diciembre dos presuntos miembros de ETA disparan contra los guardias civiles que les ha pedido la documentación en Villalba-Madrid, matan a uno, hieren de gravedad al otro. El 19 de diciembre, la Policía francesa detiene en Saint Martin de Seignanx a Ibon Fernández Iradi, Susper, a quien se tiene por el jefe militar del momento, de quien dicen habérsele incautado una libreta con abundante información. Dos días más tarde, Susper se fuga de la comisaría de Baiona, que se explica como una grave negligencia en la custodia. A lo largo de este mes de diciembre del 2002 se ha producido un revelador cruce de cartas entre el subcomandante de Chiapas, Marcos, y el juez Baltasar Garzón. Marcos le ha propuesto un encuentro de ambos en Lanzarote en abril del 2003 con representantes de ETA, a la que también se ha dirigido para pedirle que conceda una tregua unilateral de 177 días a partir del 24 de diciembre y le ha recordado de paso que, si bien considera justa la causa del pueblo vasco, ninguna causa justifica el sacrificio de civiles. Ni a ETA ni a Garzón les satisface la ‘intromisión’ del subcomandante insurgente. En el primer día hábil del año 2003, la Audiencia Nacional ratifica la resolución judicial de embargo de bienes a Batasuna; una semana más tarde comienza en el Supremo el proceso en su contra con la declaración de catorce ertzainas; un informe elaborado por la Guardia Civil sostiene luego que su creación contó con el visto bueno de ETA, lo que los testigos de la defensa niegan vehementemente. Un mes más tarde, la Abogacía General del Estado presenta ante el Tribunal Supremo sus conclusiones y este da un plazo de veinte días a Batasuna para que presente sus alegaciones. Alega esta que no condenar los atentados de ETA no es motivo para ilegalizarla. El 12 de marzo se conoce que el Tribunal Constitucional respalda la Ley de Partidos que hará posible la ilegalización; el 17 el Supremo acuerda por unanimidad ilegalizarla; el 28 notifica la sentencia. Enero y febrero están siendo meses de frecuentes detenciones de militantes de ETA, en Francia y en Euskal Herria, catorce de ellas relacionándolas con los papeles incautados a Susper. El 8 de febrero, ETA ha dado muerte al sargento-jefe de la Policía Municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua, exertzaina, exjefe de seguridad de Euskadiko Ezkerra,

exmilitante de ETApm. El 20 de febrero, el juez Del Olmo clausura Egunkaria y detiene a toda sus dirección periodística y administrativa. Sufren y denuncian malos tratos y torturas a manos de la Guardia Civil. Utiliza el juez papeles incautados a ETA para establecer una presunta vinculación, ubica al diario dentro del que llama “frente cultural y mediático”. La conmoción, por el medio agredido –único diario en euskera–, por la personalidad de los detenidos, por los modos y el maltrato, es general, como lo pone en evidencia una manifestación gigantesca que tiene lugar de inmediato, como lo prueban los testimonios particulares e institucionales que, como nunca antes, se hacen públicos. Jaime Mayor Oreja, que lleva un tiempo callado, trabajando su candidatura a la sucesión presidencial, dice que si ha habido torturas, lo que deben hacer es presentar la denuncia ante el juez; dice que en los cinco años en que ha sido ministro del Interior, jamás se ha torturado a nadie; dice que dentro del grupo Egunkaria hay personas que, sin ninguna duda, han tenido una trayectoria personal vinculada a ETA. Rafael Larreina, portavoz de EA, invita a Arnaldo Otegi a compartir lista electoral para garantizar su representación política en las próximas elecciones, pero el PNV no está de acuerdo. Otegi afirma, rememorando los tiempos de Lizarra-Garazi, que ETA respondería con una tregua a un plante de Batasuna y PNV al Estado. AuB –Autodeterminaziorako Bilgunea– asegura que ya ha logrado reunir las 50.000 firmas necesarias para acudir a los comicios en la Euskal Herria sur como plataforma electoral. El 25 de abril, el Supremo notifica el auto en el que se acuerda la disolución de todos los grupos de Batasuna y, cuatro días más tarde, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detienen en diversos puntos de Euskadi a ocho personas, seis de ellas concejales de la ya ilegalizada formación, por su presunta implicación en el entramado terrorista. Las Juntas Electorales de Zona del País Vasco dan el visto bueno a todas las plataformas electorales que se han presentado, y el Gobierno central anuncia que las impugnará. El Tribunal Supremo las anula todas, las 241 candidaturas impugnadas por su presunta conexión con la ilegalizada. La plataforma AuB recurre la impugnación ante la Sala especial del Tribunal Supremo, presenta 234 recursos de amparo ante el Constitucional, que ratifica la anulación el 8 de mayo. Arranca la campaña electoral en este escenario. El Tribunal Supremo ordena al Parlamento vasco la disolución del grupo Sozialista Abertzaleak, integrado por los siete diputados autonómicos de la ilegalizada plataforma. Se constituyen el 12 de junio las primeras juntas generales sin izquierda abertzale. El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso de amparo de Batasuna

contra su ilegalización, pero rechaza suspenderla mientras resuelve su recurso de amparo. El 30 de mayo, una bomba colocada en su vehículo mata a dos policías en Zangotza y se desmiente así la teoría de que ETA estaba procurando evitar víctimas mortales. Hay bombas en los meses siguientes contra la Feria de Muestras de Bilbo, contra la cafetería del Hotel Tamarises de Algorta, contra la empresa Azkar de Bedia, contra instalaciones de Iberdrola en Rekalde-Bilbo, contra los juzgados de Estella, contra el Hotel Maisonnave en una Iruñea en fiestas, contra el turismo en el Mediterráneo, contra vehículos del aparcamiento en el aeropuerto de Santander, sin víctimas pero con destrozos importantes. No hay quincena sin detenciones de militantes y presuntos colaboradores de ETA; hay redadas masivas a ambos lados de la frontera, que se siguen atribuyendo a los papeles de un Susper que va a ser nuevamente detenido antes de final de año. El 14 de septiembre, en un confuso enfrentamiento en el alto de Herrera entre un comando y una patrulla de la Ertzaintza, muere el militante de ETA Arkaitz Otazua. La versión policial dice haber hallado su cadáver, desangrado, con un tiro en la ingle, y que se trata de uno de los dos etarras que la víspera ha tendido una emboscada a dos agentes de la Ertzaintza, tras simular un accidente de coche. Esta versión atribuye a su impericia y a los chalecos antibalas el que los ertzainas hayan sobrevivido, aunque heridos, a los disparos de posta de escopeta con que los recibieron. A punto de terminar el año 2003, el juez Guillermo Ruiz Polanco decreta la prisión incondicional de Gorka Loran y Garikoitz Arruarte, por delitos de pertenencia a banda armada, terrorismo, depósito de explosivos, tenencia ilícita de armas y por 180 delitos de tentativa de asesinato, uno por cada pasajero del tren Intercity San Sebastián-Madrid en el que viajó la maleta con 25 kilos colocada por Loran. Este intento de atentado va a ser muy recordado el 11 de marzo, cuando se produzca la masacre en los cuatro trenes de cercanías de Madrid. Según fuentes de la investigación, Loran accedió al Intercity San Sebastián-Madrid en la mañana del día 24, y colocó la maleta con 25 kilos de explosivos entre dos asientos, aunque posteriormente la subió al maletero. Al lado dejó una mochila con un walkman conectado a unos altavoces. El propósito era que dos minutos antes de la llegada del tren a Madrid, prevista para las 15.12 horas, se activase una grabación con el siguiente mensaje: “Atención. Les hablo en nombre de ETA. Dos bombas harán explosión en este tren dentro de 45 minutos. Salgan inmediatamente”. El mensaje debería repetirse varias veces. Según los datos conocidos, la maleta con explosivos fue interceptada en Burgos

y el pasaje abandonó el tren en esa localidad. Dice la Policía haber comprobado que el aviso no habría podido llegar a escucharse, ya que las baterías del walkman estaban descargadas. Mientras Loran dejaba la maleta en el Intercity, su compañero era detenido en la estación con otra maleta con 28 kilos de explosivos. Loran accedió al tren, colocó la maleta, abandonó el vagón, llamó a su compañero por un teléfono móvil. Pero para entonces Arruarte había sido detenido, según la Policía, porque levantó sospechas su visible nerviosismo durante la compra de los billetes. Arruarte no contestó, por lo que Loran se dirigió a su domicilio de Hernani, donde fue detenido poco después. A los dos se les imputa también la colocación del artefacto enterrado en la vía cerca de Samper de Calanda (Teruel), que debía estallar el próximo día 31 a las 18 horas. La bomba fue localizada con ayuda de Arruarte, que dibujó un croquis del lugar, al que después fue llevado por las fuerzas de seguridad.

NADA ES IGUAL DESPUÉS DEL 11-M DE MADRID En una fecha no confirmada de comienzo de este año de 2004, se reúnen en Perpynà, Catalunya Norte, el conseller en cap de la Generalitat, Josep Lluis Carod-Rovira, y un hombre de su confianza con el dirigente de ETA Mikel Albizu y José Antonio Urrutikoetxea, en clandestinidad desde noviembre de 2002. ETA acepta la exigencia de que Catalunya no es teatro de guerra. Trasciende el acuerdo, se provoca el escándalo, Carod dimite el 27 de enero, y el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, anuncia la apertura de diligencias para determinar si hay delito. Rodríguez Zapatero exige al Gobierno que aclare si conocía la reunión, la Asociación de Víctimas del Terrorismo se querella contra el líder de ERC por presunta colaboración con banda armada. La AVT muestra su rechazo a la selección del documental La Pelota Vasca de Julio Medem como candidata a los premios Goya porque “da propaganda al Plan Ibarretxe” y convoca a una manifestación frente al Palacio de Congresos Municipal de Madrid, donde se celebrará la entrega de los premios. En este final de enero es puesto en libertad, tras seis años y medio en prisión, el exdirigente de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon. El 18 de febrero ETA anuncia la suspensión de todas sus acciones armadas en Catalunya desde el 1 de enero último y la fundamenta en el empuje de las fuerzas independentistas y la concienciación sobre el derecho a la autodeterminación de los últimos años en ese país. En enero, febrero y marzo tienen lugar ininterrumpidas detenciones de presuntos militantes y colaboradores de segundo nivel, en Euskal Herria, en España y en Francia, en Oriolles, Limoges, Tarbes, Biarritz, Cuenca, Laudio. El 11 de marzo del 2004, poco después de las siete y media de la mañana, comienza en tres estaciones de trenes de cercanías de Madrid la mayor matanza terrorista jamás conocida en Europa: mueren cerca de doscientas personas, 1.400 sufren heridas graves. Han hecho explosión bombas instaladas en vagones llenos de trabajadores y estudiantes, en Atocha, en El Pozo del tío Raimundo, en Santa Eugenia, y el primer recuerdo de todos es para maldecir a ETA, que en diciembre pasado había planeado atentar contra un tren mediante explosivos trasladados en mochilas. Antes de conocerse la magnitud de la masacre, el ‘modus operandi’ y su indiscriminación absoluta, también el lehendakari Ibarretxe cae en la tentación de atribuirlo a ETA, sin que la temprana intervención de Arnaldo Otegi para negar esa autoría y dirigirla hacia la “resistencia árabe” baste para modificar el discurso oficial del Gobierno Aznar a

lo largo del día. En su segunda comparecencia de las 17:41 horas, el ministro del Interior Angel Acebes dice ya no descartar la pista islamista, pero Aznar, Zaplana y otros representantes del PP y del Gobierno, en España, en el mundo, y en las Naciones Unidas, siguen insistiendo en que tiene prioridad la pista etarra. La jornada electoral está a las puertas, es más favorable para sus intereses que el pueblo apunte hacia el terrorismo vasco, y no a una operación de castigo a España por su participación en la guerra de Irak. Se celebran las elecciones generales y, contra todo pronóstico, el candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, va a contar con una mayoría holgada. El pueblo no se ha creído las mentiras de Aznar, ha votado útil, ha premiado también en Catalunya al partido que dirigía hasta dos meses antes Carod Rovira. El PP y sus antenas mediáticas se van a empeñar durante mucho tiempo en no descartar la pista de ETA, en imaginar interesadas teorías conspiratorias. No ha sido ETA, pero su estrategia armada no se libra de las consecuencias de este atentado. Hasta el mes de agosto, cuando ETA envía una carta oficial a través de Jesús Eguiguren al presidente Rodríguez Zapatero proponiéndole vías de comunicación para resolver el conflicto, nada hace pensar que la organización esté pensando en cambiar de estrategia. Siguen los atentados, si bien sin muertes, siguen las detenciones que son, especialmente en tierra francesa, masivas en ocasiones; sigue el desmantelamiento de infraestructuras. Se recurre a la explicación del coche robado como pista para las detenciones, pero la propia organización sabe que existen otras razones. ETA propone el 22 de mayo a Txikierdi, Egues, Derguy y Argi Perurena como nuevos interlocutores del colectivo de presos, el mismo día en que Jesús Eguiguren y Paco Egea, con la colaboración del socialista de Iparralde Frantxua Maitia, se han reunido en Roma con el cardenal Roger Etchegaray para pedirle, sin éxito, su mediación ante ETA. La muerte por ahorcamiento de la presa de ETA Oihane Errazkin en la cárcel de Fleury-Meregois añade dramatismo a una situación que se intenta cambiar desde más de un frente. ETA planifica su campaña de verano contra zonas turísticas peninsulares, que en esta ocasión va a orientar hacia Cantabria, Asturias y Galiza. Es en este ambiente como recibe Zapatero la carta de ETA; designa a su ministro Alfredo Pérez Rubalcaba para controlar y gestionar un proceso que cuenta con el entusiasmo de Eguiguren y Otegi, y con la complicidad de Josu Ternera, que es quien ha convencido a Mikel Albizu de la conveniencia de redactar esa carta. El 3 de octubre tiene lugar una operación policial que se explica como histórica: detienen a Mikel Albizu, Antza, a su compañera Soledad Iparragirre, Anboto, en una casa de campo de Salis-de-Béarn. Les atribuyen la

dirección política y financiera, respectivamente, de ETA; han tenido que cotejar sus huellas para cerciorarse de que se trataba de ellos; han intervenido en la operación más de 150 policías franceses y españoles. Posteriormente, se detendrá a dieciséis colaboradores suyos en diferentes lugares de Iparralde y Francia. La Declaración de Anoeta que Otegi protagoniza con un ramo de olivo en la mano y una escenificación solemne el 14 de noviembre es, en palabras de sus autores, un análisis y las conclusiones a las que ha llegado Batasuna en un momento especialmente importante para el presente y el futuro del pueblo vasco. Dando por supuesto que no se puede entender este momento sin entender lo ocurrido en los últimos 25 años, el documento hace un recorrido de ese período, antes de aportar las conclusiones sobre la situación actual. El análisis realizado conduce a Batasuna, “como expresión pública y plural de la izquierda abertzale”, a fijar una prioridad política para el presente inmediato: “la construcción de un proceso de paz que supere definitivamente el escenario de enfrentamiento político y armado en nuestro pueblo”, asumiendo en consecuencia, “su condición de agente comprometido en la búsqueda y consolidación del proceso que conduzca definitivamente a un escenario justo de paz estable y duradera para Euskal Herria”. Aunque enmarcado en toda suerte de juicios de valor, Abc destaca al día siguiente un párrafo: “Batasuna propone dos marcos de negociación: el político, que debe hacerse entre los agentes sociales del País Vasco, y el destinado a la ‘desmilitarización’ del conflicto entre los Estados español y francés”. Los especialistas independientes en resolución de conflictos se fijan en la metodología: una mesa en la que se reúnen el Gobierno y ETA para hablar exclusivamente de la situación y futuro de los presos etarras y el abandono de las armas; otra mesa en la que se sentarían a dialogar todos los grupos políticos que quisieran, para sentar las bases de la solución política del conflicto. Una campaña de bombas de escasa potencia en cinco gasolineras del entorno de Madrid provoca el caos en la operación salida del puente de la Constitución. Explosionan otras en el día mismo de la Constitución en Ávila, Valladolid, León, Santillana del Mar, Málaga, Ciudad Real, Alicante. Junto a la desactivada en Almería, son ya trece los atentados cometidos durante el puente. En lo que va de año han explosionado 34 bombas, colocadas en serie, contra intereses turísticos en agosto, contra torretas eléctricas en septiembre, contra agencias inmobiliarias en octubre, y contra gasolineras el día 3 de diciembre. Los partidos exigen a Batasuna que los condene si su oferta quiere tener credibilidad. El fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina presenta en esta

misma fecha de 3 de diciembre su escrito de calificación para los 62 procesados en el sumario 18/98: pide para ellos 1.102 años de cárcel, les imputa desde integración en ETA hasta delitos fiscales. En estos días se ha hecho pública en el Zutabe número 109 de diciembre la expulsión de la organización de Francisco Mugika, Pakito, de Karlos Almorza, Iñaki Arakama, Koldo Aparicio, Iñaki Bilbao y Kepa Solano. La dirección les acusa de indisciplina, de haber hecho públicas sus discrepancias; precisa haberles aplicado la misma medida que a otros antes, y deja claro que lo que hagan o digan en adelante solo les compromete a ellos mismos. Este número de ‘ETAren aldizkaria’, que viene con la consigna de difundirlo tras haberlo leído, dedica buena parte de su contenido al que llama papel policial de los medios de comunicación, que concreta en 21 profesionales de la prensa, elegidos entre los más beligerantes, a su juicio; se fija también en el negativo papel de una EiTB al servicio del PNV. El Zutabe contiene un homenaje a los gudaris, en el aniversario de los fusilamientos de Txiki y Otaegi; se acuerda de ‘despedir’ a Juan María Atutxa como consejero de Interior y de recibir a su sucesor Javier Balza; da también ‘buenas noticias’, como la vuelta a casa de doce expresos. ETA desaprueba el papel que está jugando ELA, reincide en sus ataques a Patxi Zabaleta, al que ya acusaron antes de haber iniciado el camino de Aralar con mentiras, al que acusan ahora de haberse hecho con los escritos de Pakito y sus compañeros y de haberlos difundido en los medios de comunicación. Un llamamiento especial a los organismos internacionales y a los responsables de Gobiernos a que colaboren a favor de una salida negociada del conflicto vasco recuerda de alguna manera el camino ya iniciado en ese sentido. El 30 de diciembre de 2004 el Parlamento vasco aprueba la tramitación legal del conocido como Plan Ibarretxe con los votos favorables de la mitad de los seis parlamentarios de Sozialista Abertzaleak –los de Otegi, Permach y Salaberria–, sucesora de la ilegalizada Batasuna. El lehendakari asegura que convocará un referéndum para ratificar el proyecto, y el Gobierno central dice que no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado ni aplicado. Otegi ha leído una carta del parlamentario huido Josu Ternera, ha afirmado no estar “buscando aquí reeditar pactos abertzales ni estrategias de confrontación”, sino “utilizar la famosa llave de cerrar la puerta a una reforma estatutaria y abrir la puerta a un diálogo político que permita, definitivamente, traer a este país una paz estable, justa y duradera”. Mientras el conflicto busca solución, ETA sigue colocando bombas contra concesionarios de coches, contra la oligarquía de Neguri, contra objetivos turísticos, contra el recinto ferial de Madrid en el Campo de Las Naciones,

previo aviso. El ministro Pérez Rubalcaba manifiesta en esta ocasión que el coche-bomba de ETA ha ratificado la decisión tomada la víspera por el Supremo, anulando las candidaturas a las elecciones vascas de las formaciones D3M y Askatasuna por sus lazos con ETA-Batasuna. No hay semana sin detenidos en estos comienzos de año, a menudo redadas, a menudo apelando de nuevo a los papeles de Susper. Hay también detenciones sorprendentes, como las de los monjes benedictinos, los septuagenarios Juan Joxe Agirre, en Lazkao, y Martxel Etxandi, en Belloc. La juez Le Vert dice haber encontrado en los papeles incautados a Mikel Albizu pruebas de que han actuado como correos suyos. Quedan libres sin pasar por la cárcel: Agirre ha hecho razón de vida la recopilación de papeles ‘comprometedores’ para el archivo de Lazkao. El 17 de abril, con el nombre de EHAK-PCTV, la izquierda abertzale se hace con nueve escaños en Gasteiz. El 22 de abril, ETA roba cuatro toneladas de cloratita de sodio, usada para fabricar bombas, cerca de Poitiers. El 12 de mayo encuentran en una vivienda de Villeneuve sur Lot huellas de los Urrutikoetxea, padre e hijo, muy buscados ambos por la Policía francesa. El 13 de mayo se reúne en Arantzazu, bajo la guía del sacerdote irlandés Alec Reid, una mesa plural para el acuerdo y la resolución del conflicto. El Pleno del Congreso de los Diputados, con la sola oposición del PP, aprueba el 17 de mayo la resolución presentada por el presidente Rodríguez Zapatero para dialogar con ETA si deja las armas, una propuesta de paz que viene a formalizar un proceso que hasta entonces tenía solo carácter exploratorio. La aprobación se rubrica con aplausos mayoritarios en la Cámara. Dice Rajoy a Zapatero que ha traicionado a los muertos y ha revigorizado a una ETA moribunda. Le dice Eduardo Uriarte, el Teo del Proceso de Burgos, gerente de la ‘Fundación para la Libertad’ ahora, que ha dado a ETA la mayor legitimación de su historia, y casi se alegra que su amigo y compañero Mario Onaindia no esté vivo, porque se ha librado así de esta vergüenza. El 18 de junio, ETA anuncia el cese de sus acciones armadas pero solo contra los electos de los partidos políticos. Explica que después de tener como objetivos en la época del postfranquismo a cargos franquistas responsables políticos del Régimen, en 1994 abrió la posibilidad de ir “contra los responsables políticos de España” en respuesta al Pacto de Ajuria Enea. Recuerda en el comunicado, publicado por Gara, que en el año 2000, cuando PP y PSOE suscribieron el Pacto antiterrorista, “ETA decidió ampliar la línea abierta contra los dirigentes de España a todos los electos de los partidos que firmaron ese Pacto”, lo que, a su juicio, ha influido notablemente en esos partidos al sentir en sus carnes “las

consecuencias de reivindicar desde sus tribunas la opresión de Euskal Herria”. Aprecia cambios en los últimos tiempos, que han traído una situación nueva, aunque se mantiene en Euskal Herria “el estado de excepción creado a la sombra del Pacto Antiterrorista”, siguen la “conculcación de los derechos democráticos fundamentales: la ilegalización de organismos y partidos políticos, los secuestros de sus miembros, la ilegalización de las listas electorales independentistas, el cierre de sedes, el reforzamiento de la dispersión y el aislamiento, la tortura, la ocupación de las calles...”. Tres días más tarde se reúnen en el hotel President Wilson de Ginebra José Antonio Urrutikoetxea y Jesús Eguiguren. Ternera acude a la cita con un ejemplar del libro de Eguiguren, publicado cinco años antes, Los últimos españoles sin patria (y sin libertad), en cuyo prólogo apuntaba las claves para hallar una solución al terrorismo en Euskadi. Si el Gobierno está dispuesto a suscribir lo que decía en ese prólogo, Urrutikoetxea le adelanta que podría llegarse a un final de la violencia. Desde el 1 de junio, los políticos no son ya objetivo de los atentados de ETA. La Audiencia Nacional prosigue su limpieza, ordena la disolución de una organización ‘ilícita’, que no ‘terrorista’; se refiere a la sucesora de Jarrai y Haika, Segi, que aun persiguiendo los mismos fines que ETA, no lo hace con los mismos medios. El 21 de junio arrancan las conversaciones de Ginebra, bajo el auspicio del ‘Centre Henry Dunant pour le dialogue humanitaire’. Al día siguiente, Ibarretxe es designado lehendakari con el apoyo de dos de los votos de EHAK-PCTV [Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista-Partido Comunista de las Tierras Vascas]. Entre la primera reunión de Ginebra y el preacuerdo entre ETA y el Gobierno español de mediados de julio, tienen lugar pequeñas explosiones en la central térmica de Boroa, en la empresa de un conocido militante del PNV de Gernika; tiene lugar una entrega de colaboradores de ETA por parte de Francia, y un militante de ETA, Imanol Gómez González, muere en accidente de tráfico mientras huye de la Policía francesa; cuatro días después se producen incidentes graves en el homenaje que se le tributa en Donostia. El 14 de julio, veintidós días después de iniciado el diálogo, se alcanza un acuerdo de principio: ETA anunciará un alto el fuego indefinido y permanente; se respetarán las decisiones que sobre su futuro tome libremente la ciudadanía vasca en ausencia de violencia; el Gobierno español dialogará con ETA si se producen señales inequívocas del cese de la violencia, aunque sin pagar precio político por la paz. Las bases del acuerdo conceden seis meses para oficializar el acuerdo, tiempo que el Gobierno central se dará para verificar la ausencia de violencia, prometiendo a cambio que se relajará la actividad policial y que Batasuna se

acogerá a la legalidad. Un hecho importante va a reforzar el proceso iniciado, cuando el Ejército Republicano Irlandés (IRA) ordena a todos sus militantes el 28 de julio el cese de las acciones armadas en el Norte de Irlanda y pide a sus miembros que contribuyan a alcanzar sus objetivos a través de medios exclusivamente democráticos, políticos y pacíficos. El IRA deja claro que no se disolverá. Podría convertirse, a decir de los primeros análisis, en una especie de asociación de veteranos comprometida con el proceso de paz, pero orgullosa de un pasado revolucionario de más de cien años de historia. El preacuerdo de Ginebra no afecta a las detenciones que se producen sin interrupción en Euskadi, en España, en Francia. No afecta a la campaña de ETA contra la operación salida de vacaciones, ni a los incidentes de La Salve donostiarra, ni a los atentados que tienen a Zaragoza como escenario; tampoco a la campaña de ETA contra los edificios de los juzgados en Euskadi. A finales de octubre, el presunto colaborador de la organización José Ángel Alzuguren aparece ahorcado en la cárcel de Soria y se une a una lista que es ya larga de muertes en prisión. Tras varias reuniones en Ginebra, por consejo del Henri Dunant, ETA y Eguiguren deciden trasladar sus reuniones a Oslo. En octubre y noviembre pactan los contenidos que tendrán en su momento el comunicado de tregua y la declaración de Rodríguez Zapatero. El Gobierno español reducirá la presencia policial en los controles, aceptará a Batasuna en la vida política, eludirá las detenciones; ETA hablará en su comunicado de suspensión general de actividades y, finalmente, de alto el fuego permanente; solo utilizará armas en caso de supervivencia; el Gobierno le pide el cese de la extorsión; ETA se comprometerá a no reclutar nuevos miembros. A comienzos de diciembre pactan los tiempos y concretan sus respectivos comunicados; a finales de diciembre vuelven a reunirse en Ginebra. El mes de diciembre ha empezado también con una campaña de atentados contra la celebración de la Constitución española, centrada esta vez en instalaciones de Correos; ha seguido con objetivos relacionados con el impuesto revolucionario y se ha producido una importante operación de “aprovisionamiento” de polvo de aluminio para confeccionar bombas en la población normanda de Heudebouville. Termina el año y las dificultades para el acuerdo son evidentes, pero también la voluntad de seguir adelante con las reuniones. En una comparecencia extraordinaria tras el Consejo de Ministros, el presidente Zapatero se afirma convencido el 10 de febrero de 2006 de que “puede empezar el principio del fin de muchos años de violencia” y pide responsabilidad y comprensión al PP ante la posibilidad de que en España se

abra un proceso de paz. Mariano Rajoy, presidente del PP, responde de inmediato: “El presidente engaña a todos porque está negociando con ETA y con su entorno” y “pactar con ETA es una frivolidad, y pactar un precio político, otra frivolidad”. Zapatero explica su optimismo en el largo período que vive España sin atentados mortales de ETA –casi tres años–, en el momento de máximo deseo de paz que hay en la inmensa mayoría de la sociedad vasca y en información que posee sobre la banda terrorista, que piensa manejar con discreción y prudencia. El presidente le recuerda al PP que en su primer mandato José María Aznar declaró que sabría ser generoso con los terroristas, e incluso anunció que la política penitenciaria debería servir para la rehabilitación de los presos etarras. El presidente garantiza por otra parte que si hay proceso de paz, se contará con la opinión de las víctimas del terrorismo. No lo va a tener fácil con el PP, y tampoco con los jueces y la Guardia Civil, que invocan su obligación de no darse por enterados de lo que pueda estar cociéndose políticamente. Grande Marlaska, por ejemplo, ha ordenado el 17 de enero la suspensión por dos años más de todas las actividades de Batasuna, mientras la izquierda abertzale hace pública de la mano de Otegi su propuesta “Bide eginez” para dar solidez al proceso. El 27 de febrero se publica la sentencia del Tribunal Supremo, conocida como ‘doctrina Parot’, que se refiere a la forma de cumplimiento de la condena total en los casos de extrema gravedad, aplicándose los beneficios y redenciones que procedan con respecto a cada una de las penas que se encuentre cumpliendo. Una vez extinguida la primera, se dará comienzo al cumplimiento de la siguiente, y así sucesivamente, hasta que se alcanzan las limitaciones dispuestas en la regla segunda del art. 70 del Código penal de 1973. Llegados a este estadio, se producirá la extinción de todas las penas comprendidas en la condena total resultante. Esto significa en la práctica, para Unai Parot y para otros muchos presos de ETA, una cadena perpetua, con el agravante de que se propone su aplicación con retroactividad y desoyendo la legislación vigente cuando se produjeron las acciones juzgadas. El Gobierno de Zapatero no controla a los jueces, y ETA parece sentirse obligada al goteo de atentados con bombas de baja potencia contra edificios de juzgados, de Correos, del INEM; contra empresas y negocios a los que ha exigido impuesto revolucionario. El 27 de febrero, de nuevo, otro preso relacionado con ETA, Igor Angulo, aparece ahorcado en su celda de la cárcel de Cuenca. Cuatro días más tarde, muere de un ataque al corazón en su celda de Aranjuez Roberto Sainz. En las movilizaciones para protestar por estas dos muertes, se va a detener a doce personas, y Grande Marlaska manda a prisión por instigación a cometer actos delictivos a la cúpula

de la izquierda abertzale, a Otegi, Petrikorena, Rafa Díez, Juan María Olano, Pernando Barrena, Arantza Zulueta. ETA hace público un comunicado el 22 de marzo en el que anuncia un alto el fuego permanente, efectivo a partir de las 00.00 horas del día 24, a fin de impulsar un proceso democrático en Euskal Herria y construir un nuevo marco en el que sean reconocidos los derechos del pueblo vasco. “La superación del conflicto, aquí y ahora, es posible”, afirma ETA. A nadie se le oculta la semejanza, incluso terminológica, entre el camino emprendido y culminado por el IRA y el iniciado por ETA. El anuncio es recibido por Gobiernos y partidos con esperanza y prudencia. Al primer anuncio le sigue otro comunicado en el que habla de superar el actual marco de negación, partición e imposición y construir un marco democrático para Euskal Herria, reconociendo los derechos que como pueblo le corresponden y asegurando de cara al futuro la posibilidad de desarrollo de todas las opciones políticas. ETA considera que corresponde a todos los agentes vascos desarrollar ese proceso y adoptar los acuerdos correspondientes al futuro de Euskal Herria, pero teniendo en cuenta su pluralidad y totalidad, y a los Estados español y francés reconocer los resultados de dicho proceso democrático, sin ningún tipo de injerencias ni limitaciones. El 24 de marzo se presenta en Iruñea la nueva Mesa Nacional de Batasuna. En la primera entrevista que el presidente del Gobierno concede tras el alto el fuego afirma tener una hoja de ruta para el proceso de paz de Euskadi, pero todo debe pasar por la unidad de los demócratas, la “cooperación del PP es clave”. Ve Rodríguez Zapatero en el Pacto por la Libertades una vía para combinar justicia y reinserción; les dice a las víctimas de ETA que “la democracia les debe un pacto de memoria y apoyo”. Aparece en un camión abandonado en Aduna el cuerpo sin vida de un exmilitante de ETA que había cumplido ya condena y cuya desaparición se había denunciado tres meses antes. Rodríguez Zapatero recibe el 7 de abril al primer ministro noruego para agradecerle sus gestiones de noviembre pasado. Arnaldo Otegi es condenado en la Audiencia Nacional a quince meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo en un acto de homenaje a Argala. El 4 de mayo, el comisario Enrique Pamiés avisa al dueño del bar Faisán de Behobia, Joseba Elosua, de que se va a detener a un presunto etarra que vive en Iparralde, con el que se va a reunir ese mismo día; alerta Elosua a los presuntos colaboradores de ETA y entorpece así una operación contra la red de extorsión que dirige el juez Grande Marlaska. Un mes más tarde, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detienen a cinco personas acusándolas de estar implicadas en el cobro del

impuesto revolucionario. Hay en esta redada veteranos como Ramón Sagarzazu, Xenpe, Ignacio Aristizabal, Joseba Imanol Elosua; está el yerno de este, José Carmelo Lukin, y el periodista de Irun Jean Pierre Harocarene Kamio. La Policía francesa detiene por su parte a Angel Iturbe Abasolo, hermano de Txomin, a Eloy Uriarte Díaz de Guereño, a su esposa María Izaskun Gantxegi, a Julen Madariaga, José Cau Aldanur, a Cristina Larrañaga, a José Ramón Badiola. Son puestos en libertad condicional casi todos, se les acusa de haber intervenido de alguna manera en el cobro del impuesto revolucionario. Marlaska implica a dos comisarios de Policía, implica a empresarios extorsionados, implica al dirigente del PNV Gorka Agirre: no es fácil de sostener, ni siquiera imaginar, que tuvieran intención de colaborar con ETA, salvo que fuera para impedir unas detenciones en el momento más delicado para el proceso de paz. Para que le represente en una de las mesas de diálogo, Batasuna nombra una comisión integrada por Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia, en representación de Gipuzkoa y Bizkaia; Elena Urabaien y Arantxa Santesteban, por Nafarroa; y Xabi Larralde, por Iparralde. A petición de ETA al parecer, el 22 de junio tienen lugar dos nuevas reuniones en Suiza con la representación del Gobierno español, ampliada en esta ocasión con la presencia del exministro Javier Moscoso, y ante los intermediarios del Henry Dunant. ETA les reprocha las detenciones, muy especialmente la reciente de Zigor Merodio, en Burdeos, les reprocha la insistencia de Zapatero en sus declaraciones de que solo hablará de la disolución y del futuro de los integrantes de ETA, les echa en cara que jueces y policías están lejos de mantener sus brazos cruzados. ETA les presenta un panorama desolador. La representación del Gobierno admite problemas, lamenta una filtración llegada a El País, reconoce no haber contado con una oposición tan dura de los jueces, convertidos en instrumento del PP, muy especialmente en el caso Faisán, que no han podido parar. También ellos tienen reproches que hacer a ETA: la ‘kale borroka’ no ha desaparecido, tampoco la extorsión. ETA debe tener en cuenta, por otra parte, el cambio de fiscal general y otros cambios en orden a los nuevos tiempos, efectuados por el Gobierno. Los representantes de ETA, José Antonio Urrutikoetxea y Juan Carlos Iurrebaso, entregan a Moscoso y Eguiguren una carta para el presidente Rodríguez Zapatero. Al amparo de la resolución adoptada por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005, el presidente anuncia el 29 de junio de 2006 que el Gobierno que encabeza va a iniciar un diálogo con ETA, manteniendo el principio irrenunciable de que las cuestiones políticas solo se resuelven con los

representantes legítimos de la voluntad popular. En una declaración institucional formalmente inusual en el vestíbulo del Congreso, ha insistido en que la paz no tendrá precio político, ha tenido palabras de recuerdo y elogio para las víctimas, para los servidores del Estado y para los anteriores Ejecutivos, que intentaron de buena fe alcanzar la paz en el País Vasco. Ve al proceso “largo, duro y difícil”, pero promete abordarlo con “prudencia, unidad y lealtad”. Ha lanzado un guiño al PP, partido con el que suscribió desde la oposición el pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, al decir que mantendrá en vigor la Ley de Partidos, la que da cobertura legal a la ilegalización de Batasuna. A los ciudadanos, a las formaciones políticas, a la sociedad vasca en general, ha prometido acatar las decisiones que los vascos “adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos y en ausencia de todo tipo de violencia y coacción”. Ha prometido para septiembre una nueva ronda de contactos del ministro del Interior con los diferentes grupos parlamentarios, similar a la que ha tenido lugar esta misma mañana, para informar del desarrollo del proceso que se abre en este día. El último barómetro del CIS, el del reciente mes de mayo, muestra que el terrorismo preocupa cada vez menos. Solo el 19,6% de los encuestados lo mencionan como uno de los problemas de España, lo que lo sitúa en el quinto lugar por detrás del paro (49%), la inmigración (46,3%), la inseguridad ciudadana (27,9%) y la vivienda (27,4%). Los problemas económicos (18,3%), no han sido percibidos todavía como prioritarios. En anteriores sondeos, el terrorismo era considerado el tercer problema de España. El argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, que ha servido de facilitador más que de intermediario entre ETA y el Gobierno español durante año y medio en los noventa, dice en la inauguración de la XXIII Semana Galega de Filosofía en Pontevedra que ETA debe pedir perdón a las víctimas, y el Gobierno, también. Se lamenta, ahora que se ve con esperanza el futuro, el tiempo perdido en la época del PP, que trató el problema de ETA como un problema estrictamente policial y no político, “cuando este es un problema social y político y como tal debe ser trabajado”. El nuevo clima invita a echar la mirada atrás, a hacer balance. José Luis Barbería escribe en El País de “La enfermedad de la patria”, en una serie que engloba bajo el título ‘Euskadi tras la retirada de ETA’. Entiende el periodista que la castigada sociedad vasca ha creado sus propios mecanismos darwinianos de supervivencia para hacer frente a la violencia ejercida en estas décadas; aprecia que no todos los silencios han sido subterfugio de la tibieza; opina que el terrorismo ha hecho peor al conjunto de

los vascos, los ha degradado; considera que el trasvase entre religión y nacionalismo “permite explicar la ideología que ha sustentado la práctica del asesinato político”. Milagros Rubio, en nombre de Batzarre, anuncia el inicio de un debate interno en este “tiempo post-ETA”; entiende que no se puede pasar página sin que la izquierda vasquista y abertzale someta a revisión crítica sus posiciones de pasado; se autocritica por la escasa reflexión sobre el uso de la violencia, por el acercamiento excesivo a HB; apuesta por la creación de una Comisión para la Verdad y la Paz, y defiende que, antes de pedir a las víctimas que perdonen, “debemos decir a quienes han hecho tanto daño que pidan perdón”. Tercia también Felipe González, a fin de clarificar su posición a favor del proceso abierto, “para liquidar la violencia terrorista de ETA”, pues el PP le ha usado en ocasiones en contra del camino emprendido por Zapatero. El expresidente sostiene que la oposición debe acompañar y apoyar al Gobierno, “incluso en los posibles errores que se cometan por el Ejecutivo en el curso de este proceso complejo”. Dice como conclusión que está a favor de las políticas del Gobierno “en estos temas claves”, pero sin renunciar al derecho de todo ciudadano libre a expresar sus ideas. Josu Ternera, vivo y en clandestinidad, merece ya una biografía, un libro de Florencio Domínguez, que lleva el título de Una vida en ETA y lo presenta como “un profesional del mando”. Ollarra recuerda desde su atalaya del ‘Gallo de San Cernin’ que, aunque ETA no mate, sus portavoces y valedores andan sueltos, alegres y dicharacheros. Dirigentes del PNV y de la ilegalizada Batasuna se reúnen en Bilbo a finales de julio. A primeros de agosto, De Juana Chaos inicia una huelga de hambre argumentando que ya ha cumplido condena y debería ser excarcelado. Rebrota la ‘kale borroka’, y el 25 de septiembre tres encapuchados armados con fusiles de asalto y disparos al aire, omitiendo cualquier referencia a la tregua, defienden en las campas de Aritxulegi, en Oiartzun, donde más de mil personas homenajean a los gudaris, seguir la lucha con las armas en la mano hasta la independencia. La noticia trasciende a través de Gara, que la trata con escaso relieve. La mayor parte de los medios descartan una escisión en ETA, pero reconocen nerviosismo, tensiones, por ausencia de medidas a favor de los presos, sobre todo. El 9 de octubre, De Juana Chaos abandona la huelga de hambre después de 63 días y tras ser trasladado a un hospital de Madrid. Rubalcaba dice que con ‘kale borroka’ no se puede avanzar en el proceso; el 23 de octubre un comando de ETA roba en Francia 300 revólveres, 50 pistolas y diversa munición, una noticia inquietante, que tendrá consecuencias, según Rodríguez Zapatero. El 27 de octubre tiene lugar una reunión ‘técnica’ entre dos representantes de ETA, dos

del Gobierno y cuatro del Henry Dunant. El 4 de noviembre ETA amenaza con romper el proceso de paz si el Gobierno no cumple sus compromisos. El 7 de noviembre, De Juana Chaos inicia otra huelga de hambre ante su posible condena por amenazas, y al día siguiente Zapatero admite que el caso De Juana Chaos traba el proceso de paz. La AVT convoca el 25 de noviembre la quinta manifestación durante la tregua contra la política antiterrorista del Gobierno. En el último Zutabe, ETA condiciona la negociación a aceptar la situación de Batasuna y a frenar las detenciones. Se realiza una nueva ronda de conversaciones en Oslo, bajo los auspicios del centro Henry Dunant, entre los enviados del gobierno español, Jesús Eguiguren y Manuel Gómez Bermúdez, y los miembros de ETA Francisco Javier López Peña, Thierry, Juan Carlos Iurrebaso e Igor Suberbiola. Las conversaciones acaban con desacuerdo. No está ya Urrutikoetxea en representación de ETA. La reunión es extremadamente tensa, se hacen mutuos reproches de incumplimiento, todo anuncia lo que va a llegar pronto. El 29 de diciembre Zapatero afirma que “estamos mejor que hace un año” y que “dentro de un año estaremos mejor”. Al día siguiente, a primera hora de la mañana, una llamada a la DYA de Gipuzkoa anuncia la explosión de una furgoneta en la segunda planta del módulo D del aparcamiento de la Terminal-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas; estalla a las 09.01 y mata a dos ciudadanos ecuatorianos que dormían en uno de los autos allí estacionados. La furgoneta contenía cerca de 500 kilos de explosivos. Cientos de vehículos resultan dañados y el módulo del aparcamiento, y el proceso de paz, destrozados.

DESPUÉS DE LA T-4, NACE UN NUEVO PROCESO Mariano Ferrer había escrito tras el alto el fuego, y cuando la propuesta Orain herria, Orain bakea de Anoeta cumplía dos años, que Batasuna mantenía el objetivo de la construcción nacional pero declaraba la prioridad de la paz; había escrito que no parecía que ETA tuviera previsto anunciar su desmilitarización efectiva antes de que hubiera un acuerdo sustancial sobre la mesa política; había escrito que el sentido de Anoeta no era que había un proceso porque ETA dejaba las armas, sino que ETA dejaba las armas para que hubiera un proceso, lo que en el fondo era “una oferta para compartir el coste de la paz”. Explica el 31 de diciembre Mariano Ferrer que el ya histórico acto de Anoeta hizo concebir la esperanza de que la izquierda abertzale había aprendido lo fundamental: la necesidad imperiosa de desvincular de la violencia su proyecto político. El mazazo de Barajas confirma que el proceso va mal, concluye Ferrer, pero no modifica lo que cada parte tiene que hacer si se quiere que termine bien. Y pronuncia un deseo: “¡Que el año que empieza nos traiga un nuevo proceso!”. Arnaldo Otegi se da prisa en pedir a ETA que mantenga intactos los compromisos y objetivos explicitados en la declaración de alto el fuego permanente del pasado 22 de marzo. Al Gobierno español le pide que “garantice las condiciones democráticas que faciliten la puesta en marcha de un proceso de soluciones políticas para Euskal Herria”. Ha comparecido Otegi ante los medios de comunicación, de pie, tras un atril, delante de la ikurriña y la bandera de Nafarroa, flanqueado por Arantza Santesteban y Rufi Etxeberria; ha leído el mismo texto en euskera y castellano, no ha aceptado preguntas. José María Ruiz Soroa se pregunta en El País, “y ahora, ¿qué?”. Le parece que el Gobierno central está emitiendo, de nuevo, un doble mensaje, que ETA va a captar probablemente distorsionado: no rompe el proceso, pero se reafirma en que con violencia no hay diálogo. Josep Ramoneda la emprende con Ibarretxe, le llama ventajista, le contrapone al ‘sereno y responsable’ Josu Jon Imaz. ETA comunica el 9 de enero que no era su intención causar víctimas, que avisó tres veces para dar tiempo a desalojar el aparcamiento, que el alto el fuego continúa vigente y es voluntad suya “fortalecerlo e impulsarlo”, aunque no dudará en “responder a las agresiones contra Euskal Herria”. ETA responsabiliza al Gobierno español y al PSOE de la grave situación actual porque, a su juicio,

han estado poniendo obstáculos sin cesar al proceso democrático. ETA critica también al “PNV de Imaz”, alineado a su juicio junto al Gobierno español, que ha reaccionado declarando que con el atentado de Barajas se ha hundido también la propuesta de Anoeta. La prensa española aplaude a Imaz, en la misma medida en que critica al lehendakari, de quien dice que ha aprovechado la trágica coyuntura para colocar su programa sobre la mesa. El Abc dirigido por José Antonio Zarzalejos ha dedicado un editorial a “La doble moral de Ibarretxe”, al que llama usufructuario de las consecuencias del terrorismo de ETA por no dar por concluido el mal llamado proceso de paz. “Para el nacionalismo vasco – sostiene–, la violencia nunca ha sido un obstáculo ético ni político en su proceso de reivindicación soberanista” y la ruptura de la tregua “le permite recuperar un espacio que temía perder por la pinza PSE-Batasuna”. El editorialista le advierte al Gobierno español, tras el error cometido por los socialistas de pretender la rehabilitación de Batasuna, que no cometa otro nuevo, reactivando la hegemonía nacionalista del PNV. Frente a ese ‘plan b’, lo que procede por el contrario es a tenor del editorial de Abc “restaurar el constitucionalismo”. El fin de la violencia había estado al alcance de la mano a finales de octubre de 2006, cuando Jesús Eguiguren por el PSE, Josu Jon Imaz por el PNV y Arnaldo Otegi por la izquierda abertzale, y tras frecuentes reuniones en el santuario de Loiola, cerraron un principio de acuerdo que abría la puerta al derecho de los vascos a decidir su futuro y a un órgano común para los territorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Eguiguren y Otegi llevaban tres años reuniéndose, tejiendo una complicidad personal que se fortaleció con la tercera pata que representaba el PNV. Rodolfo Ares, por sugerencia de Zapatero y Rubalcaba, entró también a formar parte de la pata socialista, a garantizar que su compañero no iba demasiado rápido, demasiado lejos. El documento pactado –“Bases para el diálogo y el acuerdo político”– abordaba el carácter y la identidad del Pueblo Vasco, los mecanismos que permitirían a su ciudadanía adoptar libre y democráticamente las decisiones en torno a su futuro político e institucional; trataba de su articulación, de la incorporación de los acuerdos al marco jurídico y el refrendo popular. Del Acuerdo-Marco suscrito por EAJ-PNV, PSE-EE-PSOE, (PSN o PSOE) e Izquierda Abertzale solo existiría un ejemplar, a depositar en el Vaticano de manera oficial. Eguiguren, Imaz y Otegi pactaron que el proceso se iniciase a partir de la celebración de una Conferencia de Paz, el Diálogo y el Acuerdo, que sería promovida por Eusko Ikazkuntza para el 2 de diciembre de 2006, con la participación de partidos, sindicatos, empresarios, foros por la paz, universidad y personalidades relevantes; concluiría con una

declaración a favor de un proceso de diálogo para poner fin a la violencia, violencia que debía estar ausente mientras tanto. La izquierda abertzale propuso modificaciones a favor de la voluntad popular como único límite en las decisiones, incorporó expresamente la posibilidad de optar también por la independencia, propuso que el órgano institucional de los cuatro territorios elaborara un Estatuto de Autonomía a refrendar por la mayoría de cada ámbito, fijó plazos para hacer público el acuerdo político, y antes, el establecimiento de manera secreta o discreta de un canal de comunicación de los firmantes con el Gobierno español, “a fin de establecer de manera acordada los mecanismos que permitan el trámite institucional del mismo sin modificaciones”. Los socialistas, con el apoyo de Imaz, entendieron que se modificaba sustancialmente el acuerdo inicial y los contactos se suspendieron. Ni en un caso ni en otro fueron ajenas las presiones ejercidas por quienes no se sentaban a la mesa. También los que tenían lugar entre ETA y el Gobierno concluyeron sin entendimiento, aunque se emplazaron para enero de 2007. La furgoneta-bomba hizo explosión en la T-4 el 30 de diciembre de 2006. La entrevista del director de El País Javier Moreno con el presidente Rodríguez Zapatero, la primera desde el atentado del 30 de diciembre, ha durado dos horas y media, fue pedida y aceptada el dos de enero, se ha concretado diez días después. Han sido estos los peores días del presidente; ha quedado en evidencia, “cuando no en ridículo”; ha consolidado la desunión con el PP en materia antiterrorista: por primera vez, un partido de los grandes, el PP, se ha negado a acudir a una manifestación contra los terroristas, escribe Moreno. El balance del atentado resulta demoledor, pero el periodista no ha visto al presidente ni abrumado ni desbordado; medita las respuestas, pero no duda ni titubea. Son ideas de la entrevista destacadas por el diario: “Debemos refundar un gran consenso nacional en la lucha contra el terrorismo; di todo mi apoyo al PP en la lucha contra ETA y no he recibido ninguno en estos dos años largos de Gobierno; no creo en absoluto que tengamos una situación de crisis; hemos sufrido un trágico atentado, pero crisis, ninguna; ahora no se ha respetado la regla de evitar hacer política con la lucha antiterrorista: me parece grave; este es el primer proceso de diálogo para acabar con la violencia en el que la oposición ha sido dura; lamento que no se cumpliera la expectativa de que esta vez se podía; hoy hay que hablar del mañana, de la respuesta que desde el Estado de derecho y desde la política demos a la situación creada por ETA”. Interpelado para que explique por qué no habló de ruptura en su primera intervención, a las seis de la tarde del día 30, responde Rodríguez Zapatero que dijo dos cosas, que

ETA había roto el diálogo, porque era radicalmente incompatible un proceso de paz con una acción de esa naturaleza. Y que en consecuencia suspendía cualquier iniciativa de diálogo. Suspender no es romper, le observa el periodista, y añade entonces: quería subrayar que quien había roto era ETA, de una manera tan evidente y tan trágica como el atentado. “Es claro, ¿no? Y es importante. Porque hay muchos ciudadanos en Euskadi que han tenido una actitud muy favorable, muy positiva, al proceso de paz. Y que seguramente el atentado les haya producido un convencimiento profundo de que por parte del Gobierno existía toda la voluntad. Y que quien se ha ido por el camino peor es ETA”. Zapatero está convencido de que hay personas con relevancia en la izquierda abertzale que “hoy saben muy bien quién es el responsable de que el proceso de paz haya llegado al punto final”. Les pide a ellos que tengan el coraje cívico y político de condenar la violencia. El Tribunal Supremo contradice a la Audiencia Nacional al declarar que Jarrai, Haika y Segi son grupos terroristas, y no meras asociaciones ilícitas, y cursa órdenes de detención contra 23 de sus miembros. Los magistrados les han encontrado culpables de un “delito de integración en asociación ilícita, constitutiva de banda, organización o grupo terrorista, en concepto de integrantes de ellas, sin concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad criminal”. Los jueces de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo mantienen la decisión de la Audiencia Nacional de disolver las sociedades Jarrai, Haika, Segi. Tras conocer la resolución, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, autora de uno de los recursos contra la sentencia de la Audiencia, expresa su “esperanza en que la Justicia nunca se rendirá ante el chantaje y las amenazas terroristas, como lo está haciendo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero”. También al secretario general del PP, Ángel Acebes, le parece una buena noticia, le parece que es esta la manera de combatir el terrorismo. El Gobierno vasco pregunta por los motivos que han llevado al Supremo a modificar una sentencia que supone elevar a seis años de cárcel las penas que impuso la Audiencia a 23 de los 24 acusados, y por lo que va a ocurrir con el resto de juicios pendientes, tras esta resolución judicial. Condena radicalmente la ‘kale borroka’, pero de ahí a reconocer en Jarrai una organización terrorista hay, a su entender, un trecho: “el que va desde la resolución que hizo la Audiencia Nacional hasta la que ahora ha hecho el Tribunal Supremo”. Juan José Ibarretxe declara como imputado el 31 de enero ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en la causa abierta en su contra por desobediencia, al haberse reunido el 19 de abril pasado con dirigentes de la

ilegalizada Batasuna, entre ellos, Arnaldo Otegi. El lehendakari, que ha acudido arropado por la dirección y un nutrido grupo de militantes de su partido, le reconoce al juez esta y otras reuniones con Batasuna, para buscar la paz: “solo en un país de locos se encausa penalmente a un presidente por hablar con todos”, declara luego. Se han producido dos momentos de tensión antes y después de la declaración. Uno, con el miembro del Foro de Ermua Antonio Aguirre, expulsado del PSE por querellarse contra Patxi López por su reunión con Batasuna, cuando, puño en alto, se ha dirigido a la multitud; y otro, cuando el portavoz de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, ha mostrado una camiseta de su grupo con la bandera española, lo que ha provocado la reacción airada de los presentes, y algún amago de agresión. El Consejo General del Poder Judicial elabora al día siguiente una nota de protesta por la comparecencia ante los medios de Ibarretxe y por la manifestación de apoyo de la que se ha hecho acompañar a las puertas del Palacio de Justicia. Los analistas menos apasionados se inquietan por este enfrentamiento entre poderes del Estado y se preguntan si es sensato imputar al presidente de un país, o de una comunidad autónoma, por sus iniciativas políticas; si es prudente que los jueces vascos imputen a Ibarretxe por reunirse con dirigentes de Batasuna, cuando el Supremo ha desestimado una querella similar contra Patxi López, afirmando que sería un fraude constitucional sustituir el control parlamentario de los gobiernos por una especie de control judicial mediante la interposición de querellas. El diario bordelés Sud Ouest publica las declaraciones del coronel de la Gendarmeria Charles Saenz, que fue quien detuvo en su día al líder de Iparretarrak Filipe Bidart. Dice el coronel que respeta la decisión de los jueces que han acordado la liberación condicional al hombre que él detuvo en Bokale [Boucau] el 20 de febrero de 1988, y le desea que aproveche su oportunidad. Tras referirse a las familias de las víctimas de IK, ha declarado que “es normal que se pueda beneficiar de las medidas que contempla la democracia. Se le da una la oportunidad de rehabilitarse, ¡que la aproveche!”. “He combatido a IK respetando a los hombres –añade–, tratando de evitar la violencia, pero con firmeza, con una suerte de respeto mutuo”. En relación a Bidart dice que es un joven valeroso que tenía su óptica sobre el País Vasco y que, desgraciadamente, se situó fuera de la ley. La comparación con los testimonios que se suelen oír a los policías españoles es inevitable. Una entrevista del diario británico The Times con Iñaki De Juana Chaos, acompañada de una fotografía atado a la cama del hospital, encabrita a la derecha española, que pide responsabilidades para quienes no la han impedido. Asegura el entrevistado que es un soldado, que no

siente remordimientos por sus actos y pide adentrarse en los orígenes del conflicto para buscar soluciones, especialmente tras el atentado del 30 de diciembre. “Estoy completamente de acuerdo con el proceso democrático de diálogo y negociación para resolver el conflicto político entre Euskadi y los Estados francés y español’, ha explicado De Juana al rotativo inglés. El preso ha respondido a las preguntas del Times desde la habitación del hospital donde se encuentra. El diario londinense dice que sus médicos aseguran que podría experimentar una muerte repentina cualquier día. Y “si muere –añade–, se convertirá en un mártir del movimiento de independencia vasco”, lo que daría pie, probablemente, a una nueva campaña de atentados. La huelga de hambre de De Juana es una pesadilla, “la crisis más profunda” del Gobierno de Zapatero desde que tomó el poder en 2004, a juicio del periodista. Está claro que las declaraciones de De Juana no llegan en el mejor momento para el presidente, acosado por la utilización que el PP hace de las asociaciones de víctimas de terrorismo. Curiosamente, la entrevista se publica el 6 de febrero, al día siguiente de que El País haya asegurado que la huelga de hambre de De Juana no ha sido aprobada por la dirección de ETA y que este ya no tiene representatividad ni peso político dentro de la organización. En la misma fecha, la Policía Francesa ha detenido a Pello Álvarez Saleta, a quien se relaciona con el zulo hallado semanas atrás en Amorebieta, que contenía 30 kilos de nitrato amónico y otros 30 de polvo de aluminio, y con el abandono en Atxondo de 181 kilos de material explosivo. La Policía española le relaciona así mismo con Iker Aguirre Bernadal, arrestado el 25 de enero en Portbou, cuando supuestamente se dirigía a Valencia para recabar datos a fin de cometer atentados durante la Copa de América. Una entrevista a Arnaldo Otegi de Jordi Barbeta e Ignacio Orovio en La Vanguardia con el titular central de “El Estado español no tiene que pagar un precio político a ETA ni a nosotros”, no pasa desapercibida en La Moncloa. Ha afirmado el líder de la izquierda abertzale que la independencia solo se puede construir desde vías pacíficas y democráticas; ha dicho que “autonomía, federación…, al final la ciudadanía decide y eso resuelve en conflicto”; ha asegurado querer hacer política en términos democráticos, “estamos manteniendo la misma actitud que el Sinn Fein en Irlanda o el Congreso Nacional Africano en Suráfrica”; “lo deseable sería una posición común de los dos grandes partidos”, ha afirmado en referencia al PSOE y el PP; se ha comprometido a hacer lo que haga falta para mantener el proceso, porque “no hay alternativa”; no ve predispuesto a Rajoy, y quiere creer que Zapatero “tiene convicción”; asegura preferir un lehendakari vasco navarro del

PSOE a un soberanista en Vitoria, ve en una izquierda abertzale en las instituciones garantía de compromiso; ha vuelto de su última visita a Catalunya “con una impresión de fraude y autoengaño colectivo”. Aunque para desmarcarse de Josu Jon Imaz ha dicho que no pretende, como él, cautivar a España, el diario destaca un titular que dice: “Queremos cambiar un tablero de confrontación por otro de seducción”. Le ha preguntado por lo que pasaría si De Juana muere, y ha respondido que “nos situaría en una posición muy delicada”, tiene que ser puesto en libertad. El País afirma que José Luis Rodríguez Zapatero ha visto en esta entrevista “elementos distintos”, no obstante exige a Batasuna un rechazo “creíble, fehaciente y convincente” a la violencia y una muestra de que ETA se dispone a dejar las armas para siempre. Lo que más ha llamado su atención es el tono de desmarque de la violencia, que atraviesa la entrevista. Ha llamado la atención en Moncloa que Otegi diga que “el Gobierno tiene motivos para desconfiar de la interlocución de ETA, como ETA tiene motivos sobrados para desconfiar del Gobierno”. Las declaraciones de Otegi se han realizado tres semanas después de que presentara un plan constitucional de “resolución del conflicto”. El colectivo de presos hace llegar su punto de vista al diario Gara. Asegura que el proceso no avanzará solo porque se cambie la política penitenciara, en relación a Iñaki De Juana y a todos los demás presos. Ese requisito es indispensable, pero solo avanzará si los Gobiernos español y francés impulsan también un acuerdo político sobre el futuro de Euskal Herria. Ese acuerdo debe propiciar a su juicio un marco democrático en el que la independencia y el socialismo puedan ser defendibles y materializables. El colectivo de presos políticos vascos concreta sus exigencias en un proceso que debe estar basado en la autodeterminación, la territorialidad y la amnistía. Entre tanto, Pérez Rubalcaba ha averiguado que las fotos del diario inglés fueron tomadas por los abogados del preso en dos sesiones, de dos días diferentes, y así lo ha hecho saber al Colegio de Abogados para que adopte las medidas pertinentes. El 1 de marzo, Iñaki de Juana Chaos es trasladado al Hospital de Gipuzkoa, en Miramón, en el que una hermana suya es jefa de enfermeras, para que siga el tratamiento que evite su muerte y facilite su recuperación en situación de prisión atenuada. La decisión la ha tomado el ministro Pérez Rubalcaba, una vez recibido del Supremo el fallo y la liquidación de condena del recluso, por “razones legales y humanitarias”. La Guardia Civil detiene en una calle de Andoain a José Angel Lerin, armado con una pistola robada en octubre pasado en Francia, un joven con antecedentes

por ‘kale borroka’, que tiene por jefe del comando Urederra. Detiene luego en una ‘herriko taberna’ de Donostia a Juan Carlos Herrador, con antecedentes también por ‘kale borroka’, a Lorea Irigoien en Huarte-Arakil, en Oion a Endika Zinkunegi, junto a otros presuntos implicados en la reconstrucción del comando Donosti, de Zizurkil y Segura. La Guardia Civil dice haber encontrado en Andoain explosivos y material para confeccionar bombas; dice que entre los objetivos del comando estaba Pedro Luis Miguéliz, Txofo, el confidente que destapó el ‘GAL verde’. Unos días más tarde, afirma haber encontrado en un local propiedad del hermano de José Angel Lerín en Berriozar 170 kilos más de material explosivo. Acusan al comando Donosti de haber recopilado datos sobre cargos del PP en Gipuzkoa, y Carmelo Barrio le pregunta a Zapatero si el proceso con ETA seguirá adelante en caso de que uno de los militantes del PP sea asesinado, sugiriendo que los socialistas están ahora fuera de ese riesgo. Le contesta el líder del grupo socialista en el Congreso que esas insinuaciones le parecen groseras, de mal gusto. La Guardia Civil afirma haber conocido por el jefe del Urederra que Ekaitz Agirre podría estar reorganizando un nuevo comando y tiene interés en subrayar que la reconstrucción del mismo se inició en tiempos de tregua. Dice haber constatado que ETA ha recuperado un tipo de estructura de los setenta, que consiste en enviar una pareja de ‘liberados’ a una zona determinada para que actúen como dinamizadores de grupos legales. Explica la agencia Vasco Press que este modelo estuvo en funcionamiento hasta que a finales de los setenta la dirección de ETA lo consideró contraproducente a efectos de seguridad. Dos veteranos miembros de ETA que iban a bordo de un coche robado se saltan en este final de marzo un control policial en Bergerac, y son detenidos luego en Perigueux. Se trata de Juan Carlos Iurrebaso, miembro del grupo negociador de ETA, y Kepa Mirena Suárez, chofer y guardaespaldas del anterior. De acuerdo a la versión más o menos oficial del Gobierno español, las únicas reuniones oficiales con ETA tienen lugar en la primavera de 2007, a instancias sobre todo de Tony Blair, dando por supuesto que las anteriores, protagonizadas por Eguiguren, lo fueron informales. En el mes de mayo se reúnen los representante del Gobierno español Juan Manuel Gómez Benítez, Javier Moscoso y, según algunas fuentes, Francisco Camacho, y sin Jesús Eguiguren, con el nuevo representante de ETA Francisco Javier López Peña, Thierry, que empieza por pedir la liberación de Iurrebaso y termina con un duro enfrentamiento verbal que supone el final de las negociaciones. Paralelamente, entre el 21 y 24 de mayo tienen lugar las últimas reuniones de Jesús Eguiguren y

Rodolfo Ares con Arnaldo Otegi en Ginebra. El Tribunal Supremo ha denegado a mediados de mayo la inscripción en el Registro de Partidos a Abertzale Sozialista Batasuna, al considerarla sucesora de Batasuna. Al no contar con siglas propias, la izquierda abertzale pide el voto en las elecciones municipales y forales del 27 de mayo para la sigla histórica Acción Nacionalista Vasca. Se impugnan parte de las listas –123 sobre 256 presentadas–, se toleran otras, sin criterios claros ni para lo uno ni para la otro. ANV obtiene 94.253, 73.456 en la Comunidad Autónoma Vasca y 20.690 en la Foral de Navarra. Gana en 31 municipios de los 97 en que ha podido presentarse y obtiene representación en otros 62. Atribuyéndose todos los votos declarados nulos, reclama como propios 92.000 votos más y afirma ser la fuerza mayoritaria en un total de 55 alcaldías. En el Parlamento de Navarra, los votos nulos alcanzan a 18.285, que la formación reivindica como propios y suponen dos diputados electos. ETA anuncia el 5 de junio que da por finalizado el alto el fuego permanente y la medida entra en vigor a partir del 6 de junio, al observar que “no se dan las condiciones mínimas para seguir con un proceso de negociación” y que el Gobierno de Zapatero “ha respondido al parón de las acciones armadas, con detenciones, torturas y persecuciones”. El comunicado de ETA ataca al Gobierno de Zapatero, ataca al PNV, tacha de antidemocráticas las últimas elecciones. Los servicios antiterroristas habían alertado de que ETA se preparaba para atentar de nuevo, ha comenzado el envío de una nueva remesa de cartas de petición de impuesto revolucionario. La Guardia Civil, alertada por unos trabajadores que han observado una extraña maniobra, encuentra en Ayamonte el 21 de junio un coche cargado con 130 kilos de material explosivo, que ha sido abandonado precipitadamente en la A-49 por sus ocupantes al ver un control conjunto lusoespañol. Se interpreta como la confirmación de que ETA tiene lista una campaña de atentados. El director general de la Policía y la Guardia Civil explica que el coche llevaba en bolsas separadas unos 115 kilos de nitrato de amonio, otros quince de polvo de aluminio, diez temporizadores, ocho detonadores, un emisor, cordón detonante, un manual en euskera para la fabricación de varios tipos de bombas, alguna documentación y tres maletas con ropa y efectos personales. Contenía por tanto material para el montaje de al menos ocho bombas, suficiente para una campaña de un comando, posiblemente itinerante. El 10 de julio detienen en Santander a Aritz Arginzoniz y dicen haberle encontrado información sobre tres posibles objetivos: el ferry que une Santander con Plymouth, los juzgados y la plaza Porticada. La Policía sospecha que estaba a la espera de recibir el material explosivo. En esta misma fecha, la Policía ha

descabezado lo que el ministro del Interior califica del ‘núcleo dinamizador’ de la ‘kale borroka’ en Araba en los últimos tres años. Detienen el 26 de julio a Juan Cruz Maiza y a dos compañeros en Rodez, Aveyron, sureste francés, y Pérez Rubalcaba asegura que supone una fuerte pérdida para ETA. Se trataría de la cabeza del aparato logístico y de uno de los tenidos por integrantes de la ‘guardia pretoriana’ de Josu Ternera. La casa que Maiza había alquilado pertenecía a un gendarme, que sospechó del comportamiento de sus tres inquilinos y desató la operación cuando dos de ellos salían con bolsas de mano de la vivienda que venían controlando y se temió que fueran a huir los tres. La Policía española no duda en afirmar que se trata del golpe más importante contra ETA desde la caída el 3 de octubre de 2004 del aparato político, con la detención de Mikel Albizu y Soledad Iparragirre. Tres días más tarde, el Ministerio del Interior español lanza una operación de ‘Se busca’, fija carteles con las fotos de Aitzol Etxaburu, Ander Mugika, Eneko Zarrabeitia, Joseba Olza, Leire López y Saioa Sánchez. El 24 de agosto, un potente coche-bomba explosiona frente al cuartel de la Guardia Civil en Durango; un miembro del comando lo ha dejado al pie del muro del cuartel, ha activado un dispositivo, se ha montado en otro coche y ha huido. La explosión provoca heridas no graves a dos agentes y cuantiosos daños. Hablan los medios de comunicación de que ETA ha consumado así la ruptura de la tregua, tras setenta días y cuatro intentos frustrados. Dos días más tarde, ETA provoca en Castellón la explosión de un coche-bomba listo para ser utilizado, cuando observa que ha despertado la curiosidad de unos campistas. El 9 de septiembre, es la Delegación del Ministerio de Defensa en Logroño el objetivo de otro coche-bomba, que no estalla por fallo en el mecanismo. El 25 de este mes, una bomba hace explosión junto a la comisaría de la Ertzaintza de Zarautz, que provoca daños también en las casa vecinas; el consejero Balza la atribuye a ETA, y no a la ‘kale borroka’. Han detenido en Cahors, a media distancia entre Toulouse y Burdeos, a cuatro miembros de ETA que tenían casi listas dos potentes bombas, y el presidente del PP Mariano Rajoy recuerda que en la lucha contra ETA no bastan los discursos o declaraciones más o menos elocuentes y ni siquiera los éxitos policiales, que lo que hay que hacer es combatir al “brazo político de la banda a través de la ilegalización de Acción Nacionalista Vasca”. Para eso, el Gobierno puede contar con el apoyo incondicional de su partido. El portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, dice por su parte que esas detenciones deben ser vistas “como una señal de que el ciclo político de ETA está agotado, aun cuando el ciclo militar, que practica la violencia, puede seguir dándonos

sustos y provocando desgracias”. La Policía francesa en Iparralde, y la Policía Nacional y la Ertzaintza en Hegoalde –en Baiona, Uribe Kosta, Bilbo, Donostia, Hernani, Azkoitia, Segura– multiplican las detenciones de jóvenes buscados por su presunta participación en la ‘kale borroka’ a finales de septiembre y a lo largo de todo el mes de octubre, como si tratara de evitar su incorporación a comandos de ETA. La ofensiva jurídico-policial se concreta el 30 de noviembre de 2007 en la detención ordenada por la Audiencia Nacional de un total de 46 procesados en el sumario 18/98 seguido contra Orain S.A., Xaki, Egin, KAS, Ekin y la Fundación Joxemi Zumalabe, acusados de constituir el entorno de ETA. Se cursan y adelantan las órdenes de arresto ante el “elevado riesgo de fuga” y la inminencia de la notificación de la sentencia, que podría hacerse pública el próximo 10 de diciembre. Las órdenes de la Audiencia Nacional se han traducido en una enorme operación en la que participan varios cuerpos policiales y se desarrolla desde primera hora de la mañana con retenes en los domicilios, a la espera de que llegue la orden de detención. El fiscal Enrique Molina les ha acusado en su alegato final de “camuflar durante años” la actividad de ETA bajo un “manto de legalidad”. A media mañana comienzan a conocerse los nombres de los primeros detenidos: Elena Beloki, en Hernani y Alberto Frías Gil, en la sede del grupo ecologista Eguzki, en Vitoria. A partir de ese momento y a cuentagotas, Txema Matanzas, Jesús María Zalakain, Xabier Salutregi, Javier Balanzategi, José María Olarra, Mikel Korta, Iñaki O’Shea, Juan Mari Mendizabal, José Luis García, Iker Casanova, Natale Landa, Manuel Intxauspe, Olatz Egiguren, Mario Zubiaga, Ruben Nieto, Xabier Alegria, Patxi Gundin, Pablo Gorostiaga, Josean Etxeberria, Juan Pablo Diéguez, Sabino Ormazabal, Isidro Murga, Teresa Toda y Xabier Otero. La Ertzaintza refuerza las plantillas ante la previsión de incidentes y sabotajes. Sin tiempo a digerir esta operación, se conoce que tres supuestos militantes de ETA han dado muerte a un guardia civil y han herido gravemente a otro en Capbreton, que fallece luego en el hospital. El Ministerio de Interior español dice que participaban en un dispositivo de vigilancia junto a policías franceses y que el encuentro ha sido fortuito. Los sospechosos, dos hombres y una mujer, han huido en un coche que han abandonado luego, se han hecho a punta de pistola con otro, se ha encontrado en el primero una sustancia que se usa para fabricar bombas. En una breve declaración en el Palacio de La Moncloa, sostiene Zapatero que “los terroristas jamás conseguirán nada con la violencia”, que “tantos atentados solo llevan el dolor de sus víctimas y la inevitable derrota de

quienes los cometen”. Fuentes de la investigación han explicado a la agencia Vasco Press que los agentes acudieron a una cafetería próxima del centro comercial Leclerc de Capbreton y se sentaron en una mesa contigua a la que ocupaban los tres etarras. Los guardias civiles tomaron su consumición y en ningún momento intercambiaron palabra con ellos. Los presuntos etarras debieron escuchar algo que les hizo sospechar que pertenecían a cuerpos policiales. A las 9.30 de la mañana, después de desayunar, Raúl Centeno y Fernando Trapero salieron de la cafetería y se dirigieron a su vehículo, un Peugeot 405 con placas francesas que tenían estacionado a corta distancia del bar. Los tres presuntos miembros de ETA les siguieron y, cuando los agentes estaban ya dentro de su automóvil, se encararon abiertamente con ellos. Una persona que pasaba por la zona vio a dos hombres y una mujer junto al vehículo y escuchó a uno de ellos dar voces en español, que parecían insultos, aunque el testigo no conoce el castellano y por tanto no pudo explicar su significado. Lo que sí vio es que uno de los dos hombres se introducía en la parte trasera del automóvil para examinarlo. La explicación que se da a esta escena en medios de la lucha antiterrorista es que los etarras sospecharon en la cafetería que los dos hombres eran agentes policiales, los siguieron y los abordaron a mano armada para confirmar sus sospechas, llegando incluso a entrar en el coche para registrar las pertenencias de los guardias o para cachearlos. Y después de eso les dispararon a bocajarro. La prensa española hace suya la versión de la Audiencia Nacional del macrosumario 18/98. Dice El País, sirviéndose de las palabras de la presidenta del tribunal de la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, que “KAS era parte de las entrañas de ETA, y Ekin, su corazón”. Asegura el diario que la condena a 47 integrantes o colaboradores de la banda terrorista desmonta sus aparatos político, internacional, financiero, mediático y de desobediencia civil. De los 47 condenados, once lo han sido por integración en organización terrorista en calidad de dirigentes; veinte lo son por pertenencia a banda armada: catorce por colaboración con banda armada; dos, por insolvencia punible con fines terroristas. Cuenta el periódico que los condenados han escenificado un altercado, “perfectamente coordinado y planificado” en el momento en que Ángela Murillo iba a iniciar la lectura del fallo. “No aceptamos esta sentencia, esto es un juicio político” han gritado, y luego han sido desalojados de la sala. Abc le dedica su editorial, “ETA sin disfraces”, habla de sentencia contundente contra el entramado de frentes tejido por ETA, destaca que no es gracias al PSOE como se ha llegado a esta situación. Dice el editorialista que mientras el

PP, las fuerzas de seguridad, jueces y fiscales desentrañaban la trama, “el Gobierno socialista se entretenía en negociaciones con los colegas de los que se sentaban en el banquillo; urdía excusas para liberar a De Juana Chaos; mutilaba la ley de Partidos Políticos frente a ANV y blindaba judicialmente a Arnaldo Otegi”. Al Abc le parece destacable que Otegi recibiera de KAS/ETA un sueldo y dinero para todo tipo de gastos, pero no concreta su cuantía. A El Periódico de Catalunya la sentencia le merece el adjetivo de histórica; dice que un proceso de estas características hubiera sido intolerable en un Estado democrático, si no fuera porque se está ante la realidad probada de “que los comandos de ETA necesitan de un entorno para desarrollar su siniestra labor”. Considera probado en los 1.185 folios de la sentencia que KAS dirigía la “lucha de clases complementaria a la lucha armada”, que Xaki es “el aparato de relaciones internacionales” de la organización terrorista y que el diario Egin era un “instrumento de coacción”. A su juicio, la decisión de la Audiencia Nacional reafirma la línea dura del Estado frente a ETA, que tan buenos resultados dio, en el plano político, a los últimos gobiernos de Aznar, y demuestra que, “pese al fallido intento del presidente Rodríguez Zapatero de buscar un final dialogado del terrorismo, el Estado de derecho no ha dejado de funcionar” Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, que viene dedicando su vida profesional a desenmascarar el “terrorismo nacionalista” del Norte de Irlanda y de Euskadi, se pregunta en la Tres de Abc si son compatibles el diálogo con ETA y su derrota. La experiencia acumulada le lleva a sostener que el denominado ‘final dialogado’ de la violencia no representa un eficaz instrumento para obtener la deseada y posible derrota del terrorismo etarra. Opina él que la derrota de ETA debe excluir cualquier legitimación de la violencia como la que supone el reconocimiento del terrorista como interlocutor político. La derrota de la banda exige a su juicio la desaparición de los asesinatos, pero también la erradicación de su influencia política y social. En este comienzo de 2008, son muchos ya los que dan por descontada la derrota de ETA, los que empiezan ya a pensar en cómo derrotar sus banderas políticas, y en cómo cobrarle al presidente Rodríguez Zapatero su fracasada operación de diálogo con ETA y la izquierda abertzale. El director de El Mundo, Pedro J, Ramírez, entrevista al presidente español sin límites de tiempo ni de temas durante varios días. Le reconoce que hablaron de política con ETA pero no le hicieron concesión política alguna. Recuerda que, como líder de la oposición, hizo el Pacto Antiterrorista, el Pacto de la Justicia, la renovación del CGPJ, del Constitucional con los nombres que quería el PP, pero, desde la

oposición, los populares no han arrimado el hombro, solo esperaban a que todo saliera mal para pasar la factura. Opina que con ETA ha quedado demostrado, “como dice Tony Blair”, que si es difícil hacerse terrorista, es mucho más difícil dejar de serlo. Asume para sí toda la responsabilidad de las conversaciones, pero tiene mucho interés en subrayar que ha existido una presión y un consejo internacional para no dejar de hablar con ETA. “Mi principio ético era agotar hasta el último suspiro para evitar que hubiera más víctimas. Tuvimos un número elevado de reuniones que nunca he negado. Que se habló de política... ¿Pero cedimos algo en política? No. Yo busqué la paz con ETA pero a la vez preparaba la confrontación”. Le pregunta Pedro J. si autorizó los contactos de Eguiguren con ETA y con Batasuna antes de llegar al poder, y responde: “Absolutamente no. Y además creo que el compañero Eguiguren no tuvo ningún contacto político. Tenía algún contacto por cercanía personal, no de trascendencia política”. El 6 de enero la Guardia Civil detiene en Arrasate a Igor Portu y Mattin Sarasola y les acusa de ser los autores de la colocación del coche-bomba en la T4 de Barajas. Cinco días más tarde, el juez Fernando Grande-Marlaska aprecia la existencia de coincidencias en los relatos de malos tratos que han realizado, uno en Donostia y el otro en Madrid. Igor Portu ha contado que los agentes le metieron la cabeza en un río, ha contado Sarasola que antes de ser llevado a calabozos fue trasladado y golpeado en una pista forestal. El juez recuerda que Portu también habló de un paraje de esas características, y en el momento inmediatamente posterior a la detención. El auto del juez aprecia algunas discrepancias: Igor afirma que escuchó un disparo, y entendió que era una simulación de ejecución en la persona de Mattin, y este ha dicho que le colocaron una pistola en la sien, pero no le dispararon. Igor Portu ha sostenido ante el juez que investiga el origen de sus lesiones –una costilla rota, neumotórax y múltiples hematomas– que le dieron puñetazos y tortazos, y le sumergieron la cabeza en un río. Ha asegurado que los malos tratos empezaron cincuenta minutos después del arresto, que fue pacífico. Esta versión ha sido avalada por el único testigo de los hechos, de quien la prensa española desvela que se trata de un familiar del preso de ETA Jesús María Zabarte. En la versión oficial, las lesiones se produjeron en la detención, porque se resistieron, y el ministro Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dice que las heridas eran consecuencia de la “sujeción y retención” a la que fue sometido Portu, que trataba de huir. Se conoce el 21 de enero la condena del Tribunal Supremo al expresidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa y a los exmiembros de la Mesa de esta

Cámara, Kontxi Bilbao y Gorka Knörr, por un delito de desobediencia a la autoridad judicial al no haber accedido a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, tras su ilegalización. Llega la noticia el 24 de que ha muerto a manos de un atracador en Cabo Verde, donde había sido deportado en 1985, el exmilitante de ETA Endika Iztueta; todavía quedan allí cuatro exmilitantes más. Enero es prodigo en detenciones de jóvenes a los que se implica en acciones de ‘kale borroka’. Recuerda el president Pujol en sus Memorias que el presidente Calvo Sotelo recibió presiones para ocupar militarmente el País Vasco; recuerda que entonces la actividad de ETA era frenética. Titula El País en febrero que Garzón asfixia al entorno de ETA, al suspender toda actividad de ANV y PCTV, cortar las subvenciones, cerrar sus sedes y congelar sus cuentas. No podrán presentarse a las elecciones. Aunque se venía anunciando desde hace tres meses, es el 7 de febrero cuando el juez suspende por tres años, prorrogables a cinco, las actividades del Partido Comunista de las Tierras Vascas y de Acción Nacionalista Vasca, impidiendo de esa forma que pueda concurrir a las elecciones generales del 9 de marzo. Garzón acumula en un único sumario los tres procesos que instruye sobre el “entorno proetarra”: el relativo a la detención de la nueva Mesa Nacional de Batasuna, el de PCTV y el de ANV. El caso se ha convertido así en un nuevo macroproceso en el que hay 52 imputados, 38 de ellos por pertenencia o integración en banda terrorista y los 14 restantes, por colaboración con banda armada. El corresponsal de El Correo en Londres, Iñigo Gurruchaga, ha estado presente en una conferencia sobre las batallas de Duque de Wellington en la guerra de la Independencia pronunciada por Andrés Cassinello; le ha oído decir que: “si tras la muerte de Franco llegamos a acuerdos, ¿por qué ahora no?”; le ha escuchado descartar la independencia de Euskadi porque requeriría reformar la Constitución y que se votara en toda España. Ha dicho sobre ETA que puede abandonarlo todo, o convertirse en una banda mafiosa. Se ha negado a responder a la pregunta de si el GAL cambió la política de asilo de Francia, pero no ha tenido inconveniente en explicar que las infiltraciones las tiene que autorizar un juez, “y si lo autoriza, no hay problema”. Escribe José Luis Zubizarreta, el exasesor del lehendakari Ardanza sobre la izquierda abertzale, a la que ve en “Fin de etapa”, tras los autos dictados por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, suspendiendo la primera, por la vía del Código Penal, las actividades de ANV y EHAK, y prohibiendo el segundo, en aplicación de la Ley de Partidos, la presentación de candidaturas electorales por parte de esas mismas organizaciones políticas. Con estos autos, entiende que la provisionalidad

anterior ha llegado a su fin, resulta verosímil plantearse un próximo futuro sin izquierda abertzale, se está ante el final de una etapa. Entiende también que quienes más van a resistirse a dar por cerrada la vieja etapa y a acomodarse a la nueva serán, sin duda, los partidos que hoy representan en Euskadi al nacionalismo democrático o institucional: “se les nota incluso en el lenguaje que emplean”. Le parece que, “ofuscados por intereses electorales de muy corto plazo”, miran aún de reojo al caladero de votos que se les abre con la ausencia de la izquierda abertzale. Zubizarreta parece convencido de que pronto se darán cuenta de que poco van a pescar ahí y entonces comenzarán a percatarse de que “su eventual crecimiento está en esa nueva corriente ciudadana que se ha creado y que, en vez de esforzarse inútilmente por parar, mejor haría en tratar de encauzar y liderar”. El 6 de marzo, ETA mata a tiros en el portal de su casa a Isaías Carrasco, un exedil del PSE-PSOE en Mondragón. La conmoción, la indignación, es enorme, y se interpreta en los medios de comunicación como un ataque directo al presidente Rodríguez Zapatero y a sus movimientos pacificadores. Dos semanas más tarde, tras un previo aviso que permite el desalojo de las viviendas, ETA explosiona un coche-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra. Eugenio Etxebeste, firmando como Antton, ‘militante independentista vasco’, aparece en escena para defender en Gara la abstención como el voto útil para Euskal Herria en las circunstancias de excepción que se viven: “el voto de quienes ponemos la mirada más allá del 9-M, de quienes aspiramos a un amanecer trasnochado por el diálogo, la negociación y el acuerdo”. Asegura La Vanguardia que ETA está alentando entre sus presos la línea dura para impedir deserciones; asegura que ha enviado a las cárceles un boletín, Ekia, con amenazas al PNV, ELA y Aralar, en el que dice que “por orden de arriba”, la defensa legal de los presos es única, sea cual sea la acusación; en el que carga de manera especialmente dura contra el líder de Aralar, Patxi Zabaleta, y contra NaBai. El Comité Nacional de ELA hace una declaración en Aberri Eguna en la que constata una falta de entusiasmo en las bases del movimiento abertzale y asume la parte de responsabilidad que pueda corresponderle en ello. La expresión más visible es, a su entender, la manera como los Estados español y francés acentúan sus “perfiles centralizadores, antidemocráticos y represivos”. Ve a las principales referencias estratégicas del mundo abertzale amortizadas, ve en la decisión de ETA de romper el alto el fuego socavación de la convivencia y estímulo de valores opuestos a lo que necesita el proceso nacional. Opina ELA que “el reciente asesinato de un militante socialista en Arrasate, además de una

tragedia humana y social inaceptable, es una muestra fehaciente del yermo político al que este pueblo no puede estar por más tiempo condenado”. Considera que el proceso de conversaciones frustrado debería aprovecharse para sacar dos conclusiones: asumir que el PSOE y el PP no van a abordar una revisión del sistema constitucional y que no se puede simultanear la finalización de la dinámica armada y la resolución del conflicto. Tampoco la propuesta de Ibarretxe le parece amortizada. ELA sigue apostando por la consulta, cree que un proceso soberanista es más robusto si goza también de una proyección institucional, pero le parece evidente que el lehendakari no busca fortalecer las alianzas sociales y políticas que le permitirían confrontar con un Estado hostil ese ejercicio. Cree ELA que tanto la estrategia armada como la neo-estatutistaantisocial provocan en el plano político una polarización estéril, y en el plano social, una gran desmovilización de las bases populares del nacionalismo. Considera urgente por eso alcanzar acuerdos básicos en relación con el proceso nacional, con la Declaración de Lizarra-Garazi, que cumple ahora diez años, de referencia estratégica. Luis R. Aizpeolea, que ha seguido de cerca para El País los encuentros entre ETA y el Gobierno, y entre el PSOE y la izquierda abertzale, entrevista a Jesús Eguiguren y recoge como gran titular que “ETA abandonó el proceso porque creyó que era una rendición a bajo coste”. A juicio del presidente de PSE-PSOE, ETA dio marcha atrás en dejar las armas antes de la primera reunión. “Algunos dicen que fuimos ingenuos”, afirma Eguiguren, pero él cree que se intentó un logro histórico, que el Gobierno llegó al borde del precipicio para intentar salvar el proceso, y que se hizo “para no tener que llevar más féretros”. Jesús Eguiguren asegura, como Zapatero, que Tony Blair y Gerry Adams pidieron al Gobierno que escuchara a ETA tras el atentado de la T-4, y el Gobierno lo hizo. Como Zapatero, cree que las conversaciones han servido para que los abertzales de Batasuna comprobaran que era ETA la que no quería un final dialogado de la violencia. No ha perdido la esperanza el presidente del PSE. Cree saber que ETA ha perdido la batalla, está convencido de que se verá su final en la presente legislatura. Lo dice a primeros de abril del 2008. En otro orden de cosas, afirma que el PSE ofrece un pacto al PNV para los próximos meses, a cambio de que Ibarretxe no siga con su plan y su consulta. Explica que “el PNV habla de los pactos de Loyola. Pueden tratarse en el Parlamento, porque están dentro de la Constitución, algo muy distinto del plan Ibarretxe. Pero hasta que cese la violencia no debe haber reforma estatutaria”. No se parece este planteamiento al que el propio periodista recoge el 7 de abril del presidente Zapatero, cuando

plantea un ciclo largo para la lucha contra ETA, cuando pide al PP que le acompañe en ese tránsito. Afirma Luis R. Aizpeolea en El País que “Zapatero ofrecerá un acuerdo contra el terrorismo que excluye el diálogo con ETA”, un acuerdo con el mayor apoyo posible. Ésa es la idea que pretende trasladar a todos los partidos en el discurso que pronunciará en el debate de investidura que comienza mañana, 8 de abril, en el Congreso. El editorial de El Mundo sostiene que “Solo el maximalismo de ETA sacó al Gobierno del precipicio”, y desvela que hizo una oferta de contenido político a ETA después del atentado de la T-4, que suponía la integración parcial de Navarra y el País Vasco. El Mundo afirma que Zapatero le dijo la verdad a su director cuando aseguró que se había hablado de política con ETA, pero “no hemos hecho ninguna concesión”. Le faltó añadir, según el periódico, que fue porque ETA no quiso. Se trataba, a decir del editorialista, de una hoja de ruta para una integración del “País vasco y Navarra” a largo plazo y siguiendo unos pasos intermedios, pero en todo caso se trataba de un precio político, así fuera de coste bajo. Aguarda al debate de investidura para que aclare si cree justificado pagar el silencio de las armas de ETA con concesiones políticas como la del futuro de Navarra. La Policía francesa ha detenido en Hendaia a la exintegrante de la Mesa Nacional Haizpea Abrisketa el 8 de marzo, pero antes ha sido entrevistada por la periodista suiza Silvia Cattori y han abordado los motivos por los que fracasó el diálogo con Zapatero. En su versión, el objetivo de Batasuna para las conversaciones de 2006 y 2007, siguiendo el método irlandés, era el de llegar a un acuerdo resolutivo que hubiera traído la superación del carácter violento del conflicto. Pero el PSOE, que negociaba por el Gobierno, y el PNV, que se puso de su lado, no quería entrar en materia sobre las causas políticas y las condiciones que permitieran reconocer los derechos de los vascos y el respeto de estos. El PSOE no llega a distanciarse de la teoría que mantenía el PP, para el que no existe un conflicto político y la cuestión vasca debe solucionarse por la vía policial y judicial. Tras dos meses de encuentros se llega a un proyecto de acuerdo, pero rápidamente se ve que no había voluntad de consumarlo. “El PSOE y el PNV no quieren entrar en materia sobre las raíces del conflicto y abandonan la mesa de negociaciones”, sostiene Abrisketa. Para Ramón Zallo, a quien Mikel Asurmendi entrevista en Argia, el documento de Loiola sigue siendo válido para el medio plazo. Según sus informaciones, el borrador de proyecto era interesante, pero luego ETA debió introducir algunas modificaciones, pero eso “no lo sabremos nunca con seguridad”. Natalia Junquera entrevista a mediados de mayo al teniente general Andrés

Cassinello. “Algunas cosas es mejor que no se sepan nunca”, le dice, en relación al GAL, al 23-F, a los secretos de la Transición y del final del franquismo. Ha concedido muy pocas entrevistas a lo largo de su vida. En una de las últimas, en 1984, a la pregunta de si era jefe de los GAL, como apuntaban muchos, contestó al periodista: “Fíjate si fuera verdad y tú lo hubieras descubierto. Tu vida valdría solo dos pesetas”. Veinticuatro años después, se resiste todavía a perder aquella reputación: “No se lo dije a Garzón, estaría feo hablar ahora”. Le pregunta la periodista por ETA y su evolución, y contesta: “En los ochenta cometía cerca de cien asesinatos por año. Yo estaba destinado en el País Vasco con el general Santamaría y un par de veces por semana tenía que despertarle para decirle que habían matado a otro. Sobre la ETA actual no me gusta hablar porque antes yo sabía y ahora no sé”. Le pregunta sobre la oportunidad de la negociación, y contesta: “Sospecho que siempre hay algún secreto que no se debe contar. Toda la vida se ha hablado con ETA, unos y otros, porque me parecería absurdo que no se hiciera. Es una obligación. La paz hay que buscarla siempre, no a cualquier precio, pero hay que buscarla. Había por ahí un folleto muy curioso de las guerras carlistas que explicaba que lo habían probado todo: a encarcelarlos, a amnistiarlos, a mantener sus graduaciones militares y esto sigue, decía. Hay que seguir probando”. Le recuerda la entrevistadora que en 1985, en un Congreso de Sociología Militar, dijo que prefería la guerra a la independencia en el País Vasco, y responde: “Creo que no habrá ni la independencia ni la guerra”. En la madrugada del 13 de mayo, ETA coloca un potente coche-bomba junto a la casa cuartel de Legutiano, mata a un agente que se encuentra en la garita y hiere a otros cuatro. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo califica de especialmente malvado, con intención de producir una masacre, en un edificio en el que viven 29 personas, cinco niños entre ellas. Las Fuerzas de Seguridad creen que ha sido obra del ‘comando Vizcaya’, tras analizar la forma de actuar y la ruta seguida en su huida. Al igual que ocurrió el 24 de agosto, en el atentado contra la casa cuartel de Durango, han activado un temporizador con escaso margen para huir, apenas un minuto. La Policía atribuye a este comando, integrado por los ‘liberados’ Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, entre otras acciones, la del coche-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra en marzo. Según los expertos, Martitegi y Goikoetxea formarían el grupo estable, aunque contarían también con al menos dos grupos de apoyo de colaboradores legales. El consejero de Interior Javier Balza ha confirmado esta hipótesis, ha recordado que la forma de actuar en este atentado es en efecto similar a los perpetrados en Durango y Calahorra. Según Balza, para cometerlos

se requiere “una infraestructura bastante potente de legales, que sirva de base a los liberados y que va a costar desarticular”. Solo seis días después de acabar con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel en la casa cuartel de Legutiano, ETA hace estallar, previo aviso, una furgoneta-bomba junto al Club Marítimo del Abra en Las Arenas-Getxo, que provoca daños importantes, pero no heridos. Se da la circunstancia, desconocida con seguridad por sus autores, de que la furgoneta robada para cargar el explosivo pertenece a uno de los hombres de ETA más conocidos del Proceso de Burgos de diciembre de 1970. La Guardia Civil dice haber desarticulado el ‘comando Vizcaya’, en la madrugada del 21 de julio, con la detención de nueve personas, entre ellas un ‘liberado’, tras una operación que se desarrolla en Bilbo, Getxo, Elorrio, Fuengirola y Pontevedra. No descarta que le sigan más detenciones, y reconoce que algunos de los buscados podrían haber escapado. El ‘liberado’ en cuestión es Arkaitz Goikoetxea, considerado responsable del comando. A su detención ha acudido personalmente el juez Baltasar Garzón. Según fuentes policiales, venían siendo controlados desde hace quince días, y la mayor parte de ellos habrían sido identificados por el coche de huida del atentado de Legutiano. Se trata del grupo más activo desde la ruptura del alto el fuego; se le atribuyen la mayoría de los atentados cometidos durante el último año, entre ellos, la bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano, contra el cuartel de la Guardia Civil en Durango, los juzgados de Getxo y Sestao, las sedes socialistas de Bilbao La Vieja y Balmaseda, y contra la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz y el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra. También se le atribuye el ataque contra la rotativa del diario El Correo en Zamudio del pasado mes de junio, que causó importantes daños materiales. Un coche-bomba con 100 kilos de explosivo estalla sin previo aviso a las 4:30 de la madrugada frente a la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa, el 20 de septiembre, y otro, a medianoche, frente a la sede de Caja Vital de Vitoria, en este caso, después de anunciarlo. El consejero Javier Balza asegura que la intención de ETA en Ondarroa era la de causar víctimas; explica que, tras dejar aparcado el coche con el maletero abierto para aumentar la onda expansiva de la bomba, los etarras han arrojado dos cócteles molotov contra la comisaría para provocar la salida de los ertzainas, que sí han salido, pero por la puerta de atrás. La fachada del edificio presenta tres grandes boquetes, han quedado restos de coches en un radio de 400 metros, y numerosas viviendas y comercios de las inmediaciones han sido afectadas por la bomba. Dice Interior que estaban alertados de la posibilidad de un atentado desde el pasado mes de julio, cuando se desarticuló el ‘comando Vizcaya’. Por otra parte,

la nueva sede central de Caja Vital Kutxa, inaugurada hace un año por los Príncipes de Asturias y el lehendakari Ibarretxe, ha sufrido importantes destrozos tras un ataque. El diario Abc abre su primera página del 23 de septiembre del 2008 con un titular escandaloso: “Ternera busca forzar otro ‘proceso’ con la peor ofensiva etarra en años”. Se acompaña de una foto del cráter que ha dejado el cochebomba, cargado con 100 kilos de explosivos, que ha explosionado frente al Patronato Militar de Santoña, y que ha matado al brigada Luis Conde. El periódico ve en este atentado, y en los anteriores coches-bomba en Gasteiz y frente al cuartel de la Ertzaintza de Ondarroa, el “manual de Josu Ternera”, la acumulación de fuerzas previa a sentarse de nuevo a negociar; ve las mismas pretensiones de matanza que precedieron a las conversaciones de Argel. Le han dicho los expertos policiales al periodista J.Pagola que, una vez que ETA anunció en junio de 2007 la ruptura de la tregua, el “mal llamado conflicto” entró en el “intercambio de golpes”; el Ejecutivo reactivó el acoso jurídicopolicial al brazo político y la “banda” declaró abiertos todos sus frentes, con supremacía de la lucha armada sobre la política. Esto explicaría la espiral de violencia de los últimos días y los intentos de masacres en las casas-cuartel de Durango, Calahorra o Legutiano, que no acabaron como ETA pretendía por la inexperiencia de “los pistoleros de última generación” y la eficacia preventiva de las Fuerzas de Seguridad. Los expertos asesores de Pagola ven también en esta escalada un intento de sofocar la creciente rebelión de los presos de ETA que piden el abandono de las armas, además de una manera de elevar la moral de su tropa en vísperas del ‘Gudari eguna’. No coincide esta versión con la de José Luis Barbería, cuando escribe a primeros de noviembre que hay una fractura en ETA y que su dirección ha suspendido de militancia a su último representante en las negociaciones con el Gobierno, Francisco Javier López Peña, Thierry. Citando fuentes de los servicios de información policiales, asegura que Thierry y Ainhoa Ozaeta se encuentran suspendidos de militancia. Ambos fueron detenidos el 20 de mayo pasado en Burdeos, en la misma operación policial en la que fueron arrestados Jon Salaberria e Igor Suberbiola, miembros igualmente del aparato político. La división tendría reflejo asimismo en “las desmoralizadas filas” de Batasuna y se manifestaría, según el periodista, en la promoción de dinámicas y proyectos de participación electoral que cuestionan implícitamente el papel de vanguardia dirigente asignado a ETA. La razón por la que Josu Ternera no acudió a la última reunión negociadora sigue siendo un misterio, dice, “envuelto en

conjeturas diversas que van desde su destitución al frente del aparato político hasta la reaparición de la enfermedad cancerígena que padeció en el pasado y de la que se le suponía curado”. La versión de Barbería coincide con la de Pagola en Abc en que en este contexto ETA habría apostado por el terrorismo a lo grande, por la máxima conmoción política y social, por ahondar en la depuración de los no nacionalistas, silenciar a sus críticos, dejar que el miedo campee en Euskadi y fuera de Euskadi. ETA no anda sobrada de dinero, dicen los expertos policiales, y tal vez eso explique otro de los atentados más cuestionados por su propia base, el que acaba con la vida del constructor Iñaxio Uria en Azpeitia: en él coinciden que no paga el impuesto revolucionario y es uno de los constructores de la “Y” vasca del Tren de Alta Velocidad. ETA despide el año con un atentado de gran carga simbólica y propagandística contra la sede central de EiTB en Bilbo. Lo anuncia con antelación suficiente para el desalojo; los destrozos son espectaculares pero no graves. El recuerdo de la T-4 es inevitable.

COMIENZA EL FIN DE LA HISTORIA DE ETA Para celebrar su décimo aniversario, Gara organiza el 17 de enero del 2009 un acto público en la sala Ganbara de Donostia. Carmen Lira, directora del diario La Jornada de México, la periodista italiana Giuliana Sgrena y el analista político del propio diario, Iñaki Iriondo, entrevistan a Arnaldo Otegi, al que presenta como un referente político, más allá de su labor como dirigente de la izquierda abertzale y “más allá de nuestras fronteras”, como se habría puesto de manifiesto durante el último proceso de negociación, según el periódico. La decisión de organizar este fórum llega en un momento de interés político e informativo evidente, con Arnaldo Otegi y la izquierda abertzale como uno de sus claros protagonistas, escribe Gara. El líder de la izquierda abertzale es entrevistado por los tres veteranos periodistas ante cientos de personas, en un acto poco habitual, con una puesta en escena de evidente interés promocional del personaje y del papel que está jugando. Se reconoce como argumento central de su intervención que a la izquierda abertzale le conviene llevar la confrontación al terreno político, donde los argumentos del Estado son más débiles. Ha rehuido pronunciarse expresamente contra la lucha armada, pero de su argumentario no es difícil deducirlo. Son otros tiempos, hay que excluir los viejos modos, que en definitiva solo benefician al enemigo y perjudican la causa propia, es la conclusión buscada. No ha pasado una semana, cuando el juez Baltasar Garzón manda detener a diez personas a las que acusa de tratar de recomponer la dirección de la ilegalizada Batasuna. La mayoría de los miembros de la anterior Mesa Nacional han sido detenidos en octubre pasado, y el acoso sigue, esta vez contra las que considera ‘listas blancas de ETA’, contra la plataforma electoral ’Democracia 3 Millones (D3M)’. Para conmemorar sus 50 años de vida, ETA hace llegar un comunicado y un vídeo a los diarios Gara y Berria, y a diferentes medios de comunicación, con un fondo y forma que invita a pensar en tiempos de balance previo al cierre de actividades. Sostiene que no nació para derrocar a Franco, sino para llevar a Euskal Herria a la libertad, que es el compromiso que sigue manteniendo hoy. Dice estar dispuesta a la paz, pero una Paz con mayúscula, a través del diálogo, la negociación y el consenso político. Es consciente de que se le supone a punto de terminar, pero una organización nacida del pueblo como ETA –asegura– “se reproduce desde el pueblo sin parar, década tras década”. Afirma que en el presente hay dos proyectos sobre la mesa, el del actual ‘statu quo’ de

sometimiento a los Estados y el del “Estado vasco”, y se manifiesta dispuesta a poner ambos en disputa siguiendo reglas de juego democráticas. Si así fuera, sin imposiciones, el pueblo vasco emprendería el camino de la independencia por vías pacíficas y democráticas. Entiende ETA por otra parte que la adhesión a la causa independentista está más enraizada que hace 50 o treinta años y pide unir fuerzas para conseguirla. A tono con el comunicado, Josemari Lorenzo Espinosa escribe en Gara sobre la ‘era de la independencia’, dice que “a los 40 años de su fundación, ETA ha hecho público un comunicado de conmemoración y resumen”, dice no saber lo que pasará con Castro [Fidel], “pero yo creo que la historia, nuestra historia, ha absuelto a ETA”. La Policía francesa ha detenido en Bidarte al ingeniero Pierre Fagant dentro de la investigación de las finanzas de Batasuna. Los agentes han registrado su casa y lo han trasladado posteriormente a comisaría para tomarle declaración. Junto a Fagant, han sido arrestadas otras cuatro personas y, posteriormente, todos ellos han sido puestos en libertad. Pierre Fagant, antiguo ingeniero aeronáutico de la firma Dassault, de 71 años, es un viejo conocido de los servicios antiterroristas españoles y franceses, recuerda El Correo. El 12 de febrero de 1993 fue detenido por la Policía del Aire y de Fronteras, que localizó en una construcción subterránea de su vivienda una fábrica de armas de ETA donde había montado cientos de subfusiles y tenía material para preparar varios miles más. A raíz de aquella detención fue condenado a diez años de cárcel por asociación de malhechores. El 16 de febrero de 2001 recuperó la libertad, aunque lo que no recuperó fue la casa con el zulo, ya que fue subastada y vendida. No están ausentes las detenciones en febrero, que siguen siendo numerosas, casi siempre a partir de los nombres obtenidos por participar presuntamente en la ‘kale borroka’; tampoco faltan atentados, como el que causa destrozos en la Casa del Pueblo socialista recién inaugurada en Lazkao. Sustrai Colina entrevista en estos días para Argia al expreso Mitxel Sarasketa: “A veces echo en falta la cárcel”, afirma este, y recuerda que “en veinte años me han cambiado 54 veces de cárcel y he estado en 16 distintas”. Cada vez van a ser más los que salgan a la calle con condenas de más de veinte años cumplidas, con las consecuencias de una dispersión cruel a sus espaldas, que algunos consideran todavía insuficiente. Francia detiene a mediados de abril a Jurdan Martitegui Lizaso y se le presenta como el actual número uno de ETA. Le ha arrestado en las proximidades de Perpinyà, junto a otras dos personas. Dicen que ocupaba ese rol desde las detenciones de Mikel Garikoitz Azpiazu, Txeroki, y Aitzol Iriondo. Otra detención de una presunta etarra, la de Itxaso Legorburu, se ha producido

hace unos días también en las proximidades de Perpinyà, mientras que el hombre que le acompañaba ha conseguido huir. Una semana antes, han detenido en París a Ekaitz Sirvent Auzmendi, considerado el número dos del aparato logístico, el responsable de las falsificaciones. El 25 de mayo, ETA asegura en una entrevista concedida a Gara que antes del verano pondrá fin a un proceso interno reflexivo y asambleario con la finalidad de fijar una estrategia político-armada eficaz. Muestra su preocupación por otra parte, no por que el PNV haya perdido el poder en la Comunidad Autónoma Vasca, sino porque este ha pasado “a manos de la alianza fascista española”, en referencia a la formación reciente del Gobierno de Patxi López con el apoyo del PP. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo avala el 30 de junio la ilegalización de Batasuna, tras concluir que España no violó la libertad de reunión y asociación de la formación abertzale y que la disolución no solo fue legal, sino necesaria. Rechaza así el recurso de Batasuna, ratifica su disolución, dictada por una ley que entró en vigor en junio de 2002, y afirma que su prohibición no vulnera el artículo 11 de la Convención Europea de Derechos Humanos, relativo a la libertad de reunión y de asociación, tal y como argumentaba la demandante. Antes de acudir a Estrasburgo, había presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, pero este respaldó la decisión del Supremo de ilegalizar a Batasuna, a Herri Batasuna y a Euskal Herritarrok. Agotados todos los procedimientos en la Justicia española, solo le quedaba la vía de Estrasburgo, y a ella acudió el 19 de julio de 2004. El Tribunal de Estrasburgo declaró en diciembre de 2007 parcialmente admisibles las demandas presentadas, y ha emitido un fallo ahora por el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aliviado, no ha ocultado su satisfacción. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, muy satisfecho y aliviado igualmente, ha adelantado que habrá dos sentencias más en la misma dirección, una referida a las elecciones municipales de 2003 y otra a las europeas de 2004. Según él, una vez que Estrasburgo ha dado por buena la Ley de Partidos, “sí que podemos concluir que en nuestro país no habrá en las instituciones democráticas partidos que defiendan la violencia nunca más”. ETA mata en Abusu-La Peña (Arrigorriaga), mediante una bomba-lapa colocada en su automóvil, al policía responsable de la lucha antiterrorista de Bizkaia, Eduardo Puelles. Es el primer atentado desde que el socialista Patxi López es lehendakari, y se produce tres días después de que el nuevo consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, y el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, acordaran aumentar la colaboración antiterrorista entre la

Ertzaintza y los otros Cuerpos de Seguridad. Es el primer atentado mortal desde el 3 de diciembre último, cuando ETA dio muerte al empresario Iñaxio Uria en Azpeitia. El 29 de julio, ETA provoca sesenta y seis heridos con la explosión de una furgoneta-bomba aparcada en la parte trasera de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos. Es de tal magnitud, que ha dejado al aire viviendas, ha provocado que marquesinas y ventanas se hayan quedado colgadas; se trata del octavo atentado en lo que va de año. Poco más de un día después, ETA mata a dos guardias civiles en Mallorca, utilizando una bomba-lapa. Los artificieros han hecho estallar otra adosada en un coche, junto al cuartel de Calvià. En esta ocasión el objetivo ha fallado, porque el vehículo no se utilizaba desde hace días. El agente Sáenz de Tejada García, uno de los muertos, llevaba un año destinado en Mallorca. Salva Lezaun, el otro guardia civil fallecido, era natural de Iruñea, residía en Mallorca desde hace años y acababa de llegar al cuartel para hacer prácticas. Ambos se encontraban en el interior de un Nissan Patrol cuando se produjo la explosión, en una zona muy turística de segunda línea de playa. Recuerdan algunos medios que esta acción ha tenido lugar en la víspera del 50ª aniversario de la creación de ETA y apenas una semana después de que el Gobierno en pleno acudiera a Mallorca para celebrar un Consejo de Ministros. Coincide así mismo con el 18º aniversario de otros dos atentados cometidos en Mallorca con coche-bomba por el entonces miembro del ‘comando Ekaitz’, José Luis Urrusolo Sistiaga. Con ocasión del Gudari Eguna de finales de septiembre del 2009, ETA manifiesta que en Euskal Herria debe desarrollarse un proceso democrático que conduzca al escenario de la autodeterminación y añade que para ello resulta imprescindible que los abertzales se unan: “Ésa es la oferta de ETA, y ese es el camino que ETA defenderá e impulsará”, asegura. Pregunta ETA al Gobierno español si estaría dispuesto a respetar un proceso en el que los territorios vascos decidan sobre su futuro político, en ausencia de lucha armada. Si estaría dispuesto a respetar la decisión de la mayoría de la ciudadanía vasca en caso de que se decantara por la independencia. Si estaría dispuesto a dejar de lado la represión y a respetar un proceso democrático que posibilite la resolución del conflicto. Al lehendakari Patxi López y al presidente del Gobierno navarro Miguel Sanz les pregunta si están dispuestos a aceptar a Euskal Herria y a reconocer sus derechos nacionales; a preguntar a los habitantes de los territorios que están bajo su dominio, sin límites y de modo abierto, sobre su futuro político. Reincidiendo en ideas que viene desarrollando en los últimos meses, ETA asegura que se equivoca quien piense que va a acabar con ella y con el

conflicto político encarcelando a sus miembros, robando algunos zulos en el monte o llevando a la Policía de España a Hendaia: “aunque los enemigos robaran todas sus armas a ETA, les será imposible robarle a este pueblo el vigor y las ganas de lucha”. El comunicado incluye una última pregunta, para el PNV, que reproduce la formulada por Xabier Arzalluz a sus compañeros en una entrevista reciente: “¿sois independentistas?”. ETA reclama al PNV que explique cuál es su objetivo real, “si el Estado Vasco o la profundización en el autogobierno vascongado”, y termina su comunicación con una especie de autojustificación de la lucha de 50 años y de su posición hace treinta contra la venta y partición de Euskal Herria. Por otra parte, un texto publicado de víspera por Berria y presentado como comunicado de ETA ha provocado comentarios sobre división y contradicciones en la organización, aunque finalmente se ha asegurado que ese texto no correspondía a ETA. Entrevista Berria al periodista y escritor irlandés Paddy Woodworth. Le parece a este que “en alguna medida, las bases del conflicto vasco están en transición”. Opina que para ponerle solución hay que dejar a un lado los argumentos emocionales y, mirando lejos, dar pasos en dirección a la autodeterminación. Añade por otra parte que si el Sinn Fein estuviera hoy prohibido, “no hubiéramos visto todavía los frutos del proceso”. No es esa la vía española para la resolución del conflicto, cuando el 6 de octubre la Policía, de la mano nuevamente de Garzón, detiene a los que considera nuevos dirigentes de la izquierda abertzale; cuando detiene en la sede de LAB de Donostia a Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga, Rufino Etxeberria, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez. Se da prisa la prensa española en sugerir que el operativo puede haber abierto la puerta a la ilegalización de LAB, el tercer sindicato vasco por número de afiliados. La mayor parte de las detenciones se practican mientras celebran una reunión algunos de los nuevos líderes de Batasuna, a los que se les atribuye labores para organizar Bateragune, el “nuevo brazo político” de ETA. La Policía dice estar convencida de que LAB es el único motor que funciona hoy en el “errático vuelo de la izquierda abertzale”, “severamente castigada desde la aprobación de la Ley de Partidos y deslegitimada por ETA como interlocutor en cualquier negociación desde que la banda decidió romper el alto el fuego sin contar con ella”. Sospecha la Policía que LAB, junto a los ayuntamientos de ANV, es el único sustento económico del entramado político de ETA. Para los partidarios de acometer su ilegalización, supondría la puntilla a una banda terrorista que, aunque vuelva a matar, ya está derrotada en el plano operativo. La prensa española escribe ahora que Otegi, estrechamente vigilado por la Policía,

se ha arriesgado en los últimos meses a ser detenido cruzando la frontera con Francia en varias ocasiones y rompiendo la prohibición que sobre él pesa de abandonar España. Sospecha la Policía que acudía a recibir instrucciones de ETA, cambiando de vehículo en varias ocasiones y haciendo paradas en ermitas en medio del bosque para no ser localizado. Añade la prensa que otro caso paradigmático a los mismos fines es el de Rufi Etxeberria, quien abandonó la cárcel hace tan solo un mes, tras estar en prisión provisional desde la operación de octubre de 2007 que condujo al encarcelamiento de la dirección de Batasuna. El portavoz del PSE-EE-PSOE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, dice que si se ha detenido a Otegi es porque hay indicios delictivos. Sostiene Aralar que no se puede encarcelar a nadie por hacer política. Explica EA que es un intento claro de obstaculizar cualquier paso firme hacia el uso de vías exclusivamente políticas. EB cree por su parte que los arrestos responden más a impulsos políticos que a razones jurídicas. Detienen el 18 de octubre en Carnac a Aitor Elizaran, a quien la Policía tiene por el jefe político que ha elegido Txeroki en sustitución de Thierry, como encargado de transmitir a la izquierda abertzale las instrucciones de ETA. Es hijo de Justo Elizarán, Periko, muerto en 1979 en Baiona, por la guerra sucia de tiempos de la UCD. A Aitor, que tiene causas pendientes por delitos de ‘kale borroka’, le acompaña Oihana San Vicente. Según Interior, esta detención guarda relación con la de Otegi de la semana pasada, con el que presuntamente se reunía para trasmitirle órdenes de ETA. Explica en Argia Filipe Bidart, “el militante convertido en símbolo de la lucha en Iparralde”, que el capitán Saenz que le detuvo reconoció en el juicio que, aunque la mayor parte de la sociedad no estaba de acuerdo con sus métodos, “como militantes y personas éramos bien recibidos”. Escribe Patxo Unzueta sobre las “Nueces de Chiberta”, la metáfora atribuida a Arzalluz, “Unos mueven el árbol y otros recogen las nueces”; según una reciente monografía de Gaizka F. de Soldevilla que trae a colación. El argumento procede de un antiguo editorial de la revista Enbata, publicada dos días antes del encuentro de Chiberta y su autor o inspirador habrían sido o Argala o Telesforo Monzón, más probable este que aquél. La frase que aparece en el editorial es: “¿Qué se cree el PNV? ¿Que después de que otros agiten el árbol le dejarán coger tranquilamente los frutos?”. En aquel momento, esa mención al PNV fue considerada por sus representantes en Chiberta como una amenaza, según recogen sus propias actas de la reunión. Lo que se discutía era la participación o no en las inminentes elecciones. Argala, en nombre de ETA, era contrario, y el PNV, favorable. Lo trae Unzueta a cuento porque observa una

división de tareas, pero ahora entre ETA y Batasuna. En su interpretación, el partido de Otegi habría comprendido que para conformar el polo soberanista, nuevo eje de su estrategia, y recuperar la legalidad, es necesario que cese la violencia. Pero no de repente y de manera unilateral, sino poco a poco y a cambio de contrapartidas políticas que Batasuna negociaría y capitalizaría en un proceso a largo plazo. “La metáfora sería ahora: ETA siembra y Batasuna recoge”. La izquierda abertzale presenta, el 14 de noviembre en Venecia y en Altsasu, una nueva propuesta de negociación basada en los principios Mitchell que guiaron el proceso de paz en Irlanda del Norte. El documento recoge también las declaraciones de Anoeta y Loiola de 2004 y 2006. Con la detención de 34 de sus integrantes el 23 de noviembre, el Ministerio del Interior da a Segi por descabezada. La macro-operación, coordinada desde Donostia por el juez Grande Marlaska, ha tenido lugar de madrugada en varias localidades simultáneamente. Se presenta como el descabezamiento de la cantera de ETA y un duro golpe a los más ortodoxos y fieles a la estrategia de la izquierda abertzale. Segi había sido declarada organización terrorista por el Tribunal Supremo el 19 de enero de 2007, al considerarla seguidora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai. Con esa declaración, culminó un proceso iniciado por el juez Baltasar Garzón. El actual golpe habría comenzado a gestarse a partir de la documentación incautada a Ekaitz Sirvent, considerado el ideólogo que ordenó infiltrar a sus jóvenes en organizaciones, instituciones o plataformas legales de la órbita de la izquierda abertzale. La Gendarmería francesa ha arrestado recientemente en Ustaritz a los presuntos militantes de Segi Antxon Rouget y Aintza Zufiaurre. El pasado 5 de marzo, ocho jóvenes lo fueron en Hernani por las mismas causas. Se reconoce que la inminencia de esta última operación había sido conocida por una información de Gara en la que el movimiento pro amnistía advertía de que se estaba preparando, pero la mayoría de los buscados la esperaron en sus domicilios. Han participado en la macrooperación 650 policías, además de numerosos guardias civiles, según informaciones de Interior. Alfredo Pérez Rubalcaba alerta en este final de año 2009 de que ETA prepara un secuestro y/o un atentado espectacular durante la presidencia europea que corresponde al Estado español en el primer semestre de 2010. Buscaría así recuperar “la notoriedad de la que ahora carece”. Lo ha dicho el ministro en la macro-sede de la Ertzaintza en Erandio, en compañía del consejero de Interior Rodolfo Ares. Su especulación se decanta más que por una gran matanza, por la posibilidad de retener a uno o varios rehenes mientras dura la presidencia española porque, a su decir, a ETA “le ha gustado siempre estar

presente en el panorama internacional”. Un secuestro le parece la fórmula más apropiada para permanecer en ese candelero, sin derramar la sangre que “dinamitaría el delicado proceso de reflexión interna que afronta la izquierda abertzale sobre el apoyo o no a la violencia”. Pérez Rubalcaba se cura en salud, alerta de que, pese a su debilidad aparente, el riesgo de que ETA intente matar siempre existe y de que “una ETA débil puede ser mucho más peligrosa e imprevisible que una ETA fuerte”. El Tribunal Supremo acuerda el 13 de enero de 2010, por unanimidad, archivar la causa contra el que fuera lehendakari, Juan José Ibarretxe, su sucesor en el cargo, Patxi López y el ahora consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, por las reuniones mantenidas con los también imputados Arnaldo Otegi y otros cuatro dirigentes de la ilegalizada Batasuna, durante el alto el fuego de ETA, en 2006. El Supremo va más allá que el Tribunal Superior de Justicia vasco, que en enero de 2009 archivó el caso por razones de forma, y entiende que no puede haber delito de desobediencia por hablar con organizaciones ilegalizadas. Se reanuda a mediados de este enero de 2010 el juicio contra cinco directivos de Egunkaria con la declaración en calidad de testigos de cuatro históricos de ETA Afirma uno de ellos, el exdirigente Alvarez Santacristina, Txelis, que su evolución crítica se explica en buena medida en lo que leía en ese diario, y que no es en modo alguno cierto que ETA lo hubiera promovido o controlara. En la primera jornada del juicio, que comenzó el 15 de diciembre, los cinco directivos –Iñaki Uria, Juan Mari Torrealdai, Txema Auzmendi, Xabier Oleaga y Martxelo Otamendi– han negado cualquier implicación del periódico con ETA y se han definido como promotores del euskera que pretendían dar respuesta al interés social por un producto de las características de Egunkaria. Iñaki Uria ha asegurado no saber nada de los documentos incautados a ETA que se están utilizando en su contra. El colectivo de presos de ETA, a nombre de 742 reclusos, anuncia el 24 de enero el inicio de una huelga de hambre en las cárceles españolas y francesas en protesta por la política penitenciaria. “No tenemos que aceptar que ninguno de nosotros esté aislado, alejado o dispersado. Tendemos la mano y damos nuestro aliento a quienes están en lucha por ello”, explican en su comunicado. Dicen también que el pasado día 18 lo dedicaron a protestar por la “extraña” desaparición de Jon Anza. El comunicado da cuenta asimismo de la expulsión de Iñaki Rekarte, Valentín Lasarte, Esteban Murillo, Jorge Urruñuela y Andoni Muñoz, explicándolo en que decidieron situarse fuera de la disciplina del colectivo. El 17 de enero, un centenar de miembros de la izquierda abertzale

realiza la Declaración de Altsasu, apuesta por abrir un proceso político soberanista sin violencia a partir del reconocimiento nacional de Euskal Herria y el derecho de autodeterminación. Plantea asimismo un eventual marco de negociación entre ETA y el Estado sobre contenidos no políticos. El 28 de este mes dice la Policía francesa haber encontrado huellas de Ibon Gogeaskoetxea en el robo de una troqueladora y matrículas en blanco; un mes más tarde lo detienen en Normandia en compañía de Beñat Aginagalde y José Lorenzo Aiestaran, en una operación a la que se le concede gran importancia. La prensa española habla de la caída del jefe militar, habla de que planeaba un secuestro, tal vez el que Rubalcaba había anunciado dos meses antes. A Beñat Aginagalde, detenido en su compañía, le hacen responsable directo de las muertes del edil socialista Isaías Carrasco y del empresario Iñaxio Uria. El balance de la prensa habla de “quinta decapitación de la cúpula etarra en dos años”, de un reciente desbaratamiento de una nueva base en Portugal, del frustrado intento de instalarse en Catalunya y de la caída del etarra que dirigía tres comandos en Euskadi. La prensa española hace recuento de detenciones, 38 etarras en dos meses, los “peores de su historia”. No ha habido semana sin detenciones en estos dos primeros meses, la mayor parte de ellas de jóvenes acusados de ‘kale borroka’. Cuenta Imanol Murua en Berria el 12 de marzo que en la ruptura de la mesa de Loiola influyeron factores externos, además del temor y la desconfianza sobre que se cumpliera lo allí acordado. Lo dice en Argia a modo de pregunta: ¿se hubieran respetado en Madrid los acuerdos si hubieran seguido adelante? Las dudas no solo estaban alojadas en la izquierda abertzale, también Eguiguren las compartía. Murua afirma que los que se sentaron en la casa Arrupe de Loiola llegaron a tejer una gran confianza entre sí, y que el PNV está orgulloso del papel de intermediario, de segundo nivel, que desempeñó. En la Mesa de Loiola se vivieron muchos y desconocidos momentos, el periodista Imanol Murua las ha seguido de cerca, ha escrito un libro, Loiolako hegiak [El triángulo de Loiola, también en castellano], para explicarlas. Sus protagonistas fueron Jesús Eguiguren y José Antonio Pastor por parte del PSE-EE; Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria, Olatz Dañobeitia, al principio, y Arantza Santesteban luego, en representación de la izquierda abertzale; Josu Jon Imaz, presidente del EBB, e Iñigo Urkullu, del BBB, en nombre del PNV. Se comprometieron a ser discretos y lo respetaron; solo algunos responsables jesuitas y el obispo de Donostia sabían quiénes y para qué se reunían a la sombra del santuario. Y pasaron desapercibidos, cuenta un Imanol Murua que sigue convencido de que, más tarde

o más temprano, se va a reeditar la discusión de los temas allí tratados, se va a poder aprovechar lo allí avanzado. Por primera vez en toda la historia de ETA, militantes de su organización van a dar muerte a un policía francés, el 16 de marzo del 2010. En los últimos tiempos ha habido cruces de disparos y algún herido para facilitar las fugas de militantes, pero ninguna muerte. Sí hubo en su momento por parte de Iparretarrak. Se ha producido un enfrentamiento en Dammarie les-Lys, al sur de París, tras el robo de dos vehículos en el que han participado seis jóvenes. Uno de ellos, Joseba Fernández Aspuru, reclamado por ‘kale borroka’, ha sido detenido luego, mientras que los otros cinco han huido. Los hechos han ocurrido a las 22.00 horas, en las proximidades de un taller especializado en la reventa de vehículos usados. Cuatro supuestos etarras, entre ellos una mujer, viajan en un BMW robado cuando son detectados en Villiers-en-Bière por agentes policiales, que se acercan al vehículo para tratar de interrogar a sus ocupantes. En ese momento, otros dos presuntos miembros de ETA se aproximan a bordo de otro turismo, también robado; uno de ellos saca una pistola y dispara contra los policías, que intentan repeler el ataque con sus armas reglamentarias. El jefe de brigada Jean-Serge Nérin recibe tres disparos en el pecho y muere; otro compañero resulta herido: va a pasar a la historia como la última muerte causada por ETA. En las labores de búsqueda de los huidos, la Policía francesa comete un error monumental al confundir a unos bomberos catalanes de compras por la zona con los miembros del comando. El Ministerio del Interior francés comunica al español que tiene un vídeo en el que se ve a cinco etarras y le pide que esas imágenes sean difundidas de forma conjunta para pedir la colaboración ciudadana. Medios de comunicación españoles reciben los vídeos en dos cortes con el título de “Las Fuerzas de Seguridad de España y Francia distribuyen imágenes de cinco terroristas de ETA y solicitan la colaboración ciudadana”; “Se trata de cinco de los terroristas de ETA que participaron en el robo a un concesionario de vehículos en el que murió un agente francés cuando se disponía a identificarles tras interceptar uno de los coches sustraídos”. El vídeo se difunde, y al cabo de unas horas la Generalitat de Catalunya reconoce en él a bomberos catalanes. El diario Página 12 de Buenos Aires publica una entrevista con el profesor e investigador de la UPV Guillermo Paniagua. Destaca el titular “ETA es una consecuencia” y una entradilla en la que se recoge que “El investigador español dice que detrás del conflicto armado se esconde una disputa política donde se enfrentan un Estado saturado de autoritarismo y un pueblo que exige se le

respete el derecho a decidir libremente”. Paniagua se ha radicado en Euskadi hace cinco años, se ha concientizado; estaba mal informado, como el 90% de la gente, ha comprendido que se está ante una disputa política donde se enfrentan un Estado, estructuralmente saturado de autoritarismo, y un pueblo como principal motor del proceso de liberación, que exige se le respete el derecho a decidir libre y democráticamente su futuro. Describe al MLNV como un referente ante todo ideológico-identitario, un amplio movimiento popular, con capacidad de movilización sin precedente en Europa tanto cuantitativa como cualitativamente. Le ve un objetivo estratégico: “la construcción de un Estado socialista vasco”. Le parece importante no caer en una tesis de tipo reduccionista del estilo ‘todo el MLNV es ETA’. Lo que ETA quiere es que tanto el Estado francés como el español reconozcan el derecho a la autodeterminación deseado por la mayoría vasca. “La actividad armada de ETA cesaría si bien se reconociera ese derecho”, asegura. Explica la sinrazón del “todo es ETA” puesto en valor por el Estado español, la Ley de Partidos, el número y trato de los presos, las torturas. Incide en que hay que desprenderse de dos mitos fundantes en el discurso dominante español: la existencia de una genuina transición democrática en España y la de un conflicto meramente armado. Este es, a su juicio, un conflicto político en el que la actividad de ETA es una consecuencia, no la causa, y el tema vasco no es un problema con un Gobierno o con otro, “es un problema con el Estado y con eso quiero decir con todos los poderes públicos: Judicial, Ejecutivo y Legislativo”. Todo huele a balance final de ETA, también las declaraciones del euskaltzale de Iparralde Jakes Lafitte, cuando sostiene en la revista Argia, desde su larga convivencia con la historia de ETA, que no aciertan los que afirman que debe desaparecer. “Ojo, no quiero decir con esto que haya que dar por buenas todas sus acciones, sino que su existencia está justificada. Nació en tiempos de Franco porque Euskal Herria estaba negada. Ahora tampoco la quieren aceptar, la siguen negando como nación. Además, antes de que ETA empezara a practicar la violencia, ya en 1963, la demócrata Francia alejó de Euskal Herria a los primeros ‘etakides’. Por tanto, no es la violencia de ETA la que preocupa a Francia y España, sino la reivindicación nacional de Euskal Herria”. El 29 de marzo de 2010, el sudafricano Brian Currin presenta la conocida como “Declaración de Bruselas”, que la apoyan veinte líderes y expertos internacionales en resolución de conflictos y en la que se le pide a ETA un alto el fuego permanente y verificable. Dice así el texto: “Damos la bienvenida y elogiamos los pasos propuestos y el nuevo compromiso público de la Izquierda

Abertzale con los medios ‘exclusivamente políticos y democráticos’ y una ‘total ausencia de violencia’ para conseguir sus objetivos políticos. Plenamente realizado, este compromiso puede ser un paso fundamental para poner fin al último conflicto en Europa. Tomamos nota de la expectativa de que los próximos meses pueden dar paso a una situación donde el compromiso con los medios pacíficos, democráticos y no violentos se convierta en una realidad irreversible. Para ello, hacemos un llamamiento a ETA para que apoye este compromiso declarando un alto el fuego permanente y completamente verificable. Tal declaración, debidamente respondida por el Gobierno español, permitiría que los nuevos esfuerzos políticos y democráticos avancen, las diferencias sean resueltas y se alcance una paz duradera”. Lo firman la Fundación Nelson Mandela. Desmond Tutu, Nobel de la Paz. Frederik W. De Klerk, Nobel de la Paz. Mary Robinson, expresidenta de Irlanda. John Hume, Nobel de la Paz. Albert Reynolds, exprimer ministro de Irlanda. Jonathan Powell, jefe de Gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair. Nuala O’Loan, primera Defensora del Pueblo en materia policial en el Norte de Irlanda. Raymond Kendal, exsecretario general de Interpol. Betty Williams, Nobel de la Paz. Denis Haughey, asistente de John Hume. Aldo Civico, director del Centro de Resolución de Conflictos Internacionales de Columbia. Sheryl Brown, Instituto para la Paz de EEUU. Andrea Bartoli, Instituto de Resolución de Conflictos, Washington. Alan Smith, Cátedra Unesco en Educación para la Paz. Christopher Mitchell, Instituto para el Análisis y Resolución de Conflictos. John P. Linstrot, International Peace Research Institute. Hurst Hannum, profesor de Derecho Internacional. Jon Etchemendy, administrador jefe académico en Stanford. William Kelly, Archive of Humanist Art. El 24 de abril, la izquierda abertzale hace suya en Iruñea la Declaración de Bruselas y reclama públicamente a ETA y al Estado que la atiendan. De momento, Francia y España responden intensificando las detenciones, las más significativas las que tienen lugar contra diez personas, entre ellas tres abogados –Arantza Zulueta, Jon Enparantza y el exfutbolista Iker Sarriegi–, acusadas de ser enlaces entre ETA y los presos. La Guardia Civil, apoyándose en documentos que dice haber incautado a Thierry en 2007 y 2008, los denomina “aparato Halboka”, y les atribuye la misión de transmitir órdenes, captar militantes y planear fugas. Grande-Marlaska es el juez que abrió el sumario después de recibir a principios del pasado año una comisión rogatoria de Francia en la que daba cuenta del contenido de los ordenadores del entonces jefe político de ETA, Francisco Javier López Peña, capturado en Burdeos en mayo de 2008.

Grande-Marlaska, pese a su interés en mantener en secreto esta investigación contra los abogados, hubo de autorizar en junio de 2009 la detención de varias personas ligadas a la estructura desmantelada ahora, porque habían planeado la fuga en helicóptero del regicida frustrado Gorka García Sertutxa de la cárcel de Huelva, explican fuentes oficiales. El 20 de mayo, Mikel Kabikoitz Karrera, Ata, al que la Policía tiene por jefe de ETA tras la caída de Garikoitz Aspiazu, Txeroki, es detenido mientras estaba reunido en un piso de Baiona junto al que se tiene por su lugarteniente, Arkaitz Agirregabiria y Maite Aranalde. No se les escapa a los medios de comunicación la escenificación que EA y Batasuna hacen el 20 de junio en el Euskalduna de Bilbo para oficializar su acuerdo, entre el enfervorizado aplauso de cientos de militantes. Son las seis firmas de la izquierda abertzale Iñaki Olalde, Karmele Aierbe, Idoia Aiastui, Txelui Moreno, Jone Goirizelaia y Rufi Etxebarria; son las de EA Pello Urizar, Ikerne Badiola, Mariano Álava, Santi anti Merino, Koldo Amezketa y Maider Karrere. La festiva jornada cuenta también con la presencia de organizaciones internacionales como el Sinn Fein irlandés, el partido nacionalista flamenco y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, además de las delegaciones de ERC y BNG. Entre discursos y proclamas, el encuentro se ameniza con música, bailes, bertsos y la proyección de un vídeo. Tras la firma del pacto entre independentistas y la fiesta, los presentes se despiden al grito de Independentzia lortu arte! No todo es política en este verano esperanzador. Sigue las detenciones, casi todas contra Segi y para cumplir condenas pendientes; siguen algunos tímidos intentos de ETA por hacerse presente, por recomponer su infraestructura. El 4 de septiembre, la izquierda abertzale da un paso más y concreta en un texto la petición a ETA de una tregua permanente y verificable internacionalmente. Con el acuerdo conjunto de Batasuna y Eusko Alkartasuna, la reforzada izquierda independentista se compromete formalmente a dar satisfacción a la petición de la Declaración de Bruselas. Al día siguiente, ETA entrega a un periodista de la BBC un vídeo en el que informa de que hacía meses había tomado “la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas”. El nuevo movimiento busca facilitar la mediación internacional anticipada de víspera por Batasuna y, a nueve meses de las elecciones municipales y forales, abrir cauces para la participación en el juego político institucional. El 18 de septiembre llega la respuesta de ETA a la Declaración de Bruselas. Se dice dispuesta a estudiar conjuntamente con los firmantes los compromisos a adoptar, los pasos a dar para una solución democrática del conflicto vasco y recalca que para superarlo hace falta, “más que

pasos parciales, una propuesta integral que recoja las raíces del conflicto y desate sus nudos”. Llaman la atención las reiteradas afirmaciones sobre su disposición a buscar la solución y la alusión al impulso unilateral de esta iniciativa, que subraya con una imagen marinera: “frente a la cerrazón de España y Francia, ETA ha hecho zarpar de nuevo el barco de la oportunidad para la resolución democrática del conflicto, y ha tomado la primera decisión sin echar el ancla, con disposición a navegar en aguas más profundas”. El Acuerdo de Gernika para un escenario de paz y soluciones democráticas del 25 de septiembre es un paso más en la vía trazada. La izquierda abertzale, EA, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna, además de organizaciones sindicales y sociales hasta completar una treintena de compromisarios, suscriben una petición a ETA de tregua con voluntad de definitiva y al Estado, que se implique en el proceso. Los colectivos que firman el pacto se comprometen a trabajar por asentar una situación de no violencia con garantías y a lograr un estadio de normalización política, en el que se plantea como necesidad, entre otras cuestiones, la de los presos de ETA. Los firmantes inician contactos con el colectivo de presos de ETA, para que se sumen al escenario de paz y las soluciones democráticas, y reclaman al Gobierno de España su traslado a Euskal Herria y la liberación de los reclusos con graves enfermedades. El Grupo Internacional de Contacto, auspiciado por Brian Currin, el abogado sudafricano experto en mediación de conflictos, ha pedido también por su parte en Bilbo la revisión de la Ley Antiterrorista y la política penitenciaria, de manera que se proceda al traslado de los presos cerca de sus familias y se libere a los que están enfermos graves, además de solicitar la legalización de Sortu. Gara publica una larga entrevista este 26 de septiembre en la que ETA afirma haber dado un paso y tener voluntad de dar otros nuevos. Entiende que corresponde el protagonismo a los agentes que están impulsando el cambio político. Ha querido dar una respuesta constructiva a la petición pública hecha en la Declaración de Bruselas. Aclara que la decisión de no atentar no tiene una fecha concreta, ha llegado tras una profunda reflexión y una vez recorrido el procedimiento interno de toma de decisiones. Asegura que “cuando el Ministerio de Interior español anunciaba nuevas acciones, la decisión ya estaba tomada”. Rehúyen dar una fecha final para la lucha armada. Dicen que los grupos operativos tienen la orden de suspender las acciones que ya tenían previstas y de no realizar nuevas acciones armadas ofensivas, pero se reservan el derecho a defenderse, las habituales tareas de abastecimiento y las necesarias para mantener su estructura. Consideran conveniente la aportación internacional, pero

la llave la ven en Euskal Herria, en la activación popular y en la acumulación de fuerzas. El deseo, la oportunidad y la necesidad para el cambio político les parecen evidentes y son reflejo en Euskal Herria las múltiples iniciativas de relaciones y colaboración que, en los últimos meses, se han desarrollado desde diferentes ámbitos. La respuesta oficial del PNV les parece sin embargo lamentable, y dicen estar seguros de que habrá avergonzado a muchos en el partido y en su base social. La decisión tomada no es una rendición que ETA reconoce de mala gana, constituye por el contrario, a su decir, un paso dado con determinación, en ofensiva, con el convencimiento de dar nuevos y determinantes en la lucha de liberación. Consideran que Euskal Herria tiene mucho en juego, y eso no se puede dejar en manos solo de los partidos políticos. Así las cosas, para alimentar, empujar y dirigir el proceso, el pueblo tiene que ser a su juicio el protagonista. La activación popular debe ser el motor del proceso, y las reivindicaciones insatisfechas de los ciudadanos las que guíen su orientación. ETA afirma tener voluntad clara de que el próximo proceso que se abra sea definitivo. La estrategia de los Gobiernos español y francés con los presos les parece absolutamente cruel y desalmada, y la dignidad, coherencia y resistencia del Colectivo de Presos Políticos Vascos, un modelo para ellos: “ése es el ejemplo que debemos llevar desde el último rincón de Euskal Herria hasta el ámbito internacional; también en nuestro pueblo tenemos un montón de presos que muestran una dignidad similar a la de Nelson Mandela, que ha sido una referencia a lo largo y ancho del mundo”. Felipe González también hace balance en una larga conversación con el escritor Juan José Millás. Confiesa que tuvo una sola oportunidad de dar la orden para liquidar a toda la cúpula de ETA, dijo que no, y no sabe si hizo bien. “No te estoy planteando el problema de que yo nunca lo haría por razones morales. No, no es verdad. Una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años”. Dice que en el 77 se quiso ir, y Alfonso Guerra le convenció de que era un disparate. “¿Asesinatos de Lasa y Zabala?”, se pregunta, y responde: “Galindo no participó ni dio la orden. Las pruebas negativas no existen, pero estoy seguro de que no fue el responsable”. Fue condenado un ministro como José Barrionuevo, pero asegura que “ninguno estuvo implicado en ningún asesinato. Ninguno. En el secuestro de Segundo Marey..., es mentira”. Usted ascendió a general a Enrique Rodríguez Galindo, que luego sería condenado a 71 años por secuestro y asesinato, le recuerda Millás: “Aún hoy, que ya han pasado muchos años, te digo que era un gran tipo.

General al que solo conocí personalmente después de que saliera de su responsabilidad. General al que visitaba cada dos o tres meses el líder del PP de la época en el cuartel de Intxaurrondo, en tanto que yo jamás lo había saludado ni había conocido. Lo conocí cuando lo procesaron porque le llamé para conocerle”, responde sin responder. Le repregunta directamente Millás si cree que Galindo era inocente, y responde: “De la mayor parte de lo que le acusaron, y por lo que le condenaron, estoy seguro de que lo era. Estoy seguro. No tiene nada que ver porque al final la sentencia fue firme. Es verdad que no se respetaron las garantías, pero estoy seguro”. “¿No participó entonces en los asesinatos de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala?”, pregunta Millás, y Felipe González asegura que no, que ni participó ni dio la orden. “Ahora te podría decir: pues no lo sé, y salvar mi responsabilidad. Pero es que estoy seguro. Las pruebas negativas no existen, pero estoy seguro de que Galindo no fue responsable de aquello”, insiste el expresidente. Respecto al secuestro de Marey, lo único en lo que los implicaron, confiesa González que todavía hoy no se puede contar eso, pero sí cuenta que “a Segundo Marey lo salva la orden de Pepe Barrionuevo para que lo suelten cuando se entera de que está detenido”. Más de sesenta mil personas marchan el 8 de enero por las calles de Bilbo tras la pancarta de Eskubide guztiekin, euskal presoak euskal herrira! [Los presos vascos, a Euskal Herria con todos sus derechos] para exigir a los Gobiernos de España y Francia el respeto de los derechos de los presos políticos vascos. Al término de la marcha, actuando de portavoces el periodista Iñaki Olasolo y la familiar de un preso, Mari Feli Etxeandia, han exigido “acabar con las medidas que permiten situaciones extremas, terminar con los ataques y los constantes intentos de utilización y chantaje”; han pedido situar la política penitencia “en unos parámetros que posibiliten la resolución democrática del conflicto”, encaminada a que los reclusos puedan ser “un agente activo en el proceso de solución al largo y doloroso conflicto que persiste en Euskal Herria”. El 10 de enero de 2011, tres encapuchados con txapela, flanqueados por la ikurriña, el ‘Arrano Beltza’ y la bandera de Nafarroa, anuncian en nombre de ETA un alto el fuego “permanente, general y verificable”; manifiestan un compromiso firme con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada; ponen como condición para superar definitivamente el conflicto que se resuelvan las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación; proponen que el alto el fuego sea verificado por la comunidad internacional. Dicen con claridad que este anuncio representa, “el compromiso de ETA con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada”. Para el ministro

del Interior es “una buena noticia, pero no es la noticia”. Ve a una ETA “con la misma arrogancia, con el mismo lenguaje y la misma escenografía”, pretendiendo “que el fin de la violencia tenga precio”. No está de acuerdo con la verificación internacional, porque “en un Estado de Derecho, quien verifica son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se fija en que ETA no ha anunciado su disolución ni ha pedido perdón, afirma que el único comunicado que aceptará su partido es el de la disolución y el fin de las actividades criminales de ETA, “y esto no ha sucedido”. Javier Pradera, donostiarra afincado en Madrid, uno de los hombres que más de cerca ha seguido la vida de ETA desde su nacimiento, seguramente la persona que más ha editorializado y escrito sobre/contra ETA, no parece satisfecho con el anuncio. “Comunicado a la carta” titula un comentario entre irónico y desabrido, que habla de que lo aguardado con impaciencia por la izquierda abertzale ha llegado con un ligero retraso, “en términos que traslucen un presumible regateo entre los solicitantes y sus corresponsales”. No les ve a los “herederos de Batasuna” totalmente contentos, porque no se sienten totalmente seguros con ese texto de poder concurrir a las próximas elecciones municipales y forales. “La Declaración de Bruselas, muñida por el abogado sudafricano Brian Currin y presentada el pasado marzo ante el Parlamento Europeo con el apoyo nominal de cuatro premios Nobel, y el Acuerdo de Gernika, rubricado el pasado 25 de septiembre por una treintena de grupos políticos, sindicales y sociales de carácter independentista” suscitaron, dice, elevadas expectativas, pero “el ominoso silencio” sobre su abandono total de las armas por parte de ETA le parece que resta verosimilitud a la declaración de alto el fuego. Ominoso silencio, torturada prosa, extorsión gansteril, han venido siendo expresiones recurrentes en sus análisis contra ETA y la izquierda abertzale, y le van acompañar hasta su cercano final vital. No le falta razón al hijo de vencedor de la guerra convertido durante diez años en ‘camarada Pradera’, al intelectual, al editor, al periodista y polemista, cuando sostiene que “la experiencia enseña que el esfuerzo de reconciliación entre grupos políticos e ideológicos enfrentados durante décadas por el odio, el fanatismo y la muerte exige una paciente tarea de debate teórico, controversia política y diálogo social para alcanzar sus frutos”. Con una de las salas del Palacio Euskalduna de Bilbo abarrotada, con periodistas amontonados en el fondo del local y la especialista del diario El Mundo escribiendo frenéticamente desde el suelo, entre trípodes y cámaras, Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, rodeados de decenas de compañeros y valedores, en

especial los hombres y mujeres de Lokarri, presentan el nuevo partido de la izquierda abertzale: ha nacido Sortu. Iruin ha elegido para el momento un jersey a cuadros leves, Rufi una chaqueta informal sin corbata; detrás de ellos, sentados, Rafa Díez, Antxon, Tasio Erkizia, Iñaki Soto, Jone Goirizelaia, Itziar Aizpurua, Joseba Permach, Joseba Alvarez…, sonrientes, liberados, como triunfantes. Coinciden los periodistas presentes, mientras oyen las intervenciones, en que esta vez el desmarque de ETA es claro, coinciden en que dirán lo que sea necesario para conseguir la legalización. El abogado Iruin explica que “la intensidad del rechazo a toda violencia y sus instrumentos que se recoge en los estatutos, exteriorizado, sin equívocos ni circunloquios respecto de la organización ETA, ha de bastar para desvanecer cualquier presunción de connivencia con ella o con organizaciones ilegalizadas, que pudiera reprocharse al nuevo partido”. De inmediato, el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba anuncia que el Gobierno impugnará en los tribunales los estatutos de la nueva marca de Batasuna, para que estos decidan si la izquierda abertzale cumple los requisitos de la Ley de Partidos. Al día siguiente, seis rostros de mujer y cuatro de hombres limpios, por encima de toda sospecha de entorno ilegalizable, son los encargados de oficializar el nombre y el logotipo de la nueva formación, una estrella sin color sobre un fondo anaranjado de sol naciente. Cinco representantes del nuevo partido, acompañados por un abogado británico y un dirigente del Sinn Fein, presentan el 9 de febrero en el Registro de Partidos Políticos los estatutos de Sortu. No tarda Interior en remitir a la Abogacía y a la Fiscalía del Estado informes que intentan demostrar que Sortu está controlado por ETA. El mediador sudafricano Brian Currin regresa a Euskadi para agilizar, facilitar y posibilitar las cosas, una vez conocida la declaración de alto el fuego, una vez presentado Sortu. Una manifestación, que termina pidiendo a ETA que el alto el fuego sea definitivo, exige en Bilbo el 19 de febrero la legalización del nuevo partido. El 3 de marzo, la Abogacía del Estado informa ante el Tribunal Supremo que la nueva formación es una continuación de Batasuna, “utilizada tácticamente” por ETA para volver a las instituciones democráticas, y el Tribunal lo admite a trámite, lo que significa que Interior debe mantener en suspenso la inscripción en el Registro de Partidos. Sortu sale al paso de las críticas por no haberse manifestado en relación a las detenciones, esta semana, de cuatro presuntos miembros de ETA. En una nota de prensa, denuncia que se utilice su silencio como elemento probatorio para una hipotética ilegalización. El 7 de marzo, la Fiscalía General del Estado presenta la demanda contra Sortu, en base

a nueve indicios de conexión con ETA, y el Supremo admite a trámite la demanda. Tras una deliberación de diez horas, la Sala del 61 acuerda la ilegalización de Sortu el 23 de marzo, por nueve votos contra siete. El 4 de abril se presenta en sociedad Bildu, una coalición formada por EA, Alternatiba e independientes, que se toma como el ‘plan B’ de la izquierda abertzale para concurrir a los comicios del 22-M, en el caso de que finalmente no prospere el proceso de legalización de Sortu. El 14 de abril, el Tribunal Supremo rechaza, en efecto, la demanda de nulidad del auto de ilegalización, ni siquiera la admite a trámite, dando por supuesto que lo argumentado por el demandante ya fue analizado antes. Quince días antes de la consulta, el Tribunal Constitucional admite las listas de Bildu, que puede presentarse así a las elecciones en puertas. Los resultados electorales del 22 de mayo de 2011 son muy favorables para el PP en España, muy desastrosos para el PSOE. En Euskal Herria, Bildu obtiene unos excelentes resultados, muy especialmente en Gipuzkoa, pero también en Araba, cerca del PP, y en Bizkaia, segunda fuerza, tras el PNV: todo el mundo lo interpreta como un premio a la paz. El éxito de Bildu provoca también el fracaso de Aralar, la escisión de la izquierda abertzale que encabeza Patxi Zabaleta; solo en Nafarroa, como NA-bai, junto a otras fuerzas, obtiene unos resultados aceptables, pero también en este territorio los de Bildu son buenos. Sabe Aralar que sin lucha armada, su proyecto está tocado. ETA ya se ha retirado de la utilización de la lucha armada, la realidad institucional ha cambiado, y va a cambiar más, pero hay algo que no va a cambiar en mucho tiempo, las medidas de excepción contra los presos, la persecución policial contra los militantes de ETA durmientes y, sobre todo, contra el llamado entorno y los huidos con condenas pendientes, como si se tratara de poner a prueba la fortaleza de la decisión tomada, como si de provocar algunas indisciplinas se tratara. Desde el anuncio del alto el fuego el 10 de enero y hasta el otoño, las fuerzas de seguridad han detenido a 50 personas presuntamente relacionadas con ETA en diferentes grados. A 24 se les acusa de ser miembros o colaboradores, y al resto de formar parte del entorno político. Veinticinco de las detenciones se han producido en Francia, otras veinte en España, tres en Venezuela, una en el Reino Unido y otra más en México. Además, la Administración francesa ha entregado a once presuntos miembros de ETA y a cuatro supuestos dirigentes de la organización Segi. Con anterioridad, antes de la declaración del alto el fuego de enero, el 5 de septiembre de 2010 ETA ya había anunciado el fin de sus operaciones ofensivas: desde esa fecha hasta el final del año 2010, fueron detenidas 43 personas por su presunta relación

con ETA, todas menos una, por la Policía española. El 20 de octubre de 2011, ETA da el paso definitivo y anuncia el final de 43 años de resistencia armada, una decisión que se tenía por segura desde el verano. La comunicación de ETA ha estado precedida, de la mano de Lokarri, de una conferencia internacional en el Palacio de Aiete de Donostia, protagonizada por seis personalidades internacionales de una relevancia nunca antes reunida en relación con Euskadi: el exsecretario general de la ONU Kofi Annan; los exprimeros ministros irlandés y noruega Bertie Ahern y Gro Harlem Brutland; el exministro del Interior francés Pierre Joxe; Jonathan Powell, exjefe de Gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair, y el líder del Sinn Fein Gerry Adams. La alta representación internacional ha hecho una petición a ETA de una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada y de solicitud de dialogo con los Gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto. En este caso, instaría a los Gobiernos de España y Francia a darle la bienvenida y a aceptar el inicio de conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto. La declaración de Aiete insta asimismo a que se adopten pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas; reconocer el dolor causado y ayudar a sanar las heridas personales y sociales. Sugiere también que la sociedad y los representantes políticos se reúnan y discutan cuestiones políticas, con consulta a la ciudadanía y con la asistencia de facilitadores internacionales, si así fuese decidido por las partes involucradas y prestándose ellos a organizar un comité de seguimiento de estas recomendaciones. ETA, que como dice Rubalcaba, da mucha importancia al eco internacional, ha filtrado previamente la noticia del cese definitivo de su actividad armada al diario The Guardian. Tres encapuchados anuncian el cese definitivo de su actividad armada, expresan su compromiso claro, firme y definitivo de superar la confrontación armada y emplazan a los Gobiernos español y francés a abrir un diálogo directo para solucionar las consecuencias del conflicto. ETA presenta su decisión como un logro de la lucha de largos años y lo expresa así: “la lucha de largos años ha creado esta oportunidad. No ha sido un camino fácil. La crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre. Otros están sufriendo la cárcel o el exilio. Para ellos y ellas nuestro reconocimiento y más sentido homenaje”. Entiende ETA que en Euskal Herria se está abriendo un nuevo tiempo político, se está ante una oportunidad histórica para dar una solución justa y democrática al secular conflicto político, en el que frente a la violencia y la represión deben imponerse el diálogo y el acuerdo.

Termina haciendo un llamamiento a la sociedad vasca para que se implique en este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad. La prensa española se hace eco de la interpretación de las Fuerzas de Seguridad que dicen ver en el comunicado un cese condicionado al cumplimiento de exigencias. Fuentes más confiables aseguran que, para llegar a esta decisión, ETA habría necesitado seis meses en asimilar el compromiso público de la izquierda abertzale recogido en los estatutos de Sortu, con un emplazamiento que ETA no podía arriesgarse a rechazar. Para asegurar un proceso sin ruptura, la izquierda abertzale habría necesitado de un largo tiempo. Respondiendo a un cuestionario propuesto por Gara que publica el 11 de noviembre, asegura ETA que la principal víctima del conflicto es Euskal Herria, las principales víctimas han sido las vascas y los vascos. “La confrontación armada de las últimas décadas ha causado mucho sufrimiento, sin duda. También las acciones de ETA. No somos insensibles”, pero “no podemos estar de acuerdo con ese propósito de condenar la lucha por la libertad. Sabemos lo que es perder compañeros de lucha, qué es el dolor, qué supone no tener al lado a los seres queridos”. “Se habla mucho del reconocimiento del sufrimiento y de las víctimas”, lo que es importante, pero “hay múltiples víctimas y sufrimientos generados por la violencia de los Estados, que siguen sin ser reconocidos: el terrorismo de estado, la tortura, los asesinatos de militantes de ETA, la violencia de las fuerzas policiales…”. Rechaza ETA que su decisión de abandonar las armas sea fruto de una derrota policial, pone en valor la aportación de 50 años de lucha armada para llegar al momento actual y generar las condiciones existentes, pero reconoce que ha mostrado también “señales de agotamiento para, de aquí en adelante, fortalecer el proceso y lograr mejores condiciones”. Explica que su modelo de negociación está basado en tres temas principales: la vuelta a casa de todos los presos y exiliados políticos vascos, la inutilización de las armas de ETA y la desmilitarización de Euskal Herria. El 13 de noviembre, el colectivo de presos políticos vascos comunica que comenzarán a presentar peticiones individuales de beneficios penitenciarios. El 20 de noviembre, el PP consigue en las elecciones generales su mayoría absoluta más holgada y el PSOE se desploma. Amaiur, el nombre de la candidatura con la que la izquierda abertzale se ha presentado, podría tener grupo parlamentario propio con los siete diputados conseguidos –además de tres senadores–, por encima del PNV, aunque luego se confabulen casi todos para confinarlo al grupo mixto. Empieza 2012 con otra enorme manifestación a favor de los derechos de los presos, y a decir de la prensa incluso menos adicta, seguramente la mayor jamás

conocida en Bilbao. También la prensa más afecta ha creído ver en la del 7 de enero la mayor marcha nunca vista y contada. ‘¿Fue la manifestación contra la política penitenciaria la mayor movilización política jamás vista en Bilbo y en toda Euskal Herria?’, se pregunta Ramón Sola en Gara, y se responde “seguramente, sí”. Y explica que este listón se ha otorgado sucesivamente a la realizada en 1981 contra la LOAPA, las de 1989 durante el proceso de Argel o a la de 1997 tras la muerte de Miguel Angel Blanco, “pero solo esta última parece realmente equiparable a la de “Egin dezagun bidea”, y probablemente también [fuera] menor”. “Egin dezagun bidea” ha sido el lema elegido por los convocantes. Gara hace repaso de manifestaciones por los presos y concluye que si la de abril de 2006 reunió a 81.000 personas y la de enero de 2010 a 64.000, no son comparables con los 110.000 de este histórico 7 de enero de 2012. De acuerdo a los datos facilitados por la asociación de familiares de presos Etxerat, en este momento hay 665 presos y presas vascos dispersados en 71 cárceles; 58 de ellos están afectados por la ‘doctrina Parot’, que convierte las penas en cadenas perpetuas, y once se encuentran en prisión atenuada por enfermedades graves e incurables. 175 cumplen ya los plazos, según la legislación vigente, para estar en la calle. En un texto que lleva el nombre de “Viento de solución” y presenta con solemnidad en el Kursaal donostiarra, la izquierda abertzale realiza la que algunos medios consideran la primera autocrítica pública. El documento se ha escrito con la finalidad de “consolidar la paz” y en él se manifiesta un “profundo pesar” tanto por las acciones de ETA como por “nuestra posición política respecto a las mismas”. Se asume que su proximidad política con ETA “ha podido suponer un dolor añadido o un sentimiento de humillación para las víctimas”. Están presentes en la lectura en cuatro idiomas del documento el viceministro de la Presidencia para Monitoreo y Evaluación de Suráfrica y parlamentario de African National Congress ANC, Kopeng Obed Bapela, el miembro de este partido Robert McBride y el parlamentario del Sinn Féin Alex Maskey. La izquierda abertzale ve la necesidad de una ‘justicia transicional’ que establezca un conjunto de medidas políticas y jurídicas que garanticen la paz, porque “no hay conflicto armado en el mundo que mantenga a centenares de personas encarceladas por décadas cuando el mismo ha terminado”. Precisa la declaración que, fruto del fin de la estrategia de guerra y represión, “ETA deberá deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso”, y también los Estados español y francés deberán “readecuar los operativos armados”. El documento del Kursaal da continuidad a la reflexión recogida en el Acuerdo de

Gernika y a las conclusiones de la Conferencia de Aiete, y plantea la creación de una comisión de la verdad, “porque nadie debe de temer a hablar de lo ocurrido”. Joseba Urrusolo Sistiaga, cabeza visible de los presos acogidos a la ‘Vía Nanclares’, al margen del colectivo oficial de presos políticos y críticos con la estrategia de ETA, considera a estas alturas inaceptable que Batasuna “siga dejando el futuro de los presos en manos de lo que queda de ETA, cuando ellos saben mejor que nadie el problema que esa dejación de su responsabilidad supuso en la ruptura del proceso de Loiola” y propone afrontar en serio el tema de la convivencia, ir cerrando heridas en la sociedad y que los presos empiecen a volver a casa. Le parece a Urrusolo que la izquierda abertzale oficial está contribuyendo con su postura a alargar el tiempo de prisión de los presos. La mayor parte de los medios de comunicación titulan el 29 de marzo con que el Tribunal Constitucional rechaza 22 recursos de amparo y admite tres en relación con la ‘doctrina Parot’, pero la noticia está sin duda en que lo ha concedido a tres presos de ETA que cumplen condenas efectivas de 30 años de prisión en aplicación de la denominada ‘doctrina Parot’, y que ahora saldrán a la calle. La doctrina se ha aplicado desde 2006 a más de sesenta reclusos, en su mayor parte de ETA; fuentes del Tribunal Constitucional han tenido interés en precisar que no se ha entrado a juzgar la validez de la doctrina Parot, sino que se ha juzgado su aplicación cuando se habían reconocido derechos a los penados, sobre el máximo de 30 años de prisión establecido en el Código Penal de 1973. El amparo se ha concedido en los tres casos en que el tribunal sentenciador había declarado la firmeza de las liquidaciones de condena y constaba expresamente que la liquidación se había hecho descontando los beneficios penitenciarios sobre el límite máximo de treinta años de prisión, de manera que habían ganado firmeza. Al abogado Íñigo Iruin le parece que se han restringido en grado sumo las opciones para poder interpretar que las liquidaciones de condena eran firmes e intangibles, y al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, le ha producido gran satisfacción el mantenimiento de la ‘doctrina Parot’. Habrá que esperar al 10 de julio de este año para que sea el Tribunal de Derechos Humanos, al que ha recurrido la presa Inés del Río, el que acabe con una doctrina que siempre y todos han sabido que vulneraba el principio básico de la irretroactividad de las leyes. Con fecha de abril 2012, ETA traslada a la Comunidad Europea sus reflexiones, le recuerda la Declaración de Aiete destacando la necesidad de diálogo y acuerdo entre ETA y los Gobierno español y francés, y entre las fuerzas políticas y sociales vascas. Considera ETA que se dan las condiciones

para poner en práctica estas recomendaciones de la Conferencia Internacional, le anuncia a la Comunidad Europea que ha designado ya su delegación para ese diálogo y le pide, junto al conjunto de sus instituciones, apoyo para impulsar el proceso. El 29 de junio, el Tribunal Constitucional, con seis votos a favor y cinco en contra, ordena al Ministerio de Interior el registro de Sortu como partido: Sortu cumple todos los requisitos, ya es legal. El 9 julio ETA afirma en un nuevo comunicado que mantiene su decisión de cese de su actividad armada y que está redoblando esfuerzos para abrir vías de diálogo. Reitera el 27 de septiembre la necesidad de diálogo a los Gobiernos español y francés, y dice que es hora de curar heridas, a la vez que anima a la izquierda abertzale a corregir y superar errores y carencias. El 24 de noviembre de 2012, ETA ofrece “el final definitivo de la confrontación armada” a cambio de un acuerdo sobre presos, desarme y desmilitarización. No va a ser el último comunicado: el 26 marzo de 2013, advierte que deshacer el espacio de negociación constituye un paso atrás que retrasará y dificultará la resolución del conflicto; el 2 mayo de 2013, ETA criticará la política penitenciaria de los Gobiernos español y francés y les responsabilizará de las recientes muertes en prisión de sus militantes Ángel Figueroa y Xabier López Peña; el 15 julio, anunciará que próximamente trasladará su opinión concreta a los promotores del Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz en Euskadi; el 27 septiembre sostiene que no puede aceptar que tenga que renegar de su trayectoria de lucha y asumir el relato de los opresores, aunque abogue por abordar una reconciliación nacional para restañar heridas, y lamenta la falta de respuesta de los Gobiernos español y francés a su oferta de diálogo para avanzar en el camino de la paz. Entre tanto, ha habido nuevas elecciones autonómicas, como EH Bildu ahora, la izquierda independentista ha salido reforzada, Iñigo Urkullu ha sido designado lehendakari, han fallecido discretamente dos referentes históricos importantes en ETA y la izquierda abertzale, ha fallecido Rafa Albizu –padre de Mikel Antza–, ha fallecido Txomin Ziluaga. Ha escrito en Gara el 25 de octubre de 2013 Xabier Silveira: “Nosotros, como movimiento político, hemos optado por arrinconar el pasado y así poder ser parte de la sociedad que nos había, prácticamente, acorralado, si no encerrado. En nosotros mismos, pero encerrado. Y para salir accedimos a hacer, decir y firmar todo aquello que siempre prometimos no hacer jamás. No, no, no estoy diciendo que esté mal, hasta reconozco que ahora se vive fenomenal. Lo que digo es que llegados a este punto, el que ellos y ellas sigan dentro como si nada hubiera pasado fuera, no me parece ni medio normal”. Ha escrito Argia en noviembre de

2013 sobre la vida después de la cárcel, de la reintegración de los expresos en la sociedad [Espetxealdiaren osteko bizitza, ETA-ko preso ohien birgizarteratzea]. Ha recordado Jon Mirena Landa que, “como en otros procesos, en el nuestro, la verdad es la clave” [Beste bake prozesuetan bezala, gurean egia da gakoa]. Ha fallecido Alec Reid, el sacerdote irlandés que medió ante el IRA, y ante ETA desde 2002. Ha escrito ETA en enero de 2014 que superar el conflicto es una prioridad, pero también hay que dar pasos prácticos en la vía independentista; ha afirmado que el Gobierno español quiere humillar a ETA; ha asegurado que su militancia respalda de forma aplastante la renovación estratégica operada en el movimiento de liberación. Se ha recordado ahora que los polimilis abandonaron la lucha armada en 1982, pero nunca entregaron las armas, alegando que no las tenían, pero no se les exigió que lo hicieran. Ha escrito Bernardo Atxaga que ante una situación de conflicto como la vivida en Euskadi, “no habrá reconciliación posible, ni siquiera una coexistencia aceptable, hasta que no aflore todo ese mal”, porque no hay que olvidar que todavía quedan conflictos como el de los presos de ETA, el asunto de las torturas o el arrepentimiento; calcula Atxaga que se necesitarán unos veinte años para superarlo y que una generación se sienta desligada de todo este asunto y se reconcilie. Ha defendido en Gara Mikel Etxeberria, seguramente una firma más o menos colectiva de la izquierda abertzale, que los pasos unilaterales han ido desmantelando la planificación española respecto a Euskal Herria, han producido movimientos de calado, han provocado convulsiones en el seno de los partidos; ha defendido Etxeberria que “si alguien sigue pensando que la unilateralidad es el estertor del desahuciado, no es que no entienda nada, es que hay algo que no le deja entender”. En la última sesión del juicio en París contra la que se presenta como última cúpula de ETA, el 11 de junio de 2014, ha hecho Igor Suberbiola un alegato político de adhesión a la decisión de ETA de octubre de 2011 cuando puso punto final a su actividad armada. Ha dicho con claridad Igor Suberbiola Zumalde, nacido en Donostia el 25 de mayo de 1979: “la lucha armada ya no existe. La lucha armada de ETA es parte del pasado y no va a existir nunca más”.

CONCLUSIÓN El secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez ha elegido la fecha y el enclave más adecuados para declarar que hemos ganado la guerra, pero nos queda por ganar la batalla del relato. Lo ha dicho en el cuartel de Intxaurrondo, la víspera del día grande de la Guardia Civil, que es el de su patrona la Virgen del Pilar, el de la Raza y la Hispanidad, la Fiesta Nacional de España desde que así lo declarara Juan Carlos I el 7 de octubre de 1987 y lo rubricara Felipe González. Lo ha dicho con gesto y tono adustos, consciente de que están perdiendo esa batalla, pero prometiendo reconducirla con el quehacer del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que ya tiene asiento y presupuesto aprobados. Ha dicho también, acompañado del director de la Guardia Civil, del Delegado del Gobierno en el País Vasco y de un cura de larga sotana con pespuntes morados, que la Guardia Civil no se va a ir a nunca, aunque se sabe rodeada de un clima social hostil. Partidario de un relato sin fisuras ni matices, unilateral, ha denunciado el secretario de Estado esa equidistancia de algunos que termina presentando como víctimas a los que solo son terroristas. Cuando Francisco Martínez se refiere a la batalla del relato no está pensando solo en la historia de la guerra contra ETA, tiene presente también, como la misma Ley que decreta el 12 de octubre “Día de la Fiesta Nacional”, la historia colectiva, el patrimonio histórico, cultural y social común, “asumidos como tal por la gran mayoría de los ciudadanos”. Esta de 2014 no ha sido además una Fiesta Nacional más, ha sido la primera presidida por el nuevo Rey y su familia, “un día muy importante para todos que queremos celebrar con todas nuestras fuerzas”, cuando más que nunca antes están en cuestión todos esos presuntos valores de la Ley. No exagera el secretario de Estado de la Seguridad al recordar el protagonismo de la Guardia Civil en la guerra contra ETA, en el ‘régimen anterior’ y en el de ahora, porque los regímenes cambian, pero no la Benemérita. ETA, desde su nacimiento y hasta el final, ha tenido siempre al lado, en frente y detrás a la Guardia Civil, que es la garantía sobre el terreno de la unidad de España. Tiene razón el secretario cuando dice que ha sido la más castigada por ETA, también la más rechazada socialmente; no por casualidad “que se vayan” ha sido el eslogan más coreado y sentido por varias generaciones de vascos; no por casualidad el mensaje más claramente expresado en la intervención de la loma de Intxaurrondo ha sido el de que la Guardia Civil no se irá nunca. Ha explicado estos días Jonathan Powell, exasesor de Tony Blair, jefe que fue

de su Gabinete, principal negociador británico ante los líderes del IRA-Sinn Féin y facilitador también del desarme de ETA, con ocasión de la publicación de su libro Hablar con terroristas: cómo terminar con conflictos armados, que el caso vasco, el “último conflicto armado de Europa”, se encuentra en un lugar intermedio entre los que se han resuelto con éxito y los que se han saldado con un fracaso. Y lo es así, porque el anuncio de ETA sobre el final de su actividad armada llegó como consecuencia de un proceso de paz que no ha terminado. Esta es precisamente la particularidad más imprevisible e imprevista de un final unilateral sin contrapartidas, un final desconcertante para muchos, con una traducción capital en la construcción del relato, pues, como ha dicho lúcidamente Patxi Zabaleta, la verdadera autocrítica de ETA sobre su práctica armada ha sido la del abandono mismo de ella, sin contrapartidas, confiando a la sociedad vasca y a sus instituciones la resolución de las consecuencias pendientes. Es indudable que ETA no ha ganado una guerra, pero se ha retirado de la batalla con un importante capital político y una aportación al relato final muy incómoda para quienes solo quieren que se hable en términos de buenos y malos, de defensores de la democracia y de terroristas, de solo unas víctimas y unos victimarios, haciendo imposible un relato equilibrado y sanador. Ha coincidido todo esto con las movilizaciones a favor de quienes están en la cárcel desde hace cinco años, ‘los cinco de Bateragune’, castigados precisamente por su decisiva contribución a este final ‘intermedio’. Primero la carta conjunta del exlehendakari Ibarretxe e Iñigo Iruin, anunciando además nuevos pasos conjuntos, y luego la movilización plural en Elgoibar, pueblo natal de Arnaldo Otegi y donde se inició el camino que ha desembocado en la presente situación, son datos para el relato que no se pueden desconocer. Hay también iniciativas bien intencionadas, como la del Plan de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, ‘Hitzeman’, que dirige el incombustible Jonan Fernández, condenadas al fracaso si se pretenden sustentar en un relato acordado por todos, que a todos o a ninguno satisfaga. En ningún lugar y en ningún caso ha sido eso posible. La historia la ha contado siempre el vencedor y la han sufrido los perdedores. Pocos ejemplos más claros de ello que el de la guerra que empezó en 1936 y no ha terminado, si se entiende que para un final digno y acordado es exigible al menos el digno entierro y reconocimiento de los cadáveres sin nombre enterrados en las cunetas y los montes al que los vencedores y sus usufructuarios se resisten. El paso del tiempo no suele mejorar las posibilidades de un relato más cercano a la verdad. Eso sólo se suele

conseguir cuando la correlación de fuerzas cambia o cuando no es evidente que la victoria en el campo de batalla se haya traducido también en la victoria de la memoria social. No habrá un relato, habrá relatos, y que cada quien se quede con el que más le satisfaga o se construya el suyo propio. Mientras tanto, aquí va esta modesta aportación, con muchos datos y la mejor de las intenciones. Algorta-Getxo, octubre 2014