Ensayo Microfinanzas

Curso: TALLER SEMINARIO II – MICROFINANZAS Tema: EL ÁRBOL DE LA MOSTAZA HISTORIA DE LAS MICROFINANZAS EN EL PERÚ Docent

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Curso: TALLER SEMINARIO II – MICROFINANZAS Tema: EL ÁRBOL DE LA MOSTAZA HISTORIA DE LAS MICROFINANZAS EN EL PERÚ

Docente: Mg. ARMAS AGUILAR, MAURO CESAR Alumna: ESTRADA ESCOBAR, JACKELIN Ciclo: VI

RESUMEN La presente obra titulada El Árbol de la Mostaza: Historia de la Microfinanzas en el Perú, trata sobre el proceso que se vivió para poder tener en la actualidad una extraordinaria cantidad y variedad de instituciones microfinancieras que ofrecen préstamos, depósitos y otros servicios financieros a millones de hogares pobres.

El crédito bancario nunca había existido para los pobres. Para muchos espectadores el obstáculo principal era una cultura que conspiraba para mantener a los pobres fuera de los bancos. En efecto, el antiguo sistema legal imponía exagerados requisitos formales para cada aspecto de la vida, los cuales sobrevivían porque podían ser evadidos por la élite. El gobierno central no implementaba normas para que los bancos pudieran ser más flexibles al otorgar un crédito, y no fue hasta el mandato de Alberto Fujimori que se creó una resolución en donde ya no se ponían tantas trabas para el otorgamiento de financiación para una microempresa.

Y es así como a partir de 1993 y 2000 se fue intensificando el uso de entidades microfinancieras pues ganaron apoyo y credibilidad con la llegada de las instituciones facilitadoras, como las centrales de riesgo, las agencias calificadoras y los cambios en las normas regulatorias a favor del microcrédito.

ABSTRAC The present work entitled The Mustard Tree: History of Microfinance in Peru, is about the process that was experienced to be able to have an extraordinary amount and variety of microfinance institutions that offer loans, deposits and other financial services to millions. of poor homes.

Bank credit had never existed for the poor. For many viewers the main obstacle was a culture that conspired to keep the poor out of the banks. In effect, the old legal system imposed exaggerated formal requirements for every aspect of life, which survived because they could be evaded by the elite. The central government did not implement norms so that the banks could be more flexible when granting a credit, and it was not until the mandate of Alberto Fujimori that a resolution was created where there were no longer so many obstacles to granting financing for a microenterprise.

And this is how, starting in 1993 and 2000, the use of microfinance institutions intensified, as they gained support and credibility with the arrival of facilitating institutions, such as risk centers, rating agencies and changes in regulatory standards in favor of the microcredit

I.- INTRODUCCION

El presente ensayo sobre la obra El Árbol De La Mostaza: Historia de la Micro finanzas en el Perú; tiene la finalidad de dar a conocer como surgieron una serie de reformas a nivel financiero a principios de la década de los noventa con el shock económico extremo que termino afectando la liquidez bancaria, constituyo el punto de partida para la expansión del crédito en el Perú y para la aparición de nuevos intermediarios financieros formales, ambos factores a su vez, permitieron la expansión del microcrédito.

Actualmente es importante leer este libro ya que nos culturizamos en cuanto a sus inicios del sistema micro financiero en el Perú. Microcrédito son préstamos a personas de pocos recursos y suelen otorgarse sin tener que comprobar ingresos, pues la entidad confía que al entregarte financiamiento para tu proyecto es porque si obtendrás buenos resultados por lo tanto serás buen pagador.

Teniendo en cuenta ese concepto los bancos tuvieron que cambiar su forma de acceder prestamos creando nuevos tipos de préstamos y el gobierno implanto nuevas normas que facilitan a las entidades a no quedar insolventes esto por no recupera los créditos que ha otorgado.

II.- CONTENIDO *Cooperativas Las cooperativas de ahorro y crédito y las mutuales tuvieron como fin abrir las puertas de las finanzas a los pobres. Fue el trabajo de diversos exploradores, desconectados y con diferentes metas, cuyas rutas, sin embargo, llevaron a todos a través de un mismo puente: el del contacto y conocimiento del mundo de la pequeña empresa. Los años 80 se convirtieron en la década de la exploración cultural relacionada con la actividad económica de pequeña escala. Aunque el trabajo y los descubrimientos de esos exploradores fueron escasamente perceptibles aún a finales de los 80. Fallas evidentes se hicieron notar como el prestigio de las cooperativas, las limitaciones graves de sus mecanismos de autogobierno y la poca capacidad del sistema financiero para alcanzar a la mitad más pobre de la población. Pero lo que más impulsó a los exploradores fue una nueva visión de los pobres, y en especial, el concepto de que la pequeña empresa podía ser una solución a la pobreza. A partir de los años 70, las ideas sobre desarrollo empezaron a dejar de lado el supuesto de que el crecimiento económico alcanzaría a todos. Robert McNamara, presidente del Banco Mundial en 1968, tomó el liderazgo en presionar a favor de un enfoque más directo frente a la reducción de la pobreza. Durante la siguiente década, el Banco Mundial buscó formas de llegar más directamente a los pobres, pero pasaron cinco años antes que desarrollara un programa de proyectos integrados de desarrollo rural en las regiones extremadamente pobres, y más años aún para definir enfoques adecuados para los pobres urbanos. En una escena urbana dinámica y cambiante, no hay un equivalente fácil para el “campesino estancado en su inmemorial pobreza,” que podría ser fácilmente identificado, y sus necesidades definidas. En 1975 la OIT había hecho estudios que se enfocaban en la falta de puestos de trabajo adecuados para los millones de campesinos que estaban inundando las ciudades. En grado creciente, la pobreza urbana empezó a ser definida como un problema de empleo, y, por tanto, la solución parecía consistir en la creación de puestos de trabajo. Durante la década de los años 70, el Banco Mundial, la OIT y las universidades produjeron muchas investigaciones sobre los vínculos entre inversión, el empleo y la estructura productiva, teniendo como resultado que la solución a la pobreza urbana, estaba directamente vinculada con la promoción de la pequeña empresa proporcionando préstamos y capacitándolas. En el Perú en los años 70 y 80 se dieron crédito a la pequeña y mediana empresa luego de un programa de crédito operados por el sistema de bancos de desarrollo, dependientes del subsidio fiscal y del Banco Central de Reserva del Perú de forma ambiciosa y equivocada; trajo como consecuencia que a comienzos de los años 80 el sistema financiero no tenía casi nada que ofrecer a las familias extremadamente pobres; es por ello que en la ciudades y pueblos se empezó a desarrollar diversas investigaciones por la OIT centradas en el concepto del sector informal, como a la gran masa de negocios muy pequeños. En conjunto a los antropólogos los economistas se interesaron por esa sociedad olvidada teniendo como punto de vista ayudarlas.

*Empresas microfinancieras Las reformas financieras crearon un marco para poner en orden las transacciones bancarias y financieras en general. El gobierno central de 1993 no actuaba diligentemente para volver al orden y a la normalidad a la macroeconomía y poner al sistema financiero en una posición sólida. La microeconomía no era una prioridad. Los pequeños y micro empresarios y las instituciones que los financiaban fueron golpeados por los shocks y los cambios que sacudían la economía en ese entonces. El Perú bajo el nuevo gobierno aplicando políticas nuevas, las cooperativas estuvieron bajo presión, puesto que se aplicó el shock económico en 1990 donde se precipito el cierre de 41 cooperativas de ahorro y crédito, más tarde 131 cooperativas fueron cerradas; todo ello a consecuencia de la recesión que se estaba dando. En 1991 el régimen de Fujimori firmó una Carta de Intención con el FMI en la que el Gobierno se comprometía a aplicar las políticas fiscales y monetarias ortodoxas para hacerse elegible para créditos les abrirían la puerta a los mercados financieros internacionales. En general, el punto de vista oficial era que el Perú funcionaría mejor con un sistema financiero consolidado con pocos bancos modernos y eficientes. La ley de reforma bancaria expedida el 25 de abril de 1991, incluyó a las cooperativas de ahorro y crédito como entidades integrantes del sistema financiero y estableció que sus depósitos no serían cubiertos por el Fondo de Seguro de Depósitos. Aunque la medida también excluía otras instituciones de crédito no aseguradas por la cobertura del seguro de depósitos, la declaración pública del Ministro de Economía, anunciando que el ahorro en cooperativas no estaría asegurado, precipitó una corrida de las cuentas en estas entidades. Al final de 1992, dos leyes específicas para las cooperativas de crédito crearon un entorno hostil para el movimiento cooperativo, según un vocero del sector. En noviembre de 1992, el Decreto Ley Nº 25879 ordenó el cierre y liquidación del Instituto Nacional de Cooperativas (Incoop) y transfirió la supervisión de las cooperativas de ahorro y crédito a la SBS. Esta medida quitó a las cooperativas el apoyo del gobierno y las colocó bajo un régimen mucho más exigente de controles que el aplicado por el Incoop. El mes siguiente, un nuevo paquete de reglas restringió su número de clientes a un máximo de 1,500 y les impidió hacer publicidad o abrir más sucursales. En la misma ley, el Gobierno retrocedió en su decisión del mes anterior de encargar a la SBS la supervisión de las cooperativas de ahorro y crédito y asignó esta tarea a la Fenacrep. Este desvío obedeció a que la SBS no tenía el conocimiento ni el personal capacitado para monitorear a las cooperativas adecuadamente. Las transacciones bancarias se abrieron ampliamente para las microempresas con la expedición, en agosto de 1997, de la Resolución SBS Nº 572-97 sobre evaluación y clasificación del deudor. La norma añadió una nueva categoría de créditos explícitamente para microfinanzas, llamada “préstamos a microempresas,” a la que se refiere por su acrónimo MES. Esta resolución abriría las puertas a una importante ampliación del crédito para las pequeñas y microempresas mediante la definición de la población elegible para préstamos MES como personas o empresas con activos productivos no mayores a US$20,000 (sin contar propiedades inmuebles) y un endeudamiento máximo en el sistema financiero de US$20,000. Disponía también que, si el prestatario era un individuo, la empresa debía ser su principal fuente de ingresos. Es asi como esta norma aligero cada aspecto del otorgamiento de crédito.

*Ayuda gubernamental La economía peruana en las décadas de los 70 y 80 resultaron muy dañinas hablando en específico en el ambiente financiero ya cuando ingreso al poder Alberto Fujimori se llevó a cabo una ola de reformas que llevaron al Perú del extremo intervencionismo y mal gobierno a un modelo de economía de mercado con procesos regulatorios comparables con las mejores prácticas internacionales. Se redujeron drásticamente las barreras comerciales, se reabrió el financiamiento internacional, se incrementó dramáticamente la recaudación fiscal y se privatizó la mayoría de las empresas públicas. Se eliminaron tanto el crédito subsidiado como los bancos estatales de primer piso y se repensaron las funciones del Banco Central de Reserva. En 1992 y 1993 una serie de hechos transcendentales como la captura de los cabecillas del terrorismo y el cierre del congreso, puso al Perú en un escenario económico y político excepcionalmente propicio para nuevas iniciativas empresariales y sociales. En el gobierno de Alberto Fujimori, la política social cobro prioridad y se enfocó hacia los más pobres. Por primera vez, la asignación regional de la inversión y los servicios del Gobierno estuvo guiada por un mapa que catalogaba a las provincias según su nivel de pobreza. El enfoque de la ayuda internacional también se redirigió hacia proyectos “con rostro humano”, cambio que facilitó el surgimiento de programas de microcrédito en los años 90. Fue así que en el Gobierno de Fujimori inició su incursión en las microfinanzas en agosto de 1991 a través del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes). Este esfuerzo incluía un programa de creación de empleo productivo y uno de sus componentes consistía en otorgar créditos para promover las microempresas a través de una asociación con cerca de 12 ONGs microfinancieras. Con dinero aportado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, el Foncodes creó un programa para apoyar a pequeñas empresas que incluía una línea de crédito de US$8.17 millones para microempresas como parte de su esfuerzo por estimular la creación de empleos productivos. Los préstamos financiados por Foncodes eran de hasta US$5,000 para micro y pequeños negocios con menos de 10 trabajadores y un máximo de ventas anuales de US$22,000, pero el 70% de ellos fueron reservados para negocios con menos de US$10,500 de ventas anuales. Los fondos fueron prestados a través de la Fepcmac, la Caja Trujillo, el Idesi y las organizaciones Hábitat de Arequipa, Cuzco y Tacna. CARE Perú manejó uno de los proyectos apoyados por el Foncodes, y sólo en el año 1992, había recibido US$2 millones para préstamos en áreas rurales. En 15 años el valor de los fondos originales del Foncodes a CARE Perú había generado US$26 millones. En 2007, los fondos acumulados de los prestadores fueron transferidos en un fondo al Banco de la Nación que monitorea los subsecuentes préstamos por las instituciones microfinancieras.

III.- CONCLUSION * Basándonos en lo leído podemos afirmar que el microcrédito es una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza y poner nuestros sueños de empresarios en marcha, puesto que la tasa de interés que se paga es baja y accesible para quien tome la deuda y compromiso con la financiera. * Si bien es cierto que la obtención de microcrédito es una de las bases de la economía peruana llegando a todo el país y dando muchas veces el salvavidas necesario para subsistir a decenas de familias, es necesario reconocer el trabajo que se hizo durante el gobierno de Fujimori puesto que se inició su incursión en este ámbito dejando de lado a los que ya tenían y velar por los que no. * Este sistema de obtener crédito se basa en la confianza que facilitó el acceso al crédito a aquellas personas de muy bajos ingresos. Bajo el aparente de que las personas se ven incentivadas por su deseo de progresar, que son motivadas por una profunda conciencia social, todo ello obligo al sistema bancario tradicional cambiar por un mecanismo que permitió reducir el riesgo de prestarle a las personas de bajos recursos y hacer del microcrédito una actividad viable.