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Introducción El pensamiento de Nietzsche siempre se ha distinguido por ser un crítico mordaz e incisivo de sus enemigos, su prosa lírica y casi poética denotan un apasionamiento y un derroche de emociones y de fuerza, esto lo plasma en cada una de sus obras; de principio a fin. Pero lo importante aquí no es quedarnos solo con el ornamento textual, ni con su a veces trasgresor pensamiento que de por sí es de llamar la atención. Que si bien esto siempre ha sido un sello distintivo de la filosofía de Nietzsche no es para nada el punto más importante de su pensamiento, este punto importante diremos, que radica en la forma en que juzga, la forma en que desmenuza los conceptos. Nietzsche es un hombre que lleva a las últimas consecuencias el pensamiento occidental, este pensamiento es un contra discurso que el que Hegel occidental,

como

un

enaltece como la mejor herencia del hombre

pensamiento

evolutivo

que

llega

a

sus

mejores

consecuencias. Dentro del la critica Nietzscheana a esta apuesta del hombre occidental, destaca la critica que hace a los productos de este pensamiento, productos tales como la moral, la ciencia, la razón, la filosofía misma; y la religión que son los puntos álgidos de su pensamiento crítico. Aunque ahora mismo nos vamos a concentrar en su crítica al cristianismo, y que ha modo de introducción podemos decir que el tema de la crítica al cristianismo es una constante en casi toda la obra de Nietzsche. Desde el origen de la tragedia hasta ecce homo. Quizás en textos como su Zaratustra, La genealogía de la moral, y el propio Anticristo son en los que con mayor fuerza expone su tesis el filósofo alemán. Sin embargo en otras

obras como El crepúsculo de los ídolos, y ensayos como Sobre verdad y mentira en sentido extramoral; encontramos la degeneración de los valores que Nietzsche acusa. Probablemente no de un modo tan brutal como en otras obras pero, sí que podemos encontrar ahí su crítica a lo hecho por la mano de la metafísica cristiana.

La crítica a los padres de la filosofía y la decadencia de occidente Pero en este momento lo que nos ocupa es una pregunta particular, ¿Por qué Nietzsche dice que la moral cristiana es negadora de la vida?, para responder a ello recurriremos a su anticristo, pues nos parece una de sus su obra más trasgresoras y más mordaces; en cuanto a critica al cristianismo se refiere. En el anticristo Nietzsche hace algunas referencias a la genealogía de la moral, si recordamos un poco atinaremos en que Nietzsche no es propiamente un filosofo, es de formación filológica, lo que lo hace una voz autorizada en el manejo de los conceptos, y tanto en la genealógica como en el anticristo expone conceptos como el Dios, moral, valor, voluntad; y muchos más que podemos pensar como conceptos trasmutados por el cristianismo, y a su vez la valoración de estos. Esta trasmutación de los valores tan dañina, tan sucia, tan falta de historia, fue lo que derivo en la negación de la vida, la negación del vitalismo, negación a la naturaleza. Otros conceptos cristianos como el de pecado, culpa, condena, expiación, redención; son conceptos y valores, con los que el cristianismo y sus secuaces someten y seducen a los hombres, promesas falaces como el reino de dios o la vida después de la muerte, son la recompensa que ofrecen a cambio del sometimiento del vitalismo natural y de la pasión humana. ”Al cristianismo le

llaman sus secuaces religiones de misericordia. Pero la compasión está reñida con los afectos tónicos que elevan la energía del sentido vital 1 ”.A estos que someten y a estos sometidos Nietzsche les llamara negadores, enemigos de la vida, débiles mentales, débiles de espíritu, y hasta les llama débiles en un aspecto fisiológico, que no encuentran otro modo de perpetuarse más que negando la vida, sin embargo para que tan horrenda empresa tuviera éxito necesitaron edificar todo un imperio de mentiras y de engaños, para que estos embustes no fueran tomados como simples falacias si no como verdades, verdades asertorias e incuestionables, que han sido develadas por el mismo Dios, el dios bueno. Este imperio fue llamado religión cristiana. Un claro ejemplo de los logros de este imperio de mentiras lo encontramosen el antiguo testamento exactamente en el libro del Deuteronomio 2 , vemos una muestra inequívoca de esta degeneración de los valores, es también la muestra de que este otro dios el dios de esta moral, odia a la vida, y la odia al igual que sus secuaces aquí en el mundo, un mundo infravalorado y falible pero necesario para cumplir los fines de estos timadores, nos referimos a los sacerdotes. En un principio, antes de que todo se viciara, dios o mejor propiamente dicho los dioses eran deidades de fuerza, de animosidad, vivían con los hombres esta vida, la vida que tenemos. Un claro ejemplo de ello es el pueblo griego, que vive palmo a palmo con sus dioses en cada día, en cada lugar, y en cada momento existía una comunión con los dioses, por eso decían que los dioses habitaban en todo. El 1

Nietzsche, Friedrich, El Anticristo, s.e, s.a, s.p. Deuteronomio, es un libro del antiguo testamento y en el Tanaj hebreo. El libro recibe el nombre griego de la biblia Septuaginta, de la palabra déuteros nómos que se traduce como “segunda ley”. 2

pueblo griego era un pueblo fuerte, un pueblo orgulloso de sí mismo, un pueblo que amaba a la vida, estos griegos le temen a la muerte, la desprecian, prefieren vivir bajo cualquier costo: “No es indigno de los más grandes héroes desear la vida, aun alcanzada al precio de la esclavitud”3; pero este furor duro hasta cierto momento, antes de que apareciera el que para Nietzsche fue el primer negador de la vida, el primero en demeritar la pasión humana y someterla a la fuerza de la razón, el primer cristiano de la historia, Platón. La crítica a occidente y al posterior cristianismo por parte de Nietzsche comienza contra los padres de la filosofía Sócrates y Platón, es una crítica a la metafísica una crítica a la razón. Sócrates y Platón significaron una nueva etapa de la filosofía donde la dialéctica y la argumentación formal fueron consideradas superiores a las filosofías pasadas, la historia las conoce como filosofía presocrática hablamos de Parménides, Heráclito y de otros tantos. Eran filósofos que se regían por los astros, las condiciones naturales, la comunión con los dioses, el destino y la fortuna. La relación estrecha entre la naturaleza y su sabiduría fue lo que les valió para ser consideradas como filosofías menores, eran filósofos presocráticos, reconocidos así peyorativamente. Sin embargo el mismo Nietzsche va con cuidado respecto a Sócrates y Platón, pues el mismo es reconocido y nos atrevemos a decir que el mismo se reconoce como un nuevo Heráclito, pero más bien un Heráclito que podemos llamar

post socrático,

considerando que Sócrates (y Platón) por parte de Nietzsche ya hayan sido superados.

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Nietzsche, Friedrich, El origen de la tragedia, Ed. Porrúa, Tercera edición, México, 2006 pág. 26.

Platón y toda la tradición que le siguió pasando por los escolásticos, por algunos ilustrados hasta por el mismo Kant, fueron unos negadores de la vida, su filosofía su racionalidad, tratan de ponerse por encima de ella, coartándola. No es extraño que en el cristianismo tomen de referencia lo que hizo Platón, y lo que hizo hasta el mismo Aristóteles, estos negadores eran santos para el cristianismo. Esta negación propia de la cultura occidental surge a partir de aquí. Cuando Nietzsche les reprocha a Sócrates y Platón en el origen de la tragedia, les llama hipócritas y miedosos, su racionalidad su mundo de las ideas negaban a la vida misma, atentaban contra del vitalismo de la pasión y locura griega que Nietzsche representa en el espíritu dionisiaco 4 . No es una pérdida de tiempo tomarnos un espacio para hablar del pueblo griego y del a critica Nietzscheana contra Sócrates y Platón puesto que de aquí parte todo, la negación a conducirnos por medio del sentimiento y de las pasiones, y que ahora nos conduzcamos por medio de la razón, de una forma sumisa, creó nuevas fuerzas que se enfrentarán a las fuerzas naturales, estas nuevas fuerzas aparecieron en formas morales. Nuevas formas morales fueron creadas por el cristianismo medieval influidas por la tradición Socrático-Platónica. Fue a partir de la tradición Socrático-Platónica que occidente recibió una herencia metafísica que se ha pegado en lo más profundo de su pensamiento. Solo es necesario recordar el racionalismo cartesiano, también pensemos en los racionalistas del siglo XVII pasando por Kant, y llegando hasta los escépticos. Este 4

Dionisos, el Baco de los Romanos, divinidad originaria de la Tracia. Era el dios de los árboles y de los frutos de la uva, del vino, de las vendimias y de la embriaguez. Representante del arte sin formas. Inspirador de la locura y el éxtasis.

racionalismo fue el culpable de subestimar lo que nos ofrecen los sentidos, pero del mismo modo a los sentidos mismos. Lo que ven nuestros ojos lo que sienten nuestras manos lo que oyen nuestros oídos; algo que es tan nuestro, tan humano pasa a ser considerado apenas una herramienta de poca monta que genera imágenes, estas herramientas están subordinadas a la razón. Consideramos que lo más valioso de nuestro cuerpo se encuentra arriba, en la cabeza en el cerebro. Pero no apreciamos al cerebro por el hecho de producir impulsos nerviosos, apreciándolo por el mero hecho de ser un motor orgánico. Pero no apreciamos a este montón de carne en sí misma, si no por las facultades psicológicas que se considera posee. Las propiedades idealistas y racionales del que lo proveemos ya que es en el cerebro donde pensamos en mundos abstractos. Imaginamos, intuimos, deducimos, analizamos, dudamos como diría Descartes. Concebimos conceptos corporalmente inexistentes como el de dios por ejemplo. Sin embargo es en otros mundos en donde les damos existencia y por medio del lenguaje, hemos aceptado que estos mundos abstractos son mejores, ya que por algún motivo decimos que son más reales.

El Cristianismo como negación a los valores vitales Así pues, en la historia de la filosofía de occidente nos damos cuenta que hay pura metafísica. Es posible que Nietzsche sea este parte aguas, Nietzsche habla de la metafísica pero no podemos decir que hace metafísica,

quizás al modo de

Heidegger su filosofía sea un pensar sin la metafísica. Tal vez Parece que nos hemos desviado demasiado de la pregunta principal, sin embargo es necesario

pensar en los asuntos de la metafísica y de la razón, pues pensamos a lo racional como superior a lo natural, es una lucha de fuerzas como diría Nietzsche. Por lo tanto, hablando en modos del cristianismo la otra vida es el paraíso,

es una

recompensa de soportar la pena de vivir esta vida, la vida concebida como un examen, como una pena, todo lo contrario a como la vida era concebida por los griegos.” El odio instintivo hacia la realidad: consecuencia de una sumamente extremada sensibilidad para el dolor…”5, parece un error de conceptos pero así es, vivir después de morir, la muerte adquiere un sentido diferente para el cristianismo adquiere un sentido de esperanza, los cristianos viven para morir, no viven para vivir como los griegos. Esta vida es solo un paso a la vida nueva, a la vida nueva la vida con dios. Esta vida nos da a que pensar, y hace que nos asalte una pregunta más, se puede vivir después de la muerte? Se podrá vivir sin cuerpo, sin impulsos, sin nervios, sin sensaciones, sin todas aquellas facultades mentales. Preguntamos esto porque después de la muerte el cuerpo ya no nos da para eso, en un sentido meramente orgánico, nos acabamos, dejamos de funcionar, nos desintegramos hasta el último átomo. Es entonces cuando pensamos en que es lo propio del humano que va “al otro mundo” ya sea el cielo, ya sea el infierno, sin sensaciones, sin conceptos, sin facultades, que sería aquello que goza o que sufre ¿el alma quizás? Probablemente, pero entonces tendríamos que admitir que el alma posee la facultad de conocer, conocer conceptos y poseer propiedades racionales.

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Nietzsche, Friedrich, El Anticristo, s.e, s.a, s.p.

Esta idea del mundo ulterior resulta bastante interesante porque para llegar a ese mundo, hay que ganar ese mundo, la forma es someter las pasiones, los instintos a una serie de determinismos sociales, que podemos llamar, ética, moral, la tradición platónico-cristiana, la cultura occidental, sufren de un mismo mal, del nihilismo. Esta parte de la crítica de Nietzsche es genial, la critica genealógica de las palabras, de los conceptos, de los valores que le dieron poder al cristianismo, al occidentalismo, puesto que occidente desprecio al cuerpo, y privilegio a la razón comenzó hay su condena, utilizo valores que al ser viciados ya no significan nada y aun así se forzaba a utilizarlos, estos valores originados del vitalismo más vivo, se convirtieron se valores de pasividad, de

inmovilidad,

estos valores se

convirtieron en un peligro. La religión, propiamente el cristianismo como uno de los productos de la cultura occidental sigue la misma línea de manejarse mediante valores que se han empeñado en negar al mundo, a la tierra, al cuerpo, “tiempos hubo en que pecar contra Dios era el pecado más grave; Dios murió, […] Ahora, lo más grave es pecar contra la tierra y poner las entrañas de lo inescrutable por encima de la tierra”6. La muerte de dios es para Nietzsche el máximo evento, un antes y un después para el pensamiento, pues dios era quien daba validez a los valores cristianos-occidentales, con su muerte mueren los valores, la moral, la metafísica, la cultura cristiana. Como veremos en Nietzsche y posteriormente en Foucault, el lugar que era ocupado por dios pasó a ser ocupado por la razón, y emanado de la razón el lenguaje. Pero ocurre que el lenguaje pretende decir cosas que

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Nietzsche, Friedrich, Así Hablaba Zaratustra, Edicomunicación, Barcelona, 1997, pág. 26.

simplemente no puede, recordemos también que el mismo Kant va a decir que la razón tenía límites. Entonces con la muerte de dios mueren también las palabras, los conceptos, este lenguaje cristiano. El Dios ha muerto de Nietzsche no es un postulado ateísta ni mucho menos, es una crítica a la intención de seguir manteniendo vivos conceptos y valores que ya están inútiles, que están vacíos por ello que Nietzsche cree que occidente ha caído irremediablemente en la angustia nihilismo. Todo esto es lo que une a nuestra humanidad, caemos en la melancolía, en la angustia, en el temor del que ya no nos protege el velo del espíritu apolíneo 7, ante este escenario de miseria humana es que Nietzsche propone la visión del súper hombre, el súper hombre ha superado al hombre ordinario, y también ha superado a dios pues ya está muerto, este hombre se revela ante las cadenas del sometimiento, se extrae del rebaño, para crear sus propios valores y toma los valores platónico-cristianos para devolverles su verdadero valor. La trasmutación de los valores que hicieron del hombre nada, un ser quebradizo, enfermizo temeroso; deben devolverle al hombre su poder, su fuerza creativa. Recordemos que en el Zaratustra la trasformación que lleva a cabo el camello a león, y el león al niño. El niño es ya el hombre que supero el nihilismo, es el súper hombre, pues al igual que un niño el súper hombre descubre la vida, se asombra de ella vive sin ningún prejuicio y otorga los valores que él desea, el súper hombre es un hombre dionisiaco, ama a la vida, con furor, con pasión con fuerza y con violencia. Pone de manifiesto su fuerza su poder, ama ser victorioso, triunfante, y no teme mostrarse superior no tiene miedo a la culpa, al pecado o al castigo de dios. Eso 7

Apolo, dios griego de la luz y del sol, la medicina, la música y la poesía. Era también el dios de las facultades creadoras de formas. Era la dicotomía de Dionisos, Nietzsche utiliza esta dicotomía para explicar el desarrollo del pensamiento occidental.

está muerto esta en otro mundo, y el súper hombre solo considera a la tierra en la que vive, vive este mundo tal cual es con sus penas y sus tormentos los vive. Por qué la característica de este súper hombre es que vive.

Conclusión El cristianismo es la religión de la fe, del amor, dela misericordia. Lo que es sinónimo de debilidad, rencor, temor a la vida, temor a los instintos y a las pasiones. El cristianismo se fundamentó sobre bases huecas, sobre conceptos y valores acabados, se fundamentó simplemente en una mentira, el cristianismo no es lo que Jesucristo hubiere querido dejar a la posteridad, eso es culpa de sus sacerdotes de sus propios apóstoles que no supieron entender su doctrina, porque la doctrina de Jesucristo es una doctrina de vida, el verdadero cristianismo es una práctica, la práctica del cristianismo era la que nos acercaba a dios, nos hacía hijos de dios “la realidad psicológica por excelencia de la redención, un certero instinto de la manera de vivir que es precisa para sentirse en el cielo, para sentirse eterno […] con otra conducta no se obtiene el resultado8. La práctica del cristianismo de Jesucristo no era una nueva fe sino una nueva vida, el cristianismo primitivo, contrariaba a la ley, Jesucristo cuestionaba a los sacerdotes, ese cristianismo negaba a la iglesia. Jesucristo no era un cristiano entendido en ese sentido. Pensemos en Hegel que decía que la religión era un dogma y que nos alejaba realmente de dios. Por eso Nietzsche decía que Jesús era el único cristiano, el verdadero.

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Nietzsche, Friedrich, El Anticristo, s.e, s.a, s.p.

El Cristianismo posterior fue lo que lo mal interpreto, quizás sin darse cuenta quizás con un propósito. Pero ahora vemos a este cristianismo resentido, que niega a la vida, niega al hombre mismo atentando en contra de él, el hombre está en contra del hombre. Es necesario negar la cultura cristiana, para recuperar el amor a este, pues si dios ha muerto ya nada nos impide generar nuestro nuevo sistema de valores que dé el lugar que el hombre, el mundo y la vida misma merecen. Un ejemplo curioso de esto sería el satanismo Laveliano9, un regreso al instinto animal del hombre, guiado por su fuerza, por su animalidad, exento de una moral que somete, pues solamente limita nuestras facultades anímicas y creativas. Así pues la apuesta está en el súper hombre, el hombre que supero al hombre platónico, al cristiano, al hombre occidental. Es de nuevo, un animal, un niño un dionisiaco, que mediante la dialéctica del vitalismo consagra a la vida,

en el

momento en que el hombre le devuelva al mundo su poder, el hombre será un ser poderoso.

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La Iglesia de Satán es una organización religiosa oficial fundada en 1996, por Anton Szandor Lavey, en la cual sus máximas de vida nos hacen pensar en el vitalismo de Nietzsche.

BIBLIOGRAFíA 

Nietzsche, Friedrich, Así Hablaba Zaratustra, Edicomunicación, Barcelona, 1997, pág. 26.

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Nietzsche, Friedrich, El Anticristo, s.e, s.a, s.p.

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Nietzsche, Friedrich, El origen de la tragedia, Ed. Porrúa, Tercera edición, México, 2006 pág. 26.

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Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral, Ed. Tomo, Tercera edición, México, 2005.



Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, s.e, s.a, s.p.