Silencio y en Logia

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SILENCIO Y EN LOGIA “QQ:. HH:. mios, silencio y en Log:.” son las primeras palabras que pronuncia el V:.M:. al iniciar los trabajos masónicos. Esta pausa en toda actividad y en todo sonido tiene profundos significados exotérico y esotéricos. Pero es menester analizar primero que significa la palabra “silencio” y sus raíces simbólicas e históricas Etimológicamente silencio proviene del sánscrito mu y sus derivaciones Muka (mudo) y musterion; (misterio) dicha raíz se complemento en Grecia a través de verbo musin (que significa cerrar) y su ramificación museria (silencio) y en Roma con la raíz (mutus) de donde surge el termino mutare o cambiar, por referirse al silencio que las aves observan durante la renovación de su plumaje. Según el “Diccionario Enciclopédico de la Masonería” en su versión digital el silencio se define como: ”Privación voluntaria de hablar. El silencio y la compostura que deben imperar siempre en todos los actos y reuniones Masónicos, deben observarlo escrupulosamente los Francmasones en todo tiempo, ya sea en el seno de las Logias, ya sea en medio de la sociedad profana; y tienen el deber de observarlo escrupulosamente en todas ocasiones, no porque lo prescriban los reglamentos de las Logias y aun los Estatutos generales de la Autoridad de que dependan, sino porque lo exige así la buena educación y lo aconsejan las conveniencias. Todos los escritores Masónicos lo recomiendan como necesario al orden y seriedad a que se debe la inmensa diferencia que existe entre las reuniones Masónicas y las profanas. El silencio así practicado, se eleva al rango de virtud, gracias a lo cual, se corrigen muchos defectos por lo mismo que se aprende a ser prudente e indulgente con las faltas que se observan. Por eso la Francmasonería lo simboliza por la trulla (paleta), con la cual debemos extender en silencio una capa sobre los defectos de nuestros semejantes, así como lo hace el masón, para cubrir los de un edificio.”

Históricamente el silencio ha tenido una importante función simbólica y ritualista. Durante la construcción del Templo de Salomón, se utilizaron aproximadamente 183.000 trabajadores, repartidos en 70 aprendices, 80.000 compañeros y 3.300 maestros; sin embargo, a pesar del número trabajadores y de la gran envergadura de la obra, en el sitio sagrado del templo no se oía ningún ruido. Pues la piedras utilizadas para la construcción del templo eran cortadas y talladas a gran distancia para no perturbar con ruidos el sitio sagrado. Profanamente el silencio se le define como: Callado, no dicho, ausencia de sonido, mudo. Sin embargo, mística y esotéricamente al silencio se le define como: “…el preludio de la apertura a la revelación…” En la Escuela Pitagórica, a los aprendices durante su instrucción, se les enseñaba un axioma que decía: “Si se te pregunta, ¿Qué es el Silencio? Responded: Es la primera piedra del templo de la sabiduría”. Esta sentencia pitagórica explica porque el maestro de Samos obligaba a los iniciados a permanecer largos meses sin hablar, hasta que hubieran adquirido el sentido de la verdad, por ello eran llamados acusticoi, es decir, oyentes. De acuerdo a las tradiciones de enseñanza de la escuela pitagórica, y usando sus conceptos relativos a lo exotérico y lo esotérico, podemos

enmarcar el Secreto Masónico en el aspecto Exotérico de las enseñanzas, es decir, aspectos de forma, externos pero de gran relevancia en el desarrollo de las actividades en la Logia, tendientes a generar un clima místico, de formalidad y de estricto cumplimiento de los rituales preestablecidos para el desenvolvimiento de las actividades de enseñanza y aprendizaje en el taller para el grado de Aprendiz. Por otro lado, el silencio, también se refiere al aspecto esotérico, es decir, interno, espiritual, mental, tan necesario e importante para poder asumir la posición y la actitud mas idónea y superior requerida para el trabajo masónico. El Silencio en la institución masónica puede estudiarse o describirse desde dos puntos de vista, el primero referido al individuo, y el segundo referido al desarrollo de los trabajos en el Rito del Primer Grado del Aprendiz, ambos ligados sustancialmente, como en efecto se explicará mas adelante. El silencio ha sido reverenciado en diversas tradiciones iniciativas, filosóficas y espirituales: Los monjes hesicastas que todavía viven en el monte Athos en Grecia alaban constantemente el silencio, pues les impide emitir jucios, les confronta con ellos mismo e impide proyecten sobre los demás su lado oscuro. Lao Tse afirmaba, como queriendo enfatizar que el silencio es la representación del Todo que: “El silencio es la Gran Revelación”. El Budismo, anima a sus seguidores a realizar largas sesiones de silencio y recogimiento en su búsqueda de la perfección personal y del conocimiento y se le entiende como la antesala a la purificación mental, al elemento que desenturbia la mente, a la limpieza del alma; a una predisposición a la conexión con planos mas elevados y a una interrelación y convergencia energética. El silencio prepara al individuo a una meditación serena e imparcial, al encuentro con el Yo, a esa “Visita Interiorem Terrae”, cuyo viaje forma parte del retorno a su núcleo mas intimo con el fin de edificar a un hombre nuevo. La disciplina del silencio, es una de las enseñanzas fundamentales de la Masonería. Quien hable mucho piensa poco, ligera y superficialmente; y la masonería quiere que sus adeptos se hagan más bien “pensadores”, que habladores. Múltiples significados tiene el silencio, y todos conllevan la idea de creación, de perfección, de sabiduría, tanto en el aspecto terrenal como en lo filosófico. Las grandes tragedias y la felicidad extática no pueden expresarse con palabras. Los grandes fenómenos de la naturaleza y los placeres más profundos escapan a toda definición lingüística. El Aprendiz Masón, tiene como deber y obligación principal, la de mantener silencio, su síntesis filosófica tiene una premisa fundamental; Saber Pensar, Saber Dudar, Saber Callar. Es necesario establecer diferencias entre el Silencio impuesto, estéril, superficial, aislante, el mutismo pasivo o lleno de rencores y resentimientos que nos aleja de los demás y nos aísla; y el Silencio creador, aquél que predispone al Aprendiz a trabajar en su piedra bruta, mediante el ejercicio de la introspección, la reflexión y el auto-análisis. Es el Silencio Creador, el Silencio Masónico, el que genera la actitud idónea para el aprendizaje y el estudio de la verdad, este silencio es la base de la sabiduría, y punto de partida para el autoconocimento. La reflexión silenciosa nos permite el absoluto control de los pensamientos para mantenerlos enfocados y concentrados en la observación

para luego aprehender conocimientos y formar conciencia de lo observado, es la ejecución y puesta en practica del deber mas importante para un Aprendiz Masón, ya que callar u observar, implica per se, mantener silencio. Y es esta la herramienta que más uso le dará en la vida masónica, plena de constante aprendizaje y reflexión. A través del Silencio reflexivo, espiritual, es que el individuo puede comenzar su viaje interior, conocerse a si mismo, escucharse, y transitar ese camino largo, sereno y exigente que puede conducirlo finalmente a la Verdad. Una de las premisas socráticas más conocidas dice que es en el interior del individuo donde esta la Verdad, la respuesta a todas la preguntas, por eso es que el método socrático o mayeútica, consistía en instruir e ilustrar a los aprendices mediante preguntas para obligarlos a buscar sus propias respuestas en su interior. Lo cual implica el ejercicio constante de la meditación, del silencio reflexivo e introspectivo, pero siempre creador, la búsqueda interior, ya que es así, la única manera de poder entender mejor el mundo exterior y lo intangible, lo etéreo. El aprendiz masón necesariamente debe escoger este camino para poder aprehender los nobles estudios de la Masonería; mediante el Silencio Masónico, el Aprendiz hace una constante búsqueda del conocimiento del Yo interior, y solo al conocerse bien a si mismo, puede el hombre entender lo demás y a los demás, sólo así se puede establecer una conexión real con su razonamiento interior, su conciencia, con la cual puede formarse criterios específicos, puros y suficientemente analizados y estudiados sobre las cosas del mundo externo, y del constante y eterno Universo. La elucubración constante, la búsqueda interior, mantener una conexión con la propia conciencia, con el maestro Interior, debe ser la meta del Aprendiz Masón, porque la sabiduría mora en el eterno silencio. El silencio creador, nos permite estar abiertos para recibir la luz, que nos iluminará la conciencia y el espíritu para poder asimilar las enseñanzas y poder sobre todo, observar y hacer las reflexiones internas necesarias para poder comenzar a labrar nuestra piedra bruta interior, ajenos a los ruidos y pensamientos perturbadores del mundo profano. Este razonamiento nos lleva consecuencialmente hablar sobre el Silencio en Logia. El silencio limpia el alma y educe el sentido de la verdad. Nada puede lograr tanta tranquilidad espiritual como el permanecer callado y rodeado de silencio. “Silencio en Logia” dice el V: M: al iniciar los trabajos, esto, mas que una formalidad encierra la invitación a asumir el estado propicio para el aprendizaje dentro del taller, implica el cese de toda conversación profana, el cese de todos los pensamientos y emociones que pudieran impedir tener la disposición y concentración suficiente para poder observar, escuchar y analizar los temas discutidos en el taller. El mantener el debido silencio para reflexionar sobre dichos temas y poder tener tanto la mente como el corazón abiertos para asimilar lo mas posible las enseñanzas morales y filosóficas que se imparten en la tenida. Las tenidas nacen en el silencio y terminan cuando reina el silencio. Las normas de no cruzar de una columna a otra, cubrir el templo o tomar la palabra por conducto del respectivo vigilante es el mantener de los silencios. El templo se construye en silencio, los golpes a las piedras brutas se dan fuera del templo, para entrar cargando la cantera (significado de la marcha, dado que así

caminamos cuando cargamos algo pesado) de diversas maneras y con el mismo significado se mantiene el silencio en el desarrollo de la tenida, lo cual deja en evidencia que es en el ejercicio del silencio en que se basa la construcción del templo de la sabiduría. Los silencios marcan los tiempos, en el ritual se acostumbra decir “se concede la palabra para el bien del Orden, de la humanidad y muy particularmente de este taller”; o sea que se rompieron con todos los silencios, visto de una forma, pero también implica que es un control del silencio, estado permanente del desarrollo espiritual de los aquí trabajamos. El Silencio en Logia es una constante en el desarrollo de la actividad dentro del taller en el grado de Aprendiz, porque solo se tendrá el derecho de palabra cuando se haya aprendido a observar en silencio, y de esta manera el Aprendiz Masón podrá tener conciencia del significado e importancia del uso de la palabra en el Taller, la cual servirá para exponer en su debido momento los progresos logrados en la Masonería luego de escuchar, reflexionar y saber callar, que no son otros, que el llegar a conocerse a si mismo lo suficiente como para poder dar lo mejor de si no solo en la Logia, sino en el mundo profano. Recordemos en todo momento la frase “Audi, vide, tace, si vis vivere in pace" (Escucha, mira y calla, siquieres vivir en paz) que no sólo llama a la prudencia y a conservar nuestros votos masónicos de discreción, sino que nos invita a aprender mediante la reflexión y al respeto a nuestros semejantes, que sin duda alguna redundará en nuestra felicidad. Como epílogo se citaran las palabras de grandes pensadores sobre el valor del silencio “Yo me he arrepentido muchas veces de haber hablado, jamás de haber callado”. Xenócrates "Al buen entendedor, pocas palabras" Anónimo “Hay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores oradores”. Benjamín Disraeli (1766-1848) Estadista ingles. “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”. William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico. “Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra”. Georges Benjamin Clemenceau (1841-1929) Político y periodista francés “De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio”. Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) Médico español. “El silencio es un gran arte para la conversación”. William Hazlitt(1778-1830) Literato ingles. “El hombre silencioso no presta testimonio contra sí mismo”. Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés. Yul Pérez A:.M:. 18 de abril de 2011 (E.V.)